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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPITULO 2

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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPITULO 2 Empty Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPITULO 2

Mensaje por SweeT PrincesS Lun Jul 09, 2012 5:22 am

Capítulo 2:

"Bella"

La reina encontró dormida a Azalea en su propia cama.
Se sentó a su lado y le acarició la frente, la cual estaba ardiendo.
Fiebre. Su hija estaba muy enferma.
Debía avisar al doctor cuanto antes.
En la mente de Azalea aparecían imágenes de dos Diablos.
Uno sonreía con maldad. Y el otro la besaba con suavidad. Uno era oscuro y no lograba verle los ojos. El otro era hermoso…con ojos profundos y penetrantes. A uno lo odiaba, y al otro…al otro…

REINA: Azalea, despierta.

Su madre.
¿Qué hacía ella dentro de sus pesadillas?
Alguien le humedecía la frente con agua fría.
Abrió lentamente los ojos y vio a su madre junto al doctor.

DOCTOR: Azalea, ¿me oís?
AZALEA: Sí…
DOCTOR: ¿Os duele algo?
AZALEA: No…
DOCTOR: No está físicamente enferma. La causa de sus pesadillas le produce estados de pánico, nervios y fiebre. Debería tomar tila antes de dormir.
REINA: Gracias, doctor. Estaba asustada.
DOCTOR: Para dejar de tener pesadillas hay que enfrentarse a los temores. Y siempre con la ayuda de gente que nos ama. Buenas noches, Majestad.

Azalea volvió a cerrar los ojos. Tenía tanto sueño…
Solo quería dormir y dormir, pero odiaba tener pesadillas. Y no solo de un Diablo, sino de dos.
Que los dioses la ayudasen…
A la mañana siguiente, Falon y Tedra desayunaban en el jardín, bajo un sol espléndido.

TEDRA: Madre me ha contado que el doctor llegó anoche para atender a Azalea.
FALON: Quizá está enferma de verdad.
TEDRA: Bueno, no me interesa. Cuéntame qué pasó con el ladrón.
FALON: No era un ladrón. Era una sirvienta que huía.
TEDRA: ¿Para verse con su amante a escondidas? Shocked
FALON: ¿Qué sé yo? No me importa.
TEDRA: ¿Y la dejaste ir?
FALON: Sí.

Vieron que se acercaban sus padres junto a los reyes de Krystán y se sentaban con ellos para desayunar.

REINA KAN-IS-TRA: ¿Cómo sigue Azalea?
REINA KRYSTÁN: Ya no tiene fiebre. Me ha prometido bajar a la hora de la comida.
REINA KAN-IS-TRA: Tengo ganas de verla.
TEDRA: Yo también. Han pasado seis años y quiero ver cuánto ha crecido.

Falon sonrió al saber que su hermana se burlaba y nadie se daba cuenta.
Sabían que era algo imposible que la fealdad se tornara en belleza en el periodo de seis años.
Qué mal lo pasaría Azalea cuando tuviera que presentarse en sociedad.
Por otro lado, la princesa Azalea estaba sentada en su cama, observando cómo dos soldados volvían a poner la puerta de su habitación.
Kupó entró volando por la terraza y fue directo a su pequeña casita que había sobre la mesita de noche.

AZALEA: Se dice “hola”.
KUPÓ: ¿A quién, kupó?
AZALEA: A mí. Has estado desaparecido todo un día.
KUPÓ: Con motivos, kupó.
AZALEA: ¿Sigues enfadado?
KUPÓ: ¡Jum!
AZALEA: Oh, vamos. Tenía mucho sueño. Bien sabes que sufro mucho con las pesadillas. Me cuesta dormir. Te extraño, Kupó. No me dejes sola. Crying or Very sad

Solo eso bastó para que la mascota se lanzara a los brazos de su princesa.
La puerta fue reparada y ella no dudó en echar el cerrojo.
Ahora que se sentía mejor, seguiría enfrentándose a su padre.

AZALEA: Kupó, necesito de tu ayuda.
KUPÓ: ¿Qué debo hacer, kupó?
AZALEA: Vete a convencer a Falon y a Tedra de que mi yegua ha dado a luz a sus hijitos.
KUPÓ: Pero si todavía no ha parido.
AZALEA: Lo sé. Miénteles. Llévalos al establo, así yo podré bajar para disculparme ante los reyes de Kan-is-Tra.
KUPÓ: De acuerdo, kupó.

