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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
4 participantes
Página 1 de 1.
Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
"La Venganza De Azalea"
PARTE 11
Falon aprovechó para acercarse a Azalea ya que se había quedado sola en medio del salón de baile.
Al verla con una copa en la mano, se la quitó y se la tomó él.
AZALEA: ¿Qué haces?
FALON: No volverás a emborracharte.
AZALEA: Hoy sí lo necesito.
FALON: Eres una princesa. No debes actuar así.
AZALEA: Soy una princesa cuando a ti te conviene. Desaparece de mi vista.
FALON: Tenemos que hablar.
AZALEA: ¿Otra vez?
FALON: Se trata de nuestro compromiso. ¿Has escrito a tu padre?
AZALEA: No hará falta el compromiso. Ya tienes lo que quisiste de mí. Así que no te preocupes. Eres completamente libre. Y que sepas que jamás volverás a tocarme.
Dicho eso, le quitó la copa y se alejó, dejándolo ahí, con los dientes apretados por la furia.
¿Que no volvería a tocarla nunca más?
¡Pero si ni siquiera le había hecho todo lo que anhelaba hacerle!
Haberla mentido en eso le había llevado a perderla de nuevo.
FALON: Soy un estúpido.
Sabía que si le contaba la verdad sobre que ella y él no habían hecho el amor, la princesa no le creería.
¿Entonces qué haría? ¿Violarla? ¿Hacerla suya por la fuerza?
¡Por todos los infiernos! ¡No quería eso!
Deseaba que ella solita se entregase a él. ¿Pero cómo conseguirlo?
Era una chica tan difícil de llevar…
Respiró hondo y decidió tranquilizarse para más tarde hablar con ella y contarle la verdad.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Shaner se sentía como en casa estando en el reino de Aion.
Tras haberse dado un baño y ponerse el uniforme de guardián de color negro y plateado, se dirigió hacia la sala de reuniones.
Al entrar, se extrañó al verla vacía.
¿Acaso el rey no tendría que estar aquí esperándolo?
Quizá se retrasaba por alguna cuestión…
Se encogió de hombros y se asomó al gran ventanal para admirar la ciudad que lo había visto crecer.
Una ciudad inmensamente inmensa, pero que él se la conocía al completo.
La puerta se abrió y se volteó para sonreírle al rey Zaebard, pero se quedó helado al ver a la mismísima princesa de Kan-is-Tra.
SHANER: ¿Pero qué…?
TEDRA: No preguntes. Tienes que ir con cuidado. O mejor será que te vayas de aquí.
SHANER: ¿Qué?
TEDRA: Quieren matarte.
SHANER: ¿Qué demonios estáis diciendo?
TEDRA: Lo escuché todo. Te van a tender una trampa. Huye de aquí.
Shaner la miró como si estuviera loca, recordando lo mal que lo había tratado esa hermosa princesa.
Y jamás le agradeció el hecho de haberle salvado la vida dos veces.
Claro. Ahora entendía por qué ella le decía todo eso.
Quería que se largara del castillo para no tener que soportar su presencia.
SHANER: Alteza, el rey es uno de mis mejores amigos. En su propio castillo no me sucederá nada. Podéis estar tranquila.
TEDRA: ¡Pero yo los escuché hablar aquí mismo!
SHANER: ¿A quiénes?
TEDRA: A dos hombres. No los conozco pero están planeando matarte.
SHANER: Mirad, princesa. No conseguiréis asustarme para echarme de aquí. Sé muy bien que no me soportáis, así que procuraré no cruzarme con vos.
Dicho eso, la miró con desdén y le dio la espalda, dándole a entender que no seguiría escuchándola.
Indignada y enfadada, Tedra quiso decirle unas cuantas cosas, pero prefirió salir de la sala, cerrando de un portazo.
Ahí estaba Cerith, mirándola con ansiedad.
CERITH: ¿Ya le avisaste?
TEDRA: No me ha creído.
CERITH: ¿Qué?
TEDRA: ¡No se ha creído ni una palabra!
CERITH: ¿Y entonces qué pasará?
TEDRA: Es su problema. Vámonos.
