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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
por SweeT PrincesS Lun Feb 25, 2013 6:38 am
"Entre La Espada Y La Pared"
PARTE 6 (FINAL)
Tedra yacía estirada en su cama, mirando el techo mientras que sus oídos captaban el lejano sonido de la fiesta.
No tenía ganas de nada…
Tendría que hacer sus maletas y marcharse a su ciudad.
Ahora mismo Cerith tenía nuevas misiones junto a los Cazadores de Bestias y apenas podía tenerla a su lado.
Cerró los ojos y suspiró.
Tenía que resignarse de una vez en cuanto a Shaner.
Ella era princesa, hermosa y muy respetada. Pero no podía tenerse todo en la vida. Y jamás tendría el amor del guerrero.
Se levantó y miró a su alrededor, despidiéndose en silencio de esa bonita estancia.
Volvió a suspirar y de debajo de la cama sacó su linda maleta.
Luego abrió el armario para coger sus pomposos vestidos y vio la mágica vara de Cerith entre la ropa de su amiga.
Intentó ignorarla pero no pudo.
Se mordió el labio y su mente se llenó de locas ideas.
¿Y si intentase por última vez…hablar con Shaner y descubrir lo que realmente sentía?
Tomó la vara y su corazón se aceleró.
La alzó y se concentró unos segundos para después pronunciar las palabras que Cerith dijo en una ocasión.
Para su sorpresa, estalló la luz rosada y se abrió el Portal de Transportación.
Dejó la vara sobre la cama, entró en dicho Portal y la luz desapareció con ella.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La fiesta continuó con alegría, y pronto llegó la hora de sacar el gran pastel, dónde el pequeño príncipe Ancor sopló las siete velas y todo el mundo aplaudió.
Challen y Azalea apenas podían mirarse por lo ocurrido en el jardín de los robles.
Dalden estuvo pendiente de Cerith en todo momento, la cual empezaba a sentirse a gusto con esas atenciones.
Falon había regresado a la sala de reuniones para seguir bebiendo.
No podía borrar la imagen de Azalea y Challen además de las palabras “bésame ahora”.
Estaba más que claro.
Quizá ella lo amaba mucho, pero ahora también existía Challen en su vida.
No podía luchar contra lo que ella misma buscaba o quería con su caballero personal.
Ya no tenía nada que hacer ahí.
Lo mejor sería marcharse. Y esta vez para siempre.
Se pasó la mano por el cabello y continuó bebiendo.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Cerith se sentó en una de las sillas del salón y dio un pequeño sorbo a su refresco.
Era la primera vez que se lo pasaba tan bien con…un chico.
Sí, un chico.
Un chico que solo tenía ojos para ella. Un chico que había demostrado sentir interés de verdad. Un chico guapo y popular que ignoraba a todas las doncellas que trataban de captar su atención.
Un chico que era nada más y nada menos que Dalden, el joven emperador que una vez estuvo obsesionado con Azalea.
Dalden se sentó a su lado y le sonrió.
DALDEN: Me lo he pasado de maravilla.
CERITH: Yo…también.
DALDEN: Espero que esto vuelva a repetirse.
CERITH: Ahm…
DALDEN: Y espero volver a sentirte entre mis brazos otra vez.
CERITH: … (///)
DALDEN: Como también espero probar de nuevo tus labios.
CERITH: … 0//0
Sí, había disfrutado junto a Dalden, pero no. No estaba acostumbrada a que le hablasen de ese modo.
Buscó con la mirada a Tedra y no lo encontró entre la gente.
Ya hacía bastante rato que no la veía en la fiesta, por lo que empezó a preocuparse.
¿Se habría ido a dormir?
Sabía que su amiga no estaba muy animada por todo lo que sucedía con el capitán Shaner.
Terminó de tomarse el refresco y se puso en pie, seguida por Dalden.
DALDEN: ¿Adónde vas?
CERITH: A buscar a Tedra.