En cuanto Kupó se fue, Azalea aprovechó para darse un baño perfumado y ponerse lo más hermosa posible.
Hacía seis años que no la veían, y quería causar muy buena impresión.
Sabía que los dejaría maravillados ante su belleza celestial.
Se miró en el espejo por última vez, respiró hondo y salió de la estancia.
Confiaba en que Falon y Tedra ya estuvieran en el establo.
Bajó las escaleras y caminó por el pasillo con la cabeza bien alta, pensando que no sería mala idea ver la reacción de la odiosa de Tedra al comprobar que ahora Azalea era más hermosa que ella y que cualquier chica de la ciudad.
Llegó a la puerta que comunicaba al comedor real y se detuvo.
¿Por qué Kupó demoraba tanto? ¿Quizá seguía convenciendo a esos dos?
Tomó el pomo de la puerta y empezó a temblar. Y no por miedo, sino por nervios de volver a ver a los reyes de Kan-is-Tra.
Contó hasta tres y abrió la puerta.

AZALEA: Buenas tar…

No había nadie. ¿Dónde estarían comiendo? ¿Quizá en el jardín? ¿Y por qué su madre no la había avisado de nada?
Refunfuñando, salió a la terraza del comedor y miró hacia el jardín.
Ahí estaban todos, conversando y riendo.
La comida aun no había sido servida, pues la estaban esperando a ella.
Su cuerpo tembló al ver a Falon reír con Tedra, la cual estaba tan hermosa…
Azalea se llevó la mano a los labios.
Su primer beso…con el chico que la había torturado años atrás…con el que se había burlado de ella…
¡¡Por todos los dioses!! ¡¡Falon la había besado pensando que era una bonita sirvienta!!
Pero…si la besó fue porque la encontró hermosa e irresistible…
¡No, no, no!
Si Falon hubiera sabido que era la princesa Azalea, ni la habría tocado.
De pronto, vio que todos alzaban el rostro para mirarla.
Su padre sonrió. Su madre la saludó con la mano. Los reyes de Kan-is-Tra se sorprendieron al verla tan cambiada. Tedra se puso pálida. Y Falon…
La miraba con sorpresa e intensidad, pero con un brillo peligroso en sus ojos. Parecía furia…
Antes de que su corazón se detuviera, Azalea dio media vuelta y caminó aceleradamente por el pasillo.
No podía. No podía reunirse con todos ellos. No deseaba estar cerca de Falon. Volvería a pelear con su padre con tal de evitar al Diablo.
Llegó a su habitación y cerró la puerta con cerrojo.
Otro día más sin disculparse ante los reyes de Kan-is-Tra.
----------------------------------------------------------------------------

Falon apenas había comido. La furia lo llenaba por completo.
No podía ser cierto… Azalea no podía ser la sirvienta que besó. ¡No podía ser tan condenadamente hermosa!
Lanzó al suelo el libro que estaba leyendo y se paseó por su habitación de un lado a otro.
¿Cómo podía cambiar tanto una persona en solo seis años?
Volvió a recordarla…asomada a la terraza…mirándolo…tocándose los labios…tan hermosa vestida de princesa…
Eso era. Toda una princesa.
¡Y la muy descarada no se había presentado para comer! ¡Había huido! ¡Y sabía muy bien que de él!
Pero esto no iba a quedar así.
Abrió la puerta y vio a un grupo de sirvientas que llevaban sabanas en los brazos.

FALON: ¿Adónde lleváis eso?
SIRVIENTA: A las estancias, Alteza.
FALON: ¿Cercanas a la habitación de la princesa Azalea?
SIRVIENTA: Sí.
FALON: Yo las llevaré.
SIRVIENTA: Pero…

Falon les arrebató las sabanas y empezó a recorrer los pasillos, en busca de la recámara de Azalea.
Estaba tan furioso que no había preguntado cuál era su recámara.
Oyó unas risas que provenían de una bonita puerta blanca.
Se acercó y pegó la oreja en dicha puerta para oír en su interior.

