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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
4 participantes
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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por SweeT PrincesS Miér Ago 01, 2012 7:06 am
"La Venganza De Azalea"
PARTE 9
Ya era de noche, y todos dormían en la nave, menos Challen, que había sido despertado por los sollozos de la princesa.
Se había acercado a la cama y la había visto llorar en sueños.
¿Qué clase de pesadillas podría tener alguien tan noble y bella como Azalea?
Lo único que pudo hacer fue acariciarle el cabello y susurrarle palabras de consuelo, hasta que por fin dejó de llorar.
Pero a él ya se le había ido el sueño, así que ahora yacía asomado a un ventanal, admirando la noche estrellada.
Todavía se asombraba del cambio tan radical que había sufrido su destino.
De ser un simple y pobre comerciante había pasado a ser el caballero personal de la princesa de Krystán. Y ahora se dirigía a Ciudad Aion, dónde jamás estuvo ni imaginó nunca estar.
Se sentía muy afortunado, pero también temeroso por poder hacer las cosas mal con respecto a ser caballero.
Sentía un miedo atroz al imaginarse a la princesa herida por culpa de su incapacidad para proteger y luchar.
Y ahora, viéndola dormir, admitía que se sentía mucho más tranquilo con el príncipe Falon y el emperador Dalden aquí, en la misma nave.
Ellos dos eran verdaderos guerreros y la protegerían perfectamente bien.
Confiaba en aprender a luchar con la espada y así poder ser un buen caballero y protector para la princesa.
Decidió sentarse en el sillón y esperar a que le llegase de nuevo el sueño.
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Todos desayunaban en el pequeño comedor, dentro de la nave.
Falon no dejaba de mirar a Azalea, consciente de que él había caído en la trampa de su belleza.
La muy condenada había conseguido su aceptación al compromiso. Pero tenía claro que en poco tiempo la haría suya.
El hombre mayor con túnica roja y negra entró en el comedor y los miró.
HOMBRE: En media hora llegamos a Ciudad Aion.
AZALEA: ¿En serio? ¿Puede verse desde aquí?
HOMBRE: Sí, Alteza.
De inmediato, Azalea y las dos mascotas corrieron hacia los ventanales para observar el paisaje.
Ante sus ojos se extendían kilómetros y kilómetros de ciudad infinita.
Y tan infinita que no podía verse el final.
Era como el mar. Nunca terminaba en el horizonte.
AZALEA: ¿Por qué le llaman ciudad cuando parece un continente entero?
HOMBRE: Hace muchos siglos, el primer rey de Ciudad Aion, escribió una ley en el Pergamino de los Dioses. Dicha ley consistía en construir y agrandar la ciudad por cada dinastía que gobernara actualmente en la ciudad. Hasta hoy, han gobernado más de cinco reyes, incluida una reina, que fue la que ordenó construir el nuevo reino que hoy día todavía existe.
AZALEA: Vaya… ¿Cuánto tiempo hace que gobernó esa reina?
HOMBRE: Doscientos años, Alteza. Pero tuvo un hijo varón y ese fue el que siguió reinando. El rey actual es el bisnieto de dicha reina.
AZALEA: ¿Y este rey tiene hijos?
HOMBRE: Sí, pero no están aquí. Ellos son pequeños y viajan mucho con su madre.
AZALEA: ¿Cuándo llegaremos al castillo?
HOMBRE: En cuanto crucemos esas nubes. (Señalando)
AZALEA: ¿Qué?
La nave se introdujo entre las blancas nubes y la princesa abrió los ojos con asombro ante tan sorprendente escena.
El castillo estaba situado sobre la montaña más alta de la ciudad. Y era tan alta que la cima rozaba las nubes.
Era un reino gigantesco y espectacular.
AZALEA: ¿Cómo hace la gente para acceder a él?
HOMBRE: ¿Veis esas vías de tren que están distribuidas por todo el reino?
AZALEA: Sí.
HOMBRE: Pues llegan hasta la ciudad en distintas paradas. Pero lo que se usa no es un tren, sino un simple vagón que se le denomina Transportador.
AZALEA: Qué ciudad tan moderna.
Oyó que Falon suspiraba con agobio. Y Dalden parecía aburrido.
Claro. Ellos ya habían estado aquí antes.
Pero todo eso era nuevo para ella, para Challen y para sus mascotas.
Se dio cuenta de que la nave se disponía a aterrizar sobre una grandiosa zona de hierba verde.
En cuanto el motor fue apagado, la gran puerta se abrió y primero salieron los soldados de Krystán.
