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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 22
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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 22
por SweeT PrincesS Jue Sep 26, 2013 5:23 am
CAPÍTULO 22
"Te Amo"
PARTE 2
Shaner yacía sentado en el interior de la carroza, la cual se dirigía hacia el castillo de Aion.
Se sentía mareado y débil, pero también furioso por haber sido obligado a abandonar a Zaebard y a su familia para poder ser atendido en el castillo. Y para peor, Tedra iba sentada a su lado, pendiente de él y nublándole los sentidos con ese aroma tan dulce…
TEDRA: ¿Cómo sigues?
SHANER: Igual.
TEDRA: En cuanto lleguemos avisaré al doctor.
SHANER: No necesito ningún doctor; siempre tendré mareos a causa de la maldita pérdida de mi ojo.
Tedra sintió ganas de abrazarlo y consolarlo, sabedora de lo duro que debía ser vivir con un solo ojo.
Cerró los suyos y recordó las palabras de Cerith: “Tengo la solución para curárselo. Pero deberá ser un secreto, puesto que lo que vamos a hacer está completamente prohibido. El consuelo será que lo haremos por una buena causa”.
Todavía no habían dado ese paso, pero estaba decidida a darlo lo antes posible. Deseaba devolverle la seguridad a Shaner en cuanto a guerrero defensor.
La carroza se detuvo al fin y lo ayudó a apearse para después conducirlo al castillo.
En cuanto llegaron a la habitación del joven capitán, Shaner se sentó en la orilla de la cama y se colocó bien el parche del ojo perdido.
La princesa se acercó y le acarició el cabello con ternura.
TEDRA: Deberías dormir un rato.
SHANER: No podré; no puedo sentirme tranquilo estando tan lejos del rey y de su familia.
TEDRA: Ellos estarán bien, Shaner. No tardarán en regresar de la fiesta.
SHANER: Maldita sea…
Tedra frunció los labios al verlo enfadarse y salió al pasillo para ordenarle a una sirvienta que trajera una taza de tila. Luego volvió al lado de él.
TEDRA: Acuéstate para que se te pase el mareo.
Shaner obedeció al fin para sorpresa de la princesa, y pronto cerró su ojo sano para evitar observar esas perfectas curvas que amenazaban con provocarle un deseo abrasador y desesperante.
La presencia de esa deliciosa muchacha no lo ayudaba en absoluto, pero no quería ser grosero y echarla de la estancia, ya que ante todo se había propuesto no hacerla llorar nunca más.
Ella se limitó a estar a su lado en silencio, sin agobiarlo, y cuando la sirvienta trajo la tila, procuró que se la tomase toda. Entonces lo arropó con cariño.
TEDRA: Ahora trata de descansar si no quieres que avise al doctor. Te prometo que en cuanto lleguen Zaebard y los demás vendré a decírtelo.
Le sonrió y se dispuso a marcharse, pero Shaner la detuvo del brazo y el corazón femenino se aceleró bruscamente.
Se volteó hacia él y se fijó en que la miraba intensamente pero con un atisbo de indecisión.
Shaner gruñó con impotencia pero no la soltó; no podía. Tampoco quería.
¿Qué demonios le estaba ocurriendo?
Por más que luchara en contra de lo que sentía por esa problemática princesa, no conseguía apagar ese fuego que lo consumía por dentro.
Cuando discutían y peleaban, él se sentía con el poder de alejarse de ella. Pero verla preocupada y tan atenta a su bienestar, ese poder se convertía rápidamente en debilidad, dándole paso al ferviente deseo que despertaba su mera presencia.
¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir?
La había retenido; no había vuelta atrás. Y sus ojos brillaban con esperanza.
Por todos los dioses…
Tiró de ella y la colocó a medias sobre su pecho, hundió sus fuertes manos en ese suave y largo cabello y la besó a conciencia.
A pesar de su asombro, Tedra no dudó en entregarse al beso, y en un impulso, llevó sus delicados dedos a los botones de la camisa del guerrero para desabotonarlos con torpe frenesí.
