Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 17

por SweeT PrincesS Lun Dic 17, 2012 11:09 am

"Competición De Amor"

PARTE 4

Shaner, cruzado de brazos, seguía mirando a Tedra, esperando una respuesta.
Pero la princesa continuaba indecisa, temblando como una flor.
¿Qué debía hacer? ¿Cuánto debía arriesgar?

SHANER: ¿Y bien? ¿Cuál es vuestra decisión?
TEDRA: Yo…

¿Por qué Shaner la ponía en este aprieto? ¿Tan poco era el interés que sentía por ella?
Sabía lo hermosa que era y el poder que su cuerpo podía tener sobre el guerrero, así que tenía que arriesgar.
Respiró hondo y lo miró con el delicado mentón orgullosamente levantado.

TEDRA: Acepto.
SHANER: ¿Qué es lo que aceptáis?
TEDRA: Ser tuya y dejar de molestarte para siempre.
SHANER: ¿Estáis segura?
TEDRA: Sí.

Se miraron en silencio durante lo que pareció una eternidad…hasta que él se acercó a ella para retirarle un mechón de cabello de la cara y ponérselo tras la oreja.
Ese gesto hizo que Tedra se derrumbase por dentro.
Estaba convencida de que ese capitán guardaba una parte de su ternura en el fondo de su alma y tan solo sacaba a la luz su personalidad fría y distante.
Pero hoy le entregaría todo lo que tenía guardado, ¿verdad?
Cerró los ojos cuando Shaner acercó su boca a la suya y la rozó con delicadeza al principio.
Los músculos de Shaner estaban tensos, soportando el fuego que rugía en sus venas.
Él estaba acostumbrado a soltar sus pasiones y a tomar todo lo que le ofrecían las mujeres sin dudarlo.
Pero con esta princesa virgen y temblorosa debía controlar su deseo o acabaría lastimándola.
Pero maldita fuera…
No era nada fácil controlarlo.
Lo que en realidad deseaba era arrancarle ese pomposo vestido y devorarla por completo.
De pronto, se sintió nervioso.
Por todos los infiernos…
Parecía un maldito adolescente en su primera noche de sexo.
Rompió el beso y se apartó para pasarse la mano por el rostro en un gesto de frustración.
Tedra lo miró con las mejillas sonrojadas.

SHANER: No puedo.
TEDRA: ¿Qué es lo que no puedes?

Al ver que no respondía, la chica se sintió nuevamente rechazada.
Quizá el respeto podía más que el deseo.
Eso quería decir que no la deseaba lo suficiente.
¿Pero entonces por qué demostró tanta pasión en la sala de reuniones en aquella ocasión?
Se sentía tan confusa que sus ojos se llenaron de lágrimas.

TEDRA: Dime qué puedo hacer.
SHANER: ¿Qué?
TEDRA: ¿Qué puedo hacer para que te olvides de que soy una princesa y tomes todo lo que anhelo entregarte?

Ahora temblaba mucho más que antes, y al verla a punto de romper a llorar, Shaner se sintió perdido.

SHANER: Esta vez no se trata de eso.
TEDRA: Entonces, ¿qué es?
SHANER: Tengo miedo de lastimaros físicamente con mi…brusca pasión.
TEDRA: Oh… (///)
SHANER: No estoy acostumbrado a hacer esfuerzos en cuanto a controlar mis métodos pasionales.

Poco a poco, la princesa fue calmándose al comprender la situación.
Así que ahora se trataba de eso…
Tomó aire y se acercó tanto al chico que sus narices casi se rozaron.

TEDRA: Entonces no te controles.
SHANER: No me pidáis eso, princesa.
TEDRA: Sea como sea yo quiero que me ames hoy.