Luego los siguieron Azalea y Challen junto a Kupó y Mog.
Y por último Falon y Dalden.
En la entrada del castillo había más soldados pertenecientes a Aion, junto a un hombre vestido con armadura, el cual se acercó a la princesa y le hizo una reverencia.
CABALLERO: Bienvenida al Reino Aion, princesa de Krystán.
AZALEA: Gracias.
CABALLERO: Os llevaré ante el rey.
Entraron en el castillo y cruzaron una pequeña sala para luego dar con otra más grande, en la cual había una mesa redonda y gigante llena de comida y bebida.
Azalea y sus compañeros se sentaron y los criados sirvieron comida en los platos de los invitados.
Falon estaba sentado frente a ella, así que la miró con una sonrisa al verla maravillada.
FALON: Esto no es lo mismo que tu reino o el mío.
AZALEA: ¿Por qué lo dices?
FALON: Nuestros castillos son más pequeños que este, por lo tanto, podemos ver a tu padre o al mío cada día. Pero el rey de Aion vive en el otro lado de este reino, y apenas lo veremos.
AZALEA: Oh… Ya entiendo.
Se dedicaron a desayunar, y en cuanto terminaron, el hombre con armadura los llevó a otra sala llena de sofás, muebles y tronos.
Ahí estaba el rey, tan joven y majestuoso con sus ropas de la realeza.
En cuanto Azalea dio un paso hacia adelante, el rey la miró con asombro.
REY: ¿Princesa Azalea?
AZALEA: Sí, Majestad. Es un honor estar aquí y…
REY: ¿De verdad eres la pequeña Azalea?
Se acercó a ella, la tomó de la mano y la obligó a dar una vuelta para así admirarla de arriba abajo, provocando la incomodidad de Falon y Dalden y el sonrojo de la princesa.
REY: No puedo creer que seas la misma. ¿Dónde están tus pecas?
Azalea se puso tensa.
Al parecer, ese rey la conocía desde que era pequeña.
Entonces calificaba como algo normal su reacción, pues la chica había cambiado tanto…
REY: Tienes la belleza de tu madre. Pero tú la sobrepasas.
AZALEA: Gracias.
REY: Quizá sea la impresión de tu cambio, pero debo reconocer que eres una de las chicas más bellas que han visto mis ojos.
Entonces fijó la mirada tras ella y al ver a Falon, se acercó a él para darle un fuerte abrazo.
REY: ¿Y tú qué haces de nuevo aquí?
FALON: Acompañando a la princesa.
REY: ¿Por su seguridad o por su belleza?
FALON: Majestad…
REY: No, no, no. Nada de formalidades. Somos amigos y no tienes que fingir ante nadie. Recuerda que tan solo tengo cinco años más que tú.
Se acercó a Dalden y le palmeó el hombro.
REY: Supe lo de tu padre. Lo siento mucho.
DALDEN: Gracias, Majestad.
REY: Si estás aquí es porque has dejado el cargo como emperador.
DALDEN: Sí. En manos de mi tío.
El rey sonrió y volvió a acercarse a Azalea para mirarla de nuevo de arriba abajo, sonrojándola otra vez.
REY: Ya veo que tienes a todos los hombres a tus pies. Te siguen allá a dónde vayas. Bueno, podéis poneros cómodos hasta la hora de la cena.
----------------------------------------------------------------------------------------------
Dentro de una grande y lujosa habitación, Azalea sacaba sus vestidos para observarlos con atención.
¿Cuál podría ponerse esa noche?
Quería dar buena impresión ante un rey tan importante como lo era el de Aion.
Que por cierto, era muy joven.
Había dicho que tenía cinco años más que Falon.
Y si Falon tenía veinte…entonces el rey debía tener… ¡Veinticinco años! ¡Y con hijos!
MOG: ¡Azalea, ven a ver esto!
La chica salió a la terraza y el aire le azotó el rostro y el cabello.
Ese lugar estaba tan alto…
Miró al vacío y sintió un repentino mareo a causa del vértigo.
AZALEA: ¿Qué es lo que queréis mostrarme?
KUPÓ: ¡Ya viene hacia aquí, kupó!
Ante ellos llegó un gigante dragón, que al batir las alas, la corriente de aire fue tan fuerte que los golpeó, lanzándolos hacia atrás.
¿Qué monstruosidad era esa?
Sobre la espalda del dragón había un hombre sentado, al parecer adiestrando a esa bestia.