AZALEA: Cállate ya, Kupó. No lo estoy pasando nada bien.
KUPÓ: Eres una tonta, kupó. Deja tus miedos a un lado. Usa tu belleza para vengarte de ellos, kupó.
AZALEA: ¡No puedo! ¡Solo con verlos me pongo a temblar! (>_<)
KUPÓ: ¿Dónde está la Azalea rebelde y terca, kupó? ¿Dónde está la princesa malcriada que se enfrenta a la furia de su padre el rey, kupó?
AZALEA: Déjalo ya, ¿quieres? Más bien ayúdame a quitarme el vestido.
KUPÓ: ¡Yo no soy tu doncella personal! Mad
AZALEA: Pero me adoras. Y soy tu princesa. Vamos, muévete.

El pomo de la puerta se movió, pero estaba echado el cerrojo.
Ella se levantó y se acercó a la puerta.

AZALEA: ¿Quién es?

Silencio.
Azalea se encogió de hombros y regresó a la cama.
Al otro lado de la puerta, Falon apretaba el pomo con tanta fuerza que los nudillos los tenía blancos.
Oír la voz de Azalea y saber que se estaba desnudando lo había puesto en tensión.
¿Pero qué le estaba sucediendo? ¿Por qué reaccionaba así ante la belleza de una chica?
Había estado con mujeres mucho más hermosas. O eso creía…
La diferencia estaba en que conocía a Azalea de toda la vida, y a lo largo de los años, se había acostumbrado a su fealdad. Pero ahora…ahora era tan condenadamente preciosa.
Dejó caer las sabanas al suelo y se alejó de la tentación.
Por muy bella que fuese, ella era Azalea.
A la que odiaba desde siempre. Y su belleza no cambiaría ese hecho.
------------------------------------------------------------------------

Era de noche y la luna llena apenas iluminaba el sendero lleno de árboles, flores y piedras.
Pero ella seguía corriendo sin mirar atrás. Sin importarle que iba descalza y que las piedras lastimaban sus delicados pies.
Solo deseaba huir del Diablo y llegar a los brazos de su ángel de la guarda…solo él podía salvarla de las garras de ese demonio…solo Falon podía…Falon…

AZALEA: ¡¡No!!

Azalea despertó sudando y con la respiración agitada.
Otra maldita pesadilla…
Al ver que Kupó se removía, ella le acarició la cabecita para que siguiera durmiendo.
Luego se levantó y entró en su baño personal para refrescarse la cara y mirarse al espejo.
Sus pesadillas iniciaban como siempre pero terminaban con un final distinto.
Quizá lo mejor sería tomar una tila tal como le había recomendado el doctor.
Bajó a la cocina y pudo prepararse la tila sin ayuda de la cocinera.
Se sentó en una silla cerca de la ventana y miró la noche y sus sombras esparcidas por todas partes.
La luna era tan hermosa…
Podía mostrarse de varias formas, pero siempre era bella.
Tenía luz propia. Y tan brillante que iluminaba medio planeta.
Muchos hombres estaban enamorados de ella, y más de uno quería alcanzarla. Pero la luna siempre los miraba a todos desde lo más alto.
Ella era demasiado perfecta para cualquier hombre.
Para poder amar a la luna se debía ser alto y grande como ella.
Solo el sol era digno de amarla.
Azalea quería ser como la luna: alta, superior, con luz propia, ser deseada por todos los hombres, envidiada por muchas mujeres.
Entonces así nadie se burlaría de ella. Ni los demás, ni Tedra, ni Falon…
Los ojos se le llenaron de lágrimas al recordarlo todo de nuevo.
Ser malcriada, altanera y rebelde había sido su forma de defensa para ser fuerte ante todos los obstáculos.
Ahora ya no debía llorar más. Pues lo tenía todo, y lo más importante: era hermosa y perfecta.
Esa era hoy su gran arma. Así que volvió a repetirse que ni Falon ni nadie le arrebataría su felicidad.
---------------------------------------------------------------------

A la mañana siguiente, Kupó secaba las lágrimas que rodaban por las mejillas de su princesa. Y es que hacía unos instantes que el rey la había regañado fuertemente por los desplantes de Azalea ante la familia real de Ciudad Kan-is-Tra.

KUPÓ: Azalea, por favor, Falon no te hará nada frente a todos, kupó. ¿Cuál es tu temor? Lo tuyo son solo pesadillas, kupó.
AZALEA: No es culpa mía sentir ese pánico. Ojalá se vayan hoy mismo. Te juro que si se van, saldré a despedirlos. (¬ ¬)
KUPÓ: Sería una falta de respeto que solo muestres tu cara para decirles adiós, kupó.
AZALEA: ¡No me importa!
KUPÓ: Eres una malcriada, kupó.
AZALEA: No me des el sermón tú también. Iré a ver a mi yegua. La tengo muy abandonada.

