Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

por SweeT PrincesS Jue Ago 30, 2012 7:14 am

"La Venganza De Azalea"

PARTE 24

Azalea parpadeó al verse tirada en el suelo de su habitación.
¿Qué había pasado? ¿Por qué yacía en el suelo?
Se incorporó justo cuando Challen también despertaba y se levantaba del suelo con expresión confusa.

CHALLEN: Alteza…
AZALEA: Estoy bien. Pero yo tampoco sé qué ha pasado.

La puerta se abrió y entraron Lilly y Lenoic junto a Kupó y a Mog.

KUPÓ: ¡Azalea, han cazado a la sombra mayor, kupó!
AZALEA: ¿Qué…?
MOG: ¡Falon ya habrá recuperado la memoria!
AZALEA: Pero…lo busqué por todas partes y no lo encontré…
LILLY: Yo lo vi que iba hacia el establo con Cerith.

El corazón de Azalea volvió a la vida.
Se armó de valor, se miró en el espejo para retocarse un poco y se dirigió hacia el establo.
¿Cómo reaccionaría Falon al verla? ¿La abrazaría y la besaría? ¿Le diría que la amaba?
Ella estaba dispuesta a confesarle sus sentimientos.
Un momento.
Se detuvo y se tocó el pecho.
Si le decía que también lo amaba, ¿qué pasaría con la venganza? ¿Era más importante el amor que el odio?
Su respiración se cortó al reconocer que se había enamorado de su enemigo.
Pero era un amor sincero. En cambio, el de Falon no lo era, pues él la amaba porque creía que ella era una chica adoptada.
El dolor que sintió la desanimó por completo.
Quiso irse de ahí, pero la voz de Cerith la detuvo.

CERITH: ¿Qué pasa, Falon? ¿Por qué te detienes?

Azalea se puso tensa.
¿Qué por qué se detenía? ¿Qué carajos estaban haciendo?
Aguantando la respiración, se acercó al establo y entró.
El mundo se le cayó encima. Su alma se congeló. Su corazón se rompió en mil pedazos. Y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Sobre el montón de paja, yacía Cerith acostada, con los hombros descubiertos, con los labios húmedos de tantos besos y el cabello despeinado.
Y Falon… Falon…
Sin camisa y sobre Cerith…
Habían estado a punto de…hacer el amor…
Oh, Dios mío… Qué dolor…
Dio un paso atrás y chocó con la espalda en la pared.
Alertados por el ruido, Falon y Cerith miraron hacia ella.
Cerith se sonrojó tanto que tuvo que taparse el rostro con las manos.
Y Falon se levantó de inmediato, mirando a Azalea con dolor y confusión.
Estaba pálido y le temblaban las manos.

FALON: Azalea…

La princesa empezó a temblar.
Él la recordaba. Efectivamente había recuperado la memoria.
¿Entonces por qué no se había apartado de Cerith para detener a tiempo lo que iban a hacer?
Vio que Falon se le acercaba, así que salió corriendo. Pero él la siguió y a medio camino la atrapó entre sus brazos.

AZALEA: ¡Suéltame!
FALON: ¡Escúchame primero!
AZALEA: ¡No!

Le dio una bofetada tan fuerte que el chico la soltó de inmediato.
Se miraron fijamente con las respiraciones agitadas.

FALON: Zannaleah…
AZALEA: Te odio, Falon.
FALON: No me digas eso…
AZALEA: Te odio. Y no quiero que vuelvas a tocarme nunca más.

Dicho eso, volvió a salir corriendo, dejándolo destrozado.
Cerith llegó por detrás, sintiéndose avergonzada pero triste.

CERITH: Falon…
FALON: Lo siento, Cerith. No era yo.
CERITH: Lo sé. Por eso hablaré con Azalea para que lo entienda todo.
FALON: Gracias.

Esa noche, la más dolida fue Cerith, ya que había acabado de nuevo con el corazón ensangrentado.
Una vez más…la felicidad se le escapaba de las manos.
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Todo había vuelto a la normalidad.
El Oráculo seguía desaparecido. Los esbirros y sombras no habían vuelto a aparecer. Los jóvenes seguían estudiando con normalidad. Tedra y Shaner volvían a odiarse. Y Azalea…no quería saber nada de Falon, el cual no había tenido la oportunidad de darle una explicación.
Cerith lo había intentado hacer, pero con el desprecio de Azalea había terminado llorando en todos sus intentos de aclararle la situación.
Dalden estaba tan pendiente de la princesa que Falon ya empezaba a sentir la familiar rabia.
Al parecer, en todos los días que Falon había estado sin memoria, Dalden no había perdido el tiempo.
Pero pronto volvería a recalcarle que Azalea era suya.
No, Azalea no. Sino Zannaleah.
No debía olvidar que era una chica adoptada y que por eso la amaba.
Todos cenaban, y Azalea fue la primera en terminar y en levantarse de la mesa.
Dalden y Falon también se levantaron a la vez y se miraron desafiantes.