Shaner gruñó y la estampó contra la puerta para devorar su boca con total entrega.
Le arrancó el vestido en dos tirones y tomó esos suaves pechos entre sus fuertes manos.
Tedra gimió contra esa boca y lo llevó a la perdición.
Estaba ciego de pasión y con muy poco límite como para detenerse de nuevo.
Su conciencia y respeto ya no lo pararían.
Solo ella podría detenerlo…si se lo pedía.
Pero detenerlo no estaba en los planes de la testaruda princesa, y se lo demostró apretándose contra él, acariciando con sus delicadas manos su fuerte espalda, respondiendo al beso con la misma fogosidad.
¿Cómo podía ser una chica frívola y orgullosa y a la vez ser apasionada y manejable?
Era una joven de fuertes emociones…y muy en el fondo se sentía afortunado de que fuera el primero en descubrir todo lo que escondía tras la fachada de princesa respetable.
La alzó en sus brazos y la obligó a que sus deliciosas piernas rodeasen su dura cintura.
Con la espalda apoyada en la pared, Tedra pudo ver cómo Shaner torturaba sus senos con exquisita entrega.
El placer la estaba atravesando en lo más profundo de su alma.

TEDRA: Shaner…

Tras saciarse de esos pechos, volvió a besarla en la boca, mientras que sus fuertes manos acariciaban esas piernas que le rodeaban la cintura.
Sentía que el fuego lo consumía por dentro…
Necesitaba liberarlo antes de que muriera abrasado y adolorido.
Con su lengua exploró esa dulce boca hasta que ya no pudo soportar la necesidad de estar dentro de ella, así que la llevó hasta la cama y la acostó.
Entonces la miró de arriba abajo, con la respiración agitada.
Era tan hermosa y sensual…tan deseable y dolorosamente prohibida…
Tedra se estaba ahogando en esa profunda mirada.
Una mirada que estaba logrando desnudarle el alma.
Temerosa de que Shaner se echase de nuevo atrás, estiró la mano hacia él.

TEDRA: Por favor.

Esa súplica lo desarmó por completo.
Tantas mujeres que se habían derretido por su atención, por obtener placer.
Tantas veces que lo había hecho…
Y ahora sentía la abrumadora necesidad de complacer a Tedra y de llenarla con su pasión infinita.
Tomó aire, se quitó los pantalones y se acostó al lado de ella para seguir mirándola en silencio, mientras que su mano se encargaba de deslizar las diminutas braguitas por las perfectas piernas femeninas.
Entonces la princesa volvió a tensarse.
Estaban a un paso de unirse en cuerpo y alma… De ser uno solo…
Sentía excitación, sí. Pero también mucho miedo.
Vio que Shaner intentaba ponérsele encima, así que lo detuvo del pecho.

TEDRA: Espera…

¿Esperar? ¿Precisamente ahora?
Shaner apretó los dientes, controlando con todas sus fuerzas el último resquicio de deseo insatisfecho.

SHANER: ¿Qué ocurre?
TEDRA: Yo…tú…es que…
SHANER: Hablad, maldita sea.

Esa brusca impaciencia provocó que Tedra soltase el primer sollozo.
¡Por todos los cielos!
¿Por qué se ponía a llorar justamente ahora?
¿Quizá quería echarse atrás y no sabía cómo decírselo?
Inspiró hondo y trató de no hablar con tanta brusquedad.

SHANER: ¿Qué ocurre, princesa?
TEDRA: E-es mi primera vez y…tengo miedo…

Por alguna razón, el duro corazón del guerrero se agitó y se conmovió.
¿Cómo debía calmar el temor de una doncella? ¿Cómo hacerlo en estos momentos cuando en realidad quería hacerla suya de una maldita vez?
Él no era nada tierno, pero de todos modos, le secó las lágrimas con su dedo.

SHANER: Iré despacio.
TEDRA: ¿Lo prometes? (///)
SHANER: ¿Por qué demonios necesitáis una promesa?
TEDRA: Pues porque me advertiste de tus métodos bruscos y…y…
SHANER: Haré un esfuerzo, maldita sea.

De nuevo volvía a hablarle con frialdad.
Tedra sollozó una vez más y su cuerpo tembló de nuevo.
Shaner gruñó y se pasó la mano por el cabello en un gesto de desesperación.
¿En qué lío se había metido?

TEDRA: ¿Ya no me deseas?
SHANER: Por todos los infiernos, mujer. ¡Estoy ansioso por haceros mía!
TEDRA: Entonces, abrázame.