CERITH: Pero…
TEDRA: Vamos.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
La fiesta estaba llegando a su fin, y Azalea tuvo que soportar las penetrantes miradas de Falon, que la seguían a todas partes.
Dalden mantenía a su lado, pendiente de ella. Al igual que Challen.
Kupó y Mog habían desaparecido.
Y Tedra y Cerith conversaban con unos atractivos jóvenes.
Pero Tedra parecía nerviosa, ya que no dejaba de mirar hacia la salida del salón de baile. ¿Por qué lo haría?
Al ver a su princesa un poco agobiada, Challen se acercó más a ella.
CHALLEN: ¿Estáis cansada?
AZALEA: Un poco.
CHALLEN: ¿Por qué no vais a acostaros?
AZALEA: Esperaré a que termine la fiesta. Por cierto, ¿sabes adónde han ido Kupó y Mog?
CHALLEN: No, Alteza. Aunque supongo que estarán en las cocinas devorando los dulces.
Azalea rió y Challen sonrió, contento por haberla hecho reír.
Por otro lado, Tedra y Cerith decidieron separarse del grupo de chicos para poder hablar a solas.
CERITH: Sigo preocupada por el capitán Shaner.
TEDRA: Lo que le pueda ocurrir será problema suyo.
CERITH: Tedra, nos salvó de aquellos atacantes. Y es más, a ti te rescató dos veces.
TEDRA: ¿Y qué puedo hacer si no me ha creído?
CERITH: Insistir. O quizá llevarle una prueba.
TEDRA: ¿Como cuál?
CERITH: Oh…Esa.
Señaló hacia la salida del salón, por dónde salieron los dos asesinos.
Tedra y Cerith se miraron unos segundos para luego ir tras los hombres.
Harían el último intento por salvar la vida de Shaner.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
El capitán Shaner se estaba quedando dormido en el cómodo sillón de la sala de reuniones.
Era extraño que el rey demorase tanto en llegar. No solía asistir tarde a sus citas.
Shaner deseaba contarle todo lo que había descubierto en Ciudad Krystán.
La puerta se abrió y entraron dos hombres.
Al ver quiénes eran, el capitán se puso en pie de inmediato.
El que era el caballero personal del rey, sonrió con cinismo.
CABALLERO CIAN: Vaya, Shaner. ¿Cuándo volviste de tus…misteriosos viajes?
SHANER: Hace unos días.
CABALLERO CIAN: ¿Estás esperando al rey?
SHANER: Sí.
CIAN: No sabía que tenías una relación confidencial con él.
SHANER: No sabía que tú lo supieras.
Se miraron con desafío, conscientes de que los dos sabían demasiado el uno del otro pero teniendo que fingir.
El caballero personal del rey miró a su compañero, el cual asintió con la cabeza.
Shaner solo deseaba que llegase el rey y así poder desenmascarar a su traidor caballero.
Por suerte, la puerta se abrió pero no entró el rey, sino Tedra y Cerith.
Todos se miraron con sorpresa, pero el primero en reaccionar fue Cian.
CIAN: Princesa Tedra, ¿qué hacéis en Ciudad Aion?
TEDRA: Eh…yo…mi amiga iniciará los estudios y…decidí acompañarla.
CIAN: Es un placer volver a veros, pero… ¿Qué hacéis en esta sala?
Cian dio un paso hacia Tedra, poniéndola tensa al instante.
Cerith tragó saliva al ver que el otro hombre se le acercaba amenazadoramente.
Y Shaner decidió esperar, observando la escena con atención.
CIAN: Parecéis nerviosa. ¿Ocurre algo?
TEDRA: Yo…solo venía a hablar con el capitán Shaner…
CIAN: ¿Sobre qué?
TEDRA: Sobre que usted…quiere matarlo.
Tras decir eso, el caballero se abalanzó sobre la princesa, la agarró por detrás y le puso la espada en el cuello.
Cerith gritó y le dio tiempo de esconderse tras el capitán.
El otro hombre se encargó de vigilar la puerta para que nadie entrase.
CIAN: Una princesita muy inteligente.
SHANER: Suéltala, Cian. Estás jugando con fuego al amenazar a la princesa de Kan-is-Tra.
CIAN: Ni su padre ni su ejército lograrán atraparme porque nadie saldrá vivo de aquí.
