● ~Chimamire no yume [+18]~●~Capitulo 10~

por **kimiko yokoyami** Miér Feb 15, 2012 6:04 pm

buenas noticias! tuve tiempo de escribir un nuevo capitulo! que suerte tuve! 2 de mis profes faltaron y tuve 4 horas para escribir! lo que me costo fue pasarlo a ordenador, me he machacado los dedos para pasarlo T.T, pero lo pase del todo!! wiii!!!
espero que les guste este cap! comenten y dejen karma onegaiii!!!

~Capitulo 10~

Ayame murasaki, una… ¿enemiga?

Yo estaba extrañada,
a la vez de confusa, no podía distinguir la verdad de la mentira, los
sentimientos sinceros de ayame los confundia, creyendo que eran una trampa, y
al revés, confundia lo que era posiblemente una trampa con los probables
sentimientos verdaderos de ayame. ¿Cómo eso es posible? Ni yo misma lo se, lo
hago, pero no se como. Supongo que era algo… que me causaba mi gran
desconfianza en los demás.

Ayame, seguía abrazada
a mi, y tan fuerte, que me era imposible el separarme de ella. quería que todo
esto ya acabase y que si todo era una trampa que me matasen de una vez, sin
tener que esperar media vida a que apreten el gatillo para que me disparasen.
Pero ayame, aun seguía, y no se iba, seguía y seguía abrazada a mi, llorando
cada vez mas, y ya me harte y empece a preguntarla que narices estaba haciendo.

-¡Eh, tu! ¿Cuándo me
soltaras? Estoy harta de estas tretas que haceis para atraparme, ya lo habéis
conseguido, asi que… ¿Por qué no cumplis vuestro cometido? ¿acaso te lo tienen
que poner mas en bandeja?

-Idiota… ¿no te das
cuenta de que yo no soy asi?-

-Quien sabe…

-Te ayudare… no
pienso permitir que alguien mas se quede sin futuro.

-¿Qué que?-

-Yo… ya no soy una niña,
o mas bien, nunca lo fui, y no por eso, permitiré que dejes de serlo tu, huye
junto a tu pequeña amiga y déjame el resto a mi.- dijo mientras aun seguía
llorando.- dijo y poco después, me desplazo hacia atrás para ponerse delante y
ser disparada por los militares en nuestro lugar.-

-¿!Como que pequeña
amiga!? ¡yo soy mas mayor que…!- replicaba Lucy hasta que la interrumpi-

-Callate
Itami…huye, y procura sobrevivir.-

-¿Por qué estas tan
seria (…)? Y… ¿Por qué me llamas itami? Sabes perfectamente que me llamo…-y la
volvi a interrumpir.

- Por el momento será
mejor que nadie mas sepa tu identidad, ahora… ¡vete!- dije mientras empujaba a
Lucy y me ponía junto a ayame para proteger a itami de los militares-

-hare… lo que tu
digas…(…)…- y salio corriendo dejando un rastro de lagrimas en su recorrido.-
perdóname…-

Ayame me miraba con
asombro, no se esperaba que yo me quedase ahí para ser también disparada, y
comenzó a insistir en que me fuese junto a itami, que aun estaba a tiempo para
alcanzarla.

-¡¿Qué haces aquí?!
¡vete con esa niña!-

-Idiota…¿no te das
cuenta de que yo no soy asi?- dije mientras me reia un poco.

-Con que copiándote
del prójimo…- decía mientras se reia junto a mi-

-pero, ahora dejemos
las risas para un lado, ¿Qué hacemos? Somos dos personas, ellos, decenas.-conteste,
de una manera muchísimo mas seria.

-Tu sigue mi plan,
¿estarias dispuesta a sufrir por la libertad?

-No, estaría
dispuesta a sufrir con el único fin de que itami pudiese huir, asi que, hazlo
cuanto antes, soportare todo lo que haga falta.

-Vale.