Dicho eso, se dirigió hacia el establo seguida por Kupó volando.
Al llegar, ella abrazó a su yegua y le acarició la enorme tripa hinchada.
Muy pronto nacerían dos hermosos potros y los amaría con devoción.
Se dedicó a peinar a la yegua mientras conversaba con su mascota.
De pronto oyeron pasos y voces que se acercaban, y al reconocer de quiénes provenían, Azalea agarró a Kupó y se escondieron tras los montones de paja.
En ese momento entraron Falon y Tedra, riendo.

TEDRA: Ha sido graciosa la broma de la cocinera.
FALON: Sí. Eres muy rebelde.
TEDRA: No más que esa tonta de Azalea.
FALON: Ni la menciones. Me fastidia.
TEDRA: Todavía sigo sin creerlo. No acepto que sea tan hermosa. No puedo.
FALON: No te alteres. Tú eres muy bella también, hermana.
TEDRA: ¿Sabes qué pienso?
FALON: Dime.
TEDRA: Que esa princesa no es en realidad Azalea.
FALON: Explícate mejor.
TEDRA: Creo que sus padres la cambiaron por otra cuando era niña. Es una chica adoptada. Sí. Debe ser eso.
FALON: No creo que…
TEDRA: Piénsalo. Azalea con 10 años tenía la cara llena de pecas. Esa chica que vimos en la terraza tiene la cara bella, perfecta. Y unas pecas no desaparecen así como así.
FALON: Quizá se haya hecho algún tratamiento y…
TEDRA: Falon, abre los ojos. Esa chica no es la verdadera Azalea. Sus padres la cambiaron al sentirse avergonzados de su hija. Creo que no la querían lo suficiente, sino fíjate cómo el rey siempre la castigaba. Y la reina jamás compartía tiempo con ella. Azalea siempre estuvo sola por su mal carácter. Es tan odiosa que nadie la quiere. Ni siquiera sus padres.
FALON: ¿Y si te estás equivocando?
TEDRA: Lo averiguaré.
FALON: Bueno, salgamos a cabalgar.

Cogieron los caballos y salieron del establo.
Detrás del montón de paja, Kupó miraba a su princesa con dolor y tristeza.
Oír todas esas barbaridades había provocado que Azalea terminase llorando de nuevo.

KUPÓ: Todo eso no es verdad, kupó. No llores.
AZALEA: Sé que mis padres me quieren. Pero Tedra tiene razón. Siempre he estado sola.
KUPÓ: ¿Y yo, kupó?
AZALEA: Tú eres un mundo aparte, Kupó. Pero gracias a ti sé lo que es tener un amigo. Sé lo que es sonreír. Te quiero.
------------------------------------------------------------------------

Azalea se miraba ante el espejo de su habitación.
Estaba hermosa. Provocativa. Perfecta.
Había decidido al fin presentarse ante la familia real de Kan-is-Tra.
Kupó tenía razón. No debía seguir escondiéndose. No valía la pena llorar por culpa de dos personas malvadas.
Usaría el odio que sentía por ellos para ser más fuerte y enfrentarse a sus miedos.
Kupó volaba a su alrededor, sonriendo.

KUPÓ: Hoy te ves radiante, kupó.
AZALEA: Siempre lo estoy.
KUPÓ: Pero hoy te ves distinta. Más valiente, más decidida, kupó. Y la valentía te hace más irresistible, kupó.
AZALEA: Me alegro. Pero ya sabes cuál es mi plan. Fingiré que soy adoptada tal y como ellos creen.
KUPÓ: Sip. Suerte.
AZALEA: Hasta luego.

Ya en el comedor real, la comida ya estaba servida.
Los reyes de Krystán entretenían a la familia Kan-is-Tra con historias de sus antepasados.
Pero Falon solo fingía atención. Su mente solo pensaba en las palabras de Tedra.
Si Azalea no era en verdad Azalea, entonces él se acercaría a ella para conocerla mejor. Y si en verdad era la mismísima Azalea, jamás le dirigiría la palabra.
Mientras tanto, tendría que hablarle con indiferencia y respeto.

