Vampire Hunter

Hola! Pues Sé que el foro se está muriendo (perdón pero es la verdad, también me afecta a mí ) pero eso no es motivo para desalentarme en seguir publicando Fics, al contrario, en fin, también el retrasarme mucho se me ha hecho costumbre gomen.

Acá les dejo la continuación, espero que se acuerden de la historia, y si no, también pueden revisar los links que les dejaré. Espero lo disfruten.

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*Capítulo 3: ¿Vampiresa? No te creo... (aquí)
*Capítulo 4: Llegada a la academia Cross
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NOCHE 3: ¿Vampiresa? No te creo...

La nueva vampiresa despertaba de su profundo sueño; aún se sentía mareada, pero menos que antes. Abría los ojos de a poco, su vista era borrosa, mas después logró divisar a un chico de cabello plateado y ojos amatistas que la sostenía con sus manos en su espalda.

—Fiuu, me asustaste. Qué bueno que te encuentres bien. -sonrió el joven para ella-

Night le vio con confusión, percibió el olor a muerto y sentía el frío de los brazos que la envolvían. Alrededor vio nada menos que a sus compañeros tendidos en el césped, pálidos, manchados de sangre, inmóviles. Todo era indicio de un asesinato, pero más allá de eso se percató de que tenían un par de agujeros ensangrentados. De inmediato notó los colmillos que el chico ocultada en su paladar superior. Sin detenerse a analizar sacó su conclusión.

—Tú… ¿Qué has hecho? -dijo nerviosa-
—¿De qué hablas?
—Ellos… están muertos.
—Lo sé.
—Y todavía lo admites. ¡Aléjate de mí! -se escapa de sus brazos con un salto alto y veloz, lo que la sorprendió- ¿Cómo hice eso?
—Porque eres un vampiro. -respondió con seriedad, Night no le creyó-
—Mentiroso, soy una chica normal.
—Eres lo contrario a normal. Eres como yo. Sólo siente tus colmillos.

Volvió a sorprenderse al tocar sus nuevos dientes puntiagudos, pinchó sus dedos por accidente brotando unas gotas rojas. Paralizada cual cubo de hielo, quería que todo fuera una simple pesadilla, desgraciadamente la verdad sobre ella cada vez salía a la luz.

—Eso… es imposible… -se puso firme- Sólo son caninos más puntiagudos.
—Eres demasiado terca, Night.
—Tal vez no sepa qué pasó exactamente con esos chicos, tal vez no sepa de dónde apareciste y tal vez no sepa cómo es que sabes mi nombre. Pero sí sé, que solo soy una humana con una falla genética. Ahora déjame en paz.

Con brusquedad se soltó el brazo para irse del escenario donde el olor a muerte no se esfumaba. Zero, como una ráfaga de viento, se apareció delante de ella deteniendo su camino, con una expresión cuya seriedad había aumentado.

—Apártate. -ordenó amenazante-
—No. -respondió con seguridad-
—Apártate o sino… -situó su mano tras su espalda-
—¿O sino qué?

Al notar el diminuto brillo detrás de las caderas de la joven corrió como relámpago tras ella sujetándole la muñeca en la altura de su corazón con la daga con la que iba a atacarlo.

—¿Me vas a matar? -rió burlona-
—No lo haré si vienes conmigo.

Silencio

—Hmp, prefiero morir. -respondió, actuando como si le importase un comino lo que sucedería-
—Tch. -la soltó- No te voy a matar. -deja que se aleje y mientras lo hacía alzó la voz- Nunca le haría eso a mi hermana.

Night quedó en shock un segundo, tuvo que reaccionar para armar su respuesta.

—Loco. Yo no tengo hermanos. Además, ¿Cómo estás tan seguro?
—Mi hermana tiene una marca de media luna en la clavícula derecha.
—¿Entonces?
—Mírate. -levantó la daga parada frente a ella-

Fue entonces cuando con el reflejo se dio cuenta de que su pequeña marca era parecida a la media luna; y no sólo eso, sino que cuando vio un pedazo de su cabello en el reflejo se vio cambiada totalmente: brillante cabellera platinada, intensos labios rubíes, azules ojos zafiros, blancas perlas y sus colmillos… esos colmillos que culminaron la ansiedad y agonía al ayudarla a beber.

