Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 17

por SweeT PrincesS Vie Dic 21, 2012 6:41 am

"Competición De Amor"

PARTE FINAL

Falon cargó con su espada y escudo y se dirigió en busca de Challen, que lo encontró justo en el Campo de Batalla, observando a los soldados ultimar los preparativos.
Al ver al príncipe armado y con expresión sombría, el caballero se tensó.

FALON: ¿Dónde está tu espada?
CHALLEN: Decidí no participar en la competición de lucha con espada, Alteza.
FALON: ¿Olvidas que te desafié?
CHALLEN: No deseo enfrentarme a vos.
FALON: ¿Tienes miedo?
CHALLEN: No, Alteza. Os respeto mucho y jamás estaré a vuestro nivel en cuanto a la lucha con espada.
FALON: ¿Prefieres que luchemos cuerpo a cuerpo?
CHALLEN: Tampoco. ¿Por qué deseáis pelear conmigo?
FALON: ¿Y todavía lo preguntas?

Se acercó más a él y sus miradas quedaron a la misma altura.
Por mucho que Falon quisiera golpearlo ahora, no podía encontrar un motivo para hacerlo.
Y para peor, le caía bien. No tenía nada en su contra.
Pero el hecho de haberse enamorado de Azalea, rápidamente lo convertía en su enemigo.

FALON: Sé lo que sientes por Azalea.

Inmediatamente, las mejillas de Challen se tiñeron de rojo.
¿Cómo era posible que Falon lo supiera? ¿Tanto se le notaba?
Adivinando sus pensamientos, el príncipe apretó los puños al decir:

FALON: Vi cómo la besabas.
CHALLEN: Yo… (///)
FALON: Oí cómo le confesabas tus sentimientos.

Challen se sintió bloqueado.
¿Era por eso que el príncipe lo había desafiado? ¿Acaso no había dejado de amarla? ¿Qué significaba todo esto?
Aunque apenas recordaba esa escena ya que había bebido demasiado ponche, Challen decidió ir con la verdad por delante, así que lo miró con valentía.

CHALLEN: Sí, Alteza. Amo a la princesa.

Los celos y la impotencia se removieron en el estómago de Falon.
Retrocedió un paso para alejarse de la tentación de la violencia.

FALON: Yo no te odio, Challen. Y sé que podrías ser un gran esposo para ella. Por eso no puedo actuar vilmente en tu contra, por lo que he decidido retarte a un duelo con todos los honores de príncipe a caballero.

Challen parpadeó, asombrado por esas palabras.
Miró hacia el Campo de Batalla, dónde muchos guerreros entrenaban y luchaban con gran destreza.
Luego se miró las manos, sabiendo que la violencia no formaba parte de él, ni con armas ni cuerpo a cuerpo.
Pero por su princesa era capaz de todo, así que miró a Falon con determinación.

CHALLEN: Acepto.
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Azalea se sentía en el paraíso.
Un baño termal al aire libre era tan relajante…
Se dio cuenta de que Tedra y Cerith la observaban, pero les dio la espalda y se dedicó a conversar con Lilly y Aika.
De pronto, llegaron volando Kupó y Mog.

MOG: ¡Azalea, Azalea!
AZALEA: ¿Qué ocurre?
KUPÓ: ¡Tienes que detenerlos, kupó!
AZALEA: ¡Oh, vamos! ¿Es que no puedo tener un momento de paz sin que mencionéis las peleas de Falon y Dalden?
MOG: ¡Esta vez no se trata de Dalden!
AZALEA: ¿Entonces?
KUPÓ: ¡Es Challen, kupó!
AZALEA: ¿Qué?
KUPÓ: ¡Están luchando en serio, kupó!
MOG: ¡Con espadas de acero!

Sin pensarlo dos veces, Azalea salió del agua y se envolvió con el albornoz para luego salir corriendo hacia el Campo de Batalla.
Por todos los dioses…
El corazón quería salírsele del pecho de la angustia que sentía.
¿Por qué carajos Falon hacía esto? ¿Por qué había retado a Challen?
Ante las miradas de los soldados y de los guerreros, Azalea cruzó la mitad del campo para llegar a la plataforma de batalla, dónde yacía Challen arrodillado, respirando con dificultad y con golpes en la boca y en la frente.
En cambio, Falon no tenía ni un solo rasguño.
Azalea apretó los puños.
¿Cómo podía Falon abusar de la inexperiencia de Challen?
¡Jamás se lo perdonaría!
El príncipe alzó la espada por encima de su cabeza y…

AZALEA: ¡Basta!