SHANER: Querías atraparme a mí, ¿verdad? Aquí me tienes. Suéltala a ella. No tiene nada que ver en esto.
CIAN: ¿Ah no? Yo creo que ha venido para avisarte de mis planes para matarte.
Las miradas de Shaner y Tedra se cruzaron por un instante.
La afilada espada se apretó contra la sensible piel del cuello de la princesa, la cual comenzó a temblar.
SHANER: ¿Qué quieres, Cian?
CIAN: Que te largues de aquí y no vuelvas nunca más.
SHANER: Está bien. Lo haré, pero suéltala.
CIAN: No me creas idiota, Shaner. No le contarás nada al rey o la princesa morirá frente a tus ojos.
SHANER: Cian, no ganas nada con esta traición. El rey siempre ha confiado en ti. ¿Por qué le haces esto?
CIAN: No es asunto tuyo. Y ahora, mis hombres te llevarán hasta mi nave. Te largarás sin ver al rey.
SHANER: De acuerdo. Pero suelta antes a la princesa.
CIAN: No hasta que desaparezcas de mi vista.
Shaner, alzando las manos en señal de rendición, caminó hasta la puerta, dónde el otro hombre lo apuntó con un puñal y lo obligó a salir de la sala junto a él, dejando solas a las dos chicas con el caballero personal, el cual lanzó al suelo a la princesa.
CIAN: Alteza, me caíais bien, pero con lo que acabáis de hacer, os habéis ganado mi enemistad.
TEDRA: Y yo ahora le veo con otros ojos. Jamás pensé que usted fuera un asesino.
CIAN: Todavía no lo soy, pero me estrenaré con el capitán Shaner. Y ahora…me ocuparé de vos y de vuestra amiga.
En cuanto alzó la espada, la puerta se abrió con un golpe seco y entró Shaner, el cual se abalanzó sobre el caballero y los dos cayeron al suelo, cerca de Tedra.
Comenzaron a luchar cuerpo a cuerpo, y Cerith aprovechó para salir corriendo a pedir ayuda.
Tedra reaccionó y se levantó del suelo para apartarse de los dos hombres que se golpeaban sin cesar.
Por suerte llegaron el rey, sus soldados y Falon junto a Dalden, a Challen, a Cerith y a Azalea.
Los soldados se encargaron de separar a los que luchaban y el joven rey los miró con una seriedad horrible.
REY ZAEBARD: ¿Podéis explicarme qué diablos pasa aquí?
SHANER: Será un honor explicároslo, Majestad.
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando todos los invitados se marcharon, ya era más de media noche.
En la sala de reuniones estaban sentados Falon, Tedra, Azalea, Challen, Dalden, Cerith y el rey, todos asombrados de lo que Shaner había explicado sobre la traición de Cian, el caballero personal del rey Zaebard, el cual parecía bastante dolido.
REY ZAEBARD: Por todos los dioses…jamás lo imaginé de él…
SHANER: Lo siento, Majestad.
FALON: Si ha dado información secreta en Ciudad Krystán, debes ir con cuidado, Zaebard.
ZAEBARD: Lo sé. ¿Pero a quién le habrá dado esa información?
FALON: Puedes descartar a mi padre y al padre de Azalea.
Azalea miró a Falon, consciente de que él había dicho ante todos “Azalea” y no Zannaleah.
Tedra y Cerith aun tenían el susto metido en el cuerpo, pero se alegraban de que todo hubiera salido bien.
El traidor sería expulsado de Ciudad Aion sin armas ni dinero.
Y si se atrevía a volver, sería encerrado en el calabozo.
Zaebard se acercó a Shaner y le palmeó el hombro con afecto.
ZAEBARD: Gracias por todo, Shaner.
SHANER: No hay de qué, Majestad.
ZAEBARD: Debo pedirte otro favor.
SHANER: Vos diréis.
ZAEBARD: Necesito que averigües a quién le dio Cian la información.
SHANER: De acuerdo.
ZAEBARD: Partirás hacia Ciudad Krystán en tres días. Doy por finalizado este asunto. Todo el mundo a dormir.
