Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

por SweeT PrincesS Miér Sep 05, 2012 7:50 am

"La Venganza De Azalea"

PARTE 27

Era de noche y la luz de la luna llena apenas iluminaba el sendero lleno de árboles, flores y piedras.
Pero ella seguía corriendo sin mirar atrás. Sin importarle que iba descalza y que las piedras lastimaban sus delicados pies.
No sabía por qué huía, pero sentía que debía seguir corriendo.
Vio luz en una puerta semi abierta al final del sendero y se dirigió allí.
Al entrar, vio a Falon sentado en la cama, sin camisa y sonriéndole.

FALON: Te estaba esperando.
AZALEA: ¿Por qué?
FALON: Vas a ser mía. Ven, princesa.

Nerviosa, la joven se acercó y se metió en la cama.
Pronto él comenzó a besarla, pero la puerta se abrió de nuevo y entró Cerith.

AZALEA: ¿Qué hace ella aquí?
FALON: También es mía.

El dolor hizo que la princesa cerrase los ojos con fuerza.
Comenzó a patalear al notar que Falon se le ponía encima.
No quería que la tocase… No si había tocado también a Cerith.

AZALEA: ¡Suéltame! ¡No me toques!
FALON: Zannaleah, despierta.

Ese nombre siempre la hacía reaccionar.
Abrió los ojos y se vio acostada en la cama de Falon, el cual estaba a su lado, mirándola con ternura.

FALON: ¿Una pesadilla?

Ella asintió y cubrió su desnudez con la sábana.

FALON: No seas vergonzosa.
AZALEA: ¿Qué hora es?
FALON: Apenas son las 6 de la mañana.
AZALEA: Quiero regresar a mi habitación.
FALON: ¿Por qué? Yo quiero seguir amándote.
AZALEA: Oh, cállate.

Intentó levantarse, pero sintió un dolor tan agudo entre sus piernas que se quedó paralizada.
Él la miró con preocupación.

FALON: ¿Qué ocurre?
AZALEA: Nada.
FALON: ¿Segura?
AZALEA: Solo quisiera regresar a mi habitación.
FALON: Pero…
AZALEA: Por favor.
FALON: Está bien.

Con un suspiro, Falon se levantó, se puso el pantalón y se asomó por la puerta para verificar que el pasillo estaba vacío.
Entonces, Azalea se enrolló la sábana en su cuerpo y se acercó a la puerta para salir, pero él la detuvo para besarla con ternura.

FALON: Te amo. Descansa un poco.

Sonrojada, ella corrió por el pasillo sin mirar atrás.
Al entrar en su habitación, se apoyó en la puerta y respiró hondo.
Le dolían demasiado las piernas, pero sobretodo el centro de su ser.
Por suerte, Kupó y Mog dormían, así que decidió dormir un rato más.
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La reina entró en la estancia de su hija y abrió las cortinas para que entrasen los rayos del sol.
Azalea despertó, refunfuñando.

MADRE: Llegas tarde a clase.
AZALEA: Tengo mucho sueño… (-_-)
MADRE: ¿No has pasado buena noche?
AZALEA: Sí y no…
MADRE: ¿Cómo debería entender eso?

A regañadientes, la princesa se levantó y su madre la miró, sorprendida de verla completamente desnuda.

MADRE: ¿Desde cuándo duermes así?

Su hija enrojeció y se metió en el baño.
Por todos los dioses… Había dormido tan profundamente que se había olvidado de todo lo que había hecho con Falon.
Por suerte, su madre se había encargado de prepararle la bañera, así que se metió dentro del agua y suspiró.
¿Debía contarle a su madre que ya no era virgen? ¿O dejar las cosas así?
Un rato más tarde, entró a clase y se disculpó por llegar tarde.
Su mente no pudo concentrarse en nada que no fuera la maravillosa noche con Falon.
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Esa misma tarde, Azalea estaba plantada frente a sus padres, ya que se despedían de Zaebard, de Falon, de Dalden y de los demás.
La reina abrazó a su hija.