AZALEA: Vamos, Challen.
CHALLEN: Sí, Alteza.
DALDEN: Azalea…
FALON: Princesa…
AZALEA: Hasta mañana.

Alzó la barbilla con orgullo y se fue del comedor real, acompañada por su fiel caballero.
De todos modos, Dalden y Falon la siguieron y en el pasillo, el príncipe cogió por el cuello al emperador y lo estampó contra la pared.

FALON: Por si no te has dado cuenta, he recuperado la memoria. Así que aléjate de ella.
DALDEN: Por si no te has dado cuenta, ella no quiere saber de ti. Así que suéltame.
FALON: Te lo advierto, Dalden. Apártate de mi camino o terminaré haciéndote mucho daño físico.
DALDEN: ¿Crees que me asustan tus amenazas?
TEDRA: ¡Falon!

Los dos miraron hacia el final del pasillo, por dónde se acercaba Tedra hecha una furia.

TEDRA: Tenemos que hablar.
FALON: Ahora no, Tedra. Tengo que ver a Azalea.
TEDRA: Justamente no debes verla. ¿Has visto cómo está la pobrecita de Cerith?
FALON: Ya le pedí disculpas.
TEDRA: ¿Y crees que eso lo arregla todo?
FALON: No hay nada que arreglar porque nunca hubo nada.
TEDRA: ¡Pero estaba a punto de haberlo!
FALON: Pues ya no.
TEDRA: ¿En qué te has convertido, Falon? ¿En un monstruo sin corazón?
FALON: Mi corazón lo tiene Azalea, y si eso significa ser un monstruo, pues lo seré para toda la vida porque pienso compartirla con ella.

Dicho eso, se alejó, dejando furiosos a Dalden y a Tedra, la cual soltó un gritito lleno de impotencia.

TEDRA: ¡Maldita seas, Azalea!
DALDEN: Tu odio no ha menguado, Tedra.
TEDRA: Y nunca lo hará. Cada día la odio más.
DALDEN: Con tanto odio te harás vieja antes de tiempo.
TEDRA: Mejor cállate y dedícate a conquistar a Azalea. Quítala del camino de mi hermano como sea.
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Azalea estaba sentada frente al espejo del tocador, cepillándose el cabello, con la mirada perdida.
Challen, Kupó y Mog la miraban con preocupación.
Al parecer, que Falon hubiera recuperado la memoria no le había traído felicidad, sino todo lo contrario.
Estaba sumida en un silencio lleno de indiferencia y dolor.

KUPÓ: ¿Nos contarás qué ha pasado, kupó?
AZALEA: No ha pasado nada.
KUPÓ: ¿Por qué no has hablado con Falon, kupó?
AZALEA: Yo no tengo nada que hablar con él, así que deja de hacerme preguntas, Kupó.

Se levantó y se acercó a la cama para acostarse, dando a entender que quería estar sola y dormir.
Las dos mascotas suspiraron y se acostaron a su lado.
Challen le dio la buenas noches, apagó la luz y se fue.
Azalea tardó más de dos horas en conciliar el sueño, pero al sentir que la cabeza empezaba a dolerle por pensar tanto, al fin decidió quedarse dormida.
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Era de noche y la luz de la luna llena apenas iluminaba el sendero lleno de árboles, flores y piedras.
Pero ella seguía corriendo sin mirar atrás. Sin importarle que iba descalza y que las piedras lastimaban sus delicados pies.
Esta vez no deseaba huir del Diablo ni refugiarse en los brazos de nadie que no fueran de Falon, el cual la estaba besando en ese momento, bajo la luz de la luna.

AZALEA: Dime que me amas.
FALON: Te amo, Cerith…

La joven se puso tensa y lo apartó de un empujón.
Cerró los ojos con fuerza y se tapó los oídos con las manos para dejar de oír esas palabras.

FALON: Princesa, abre los ojos…
AZALEA: ¡No! ¡No quiero verte ni escucharte!
FALON: Por favor, Zannaleah…

¿Zannaleah?
La princesa abrió los ojos y se vio en la cama de su habitación, con Falon inclinado sobre ella, mirándola con intensidad.