--------------------------------------------------------------------------------------------
Al día siguiente, Azalea recibió el uniforme estudiantil de Aion.
¡Era precioso! ¡Le encantaba!
Solo quedaba un día para que se iniciaran los estudios.
Guardó el uniforme en el armario y se miró en el espejo para retocarse el peinado.
Kupó y Mog se habían ido a sobrevolar los cielos de Aion.
Ojalá no se perdieran…
Alguien tocó a la puerta, y creyendo que era Challen, ella dio paso para entrar.
Al girarse vio a Falon, y como siempre, los nervios se apoderaron de ella.
AZALEA: Al parecer, tienes intimidado a mi caballero personal.
FALON: Ya te dije que es un novato.
AZALEA: ¿Qué quieres?
FALON: Contarte la verdad.
AZALEA: ¿Qué verdad?
FALON: Tú y yo no hicimos el amor.
La chica se cruzó de brazos y lo miró con atención.
Falon supo que no le creería, así que decidió actuar con rapidez.
Se acercó a ella y la aprisionó entre sus brazos.
FALON: Te mentí. Te hice creer que nos acostamos juntos para así vengarme un poco de ti.
AZALEA: ¿Y por qué te vengas con algo así?
FALON: Lo vi oportuno.
AZALEA: ¿De qué tenías que vengarte?
FALON: De tu terquedad. De tu rebeldía.
AZALEA: Eso forma parte de mi persona. Tendrás que vengarte mil veces, y aun y así, jamás me harás cambiar. Suéltame.
FALON: No. Extraño tus labios, Zannaleah. Déjame besarte.
AZALEA: Espera un momento.
FALON: No puedo.
AZALEA: Tú estás mintiendo.
FALON: ¿En qué?
AZALEA: En lo de…que no me hiciste el amor… (///)
FALON: Lo sé.
AZALEA: ¿Lo sabes?
FALON: Sí. Pero puedo demostrártelo.
AZALEA: ¿Cómo?
FALON: Haciéndote el amor ahora.
Antes de que ella pudiera replicar, él la besó con exquisita ternura, lentamente, suavemente, obligándola a rendirse.
Azalea se perdió en esas dulces sensaciones, admitiendo interiormente que eran más fuertes que ella.
Poco a poco, Falon fue aflojando la presión de su abrazo para permitir que la princesa pudiera respirar, pero no cortó el beso. No podía. Estaba muy acostumbrado a su sabor.
Solo en ella podía pensar. Solo ella había conseguido meterse muy adentro de su alma. Y ya no había forma de que saliera de ahí.
Pero fue Azalea quién rompió el beso para mirarlo con las mejillas sonrojadas.
AZALEA: Júrame que dices la verdad.
FALON: Lo juro. De todos modos un médico puede decirte si sigues siendo virgen o no.
La princesa se apartó de él y le dio un tirón de orejas.
AZALEA: No vuelvas a hacerme algo así.
FALON: ¡Ay!
AZALEA: Y ahora, vete.
FALON: ¿Qué pasará con el compromiso?
AZALEA: Lo pensaré.
FALON: No demores mucho. Muero por hacerte mía.
Azalea, más roja que nunca, se quitó el zapatito y amenazó con tirárselo en la cabeza, pero Falon se echó a reír y se fue, dejándola aliviada de saber que todavía era virgen.
_____________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
PARTE 11
Falon aprovechó para acercarse a Azalea ya que se había quedado sola en medio del salón de baile.
Al verla con una copa en la mano, se la quitó y se la tomó él.
AZALEA: ¿Qué haces?
FALON: No volverás a emborracharte.
AZALEA: Hoy sí lo necesito.
FALON: Eres una princesa. No debes actuar así.
AZALEA: Soy una princesa cuando a ti te conviene. Desaparece de mi vista.
FALON: Tenemos que hablar.
AZALEA: ¿Otra vez?
FALON: Se trata de nuestro compromiso. ¿Has escrito a tu padre?
AZALEA: No hará falta el compromiso. Ya tienes lo que quisiste de mí. Así que no te preocupes. Eres completamente libre. Y que sepas que jamás volverás a tocarme.
Dicho eso, le quitó la copa y se alejó, dejándolo ahí, con los dientes apretados por la furia.
