El Deseo del sueño olvidado.

España , madrid,6:45 pm  03 de diciembre una tarde fría y oscura ,la nieve empezaba a caer  mientras los autos pasaban por la autopista un joven caminaba por las orillas de aquel concurrido lugar, parecía no importarle nada ni siquiera su propia vida  con una mirada triste y desanimada camino hasta llegar a un pequeño parque que había en la ciudad, sentándose aquel hombre de nombre Eita Igarashi  23 años de edad atractivo de cabello rubio lacio y de ojos verdes tal cual esmeralda de alta estatura y tez blanca. Sentado en una de las banquillas del parque pensaba  en su vida, hijo de uno de los más grandes empresarios  a pesar de que tuvo una vida llena de lujos nunca fue  apreciando por su padre y hermanos su madre fue su única compañía durante su niñez, a la edad de ocho años su madre murió en un accidente automovilístico dejándolo mas solo de lo que ya se sentía su padre se ocupó de él y sus  4 hermanos  y hermana a los 16 años su hermano mayor enfermo y unos meses después murió, las acciones de la empresa no iban muy bien y poco a poco la familia Igarashi  fue perdiendo no solo el prestigio si no también la gran fortuna que heredarían sus descendientes. en su lecho de muerte él dijo a sus hijos—el sufrimiento y el dolor—ninguno de ellos logro comprender muy bien el significado de aquellas palabras, después de su muerte los   hermanos se distanciaron y empezaron a vivir sus vidas separados unos de otros a los 20 años Eita se graduó de la universidad y obtuvo un trabajo en una importante empresa española, se mudó a España y empezó a vivir su nueva vida una la cual lo llevara a volverse una persona fría y solitaria  
Desperté por el sonido del despertador, recordándome que debía volver a la rutina de todos los días, cansado de ello me levante y dispuse a irme por una ducha, luego me vestí y camine hasta la cocina donde lo único que desayunaba era una tostada y una taza de café, Debido al frio que había una taza de café caliente era reconfortante y agradable, después de mi insípido desayuno llegue a la compañía, como de costumbre todos saludaban sin emoción alguna y yo no era la excepción.
Después de un largo día de exhausto trabajo llegue a mi departamento, encontrando algo que seguro estoy, no estaba ahí cuando me fui por la mañana, que era eso que veía? Ah era una joven, de cabello negro, lacio y hasta la cadera, de ojos color miel con un pequeño y deslumbrante destello rojo en ellos, de piel sumamente blanca, pareciera como si nunca hubiese recibido la luz del sol, de estatura se podría decir que “normal”, vestía in vestido blanco con pequeños detalles en color rosa muy pálido, unas zapatillas blancas con un rosa roja dibujada al lado de ellos, en su mano derecha llevaba un sobre, al verme ella sonrio haciendo una extraña pregunta.
—Eres feliz?
Imagínense mi rostro en ese momento una persona desconocida estaba frente de mi apartamento haciendo una pregunta que simplemente no supe como responder.