Qué ciudad tan llena de cosas asombrosas…
Azalea estaba acostumbrada a la tranquilidad de su hogar.
Cerró las puertas de la terraza y pidió que le preparasen un baño perfumado.
Ya dentro de la inmensa y preciosa bañera, Kupó y Mog frotaban suavemente la espalda de la princesa.
MOG: Azalea, ¿crees que en esta ciudad haya mascotas como Kupó y yo?
AZALEA: Es tan grande que no me sorprendería que los hubieran.
KUPÓ: ¿Podemos salir a conocer la ciudad, kupó?
AZALEA: No quisiera que os perdierais. Aunque espero poder yo también salir y conocerla, ya que en Krystán no me dejaban apenas salir a pasear.
MOG: Quizá este rey te lo permita. Parece una persona buena y divertida.
AZALEA: Sí. Lo intentaré.
Un poco más tarde, con la ayuda de las sirvientas, Azalea se puso un vestido pomposo de color rosa pétalo, con los hombros descubiertos y el cabello suelto como cascada sobre su espalda y decorado con una flor rosada.
Las sirvientas estaban maravilladas ante la belleza de la princesa de Krystán.
Azalea les sonrió y salió de la habitación.
Ahí estaba Challen, que al verla tan bonita, se sonrojó.
AZALEA: ¿Has podido darte un baño y relajarte?
CHALLEN: Sí, Alteza.
Se dirigieron hacia el salón de baile y se asombraron al ver tanta gente elegantemente vestida.
Falon y Dalden ya estaban ahí, junto al rey, el cual, al ver a Azalea, se le acercó, sonriendo, y llamó la atención de todos los presentes.
REY: Hoy tengo el honor de presentarles a Azalea, la princesa de Ciudad Krystán.
Los invitados la miraron con atención y después le hicieron una reverencia.
Como siempre sucedía, las mujeres la miraban con envidia. Y los hombres con admiración y deseo.
REY: Esta fiesta es para darte la bienvenida a mi ciudad.
AZALEA: Gracias, Majestad.
REY: Deja de llamarme así. Mi nombre es Zaebard, y estoy a tu disposición.
Le sonrió y se alejó, dejándola a solas con Challen, entre todos esos desconocidos que no dejaban de mirarla.
Pero algo cambió al instante.
Aunque las mujeres la mirasen con envidia, se dignaron a acercarse a ella para llenarla de preguntas sobre Ciudad Krystán y sus gentes.
Pronto ella les habló de todo, y poco a poco, esas mujeres dejaron de mirarla con celos para aceptarla como amiga.
Los hombres la llenaron de halagos pero sin hacerse pesados.
Y Azalea al fin se sintió cómoda.
Era la primera vez que no se sentía sola.
Algo que no había conseguido su propia ciudad con su propia gente.
--------------------------------------------------------------------------------------------
La fiesta duró toda la tarde y finalizó a media noche.
Azalea se sentía flotar por la alegría y por el ponche.
Había tomado demasiadas copas, pero se lo había pasado tan bien.
Con la ayuda de Challen, fue llevada a su habitación.
Al entrar, la princesa abrazó a sus mascotas y se puso a bailar por toda la estancia.
CHALLEN: Alteza, podéis caeros y…
AZALEA: Este reino es maravilloso. El rey es encantador. Y sus gentes me caen bien.
MOG: Estás borracha, Azalea.
AZALEA: Solo un poco.
KUPÓ: Me alegra verte tan contenta, kupó. Pero si tu padre te viera en este estado…
AZALEA: Estoy en Ciudad Aion. Mis padres no están. Al fin soy libre. Podré hacer lo que se me antoje.
Soltó a las mascotas y se sentó frente al tocador para mirarse en el espejo, pero veía tan borroso que se echó a reír.
AZALEA: Challen.
CHALLEN: ¿Sí?
AZALEA: ¿Podrías peinarme un poco?
CHALLEN: ¿Ahora? Debéis dormir y…
AZALEA: No tengo sueño. Péiname. Tengo que ir a ver a Falon antes de que sea devorado por esas mujeres.
Volvió a reír y observó cómo Challen hacía el intento de peinarla, pero no tenía ni idea sobre cabellos de mujeres.
Con una sonrisa, ella se levantó del tocador, besó la mejilla del chico y les guiñó un ojo a Kupó y a Mog.
AZALEA: No tardaré.
Salió de la estancia y se dirigió a la de Falon, la cual quedaba al final del pasillo.