¿Que no volvería a tocarla nunca más?
¡Pero si ni siquiera le había hecho todo lo que anhelaba hacerle!
Haberla mentido en eso le había llevado a perderla de nuevo.
FALON: Soy un estúpido.
Sabía que si le contaba la verdad sobre que ella y él no habían hecho el amor, la princesa no le creería.
¿Entonces qué haría? ¿Violarla? ¿Hacerla suya por la fuerza?
¡Por todos los infiernos! ¡No quería eso!
Deseaba que ella solita se entregase a él. ¿Pero cómo conseguirlo?
Era una chica tan difícil de llevar…
Respiró hondo y decidió tranquilizarse para más tarde hablar con ella y contarle la verdad.
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Shaner se sentía como en casa estando en el reino de Aion.
Tras haberse dado un baño y ponerse el uniforme de guardián de color negro y plateado, se dirigió hacia la sala de reuniones.
Al entrar, se extrañó al verla vacía.
¿Acaso el rey no tendría que estar aquí esperándolo?
Quizá se retrasaba por alguna cuestión…
Se encogió de hombros y se asomó al gran ventanal para admirar la ciudad que lo había visto crecer.
Una ciudad inmensamente inmensa, pero que él se la conocía al completo.
La puerta se abrió y se volteó para sonreírle al rey Zaebard, pero se quedó helado al ver a la mismísima princesa de Kan-is-Tra.
SHANER: ¿Pero qué…?
TEDRA: No preguntes. Tienes que ir con cuidado. O mejor será que te vayas de aquí.
SHANER: ¿Qué?
TEDRA: Quieren matarte.
SHANER: ¿Qué demonios estáis diciendo?
TEDRA: Lo escuché todo. Te van a tender una trampa. Huye de aquí.
Shaner la miró como si estuviera loca, recordando lo mal que lo había tratado esa hermosa princesa.
Y jamás le agradeció el hecho de haberle salvado la vida dos veces.
Claro. Ahora entendía por qué ella le decía todo eso.
Quería que se largara del castillo para no tener que soportar su presencia.
SHANER: Alteza, el rey es uno de mis mejores amigos. En su propio castillo no me sucederá nada. Podéis estar tranquila.
TEDRA: ¡Pero yo los escuché hablar aquí mismo!
SHANER: ¿A quiénes?
TEDRA: A dos hombres. No los conozco pero están planeando matarte.
SHANER: Mirad, princesa. No conseguiréis asustarme para echarme de aquí. Sé muy bien que no me soportáis, así que procuraré no cruzarme con vos.
Dicho eso, la miró con desdén y le dio la espalda, dándole a entender que no seguiría escuchándola.
Indignada y enfadada, Tedra quiso decirle unas cuantas cosas, pero prefirió salir de la sala, cerrando de un portazo.
Ahí estaba Cerith, mirándola con ansiedad.
CERITH: ¿Ya le avisaste?
TEDRA: No me ha creído.
CERITH: ¿Qué?
TEDRA: ¡No se ha creído ni una palabra!
CERITH: ¿Y entonces qué pasará?
TEDRA: Es su problema. Vámonos.
CERITH: Pero…
TEDRA: Vamos.
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La fiesta estaba llegando a su fin, y Azalea tuvo que soportar las penetrantes miradas de Falon, que la seguían a todas partes.
Dalden mantenía a su lado, pendiente de ella. Al igual que Challen.
Kupó y Mog habían desaparecido.
Y Tedra y Cerith conversaban con unos atractivos jóvenes.
Pero Tedra parecía nerviosa, ya que no dejaba de mirar hacia la salida del salón de baile. ¿Por qué lo haría?
Al ver a su princesa un poco agobiada, Challen se acercó más a ella.
CHALLEN: ¿Estáis cansada?
AZALEA: Un poco.
CHALLEN: ¿Por qué no vais a acostaros?
AZALEA: Esperaré a que termine la fiesta. Por cierto, ¿sabes adónde han ido Kupó y Mog?
CHALLEN: No, Alteza. Aunque supongo que estarán en las cocinas devorando los dulces.
Azalea rió y Challen sonrió, contento por haberla hecho reír.