MADRE: Cuídate mucho, mi cielo.
AZALEA: Lo haré.

Estaba tan seria que apenas podía mirar a la cara a su padre.
No deseaba despedirse de él, pero para disimular le besó la mejilla.

PADRE: Sigue escribiéndonos, hija.
AZALEA: Ajá.

En cuanto los reyes de Krystán se fueron en la nave, Azalea dio media vuelta y se encaminó hacia el castillo, seguida por Challen.

CHALLEN: ¿Alteza?
AZALEA: ¿Mm?
CHALLEN: ¿Estáis bien?
AZALEA: Sí, Challen. Gracias.

Se reunió en la sala del té con Lilly, Lenoic y Aika para así distraer su mente del recuerdo de la infidelidad de su padre.

LILLY: Hola, princesa.
AZALEA: Hola, chicos. (Sentándose)
LILLY: Hay planes, ¿sabes?
AZALEA: Cuéntame.
LILLY: Pero son secretos.
AZALEA: ¿Por qué?
LILLY: Porque no nos permiten salir de aquí sin soldados. Y al lugar al que vamos a ir no necesitamos soldados.
AZALEA: Oh…ya veo.
LILLY: Encargaros de traer puesto el traje de baño bajo la ropa que tenéis.
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Azalea y Challen estaban maravillados de lo que veían sus ojos, al igual que Kupó y Mog.
Ante ellos se extendía un precioso lago de agua cristalina, rodeado de altos árboles y hierba verde con flores de colores.
El sol brillaba en lo alto del cielo, entibiando así el agua y la piel de los cinco jóvenes.
La primera en quitarse el uniforme y lanzarse al agua fue Lilly.

LILLY: ¡Esto es el paraíso! ¿A qué esperáis?

Azalea sonrió y también se quitó el uniforme para meterse en el agua.
Después fueron Lenoic y Aika.
Kupó y Mog jugaban en la orilla.
Y Challen se sentó en la hierba, admirando la belleza de su princesa, la cual hoy no parecía desanimada.
¿Se habrían arreglado las cosas entre ella y Falon?

AZALEA: ¡Challen, el agua está estupenda! ¡Ven un rato!
CHALLEN: Ahora mismo no me apetece, Alteza.
AZALEA: ¡Tú te lo pierdes!

Challen sonrió, alegre de volver a verla sonreír.
Recordó todo lo que le contaron Kupó y Mog sobre el pasado de Azalea, ya que Challen no podía imaginarse a una princesa llena de odio y de deseos de venganza.
Ella era una chica rebelde y de carácter fuerte, pero poseía un gran corazón.
Y cuando quería, podía ser dulce y tierna.
Mirándola de ese modo, no era una chica que inspirase ganas de lastimarla, sino más bien de protegerla, cuidarla, mimarla, amarla…
Su corazón se aceleró.
De nuevo volvían esos pensamientos.
Debía controlarlos antes de que cometiera una locura.
De pronto, vio algo extraño entre los árboles, más allá del lago.
Se levantó para ver mejor y se sorprendió al descubrir que se abría un agujero negro en el aire.

CHALLEN: ¡Cuidado! ¡Salid del agua!

Azalea, Lilly, Lenoic, Aika, Kupó y Mog lo miraron sin saber qué ocurría.
A ninguno le dio tiempo de reaccionar, y dicho agujero comenzó a absorber con fuerza todo a su paso, comenzando por el agua del lago.
Sin dudarlo, Challen se lanzó al agua y sujetó de los brazos a Azalea y a Lilly para tirar de ellas y arrastrarlas hacia la orilla.
Kupó y Mog alzaron el vuelo y se salvaron de la absorción.
Pero Aika y Lenoic no tuvieron tanta suerte, y en cuanto fueron absorbidos, el agujero se cerró y desapareció.
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Envuelta en una toalla, Azalea temblaba al recordar lo sucedido en el lago.
Lilly lloraba desconsoladamente por la pérdida de Lenoic y Aika.
Y Zaebard se paseaba por la sala con expresión sombría, bajo las miradas de Falon, Dalden, Shaner, Tedra y Cerith.

