[FanFic de CDM] "La Leyenda de Inglaterra cobra vida en Francia (Capitulo 1)" [FanFic de CDM]

Keyla.B.B escribió:La Leyenda de Inglaterra cobra vida en Francia
El Reflejo del Espejo.
Capitulo 1

Pónganse cómodo señor guardia –dije sin borrar la sonrisa de mi rostro –no puedo liberarme, aun –dije con un tono más serio, el se relajo un poco, lo sentí al decirme –hablaras o no –sonreí y le dije –sea más paciente, porque esto será un poco largo, asegúrese de tomar nota porque no repetiré esto de nuevo –dije un poco serio en las últimas palabras, respire hondo y comencé a relatar lo que viví pero no desde esa tarde sino desde dos años atrás, sino, no entenderían el porqué las cosas terminaron así –bueno, todo comenzó esa tarde del primer día de clases, todo parecía normal excepto una cosa, en primaria tenía varios amigos, si, tenía amigos, ellos eran: Nathaniel, Melody, Rosalya, Violeta, Ken, Lynn, Castiel y Lysandro; nos pasábamos las tardes y los fines de semana juntos, era muy ameno compartir con ellos pero nos separamos en el último año, mis padres se mudaron un poco lejos, a otra ciudad para ser exacto, desde esa última salida al cine no volví a verlos pero prometimos inscribirnos en el mismo instituto al pasar a secundaria, si, el Sweet Amoris, estaba entusiasmado por volver a verlos, yo había cambiado un poco de apariencia, en el colegio al que me fui por asuntos de trabajo de mi padre habían varios grupos de estudiantes, como pandillas callejeras, yo solo quería encajar e hice lo más torpe de toda mi vida, me tatué el hombro derecho y la muñeca izquierda, me perfore 4 o 5 veces la lengua, sí, tengo piercings o los tenía antes de venir aquí, tome la afeitadora, de esas que usan los barberos y sin dudar la pase por mi cabeza cortando mi cabello, cuando mi madre me vio me insulto tanto que sentí que mis ancestros sentían vergüenza de mi y de lo que hice pero ya lo que hice ya estaba hecho no podía enmendarlo, además me gustaba el cómo me veía excepto el hecho de usar gafas, sí, tengo un pequeño problema de la vista pero con esta mascara cubriendo mis ojos no es necesario que las use, ahora regresando a lo que les decía, termine luciendo con un piercings en mi nariz, uno en mi ceja izquierda, una especie de mechón de cabello en todo el centro de mi cabeza, desde la frente hasta la nuca teñido de rojo y negro, comencé a vestir cual pandillero a pesar de ser un cobarde total, al llegar a mi nuevo instituto estaba ansioso por ver como habían cambiado mis antiguos amigos, ahí en la entrada principal del Sweet Amoris estaba yo, recostado de la pared viendo a todos los que entraban pero no veía a mis amigos, después que todos entraron suspire y me disponía a entrar pero alguien tropezó conmigo y me caí y al abrir mis ojos vi que era una chica, y una realmente guapa, ojos verdes y cabello castaño claro bastante largo, la piel blanca y de aspecto angelical, me sonroje inmediatamente, ella se dio cuenta de que había aterrizado sobre mi y dijo –oh, lo siento, es que es mi primer día y… – dijo ella mientras se ponía de pie un poco avergonzada y me extendió la mano- ven, ponte de pie –dijo ella con voz dulce y avergonzada, yo la sostuve poniéndome de pie y me sacudí un poco- Oye, eres nueva ¿verdad? –le dije a modo de pregunta- Eh, si, ¿tú también eres nuevo? –dijo ella un poco curiosa, o eso me pareció -¿yo?, bueno es mi primer año aquí pero tuve tiempo de verlo con detalle cuando mis padres vinieron a inscribirme, puedo mostrártelo si quieres claro está –dije sonriendo amablemente, en ese momento me golpee la frente con la palma de la mano- discúlpame, me llamo Marcuss, Marcuss Vanhollen y ¿tu? –le dije sin quitarle la mirada de encima –Y… yo soy Lynn Cross –dijo ella mientras jugaba con un mechón de su cabello – Y bien, ¿quieres que te enseñe el instituto? –Le pregunte- Si, gracias –Dijo ella sonriendo, le extendí la mano a modo de amistad, ella la sostuvo y caminamos entrando por las puertas del instituto, les mostré el pasillo, las aulas, la biblioteca, el salón de los delegados solo desde el pasillo, el despacho de la directora, el aula de profesores, el sótano bajando las escaleras al final del pasillo, el gimnasio y por ultimo mi lugar favorito, el club de jardinería ahí me relajaba escuchando algo de buena música de mi banda favorita, le invite a sentarse pero ella dijo que debía ir a hacer un par de cosas así que me despedí de ella y me senté en el