Tanto Falon y como Challen se voltearon al oír su voz.
Y verla envuelta en un simple albornoz fue suficiente para despistar a Falon, que lleno de furia, la miró con horror.

FALON: ¿Cómo se te ocurre pasearte así frente a todos?
AZALEA: ¿Cómo se te ocurre a ti luchar contra Challen?
FALON: Será mejor que entres al castillo y te pongas algo decente.
AZALEA: ¡No digas lo que tengo que hacer!

Aprovechando ese despiste, Challen se levantó del suelo y usó la fuerza de su cuerpo para golpear al príncipe y derribarlo fuera de la plataforma.
Falon cayó con un duro y seco golpe. Y Azalea se quedó sin respiración, mirando a uno y a otro.
Él se incorporó con una mueca despectiva.

FALON: Buen golpe, Challen. Y a pesar de que me has sacado de la plataforma, esta batalla no terminará hasta que, uno de los dos, acabe inconsciente.
AZALEA: ¡No! ¡Espera!

Se acercó a la plataforma y miró con miedo a su caballero, el cual no pudo evitar angustiarse al verla preocupada.

AZALEA: Por favor, Challen, baja de ahí.
CHALLEN: Tranquila, Alteza. Estoy bien.
AZALEA: No. No lo estás. Mírate los golpes…
CHALLEN: Creedme que valen la pena.

Al ver cómo la princesa se preocupaba por ese chico, Falon se enfureció todavía más y regresó a la plataforma, por lo que los guerreros aplaudieron y animaron.

AZALEA: ¡Por favor, ya basta!

Haciendo oídos sordos, Falon contraatacó con su espada, pero Challen pudo detener el golpe con la suya.
Pronto llegaron Zaebard y Shaner, que al ver la escena se asombraron tanto como Azalea al principio.
Pero Zaebard pudo comprender lo que sucedía.
La princesa se acercó a él, preocupada.

AZALEA: Por favor, Zaebard. Haz algo para que…
ZAEBARD: No puedo.
AZALEA: ¿Qué…?
ZAEBARD: Nadie podrá detenerlos, Azalea.
AZALEA: ¿Pero por qué no?
ZAEBARD: Es una competición de amor, y no pararán hasta vencer.
AZALEA: ¿Una…competición de…amor?
ZAEBARD: Sí, muchacha. Por ti.

Con el corazón en un puño, Azalea vio cómo Falon y Challen se llenaban de golpes, esquivando a duras penas los espadazos.
¿Por ella? ¿Esto era una competición por ella?
¡No necesitaba una maldita prueba de amor!
Pues ya sabía quién la amaba realmente.
Al ver que su joven caballero recibía un corte en el hombro, la princesa no pudo soportarlo más, así que, en albornoz, subió a la plataforma y se interpuso entre los dos, deteniendo así la pelea.

AZALEA: ¡Sois un par de idiotas! ¡¿Cómo se os ocurre golpearos por una simple demostración de amor?! ¡Ni vosotros ni yo necesitamos esa prueba!

Furiosa, les arrebató las espadas y las lanzó al suelo para luego secarse las lágrimas de los ojos.

AZALEA: Para demostrar amor no es necesaria la violencia. El amor se demuestra con hechos, sumándolos al perdón y al olvido. Algo que tú, Falon, no supiste hacer.
FALON: …
AZALEA: ¿Crees que retando a Challen vas a conseguir estar por encima de cualquier sentimiento? Y tú, Challen, no es necesario que aceptes duelos ni desafíos, pues con tu lealtad y respeto he podido ver tu real amor hacia mí…

Se detuvo y tomó aire.
Deseaba decir muchas cosas pero su voz se apagó en el último momento.
Odiaba el hecho de que precisamente ahora, Falon quisiera llegar a ella a través de una competición de amor.
Precisamente ahora que ella se sentía anímicamente mejor.
Precisamente ahora que Challen la amaba y la cuidaba.
Precisamente ahora que ella…ella…
Miró directamente a Falon.

AZALEA: Te odio. Y ya es demasiado tarde para tus demostraciones.