Entró sin permiso y lo vio sentado en una silla, leyendo una carta, pero levantó la mirada al oír abrirse la puerta.
Arqueó una ceja al ver a la princesa con los ojos brillantes y las mejillas deliciosamente sonrojadas.
FALON: ¿Qué haces aquí?
AZALEA: He venido a verte.
FALON: Vaya. Hasta que por fin la princesa se acuerda de mí.
AZALEA: Siempre me acuerdo de ti.
FALON: En la fiesta no me has mirado ni una sola vez. Ni siquiera hemos bailado.
Ella se sentó sobre la cama e intentó enfocar la mirada en el príncipe, pero le costaba sobremanera.
Sentía que todo daba vueltas a su alrededor y se echó a reír.
Esa sensación le gustaba bastante.
AZALEA: Es la primera vez que me lo paso tan bien en una fiesta.
FALON: Has bebido demasiado. Deberías estar durmiendo.
AZALEA: Ya veo que no te alegras de verme.
Le hizo un pucherito y Falon se derritió por dentro.
¿Cómo era posible que su belleza lo dominara tan rápido y con tanta eficacia?
AZALEA: ¿Qué estás leyendo?
FALON: Una carta de mis padres.
AZALEA: ¿Ha pasado algo?
FALON: No. Tedra y Cerith vienen hacia aquí.
Oír esos nombres hizo que parte de la borrachera de Azalea se esfumase.
Se dejó caer de espaldas en la cama y miró el techo.
AZALEA: ¿Por qué?
FALON: Cerith también va a estudiar.
AZALEA: Precisamente cuando estoy yo.
FALON: Sois de la misma edad, Zannaleah. Le corresponde estudiar ahora.
AZALEA: ¿Y se hospedarán aquí?
FALON: Sí.
AZALEA: Ya veo.
Intentó levantarse pero no pudo.
Empezaba a sentir la mente embotada y el cuerpo pesado.
Falon la miró con atención, consciente de que la chica estaba bastante borracha y vulnerable.
Ahora podría aprovecharse y hacerle el amor.
¿Aceptaría entregarse a él estando así?
Se acercó a la cama y se puso a su lado para acariciarle la mejilla.
FALON: Princesa.
AZALEA: ¿Mm?
FALON: Te deseo.
AZALEA: Y yo a ti.
FALON: Quiero que seas mía hoy.
AZALEA: Espera.
Volvió a intentar incorporarse, pero fue un esfuerzo en vano.
Apenas podía mantener los ojos abiertos.
AZALEA: No puedes tocarme…
FALON: ¿Por qué no?
AZALEA: Primero tienes que enamorarte de mí.
FALON: No creo en el amor.
AZALEA: Conmigo debes creer. Necesito tu amor, Falon.
FALON: ¿Por qué? ¿No te conformas con tenerme loco de deseo?
AZALEA: Tengo que vengarme…
Los ojos se le cerraron y soltó un suspiro, rindiéndose así al sueño.
¿Vengarse? ¿De qué hablaba esa princesa?
Decidió cogerla en sus brazos y devolverla a su habitación.
Al entrar, vio a Challen que se levantaba de la silla, medio dormido.
Depositó a Azalea sobre la cama y la arropó con la sábana.
FALON: No debiste permitir que bebiera tanto ponche.
CHALLEN: Lo sé, príncipe Falon. Pero la princesa no quiso escucharme.
FALON: Ella no escucha ni obedece a nadie. Tienes que ser más duro.
CHALLEN: No podría. Yo…
FALON: Debes serlo. Pues ahora eres su caballero protector. La princesa podría sufrir daños por tu culpa.
CHALLEN: Sí, Alteza. Lo siento.
Challen agachó el rostro, avergonzado.
Falon lo miró por última vez y salió de la estancia, recordando las palabras de la princesa: “Tengo que vengarme”.
¿Por qué habría dicho algo así?
_________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
PARTE 9
Ya era de noche, y todos dormían en la nave, menos Challen, que había sido despertado por los sollozos de la princesa.
Se había acercado a la cama y la había visto llorar en sueños.
¿Qué clase de pesadillas podría tener alguien tan noble y bella como Azalea?
Lo único que pudo hacer fue acariciarle el cabello y susurrarle palabras de consuelo, hasta que por fin dejó de llorar.
Pero a él ya se le había ido el sueño, así que ahora yacía asomado a un ventanal, admirando la noche estrellada.
Todavía se asombraba del cambio tan radical que había sufrido su destino.