ZAEBARD: No debí fiarme de la tranquilidad que ha habido estos días.
SHANER: ¿Queréis que haga un reconocimiento de los alrededores, Majestad?
ZAEBARD: Sí, será lo mejor. Que Falon y Dalden te acompañen.

Al oír eso, Azalea se puso tensa.
No quería volver a sufrir si a Falon le ocurría algo malo como volver a perder la memoria.
La puerta se abrió y entró un soldado acompañado de un mensajero.

SOLDADO: Majestad, es un mensajero del Oeste de Aion.
ZAEBARD: Adelante.
MENSAJERO: Señor… (Acercándose) Traigo noticias de su familia.
ZAEBARD: Habla.
MENSAJERO: Los emperadores Denki y Yimbo tienen a vuestra esposa e hijos encerrados en el calabozo.

Zaebard apretó los puños y soltó un gruñido que asustó a las chicas.
Por culpa del descubrimiento del Oráculo y de la traición del difunto Cian, se iniciaría una guerra, en la cual jugaban la avaricia y el poder.

ZAEBARD: Shaner, prepara la nave. Nos vamos al Oeste de Aion.
SHANER: Majestad…
ZAEBARD: Si quieren guerra, la tendrán.
SHANER: Ellos ahora son más cantidad que nosotros. No os dejéis guiar por la furia, Señor.
FALON: Shaner tiene razón, Zaebard. Ellos quieren que caigas en su trampa.
ZAEBARD: ¿Y qué queréis vosotros? ¿Qué me quede cruzado de brazos?
SHANER: Dejadlo en mis manos, Señor. Os juro que salvaré a vuestra familia.
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Azalea terminó de ponerse un bonito vestido de color rosado y se volteó al ver que entraba Falon para abrazarla con fuerza.

FALON: Gracias a Dios que tú estás bien.
AZALEA: Oh, pero Aika y Lenoic…
FALON: No te angusties por ellos. Confío en que los encontraremos sanos y salvos.
AZALEA: ¿Y si eso no llega a pasar?
FALON: No seas negativa.
AZALEA: Yo no podré dejar de pensar en ellos y…
FALON: Yo te voy a distraer.

Tomó su rostro entre sus fuertes manos y la besó con esa ternura que a ella tanto le encantaba.
Sí… Los labios de Falon eran el perfecto elixir para olvidar todos sus problemas por un momento.
Oyeron pasos y se separaron enseguida.

AZALEA: Creo que es Challen.
FALON: Te espero en el último jardín.
AZALEA: Pero…
FALON: No me falles.

Le besó la nariz y salió de la estancia, dando paso al caballero personal.

CHALLEN: Alteza, ha llegado una carta de vuestros padres.
AZALEA: ¿Tan pronto?

La tomó, la abrió y empezó a leerla.
Challen vio cómo su expresión se tornaba sombría y eso lo preocupó.

CHALLEN: ¿Ocurre algo malo, Alteza?
AZALEA: No.

Se sentó en la cama y arrugó la carta, en la cual decía su madre que le había confesado a su padre que ella había contado su infidelidad a Azalea.
Y ahora, el rey de Krystán estaba en camino. Pero Azalea no deseaba verlo.
¿Qué podía hacer para evitar encontrarse con su padre?
Suspiró y le sonrió a Challen.