DALDEN: ¿A buscarla dónde?
CERITH: Pues en su habitación o dónde sea. Estoy preocupada por ella y…
DALDEN: Tedra ya es mayorcita. No necesita que su sombra esté siempre pendiente de ella.
Cerith se puso tensa.
¿Su…sombra?
Eso había sonado como un insulto.
Todo lo agradable que había sentido con él, se evaporó en un instante.
CERITH: Tedra es mi mejor amiga y en este momento, ella está por encima de ti.
Dicho eso, se marchó y lo dejó plantado en el suelo, con su borrachera y su mediocre comportamiento.
Subió a la habitación de Tedra y al entrar se extrañó al no verla ahí dentro.
Pero más extraño fue encontrar la vara sobre la cama.
Juraría que había estado guardada en el armario y…la maleta abierta le llamó la atención.
¿En qué había estado pensando su amiga? ¿En irse?
Se dispuso a salir de la estancia para seguir buscándola, pero en ese momento aparecieron Moira y Fury, con serias expresiones.
CERITH: ¿Qué ocurre?
MOIRA: Debemos presentarnos ante el Ministro de Mensajería Celestial.
CERITH: ¿Por qué?
MOIRA: Al fin se ha decidido el destino de Zannaleah.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Azalea dormía plácidamente después de haber bailado hasta la medianoche, pero unos ruidos la despertaron.
Dio media vuelta en la cama y se dispuso a seguir durmiendo, pero esta vez se oyeron susurros.
¿Y si era Falon con esa pelirroja?
Tragó saliva, se levantó y salió al pasillo iluminado por candelabros en la pared.
Los pasos se alejaban al final del pasadizo, por lo que se encaminó hacia allí en silencio.
Al girar la esquina, pudo ver que la puerta de la sala de reuniones se cerraba.
Respiró hondo y fue hacia dicha puerta. La abrió y entró.
Vio a Falon sentado al escritorio, con una botella de alcohol en la mano.
Y por suerte, no estaba esa chica con él.
Se miraron durante lo que pareció una eternidad hasta que Falon arqueó una ceja.
FALON: ¿A qué has venido?
Al notar la frialdad en su voz, la princesa cerró la puerta y se acercó al escritorio para mirarlo con desafío.
AZALEA: A comprobar que sigues siendo un odioso mujeriego.
FALON: ¿Y has saciado tu curiosidad?
AZALEA: No. Pues hace unas horas desapareciste con esa…señorita.
FALON: Ya veo.
Dio un buen trago a la botella y se levantó de la silla para situarse cara a cara con ella.
Su aroma a flores no tardó en cautivarlo, pero pronto enterró el deseo tras el recuerdo de lo sucedido en el jardín de los robles.
FALON: ¿Por qué no hablas con esa señorita para que te cuente lo que realmente pasó?
AZALEA: Oh, vamos, Falon. No creo que sea tan tonta como para contarme sus intimidades contigo.
FALON: Oh, bueno. Entonces habla con el señor Ladak. Él fue testigo.
AZALEA: ¿Te refieres que fue testigo de tu…momento sexual?
FALON: Estás hablando idioteces.
AZALEA: Debes comprender mi desconfianza, pues no es la primera vez que ocurre algo así.
FALON: Entonces sigue desconfiando. Diga lo que yo diga no lo vas a creer.
Se sentó en el filo del escritorio y tomó otro sorbo de alcohol, por lo que Azalea se molestó todavía más.
AZALEA: ¿Qué motivos tienes para beber?
FALON: Brindé por mi nueva amistad con Dalden.
AZALEA: Increíble. ¿Y por qué sigues bebiendo?
FALON: Para brindar por tu relación con Challen.
La chica se sonrojó y eso fue suficiente indicio para que la furia del príncipe al fin estallara.
La cogió por los hombros y la zarandeó con fuerza, pero en ningún momento alzó la voz.
FALON: Os vi, Azalea. Le pediste que te besara. Lo tenías encima, maldita sea.