Por otro lado, Tedra y Cerith decidieron separarse del grupo de chicos para poder hablar a solas.
CERITH: Sigo preocupada por el capitán Shaner.
TEDRA: Lo que le pueda ocurrir será problema suyo.
CERITH: Tedra, nos salvó de aquellos atacantes. Y es más, a ti te rescató dos veces.
TEDRA: ¿Y qué puedo hacer si no me ha creído?
CERITH: Insistir. O quizá llevarle una prueba.
TEDRA: ¿Como cuál?
CERITH: Oh…Esa.
Señaló hacia la salida del salón, por dónde salieron los dos asesinos.
Tedra y Cerith se miraron unos segundos para luego ir tras los hombres.
Harían el último intento por salvar la vida de Shaner.
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El capitán Shaner se estaba quedando dormido en el cómodo sillón de la sala de reuniones.
Era extraño que el rey demorase tanto en llegar. No solía asistir tarde a sus citas.
Shaner deseaba contarle todo lo que había descubierto en Ciudad Krystán.
La puerta se abrió y entraron dos hombres.
Al ver quiénes eran, el capitán se puso en pie de inmediato.
El que era el caballero personal del rey, sonrió con cinismo.
CABALLERO CIAN: Vaya, Shaner. ¿Cuándo volviste de tus…misteriosos viajes?
SHANER: Hace unos días.
CABALLERO CIAN: ¿Estás esperando al rey?
SHANER: Sí.
CIAN: No sabía que tenías una relación confidencial con él.
SHANER: No sabía que tú lo supieras.
Se miraron con desafío, conscientes de que los dos sabían demasiado el uno del otro pero teniendo que fingir.
El caballero personal del rey miró a su compañero, el cual asintió con la cabeza.
Shaner solo deseaba que llegase el rey y así poder desenmascarar a su traidor caballero.
Por suerte, la puerta se abrió pero no entró el rey, sino Tedra y Cerith.
Todos se miraron con sorpresa, pero el primero en reaccionar fue Cian.
CIAN: Princesa Tedra, ¿qué hacéis en Ciudad Aion?
TEDRA: Eh…yo…mi amiga iniciará los estudios y…decidí acompañarla.
CIAN: Es un placer volver a veros, pero… ¿Qué hacéis en esta sala?
Cian dio un paso hacia Tedra, poniéndola tensa al instante.
Cerith tragó saliva al ver que el otro hombre se le acercaba amenazadoramente.
Y Shaner decidió esperar, observando la escena con atención.
CIAN: Parecéis nerviosa. ¿Ocurre algo?
TEDRA: Yo…solo venía a hablar con el capitán Shaner…
CIAN: ¿Sobre qué?
TEDRA: Sobre que usted…quiere matarlo.
Tras decir eso, el caballero se abalanzó sobre la princesa, la agarró por detrás y le puso la espada en el cuello.
Cerith gritó y le dio tiempo de esconderse tras el capitán.
El otro hombre se encargó de vigilar la puerta para que nadie entrase.
CIAN: Una princesita muy inteligente.
SHANER: Suéltala, Cian. Estás jugando con fuego al amenazar a la princesa de Kan-is-Tra.
CIAN: Ni su padre ni su ejército lograrán atraparme porque nadie saldrá vivo de aquí.
SHANER: Querías atraparme a mí, ¿verdad? Aquí me tienes. Suéltala a ella. No tiene nada que ver en esto.
CIAN: ¿Ah no? Yo creo que ha venido para avisarte de mis planes para matarte.
Las miradas de Shaner y Tedra se cruzaron por un instante.
La afilada espada se apretó contra la sensible piel del cuello de la princesa, la cual comenzó a temblar.
SHANER: ¿Qué quieres, Cian?
CIAN: Que te largues de aquí y no vuelvas nunca más.
SHANER: Está bien. Lo haré, pero suéltala.
CIAN: No me creas idiota, Shaner. No le contarás nada al rey o la princesa morirá frente a tus ojos.
SHANER: Cian, no ganas nada con esta traición. El rey siempre ha confiado en ti. ¿Por qué le haces esto?
CIAN: No es asunto tuyo. Y ahora, mis hombres te llevarán hasta mi nave. Te largarás sin ver al rey.