AZALEA: Saldré a pasear un rato. Hace un sol estupendo.
CHALLEN: ¿Queréis que os acompañe?
AZALEA: No, gracias. Solo iré a los jardines. Tú descansa un rato.
CHALLEN: De acuerdo, Alteza.
AZALEA: Te veo después.
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Azalea llegó al jardín trasero, dónde la esperaba Falon, el cual le sonrió al verla llegar.
Se veía tan hermosa bajo los rayos del sol…
Su pecho se llenó de intensas emociones al saber que era solamente suya.
Pero verla tan seria lo preocupó bastante.

FALON: ¿Pasa algo?
AZALEA: No.
FALON: ¿Por qué estás tan seria?
AZALEA: Mi padre se dirige hacia aquí.
FALON: ¿Y eso es motivo de seriedad?

Azalea lo miró, dubitativa.
¿Debía contarle todo y así buscar su apoyo?
Respiró profundamente y contó mentalmente hasta diez.
Tenía entendido que el amor se basaba en la confianza y en el apoyo mutuo.

AZALEA: No quiero volver a ver a mi padre.
FALON: ¿Por qué dices eso?
AZALEA: Estoy empezando a odiarlo.
FALON: Vaya. Será mejor que demos un paseo mientras me cuentas qué ha pasado.

Y así fue.
Pasearon bajo el cálido sol y ella le contó todo lo que le confesó su madre.
Llegaron a la sombra de un árbol y se sentaron sobre la hierba.

FALON: Así que tienes una hermana…
AZALEA: Sí.
FALON: Sorprendente. Aunque…hay algo que no entiendo.
AZALEA: ¿Mm?
FALON: Tu madre fue a ver a esa mujer y la encontró embarazada, ¿cierto?
AZALEA: Ajá.
FALON: ¿Cómo supo tu madre que esa mujer tuvo una niña y no un niño?
AZALEA: No lo sé. Pero poco me importa.

Falon la abrazó y se apoyaron en el tronco del árbol, disfrutando de la sombra y de la tranquilidad del momento.

FALON: Comprendo tu enfado, pero no deberías odiar a tu padre por algo que hizo hace muchos años.
AZALEA: Mi madre sufrió demasiado, Falon.
FALON: Y sigue con él. Lo ama y ya lo perdonó. No eres tú la que debe decidir si perdonarlo o no.
AZALEA: Hacerle daño a mi madre ya es suficiente para odiarlo.
FALON: Zannaleah…
AZALEA: Quién ama de verdad, no hace esas cosas. ¿Tú lo harías?
FALON: Claro que no. Solo tengo ojos para ti.

Tras decir eso, Falon la acostó y se le puso encima para mirarla con ternura.
La princesa se ahogó en esa mirada tan profunda…y disfrutó al sentir el peso del príncipe sobre ella.

FALON: Jamás te sería infiel, princesa. Contigo lo tengo todo. Te amo.

La besó suavemente y sus manos se encargaron de llenarla de caricias.
Pronto, Azalea se olvidó de su padre y se entregó al amor.
Estar entre los brazos de Falon era lo único que la alejaba de todo lo malo.
Ni siquiera quería pensar en el pasado, en el odio ni en la venganza.
Solo deseaba estar a su lado para siempre…
Entre besos y caricias, Falon le hizo el amor bajo la sombra del árbol.
Azalea cerró los ojos y suspiró, sintiéndose maravillosamente completa.
Esta vez no había dolido tanto, y el placer la había llevado hasta el cielo.
Falon era muy cuidadoso con ella y con su delicado cuerpo, y eso le encantaba.
El príncipe miró al cielo y suspiró.
Se sentía en el paraíso…
Amar a esta princesa era algo inexplicable.
Sentirla debajo de él era maravilloso y lo llenaba de nuevas e intensas sensaciones.
Se amaban, y no hacían falta palabras, pues sus cuerpos hablaban por sí solos.
Falon la miró de reojo y su corazón se aceleró al verla tan relajada y hermosa después de haber sido amada.
Saber que era solamente suya lo colmaba de paz y bienestar.
Ella fue hecha para él, y jamás la dejaría escapar.
Lucharía contra el rey de Krystán, contra el mundo entero y contra el destino con el fin de tenerla a su lado.
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En cuanto Azalea supo que su padre había llegado al reino, se encerró en su habitación y fingió estar enferma.
Kupó y Mog la miraban con preocupación.