AZALEA: Yo…
FALON: Entiendo que actúes movida por los celos a causa de verme desaparecer con aquella chica… Pero le pediste un beso, Azalea. Tú diste el primer paso.
AZALEA: Me haces daño. Suéltame.
FALON: Tú también me estás haciendo daño con tus malditas confusiones. ¿Pero sabes? Lo de anoche fue suficiente.
La apartó y se pasó las manos por el cabello, sintiendo la sangre alterada. Y no solo por la furia, sino también por deseo.
¡A pesar de todo se moría por sentirla!
FALON: Creo que ya escogiste, Azalea.
AZALEA: Eso no es así.
FALON: Para mí, sí. Y no pienso dar marcha atrás en mi decisión. Que seas feliz.
Dicho eso, se marchó, dejándola clavada en el suelo, con el corazón latiéndole a toda velocidad.
Eso había sido una despedida definitiva.
La idea de no volver a verlo nunca más le congeló el alma.
Odiaba tener la mente llena de confusiones.
Tenía que pensar muy bien qué debía hacer con su vida amorosa antes de que todos acabasen más lastimados de lo que ya estaban.
Se dejó caer de rodillas al suelo y se abrazó a sí misma.
Que los dioses la ayudasen…porque tenía el presentimiento de que se quedaría completamente sola.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Tedra había aparecido en medio del templo, dónde todos los monjes ya dormían, pues era medianoche.
Había estado buscando la habitación de Shaner abriendo puerta por puerta con cuidado de no despertar a nadie.
Y una de esas habitaciones estaba vacía, sin ocupante.
¿Sería la de Shaner? ¿Dónde estaría él a estas horas de la noche? ¿Quizá con alguna…mujer?
Desterró esos malos pensamientos y entró en la vacía estancia.
Abrió el armario y los cajones de la cómoda, dónde había ropa que parecía pertenecer al guerrero…
Miró también en la mesita de noche y algo le llamó la atención.
Cogió una pequeña bolsa de terciopelo y de su interior sacó una preciosa pulsera de brillantes zafiros.
Oh, Dios… ¡Era su pulsera!
¿Pero por qué la tenía Shaner? ¿Quizá se la había robado para venderla o…la había cogido como símbolo de recuerdo?
De pronto, la puerta se abrió y Tedra se puso pálida, al igual que Shaner, el cual había entrado acompañado por una deslumbrante mujer.
Los tres se quedaron mirando en asombrado silencio hasta que la princesa reaccionó.
Aquí tenía la prueba definitiva: su amado seguía viéndose con sus amantes.
Era obvio que jamás la amaría.
MUJER: ¿Quién es esta chiquilla?
TEDRA: Háblame con más respeto, señora. Soy la princesa de Ciudad Kan-is-Tra.
MUJER: ¿Y qué hace aquí una princesa? (burlona)
TEDRA: Vine a buscar lo que es mío.
Mostró la pulsera, y tras ponérsela en su delicada muñeca, alzó el mentón con orgullosa vanidad y los esquivó para salir de la habitación.
Sentía que su corazón sangraba de nuevo…
Buscó la salida del templo y miró el sendero que se perdía en el bosque.
La oscuridad de la noche le dejaba claro que no debía caminar sola por un lugar que no conocía.
Pero deseaba fervientemente huir de ahí.
Oyó pasos tras ella y observó que se acercaba Shaner con expresión furibunda.
Resopló y salió corriendo.
SHANER: ¡Princesa!
Corrió tras ella hasta internarse en el bosque.
La atrapó del brazo y la chica comenzó a darle puños en el fuerte pecho.
TEDRA: ¡Suéltame!
SHANER: ¡¿Adónde demonios vais?!
TEDRA: ¡Donde sea con tal de no volver a verte nunca más! (furiosa)
SHANER: Es más de medianoche. No seáis insensata.
Tedra lo abofeteó.
Estaba harta de esa situación.
