Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 13

por SweeT PrincesS Sáb Sep 29, 2012 12:16 pm

CAPÍTULO 13:

"Amor Y Rencores"

PARTE 1

.•*El odio destruye y el perdón es sanidad para ambos. El que odia, está todos los días pensando mal de su enemigo. Su alma está envenenada, no tiene paz. Quizá ni el que odia sabe que también es odiado. No solamente el que es perdonado se salva emocional y espiritualmente, sino también el que perdona es liberado de ataduras y rencores. El odio puede llevar a la destrucción masiva. Cuando uno no perdona, está diciendo: no perdono, no amo. El “no amar” nos hace daño a nosotros mismos. Tal vez a las otras personas poco les importa nuestro rencor, pero el daño es para nosotros. El amor es el impulso vital que nos hace crecer, volvernos creativos y florecer. Allí empieza la alegría, como un invernadero, como una burbuja, donde empieza a surgir el calor de la vida*•.
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En cuanto Azalea fue a su habitación, dentro del castillo de Aion, se encontró con Kupó y Mog.
Rompió a llorar y los abrazó fuerte hasta casi asfixiarlos.

AZALEA: Os he echado tanto de menos.
KUPÓ: Y nosotros a ti, kupó. Pero no recordamos gran cosa, kupó.
MOG: Cierto.
AZALEA: Os lo contaré todo en cuanto me dé mi baño perfumado.

Por otro lado, Zannaleah se había encerrado en una de las habitaciones de invitados.
No dejaba de llorar. Y ni siquiera quería ver a Moira, que era su mejor amiga.
No podía dejar de pensar en Frey.
Los dioses habían sido tan injustos con él…
¿Y qué podía hacer ella? Nada. Era una maldita aprendiz que apenas podía usar bien la magia.
Alguien tocó a la puerta, pero ella no contestó.
Varios segundos después, se abrió y asomó la cabeza de Challen.
La chica se puso nerviosa.

CHALLEN: ¿Puedo pasar?
ZANNA: Sí, claro.

En cuanto él estuvo dentro y sentado frente a ella, el ambiente se hizo tenso e incómodo.

CHALLEN: ¿Estás bien?
ZANNA: A medias…
CHALLEN: ¿Crees que los dioses lo castiguen severamente?
ZANNA: Es lo que me tiene preocupada.
CHALLEN: ¿Y no podéis hacer nada para saberlo?
ZANNA: No. Pues nuestra magia está limitada.
CHALLEN: Ya veo.

Se hizo el silencio.
Lo que Zannaleah necesitaba era apoyo y ánimos.
Ya no debería haber distancia ni remordimientos entre ellos.
Ya había existido demasiado de eso en todos estos cinco años, así que Challen se atrevió a tomarle la mano, y ella lo miró con sorpresa.

CHALLEN: Conocerte fue lo más bonito que me pasó, Zannaleah. Y fui muy feliz a tu lado hasta que te marchaste.
ZANNA: …
CHALLEN: No tenemos la culpa de que el destino nos separase tiempo atrás, así que creo que deberíamos ser amigos y retomar de nuevo el trato amable que teníamos antes de alejarnos, ¿no crees?
ZANNA: Sí…
CHALLEN: Sé que nuestros corazones todavía están confundidos y que no deseamos hacer daño a las personas que nos rodean y nos quieren. Por eso te propongo que olvidemos la distancia que enfrió el…amor, y que seamos amigos.

Zannaleah sintió que renacía una esperanza en su interior que le transmitía paz y seguridad.
Entonces sonrió con total sinceridad.

ZANNA: Me parece perfecto.
CHALLEN: ¿De verdad?
ZANNA: Sí.
CHALLEN: Bien. Ahora intenta no estar tan hundida por la situación de Frey. Cualquier cosa que necesites, aquí estaré para ayudarte.
ZANNA: Gracias, Challen.

El joven caballero sonrió y se acercó a la puerta para salir, pero a Zannaleah le faltaba algo.

ZANNA: Espera…
CHALLEN: ¿Sí? (Volteándose)
ZANNA: ¿Puedo…darte un abrazo?

