[GORE] · ~No Xmas! No New Year!~ ·

“Y ahí estaba yo, aferrándome a mi misma en mi propia vida de mierda, sin arrepentirme de lo que había hecho”.

[Narras tú]

Eso fue lo último que le dije al psicólogo en uno de los días en los que tenía que visitarle. ¿Por qué voy a un psicólogo? Vaya mierda, parece que tendré que contarlo de nuevo, pero qué más da. Ahora no tengo nada más importante que hacer encerrada en una mierda de manicomio.
Pues bien, todo comenzó así:

“Era la mañana de un 20 de Diciembre un tanto frío. Tenía 15 años y estaba cansada de la Navidad. Por esto, empecé a idear un plan para no tener que soportar las cursiladas que mi familia hacía todas esas fiestas.
¿Suicidarme? No, mejor aún.
¿Pensaba matar a alguien para que todo desapareciera? Sí, por supuesto. No tenía muy claro aún como iba a hacerlo; solo sabía que iría acabando con ellos entre los días 25 y 31 de Diciembre.

Había una pregunta que me planteaba de vez en cuando: ¿quería matar realmente yo a mi familia? No estaba segura. La verdad es que mis padres y mi hermano, los únicos en los que podía ‘confiar’ aunque de forma leve, no habían sido demasiado buenos conmigo. No sé por qué, pero mi hermano, cuando yo era pequeña, siempre estuvo celoso de mi, porque yo sacaba mejores notas en la escuela, tenía más ‘amigos’ y todo eso. Pero no es mi culpa que el solo pegara a la gente y demás, por eso ahora él trata de ser más ‘amable’ con la gente, aunque no lo lleva del todo bien. Y cuando no le salen los planes bien, a quién golpea no es a alguien de por ahí; es a mi a quién golpea. Mi madre no se preocupaba por mi apenas; cuando le decía que tenía hambre, me ignoraba o simplemente se limitaba a decirme que no le importaba nada sobre mi y que solo era un error de una ‘noche loca’. Eso me jodía bastante. Y finalmente, en cuando a mi padre… Él es un cabrón, para ser sincera. ¿La razón? Se pasaba los días yendo a buscar ‘amigas de compañía’, por decirlo así. Cuando no iba a esos lugares, iba a los bares a emborracharse con sus estúpidos amigos bebedores. En cuanto a mis tíos y demás… No diré nada; ellos no quieren saber nada sobre nosotros, lo cual tampoco sé por qué es. Y para qué mentir: mi familia aún sigue haciendo eso, pero con más frecuencia. Casi nunca veo a mi padre porque no está en casa, mi madre se pasa el santo día viendo estúpidos programas de cotilleo, y mi hermano, además, cuando ve que sus ‘amigos’ no le hacen caso, se encierra en su habitación a ver ‘hentai’ para, según él, ‘saciar su falta de amistad’. Es inútil.

Como dije, mi familia es un asco. Yo no digo que yo sea genial o la más normal de la familia, o qué se yo, pero joder, podían ser un poco más ‘buenos’ con sus familiares. Pero ya me daba igual. Estaba pensando mi plan absoluto para que me dejaran en paz. No estaba segura de si funcionaría o no, pero debía intentarlo, sí o sí.

De esta forma, empecé a redactar mi plan, de forma un tanto esquemática:

Mamá: Must die on 26th of December, 2011. ~Muerte por pérdida de órgano vital.
Papá: Must die on 29th of December, 1011. ~Muerte por desangramiento.
Hermano: Must die on 31th of December, 2011. ~Muerte por quemaduras del organismo interno.

Lo escribí en mi diario de forma bastante simplificada. Así lo entendería. Después, la forma de realizarlo o de conseguir los materiales para darles muerte… Ya se me iría ocurriendo la forma de conseguirlo. No sería tampoco del todo difícil.
El día 25 de Diciembre no había ninguna tienda abierta salvo una, un pequeño supermercado que estaba casi siempre abierto, en el que vendían de todo. Tuve suerte de poder salir de casa sin que nadie se diera cuenta. Cuando conseguí salir, me puse a correr hacia la tienda. Cuando llegué, le pregunté al dependiente que si tenía veneno para animales. Éste me respondió que sí y me señaló el pasillo en el que se encontraban, y me dirigí hacia éste, dándole las gracias al dependiente.