De ser un simple y pobre comerciante había pasado a ser el caballero personal de la princesa de Krystán. Y ahora se dirigía a Ciudad Aion, dónde jamás estuvo ni imaginó nunca estar.
Se sentía muy afortunado, pero también temeroso por poder hacer las cosas mal con respecto a ser caballero.
Sentía un miedo atroz al imaginarse a la princesa herida por culpa de su incapacidad para proteger y luchar.
Y ahora, viéndola dormir, admitía que se sentía mucho más tranquilo con el príncipe Falon y el emperador Dalden aquí, en la misma nave.
Ellos dos eran verdaderos guerreros y la protegerían perfectamente bien.
Confiaba en aprender a luchar con la espada y así poder ser un buen caballero y protector para la princesa.
Decidió sentarse en el sillón y esperar a que le llegase de nuevo el sueño.
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Todos desayunaban en el pequeño comedor, dentro de la nave.
Falon no dejaba de mirar a Azalea, consciente de que él había caído en la trampa de su belleza.
La muy condenada había conseguido su aceptación al compromiso. Pero tenía claro que en poco tiempo la haría suya.
El hombre mayor con túnica roja y negra entró en el comedor y los miró.
HOMBRE: En media hora llegamos a Ciudad Aion.
AZALEA: ¿En serio? ¿Puede verse desde aquí?
HOMBRE: Sí, Alteza.
De inmediato, Azalea y las dos mascotas corrieron hacia los ventanales para observar el paisaje.
Ante sus ojos se extendían kilómetros y kilómetros de ciudad infinita.
Y tan infinita que no podía verse el final.
Era como el mar. Nunca terminaba en el horizonte.
AZALEA: ¿Por qué le llaman ciudad cuando parece un continente entero?
HOMBRE: Hace muchos siglos, el primer rey de Ciudad Aion, escribió una ley en el Pergamino de los Dioses. Dicha ley consistía en construir y agrandar la ciudad por cada dinastía que gobernara actualmente en la ciudad. Hasta hoy, han gobernado más de cinco reyes, incluida una reina, que fue la que ordenó construir el nuevo reino que hoy día todavía existe.
AZALEA: Vaya… ¿Cuánto tiempo hace que gobernó esa reina?
HOMBRE: Doscientos años, Alteza. Pero tuvo un hijo varón y ese fue el que siguió reinando. El rey actual es el bisnieto de dicha reina.
AZALEA: ¿Y este rey tiene hijos?
HOMBRE: Sí, pero no están aquí. Ellos son pequeños y viajan mucho con su madre.
AZALEA: ¿Cuándo llegaremos al castillo?
HOMBRE: En cuanto crucemos esas nubes. (Señalando)
AZALEA: ¿Qué?
La nave se introdujo entre las blancas nubes y la princesa abrió los ojos con asombro ante tan sorprendente escena.
El castillo estaba situado sobre la montaña más alta de la ciudad. Y era tan alta que la cima rozaba las nubes.
Era un reino gigantesco y espectacular.
AZALEA: ¿Cómo hace la gente para acceder a él?
HOMBRE: ¿Veis esas vías de tren que están distribuidas por todo el reino?
AZALEA: Sí.
HOMBRE: Pues llegan hasta la ciudad en distintas paradas. Pero lo que se usa no es un tren, sino un simple vagón que se le denomina Transportador.
AZALEA: Qué ciudad tan moderna.
Oyó que Falon suspiraba con agobio. Y Dalden parecía aburrido.
Claro. Ellos ya habían estado aquí antes.
Pero todo eso era nuevo para ella, para Challen y para sus mascotas.
Se dio cuenta de que la nave se disponía a aterrizar sobre una grandiosa zona de hierba verde.
En cuanto el motor fue apagado, la gran puerta se abrió y primero salieron los soldados de Krystán.
Luego los siguieron Azalea y Challen junto a Kupó y Mog.
Y por último Falon y Dalden.
En la entrada del castillo había más soldados pertenecientes a Aion, junto a un hombre vestido con armadura, el cual se acercó a la princesa y le hizo una reverencia.
CABALLERO: Bienvenida al Reino Aion, princesa de Krystán.
AZALEA: Gracias.
CABALLERO: Os llevaré ante el rey.
Entraron en el castillo y cruzaron una pequeña sala para luego dar con otra más grande, en la cual había una mesa redonda y gigante llena de comida y bebida.
Azalea y sus compañeros se sentaron y los criados sirvieron comida en los platos de los invitados.
Falon estaba sentado frente a ella, así que la miró con una sonrisa al verla maravillada.