Tenía que aprovechar esta oportunidad al máximo.
En cuanto logró desabotonársela, pasó las palmas de sus manos por todo ese fuerte pecho y se deleitó con la calidez que desprendía esa piel tan firme y suave.
Shaner se puso tenso y trató de cortar el beso, pero ella se lo impidió colocándose a horcajadas sobre él. En esa deliciosa postura, el capitán no pudo evitar pasar sus manos por la delicada espalda hasta llegar a la redondez de las nalgas y apretárselas con fuerza por encima del vestido.
El fuego de la pasión estaba a punto de consumirlos a ambos…pero unos golpecitos en la puerta cortaron abruptamente el beso y las caricias.
Se quedaron mirando con las respiraciones agitadas. Ella no deseaba apartarse, pero él aprovechó la oportunidad de escape.
SHANER: Princesa…
TEDRA: Por favor…
SHANER: Podría ser algún soldado que anuncia la llegada de Zaebard y…
TEDRA: No; todavía es muy pronto.
SHANER: Sea quien sea, deberíamos ir y…
Tedra resopló con fastidio y no tuvo más remedio que apartarse. Se colocó bien el vestido, se atusó el cabello y se acercó a abrir la puerta para encontrarse con una inoportuna sirvienta.
TEDRA: ¿Qué quieres?
SIRVIENTA: Ha llegado un mensajero que portaba una nota para el capitán Shaner.
La princesa se la arrebató de las manos para entregársela al guerrero de mala gana.
TEDRA: Buenas noches.
Dicho eso, salió de la habitación dando un fuerte portazo.
Estaba harta de los constantes rechazos, pero no estaba dispuesta a llorar de nuevo.
Más tarde regresaría para terminar lo que habían empezado.
--------------------------------------------------------------------------------------
Cuando Azalea abrió los ojos, se vio acostada en la cama, bañada por la luz de la luna que entraba a raudales por la terraza abierta.
Se sentía extremadamente relajada y…feliz. Muy feliz.
Volteó la cara sobre la almohada y observó a Falon dormir.
Al fin estaban juntos, sin mentiras ni rencores de por medio. Lucharía para que nada ni nadie volviera a separarlos. Y esta vez no lucharía sola…pues el amor era cosa de dos.
Se levantó despacio de la cama, se puso la camisa de Falon y salió a la terraza para dedicar una mirada al cielo nocturno.
Su alma sentía paz. Su vida estaba ordenada. Su mente limpia. Podía sonreír con sinceridad.
Tan solo le faltaba recibir una carta de Challen…
Cerró los ojos y aspiró la fresca brisa en un intento de no entristecerse a causa de la dolorosa ausencia de su caballero.
Se dio la vuelta para regresar a la cama y notó un súbito mareo; se llevó la mano a la boca.
Oh, Dios… ¿Qué le ocurría últimamente?
Cada vez estos extraños síntomas eran más frecuentes.
Corrió al baño y vomitó todo lo que había ingerido en la fiesta. Luego se lavó los dientes y la cara para despejarse un poco.
Oyó pasos y vio que Falon se acercaba, preocupado.
FALON: ¿Qué ocurre? Te oí vomitar. ¿Estás bien?
AZALEA: Solo un poco mareada.
FALON: Estás así desde que llegaste al castillo de mis padres.
AZALEA: Sí, lo sé…
FALON: Mañana a primera hora avisaré al doctor.
AZALEA: Está bien.
FALON: Ven; volvamos a la cama.
Se acostaron y él la abrazó fuertemente contra su cuerpo, disfrutando de su piel, de su olor y del hecho de tenerla a su lado.
FALON: Te amo.
AZALEA: Te amo.
--------------------------------------------------------------------------------------
Esa misma madrugada, Tedra yacía sentada en un cómodo sillón, dentro de su estancia, leyendo un libro sin concentración alguna.
Hacía una hora que Zaebard y todos los demás habían llegado de la fiesta, y el castillo estaba en completo silencio.