KUPÓ: No podrás evitar a tu padre todo el tiempo, kupó.
AZALEA: Lo intentaré.
MOG: ¿Por qué no procuras escuchar su explicación?
AZALEA: Ni siquiera quiero verle, Mog.
MOG: Pero tienes que hacer un esfuerzo. Es tu padre y no podéis estar así para siempre.
AZALEA: Yo sí puedo.
KUPÓ: ¿Has olvidado lo buen padre que ha sido contigo, kupó?

Azalea abrazó la almohada y suspiró con tristeza.
¿Desde cuándo se escondía de los problemas?
Ella siempre los enfrentaba, así que ahora debía hacer lo mismo.
Pero…no deseaba terminar discutiendo con su padre…

KUPÓ: ¿Qué harás, kupó?
AZALEA: No lo sé. Tengo miedo…
MOG: ¿De qué?
AZALEA: De poder herir a mi madre peleándome con él.
MOG: Intenta no pelear.
AZALEA: Será algo imposible. Ya conocéis mi carácter…

Alguien tocó a la puerta y la princesa se puso tensa.

KUPÓ: ¿Quién es, kupó?
CHALLEN: Challen.
KUPÓ: Pasa.

El joven caballero entró y cerró enseguida, ya que sabía que su princesa no deseaba ser molestada.

CHALLEN: Alteza, vuestro padre va a subir a veros.
AZALEA: ¿Qué? ¿No le dijiste que estoy enferma y que no deseo ver a nadie?
CHALLEN: Sí, princesa. Está preocupado y con más motivos quiere veros.
AZALEA: Maldita sea…

Challen parpadeó, sorprendido de oírla hablar mal.
Azalea se cubrió con la sábana hasta la nariz y fingió dormir.
En cuanto la puerta se abrió sin permiso, el caballero se puso nervioso.

CHALLEN: Majestad…
REY KRYSTÁN: ¿Cómo sigue mi hija?
CHALLEN: Ahora mismo está dormida.
REY: Dejadme a solas con ella.

Sin dudar en obedecerle, Challen y las mascotas salieron de la estancia.
El rey se acercó a la cama y se sentó al lado de su hija, la cual tenía los ojos cerrados, aparentemente dormida.
De todos modos, su padre decidió decirle todo lo que sentía.

PADRE: Azalea, lo que pasó hace años fue el mayor error de mi vida.

La princesa apretó los puños bajo la sábana.
¿Error? ¿Error haberle sido infiel a su esposa la reina?
No solo eso fue un error. También lo fue que su padre siguiera viendo a esa mujer durante años. También lo fue haberla dejado embarazada.
Dios…cómo dolía…

PADRE: Fue un periodo en el cual me dejé llevar por los deseos de mi juventud. Sé que hice mal las cosas pero…tu madre me perdonó. ¿Podrías hacerlo tú?

Azalea quería gritarle tantas acusaciones que le escocían en el alma…
Pero no lo haría. No quería herir a su madre.
Siguió con los ojos cerrados y apretando los puños.

PADRE: No me iré de aquí hasta que me perdones, Azalea. Te amo a ti, amo a tu madre y quiero morir amándolas a las dos. Descansa. Después te veo.

Dicho eso, se fue.
La chica respiró profundamente y miró al techo, a punto de llorar.
No podía perdonarlo. No quería hacerlo. Ni siquiera quería volver a verle.
La puerta se abrió de nuevo y entraron Challen y las mascotas, las cuales volaron hasta ella y se abrazaron.

KUPÓ: ¿Estás bien, kupó?
AZALEA: No…
MOG: Tienes todo nuestro apoyo.
AZALEA: Lo sé. Gracias.