Se sonrojó al preguntarlo. Y él se puso tenso, pero no podía negarle eso.
A decir verdad, desde el reencuentro, no se habían saludado como era debido.
Respiró hondo, se acercó de nuevo y la tomó entre sus brazos.
Ella le devolvió el cálido abrazo, y al fin, después de tanto tiempo, pudo sentirse aliviada.
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Aion era una ciudad totalmente nueva.
Falon y compañía habían logrado cambiar una pequeña parte de la historia gracias al viaje en el tiempo.
Todo volvía a la normalidad a medida que pasaban los días.
La gente que una vez desapareció por culpa de los círculos de absorción, ahora vivía con tranquilidad, sin recordar nada de lo sucedido.
Azalea estaba contenta de volver a tener a su lado a Challen, a Kupó y a Mog junto con Lilly, Aika y Lenoic, sus amigos y compañeros de estudios.
Todo el mundo había tomado su vida con normalidad.
En ese momento, el profesor les dio una buena noticia a sus alumnos.

PROFESOR: Tras las calificaciones del primer examen, tendréis una semana de descanso para que podáis visitar a vuestras familias.

El rostro de Azalea se iluminó con una gran sonrisa.
Al fin vería a sus padres. Al fin estaría en su hogar y dormiría en su cama.
Qué felicidad…
En cuanto salieron de la sala de estudios, ella y sus amigos fueron al jardín para disfrutar de un picnic como en los viejos tiempos.

LILLY: Yo he preparado pasta de primavera.
AIKA: Yo ensalada de mi tierra.
LENOIC: Yo-yo refrescos de-de fruta na-natural.
CHALLEN: Yo unos bizcochos para el postre.
AZALEA: Y yo unas coronas de flores para todos. (^_^)

Los demás se echaron a reír menos Azalea, que se cruzó de brazos, molesta.

AIKA: Olvidaba que no sabes cocinar.
AZALEA: Sé hacer otras cosas, eh.
AIKA: ¿Ah sí? ¿Cómo qué?
AZALEA: Pues mira, éstas coronas de flores.
AIKA: ¿Seguro que las hiciste tú?
AZALEA: ¿Quieres pelea, Aika? (¬ ¬)
LILLY: Yo te enseñaré a cocinar, princesa.
AZALEA: Ya te dije que no tengo necesidad de aprender puesto que hay criadas para eso.

Entre conversaciones y risas, disfrutaron del picnic bajo el cálido sol de finales de verano.
Por otro lado, Tedra estaba frente al espejo de su estancia, retocándose los labios por enésima vez.
Cerith la miraba con asombro al verla tan provocativa con ese estrecho vestido azul noche que se le pegaba a las curvas de su cuerpo…con el cabello salvajemente rizado y con los labios rojo pasión.

CERITH: Jamás te había visto así tan…arreglada.
TEDRA: Estoy perfecta para salir a pasear por la ciudad con…mi caballero personal.
CERITH: ¿Es necesario que vayas así?
TEDRA: Sí.
CERITH: Vas a despertar muchas miradas de hombres.
TEDRA: Es justo lo que quiero.
CERITH: ¿Qué estás planeando, Tedra?
TEDRA: Despertar los celos de Shaner.
CERITH: ¿Crees que tendrá celos cuando no siente nada por ti?
TEDRA: Estás equivocada, amiga. Shaner siente deseo y pasión por mí. Me lo demostró antes de que viajáramos en el tiempo por última vez.
CERITH: Oh…
TEDRA: Si no quiere tener nada conmigo es por miedo.
CERITH: ¿Miedo a qué?
TEDRA: A la realeza.

Sonrió con satisfacción al verse tan llamativa y cogió su pequeño bolsito de cuero negro con incrustaciones de piedras brillantes.
Se puso perfume en el cuello y en el escote y se acercó a la puerta.

TEDRA: Nos vemos luego, amiga.
CERITH: Que te vaya bien. Y no discutas tanto con él.

Tedra le sacó la lengua y salió de la estancia para encontrarse a Shaner apoyado en la pared del pasillo con los brazos cruzados, que al verla, arqueó una ceja.

SHANER: ¿Vamos a alguna fiesta de baile?
TEDRA: No. Vamos pasear.
SHANER: ¿Es ese un vestido adecuado para un paseo?
TEDRA: Sí. Es perfecto.