De repente, Ayame me
disparo cerca del estomago, asi como si nada, sin darme explicaciones, me
agarro fuertemente del brazo, causándome dolor, y empezó a anunciar mi captura.

-¡Chicos! ¡lo
consegui! ¡atrape a la fugitiva a la que estuvimos persiguiendo por tanto
tiempo! ¿estais lista para matarla a balazos?-

Todos empezaron a
gritar eufóricamente “!síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!”, y yo, no, quise decir, y mi
corazón, empezó a romperse en pedazos al haber sido engañada. Si es que, acuso
a Lucy de ser inocente, pero, antes debería predicar yo con el ejemplo. Y encima, Ayame seguía
haciendo proposiciones sobre como matarme, las mismas proposiciones que yo
habría pensado hacer contra ella.

-Un momento… ¿y si en
vez de matarla os la llevo allí y la torturamos para que muera de una manera
lenta y dolorosa?

-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Ayame… ¡eres la mejor!-

Y,Ayame, con mi brazo
en su posesión, empezó a arrastrar de mi hacia ellos, como si fuese un saco de
boxeo, pesado y preparado para ser golpeado en cuanto llegase a mi destino.

¿Por qué a mi? Yo era
una niña buena, obediente y educada, estudiosa, trabajadora e inteligente, ¿y
como es que he acabado asi? Maltratada, infravalorada, perseguida, disparada…
¿Por qué me lo hacen solo a mi? Me pregunto… si alguien en verdad será capaz de
entender lo que sufro en realidad, o si simplemente diran “te entiendo” sin
saber ni una pizca de lo que te puede doler todo esto. Además, soy una idiota
que confía en los demás, hasta en una militar que trabaja para los que me
quieren matar, y voy, y confio, por esa razón, posiblemente, de las tantas
veces que me he librado de la muerte, esta no sea una de esas veces, y no iba a
salir de esa.

Cuando me llevo hasta
los militares, me tiro al suelo como si fuese basura, y todos, se quedaron ahí,
mirándome. Algunos deseosos de verme muerta, y otros, con deseos lujuriosos que
me metían mano por el pantalón o por la camiseta ya que me encontraba indefensa
en ese momento, mas no se daban cuenta de que, por mucho que me cogieran de las
manos, tenia algo llamado “piernas” para defenderme, por lo que, esos
pervertidos lo lamentaron en el mismo momento en el que intentaron hacerme
algo.

Ayame, multiples
veces me miraba de reojo, y, algunas de esas veces, me guiñaba el ojo, aunque
no le di importancia, lo mas seguro que era simplemente un tic nervioso.

Los militares, por
otro lado, se lanzaban hacia ayame, dándola la enhorabuena por haber cazado a
“la fugitiva invisible”, según me llamaban, ya que al parecer poca gente supo
dar con mi paradero.

Y fue, poco después,
cuando la suerte me sonrio. Como ocurrio anteriorimente, una chica empezó a
cortar los miembros y las cabezas de los militares, haciendo de esa
celebración, una purga sangrienta, y como no, esa persona no podía ser otra que
lucy, ¿Quién iba a ser si no? Mas esta vez no espere en absoluto que ella me
salvase, crei que había huido, tal y como la dije que hiciera.

Luego, lucy choco su
mano junto a la de Ayame y grito: “¡Mision cumplida!”. Yo en ese momento me encontraba
muy confusa, Ayame es…¿una amiga o una enemiga?

Ayame y lucy, al ver
mi cara de confusión, se empezaron a reir, cosa que a mi no me hizo gracia,
¿Qué pasa? ¿Qué aquí soy yo la única que no se entera de nada?

Entonces, lucy se
acerco a mi y me dio una nota.

-Anda, toma, esto
creo que te aclarara las cosas.- dijo mientras soltaba una pequeña carcajada.