Era una princesa real y debía ser digna y respetada. Pero con este hombre se sentía humillada y estúpida.
TEDRA: Te odio, Shaner.
Esa confesión hizo que una espinita se clavase en el duro corazón del joven capitán.
Inexplicablemente sentía que no deseaba ser odiado por esa terca princesa.
Se la veía seria y sincera… Tan sincera como cuando le confesó que lo amaba.
Apretó los dientes y borró esos ridículos pensamientos.
La sujetó del brazo y la instó a caminar, pero Tedra se resistió.
TEDRA: Suéltame.
SHANER: Por más que gritéis o pataleéis, vendréis conmigo.
La cargó en brazos y la llevó hasta el templo sin que ella dejase de patalear y quejarse.
La dejó sobre el suelo de su habitación y le indicó la cama.
SHANER: Dormid.
TEDRA: ¿Qué?
SHANER: Debéis dormir.
TEDRA: ¿Pretendes que duerma en la cama dónde ibas a acostarte con esa…esa…mujer?
SHANER: Por todos los demonios…
TEDRA: ¡No! ¡Esta vez no iré detrás de ti suplicándote amor! ¡Quiero regresar a Aion!
SHANER: ¿Cómo llegasteis hasta aquí?
TEDRA: ¡No importa! ¡Quiero irme de una vez!
SHANER: Dejad de gritar o despertaréis a todos los monjes.
TEDRA: ¡No me importa nada! ¡Te odio, te odio, te odio!
Era la primera vez que la princesa no derramaba ni una sola lágrima frente a él.
Estaba tan furiosa y tan cansada de toda esta historia…que lo único que deseaba era desaparecer.
Tenía la respiración agitada y notó que la pulsera se deslizaba por su mano.
Entonces miró a Shaner con una ceja arqueada.
TEDRA: ¿Qué hacías con mi pulsera?
SHANER: ¿Qué pulsera?
TEDRA: La que te mostré antes de irme de tu habitación. ¿Por qué la cogiste?
SHANER: ¿Cómo sabéis que es vuestra?
TEDRA: En el broche está grabado mi nombre. ¿Cuándo la cogiste? ¿Por qué?
El guerrero desvió la mirada por un momento, pero pronto se acercó a la puerta.
SHANER: Dormid.
Y se marchó.
A Tedra no le importó. Ya no lucharía más. Estaba muy cansada.
Se quitó el vestido, cogió la sábana y se acostó en el pequeño diván que había cerca de la ventana.
Pronto el aroma de Shaner que desprendía dicha sábana la envolvió. Y entonces al fin rompió a llorar.
Pero se juró que sería la última vez que derramaría lágrimas por ese odioso guerrero.
____________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
PARTE 6 (FINAL)
Tedra yacía estirada en su cama, mirando el techo mientras que sus oídos captaban el lejano sonido de la fiesta.
No tenía ganas de nada…
Tendría que hacer sus maletas y marcharse a su ciudad.
Ahora mismo Cerith tenía nuevas misiones junto a los Cazadores de Bestias y apenas podía tenerla a su lado.
Cerró los ojos y suspiró.
Tenía que resignarse de una vez en cuanto a Shaner.
Ella era princesa, hermosa y muy respetada. Pero no podía tenerse todo en la vida. Y jamás tendría el amor del guerrero.
Se levantó y miró a su alrededor, despidiéndose en silencio de esa bonita estancia.
Volvió a suspirar y de debajo de la cama sacó su linda maleta.
Luego abrió el armario para coger sus pomposos vestidos y vio la mágica vara de Cerith entre la ropa de su amiga.
Intentó ignorarla pero no pudo.
Se mordió el labio y su mente se llenó de locas ideas.
¿Y si intentase por última vez…hablar con Shaner y descubrir lo que realmente sentía?
Tomó la vara y su corazón se aceleró.
La alzó y se concentró unos segundos para después pronunciar las palabras que Cerith dijo en una ocasión.