Alzó la barbilla con orgullosa vanidad y se dirigió hacia el jardín que llevaba al Transportador.
Shaner la siguió y no pudo evitar fijarse en toda esa provocativa figura desde atrás.
Su cabello largo y rizado caía como cascada sobre su delicada espalda… Sus caderas se movían tentadoramente al caminar.
Por todos los infiernos…
¿Qué pretendía esa mujer? ¿Provocar una guerra entre él y todos los hombres que la mirasen con deseo?
Resopló y subió en el Transportador para sentarse frente a ella.

TEDRA: Gracias.
SHANER: ¿Por qué?
TEDRA: Por llevar puesto el uniforme de caballero protector.

El guerrero se encogió de hombros, ya que se lo había puesto solo por no oírla discutir.
Tedra sonrió con satisfacción al ver lo bien que le quedaba.
Era tan alto…tan guapo…tan fuerte…
Presentía que se lo iba a pasar de maravilla.
Al notar que lo miraba fijamente con esa maliciosa sonrisa, Shaner desvió la vista hacia el paisaje que mostraba la ventanita.

SHANER: ¿Adónde deseáis ir?
TEDRA: Al centro de la ciudad.
SHANER: ¿Pasearemos demasiado tiempo?
TEDRA: Hasta que yo me canse.
El chico gruñó y decidió callarse.
Presentía que no lo pasaría nada bien…
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Cerith salió de la estancia y se dirigió a la biblioteca para leer un rato.
Al entrar, vio a Zannaleah sentada y hojeando un grueso libro.
Las dos se miraron en silencio hasta que Cerith le sonrió y se acercó a una estantería para coger un libro y sentarse después frente a ella.

CERITH: Hola.
ZANNA: Hola.
CERITH: ¿Cómo sigues?
ZANNA: Un poco mejor. Gracias.
CERITH: De nada.
ZANNA: Cerith, ¿verdad?
CERITH: Sí.

Zannaleah le devolvió la sonrisa y siguió leyendo.
Cerith hizo lo mismo durante un rato, pero pronto sintió curiosidad por algo.

CERITH: Siento interrumpirte…
ZANNA: No te preocupes. Dime.
CERITH: ¿Qué se siente al poder usar la magia?
ZANNA: Al principio un tanto extraña. Después asustada y maravillada al mismo tiempo. Pero luego te acostumbras y se te hace normal.
CERITH: ¿Cómo hiciste para saber usar tus poderes?
ZANNA: Los dioses me bautizaron.
CERITH: Oh… ¿Así sin más?
ZANNA: Solo escogen a los más puros de corazón. Pero trabajé y esforcé mucho para tener mi puesto como Cazadora de Bestias.
CERITH: ¿Y qué tal es esa vida?
ZANNA: Muy emocionante y llena de aventuras. Pero es físicamente agotador.

Cerith se quedó pensativa.
¿Cómo se sentiría ella misma si pudiera usar la magia?
Tendría una vida más alegre y distraída.
Iría conociendo lugares nuevos y haciendo amigos de todos lados.
Sería alguien importante al ser escogida y bautizada por los dioses.
Siendo una Cazadora de Bestias estaría más entretenida y podría dejar de pensar en Falon y poco a poco olvidarlo.
Todo eso sería una gran oportunidad…
Zannaleah la miró fijamente, adivinando sus pensamientos.

ZANNA: ¿Quieres ser una Cazadora?
CERITH: La verdad es que suena interesante.

Zanna se imaginó a Cerith ocupando su lugar como Cazadora y entonces tuvo una idea.

ZANNA: Podrías serlo por un tiempo.
CERITH: ¿Qué?
ZANNA: Mientras Frey no esté aquí, no me interesa seguir con el grupo. Hablaré con los dioses para que puedas ocupar mi puesto hasta que el jefe regrese. ¿Qué te parece?
CERITH: ¿De-de verdad?
ZANNA: Haré el intento para que los dioses lo permitan, ¿de acuerdo?
CERITH: De acuerdo…