¡Abrazarla! ¡Dios Santo!
Shaner tenía ganas de gritar y de romper todo a su alrededor.
Nunca había abrazado a una mujer en medio de una situación tan pasional como esa.
Lo único que quería era introducirse en lo más profundo de Tedra y descargar toda su pasión en ella.
Pero viéndola llorosa y temblando, no tuvo más remedio que acercarla a su cuerpo y rodearla con sus brazos.
En cuanto las curvas y la piel de la chica entraron en contacto con el cuerpo de Shaner, fue un golpe electrizante que dejó al joven capitán tenso y perdido.
La calidez, la suavidad y el aroma de Tedra lo rodearon por completo, sumiéndolo en un estado de asombrosa paz interior.
Acostados, desnudos y abrazados fue la imagen que se quedó gravada en la mente del guerrero.
A pesar de sentir esa maravillosa paz, en ningún momento se calmó su deseo por hacerla suya de una vez.
Pero quería saber si ella ya estaba preparada, así que bajó la mirada hasta sus grandes ojos.
Unos ojos que lo miraban con demasiado amor…
Dios… Cómo dolía tenerla así…mirándolo con su etérea belleza…
Seguía temblando, por lo que continuó abrazándola unos segundos más.

TEDRA: Gracias.
SHANER: Dejad de mirarme así.
TEDRA: ¿Así, cómo? (confusa)
SHANER: Olvidadlo. ¿Ya estáis mejor?
TEDRA: Sí…
SHANER: Perfecto.

Al fin llegó el momento.
La soltó y se colocó encima de ella, cubriéndola por completo con su fuerte cuerpo.
Tedra estaba tensa, pero no tan asustada como antes.
Shaner usó su rodilla para separarle las piernas y colocarse entre ellas para empezar a presionar.
La desesperación por sentirla estaba acabando con su paciencia…
Tedra cerró los ojos con fuerza al sentir el primer pinchazo de dolor, pero estaba dispuesta a aguantar en silencio con tal de sentirse suya.
El guerrero empujó un poco más, sin dejar de mirarla.
Estaba preciosa con las mejillas sonrojadas y los labios entreabiertos, derramando su dulce aliento cerca de su cuello.
El deseo se hizo más intenso con tan solo observarla, por lo que dio el último empujón y sintió cómo se rompía esa valiosa virginidad.
Tedra se tensó pero en ningún momento gritó.
Y no hizo falta gritar, puesto que los signos del dolor se reflejaban en su bello rostro.
De pronto, Shaner sintió miedo por ella.
Era tan frágil y delicada que temió romperla como si fuera de cristal.
Pero estar dentro de ella ya no permitió que se detuviera, así que sin dejar de mirarla, empezó a moverse con más rapidez con cada segundo que pasaba.
Al fin Tedra abrió los ojos y entraron en contacto con los de él.
Poco a poco, el dolor menguó y fue reemplazado por un placer sin igual.
Aun temblorosa, alzó una mano y acarició la mejilla del chico.

TEDRA: Te amo, Shaner.

Esa confesión en medio de la pasión fue lo que hizo que el capitán perdiera el control.
La besó y empezó a moverse con más brusquedad, gimiendo contra su boca con cada embiste que ejercía.
Tedra lo rodeó con brazos y piernas, recibiéndolo hasta lo más profundo de su ser, entregándose por completo.
Shaner se sentía en el paraíso…
Algo ocurría…algo inexplicable que se expandía por su pecho…algo cálido…algo que dolía…
El placer le nubló la mente y gruñó al sentir los espasmos de la princesa, sumados a su propio éxtasis.
Pero no quería parar…no quería salir de su interior…tan acogedor y cálido…
Por todos los dioses…
Se derrumbó sobre ella y soltó el suspiro más largo de su vida.
El corazón quería salírsele del pecho y su respiración era demasiado entrecortada.
Tedra se removió bajo su cuerpo y supo que la estaba aplastando.
Alzó un poco el torso y la miró.
Con los ojos llorosos, la princesa le sonrió con tanto amor que Shaner quedó bloqueado.
¿Cómo podía sonreírle después de haber sido desvirgada de la peor manera? ¿Cómo podía mirarlo con devoción después de ser deshonrada por un vulgar guerrero? ¿Cómo podía amarlo sin él haberse propuesto conquistarla?
De pronto lo invadió la furia, se apartó de ella y se vistió con rapidez.
Sin decir una palabra, salió de la estancia, dejándola en la cama, confusa y dolida por su partida sin explicación.
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El ajetreo de los soldados despertó a Challen, el cual tenía un dolor de cabeza horrible.
Se dio un rápido baño y se puso el nuevo uniforme de caballero de Aion.
En cuanto abrió la puerta para salir de la estancia, se encontró con la punta de una espada cerca de su cuello.
Miró a Falon con los ojos bien abiertos.