Dicho eso, dio media vuelta y regresó al castillo, dejando la batalla sin ganador.
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Tedra yacía sentada dentro del palco que había en el Campo de Batalla, al lado de Cerith, de Zaebard y de su esposa e hijos.
Desde ahí podía verse perfectamente la plataforma de batalla, dónde Shaner ganaba una vez más el torneo de espada.
Había derribado a más de tres guerreros en menos de dos horas.
Era tan fuerte y varonil…poseía tanta agilidad y destreza…
Y estaba siendo observado por tantas chicas de expresión atontada…
Tedra se removió en el asiento y Cerith la miró de reojo.

CERITH: ¿Deseas que vayamos a dar un paseo?
TEDRA: ¿Y permitir que alguna de esas lagartas se acerque a “mi” guerrero?
CERITH: No lo estás pasando nada bien, Tedra. ¿Quieres que hable con él?
TEDRA: Nada lograrás, amiga. Es más terco que una mula.

Por otro lado, Azalea terminó de arreglarse y salió a la terraza para observar desde ahí el Campo de Batalla lleno de actividad.
El suceso entre Falon y Challen había roto la paz que el baño termal había logrado proporcionarle.
A pesar de todo, no podía evitar sentir un poco de emoción al saber que Falon había hecho eso por ella, dando a entender que seguía amándola.
¿O quizá actuaba con posesión?
La puerta se abrió y vio que entraba Challen con una camisa de tirantes y el hombro vendado.

CHALLEN: Alteza.

La chica lo miró en silencio durante largos segundos hasta que el caballero se aceró con mirada suplicante.

CHALLEN: ¿Podréis perdonarme?
AZALEA: No debiste aceptar el duelo.
CHALLEN: Lo sé, princesa. Pero me dijo algo que me obligó a aceptarlo por vos.
AZALEA: ¿Y de qué te ha servido recibir heridas, Challen?
CHALLEN: De nada, Alteza. Pero sí pudimos saber que el príncipe Falon os sigue amando.

El corazón de la chica dio un vuelco.
Así que Challen también creía que Falon aun la amaba…
Agachó el rostro, sintiéndose tímida.

CHALLEN: Como también podemos saber que vos también lo seguís amando.

La tristeza que Azalea notó en esas palabras hizo que su alma se encogiera de dolor, por lo que lo miró con lágrimas en los ojos.

AZALEA: Challen, yo…
CHALLEN: No digáis nada.

Tomó ese delicado rostro entre sus fuertes manos y le sonrió con ternura.

CHALLEN: El amor verdadero no se olvida de un día para otro. Y sé que sois pura y sincera. Vos amasteis a Falon con sinceridad.
AZALEA: …
CHALLEN: Pero ahora yo os amo con esa misma intensidad, y mi deseo es sanar vuestro corazón para después hacerlo mío. Para siempre.

La princesa inspiró hondo para intentar no derramar las lágrimas ante tan bellas palabras.
De nuevo, Challen sacó su valentía para acercar su boca a la de ella y saborearla a conciencia.
Azalea se dejó llevar…pese a estar confusa por todo lo ocurrido.
Los besos de su caballero eran suaves y tiernos…como alas de mariposa.
Siempre iba con cuidado al tocarla, como si fuera una muñequita de cristal.
Y esa sensación de protección y seguridad le gustaba mucho.
Ya bastante tiempo se sintió perdida y desolada tras el abandono de Falon.
Falon.
Ese nombre la torturaba hasta en los pensamientos, por lo que rompió el beso y se sonrojó.

AZALEA: Lo siento…
CHALLEN: No os preocupéis.

Le sonrió, y a ella le encantó la comprensión que siempre demostraba, por no mencionar la paciencia.

CHALLEN: ¿Ya terminasteis de arreglaros?
AZALEA: Sí. ¿Por qué?
CHALLEN: Se va a iniciar la competición de arco y flecha, en la cual participará Lenoic.
AZALEA: ¡Oh, es cierto! ¡Vamos!

Cogidos de la mano, se encaminaron hacia el Campo de Batalla.
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Cerith había abandonado el palco para dirigirse al baño, dentro del castillo.
Pero a mitad del camino, en el jardín, Dalden la detuvo.

DALDEN: Disculpa que interrumpa tus pasos. Quería hacerte una pregunta.
CERITH: Dime.
DALDEN: ¿Sigues enamorada de Falon?

Las mejillas de la chica se tiñeron de rojo y sus finas cejas se arquearon, interrogantes.