Volvieron a sonreír y siguieron leyendo.
Pero Cerith ya no pudo concentrarse en la lectura, ya que su mente no dejaba de imaginarse a sí misma vestida con ropa celestial y luchando con magia.
Y la mente de Zannaleah había tomado una decisión: dejaría el puesto de Cazadora para estar con su madre y dedicarse a cultivar la amistad entre ella y Challen.
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Dalden yacía cruzado de brazos, asomado a la terraza y observando a Azalea, la cual estaba en el jardín con sus amigos, disfrutando de un picnic.
Las palabras de Tedra todavía resonaban en su cabeza: “Azalea es adoptada. No pertenece a la realeza. No tiene sangre azul”.
Analizándolo bien, la verdad era que le costaba creer que una niña tan poca cosa se hubiera convertido en una preciosa adolescente en el corto periodo de seis años.
Casos así no eran muy comunes, pero…Azalea podría ser uno de esos casos.
Entonces recordó las demás palabras de Tedra: “No pienses más, Dalden. Ella misma nos dijo que efectivamente es adoptada”.
Si Azalea lo admitió…entonces es que era verdad.
¿Qué habría pasado con la verdadera Azalea? ¿Dónde estaría ahora? ¿Por qué sus padres hicieron algo así?
Quería tener todas las respuestas, ya que a pesar de todo, Azalea le seguía gustando mucho.
Pronto hablaría con ella para salir de dudas.
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Falon se dirigía hacia la zona de entrenamiento, y para llegar ahí debía pasar por el jardín principal, que era justo donde estaban Azalea y compañía.
Oír la risa de la princesa era como recibir millones de espinas para su alma.
Hacía tanto tiempo que no la veía reír…
Y para peor, esa deliciosa risa no era para él.
Miró de reojo y la vio abrazando a Challen mientras los demás también reían.
Maldita fuera…
¿Por qué seguía sintiendo celos?
Lo mejor sería huir de Aion y alejarse de la mujer que lo torturaba sin darse cuenta.
Llegó a la zona de entrenamiento y sacó su espada tras saludar a los soldados que lo esperaban.
Era hora de desahogarse de la mejor manera que conocía.
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Moira buscaba a Zannaleah por el castillo, y notó que Fury la seguía.

FURY: ¿Qué tienes pensado hacer?
MOIRA: Ir a mi casa y ver a mis tíos.
FURY: ¿Y después?
MOIRA: Volver a mi trabajo como Cazadora.
FURY: ¿Por qué? Frey ya no está.
MOIRA: Pero regresará.
FURY: Y quién sabe cuándo.

Llegaron a la biblioteca y al entrar vieron a Zannaleah leyendo junto a la señorita Cerith.

MOIRA: Zanna, necesito hablar contigo.
ZANNA: Claro. Nos vemos luego, Cerith.
CERITH: Está bien.

En cuanto salieron de ahí, los tres caminaron hacia los jardines.

MOIRA: Solo quería decirte que yo iré a ver a mis tíos.
ZANNA: Oh, me parece perfecto. Se alegrarán de verte. (^_^)
MOIRA: Sí. ¿Qué harás tú?
ZANNA: Yo también iré a ver a mi madre. Voy a retirarme del puesto como Cazadora.
MOIRA Y FURY: ¿Qué?
ZANNA: Solo hasta que Frey regrese.
MOIRA: ¿Estás segura?
ZANNA: Sí. Y quien ocupará mi lugar será la señorita Cerith.
FURY: ¿Ella está dispuesta?
ZANNA: Así es. Solo me queda hablar con los dioses. Y lo haré ahora mismo.

Les sonrió y se alejó corriendo, dejando a Moira pensativa.
Fury aprovechó para acercársele y mirarla intensamente.

FURY: ¿Por qué no haces lo mismo que Zanna?
MOIRA: No debemos permitir que el grupo se desintegre.
FURY: Pues busquemos a sustitutos.
MOIRA: Yo no confío en nadie.
FURY: ¿Ni siquiera en mí?

Se miraron en silencio durante lo que pareció una eternidad.
Fury pudo ver el dolor en esos preciosos ojos, así que le acarició la mejilla.
FURY: Te sigo amando, Moira. Vuelve a mi lado, por favor.

El corazón de la chica se aceleró y tuvo que apartarse de Fury para no caer en la tentación de lanzarse a sus brazos.