AZALEA: ¿Qué haces aquí?
FALON: Necesito hablar contigo.
AZALEA: ¿Cómo has logrado entrar?
FALON: Eso no importa. Zannaleah, yo…
AZALEA: Has vuelto a intimidar a Challen, ¿verdad?
FALON: Cuando me vi sobre Cerith, me sorprendí mucho, princesa. Quedé en blanco porque no entendía qué demonios estaba haciendo.
AZALEA: No quiero saber nada de eso. Vete de aquí ahora mismo.
FALON: No. No me iré hasta que te entre en la cabeza que te amo a ti, mujer.

El corazón de la chica se aceleró y sus mejillas se sonrojaron.
Hacía tanto tiempo que no oía algo así…
Pero volvió a recordar la escena entre él y Cerith en el establo y se llenó de rabia.
Quiso empezar a pelear, pero al sentir las manos de Falon tomando su rostro, se quedó sin voz.
Se miraron tan intensamente que volvieron a sentir esa maravillosa conexión de amor.

FALON: Ya sabes que no soy bueno con todo esto, pero te amo. Te amo y quiero estar contigo.
AZALEA: Pero Cerith y tú…
FALON: Olvídate de Cerith. No puedes culparme por haber perdido la memoria. No sabía lo que hacía.

En eso tenía razón, pero Azalea era tan orgullosa que decidió no decir nada.
Siguieron mirándose en silencio hasta que Falon no aguantó más y la besó.
En esa fracción de segundo renació el amor y los envolvió por completo.
Sin poderlo evitar, ella se aferró a los hombros del príncipe y respondió al beso con unas ganas contenidas de hacía ya tiempo.
Oh, Dios… Ese era su Falon… Lo había extrañado tanto…
Lo amaba. Claro que lo amaba.
Al sentir cómo se derretía esa princesa en sus brazos, Falon perdió el control y dejó todo su peso sobre el delicado cuerpo de la chica, profundizando así el beso, saboreando lentamente su dulce boca.
Por todos los dioses… Sentía que hacía siglos que no la tocaba…
Sus manos apartaron las sábanas y buscaron la piel de terciopelo que se escondía debajo de él.
Tocar sus curvas fue encontrarse con el paraíso.
Sentirla temblar como una flor fue el indicio de que Azalea lo deseaba tanto como él a ella.
Pero la princesa rompió el beso para mirarlo con los ojos bien abiertos y las mejillas sonrojadas.

AZALEA: E-espera…
FALON: ¿Qué ocurre?
AZALEA: Yo…no…yo…
FALON: Relájate. No voy a hacerte el amor. Lo deseo con todas mis fuerzas pero hoy no. Solo quería sentirte.

Se apartó y se pasó la mano por el cabello, intentando controlar la necesidad de amarla en cuerpo y alma.
Azalea se tapó con la sábana hasta el cuello, sintiéndose avergonzada.

FALON: Descansa. Hablamos mañana.

Le besó la mejilla y salió de la estancia.
En el pasillo estaban Kupó y Mog, mirándolo con enfado.

FALON: Ya podéis entrar. Y gracias por esperar fuera.
KUPÓ: ¡Tú nos has obligado a estar en el pasillo, kupó!
FALON: Tranquilo. Solo ha sido un ratito.
KUPÓ: ¿Qué le has hecho a mi Azalea, kupó?
FALON: Nada que ella no quisiera.

Les guiñó un ojo y se alejó.
Cuando las mascotas entraron en la habitación, vieron que Azalea miraba el techo, con las mejillas rosadas y una sonrisa tonta en el rostro.
Parecía estar en una nube, así que Kupó y Mog decidieron no decirle nada y seguir durmiendo.
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Al día siguiente, dentro de la sala de estudios, Azalea, Lilly y Lenoic miraban de reojo a Aika, la cual había dejado de estar con ellos al haber recuperado la memoria.

LILLY: Creo que deberíamos intentar acercarnos a ella y hacernos de nuevo sus amigos.
AZALEA: No pienso soportar que me alce la voz o me responda mal.
LILLY: Almenos intentémoslo.
AZALEA: Empieza tú.

Antes de que Lilly pudiera acercarse a Aika, la profesora llegó y dio inicio a la materia.
Dos horas después, Azalea, Lilly y Lenoic acorralaron a Aika en el jardín.