CERITH: Eso es asunto mío. (///)
DALDEN: Creo que es fácil responder, ¿no?
CERITH: ¿Es obligatorio?
DALDEN: No, pero…
CERITH: Con permiso.

Quiso seguir su camino, pero el emperador la detuvo del brazo y mostró al fin su verdadero carácter.

DALDEN: Has cambiado mucho y…no sé, pero me gustas.

Los ojos de Cerith se abrieron de par en par y se puso más roja de lo que ya estaba.
¿Ese chico estaba hablando en serio o se burlaba de ella?
Adivinando sus pensamientos, Dalden carraspeó, un tanto incómodo.

DALDEN: Sí, sé que es algo repentino, pero inexplicablemente es la verdad.
CERITH: ¿Y-y-y qué pasa con A-Azalea? 0//0
DALDEN: Supongo que eso quedará en el aire. En fin, piénsalo y dame pronto una respuesta.

Dicho eso, se marchó, dejándola clavada en el suelo…estupefacta.
¿Una respuesta a qué?
¡Por todos los cielos! ¡Dalden interesado en ella!
Costaba creerlo, pero…
De pronto, explotó una luz rosada que la cegó durante unos segundos.
Cuando todo pasó, se sorprendió al ver a los Cazadores Moira y Fury.

CERITH: ¡Habéis vuelto!
MOIRA: Hola, Cerith. ¿Estás preparada para iniciar nuestra misión?
CERITH: ¿Qué? ¿A-ahora?
MOIRA: Sí.
CERITH: Oh…bueno… ¿Qué debo llevarme?
MOIRA: Nada. Nosotros te proporcionaremos lo necesario.
CERITH: ¿Y…Frey?
MOIRA: Sigue cumpliendo condena. Debemos irnos ya.
CERITH: ¿Es urgente? ¿No puedo despedirme de Tedra?
MOIRA: Te pondrás en contacto con ella muy pronto. Por ahora, el trabajo nos reclama.

La luz volvió a explotar y Cerith, junto a Moira y a Fury, desaparecieron.
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Lenoic quedó campeón, y para celebrarlo, su cuñado Zaebard organizó una mini fiesta con orquesta, dulces y ponche.
Pronto todas las chicas quisieron bailar con Lenoic, pero era tan tímido que las rechazó a todas para solo bailar con Azalea, con Lilly y con Aika.
Por otro lado, Tedra buscó a Cerith por todos lados pero sin encontrarla.
¿Dónde carajos se había metido?
Vio a Dalden salir del baño y se acercó a él.

TEDRA: ¿Has visto a Cerith?
DALDEN: Hace una hora y media hablé con ella.
TEDRA: Pues está desaparecida.
DALDEN: ¿En serio? Quizá se ha escondido tras confesarle que me gusta.
TEDRA: ¿Cómo? 0_0
DALDEN: Tú que eres su amiga, trata de sacarle una respuesta lo más pronto posible.

Tedra había quedado boquiabierta.
Dalden, el chico más interesado en la belleza femenina, ¿atraído por Cerith?
¿El mundo se había vuelto loco?

TEDRA: ¿E-estás hablando en serio?
DALDEN: Sí. No tiene explicación, pero su nuevo cambio me gusta.
TEDRA: ¿Y qué pasa con Azalea?
DALDEN: No lo sé. Por ahora me interesa Cerith.
TEDRA: Eres tonto, ¿verdad?
DALDEN: ¿Por qué dices eso? (¬ ¬)
TEDRA: Cerith jamás se fijará en ti. Está enamorada de mi hermano.
DALDEN: Pero…
TEDRA: Será mejor que te des prisa en conquistar a Azalea para quitarla de en medio. Así que olvídate de mi amiga.

Dicho eso, dio media vuelta y continuó buscando a Cerith.
Dalden se encogió de hombros y regresó al Campo de Batalla, dónde observó a Azalea con reflexión.
Indudablemente, Azalea era la chica más hermosa de toda la ciudad, pero su corazón seguía perteneciendo al cretino de Falon.
Y siendo como era de terca, muy en el fondo sabía que ella jamás estaría con nadie que no fuera con ese maldito príncipe.
Era una chica bastante difícil de llevar, y Dalden sabía que ahora lo odiaba.
La tenía tan cerca…y a la vez tan lejos…
Con Azalea era un caso perdido, por lo que había llegado la hora de despedirse de ella.
Dio un paso hacia el sonriente grupo, pero Falon le cortó el paso, mirándolo con desafío.