CHALLEN: A-Alteza…
FALON: Te desafío, Challen.
CHALLEN: ¿Qué?
FALON: Te veo en el Campo de Batalla con una espada en tu mano.
CHALLEN: Pero…
FALON: Espero que sepas usar los métodos de lucha que una vez te enseñé.

Dicho eso, el príncipe se alejó, dejándolo clavado en el suelo y confuso.
¿Por qué lo había retado tan inesperadamente?
Otra puerta se abrió y se asomó Azalea, que al ver a su caballero, se sintió incómodamente avergonzada.
El beso y la confesión de ayer aun flotaban en el aire.

AZALEA: Buenos días.

Al ver que no respondía ni la miraba, se acercó a él y le tocó el hombro.
Challen parpadeó y enfocó la mirada en ella.

AZALEA: ¿Estás bien?
CHALLEN: Sí, sí. Es solo que…estoy sorprendido.
AZALEA: ¿Por qué?
CHALLEN: El príncipe Falon me ha desafiado.

Oír ese nombre hizo que el corazón de la princesa se acelerase bruscamente.

AZALEA: ¿Falon…?
CHALLEN: Sí, Alteza. Hace unos minutos me retó para las Competiciones. Parecía bastante enfadado…

Oh, Dios… ¡Falon estaba aquí!
¿Cuándo había llegado? ¿Por qué había retado a Challen? ¿Por qué estaba enfadado? ¿Qué haría Azalea si volvía a verlo?
Ahora era ella la que estaba ausente, así que Challen le acarició la mejilla con timidez.

CHALLEN: No os preocupéis, princesa. Yo estaré a vuestro lado todo el tiempo.
AZALEA: Gracias.

Bajaron al comedor real y desayunaron junto a Zaebard, a su esposa e hijos y a Dalden.
Poco a poco fueron llegando los demás. Y entonces apareció Falon, que miró con furia contenida a Azalea y después se sentó.

ZAEBARD: Vaya, Falon. ¿Cuándo llegaste?
FALON: Anoche.
ZAEBARD: Veo que te has decidido a participar.
FALON: Así es.
ZAEBARD: Me alegro.

Azalea tenía la vista clavada en el chocolate caliente de su taza.
Los nervios la invadían ante la presencia de Falon.
Pero también sentía rabia, puesto que su cuerpo, mente y corazón perdían el rumbo cuando él estaba cerca.
¡Debería estar odiándolo todo el tiempo!
Pero ahí estaba…temblando de amor y sin poder alzar la mirada para retarlo.
Al otro lado de la mesa, Tedra estaba dolida y furiosa por el repentino abandono de Shaner.
¡Ni siquiera se había presentado a desayunar!
Le dolían las piernas y el centro de su ser…pero había sido la mejor experiencia de su vida…
Inexplicablemente se sentía más enamorada de él.
A su lado, Cerith desayunaba con incomodidad, ya que Dalden no dejaba de mirarla.
Últimamente, el emperador actuaba de forma extraña…
Zaebard llamó la atención de todos alzando la mano para que lo mirasen.

ZAEBARD: Chicas, después de clase, os espero en el jardín trasero.

El desayuno finalizó y Azalea se dirigió a la sala de estudios junto a Lilly, Aika, Lenoic y Cerith.
Mientras tanto, Tedra buscó a Shaner por todos lados hasta encontrarlo en el Campo de Batalla, alistando las armas para las primeras actividades.
Respiró hondo y se acercó con precaución.

TEDRA: Shaner.