REY KRYSTÁN: Vaya, al fin la princesa se digna a presentarse.

Se hizo el silencio en el comedor.
Todos miraron hacia la puerta, dónde Azalea entraba con la cabeza bien alta.
Pronto su belleza los eclipsó a todos.
Y Falon se olvidó de la indiferencia y el respeto.
Era la primera vez que reaccionaba así ante una mujer. Pero no era cualquier mujer. Era Azalea. ¿O quizá una chica adoptada?
Se pasó la mano por el rostro, agobiado.
Azalea hizo una perfecta reverencia.

AZALEA: Mis disculpas, Majestades de Kan-is-Tra. He estado enferma y no he podido salir a veros como es debido.

Siguió el silencio.
Y es que la familia real la miraba con sorpresa e incredulidad.
Tedra parecía fastidiada, y eso alegraba a Azalea.
El rey de Krystán carraspeó para romper el silencio.

REY KRYSTÁN: Puedes sentarte, hija. Ordenaré que te sirvan la cena.
AZALEA: Siento llegar tarde.

Se sentó en la mesa y agachó el rostro, pues ya empezaban a incomodarle las fijas miradas y los silencios mudos.
Y para colmo, frente a ella estaba sentado Falon, que la miraba fijamente pero con furia.
¿Y furia por qué? No le había hecho nada.
Más bien él le había hecho la vida imposible a ella.
Recordar el pasado sirvió para revivir el odio y armarse de valor, así que les sonrió a los reyes de Kan-is-Tra.

AZALEA: ¿Cómo les fue en Ciudad Aion?
REINA KAN-IS-TRA: Oh…pues…maravillosamente bien. Es una ciudad muy lejana pero preciosa y perfecta para los estudios de los jóvenes.
AZALEA: Me alegro. Yo iré allá en cuanto cumpla los 17 años.
REY KAN-IS-TRA: Ya están al caer. Harás una gran fiesta, me imagino.
AZALEA: Imagina usted bien. (n_n)

Tedra no podía soportar la altanería de Azalea, así que decidió atacar.

TEDRA: Azalea, debes decirme qué método usas para las pecas de tu piel. Te ha hecho tanto efecto en la cara que quiero saber el secreto.
AZALEA: Sinceramente, no he usado nada para mi rostro. Mi belleza es natural. En cambio, ¿cuál es tu truco para tener así de bonito tu cabello?
TEDRA: El secreto está en las manos de mi doncella personal.
AZALEA: Qué envidia. Mi doncella no sabe peinar así. Por eso me toca hacerlo yo.

Eso era mentira. Pero sirvió para dejar a Tedra desencajada.
Azalea quiso reír pero su mirada se cruzó con la de Falon y su corazón se detuvo.
Él era su enemigo…el Diablo…y lo odiaba con todas sus fuerzas.
Pero esos ojos tan profundos…la paralizaban y se olvidaba de sus pesadillas.
Por debajo de la mesa, Falon apretaba los puños, sin dejar de mirar a Azalea.
Maldita fuera.
Su belleza lo dejaba tonto.
Deseaba atacarla como hacía Tedra. Deseaba lastimarla para olvidar el beso que le había robado esa noche en el jardín.
Y pensar que era una bonita sirvienta… ¡Qué ridículo se sentía!
Azalea se habría estado burlando de él desde ese momento.
Eso lo llenaba de cólera. Y ya comenzaba a sentirse incómodo.
Necesitaba irse de ahí pero todavía no habían terminado de comer.
Sería una falta de respeto.

REY KAN-IS-TRA: Antes de regresar a Kan-is-Tra, deseamos dar un paseo por Krystán.
REY KRYSTÁN: Será un honor para mí llevaros a mi ciudad mañana en la mañana.
REY KAN-IS-TRA: Perfecto.
REINA KRYSTÁN: Azalea, ¿te sientes más recuperada como para acompañarnos?
AZALEA: Sí, claro. Con mucho gusto iré.

La comida transcurrió con normalidad, y poco a poco, Azalea se dio cuenta de que los padres de Falon y Tedra seguían siendo buenas personas.
Al finalizar, ella hizo una reverencia y se dirigió a su habitación.
Al entrar, echó el cerrojo y respiró profundamente.
Kupó, acostado en la cama, la miró.