Para su sorpresa, estalló la luz rosada y se abrió el Portal de Transportación.
Dejó la vara sobre la cama, entró en dicho Portal y la luz desapareció con ella.
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La fiesta continuó con alegría, y pronto llegó la hora de sacar el gran pastel, dónde el pequeño príncipe Ancor sopló las siete velas y todo el mundo aplaudió.
Challen y Azalea apenas podían mirarse por lo ocurrido en el jardín de los robles.
Dalden estuvo pendiente de Cerith en todo momento, la cual empezaba a sentirse a gusto con esas atenciones.
Falon había regresado a la sala de reuniones para seguir bebiendo.
No podía borrar la imagen de Azalea y Challen además de las palabras “bésame ahora”.
Estaba más que claro.
Quizá ella lo amaba mucho, pero ahora también existía Challen en su vida.
No podía luchar contra lo que ella misma buscaba o quería con su caballero personal.
Ya no tenía nada que hacer ahí.
Lo mejor sería marcharse. Y esta vez para siempre.
Se pasó la mano por el cabello y continuó bebiendo.
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Cerith se sentó en una de las sillas del salón y dio un pequeño sorbo a su refresco.
Era la primera vez que se lo pasaba tan bien con…un chico.
Sí, un chico.
Un chico que solo tenía ojos para ella. Un chico que había demostrado sentir interés de verdad. Un chico guapo y popular que ignoraba a todas las doncellas que trataban de captar su atención.
Un chico que era nada más y nada menos que Dalden, el joven emperador que una vez estuvo obsesionado con Azalea.
Dalden se sentó a su lado y le sonrió.
DALDEN: Me lo he pasado de maravilla.
CERITH: Yo…también.
DALDEN: Espero que esto vuelva a repetirse.
CERITH: Ahm…
DALDEN: Y espero volver a sentirte entre mis brazos otra vez.
CERITH: … (///)
DALDEN: Como también espero probar de nuevo tus labios.
CERITH: … 0//0
Sí, había disfrutado junto a Dalden, pero no. No estaba acostumbrada a que le hablasen de ese modo.
Buscó con la mirada a Tedra y no lo encontró entre la gente.
Ya hacía bastante rato que no la veía en la fiesta, por lo que empezó a preocuparse.
¿Se habría ido a dormir?
Sabía que su amiga no estaba muy animada por todo lo que sucedía con el capitán Shaner.
Terminó de tomarse el refresco y se puso en pie, seguida por Dalden.
DALDEN: ¿Adónde vas?
CERITH: A buscar a Tedra.
DALDEN: ¿A buscarla dónde?
CERITH: Pues en su habitación o dónde sea. Estoy preocupada por ella y…
DALDEN: Tedra ya es mayorcita. No necesita que su sombra esté siempre pendiente de ella.
Cerith se puso tensa.
¿Su…sombra?
Eso había sonado como un insulto.
Todo lo agradable que había sentido con él, se evaporó en un instante.
CERITH: Tedra es mi mejor amiga y en este momento, ella está por encima de ti.
Dicho eso, se marchó y lo dejó plantado en el suelo, con su borrachera y su mediocre comportamiento.
Subió a la habitación de Tedra y al entrar se extrañó al no verla ahí dentro.
Pero más extraño fue encontrar la vara sobre la cama.
Juraría que había estado guardada en el armario y…la maleta abierta le llamó la atención.
¿En qué había estado pensando su amiga? ¿En irse?
Se dispuso a salir de la estancia para seguir buscándola, pero en ese momento aparecieron Moira y Fury, con serias expresiones.
CERITH: ¿Qué ocurre?
MOIRA: Debemos presentarnos ante el Ministro de Mensajería Celestial.
CERITH: ¿Por qué?
MOIRA: Al fin se ha decidido el destino de Zannaleah.
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Azalea dormía plácidamente después de haber bailado hasta la medianoche, pero unos ruidos la despertaron.