césped al lado del invernadero a observar las plantas cuando escuche a alguien tocar, si a alguien tocar una guitarra acústica, me entro la curiosidad y me levante buscando de donde provenía aquello y detrás de unas plantas habían unos bancos y un muchacho pelirrojo, tal vez teñido, estaba ahí de espaldas tocando y anotando los acordes en una hoja, decidí no hacer ruido y observar desde lejos, después de unos minutos el se detuvo –Ey!, seguirás observándome o al menos dirás cómo te llamas- dijo él con un tono bromista al final –Lo siento– dije disculpándome –solo no quería molestarte, parecías muy concentrado– dije un tanto serio mientras caminaba a él –lo estaba hasta que apareciste– dijo un poco molesto -pues deberías agradecer que me quede y no fui y le dije a medio instituto que viniera también– Dije con un tono serio y a la vez bromista, el se rio y volteo, ahí lo reconocí, era Castiel aunque se había teñido el cabello -¿Castiel?– le dije a modo de pregunta –Si, ¿de dónde me conoces? –Dijo él con algo de curiosidad –Pues– Dije sacando una fotografía de mi billetera –Yo soy Marcuss, nos conocimos en primaria ¿te acuerdas?– El vio la foto un poco extrañado antes de reír -¿Marcuss?, el nerd de las gafas enormes, tus gafas eran más grandes que las de ese chico, la sombra de Lynn ja ja–Dijo el sonriendo un poco –Y, ¿qué te hicieron en el cabello? ¿Peleaste con el peluquero o qué?– Dijo riendo –No, eso te lo digo yo a ti ¿te vaciaron un bote de pintura en la cabeza o eso te lo hiciste tu mismo?– Le dije sin aguantar la risa –¡Oye!, tengo una imagen que mantener ¿sabes?– Dijo poniéndose serio –Yo también por eso cambie de esta forma– Dije un poco más serio –Ja, el miedosito de Marcuss se hizo valiente ¿eh?– Dijo con un tono de burla un tanto molesto y me hizo enojar y sí, me hice el valiente sujetándolo por el cuello de su camiseta pero él me separo de si empujándome y yo le empuje, comenzamos a discutir hasta que se torno más violento cuando accidentalmente roce su mejilla con mi mano, eso lo hizo enojar y darme un puñetazo que me fracturo la nariz, esta comenzó a sangrarme y me encendí en rabia y le regrese el golpe tumbándolo al césped de la zona, se rio –Vaya, cambiaste mucho en tu otro colegio, ya no eres el mismo Marcuss- dijo el bromeando, se puso de pie aun riendo y me dio su pañuelo –Era broma, disculpa por lo de tu nariz no fue intencional tío, ¿amigos?- dijo el extendiéndome la mano -Vale, amigos– dije estrechándole la mano, que lo diría que ese apretón de manos le costaría la vida al final de todo esto, bueno, no voy a arruinarles la historia y seguiré narrándoles, paso un poco más de la mañana y yo seguía en los lavabos con el pañuelo en mi nariz todavía, comenzó a dolerme la cabeza y decidí ir a la enfermería, camine apoyándome de los casilleros por el ancho pasillo, estaba mareándome ya y me costaba ver con claridad pero recuerdo unas voces, voces femeninas para ser exacto, eran Amber y sus amigas quienes pasaban riendo solo que la rubia no me sacaba la mirada de encima, tal solo le parecía gracioso o algo mas ocultaba ella, seguí mi camino hasta entrar en la enfermería y la enfermera se me acerco presurosa- ¿Qué te paso?, ven, recuéstate aquí- dijo ella amablemente –me caí, siempre me ha sangrado la nariz por cualquier tontería- dije para no decirle que me había peleado con alguien, era el primer día ahí así que era mejor parecer un alumno normal aunque nunca fui normal, en ningún aspecto era más bien un imán para los problemas desde el jardín de infantes, ahora regresando a lo que decía, ella me pidió que me recostara en una camilla mientras me revisaba con el estetoscopio, finalmente me pidió sentarme y dejar la cabeza hacia atrás unos minutos, sí, eso era lo que debí haber hecho para evitar el dolor de cabeza  pero lo olvide en ese momento, después de que mi nariz dejase de sangrar ella noto que el golpe había sido muy fuerte –¿Seguro que te caíste?- Dijo ella con la intención de hacerme decirle lo que en verdad paso –Claro, ¿que la hace dudar?- Dije muy confiado mientras tomaba un comprimido de mi mochila, debo mantener cierta receta médica desde los 8 años pero eso es historia antigua, ahora volviendo a lo que decía; ella me dio un récipe, si, con otra receta médica pero esta vez era para la “caída” que tuve, salí de ahí buscando el aula de clases, el aula-A, abrí la puerta y entre, lo primero que vi fue a la nueva, si, a la chica que me tumbo en la entrada, ella estaba presentándose a la clase y cuando yo entre la interrumpí, ella bajo la mirada sonrojándose por la vergüenza, tal vez eso era, y yo casi babeando al verla pero el profesor me hizo salir de mis pensamientos –Joven ¿Qué se le ofrece?