Ya era el momento de presentarse en la habitación de Shaner, así que se miró en el espejo mientras se anudaba el lazo del albornoz y sacudió su larga melena para que pareciese lo bastante despeinada posible.
Respiró hondo y salió al pasillo con paso decidido. Llegó a dicha habitación y entró sin pedir permiso.
Para su sorpresa, lo encontró despierto y sentado en el alfeizar de la ventana, todavía con la nota en sus manos.
Se miraron en silencio durante largos segundos hasta que el guerrero arqueó una ceja.
SHANER: ¿Qué hacéis levantada a estas horas?
TEDRA: Vine a…decirte que Zaebard y los demás ya llegaron.
SHANER: De eso hace ya una hora.
TEDRA: Sí, bueno; yo estaba dormida y…
SHANER: No lo parece.
TEDRA: Qué más da. ¿Y tú qué haces todavía despierto? Pareces preocupado.
Shaner observó la nota mientras sopesaba la decisión de contarle todo a su princesa o de mantenerla al margen.
Aunque conociéndola como la conocía, estaba seguro de que ella haría lo que fuera con tal de descubrir todo lo que ocurría y de seguirlo allá a dónde fuese.
Suspiró y se incorporó del alfeizar para mirarla a los ojos.
SHANER: El monje que me acogió en su templo para amaestrarme en las enseñanzas de lucha, está muy enfermo.
TEDRA: Oh…
SHANER: Y ha solicitado mi presencia cuanto antes.
TEDRA: Lo siento mucho. Espero que se recupere.
SHANER: Gracias, Alteza.
TEDRA: ¿Cuándo piensas viajar hacia allí?
SHANER: Si puede ser mañana temprano.
Tedra se mordió el labio inferior, aguantando las ganas de quitarse el albornoz y de suplicarle que le hiciera el amor. Pero estaba claro que su guerrero no estaba con ánimos de nada.
En fin… Tendría que dejarlo para otra ocasión.
TEDRA: Mañana después del desayuno te estaré esperando en la entrada del reino.
SHANER: Pero…
TEDRA: Recuerda que vuelves a ser mi caballero protector; iré a dónde tú vayas e irás a dónde yo vaya.
------------------------------------------------------------------------------------
Al día siguiente, tras darse un baño perfumado, Azalea ordenó a una sirvienta que avisara a los profesores de que llegaría tarde a clase.
Entonces llegó el doctor y la sometió a un rápido chequeo acompañado de varias preguntas.
DOCTOR: Vuestra salud no sufre enfermedad alguna, Alteza.
AZALEA: ¿Entonces…?
DOCTOR: Simplemente son síntomas de embarazo.
Tras escuchar esa afirmación, el corazón y la respiración de la princesa se detuvieron abruptamente.
Se llevó las manos al vientre plano y una cálida sensación de protección se adueñó de su cuerpo.
Embarazada… Un bebé de Falon…creciendo en su interior…
DOCTOR: Enhorabuena, Alteza. Guardad bastante reposo; vendré a visitaros más seguido para llevar un control de vuestra gestación.
Le sonrió y se marchó, dejándola sola y perdida en sus pensamientos.
Por todos los dioses… ¡Un bebé! ¡El fruto de amor suyo y de Falon!
Todavía no lograba aceptarlo.
¿Cómo explicarlo a sus padres? ¿Qué pensarían? ¿Qué dirían? ¿Qué pasaría a partir de ahora? Pues Falon y ella todavía no estaban casados y la realeza era tan estricta…
La puerta se abrió y entró el príncipe, y al verlo tan cerca, Azalea lo miró con los ojos bien abiertos y sin parpadear.
FALON: ¿Qué te ha dicho el doctor?
Ella no respondió, ya que su mente se estaba imaginando al pequeño bebé…que sería un varón igual a su padre. Cabello oscuro…ojos azules…hermoso…fuerte…
FALON: ¿Azalea?