Dio media vuelta en la cama y se dispuso a seguir durmiendo, pero esta vez se oyeron susurros.
¿Y si era Falon con esa pelirroja?
Tragó saliva, se levantó y salió al pasillo iluminado por candelabros en la pared.
Los pasos se alejaban al final del pasadizo, por lo que se encaminó hacia allí en silencio.
Al girar la esquina, pudo ver que la puerta de la sala de reuniones se cerraba.
Respiró hondo y fue hacia dicha puerta. La abrió y entró.
Vio a Falon sentado al escritorio, con una botella de alcohol en la mano.
Y por suerte, no estaba esa chica con él.
Se miraron durante lo que pareció una eternidad hasta que Falon arqueó una ceja.
FALON: ¿A qué has venido?
Al notar la frialdad en su voz, la princesa cerró la puerta y se acercó al escritorio para mirarlo con desafío.
AZALEA: A comprobar que sigues siendo un odioso mujeriego.
FALON: ¿Y has saciado tu curiosidad?
AZALEA: No. Pues hace unas horas desapareciste con esa…señorita.
FALON: Ya veo.
Dio un buen trago a la botella y se levantó de la silla para situarse cara a cara con ella.
Su aroma a flores no tardó en cautivarlo, pero pronto enterró el deseo tras el recuerdo de lo sucedido en el jardín de los robles.
FALON: ¿Por qué no hablas con esa señorita para que te cuente lo que realmente pasó?
AZALEA: Oh, vamos, Falon. No creo que sea tan tonta como para contarme sus intimidades contigo.
FALON: Oh, bueno. Entonces habla con el señor Ladak. Él fue testigo.
AZALEA: ¿Te refieres que fue testigo de tu…momento sexual?
FALON: Estás hablando idioteces.
AZALEA: Debes comprender mi desconfianza, pues no es la primera vez que ocurre algo así.
FALON: Entonces sigue desconfiando. Diga lo que yo diga no lo vas a creer.
Se sentó en el filo del escritorio y tomó otro sorbo de alcohol, por lo que Azalea se molestó todavía más.
AZALEA: ¿Qué motivos tienes para beber?
FALON: Brindé por mi nueva amistad con Dalden.
AZALEA: Increíble. ¿Y por qué sigues bebiendo?
FALON: Para brindar por tu relación con Challen.
La chica se sonrojó y eso fue suficiente indicio para que la furia del príncipe al fin estallara.
La cogió por los hombros y la zarandeó con fuerza, pero en ningún momento alzó la voz.
FALON: Os vi, Azalea. Le pediste que te besara. Lo tenías encima, maldita sea.
AZALEA: Yo…
FALON: Entiendo que actúes movida por los celos a causa de verme desaparecer con aquella chica… Pero le pediste un beso, Azalea. Tú diste el primer paso.
AZALEA: Me haces daño. Suéltame.
FALON: Tú también me estás haciendo daño con tus malditas confusiones. ¿Pero sabes? Lo de anoche fue suficiente.
La apartó y se pasó las manos por el cabello, sintiendo la sangre alterada. Y no solo por la furia, sino también por deseo.
¡A pesar de todo se moría por sentirla!
FALON: Creo que ya escogiste, Azalea.
AZALEA: Eso no es así.
FALON: Para mí, sí. Y no pienso dar marcha atrás en mi decisión. Que seas feliz.
Dicho eso, se marchó, dejándola clavada en el suelo, con el corazón latiéndole a toda velocidad.
Eso había sido una despedida definitiva.
La idea de no volver a verlo nunca más le congeló el alma.
Odiaba tener la mente llena de confusiones.
Tenía que pensar muy bien qué debía hacer con su vida amorosa antes de que todos acabasen más lastimados de lo que ya estaban.
Se dejó caer de rodillas al suelo y se abrazó a sí misma.
Que los dioses la ayudasen…porque tenía el presentimiento de que se quedaría completamente sola.
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Tedra había aparecido en medio del templo, dónde todos los monjes ya dormían, pues era medianoche.