Al oír esa voz, al guerrero se le cayeron las espadas al suelo.
Se dio la vuelta lentamente y la miró directamente a los ojos.
Unos ojos cargados de dolor y furia.

SHANER: ¿Sí?
TEDRA: ¿Se puede saber qué te pasa?
SHANER: Nada.

Recogió las espadas y fue depositándolas sobre la plataforma de batalla.
Tedra había aprendido a conocerlo bien, y por la forma en la que le daba la espalda, sabía que algo le ocurría, así que se acercó a él y lo cogió del brazo para voltearlo hacia ella.

TEDRA: ¿Por qué huiste tan repentinamente de la habitación? ¿Por qué te fuiste sin decir nada? ¿Por qué tan pronto?
SHANER: ¿Acaso esperabais que me quedase a dormir a vuestro lado?
TEDRA: No, pero… (///)
SHANER: Aceptasteis entregaros a mí y dejar de molestarme para siempre, así que no deberíais estar aquí, hablándome.

Tedra no supo qué decir, pues el chico tenía razón.
Pero lo único que quería era saber el motivo por el cual se había ido sin despedirse.
Al ver que no decía nada, Shaner suspiró y siguió con la tarea de las armas de madera.
¿Debían dejarse así las cosas?
Con un nudo en el pecho, la princesa le tocó la espalda y notó como se tensaba.

TEDRA: Te amo.

Dicho eso, se fue, dejándolo sumido en un estado de desesperada confusión.
No soportaba ver el dolor reflejado en el bello rostro de Tedra, así que la dejó marchar.
Y aun y así, no pudo evitar sentir un extraño vacío en su interior.
Pero confiaba en que a partir de ahora, podría vivir en paz sin que ella estuviera persiguiéndolo constantemente y torturándolo con su belleza.
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Al salir de la sala de estudios, Azalea, Lilly, Aika y Cerith se encaminaron hacia el jardín trasero, seguidas por las demás alumnas, incluida Tedra.
Localizaron a Zaebard apoyado en el muro de piedra, esperándolas.

ZAEBARD: Os he hecho venir aquí para mostraros las aguas termales.

Les indicó una abertura de un metro y medio de altura que había en dicho muro, y una a una, las chicas entraron en él.
Algunas más altas debieron agacharse para poder pasar.
El último en cruzarlo fue Zaebard, y con placer vio cómo las jovencitas exclamaban y sonreían ante tan bello paisaje.
El baño termal consistía en un gran lago de agua caliente, rodeado por árboles, montañas y vegetación.
En las orillas del lago había cinco inmensos Shuupaf tomando agua con sus largas trompas. O eso parecía…

AZALEA: ¿Qué hacen los Shuupaf aquí?
ZAEBARD: Son los guardianes de este lugar.
AZALEA: Oh…
ZAEBARD: Ellos se encargan de cuidar y vigilar el entorno de intrusos desconocidos.
LILLY: ¿Y cómo pueden saber quiénes son los intrusos?
ZAEBARD: Eso es un secreto. Ahora disfrutad de un baño termal antes de que se inicien las primeras Competiciones.

Les guiñó un ojo y se marchó.
Las chicas se acercaron al lago para tocar el agua caliente. Y las menos asustadas, se atrevieron a acariciar a los Shuupaf.

AIKA: ¿Cómo es posible que el agua esté caliente en un lugar rodeado de vegetación?
LILLY: Esa es la magia, ¿no crees? (n_n)
AIKA: Yo solo conozco baños termales en medio de las montañas, rodeados de piedras y rocas.
AZALEA: No perdamos más tiempo y vayamos a por nuestros trajes de baño.
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TO BE CONTINUED...

por **Katherina Kusanovic** Lun Dic 17, 2012 1:35 pm

Asdf idiota de shaner!!! Como se le ocurre dejarla así como si fuera una zorra *tic*
grrr tengo odio en mi interior e.é pero igualmente no se compara con mi alegría OwO
vuelve Falon a luchar por Azaleaaaa!!! Yeah! *Saca banderitas*

asdf que baka soy xDD bueno, me gustó el cap nwn so... Espero la conti Smile