MOIRA: Bien sabes que no puedo, Fury.
FURY: Moira…
MOIRA: No quiero volver a tocar el tema. Ya conoces todo y no pienso renunciar a mi puesto si Frey no me lo ordena.
FURY: Frey, Frey, Frey. ¡Siempre Frey! ¿Es que tu mundo solo gira alrededor de él? ¿Es que es el único que importa en tu vida?
MOIRA: …
FURY: ¿Hasta cuándo debo aguantar sin tenerte sabiendo que me amas? Por eso es que odio y odiaré siempre a Frey.
MOIRA: No hables así.
FURY: Le odio, Moira. Le odio por hacer que te apartes de mí.
MOIRA: Recuerda que fui yo la que decidió entregarse al grupo.
FURY: Pero él no está aquí. Vuelve conmigo, Moira.
MOIRA: No, Fury. No lo haré.
FREY: Ojalá los dioses lo eliminen de este mundo.

Moira se atrevió a darle una bofetada, sintiéndose dolida ante ese odio del hombre al que amaba.
Fury se tocó la mejilla golpeada y la miró con resignación.

FURY: Ya veo que te perdí del todo.

Respiró hondo y se alejó caminando muy lentamente, deseando que ella lo detuviera y le dijera que lo amaba, que quería volver con él.
Pero eso no ocurrió, y el dolor se hizo más intenso aun.
Era hora de desaparecer.
Moira observaba cómo se alejaba y las lágrimas rodaron por sus mejillas.

MOIRA: Lo siento, Fury. Adiós.
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Efectivamente, Tedra era observada con deseo por todos los hombres que pasaban por su lado.
Y efectivamente, se lo estaba pasando en grande al ver la sombría expresión de Shaner, el cual estaba al límite de su paciencia.
Por último, Tedra entró en una tienda de vestidos de época y escogió algunos para probárselos.
Se metió en un vestidor y Shaner la esperó apoyado en una de las paredes, con los brazos cruzados y pendiente de cada movimiento de las personas que pasaban por ahí.
A los pocos minutos, la cortina del vestidor se abrió y apareció la princesa sujetándose el vestido por el escote y con cara de inocencia.

TEDRA: ¿Podrías ayudarme, Shaner?
SHANER: ¿A qué?
TEDRA: A abrocharme este vestido…por detrás.

El guerrero se puso tenso y miró alrededor en busca de la encargada de la tienda para que la ayudase.
Pero para su mala suerte no había nadie por ahí.
Gruñó y se acercó a Tedra, la cual le sonrió y le ofreció la espalda.
Una deliciosa y tentadora espalda…
Era la primera vez que las manos del capitán se ponían a temblar al tocar esa sedosa piel.
Las manos duras y fuertes de un guerrero…ahora parecían de un idiota.
Por todos los infiernos…
Se dio cuenta de que le había abrochado mal los botones, así que tuvo que volverlos a quitar.

TEDRA: ¿Me estás desnudando?
SHANER: Maldita sea.

Salió del vestidor y se dirigió hacia la salida de la tienda.
La princesa lo vio alejarse y sonrió con satisfacción.
Cerró la cortina, se puso su vestido y salió en busca de su caballero personal y protector.
Lo encontró al lado del carruaje y se le acercó con total normalidad.

TEDRA: Ahora deseo ir a una zapatería.
SHANER: Muy bien. Subid a la carroza.

Ella volvió a sonreírle y subió, seguida por él.
En cuanto el carruaje se puso en marcha, Tedra no dudó en sentarse al lado del guerrero y acorralarlo con su aroma a jazmín.

TEDRA: Shaner…
SHANER: Alejaos de mí.
TEDRA: ¿Por qué?
SHANER: Haced lo que os digo, Alteza.
TEDRA: No.

Pasó sus brazos alrededor de su cuello y se pegó a él, poniéndolo más tenso de lo que ya estaba.

TEDRA: Intenté alejarme de ti, pero no puedo. La atracción es muy fuerte.
SHANER: ¿Mis rechazos no menguan vuestro interés por mí?
TEDRA: No. Yo sé que me deseas. Admítelo.
SHANER: Lo admito. Pero jamás tendré nada con vos.
TEDRA: Deja de pensar en nuestras diferencias, capitán. Nadie sabrá nada de esto.

Al fin lo besó.
Y Shaner sintió una descarga eléctrica en todo su cuerpo.
Por todos los demonios…
Había besado a millones de mujeres hermosas, pero solo con Tedra sentía placer en un simple beso.
Y justamente ella era una maldita princesa real.
No debía tocarla o le cortarían la cabeza.
Y lo que menos deseaba era hacer enfadar al rey Zaebard, ya que era un buen amigo de los padres de Tedra.
Cortó el beso y la apartó de él.