Había estado buscando la habitación de Shaner abriendo puerta por puerta con cuidado de no despertar a nadie.
Y una de esas habitaciones estaba vacía, sin ocupante.
¿Sería la de Shaner? ¿Dónde estaría él a estas horas de la noche? ¿Quizá con alguna…mujer?
Desterró esos malos pensamientos y entró en la vacía estancia.
Abrió el armario y los cajones de la cómoda, dónde había ropa que parecía pertenecer al guerrero…
Miró también en la mesita de noche y algo le llamó la atención.
Cogió una pequeña bolsa de terciopelo y de su interior sacó una preciosa pulsera de brillantes zafiros.
Oh, Dios… ¡Era su pulsera!
¿Pero por qué la tenía Shaner? ¿Quizá se la había robado para venderla o…la había cogido como símbolo de recuerdo?
De pronto, la puerta se abrió y Tedra se puso pálida, al igual que Shaner, el cual había entrado acompañado por una deslumbrante mujer.
Los tres se quedaron mirando en asombrado silencio hasta que la princesa reaccionó.
Aquí tenía la prueba definitiva: su amado seguía viéndose con sus amantes.
Era obvio que jamás la amaría.
MUJER: ¿Quién es esta chiquilla?
TEDRA: Háblame con más respeto, señora. Soy la princesa de Ciudad Kan-is-Tra.
MUJER: ¿Y qué hace aquí una princesa? (burlona)
TEDRA: Vine a buscar lo que es mío.
Mostró la pulsera, y tras ponérsela en su delicada muñeca, alzó el mentón con orgullosa vanidad y los esquivó para salir de la habitación.
Sentía que su corazón sangraba de nuevo…
Buscó la salida del templo y miró el sendero que se perdía en el bosque.
La oscuridad de la noche le dejaba claro que no debía caminar sola por un lugar que no conocía.
Pero deseaba fervientemente huir de ahí.
Oyó pasos tras ella y observó que se acercaba Shaner con expresión furibunda.
Resopló y salió corriendo.
SHANER: ¡Princesa!
Corrió tras ella hasta internarse en el bosque.
La atrapó del brazo y la chica comenzó a darle puños en el fuerte pecho.
TEDRA: ¡Suéltame!
SHANER: ¡¿Adónde demonios vais?!
TEDRA: ¡Donde sea con tal de no volver a verte nunca más! (furiosa)
SHANER: Es más de medianoche. No seáis insensata.
Tedra lo abofeteó.
Estaba harta de esa situación.
Era una princesa real y debía ser digna y respetada. Pero con este hombre se sentía humillada y estúpida.
TEDRA: Te odio, Shaner.
Esa confesión hizo que una espinita se clavase en el duro corazón del joven capitán.
Inexplicablemente sentía que no deseaba ser odiado por esa terca princesa.
Se la veía seria y sincera… Tan sincera como cuando le confesó que lo amaba.
Apretó los dientes y borró esos ridículos pensamientos.
La sujetó del brazo y la instó a caminar, pero Tedra se resistió.
TEDRA: Suéltame.
SHANER: Por más que gritéis o pataleéis, vendréis conmigo.
La cargó en brazos y la llevó hasta el templo sin que ella dejase de patalear y quejarse.
La dejó sobre el suelo de su habitación y le indicó la cama.
SHANER: Dormid.
TEDRA: ¿Qué?
SHANER: Debéis dormir.
TEDRA: ¿Pretendes que duerma en la cama dónde ibas a acostarte con esa…esa…mujer?
SHANER: Por todos los demonios…
TEDRA: ¡No! ¡Esta vez no iré detrás de ti suplicándote amor! ¡Quiero regresar a Aion!
SHANER: ¿Cómo llegasteis hasta aquí?
TEDRA: ¡No importa! ¡Quiero irme de una vez!
SHANER: Dejad de gritar o despertaréis a todos los monjes.