FALON: Mientras yo esté aquí, no te acercarás a ella.
DALDEN: No te sulfures. Tan solo quiero cerrar un capítulo de mi vida.

El príncipe arqueó una ceja, interrogándolo en silencio.
Dalden se cruzó de brazos y sonrió con melancolía, sin dejar de mirar a Azalea.

DALDEN: Eres afortunado al tener su amor y su belleza. Y te deseo suerte en cuanto a su terquedad. No es fácil ganarse su confianza, ¿sabes? Yo lo he intentado, pero no ha podido ser. Sé que de algún modo le fallé, y comprendo su resentimiento hacia mí.

Por primera vez en su vida, el joven emperador depositó su mano en el hombro de Falon como si fueran amigos.

DALDEN: Me rindo, Falon. Dejaré de molestar a Azalea. Es toda tuya.

Tras decir eso, se acercó a ella y la abrazó ante las miradas atónitas de todos los presentes.
Falon observó la escena, sorprendido ante el repentino comportamiento de su peor enemigo.
¿A qué se debía este cambio de actitud? ¿Debía tomarlo en serio? ¿Quizá ese adiós era temporal?
A pesar de sus dudas, no pudo evitar sentir una sensación de alivio al creer que al fin un obstáculo había sido apartado de su camino.
Al ver que Azalea daba un pequeño empujón a Dalden para alejarlo, Falon tuvo que sonreír, pues el emperador tenía razón: esa princesa era muy difícil de llevar. Y sabía que le costaría volver a tener su confianza.
Pero entonces, vio que Challen tomaba la mano de la chica, en un gesto de protección y advertencia.
Ese era el otro obstáculo que Falon debía apartar de su camino.
Un obstáculo que sería complicado de eliminar.
La sonrisa se le borró de inmediato al ver cómo respondía Azalea a esa protección.
Se la veía entregada y relajada estando cerca de su caballero.
¿Podría ser posible que ella estuviera empezando a sentir algo por Challen?
Vio que Dalden se le acercaba de nuevo.

DALDEN: Bueno, una vez más, me ha mandado a freír espárragos. Pero en silencio le dije adiós. Ya tienes el camino libre, Falon.
FALON: No. No hay nada libre. Me temo que he llegado tarde. Es posible que ya la haya perdido.

Dalden lo miraba con asombro, sin poder creer que su enemigo estuviera hablando en serio.
Pero parecía resignado de verdad por esa expresión de tristeza.

DALDEN: Entonces…todo lo que has hecho para acercarte a ella, ¿lo tiras a la basura?
FALON: No he hecho eso. Realmente no he hecho nada. Lo único que he logrado ha sido alejarla más de mí y empujarla a los brazos de otro.

Los dos clavaron la mirada en Challen, el cual bailaba con una sonriente Azalea.
Falon respiró profundo y se tomó una copa de ponche de un solo trago.

DALDEN: Azalea te ama.
FALON: Ya no estoy tan seguro de eso.
DALDEN: ¿Por qué lo dices?
FALON: No importa.

Cogió otra copa y se marchó, dejando atrás las ganas de volver a recuperar al amor de su vida.
Dejando el camino libre para Challen.
______________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...

por **Katherina Kusanovic** Vie Dic 21, 2012 9:23 am

TToTT nooo Falon:!!! Vuelve con Azalea por lo que mas quieras! LUCHA C*RAJO!!! Santa pepa TT.TT que drama
Y como si pudiera ser peor, Cerith se fue TToTT donde coño esta Zanna cuando se la necesita e.e dentengan todo esto e.e****
gr... Bueno, me ha gustado el cap Smile

espero que subas la continuación pronto...

pd.: viva Leonic.! Yo sabía que podíamos confiar en el n/////n

por **Alice~** Sáb Dic 22, 2012 1:17 am

OMG T^T ¿Así de fácil va a dejar ir a Azalea? ;3; no puede ser !!! T^T creí que iba en serio respecto a Azalea ;m;

Me encanto el capítulo es bueno leerte otra vez por aquí ;D

por **~Shia~** Lun Dic 24, 2012 2:35 am

Que bueno que Dalden ya se resigno y Falon me sorprendio. Challen ♥♥♥ el que si se merece el amor de Azalea.
Me intriga saber que paso con la hermana de Azalea.

Como siempre exelente capítulo

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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 17

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