Siguió examinándose detenidamente, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas.

—Es cierto… -baja la daga- Soy una… soy… una…

Ocultó su rostro con los flequillos de su cabello al agachar su cabeza, sentía vergüenza el saber que la veían llorando. De todas formas Zero se dio cuenta y se acercó a abrazarla protectoramente; Night no respondió al principio, pero cuando rompió en llanto se quedó sin opción.

—Sé que es difícil aceptarlo. Vamos, te llevaré a donde vivo.

Camino a ese lugar Zero iba calmándola. Cuando se sintió mejor, ellos se pusieron a conversar.

—¿Te sentiste algo rara días antes?
—Hmhmhm. -rió- Sería como preguntar si el color de un caballo blanco es blanco desde que nació. De hecho en mi vida entera he sido una chica rara: siempre he odiado al sol, he amado encajar mis dientes en la carne, he sido más ágil que un humano normal, mi cabello originalmente era blanco e incluso me encanta chupar la sangre de mis propias heridas.
—¡¿Te encanta qué?! -la toma de los hombros- ¡Night! El vampiro no bebe de sí mismo porque nuestra propia sangre es como nuestro propio veneno.
—Tal vez por eso a veces sufría de desmayos.
—Pero… tú… -dejó a su supuesta hermana confundida; pero al observarla con más detenimiento fue él quien se confundió más-
—Sigo con vida. -sonrió- Significa que no soy lo que tú. -concluyó cuando estaba por irse. Zero la detuvo del brazo-
—Sólo es algo que te pasa que me confunde.
—De acuerdo. -se rindió- Te creo en lo que soy vampiresa, pero sigo dudando en que sea tu hermana aunque tenga esa dichosa marca. -continuaron caminando y Zero iba a contestarle, pero por un feo recuerdo que le llegó a su mente sintió que era mejor ocultárselo-
—Lo de la marca fue un invento repentino. Aún tengo dudas sobre si la tenías.
—¡¿Entones cómo sabes que soy tu hermana si ni siquiera tengo algo que lo confirme?! -gritó casi molesta-
—Seguro que tienes borrosa tu vida en la infancia.
—Pues, ahora que lo mencionas olvidé casi todo desde que desperté. Lo único de lo que me acuerdo sobre mi infancia es que desperté en una cabaña, tengo entendido que un par de hombres me acogieron, me trataron como a una hija y me entrenaron para ser cazadora junto con otros niños con los que vivía, yo era la única mujer. Eran muy estrictos respecto a la caza de fenómenos porque incluso me tiñeron el cabello de negro ya que el blanco atraía la atención de las presas. Pero no me molestaba; pues ellos me rescataron a los 4 años.
—¡Mentirosos! -comentó Zero casi gritando a la vez que se detuvo en seco- Ellos te secuestraron a esa edad. Me tomó 12 años saber dónde estabas. -confesó mientras empezaba a recordar-
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Estábamos jugando en el patio de nuestra casa, mamá me llamó pero cuando volví para no dejarte mucho tiempo sola, ya no estabas. Se los dije a mis papás y a Ichiru y de inmediato fuimos a buscarte. Casi todos los cazadores estuvieron buscándote pero no te encontraron por más que lo hicieran y casi te dejaban de buscar, pero cuando les avisé que intenté detener a esos hombres que te llevaron lejos dentro de un saco sin importan por dónde tenían que cruzar retomaron la misión. Pensamos que ahora sí sería fácil, sin embargo fue inútil. Ese día mamá quería morir ya que le quitaron a uno de sus hijos. Fuimos a todas partes: bosques, montañas, cuevas, ciudades; y nada. Luego de seis años te dieron por muerta, mamá entraba en depresión, mi hermano empeoró su salud por lo preocupados que estábamos por ti, y mi papá les hizo la promesa de que te hallaríamos pasara lo que pasara aunque por dentro se quedaba sin esperanzas. Y en esa misma noche ocurrió lo peor, una vampiresa se nos apareció de la nada frente a la casa: cabello blanco, largo con cerquillo, ojos largos de un rojo extrañamente apagado, la piel del color de la harina, finos labios y vistiendo un kimono. Ella me tomó de rehén delante de mis papás, se aprovechó y me mordió para luego convertirme en un maldito vampiro. El dolor era tan intenso que sentí que me moría, porque mi corazón estuvo como deteniéndose en bombear. Ella asesinó a mis padres en frente de mí; estaba totalmente asustado, paralizado, quería huir pero el miedo me impedía moverme, mi mente no podía ordenar nada a mi cuerpo y menos con la enorme hemorragia que me dejó, sólo pude quedarme con la vista fija en ellos aunque tratara de evitarlo. A pesar de mi condición saqué fuerzas para avisarle a Ichiru que huyera antes de que lo atraparan. Desgraciadamente él de alguna forma dejó que se lo llevara por eso ya no está aquí.