TEDRA: ¡No me importa nada! ¡Te odio, te odio, te odio!
Era la primera vez que la princesa no derramaba ni una sola lágrima frente a él.
Estaba tan furiosa y tan cansada de toda esta historia…que lo único que deseaba era desaparecer.
Tenía la respiración agitada y notó que la pulsera se deslizaba por su mano.
Entonces miró a Shaner con una ceja arqueada.
TEDRA: ¿Qué hacías con mi pulsera?
SHANER: ¿Qué pulsera?
TEDRA: La que te mostré antes de irme de tu habitación. ¿Por qué la cogiste?
SHANER: ¿Cómo sabéis que es vuestra?
TEDRA: En el broche está grabado mi nombre. ¿Cuándo la cogiste? ¿Por qué?
El guerrero desvió la mirada por un momento, pero pronto se acercó a la puerta.
SHANER: Dormid.
Y se marchó.
A Tedra no le importó. Ya no lucharía más. Estaba muy cansada.
Se quitó el vestido, cogió la sábana y se acostó en el pequeño diván que había cerca de la ventana.
Pronto el aroma de Shaner que desprendía dicha sábana la envolvió. Y entonces al fin rompió a llorar.
Pero se juró que sería la última vez que derramaría lágrimas por ese odioso guerrero.
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TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS-
Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
por Katherina Kusanovic Mar Feb 26, 2013 11:44 am
TTnTT pobre de Tedra!!! Hoy estoy muy dramática -se seca las lágrimas- por kami sama que triste D: pero bueno, me alegra que hallas subido la conti y bueno, espero la que viene con ansias ...
Bessos.!
Bessos.!
// Aviso:
~ Este fic será publicado en la página oficial del foro ("Anime.Fanfics") ~
Atte. Mod //
~ Este fic será publicado en la página oficial del foro ("Anime.Fanfics") ~
Atte. Mod //
Katherina Kusanovic- ADMIN
- Mensajes : 1186
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 27
Localización : donde el agua me llevo(?
Personaje Favorito : Itachii *-* es el amor de mi vida :3 Amm.. Yugao Uzuki (mi heroina desconocida) n_n am.. Rima, Shiki, Zero y Aidou (de Vampire Knight); Suigintou y Shinku (de Rozen Maiden); Algunos que me dan verguenza mencionar >////< y.... nee... otros xD -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
por Alice~ Vie Mar 01, 2013 12:31 am
OMG :,c sigo sin entender... ¿Qué m*erda espera Falon? TOT si la ama que luche por ella & deshaga sus dudas! No que las aumente :,c OMG TDT & ... Arg. TnT los hombres son unos idiotas uDù ~
Me encanta tu Fic :3 ojalá no se terminará nunca o se hiciera un anime con tu historia *D* estaría sugoiiiiii :BB
Me encanta tu Fic :3 ojalá no se terminará nunca o se hiciera un anime con tu historia *D* estaría sugoiiiiii :BB
Alice~- Mensajes : 635
Fecha de inscripción : 01/08/2011
Edad : 26
Localización : ... *GPS buscando* ... LOST! ... (?)
Personaje Favorito : Deidara Iwakure , Grell Sutcliff , Itachi Uchiha & Drocell Cains <333; imposible tener solo uno ~ -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
por ~Shia~ Sáb Mar 02, 2013 12:26 am
Noooooooo!! TT-TT no quiero que se termine tu Fic, noooo, aun que deseo saber el final *-*
Alice tiene razón, seria chido que se hiciera un Anime con tu historia, yo lo veria una y mil veces ♥.♥
Falon, pobre Falon, pero el tiene mucha culpa.
Alice tiene razón, seria chido que se hiciera un Anime con tu historia, yo lo veria una y mil veces ♥.♥
Falon, pobre Falon, pero el tiene mucha culpa.
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Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
por SweeT PrincesS Sáb Mar 02, 2013 9:30 am
las amoooooooooooooooooooooo!!
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