Al ver que brillantes lágrimas empezaban a rodar por las mejillas de su amada, Falon se asustó y la tomó de los hombros con fuerza.
FALON: ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras? Habla, maldita sea.
La chica no podía articular palabra, por lo que cogió la mano del chico y la llevó directamente a su vientre; lo miró a los ojos y sonrió entre lágrimas.
Entonces él lo comprendió todo.
FALON: No…
AZALEA: Sí.
FALON: Oh, Dios… Azalea… Tú…yo…
No podía creerlo.
La abrazó contra su cuerpo y cerró los ojos con una gran sonrisa, agradeciéndoles a los dioses ese regalo con el que habían compensado tanto sufrimiento.
______________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
"Te Amo"
PARTE 2
Shaner yacía sentado en el interior de la carroza, la cual se dirigía hacia el castillo de Aion.
Se sentía mareado y débil, pero también furioso por haber sido obligado a abandonar a Zaebard y a su familia para poder ser atendido en el castillo. Y para peor, Tedra iba sentada a su lado, pendiente de él y nublándole los sentidos con ese aroma tan dulce…
TEDRA: ¿Cómo sigues?
SHANER: Igual.
TEDRA: En cuanto lleguemos avisaré al doctor.
SHANER: No necesito ningún doctor; siempre tendré mareos a causa de la maldita pérdida de mi ojo.
Tedra sintió ganas de abrazarlo y consolarlo, sabedora de lo duro que debía ser vivir con un solo ojo.
Cerró los suyos y recordó las palabras de Cerith: “Tengo la solución para curárselo. Pero deberá ser un secreto, puesto que lo que vamos a hacer está completamente prohibido. El consuelo será que lo haremos por una buena causa”.
Todavía no habían dado ese paso, pero estaba decidida a darlo lo antes posible. Deseaba devolverle la seguridad a Shaner en cuanto a guerrero defensor.
La carroza se detuvo al fin y lo ayudó a apearse para después conducirlo al castillo.
En cuanto llegaron a la habitación del joven capitán, Shaner se sentó en la orilla de la cama y se colocó bien el parche del ojo perdido.
La princesa se acercó y le acarició el cabello con ternura.
TEDRA: Deberías dormir un rato.
SHANER: No podré; no puedo sentirme tranquilo estando tan lejos del rey y de su familia.
TEDRA: Ellos estarán bien, Shaner. No tardarán en regresar de la fiesta.
SHANER: Maldita sea…
Tedra frunció los labios al verlo enfadarse y salió al pasillo para ordenarle a una sirvienta que trajera una taza de tila. Luego volvió al lado de él.
TEDRA: Acuéstate para que se te pase el mareo.
Shaner obedeció al fin para sorpresa de la princesa, y pronto cerró su ojo sano para evitar observar esas perfectas curvas que amenazaban con provocarle un deseo abrasador y desesperante.
La presencia de esa deliciosa muchacha no lo ayudaba en absoluto, pero no quería ser grosero y echarla de la estancia, ya que ante todo se había propuesto no hacerla llorar nunca más.
Ella se limitó a estar a su lado en silencio, sin agobiarlo, y cuando la sirvienta trajo la tila, procuró que se la tomase toda. Entonces lo arropó con cariño.
TEDRA: Ahora trata de descansar si no quieres que avise al doctor. Te prometo que en cuanto lleguen Zaebard y los demás vendré a decírtelo.
Le sonrió y se dispuso a marcharse, pero Shaner la detuvo del brazo y el corazón femenino se aceleró bruscamente.
Se volteó hacia él y se fijó en que la miraba intensamente pero con un atisbo de indecisión.
Shaner gruñó con impotencia pero no la soltó; no podía. Tampoco quería.
¿Qué demonios le estaba ocurriendo?
Por más que luchara en contra de lo que sentía por esa problemática princesa, no conseguía apagar ese fuego que lo consumía por dentro.
Cuando discutían y peleaban, él se sentía con el poder de alejarse de ella. Pero verla preocupada y tan atenta a su bienestar, ese poder se convertía rápidamente en debilidad, dándole paso al ferviente deseo que despertaba su mera presencia.
¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir?
La había retenido; no había vuelta atrás. Y sus ojos brillaban con esperanza.
Por todos los dioses…
Tiró de ella y la colocó a medias sobre su pecho, hundió sus fuertes manos en ese suave y largo cabello y la besó a conciencia.
A pesar de su asombro, Tedra no dudó en entregarse al beso, y en un impulso, llevó sus delicados dedos a los botones de la camisa del guerrero para desabotonarlos con torpe frenesí.
Tenía que aprovechar esta oportunidad al máximo.
En cuanto logró desabotonársela, pasó las palmas de sus manos por todo ese fuerte pecho y se deleitó con la calidez que desprendía esa piel tan firme y suave.
Shaner se puso tenso y trató de cortar el beso, pero ella se lo impidió colocándose a horcajadas sobre él. En esa deliciosa postura, el capitán no pudo evitar pasar sus manos por la delicada espalda hasta llegar a la redondez de las nalgas y apretárselas con fuerza por encima del vestido.
El fuego de la pasión estaba a punto de consumirlos a ambos…pero unos golpecitos en la puerta cortaron abruptamente el beso y las caricias.
Se quedaron mirando con las respiraciones agitadas. Ella no deseaba apartarse, pero él aprovechó la oportunidad de escape.
SHANER: Princesa…
TEDRA: Por favor…
SHANER: Podría ser algún soldado que anuncia la llegada de Zaebard y…
TEDRA: No; todavía es muy pronto.
SHANER: Sea quien sea, deberíamos ir y…
Tedra resopló con fastidio y no tuvo más remedio que apartarse. Se colocó bien el vestido, se atusó el cabello y se acercó a abrir la puerta para encontrarse con una inoportuna sirvienta.
TEDRA: ¿Qué quieres?
SIRVIENTA: Ha llegado un mensajero que portaba una nota para el capitán Shaner.
La princesa se la arrebató de las manos para entregársela al guerrero de mala gana.
TEDRA: Buenas noches.
Dicho eso, salió de la habitación dando un fuerte portazo.
Estaba harta de los constantes rechazos, pero no estaba dispuesta a llorar de nuevo.
Más tarde regresaría para terminar lo que habían empezado.
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Cuando Azalea abrió los ojos, se vio acostada en la cama, bañada por la luz de la luna que entraba a raudales por la terraza abierta.
Se sentía extremadamente relajada y…feliz. Muy feliz.
Volteó la cara sobre la almohada y observó a Falon dormir.
Al fin estaban juntos, sin mentiras ni rencores de por medio. Lucharía para que nada ni nadie volviera a separarlos. Y esta vez no lucharía sola…pues el amor era cosa de dos.
Se levantó despacio de la cama, se puso la camisa de Falon y salió a la terraza para dedicar una mirada al cielo nocturno.
Su alma sentía paz. Su vida estaba ordenada. Su mente limpia. Podía sonreír con sinceridad.
Tan solo le faltaba recibir una carta de Challen…
Cerró los ojos y aspiró la fresca brisa en un intento de no entristecerse a causa de la dolorosa ausencia de su caballero.
Se dio la vuelta para regresar a la cama y notó un súbito mareo; se llevó la mano a la boca.
Oh, Dios… ¿Qué le ocurría últimamente?
Cada vez estos extraños síntomas eran más frecuentes.
Corrió al baño y vomitó todo lo que había ingerido en la fiesta. Luego se lavó los dientes y la cara para despejarse un poco.
Oyó pasos y vio que Falon se acercaba, preocupado.
FALON: ¿Qué ocurre? Te oí vomitar. ¿Estás bien?
AZALEA: Solo un poco mareada.
FALON: Estás así desde que llegaste al castillo de mis padres.
AZALEA: Sí, lo sé…
FALON: Mañana a primera hora avisaré al doctor.
AZALEA: Está bien.
FALON: Ven; volvamos a la cama.