FALON: Esto no es lo mismo que tu reino o el mío.
AZALEA: ¿Por qué lo dices?
FALON: Nuestros castillos son más pequeños que este, por lo tanto, podemos ver a tu padre o al mío cada día. Pero el rey de Aion vive en el otro lado de este reino, y apenas lo veremos.
AZALEA: Oh… Ya entiendo.
Se dedicaron a desayunar, y en cuanto terminaron, el hombre con armadura los llevó a otra sala llena de sofás, muebles y tronos.
Ahí estaba el rey, tan joven y majestuoso con sus ropas de la realeza.
En cuanto Azalea dio un paso hacia adelante, el rey la miró con asombro.
REY: ¿Princesa Azalea?
AZALEA: Sí, Majestad. Es un honor estar aquí y…
REY: ¿De verdad eres la pequeña Azalea?
Se acercó a ella, la tomó de la mano y la obligó a dar una vuelta para así admirarla de arriba abajo, provocando la incomodidad de Falon y Dalden y el sonrojo de la princesa.
REY: No puedo creer que seas la misma. ¿Dónde están tus pecas?
Azalea se puso tensa.
Al parecer, ese rey la conocía desde que era pequeña.
Entonces calificaba como algo normal su reacción, pues la chica había cambiado tanto…
REY: Tienes la belleza de tu madre. Pero tú la sobrepasas.
AZALEA: Gracias.
REY: Quizá sea la impresión de tu cambio, pero debo reconocer que eres una de las chicas más bellas que han visto mis ojos.
Entonces fijó la mirada tras ella y al ver a Falon, se acercó a él para darle un fuerte abrazo.
REY: ¿Y tú qué haces de nuevo aquí?
FALON: Acompañando a la princesa.
REY: ¿Por su seguridad o por su belleza?
FALON: Majestad…
REY: No, no, no. Nada de formalidades. Somos amigos y no tienes que fingir ante nadie. Recuerda que tan solo tengo cinco años más que tú.
Se acercó a Dalden y le palmeó el hombro.
REY: Supe lo de tu padre. Lo siento mucho.
DALDEN: Gracias, Majestad.
REY: Si estás aquí es porque has dejado el cargo como emperador.
DALDEN: Sí. En manos de mi tío.
El rey sonrió y volvió a acercarse a Azalea para mirarla de nuevo de arriba abajo, sonrojándola otra vez.
REY: Ya veo que tienes a todos los hombres a tus pies. Te siguen allá a dónde vayas. Bueno, podéis poneros cómodos hasta la hora de la cena.
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Dentro de una grande y lujosa habitación, Azalea sacaba sus vestidos para observarlos con atención.
¿Cuál podría ponerse esa noche?
Quería dar buena impresión ante un rey tan importante como lo era el de Aion.
Que por cierto, era muy joven.
Había dicho que tenía cinco años más que Falon.
Y si Falon tenía veinte…entonces el rey debía tener… ¡Veinticinco años! ¡Y con hijos!
MOG: ¡Azalea, ven a ver esto!
La chica salió a la terraza y el aire le azotó el rostro y el cabello.
Ese lugar estaba tan alto…
Miró al vacío y sintió un repentino mareo a causa del vértigo.
AZALEA: ¿Qué es lo que queréis mostrarme?
KUPÓ: ¡Ya viene hacia aquí, kupó!
Ante ellos llegó un gigante dragón, que al batir las alas, la corriente de aire fue tan fuerte que los golpeó, lanzándolos hacia atrás.
¿Qué monstruosidad era esa?
Sobre la espalda del dragón había un hombre sentado, al parecer adiestrando a esa bestia.
Qué ciudad tan llena de cosas asombrosas…
Azalea estaba acostumbrada a la tranquilidad de su hogar.
Cerró las puertas de la terraza y pidió que le preparasen un baño perfumado.
Ya dentro de la inmensa y preciosa bañera, Kupó y Mog frotaban suavemente la espalda de la princesa.
MOG: Azalea, ¿crees que en esta ciudad haya mascotas como Kupó y yo?
AZALEA: Es tan grande que no me sorprendería que los hubieran.
KUPÓ: ¿Podemos salir a conocer la ciudad, kupó?
AZALEA: No quisiera que os perdierais. Aunque espero poder yo también salir y conocerla, ya que en Krystán no me dejaban apenas salir a pasear.
MOG: Quizá este rey te lo permita. Parece una persona buena y divertida.
AZALEA: Sí. Lo intentaré.