KUPÓ: ¿Qué tal ha ido, kupó?
AZALEA: Fenomenal. Pero he estado tan tensa que ahora me duele el cuerpo.
KUPÓ: Poco a poco irás dejando esa tensión, kupó.
AZALEA: Lo sé. Pero ahora necesito darme un baño para relajarme.

Un rato más tarde, Azalea leía un libro, acostada en la cama.
Ya anochecía y Kupó todavía no había regresado de visitar a su amiga Mog.
Cerró el libro y suspiró.
Ya no podía concentrarse en nada, pues su mente estaba llena de recuerdos sobre las miradas de Falon y las venenosas palabras de Tedra.
A pesar de todo, hoy se sentía mucho mejor gracias al avance que había conseguido a la hora de comer.
Pero esta vez no bajaría a cenar.
No soportaría aguantar más tensión.
Bostezó del aburrimiento.
Pronto comenzaría la tortura de sus pesadillas.
----------------------------------------------------------------

Falon y Tedra estaban en el despacho personal del rey de Krystán, rebuscando entre los papeles y fotos para hallar alguna información sobre Azalea y la “supuesta adoptada”.
Pero no encontraron nada.
Falon se sentó en el escritorio del rey y cruzó los pies sobre la mesa.

FALON: No hay nada. Es Azalea.
TEDRA: Quizá esos papeles los tiene el rey en su recámara.
FALON: Entonces no hay modo de buscarlos ahí.
TEDRA: De alguna manera averiguaré si es adoptada o no. Pero yo confío en que lo sea.
FALON: ¿Y qué hacemos ahora?
TEDRA: Podríamos buscar en la biblioteca.

Fueron hacia allí y entraron para iniciar la búsqueda de algún documento personal.
A esa hora todo el mundo estaba durmiendo, o almenos eso pensaban Falon y Tedra, pues la puerta se abrió y entró Azalea, que al verlos rebuscando entre las estanterías, arqueó una ceja.

AZALEA: ¿Qué hacéis?
TEDRA: ¿A ti qué te importa?
AZALEA: Mucho. Es la biblioteca de mi padre.
TEDRA: Tenemos su permiso para coger libros.
AZALEA: Está claro que no queréis ningún libro.

Las dos chicas se miraron con desafío.
Falon solo tenía ojos para Azalea.
Estaba tan hermosa con ese sencillo camisón de dormir y su largo cabello suelto como cascada sobre sus hombros y pechos.

AZALEA: Os pediré que salgáis de aquí, por favor.
TEDRA: ¿Con qué derecho nos echas?
AZALEA: Soy la princesa real de este castillo.
TEDRA: Lo dudamos.
AZALEA: ¿Ah sí?
TEDRA: Sabemos que eres adoptada.

Azalea quiso sonreír con ironía, pero decidió seguirles el juego y fingir, así que puso expresión de sorpresa, provocando que Tedra riera con maldad.

TEDRA: He acertado.
AZALEA: Bueno, ya que lo sabéis, iros.
TEDRA: Nos vamos porque queremos, que lo sepas. Vamos, Falon.

El chico pasó por al lado de Azalea y la miró profundamente antes de salir de la biblioteca junto a su hermana.
Azalea soltó el aire que había estado conteniendo y destensó el cuerpo.
Solo había bajado a coger un libro, ya que no podía dormir.
Jamás se imaginó encontrarse a los dos hermanos registrando en las estanterías. ¿Pero qué estarían buscando?
Suspiró y decidió ordenar de nuevo los libros que había sobre la mesa.
Por otro lado, Falon y Tedra, dentro de la habitación de él, conversaban por el asunto de Azalea.

TEDRA: ¿Viste la cara de sorpresa que puso? Yo te dije que es adoptada.
FALON: Me sorprende que los reyes hayan hecho algo así con su propia hija.
TEDRA: Tenían motivos.
FALON: ¿Seguirás odiándola?
TEDRA: Sí. Me fastidia que sea tan bella. Y peor es que siendo adoptada, se cree con el derecho de actuar como una verdadera princesa. Es altanera. ¿Y tú la odiarás?