SHANER: De acuerdo. Pero suelta antes a la princesa.
CIAN: No hasta que desaparezcas de mi vista.
Shaner, alzando las manos en señal de rendición, caminó hasta la puerta, dónde el otro hombre lo apuntó con un puñal y lo obligó a salir de la sala junto a él, dejando solas a las dos chicas con el caballero personal, el cual lanzó al suelo a la princesa.
CIAN: Alteza, me caíais bien, pero con lo que acabáis de hacer, os habéis ganado mi enemistad.
TEDRA: Y yo ahora le veo con otros ojos. Jamás pensé que usted fuera un asesino.
CIAN: Todavía no lo soy, pero me estrenaré con el capitán Shaner. Y ahora…me ocuparé de vos y de vuestra amiga.
En cuanto alzó la espada, la puerta se abrió con un golpe seco y entró Shaner, el cual se abalanzó sobre el caballero y los dos cayeron al suelo, cerca de Tedra.
Comenzaron a luchar cuerpo a cuerpo, y Cerith aprovechó para salir corriendo a pedir ayuda.
Tedra reaccionó y se levantó del suelo para apartarse de los dos hombres que se golpeaban sin cesar.
Por suerte llegaron el rey, sus soldados y Falon junto a Dalden, a Challen, a Cerith y a Azalea.
Los soldados se encargaron de separar a los que luchaban y el joven rey los miró con una seriedad horrible.
REY ZAEBARD: ¿Podéis explicarme qué diablos pasa aquí?
SHANER: Será un honor explicároslo, Majestad.
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Cuando todos los invitados se marcharon, ya era más de media noche.
En la sala de reuniones estaban sentados Falon, Tedra, Azalea, Challen, Dalden, Cerith y el rey, todos asombrados de lo que Shaner había explicado sobre la traición de Cian, el caballero personal del rey Zaebard, el cual parecía bastante dolido.
REY ZAEBARD: Por todos los dioses…jamás lo imaginé de él…
SHANER: Lo siento, Majestad.
FALON: Si ha dado información secreta en Ciudad Krystán, debes ir con cuidado, Zaebard.
ZAEBARD: Lo sé. ¿Pero a quién le habrá dado esa información?
FALON: Puedes descartar a mi padre y al padre de Azalea.
Azalea miró a Falon, consciente de que él había dicho ante todos “Azalea” y no Zannaleah.
Tedra y Cerith aun tenían el susto metido en el cuerpo, pero se alegraban de que todo hubiera salido bien.
El traidor sería expulsado de Ciudad Aion sin armas ni dinero.
Y si se atrevía a volver, sería encerrado en el calabozo.
Zaebard se acercó a Shaner y le palmeó el hombro con afecto.
ZAEBARD: Gracias por todo, Shaner.
SHANER: No hay de qué, Majestad.
ZAEBARD: Debo pedirte otro favor.
SHANER: Vos diréis.
ZAEBARD: Necesito que averigües a quién le dio Cian la información.
SHANER: De acuerdo.
ZAEBARD: Partirás hacia Ciudad Krystán en tres días. Doy por finalizado este asunto. Todo el mundo a dormir.
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Al día siguiente, Azalea recibió el uniforme estudiantil de Aion.
¡Era precioso! ¡Le encantaba!
Solo quedaba un día para que se iniciaran los estudios.
Guardó el uniforme en el armario y se miró en el espejo para retocarse el peinado.
Kupó y Mog se habían ido a sobrevolar los cielos de Aion.
Ojalá no se perdieran…
Alguien tocó a la puerta, y creyendo que era Challen, ella dio paso para entrar.
Al girarse vio a Falon, y como siempre, los nervios se apoderaron de ella.
AZALEA: Al parecer, tienes intimidado a mi caballero personal.
FALON: Ya te dije que es un novato.
AZALEA: ¿Qué quieres?
FALON: Contarte la verdad.
AZALEA: ¿Qué verdad?
FALON: Tú y yo no hicimos el amor.
La chica se cruzó de brazos y lo miró con atención.
Falon supo que no le creería, así que decidió actuar con rapidez.
Se acercó a ella y la aprisionó entre sus brazos.