Un poco más tarde, con la ayuda de las sirvientas, Azalea se puso un vestido pomposo de color rosa pétalo, con los hombros descubiertos y el cabello suelto como cascada sobre su espalda y decorado con una flor rosada.
Las sirvientas estaban maravilladas ante la belleza de la princesa de Krystán.
Azalea les sonrió y salió de la habitación.
Ahí estaba Challen, que al verla tan bonita, se sonrojó.
AZALEA: ¿Has podido darte un baño y relajarte?
CHALLEN: Sí, Alteza.
Se dirigieron hacia el salón de baile y se asombraron al ver tanta gente elegantemente vestida.
Falon y Dalden ya estaban ahí, junto al rey, el cual, al ver a Azalea, se le acercó, sonriendo, y llamó la atención de todos los presentes.
REY: Hoy tengo el honor de presentarles a Azalea, la princesa de Ciudad Krystán.
Los invitados la miraron con atención y después le hicieron una reverencia.
Como siempre sucedía, las mujeres la miraban con envidia. Y los hombres con admiración y deseo.
REY: Esta fiesta es para darte la bienvenida a mi ciudad.
AZALEA: Gracias, Majestad.
REY: Deja de llamarme así. Mi nombre es Zaebard, y estoy a tu disposición.
Le sonrió y se alejó, dejándola a solas con Challen, entre todos esos desconocidos que no dejaban de mirarla.
Pero algo cambió al instante.
Aunque las mujeres la mirasen con envidia, se dignaron a acercarse a ella para llenarla de preguntas sobre Ciudad Krystán y sus gentes.
Pronto ella les habló de todo, y poco a poco, esas mujeres dejaron de mirarla con celos para aceptarla como amiga.
Los hombres la llenaron de halagos pero sin hacerse pesados.
Y Azalea al fin se sintió cómoda.
Era la primera vez que no se sentía sola.
Algo que no había conseguido su propia ciudad con su propia gente.
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La fiesta duró toda la tarde y finalizó a media noche.
Azalea se sentía flotar por la alegría y por el ponche.
Había tomado demasiadas copas, pero se lo había pasado tan bien.
Con la ayuda de Challen, fue llevada a su habitación.
Al entrar, la princesa abrazó a sus mascotas y se puso a bailar por toda la estancia.
CHALLEN: Alteza, podéis caeros y…
AZALEA: Este reino es maravilloso. El rey es encantador. Y sus gentes me caen bien.
MOG: Estás borracha, Azalea.
AZALEA: Solo un poco.
KUPÓ: Me alegra verte tan contenta, kupó. Pero si tu padre te viera en este estado…
AZALEA: Estoy en Ciudad Aion. Mis padres no están. Al fin soy libre. Podré hacer lo que se me antoje.
Soltó a las mascotas y se sentó frente al tocador para mirarse en el espejo, pero veía tan borroso que se echó a reír.
AZALEA: Challen.
CHALLEN: ¿Sí?
AZALEA: ¿Podrías peinarme un poco?
CHALLEN: ¿Ahora? Debéis dormir y…
AZALEA: No tengo sueño. Péiname. Tengo que ir a ver a Falon antes de que sea devorado por esas mujeres.
Volvió a reír y observó cómo Challen hacía el intento de peinarla, pero no tenía ni idea sobre cabellos de mujeres.
Con una sonrisa, ella se levantó del tocador, besó la mejilla del chico y les guiñó un ojo a Kupó y a Mog.
AZALEA: No tardaré.
Salió de la estancia y se dirigió a la de Falon, la cual quedaba al final del pasillo.
Entró sin permiso y lo vio sentado en una silla, leyendo una carta, pero levantó la mirada al oír abrirse la puerta.
Arqueó una ceja al ver a la princesa con los ojos brillantes y las mejillas deliciosamente sonrojadas.
FALON: ¿Qué haces aquí?
AZALEA: He venido a verte.
FALON: Vaya. Hasta que por fin la princesa se acuerda de mí.
AZALEA: Siempre me acuerdo de ti.
FALON: En la fiesta no me has mirado ni una sola vez. Ni siquiera hemos bailado.
Ella se sentó sobre la cama e intentó enfocar la mirada en el príncipe, pero le costaba sobremanera.
Sentía que todo daba vueltas a su alrededor y se echó a reír.
Esa sensación le gustaba bastante.
AZALEA: Es la primera vez que me lo paso tan bien en una fiesta.
FALON: Has bebido demasiado. Deberías estar durmiendo.