- Dijo él un tanto serio -¿Eh?..., ah sí, esta es el Aula-A ¿verdad?- Dije tartamudeando un poco –Si ¿va a pasar o seguirá ahí parado el resto de la clase?- Dijo un poco molesto –Si, con permiso- Dije con una falsa sonrisa, camine mientras escuchaba esas voces de nuevo, eran las tres muchachas del pasillo, la rubia me seguía viendo incluso después de sentarme, era un tanto incomodo ya que era mi primer día, siempre he sido el chico invisible pero con esta apariencia podrían verme a kilómetros de distancia, hice como que no sabía de su mirada y revise mi mochila, saque mi libreta y al abrirla, mi mala suerte se hizo presente, olvide mencionarles que hice un estúpido dibujo en el club de jardinería esa mañana, una tontería por la cual tuve que decir la mentira de mi vida, de mi libreta cayo un papel y la rubia lo recogió, lo abrió y lo leyó en voz alta –¡Marcuss y Lynn¡, ¡los nuevos son novios!- Dijo ella a todo pulmón, baje la mirada deseando que la tierra se abriese y me tragase en ese preciso momento, el rostro de Lynn se puso tan rojo que podría freír algo sobre su cabeza, todos comenzaron a reír y otros a murmurar, esa fue la vergüenza de mi vida, pero debía sacarnos a los dos de eso, me puse de pie y le arrebate el papel de la mano a ella –Eso es mío- Le dije con tono serio –Por supuesto que es tuyo, ¿Quién se fijaría en ese fenómeno de Lynn?- Dijo ella burlándose de la chica, eso me hizo molestar –Yo, yo me fijaría en ella antes que en ti, niña oxigenada –Dije para contrarrestar su broma, ella se enfureció y me abofeteo mientras todos reían por lo que le dije, ella se molesto y se sentó en su asiento dándome la espalda pero después que todos dejaron de reír ella se paró de nuevo –Tu, el nuevo, te reto– Dijo ella con malicia -¿Qué clase de reto?- Dije sin vacilar –Si tu y la nueva son novios, pues no tendrás problema en besarla, en frente de todos, aquí mismo- Dijo ella un tanto seria pero con ese tono desafiante -¿Qué?- Dije un tanto desconcertado –Sino lo haces, eres una gallina ja ja ja ja- Dijo ella riendo, yo estaba desconcertado aun -¿Y, que ganas con eso?- Dije tratando de saber sus intenciones –Fácil, no lo harás, ella es demasiado feúcha para alguien como tú, es mas es demasiado fea para cualquiera- Dijo ella riéndose, me moleste e hice lo mas idiota del mundo, me pare y me le acerque a Lynn, le pedí que se pusiera de pie, ella estaba tan roja que podía confundirla con un tomate, toda la clase estaba viéndonos y el profesor había salido al despacho de la directora unos minutos –Solo mira y ponte celosa, rubia falsa- Le dije riendo, y bese a Lynn, mi corazón latía tan rápido que no quería terminar ese momento pero si no se verá muy raro, solo junto a su boca un par de segundos antes de separar mis labios de los suyos, jamás creí que anhelaría ese torpe beso un año después, aquí en mi condena solo deseo escuchar su dulce voz de nuevo…, sonreí y fije mi mirada en Amber –Listo ¿celosa?- Dije para molestarla, y si, la puse celosa y se fue del salón llevándose su bolso y sus amigas la siguieron, me senté de lo más tranquilo mientras veía a Lynn sentarse un tanto ida en el espacio, efectivamente su rostro se puso más rojo después de besarla, eso es normal ¿no?, se sintió bien y raro al mismo tiempo pero fue un tanto delicioso, para ser mi primer beso estuvo bien, pensé para mí por un momento antes de ver al nerd de las enormes gafas entrar y sonreír en grande al verla, corrió a ella y la abrazo, tarde unos segundos en reconocerlo y ahí me di cuenta que esa era la misma Lynn que había visto mi asombrosa llegada a primaria, ese día llegue corriendo y me caí en medio del aula y por si fuera poco al ponerme de pie y al dar mi presentación se me cayeron los pantalones con todo y calzones, si, todo al aire, esa es la mayor vergüenza que he tenido pero al recordarlos a ambos, solo pensé -¡Maldición!, que acabo de hacer- Pensé para mi, tome mis cosas y salí de ahí pero alguien me hizo tropezar y caí de boca al piso, me partí el labio con el piercing que tenia, me pare y salí con más rapidez del aula, estaba tan apenado que corrí hasta el club de jardinería y me lance en el césped