Busqué entre todos los venenos que había, entre los que se encontraban los venenos para ratas, para hormigas, etc. Leí bastantes de los textos con ingredientes y demás que llevaba cada producto, hasta que encontré uno que era perfecto. Según la etiqueta, el más potente raticida del mercado. Decidí coger éste. Después fui al pasillo de los cuchillos y cosas afiladas y los observé detenidamente. Ninguno de los cuchillos me agradó. Lo único que vi perfecto a escoger era un bisturí de los que usan los cirujanos. Tras coger el bisturí fui al pasillo donde estaban las cosas de costura, y cogí una caja con agujas un tanto grandes y bastantes afiladas. Finalmente, le pagué al dependiente, el cual me miró un tanto extrañado por las cosas que había comprado, pero no le tomó importancia. Después, me marché de la tienda y traté de entrar a casa lo más silenciosamente posible, y mi intento tuvo éxito.

Subí a mi habitación y al entrar, cerré la puerta con llave. Era una suerte tener una cerradura en la habitación.

Dejé las cosas dentro de mi armario bien escondido, y me puse a pensar bien como iba a realizar mi primera muerte, así que de nuevo tomé mi diario y me puse a escribir:

Objetivo número 1. Mamá.
Objetos a usar: bisturí, limón y un poco de sal

Proceso: atar y amordazar. Acto seguido, tomar el bisturí y comenzar a abrir lentamente su cuerpo. Tomar el limón y la sal y mezclarlo, para después ir echándolo poco a poco sobre su cuerpo abierto. Para terminar, tomar nuevamente el bisturí e ir quitando poco a poco su corazón.

Resultado final: sufrimiento de la víctima, satisfacción del asesino →Muerte asegurada.

Listo: objetivo número uno redactado y perfecto para realizar.
Fui preparando las cosas hasta que llegó la hora de ir a dormir. Aún eran las 23:30, demasiado pronto para mí, pero a pesar de eso fui a la cama para no levantar sospechas de lo que pasaría a las 00:00.
Cuando noté que mis padres y mi hermano ya se habían ido a dormir, me levanté de la cama y tomé las cosas. Salí de la habitación y sigilosamente me dirigí a la habitación de mis padres. Vi como mi padre no estaba; el cabrón se había ido de nuevo por ahí. De todos modos, aproveché que mi madre dormía de forma profunda y era difícil despertarla, de modo que tomé unas cuerdas y la até a su propia cama. No me preocupaba que mi padre llegara; total, no lo iba a hacer hasta que no llegara la mañana, pero en fin…

Cuando terminé de atar a mi madre, me aseguré de que la puerta estaba bien cerrada, ayudándome además de una silla que tenía en la habitación para que permaneciera más cerrada. Saqué el bisturí y sin miedo a nada, rompí la ropa de mi madre y comencé a cortar desde un poco más debajo de su cuello hasta el ombligo. Mi madre, al sentir como algo frío rajaba su piel, abrió rápidamente sus ojos, mirándome sorprendida pero enfadada después. Me daba igual como me mirara, así que seguí con mi trabajo, viendo con una sonrisa bastante sádica sus reacciones. Al terminar de rajarla, vi como la cama empezaba a llenarse cada vez de más sangre, cayendo al suelo. Cada vez mi sonrisa era más grande y sádica. Me gustaba lo que estaba haciendo. Tomé ahora el limón y la sal, y comencé a echárselo dentro de ella. Cada vez se estremecía más, y casi muerta me miraba con lágrimas en los ojos, preguntándome con la mirada que por qué lo hacía. Yo me limitaba a no decir nada de nada. Antes de que muriera por completo y para que me fuera menos trabajoso, hice un corte en seco en su corazón, el cual casi no latía. Finalmente, éste dejó de latir.
Mi satisfacción fue asombrosamente asombrosa. No me había sentido tan bien desde hacía muchos años. Me había gustado, y mucho, lo que acababa de hacer con mi madre. Normalmente soy una persona tranquila que pasa de todo, pero parece ser que además de eso, soy sádica. Me gusta. Me gusta mucho.