AZALEA: Ya veo que no te alegras de verme.
Le hizo un pucherito y Falon se derritió por dentro.
¿Cómo era posible que su belleza lo dominara tan rápido y con tanta eficacia?
AZALEA: ¿Qué estás leyendo?
FALON: Una carta de mis padres.
AZALEA: ¿Ha pasado algo?
FALON: No. Tedra y Cerith vienen hacia aquí.
Oír esos nombres hizo que parte de la borrachera de Azalea se esfumase.
Se dejó caer de espaldas en la cama y miró el techo.
AZALEA: ¿Por qué?
FALON: Cerith también va a estudiar.
AZALEA: Precisamente cuando estoy yo.
FALON: Sois de la misma edad, Zannaleah. Le corresponde estudiar ahora.
AZALEA: ¿Y se hospedarán aquí?
FALON: Sí.
AZALEA: Ya veo.
Intentó levantarse pero no pudo.
Empezaba a sentir la mente embotada y el cuerpo pesado.
Falon la miró con atención, consciente de que la chica estaba bastante borracha y vulnerable.
Ahora podría aprovecharse y hacerle el amor.
¿Aceptaría entregarse a él estando así?
Se acercó a la cama y se puso a su lado para acariciarle la mejilla.
FALON: Princesa.
AZALEA: ¿Mm?
FALON: Te deseo.
AZALEA: Y yo a ti.
FALON: Quiero que seas mía hoy.
AZALEA: Espera.
Volvió a intentar incorporarse, pero fue un esfuerzo en vano.
Apenas podía mantener los ojos abiertos.
AZALEA: No puedes tocarme…
FALON: ¿Por qué no?
AZALEA: Primero tienes que enamorarte de mí.
FALON: No creo en el amor.
AZALEA: Conmigo debes creer. Necesito tu amor, Falon.
FALON: ¿Por qué? ¿No te conformas con tenerme loco de deseo?
AZALEA: Tengo que vengarme…
Los ojos se le cerraron y soltó un suspiro, rindiéndose así al sueño.
¿Vengarse? ¿De qué hablaba esa princesa?
Decidió cogerla en sus brazos y devolverla a su habitación.
Al entrar, vio a Challen que se levantaba de la silla, medio dormido.
Depositó a Azalea sobre la cama y la arropó con la sábana.
FALON: No debiste permitir que bebiera tanto ponche.
CHALLEN: Lo sé, príncipe Falon. Pero la princesa no quiso escucharme.
FALON: Ella no escucha ni obedece a nadie. Tienes que ser más duro.
CHALLEN: No podría. Yo…
FALON: Debes serlo. Pues ahora eres su caballero protector. La princesa podría sufrir daños por tu culpa.
CHALLEN: Sí, Alteza. Lo siento.
Challen agachó el rostro, avergonzado.
Falon lo miró por última vez y salió de la estancia, recordando las palabras de la princesa: “Tengo que vengarme”.
¿Por qué habría dicho algo así?
_________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS-
Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por Alice~ Miér Ago 01, 2012 11:47 am
D: maldita borrachera echó todo a perder ToT ~ Aún así va por buen camino todo -w- & espero la conti :3 se magnifique (? XD
Alice~- Mensajes : 635
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Personaje Favorito : Deidara Iwakure , Grell Sutcliff , Itachi Uchiha & Drocell Cains <333; imposible tener solo uno ~ -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por Katherina Kusanovic Miér Ago 01, 2012 2:14 pm
Fa...fa..fack!!! Casi que:.. Oh gracias al Santísimo dios que no le hizo caso!!! Rayos >.< estuvo tan cerca xDD
nee que ganas de joder que tienen tedra y cerith e.e*** digo, vengan el mes que viene mis queridas ! Como va a cumplir Azalea su venganza con ellas dos chismosas e.e
okaa... Besos y espero la conti!
nee que ganas de joder que tienen tedra y cerith e.e*** digo, vengan el mes que viene mis queridas ! Como va a cumplir Azalea su venganza con ellas dos chismosas e.e
okaa... Besos y espero la conti!
Katherina Kusanovic- ADMIN
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Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por jessie ichinose Miér Ago 01, 2012 5:53 pm
te kedo genial :3
conti pronto onegai n.n
conti pronto onegai n.n
jessie ichinose- Mensajes : 240
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Localización : en un cuarto oscuro con sasuke >////<
Personaje Favorito : sasuke *¬* naruto *-* itachi *w* yuujii *O* death the kid :9 y muxos mas xDD
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