Se acostaron y él la abrazó fuertemente contra su cuerpo, disfrutando de su piel, de su olor y del hecho de tenerla a su lado.
FALON: Te amo.
AZALEA: Te amo.
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Esa misma madrugada, Tedra yacía sentada en un cómodo sillón, dentro de su estancia, leyendo un libro sin concentración alguna.
Hacía una hora que Zaebard y todos los demás habían llegado de la fiesta, y el castillo estaba en completo silencio.
Ya era el momento de presentarse en la habitación de Shaner, así que se miró en el espejo mientras se anudaba el lazo del albornoz y sacudió su larga melena para que pareciese lo bastante despeinada posible.
Respiró hondo y salió al pasillo con paso decidido. Llegó a dicha habitación y entró sin pedir permiso.
Para su sorpresa, lo encontró despierto y sentado en el alfeizar de la ventana, todavía con la nota en sus manos.
Se miraron en silencio durante largos segundos hasta que el guerrero arqueó una ceja.
SHANER: ¿Qué hacéis levantada a estas horas?
TEDRA: Vine a…decirte que Zaebard y los demás ya llegaron.
SHANER: De eso hace ya una hora.
TEDRA: Sí, bueno; yo estaba dormida y…
SHANER: No lo parece.
TEDRA: Qué más da. ¿Y tú qué haces todavía despierto? Pareces preocupado.
Shaner observó la nota mientras sopesaba la decisión de contarle todo a su princesa o de mantenerla al margen.
Aunque conociéndola como la conocía, estaba seguro de que ella haría lo que fuera con tal de descubrir todo lo que ocurría y de seguirlo allá a dónde fuese.
Suspiró y se incorporó del alfeizar para mirarla a los ojos.
SHANER: El monje que me acogió en su templo para amaestrarme en las enseñanzas de lucha, está muy enfermo.
TEDRA: Oh…
SHANER: Y ha solicitado mi presencia cuanto antes.
TEDRA: Lo siento mucho. Espero que se recupere.
SHANER: Gracias, Alteza.
TEDRA: ¿Cuándo piensas viajar hacia allí?
SHANER: Si puede ser mañana temprano.
Tedra se mordió el labio inferior, aguantando las ganas de quitarse el albornoz y de suplicarle que le hiciera el amor. Pero estaba claro que su guerrero no estaba con ánimos de nada.
En fin… Tendría que dejarlo para otra ocasión.
TEDRA: Mañana después del desayuno te estaré esperando en la entrada del reino.
SHANER: Pero…
TEDRA: Recuerda que vuelves a ser mi caballero protector; iré a dónde tú vayas e irás a dónde yo vaya.
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Al día siguiente, tras darse un baño perfumado, Azalea ordenó a una sirvienta que avisara a los profesores de que llegaría tarde a clase.
Entonces llegó el doctor y la sometió a un rápido chequeo acompañado de varias preguntas.
DOCTOR: Vuestra salud no sufre enfermedad alguna, Alteza.
AZALEA: ¿Entonces…?
DOCTOR: Simplemente son síntomas de embarazo.
Tras escuchar esa afirmación, el corazón y la respiración de la princesa se detuvieron abruptamente.
Se llevó las manos al vientre plano y una cálida sensación de protección se adueñó de su cuerpo.
Embarazada… Un bebé de Falon…creciendo en su interior…
DOCTOR: Enhorabuena, Alteza. Guardad bastante reposo; vendré a visitaros más seguido para llevar un control de vuestra gestación.
Le sonrió y se marchó, dejándola sola y perdida en sus pensamientos.
Por todos los dioses… ¡Un bebé! ¡El fruto de amor suyo y de Falon!
Todavía no lograba aceptarlo.
¿Cómo explicarlo a sus padres? ¿Qué pensarían? ¿Qué dirían? ¿Qué pasaría a partir de ahora? Pues Falon y ella todavía no estaban casados y la realeza era tan estricta…
La puerta se abrió y entró el príncipe, y al verlo tan cerca, Azalea lo miró con los ojos bien abiertos y sin parpadear.