Falon no respondió.
Su mente vagaba hacia los recuerdos de la silueta y la belleza de Azalea…
No. Azalea no. De esa desconocida, a la cual no tenía por qué odiarla.
Lo mejor sería acercarse a ella y conocerla.
---------------------------------------------------------------

Las dos carrozas reales circulaban por las calles llenas de gente de Ciudad Krystán.
Azalea miraba por la ventanita, sintiéndose aburrida.
Pues ver su propia ciudad desde la carroza no era nada agradable.
Lo que deseaba era pasear por todos lados, mezclarse con la gente, respirar otros aires, otros olores…

REY KRYSTÁN: ¿Adónde os apetece comer?
REINA KRYSTÁN: Quizá les guste a los reyes de Kan-is-Tra el restaurante que tiene vistas al mar.
REY: ¿Qué te parece a ti, Azalea?
AZALEA: Bien.
REY: Hoy no pareces muy contenta. ¿Sigues estando enferma?
AZALEA: Un poco.

Pronto las carrozas se detuvieron frente a un gran edificio azul cielo, y los soldados de Krystán hicieron guardia hasta la entrada del restaurante.
Fueron llevados hasta la terraza más grande y disfrutaron del paisaje que representaba el mar azul y el sol brillante en lo alto del cielo.
Las gaviotas volaban alrededor de las velas de los barcos. Y algunas personas paseaban por la orilla de la playa.
Azalea se sujetó el sombrero con una mano y sonrió al sentir la brisa marina acariciarle la piel.
Amaba el mar y la libertad. Pero no sabía nadar ni tampoco era libre.
Metida siempre en el castillo, se estaba perdiendo todo lo que le deparaba el mundo.
Se aferraba a la ilusión de cumplir 17 años y así irse a Ciudad Aion.
Se puso tensa al ver que Falon se situaba a su lado.

FALON: ¿Cuál es tu verdadero nombre?

Ella siguió mirando el mar, tensa, sujetándose el sombrero, el cabello al son del viento.
Era la primera vez que Falon se acercaba y le hablaba en tono amistoso.
¡Y tan amistoso! Creyendo que era una chica adoptada, pues ahora sí quería hacerse su amigo.

FALON: Sé que debe de ser un poco duro que no seas de sangre azul, pero tienes suerte de pertenecer a la familia real de Krystán.

¿Cómo podía ser tan odioso?
Se había tragado el cuento de que era adoptada sin dudarlo.

FALON: ¿Qué sabes de la verdadera Azalea? ¿Se te hace difícil hablar del tema?

Sintiendo crecer el fastidio en su interior, Azalea quiso irse de ahí, pero él la retuvo del brazo y sus miradas se encontraron.

FALON: Vale, lo siento. No haré más preguntas. Pero no te vayas, por favor.

Ella apartó el brazo y lo miró con desconfianza.
Falon escondió las manos en sus bolsillos para no caer en la tentación de volver a tocarla.
Lo que menos quería era ahuyentarla.

FALON: ¿No podemos ser amigos?

La chica siguió en silencio.
No se atrevía a hablar con él. Pues el odio que sentía no se lo permitía.
Desvió la mirada porque sus ojos la ponían demasiado nerviosa.

FALON: Quisiera que…
REINA KRYSTÁN: Azalea, Falon, venid a comer.

La princesa aprovechó para escapar y sentarse entre su padre y su madre para sentirse más protegida.
Falon se sentó frente a ella y siguió mirándola fijamente.
Pronto los camareros sirvieron la comida y las dos familias reales conversaban y reían, menos Azalea, que comía cabizbaja.
Estar entre Falon y su familia era algo insoportable.
Debía evitar salir con ellos.
--------------------------------------------------------------

Al llegar al reino, Azalea entró en su habitación y abrazó a su Kupó.

KUPÓ: ¿Cómo te fue, kupó?
AZALEA: Disfruté de las vistas al mar y del aire en mi piel. Pero con la familia Kan-is-Tra presente, se me hizo un poco agobiante.
KUPÓ: Me imagino que por Falon y Tedra, kupó.
AZALEA: Falon se acercó a mí y me habló. Quiere ser mi amigo.
KUPÓ: ¿En serio, kupó?
AZALEA: Sí. Pero es porque cree que soy una chica adoptada.
KUPÓ: ¿Y qué le respondiste tú, kupó?
AZALEA: Nada de nada. No le dirigí la palabra.
KUPÓ: Se habrá sentido ofendido ya que está acostumbrado a tener la atención de todas las chicas, kupó.
AZALEA: Conmigo lo tiene crudo. Mad

Un rato más tarde, Azalea bajó a la biblioteca para asistir a su clase de literatura con su profesor.
A media clase, la puerta se abrió y entró Falon, que se incomodó un poco al ver que interrumpía.