Tomé todo lo usado, incluyendo las cuerdas, y me marché a mi habitación. Me quité la ropa manchada de sangre y fui al baño, echándome agua por las manchas de sangre que tenía en el cuerpo. Después, regresé a mi habitación y me puse otra ropa, salí de casa rápidamente y me alejé bastante. Tenía que deshacerme de la ropa. Y así fue. Aproveché que una familia de ardillas había hecho su casa en un gran árbol, y metí la ropa en uno de los agujeros de la entrada. Jodería a los animales, sí, pero me daba igual. Después, volví nuevamente a casa. Escondí en el armario lo usado, eso sí, lo limpié antes de guardarlo. Finalmente me acosté en la cama y me puse a dormir, sin deshacerme de mi nueva sonrisa.

A la mañana siguiente, cuando desperté, la policía la estaba en casa. Mi hermano o mi padre les habrían llamado. Por suerte, a mi habitación no entraron pues estaba cerrada con llave. Eso sí, tampoco les dejaría entrar, ni yo saldría de ella. Mi padre estaba hablando con uno de los policías; podía escucharlos al otro lado de la puerta.
Esto era lo que decían:

-Señor, necesitamos ver la habitación de su hija. Queremos asegurarnos de que en su habitación no hay nada incriminatorio.

-Déjala. No os va a abrir la puerta. Es una gilipollas. No le importa nada de nada, por eso aquí nadie la quiere. No sirve para nada.

-No debería decir eso sobre su hija. Ella simplemente tiene su personalidad diferente a la de usted, y que vea que no le tome importancia a las cosas no signifi-

-¡Cállese maldito bastardo! ¡Usted no conoce a mi estúpida hija! ¡Así que cállese de una maldita vez, ignorante de la vida!

Al escuchar estas palabras, mi sonrisa volvió a aparecer en mi rostro. El cabrón de mi padre se atrevió a decir delante de una autoridad que no valía para nada. Dije para mi misma que le mataría, le mataría y le haría sufrir. Sería él el que más sufriría de todos.
Ese mismo día, cuando mi padre se marchó de casa para irse con sus estúpidos amigos, el policía que estuvo conversando anteriormente con mi padre vino al lado de mi habitación para hablar conmigo.
Se colocó en la puerta y empezó a hablarme:

-Hey, pequeña, ¿estás bien?

-Sí, perfectamente

-¿No te ha afectado lo de tu madre?

-Para nada. Se lo merecía. Me ha tratado como una mierda durante este tiempo, y ese ha sido su castigo.

-¿Cómo? ¿Su castigo?

-Sí, su castigo…

En ese momento, abrí la puerta al policía y le tomé de su camisa, atrayéndole hacia mí y metiéndole en mi habitación, cerrando después la puerta con llave y empujándole hacia la cama. Le mire con el ceño fruncido, y éste me miró confundido. No sabía por qué le había metido en mi habitación. Genial, ahora tendría otro asesinato más; perfecto. El policía, tras mirarme detenidamente a los ojos durante un momento, dedujo que había sido yo quién había asesinado a mi madre, pero antes de que pudiera abrir la boca para decir nada, yo ya tenía el bisturí en la mano; era bastante útil. Mirándole fijamente a los ojos, le dije esto:

-Mira, cariño, si tú no hubieras hablado conmigo, ahora no te pasaría esto. No tenía intención de matarte; solo iba a matar a mis padres y a mi hermano, pero no me has dejado otra elección. Así que, lo siento, hermoso…