FALON: ¿Qué te ha dicho el doctor?
Ella no respondió, ya que su mente se estaba imaginando al pequeño bebé…que sería un varón igual a su padre. Cabello oscuro…ojos azules…hermoso…fuerte…
FALON: ¿Azalea?
Al ver que brillantes lágrimas empezaban a rodar por las mejillas de su amada, Falon se asustó y la tomó de los hombros con fuerza.
FALON: ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras? Habla, maldita sea.
La chica no podía articular palabra, por lo que cogió la mano del chico y la llevó directamente a su vientre; lo miró a los ojos y sonrió entre lágrimas.
Entonces él lo comprendió todo.
FALON: No…
AZALEA: Sí.
FALON: Oh, Dios… Azalea… Tú…yo…
No podía creerlo.
La abrazó contra su cuerpo y cerró los ojos con una gran sonrisa, agradeciéndoles a los dioses ese regalo con el que habían compensado tanto sufrimiento.
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TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS-
Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 22
por Alice~ Sáb Sep 28, 2013 2:07 am
Lo ame <3 Owwws si tendrán un bebe TuT y Falon lo acepto! ;u; aiñ ~ Espero subas pronto la conti 3: quiero saber que harán Cerith y Tedra :D
Alice~- Mensajes : 635
Fecha de inscripción : 01/08/2011
Edad : 26
Localización : ... *GPS buscando* ... LOST! ... (?)
Personaje Favorito : Deidara Iwakure , Grell Sutcliff , Itachi Uchiha & Drocell Cains <333; imposible tener solo uno ~ -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 22
por ~Shia~ Dom Oct 06, 2013 3:56 pm
Ohhhhhh, ah estado genial, que bien que Falon se pusiera tan feliz por la noticia del bebe *o* que hermoso, espero el siguiente capítulo con ansias.
Perdón por no comentar a tiempo, pero las tareas no me dejan D:
Perdón por no comentar a tiempo, pero las tareas no me dejan D:
~Shia~- Mensajes : 332
Fecha de inscripción : 10/09/2011
Edad : 26
Localización : Aquí
Personaje Favorito : Ninguno
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 22
por Katherina Kusanovic Miér Oct 09, 2013 11:53 pm
Awwww
Primero que nada, perdón por no comentar a penas leí el capítulo -que fue hace mucho- pero es que... aff... cuando no dan los tiempos u____u Leí el capítulo en el colegio a las apuradas (p. solo leí el final nwnUu) y días después lo leí completo :'3 .. Segundo, ¡WOW! es genial, me gusta que Azalea y Falon vallan a tener un hijo, es una linda unión, calculo que a partir de ahora no va a haber más problemas aunque... nunca se sabe verdad
Ahora solo falta que Tedra y Shaner por fin se casen(?)
¡En verdad lamento no haber comentado a tiempo!
Bessos.!
Primero que nada, perdón por no comentar a penas leí el capítulo -que fue hace mucho- pero es que... aff... cuando no dan los tiempos u____u Leí el capítulo en el colegio a las apuradas (p. solo leí el final nwnUu) y días después lo leí completo :'3 .. Segundo, ¡WOW! es genial, me gusta que Azalea y Falon vallan a tener un hijo, es una linda unión, calculo que a partir de ahora no va a haber más problemas aunque... nunca se sabe verdad
Ahora solo falta que Tedra y Shaner por fin se casen(?)¡En verdad lamento no haber comentado a tiempo!
Bessos.!
Katherina Kusanovic- ADMIN
- Mensajes : 1186
Fecha de inscripción : 08/01/2012
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Personaje Favorito : Itachii *-* es el amor de mi vida :3 Amm.. Yugao Uzuki (mi heroina desconocida) n_n am.. Rima, Shiki, Zero y Aidou (de Vampire Knight); Suigintou y Shinku (de Rozen Maiden); Algunos que me dan verguenza mencionar >////< y.... nee... otros xD -
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