La Vida se mueve como una banda Transportadora. (Capitulo 8)

por **Shiroyasha** Mar Ene 24, 2012 7:23 pm

Aqui les dejola conti... espero que els guste, gracias por sus comentarios, son tan lindos n________n

Volteaste dirigiendo tu espalda hacía él, sus manos se mantenían en tus caderas mientras que sus labios marcaban un camino de besos desde tu hombro izquierdo hasta tu cuello, deteniéndose unos segundos ahí para continuar hasta tu hombro derecho, siguiendo sus acciones llevo sus manos hasta el broche de tu sujetador y como si no le pareciera desconocido, en instantes te desprendió de este. Giraste quedando frente a él, miraste fijamente sus ojos que detonaban precisión, deseo, al igual que los tuyos.

Tomo con delicadeza tus suaves senos, masajeándolos con sensualidad, llevando uno de ellos a su boca degustando, notando las reacciones de tu cuerpo, naturalmente querías o tenías la necesidad de llegar a otro nivel. Dirigiste ambas manos a la orilla de su pantalón intentando desabrocharlo pero, sorpresivamente fuiste detenida. Hidan tomo tus manos, confundida miraste su rostro, su reacción había cambiado, se veía más serena, más realista, pareciera como si hubiera vuelto en sí.

-Será mejor dejarlo hasta aquí -Comentó Hidan respirando entrecortado.

-¿Por qué? -Preguntaste confundida mientras tratabas de recuperar el aliento.

-No quiero arruinarlo, mucho menos lastimarte.

-Pero yo...

-Piénsalo bien, ¿de verdad quieres esto? ¿Estás segura de querer tener sexo conmigo? -destacó la palabra sexo en su tono de voz -solo actuamos bajo los impulsos de nuestros cuerpos.

-¿Tú no quieres estar conmigo?

-Como hombre sí pero ya te lo dije, no quiero arruinarlo -acaricia tu mejilla -te quiero tanto pero, estos sentimientos, no los entiendo, no quiero perderte.

-Yo también te quiero y quiero estar contigo.

-Perdóname pero no quiero hacerte daño.

¡No lo harás! -exclamaste.

-No lo entiendes, es cosa mía, es solo, solo qué -titubea -tengo miedo de estos sentimientos, tengo miedo de no saber corresponderte, no quiero tenerte de esta forma, quiero aclarar mi mente, estar seguro de lo que haré.

Aún no podías entender sus pensamientos ¿qué es lo que trataba de decirte? ¿Cuál era el verdadero significado detrás de sus palabras?

-Está bien -respondiste decepcionada alejándote de él para tomar tu ropa del suelo.

-Sigue sin entender por qué lo hago.

-... -No hubo respuesta de tu parte, era obvio que estabas molesta pero no querías demostrarlo, ni siquiera esperabas reaccionar así pero no podías evitarlo ya que era EL quien te estaba rechazando.

Se acerco y te abrazo por la espalda suavemente.

-¿Estás molesta?

-No lo sé, tal vez ¿cómo puedes rechazarme?

-No te estoy rechazando, solo quiero hacer esto con más calma, estás molesta porque -susurra a tu oído -te deje caliente.

-No... -apenas y susurraste encogiéndote entre hombros. Lo que acababa de decir era cierto, después de todo seguías siendo la misma pervertida de siempre.

Te tomo de los hombros para voltearte y colocarte frente a él, te quito las prendes que sostenías en tus manos y una a una comenzó a vestirte.

No calcularon el tiempo que pasaron así, la película estaba en su parte final por lo que decidieron que ya era tarde.

Esa misma noche, ya en tu habitación después de que Hidan te llevo a tu casa. Acostada en tu cama tratando de dormir meditabas los recientes sucesos y el motivo por el cual Hidan detuvo todo. Sabías que principalmente lo hacía por ti, porque ante todo sería tu primera vez y sabía cuán importante era eso para ti. Quisiste dejar de lado esos pensamientos para poder dormir pero había algo que no te lo permitía, las imágenes de lo que pasó esa tarde aparecían una y otra vez en tu mente. Te veías sobre Hidan, besándolo con desesperación, casi podías sentir sus manos recorriendo tu cuerpo de nuevo, esos labios tocándote. Por más que lo intentabas esas imágenes no desaparecían, nunca habías experimentado algo así. Sentías que no había punto de comparación pero, cuando salías con Sasori, en las ocasiones que estaban en el acto conocido como faje, no lo sentías, no disfrutabas el momento, solo estabas concentrada hasta que punto dejarlo llegar, solo pensabas cual sería le momento para detenerlo. En el caso de Hidan no era así, tu mente no pensaba otra cosa más que el hecho de estar con él, claramente no querías detenerte, estabas dispuesta a llegar hasta el final. La razón era fácil, realmente sentías algo por Hidan, algo más fuerte que simple atracción, simple deseo, simple afecto, ¿acaso estabas enamorada? No sabías que era lo que sentías, esas emociones, eso sentimientos, nunca los habías experimentado.

Una semana exacta pasó desde tu encuentro, las cosas con Hidan seguían iguales, y siendo sincera contigo misma sabías que poco a poco te enamorabas más de ese chico pero, ¿qué es lo que Hidan sentía por ti?. Esa misma tarde y como si pareciera deja vu, se encontraban los dos solos, pero esta vez en tu casa, tus padres salieron a una cena por lo que te advirtieron que llegarían tarde, la señora de servicio se encontraba de vacaciones y como hija única, eras la única persona que se encontraría sola durante un buen rato.
Recién llegaban, dejaste a Hidan esperando en la sala y subiste a tu habitación a dejar tus cosas, poco después el te alcanzo, ambos en tu habitación, decidiendo lo que harían esa tarde, ¿otra película? ¿Ver televisión? ¿Platicar? Tantas cosas posibles que hacer exentas de... sexo, pero ese no sería el día para realizarlas.

-Entonces propón algo divertido que hacer -dijiste al recostarte despreocupadamente sobre tu cama.

-No lo sé -respondió recargando su cuerpo sobre la puerta de tu habitación -¿una película?

-No tengo muchas ganas de ver una película.

-Entonces -Dijo Hidan al acercarse.

-No sé

-No sé, no sé -te arremeda.

-Lo siento ahora no se me ocurre nada -te incorporas sentándote en la orilla de la cama.

-A mí tampoco se me ocurre nada -dijo sentándose a tu lado…