FALON: Lo siento. Yo no sabía que…
PROFESOR: No os preocupéis, príncipe Falon. Podéis quedaros a leer.
FALON: Gracias.

Miró a la princesa y decidió sentarse en la mesa de enfrente para verla mejor.
Ella no lo miró en ningún momento, ya que estaba concentrada en su tarea, pero en realidad se moría de los nervios.
Solo le quedaba aparentar serenidad.
El profesor siguió con su discurso, y Falon fingió leer un libro, pero no dejaba de mirarla. Es que era tan bella…
Y saber que era una chica adoptada se le hacía más fácil acercarse a ella.
Jamás había sentido esta sensación por ninguna otra mujer. Y se sentía raro, y a la vez agradable.
Vio que Azalea alzaba sus enormes ojos para mirar al profesor, y Falon deseó que también lo mirase con esa calma. Pero ella le tenía miedo, y no sabía por qué.

PROFESOR: Hacemos un descanso de diez minutos. ¿Deseáis tomar algo, Alteza?
AZALEA: No, gracias.
PROFESOR: Yo iré al baño. Mis disculpas.

Salió de la biblioteca, dejándolos solos.
Falon aprovechó para cerrar el libro y levantarse de la mesa.
A su vez, Azalea también se levantó para huir, pero su vestido quedó atascado en la pata de la silla.
¡Maldita fuera! Justo ahora…

FALON: Princesa, ¿podemos hablar?
AZALEA: No.
FALON: ¿Por qué no?
AZALEA: No hablo con gente que me odia.
FALON: Yo no te odio. No eres Azalea.

La princesa apartó la silla de un puntapié y su vestido se rasgó.
¡Lo que faltaba!
Apretó los puños y se dirigió hacia la puerta, pero él le cortó el paso, obligándola a detenerse frente a su fuerte pecho.

FALON: ¿Por qué huyes?
AZALEA: No quiero hablar contigo.
FALON: ¿Pero por qué? No te he hecho nada.

Ay, si supiera… ¡Cuánto dolor le había causado años atrás!

AZALEA: A mí no. Pero sí a Azalea.
FALON: ¿Llegaste a conocerla?
AZALEA: Sí.
FALON: Por lo que veo, te lo ha contado todo.
AZALEA: Eso no importa. Sal de mi camino.
FALON: ¿Tú también me odias?

Ella quería gritar que sí, pero debía de seguir fingiendo.

AZALEA: No, pero odio la forma en que la hiciste sufrir junto a tu hermana.
FALON: Eso fue en el pasado.
AZALEA: No me relaciono con malas personas como vosotros dos.

Quiso esquivarlo para huir, pero Falon la agarró de los brazos y la acercó a él.
Azalea se puso tan tensa que le dolió la columna vertebral.
El corazón de Falon estaba desbocado.
La belleza de esa chica y su dulce aroma a flores lo estaban enloqueciendo.
¿Qué le sucedía con esta jovencita?
No podía controlarse a sí mismo.

FALON: En verdad, no somos malas personas. Simplemente Azalea era demasiado insoportable. Se lo merecía.

La princesa quería escupirle en la cara, pero respiró hondo para aguantarse y calmarse.
Tampoco se atrevía a mirarlo, por temor a que él pudiera ver el dolor en sus ojos.

AZALEA: Si crees eso, no eres digno de tener mi amistad.

La puerta se abrió y entró el profesor.
Así que Falon la soltó y se fue.
Azalea retomó la clase, pero ya no pudo concentrarse. Pues la piel de sus brazos que había sido tocada por Falon le quemaba.
Lo odiaba, y ahora más. Pero no entendía por qué se sentía atraída por él.
______________________________________________________
TO BE CONTINUED...

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Mensaje por Alice~ Lun Jul 09, 2012 10:20 pm

OMG ! Espero conti *___*
Alice~
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Mensaje por Katherina Kusanovic Mar Jul 10, 2012 4:29 pm

Ahora me gusta!!! Boe, antes también me gustaba pero ya se ha puesto super!!! Espero la conti
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http://el face? okno... Tashi Gimenez xDD busquen! Muajajaj

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Mensaje por jessie ichinose Mar Jul 10, 2012 7:25 pm

esta super interesante >w<
conti conti onegai *-*
jessie ichinose
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