AIKA: ¿Qué hacéis? (¬ ¬)
AZALEA: Queremos hablar contigo.
AIKA: ¿Sobre qué?
LILLY: Los días que estuviste sin memoria, fuiste una gran amiga nuestra. Sé que no recuerdas nada, pero te lo pasaste muy bien a nuestro lado.
AIKA: Mm. ¿Y?
LILLY: Queremos que vuelvas a ser nuestra amiga.
AZALEA: Sé que tú y yo chocamos, pero las peleas son normales en la amistad.
AIKA: Vale.
LILLY: Haremos de todo juntos y nos iremos de picnic.
AIKA: Vale.
ZALEA: Intentaré no provocarte solo si tú también lo intentas.
AIKA: Vale.

Azalea y Lilly parpadearon, sorprendidas.

AZALEA Y LILLY: ¿Vale?
AIKA: Sí, acepto ser vuestra amiga.
AZALEA: ¿En serio?
AIKA: Pero no prometo nada.
AZALEA: ¡Ja! Todos por igual, Aika. Si yo no te ataco, tú no me atacas.
AIKA: Será difícil no atacarte, con lo peleona que tú eres…
AZALEA: ¡Retira eso!
AIKA: ¡Es la verdad!

Comenzaron a discutir, bajo las sonrisas de Lilly y Lenoic.
Estas chicas no tenían remedio…
Los gritos de Azalea fueron interrumpidos porque Falon la alzó para ponérsela en el hombro como si fuera un saco de patatas.

AZALEA: ¡Eh! ¡Suéltame!
FALON: Deja de pelear, mujer. Con vuestro permiso, me la llevo.
AZALEA: ¡Espera! ¡¿Adónde me llevas?!
FALON: A mi mundo.
AZALEA: ¡Bájame!

Falon se la llevó mientras ella pataleaba.
Aika, Lilly y Lenoic se echaron a reír.
Presentían que Falon y Azalea serían la pareja más divertida del reino.
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En cuanto Falon llegó al jardín más solitario del reino, soltó a la chica, la cual comenzó a golpearle el pecho con sus pequeños puños.

AZALEA: ¡Eres un tonto!
FALON: ¿Por qué?
AZALEA: ¡Se han reído de mí y eso no te lo voy a perdonar!
FALON: No te enfades.
AZALEA: ¿Cómo puedes ser capaz de ponerte en el hombro a la princesa de Ciudad Krystán?
FALON: Porque eres mía.
AZALEA: Eso no te da derecho, Falon.
FALON: ¿Eso crees?

La acorraló contra un árbol y la besó para acallar sus protestas.
De inmediato, ella se rindió a su boca, entregándole en silencio lo que sentía a través de ese beso.
Todo era tan especial…

FALON: Princesa…
AZALEA: ¿Mm?
FALON: Cásate conmigo.

La chica lo miró con los ojos bien abiertos.
Su corazón se desbocó. El aire se le cortó.
¿Tanto la amaba como para pedirle matrimonio? ¿Él, que adoraba su libertad?
Entonces lo miró con desconfianza.

AZALEA: No será otra de tus trampas, ¿verdad? (¬ ¬)
FALON: ¿Qué?
AZALEA: Quieres casarte conmigo para tenerme en tu cama.
FALON: Por todos los demonios, mujer. Ya no pienso así. Ahora quiero hacer las cosas bien.
AZALEA: Pues que sepas que tú cancelaste nuestro compromiso cuando perdiste la memoria.
FALON: No hará falta compromiso para poder casarnos.

La sujetó por la cintura y volvió a besarla.
Y Azalea volvió a derretirse. Es que solo con Falon era débil. Solo con él perdía la razón. Solo con él quería estar…para siempre…
Falon dejó de besarla para abrazarla con una ternura que le llegó al alma.

FALON: Te amo, Zannaleah.

El corazón de la chica se detuvo.
Su mente se llenó de pensamientos envenenados sobre la venganza y el tema de ser una chica adoptada.
El miedo le atenazó el alma, y Falon la sintió tensa en sus brazos.

FALON: ¿Qué pasa?
AZALEA: No, nada…
FALON: ¿Segura?
AZALEA: Sí. Abrázame más fuerte, Falon…

Él así lo hizo, disfrutando de la sensación de sentirla delicada y blandita, con su aroma floral que tanto le gustaba.
La deseaba demasiado, y no veía la hora en que pudiera hacerla suya para siempre.
Pero por ella era capaz de esperar, algo que jamás hizo con nadie.
La amaba, y nada ni nadie los separaría.
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TO BE CONTINUED...

por **~Shia~** Jue Ago 30, 2012 6:37 pm

Pobresita de Cerith u.u pero Azalea ya se lo había advertido.Y pobre de Dalden ahora que Falon recupero la memoria sera mas difícil para el conquistara a Azalea
Que buen capitulo >.< ya no aguanto las ganas de saber que mas pasara

Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

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Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)