tratando de despejar mi mente un poco, qué diablos pensaba, acababa de besar a la chica que grito cuando vio mis partes privadas en primaria, ella gritaba y yo también gritaba ese día, ahora estábamos en secundaria y ese recuerdo se había convertido en el peor de toda mi vida, me quede ahí esperando que la humillación de mi asombrosa salida se olvidase y lo del beso también, quería poder matarme y veía a la calle esperando que algún camión apareciese para ponerme en medio y acabar con este día tan desastroso de una vez por todas. Al final del día me encontraba recostado en mi cama con mi camiseta favorita y sin pantalones viendo el techo de mi cuarto y pensando sobre mi primer día e hice un recuento de lo que había pasado:

-Bien, conocí a la cica nueva que termino siendo mi amiga de primaria, me encontré de nuevo con Castiel y ahora somos “amigos”, por ahora…, Mmm que mas sucedió, haber, ah sí, me caí saliendo del aula y dándole un beso al piso, literalmente, ah también eso con la nueva pero ya no tiene importancia realmente, creo esto es…, no, hay algo más. Cuando salía del instituto creyendo que mi vergüenza había acabado fui sorprendido por un grupo de jóvenes con pistolas de agua pero no estaban cargadas con agua, se rieron diciéndome “Bienvenido chico nuevo” y abrieron fuego, si, quede empapado en pintura, agua teñida y otras sustancias que no recuerdo solo sé que me reí tanto que casi me hice pipi, era muy cómico lo que me pasaba, si, mi mala suerte a veces me alegra el día al final termine regresando a casa como si hubiera salido de una fusilacion de pintura, mi madre se puso un poco molesta pero la hice reír antes de subir a darme un baño, la deliciosa sensación del agua fría recorrer mi piel con delicadeza era relajante, siempre he amado el agua inclusive desde que era un bebe o eso decía mama; extraño a mi madre en estos momentos tan difíciles que me ha tocado vivir por lo que hice aquella pero el pasado es pasado, no puedo remediar lo que hice y tampoco quiero hacerlo; ese día salí poniendo la camiseta y la ropa interior tumbándome sobre la cama con el cuerpo húmedo todavía me gire viéndome en el reflejo del espejo unos minutos antes de ver como mi reflejo se distorsionaba dejando ver un niño de muy corta edad cuyo ojo derecho estaba vendado y moretones en su piel empalidecida eso me causo un poco de temor pero también curiosidad y sigue observando lo que tras el espejo se veía, el niño comenzó a correr y parecía llevar algo en cada mano, en una un viejo peluche y en otra un envase de plástico bastante grande no entendía nada de lo que veía hasta que se distorsiono de nuevo, ahora la imagen era menos clara pero se podía ver algo en llamas ardiendo con gran furor y una risita infantil en el fondo de la atrocidad que veían mis ojos, en ese momento sentí como mi cuerpo se paralizaba al ver imágenes de lo que sucedía tras las llamas, observe horrorizado como dos personas gritaban desesperadas mientras el fuego consumía sus cuerpos y entre en pánico gritando cual psicópata lo cual trajo a mi madre rápidamente a mi cuarto, ella entro y me vio ahí gritando como un loco sin quitarle la mirada al espejo e hizo algo que jamás pensé, agarro la enciclopedia de mi estantería y la lanzo contra el espejo el cual se quebró y yo pude recuperar el control de mi cuerpo de nuevo, estaba temblando y las palabras no salían de mi boca, no podía si quiera gesticular una palabra de manera que mis padres me subieron a la camioneta y la encendieron partiendo de allí, pensé que solo estacionaríamos en un parque y platicaríamos como siempre lo hacían con cada episodio que sufría pero esa noche me llevaron a un hospital, un hospital psiquiátrico, ese lugar me hizo lo que soy ahora con tan solos 6 meses ahí dentro perdí mi sensibilidad del mundo pero eso se los diré más tarde. Ahora señor guardia ¿podría darme un poco de agua?, tengo algo de sed- Le dije sonriendo un poco al sujeto uniformado que me custodia –Bien pero luego seguirás hablando ¿no?- Dijo él con un tono serio –Vale, pero con hielo que tengo calor- Dije bromeándole un poco al hombre –No seas exigente, agradece que te la traeré- Dijo el muy serio –Gracias- Dijo con un tono sarcástico, mi vida y el resto de mis días serian pasados aquí en esta celda o hasta que decida huir de aquí.

Ojala les haya gustado.
¿Que opinan?
PD: esto de escribir en primera persona no es mi fuerte pero al menos intento hacerlo bien.