La nota, estaba
escrita con una pésima letra, llena de rayajos, como si la persona que lo
hubiera escrito no supiera escribir, y, tras estar un rato intentando
descrifrar lo que ponía, lo entendí: “no se como te llamas, pero sigue mi plan,
vete junto a tu amiga, y cuando me disparen por traición, cortales la cabeza.
Ya te vi como lo hiciste la ultima vez desde lejos, asi que, se que eres capaz
de hacerlo con mas personas”.

Vaya… una nota un
poco larga para dársela a una reciente conocida, ¿Cómo la pudo escribir? Y… que
casualidad, que justo cuando pensé eso, Lucy empezó a explicarme el como la
escribió una nota tan rápido, parecía, que me había leído el pensamiento.

-Seguro que te
preguntaras como es que Ayame me escribió esta nota.

-¿y tu como lo
sabes?- la pregunte.

-pues… por simple
intuición.

-veras… todo empezó
cuando te abraze, ese fue el momento en el que escribi la nota- dijo Ayame,
metiéndose en la conversación.

-pero…¿Cómo? ¿Por
qué?-

-Bueno bueno, no seas
tan impaciente. Deja a Ayame hablar tranquila, no la presiones tanto- replico
lucy.

-pues… como decirlo,
por si no te diste cuenta, yo solo te abrace con una mano, y con la otra, me
encargaba de arrancar una hoja de mi bloc de notas para escribírsela a tu
amiga.

-en otras palabras,
Ayame es nuestra aliada, (…)-confirmo lucy.

-¡hey hey hey! Pero…
¡¿Entonces por que porras me disparaste y fingiste haberme cazado?!-

-Pues la verdad es
que eso fue un imprevisto, nunca espere que te sacrificaras por tu amiga.
Ademas, ¡tu misma dijiste que estabas dispuesta a sufrir por la libertad de tu
amiga!, y asi hice, te dispare para que nosotras fueramos el centro de atención
y ella pudiera huir sin que nadie se percatase.

-entonces… ¿todo eso
de que me engañaste fue una mera mentira?-

-No, fue una
confusión tuya, por ser demasiado desconfiada- dijo lucy, metiendo cada vez mas
baza.

-¡tu calla! ¿podrias
haberme dicho todo esto tu desde el principio!

-es que… crei que
debería contártelo Ayame que fue la que planeo a ultima hora todo…-dijo con la
cabeza mirando hacia abajo.

-pero… aun no me
queda algo claro, el…. El por qué. Se supone que tu eres una militar, ¿Por qué
nos ayudas? ¿acaso sabes que puedes ser sentenciada a muerte por traición?

-dímelo a mí. Lo se
por experiencia, si no, mírame.

Ayame, se puso a
quitarse la chaqueta, y luego, se levantaba poco a poco la camisa, haciéndome
creer que se iba a desnudar, pero al final, solo se levanto la camiseta para
enseñarme una cicatriz que tenia cerca del pecho, por culpa de muchos balazos concentrados en
el mismo sitio.

-Muchisimas, fueron
las veces que intente huir de este destino cruel que me encomendaron por obligación,
y estas marcas, son la prueba de ello.

-U… ¡un momento! Si
mal no entendí… ¿!eres militar por obligación?!- conteste exaltada.

-Si, se puede decir
mas alto pero no mas claro. Fue exactamente como dijiste y yo, quería dejar de
ser esto. Esa fue… la razón por la que os ayude, porque yo, también necesitaba
ayuda para huir.

-Pero… es…¿es eso
posible? ¡¿Qué te obliguen a ser militar?!- dije furiosa al saber, que la gente
podía ser tan cruel, como para obligar a alguien a matar.

-Si, y… la verdad, es
que no me sorprende que te asombre tanto esto; yo también lo estuve el dia que
me alistaron al ejercito tan de repente.

-Y entonces… ahora
que has conseguido escapar, ¿Qué haras?

-No lo se… supongo
que viajare sin rumbo...