De esta forma, abrí la cerradura apuntándole con el bisturí, le tapé la boca y colocándole ahora el bisturí en el cuello, abrí la puerta y le saqué de la habitación. Tuve suerte al ver que no había nadie cerca. Me alejé un poco de mi habitación y comencé a hacerle un corte bastante profundo en el cuello, el cual acabó rápidamente con su vida. Realmente me gustaba matar. Disfrutaba con ello, aunque fueran personas inocentes. Y así, dejé caer el cuerpo del agente de policía, muerto, sobre el suelo; yo me marché a mi habitación y me encerré de nuevo. Finalmente, pasó el día.
Resumiré un poco: los días siguientes pasaron también, pero cada vez había más policías. Además de haber asesinado a una mujer, también había ahora un policía muerto. Eso era más grave supuestamente.
Como tenía tiempo, me puse a redactar también la forma de muerte de mi padre, y fue así:

Llegó el día 28 y como los policías no encontraban nada, decidieron marcharse. Y llegó la noche. Hora de actuar.

Nuevamente, eran las 00:00. Esta noche, los policías prohibieron a papá salir de casa para asegurarse de que no era él el asesino, así que se quedó en casa. Dormía en la habitación que teníamos de invitados, aunque era inservible en días normales, pues casi nadie nos visitaba, pero bueno. Me dirigí hasta dicha habitación y entré con mucho cuidado, porque mi padre seguramente estaría despierto. Y en efecto, no me equivocaba. Estaba despierto, viendo ‘hentai’, igual que mi hermano. Como se suele decir, ‘de tal palo, tal astilla’.
Mi padre estaba sentado de espaldas a la puerta sobre la cama, metido completamente en el video que estaba viendo. Me acerqué a él y le di un golpe bastante fuerte en la espalda, a lo que él respondió con un leve grito de dolor, cayendo hacia delante y golpeándose la cabeza con la pared, quedando un tanto confuso. ¿Casualidad? No, la pared queda muy cerca de donde él estaba. Aprovechando ese leve estado confuso que tenía, volví a darle otro fuerte golpe y le recosté sobre la cama, haciendo uso de toda mi rapidez para atarle también a la cama y amordazarle. Tuve suerte, pues casi consiguió zafarse de mí.

Él estaba furioso conmigo y me miraba con desprecio. Tampoco le tomé importancia. Me daba completamente igual que me mirara así por haber interrumpido su sesión diaria de hentai online. Deshaciéndome de sus miradas, tomé varias agujas y se las mostré, quitándole parte de su ropa y comenzando a clavarlas de forma violenta y profunda sobre su piel. Él se limitaba a apretar su mandíbula pues no quería mostrarse débil ante, según él, un ser muy inferior a él. Como dije, me daba igual. Mi sonrisa aparecía de forma más habitual sobre mi rostro. Sí, realmente me gustaba eso. Ahora era diferente, lo cual también me gustaba.

En cuanto terminé de usar las agujas, las cuales había cogido y usado con guantes para que no detectaran mis huellas, tomé el bisturí y comencé a cortar su piel de forma aún más brusca, mirándole con una mirada de psicópata que superaba sus expectativas en cantidad. Era genial. Mi padre fue desangrándose poco a poco hasta morir. Toda la habitación se llenó también de sangre, pero en menos cantidad. Me reí de forma un tanto maníaca y me fui de la habitación llevándome nuevamente, como hice con el asesinato de mi madre, todo lo usado. Y repetí el mismo proceso que con el asesinato anterior. No dejo de repetirlo, sí, pero realmente amaba asesinar. Era increíble lo que se sentía. Los demás suelen sentir remordimiento al hacerlo, pero yo no. Era como si hubiera nacido para hacerlo. Era increíble.

Todo esto iba escribiéndolo en mi diario. Todo. Me parecía bien tener un recuerdo para el futuro sobre el bien que hice para mi misma.

Este fue el plan que iba a seguir para mi última muerte del año:

Objetivo número 3. Hermano.

Objetos a usar: bisturí y veneno

Proceso: atar y amordazar. Acto seguido, tomar el bisturí y hacer leves heridas en su cuerpo. Después, verter el veneno líquido sobre las heridas.