SHANER: Ya basta, princesa.
TEDRA: Está bien.

Lo miró con desdén y asomó la cabeza por la ventanita para mirar al cochero.

TEDRA: ¡Deténgase!

En cuanto la carroza se detuvo, la princesa bajó ante la atónita mirada del capitán, el cual la siguió y vio que se alejaba corriendo hacia el gigante puente que yacía suspendido sobre el gran río de Aion.

SHANER: ¡Princesa!

Sin hacerle caso, Tedra se alzó el vestido y corrió, esquivando a la gente hasta llegar a lo más alto de dicho puente.
La sangre le hervía en las venas de pura rebeldía.
Jamás se había sentido tan libre como lo era en ese momento.
Se asomó por encima del puente y el aire le azotó el rostro y el cabello.
Las aguas del río eran de corrientes fuertes y limpias.
Sonrió y subió despacio sobre el muro de piedra, aguantando el equilibrio ante tanta altura.
La gente la miraba con asombro y miedo.
Pero el más asustado fue Shaner cuando llegó hasta ella y la vio en peligro de caer.

SHANER: ¡¿Qué demonios hacéis ahí arriba?!

Tedra simplemente le sonrió, dejándolo estupefacto.
¿Qué carajos pretendía esa muchacha? ¿Qué lo encerrasen en el calabozo por culpa de sus jueguecitos?

SHANER: Alteza…
TEDRA: Bajaré de aquí si aceptas tener un romance conmigo.
SHANER: Dejad de hablar tonterías.
TEDRA: Estoy hablando en serio, Shaner. Si vuelves a rechazarme, me lanzaré al río.
SHANER: Maldita sea, Tedra. ¿Por qué hacéis esto?

La chica se sorprendió al oírlo decir su nombre por vez primera.
Y verlo angustiado por ella la llenó de nuevos sentimientos.
Sí. Quería que Shaner la amase. Quería que la tocase y la hiciera suya.
Ya no le importaba que fuera un vulgar guerrero.
Su corazón lo había escogido a él.
Darse cuenta de eso hizo que sintiera miedo y emoción a la misma vez.
Vio que el capitán estiraba la mano hacia ella.

SHANER: Coged mi mano y bajad de ahí, por favor.
TEDRA: ¿Aceptas tener algo conmigo?
SHANER: Hablaremos de eso cuando estéis a salvo.
TEDRA: No. Yo quiero una respuesta ahora.
SHANER: No puedo pensar con claridad viéndoos ahí subida.
TEDRA: No debes pensar tanto. Me ofendes. Solo dime sí o no. Así de fácil.

El guerrero apretó los dientes de la rabia.
Era la primera vez que se sentía atrapado por una jovencita mimada y caprichosa.
Nadie jamás había logrado dominarlo, así que no lo haría ahora esa malcriada princesa.

SHANER: Basta de juegos estúpidos. Dadme la mano y volvamos al reino.
TEDRA: Eso es un no, ¿verdad?
SHANER: Tomadlo como queráis. Ya me cansé de todo.
TEDRA: Perfecto.

Se dio la vuelta hacia el río, respiró hondo y se lanzó al vacío.
La gente exclamó y gritó del asombro. Y Shaner sintió que el mundo se le derrumbaba a su alrededor.
La imagen de Tedra saltando al peligroso río jamás la olvidaría.
Aun estando en estado de shock, se asomó por encima del puente y la vio intentando salir a la superficie, pero la corriente no la dejaba.
Maldita fuera esa pequeña arpía.
No tuvo más remedio que lanzarse también.
Que los dioses lo ayudasen porque si el agua no conseguía ahogar a la princesa, él mismo se encargaría de matarla.
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TO BE CONTINUED...

por **Katherina Kusanovic** Sáb Sep 29, 2012 2:06 pm

Te.tedra a tenido un ataque de estupides inata!!!!! Rayos!!! Tu puedes Shanner!!!! Que cosas con esa mujer! Todo bien con él plan pero o.o se volvió loca! D: lo que un amor no correspondido hace TTnTT
casi no hubo partes de Azalea pero esta bueno! Hemos visto más de los otros personajes jaja
empiezo a amar a Cerith :3 ser Maga ha de ser genial... Y capaz que logra encontrar a su verdadero príncipe y deja de ser tan sumisa jaja
espero la contiii *-*