Viajar sin rumbo…
Ayame, me recuerda en cierto modo a mi; desde que fui abandonada por hiroshi,
he viajado asi desde entonces, y, por otra parte, entendia a Ayame en como se
debería sentir, ahora que no tenia nada, igual a como estoy vivo yo. Mas me
pregunto si ella… ¿tendra familia? Ella, como todos los humanos de este lugar,
se criaron aquí, por lo que era normal que tuviese algún familiar. Asi que, la
pregunte si tenia familia para que asi, ella se fuera con ellos y pasase el
resto de su vida, algo mas feliz.

-Y… Ayame, ¿Por qué
no te vas con tu familia?

-No tengo. Mi hermano
esta muerto y de mis padres… ni siquiera se donde están.

-¿y que paso? ¿y que
paso?- insistia Lucy, otra vez metiéndose en la conversación.

-¡Itami! ¡callate!
¿no te das cuenta de que puedes herirla si se lo recuerdas?-

-huy… lo siento,
¡perdoname! - dijo lucy, disculpándose.

-Tranquila, no pasa nada;
y bueno, ya que me habéis ayudado a escapar, debería al menos contestar a
vuestras preguntas sin objeciones.- .- dijo Ayame sonriendo-

-Bueno… si tu
quieres, yo jamas te obligaría a que nos contaras algo que te traigan malos recuerdos….-conteste.

-No pasa nada, esos
sucesos que fueron tan horribles para mi, ya ocurrieron, y nada cambiara si os
lo cuento, asi que, no tiene por qué hundirme recordarlo, nada cambiara las
cosas.

-Entonces si es asi…
haz lo que quieras.

-Vale, primero,
empezare presentándome. Mi nombre, como ya sabeis, es Ayame, mi apellido,
Murasaki, tengo 20 años, y llevo en el ejercito durante 2 años, ¿la razón? Todo
esto se remonta hasta hace 2 años, el mismo dia que fui alistada como militar.
Yo, acababa de cumplir dieciocho años, justo en ese mismo dia. Yo, estaba
ilusionada de este gran dia, e iba a celebrarlo junto a mis padres y mi hermano
por la tarde. Cuando llego la tarde, mi madre me pidió el favor de que esperase
en mi habitación un poco de tiempo mas, ya que mi familia aun seguía con los
preparativos de la fiesta. Y fue, tiempo
después cuando todo ocurrio. Mi madre, volvió a mi habitación y con una voz
temblorosa, me decía que fuera hacia el salón, a mi me parecio raro su
comportamiento, mas supuse que eran por los nervios por si alguno de mis
regalos de cumpleaños no me gustaban, asi que no le di importancia. Cuando
llegue al salón, ahí estaba, un hombre esbelto, vestido de camuflaje, que si no
recuerdo mal… su nombre creo que empezaba por H, pero no me acuerdo de su
nombre ahora. El, estaba amenazando a mi hermano, apuntándole con una pistola,
y con una sonrisa me dijo: “enhorabuena señorita Murasaki, por cumplir la
mayoría de edad, se le ha concedido el privilegio de convertirse en una
militar.” Yo, evidentemente, me negué a aceptar tal trabajo, yo nunca me
atrevería a matar gente, ni siquiera podía matar a un simple mosquito. Pero,
las circunstancias, me obligaron ha tener que aceptarlo, desgraciadamente, fue
en cierta parte, tarde para mi hermano, quien fue asesinado en ese mismo
momento por negarme la primera vez, según decía el militar: “simplemente era un
sacrificio para que una mente brillante como usted, señorita, se uniera a
nosotros”. La rabia invadia mi cuerpo, sin embargo, tuve que resignarme e irme
con el por el miedo que tenia en ese momento, de que otro miembro de mi familia
fuera también asesinado. Y yo, que crei que cuando fuera mayor, mi vida iria
para mejor… estuve, toda mi vida en casa, sin salir con nadie, sin amigos, y
todo por unos malditos estudios que pensé, que cuando cumpliera la mayoría de
edad, compensarían todos mis años perdidos para que mi sueño, se hiciera
realidad. Sinceramente, admito que no estuve sola, tenia a mi familia siempre
que la necesitaba, pero… eso no me impedia que sintiera una gran soledad en el
fondo, sobretodo cuando veía a través de mi ventana a mis compañeros de clase
jugando al futbol, o a las chicas jugando a la comba. Y sigo sin entender,
porque el dia de mi decimo octavo cumpleaños, el que supuestamente iba a ser el
mejor de mi vida, fue al final, el peor… ¿Qué hice yo para merecer esto? He…
desperdiciado totalmente mi vida. Nunca espere, que ese cambio de pasar de una
simple niña a una adulta, fuera algo tan extremo, aunque no se de que me quejo
de dicho cambio, si con una infancia asi, se podría decir que ni siquiera fui
una niña.-