La princesa miró a Challen, el cual la miraba con preocupación y tristeza.
Ella sonrió y estiró los brazos hacia él.

AZALEA: Tú también formas parte de mi vida, Challen. Ven.

Un poco avergonzado, el chico se sentó en la cama y Azalea lo abrazó con calidez.
Challen dudó unos instantes antes de devolverle el abrazo, pero es que sentirla tan cerca lo bloqueaba completamente.

AZALEA: Gracias a los tres por estar a mi lado.
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En la sala de reuniones, estaban el rey Zaebard y Shaner, el cual se paseaba por la estancia, hecho una furia.

SHANER: Yo no tengo idea de cuidar princesas, Majestad.
ZAEBARD: Solo consiste en ir a todas partes con ella y protegerla.
SHANER: No podéis hacerme esto, Señor.
ZAEBARD: Necesito que las princesas estén bien protegidas las 24 horas del día ya que están bajo mi responsabilidad. Azalea ya tiene a Challen, así que debes quedarte con Tedra.
SHANER: Por todos los demonios…
ZAEBARD: Ahora más que nunca es cuando necesitan protección. Mira lo que pasó con Aika y Lenoic.
SHANER: Hay tantos soldados aquí y…
ZAEBARD: Tedra quiere a alguien de confianza. Y tú lo eres, Shaner.
SHANER: Majestad…
ZAEBARD: Sé que siempre serás leal, así que te encomiendo este trabajo. Doy por finalizada la reunión.
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Tedra y Cerith tomaban el té en la sala de estar, conversaban y reían, pero fueron interrumpidas por la entrada del alto y fuerte guerrero Shaner, el cual miró directamente a Tedra.

SHANER: Necesito hablar con vos.
TEDRA: ¿Ahora?
SHANER: Sí.
TEDRA: Siéntate y hablemos. Cerith es como mi hermana.
SHANER: No quiero sentarme.
TEDRA: Entonces tú dirás.
SHANER: Iré al grano: no quiero ser vuestro caballero personal y protector.
TEDRA: Me importa poco lo que quieras tú. Debes cumplir con tu trabajo y obedecer a Zaebard.

Shaner apretó los dientes, aguantando las ganas de ponerla en su sitio.
Qué muchacha tan atrevida…

SHANER: ¿Por qué diablos debo ser yo?
TEDRA: Porque me gustas.

Tras soltar eso, Tedra se sonrojó.
Cerith la miró, sorprendida. Y el guerrero hizo una mueca despectiva.

SHANER: Yo no quiero gustaros.
TEDRA: Y yo odio que me gustes, pero no puedo hacer nada. Serás mi caballero lo aceptes o no.
SHANER: Ya veremos.

Salió de sala, dando un portazo.
Tedra suspiró y Cerith sonrió.

CERITH: Vaya, muy valiente de tu parte confesarle que te gusta.
TEDRA: No sé ni por qué me ha salido así.
CERITH: Lo has hecho movida por la rabia al ver que Shaner te rechazaba.
TEDRA: Quizá…
CERITH: Te felicito. Has dado un gran paso, amiga.
TEDRA: Presiento que nada será fácil con Shaner…
CERITH: ¿Desde cuándo te gustan las cosas fáciles?
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TO BE CONTINUED...

por **Alice~** Miér Sep 05, 2012 10:49 am

Wuau que hermoso me hiz llorar :'3 tanta ternura... Deberías hacer una novela (?

por SweeT PrincesS Miér Sep 05, 2012 1:50 pm

jajaja bueno este fic es como una novela

por **~Shia~** Miér Sep 05, 2012 5:40 pm

>.< si yo fuera Azalea no me aguantaría y golpearía al rey ò.ó
Pobre del rey Zaebard u.u saber que su familia esta en esa clase de peligro debe ser horrible

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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

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