Pensaba que todo había acabado pero fui rescatado por un hombre con el que ahora vivo. Me recuperé en un par de semanas, al menos físicamente y seguía pensando que estarías sufriendo por ese par de bastardos. Lo que jamás pensé fue que ella también te podía haber atacado hasta que vi las marcas de tu cuello y a todo tu grupo con las marcas de sus colmillos.
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—Si seguí buscándote fue porque aún tenía esperanzas respecto a ti; llegaba tarde a vigilar la academia, sacaba de quicio a otras personas, faltaba a clases, hubo veces en que me desaparecía en días… No me importaba nada más que sólo querer verte otra vez. -finalizó serio dejando atrás a la chica ya que ella se detuvo a tratar de creérselo-

Night no supo qué responderle, después de lo que escuchó no sabía cómo articular palabras. ¿En serio él pasó por todo eso por volver a tenerla cerca? Tal vez aparente ser un chico serio, frío y carente de emociones, con odio reflejado en su mirada; pero en el fondo… es solo un niño que sufre por la pérdida de los seres a quienes más amó en su vida entera, tal vez eso fue lo que encerró sus sentimientos y los ocultó en lo más profundo de su alma.

—Todo eso por mí. -pensó ella; su sonrojo era bastante notable debido a la blancura de su piel y sonrió levemente para ella-
—O al menos a tu cadáver. -lo dicho causó la caída anime de Night-
—Qué lindo. -comentó sarcástica luego de casi levantarse y sobarse el golpe de la cabeza en la cual una vena se le notaba en la sien por el enojo- Nunca creí que alguien sería capaz de esas cosas por alguien que ignora si está vivo o muerto o por alguien que ni siquiera sabe si te recuerda. -se levantó por completo del césped a seguir con el camino-
—Un triste niño impotente frente al adulto abusivo que le roba su juguete preferido. Ese era yo cuando perdí a mi hermana.
—Así que yo era tu juguete. -arqueó la ceja-
—Es sólo una metáfora. -sonrió divertido- Qué estúpido, ya me estoy pareciendo a Kuran… pero es que… no puedo evitar sentirme tan feliz. Aunque ahora que está otra vez conmigo seguro que habrá más cambios como éste más adelante. -pensó-
—… Como sea.

Llegaron al hogar de Zero. Night no podía creerlo, se quedó tan sorprendida que dejó caer sus mochilas y abrió por completo los ojos.

—¿Qué tal?
—¿Vives aquí?
—Se podría decir que sí. Es la academia Cross, donde vivirás y estudiarás a partir de ahora. -dijo alegre, algo que en el presente es demasiado raro en él; Night quedó perpleja-
—¡¿EEEEEEEHHHHHHH?!

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Gracias por leer, hasta pronto! :D

ChanChan! O,O
Que cosas! recordo! Son hermanos! Predecible!!!! Okno... pero... waa... que cosas D:
jaja espero la contiii ;D