FALON: Te mentí. Te hice creer que nos acostamos juntos para así vengarme un poco de ti.
AZALEA: ¿Y por qué te vengas con algo así?
FALON: Lo vi oportuno.
AZALEA: ¿De qué tenías que vengarte?
FALON: De tu terquedad. De tu rebeldía.
AZALEA: Eso forma parte de mi persona. Tendrás que vengarte mil veces, y aun y así, jamás me harás cambiar. Suéltame.
FALON: No. Extraño tus labios, Zannaleah. Déjame besarte.
AZALEA: Espera un momento.
FALON: No puedo.
AZALEA: Tú estás mintiendo.
FALON: ¿En qué?
AZALEA: En lo de…que no me hiciste el amor… (///)
FALON: Lo sé.
AZALEA: ¿Lo sabes?
FALON: Sí. Pero puedo demostrártelo.
AZALEA: ¿Cómo?
FALON: Haciéndote el amor ahora.
Antes de que ella pudiera replicar, él la besó con exquisita ternura, lentamente, suavemente, obligándola a rendirse.
Azalea se perdió en esas dulces sensaciones, admitiendo interiormente que eran más fuertes que ella.
Poco a poco, Falon fue aflojando la presión de su abrazo para permitir que la princesa pudiera respirar, pero no cortó el beso. No podía. Estaba muy acostumbrado a su sabor.
Solo en ella podía pensar. Solo ella había conseguido meterse muy adentro de su alma. Y ya no había forma de que saliera de ahí.
Pero fue Azalea quién rompió el beso para mirarlo con las mejillas sonrojadas.
AZALEA: Júrame que dices la verdad.
FALON: Lo juro. De todos modos un médico puede decirte si sigues siendo virgen o no.
La princesa se apartó de él y le dio un tirón de orejas.
AZALEA: No vuelvas a hacerme algo así.
FALON: ¡Ay!
AZALEA: Y ahora, vete.
FALON: ¿Qué pasará con el compromiso?
AZALEA: Lo pensaré.
FALON: No demores mucho. Muero por hacerte mía.
Azalea, más roja que nunca, se quitó el zapatito y amenazó con tirárselo en la cabeza, pero Falon se echó a reír y se fue, dejándola aliviada de saber que todavía era virgen.
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TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS- Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
*_* asdasdasd lo último se me hizo realmente tierno :,3
Owws *__* Espero la conti :D
Owws *__* Espero la conti :D
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
ke bueno ke atraparon a los traidores >:3
ke dira falon cuando sepa ke es la verdadera azalea me intriga eso Dx
toy anciosa x leer lo ke pasara
pero bueno mejor me calmo ._.
espero conti :'3
te dejo karmita :B
ke dira falon cuando sepa ke es la verdadera azalea me intriga eso Dx
toy anciosa x leer lo ke pasara
pero bueno mejor me calmo ._.
espero conti :'3
te dejo karmita :B
jessie ichinose- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Edad : 33
Localización : en un cuarto oscuro con sasuke >////<
Personaje Favorito : sasuke *¬* naruto *-* itachi *w* yuujii *O* death the kid :9 y muxos mas xDD
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
Awwww... que coshita mas super monis :3
Mas tierno estubo Falon en este capitulo *-* Y... se me hace a mi o empieza a haber ShanerxTedra? Muajajaja :3 que romanticoso *-* (y le viene justo para la venganza a Azalea Muajajajaaa)
Okaa... espero la conti... te dejo karma :3
Mas tierno estubo Falon en este capitulo *-* Y... se me hace a mi o empieza a haber ShanerxTedra? Muajajaja :3 que romanticoso *-* (y le viene justo para la venganza a Azalea Muajajajaaa)
Okaa... espero la conti... te dejo karma :3
Katherina Kusanovic- ADMIN
- Mensajes : 1186
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 27
Localización : donde el agua me llevo(?
Personaje Favorito : Itachii *-* es el amor de mi vida :3 Amm.. Yugao Uzuki (mi heroina desconocida) n_n am.. Rima, Shiki, Zero y Aidou (de Vampire Knight); Suigintou y Shinku (de Rozen Maiden); Algunos que me dan verguenza mencionar >////< y.... nee... otros xD
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