Tras terminar, Ayame
rompió a llorar, era incapaz de contener las lagrimas al recordar dicho suceso,
que la dije que no contase si se iba a sentir asi. Pero, yo no era quien para
tampoco prohibirla que lo contara. Aunque, me sentía en el fondo un poco
culpable de que ahora se sintiese asi, por lo que, quise consolarla como sabia,
es decir, no muy bien, ya que nunca fui muy buena animando a los demás.

Miles de métodos use
para hacerla reir, ninguno funciono. Ella, cada vez me daba mas pena, y a
veces, yo tenia la sensación de que me iba a poner a llorar como ella.
entonces, Lucy hizo una propuesta.

-¡Hey Ayame! ¿Por qué
no te unes a nosotras?-

-I…itami… ¿pero que
dices? Yo no creo que Ayame quiera viajar sin rumbo junto a unas fugi…- y
Ayame, me interrumpió.

-Acepto, por favor,
dejadme ir con vosotras, a mi ya no me queda nada en la vida. Os ayudare lo que
haga falta, y mis contactos con diferentes laboratorios y bases militares os
podrían ayudar para algún dia robar si carecemos de municiones o armas, asi
que… ¿me dejaríais unirme?

-La verdad es que… tu
ayuda nos seria de gran utilidad, pero, cuantas mas personas seamos, mas
grandes serán los obstáculos que nos depare el futuro, por lo que yo no estoy
muy segura sobre lo de que te unas al equipo.

-¡Venga (…)! ¡Déjala
que se una! Ademas de que… gracias a sus contactos, quien sabe, podrias
descubrir al final la verdad sobre tu vida, este viaje, podríamos dar su fin
con su ayuda.- decía Lucy convenciéndome.

-Es cierto… Ayame,
por algún casual no tendras algún dato sobre alguna chica internada en una
especie de hospital abandonado, ¿verdad?

-pues… creo que algo
he oído. Si no recuerdo mal, lo llamaron experimento… 0001/H-EAD, ¿Por qué lo
dices?

-expe… experimento…
0001/H-EAD…¿Qué significa H-EAD?- pregunte, aun con mas curiosidad.

-lo siento, eso no lo
se, debería contactar con los laboratorios para saberlo. Aunque, si no me
equivoco, creo que un amigo mio trabaja en un laboratorio en las afueras, no
demasiado lejos de aquí.

-entonces… ¡vamonos!-
dije eufórica, cogiendo de la mano a ayame y arrastrándola junto a mi.

-y bueno… ¿al final
me dejais uniros a vuestro equipo?

-¡Pues claro que si!-
afirme sin dudarlo ni un segundo.

-¡esperadme! ¡que me
quedo atrás!- dijo lucy, a la que sin querer deje un poco de lado.

Pero al final, aunque
Lucy se enfadase por haberla dejado atrás, las tres, Lucy, yo, y nuestra nueva
integrante, Ayame Murasaki, partimos hacia ese laboratorio, que me revelaria todo,
con una gran sonrisa en nuestros rostros, sobretodo la mia, que transmitia una
sensación de alegría, que no se me habría quitado ni siquiera con balazos o
cualquiera de esas heridas externas que siempre me provocaban los militares.

~Fin capítulo 10~