Resultado final: sufrimiento de la víctima, satisfacción del asesino →Muerte asegurada

.
Resumiendo nuevamente: cada vez la investigación era mayor, y yo tenía algo de miedo porque pudieran descubrirme, pero no le llegué a tomar mucha importancia. ¿Quién sospecharía de una adolescente de 15 años? Quien sabe.

Los días pasaron y el cuerpo de policía decidió no trabajar el día 31 de Diciembre. Mejor para mí. No podía dejar el asesinato de mi hermano para las 00:00 del día, así que tenía que actuar antes, lo cual me sería más difícil. Lo preparé todo y a las 23:00 lo tenía todo listo, así que me dispuse a atacar.

Fui a la habitación de mi hermano y le pedí que jugara conmigo. Por suerte él estaba de buen humor y a pesar de que creyera que jugar era bastante infantil, aceptó. Le pedí que se tumbara en la cama y le até mirándole con inocencia. Él, con una pequeña sonrisa aunque extrañado, me miraba a los ojos. Pronto mi mirada cambió de inocente a sádica. Ahora él me miraba con algo de miedo. Tenía la corazonada de que era yo quien asesinaba, aunque no se lo llegaba a creer. Ahora yo, rápidamente, empecé a hacer cortes profundos a su piel, vertiendo después el líquido en sus heridas. El veneno quemó de forma lenta sus órganos internos, acabando con su vida. Terminé justo cuando quedaba poco tiempo para las 00:00. Todo iba de perlas; mi familia había muerto y yo era feliz. Pero tenía un pequeño problema. No se me había informado de que en mi casa había puesto cámaras. Mierda, mierda, mierda.

Rápidamente, una patrulla de policía llegó a casa y entró con todas sus pistolas, subiendo rápidamente las escaleras y llegando a la habitación de mi hermano. Estaba muerta, pensé. Se suponía que no estaban trabajando, pero no era así. Dejaron a sus familias por seguir el caso. Me parecía increíble el interés de los policías.
De esta forma, los policías consiguieron esposarme a pesar de salir levemente heridos.
Me llevaron al reformatorio de menores durante unos días, pero después me trasladaron a un manicomio al ver que cada día me reía más de esa forma maníaca y demás. Me obligaron a ir a un psicólogo y contarle todo lo que había hecho. Al psicólogo le fascinó. Le mostré mi diario y observó todo lo que había escrito, fascinándole aún más. Él me agradaba.”

Y así fue todo. Sí, como dije, mi psicólogo me agradaba. Pero él no seguiría en el mundo mucho más tiempo. Ya tenía pensada otra forma de cómo deshacerme de él. No me gusta que los demás me agraden. Por eso, acabaría también con él en una mis visitas.
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Finish ~!
Espero que les haya gustado o3ó
Agradezco a los grupos de Metal que me inspiraron *D* (Battlecross, Slipknot, Vomitory…) ~LOL
Tenía que hacer un fic por navidad, sí o sí, y ahí está e_e
Aunque so es de un Cap -w- ! [ERROR 404 IMAGINACIÓN NOT FOUND]
So, ~I hope you like it~
Byee~

*o* asasdasda esta kawaii aunque sea one-shot esta kawaii para navidad! Gracias slipknot owo

sempai ;O;
lo ame >u<)b
eres fabulosa :DD
tienes que enseñarme a escribir gore u3u
por algo eres mi sempai ;D
y... te deseo una feliz navidad ;3;
y... que tengas muchos regalos :3
y... te amo *----* (ok si ¬u¬ bien no ._.)

I-I-I love you and your fic! *¬* !!
S-soy una gran fanática del gore y a no ser que sea b-bueno -en los términos en los que se pueda decir que el gore es bueno- n-no posteo, pero, ¡¡asdasdasa lo amé!! *O*
Mein gott... que forma de pensar, que forma de ejecutar los planes, ¡que forma de hacer sufrir! -babeando-
Lo del psicólogo me ha recordado a mi, pero esa es otra historia...
E-en serio está genial tu fic * * ~
¡Te dejo karma!
¡ciao~ !

lo adoree *¬*
me gusto la forma que escribias en la
forma de los asesinatos, lo adoree *w*