El Renacimiento del Imperio [Capituilo 1] Faltan Miembros Para El Club

El gran imperio que la famosa escuela de la prefectura de Kanawaga , Rikkai Daigaku Fuzoku Chuu, que creo durante dos años lo cual durante estos hizo que el equipo de tenis ganara el torneo nacional durante ese tiempo, mas sin embargo cuando los emperadores trataron de dominar en su tercer año fueron vencidos por la escuela Seigaku al coronarse ganadores frente a los emperadores, por lo cual para muchos de los titulares del Rikkai siendo este su último año dejaron al club de tenis en manos del junior Kirihara Akaya.

Siendo el próximo año, el joven dejaría de ser un junior y ahora seria un senior del Rikkai, pero la suerte del club que tanto amaba se estaba llendo por la borda. Nadie se unía al club, No, no desde aquella derrota contra el Seigaku y el club no podía sobrevivir sin miembros, es decir si tenia algunos; sin embargo no eran tan buenos, daban vergüenza y es por decir algo ligero acerca de los reclutas con pésimo nivel.

¡Maldito Seigaku!

Si tan solo hubiese alguien que salvara al club y su pellejo, ¿Qué le sucedería si Sanada-Fukobuchou se entera? , por suerte su sempai ya estaba en la preparatoria, pero no debía ponerse tranquilo seria una deshonra para el Rikkai. Debía haber una forma de que el pudiera traer buenos jugadores, ¿pero cómo?

No tenia intenciones de pedirle un favor, pero si era por el tenis lo haría, asistiría a esa mujer... A esa bruja que le recordaba a uno de sus sempai's

¡Ah! Cierto ella aprendió de él.

Luna Akutagawa: Hermana menor de Jiro-san del Hyotei, le tenia respeto y admiración a Renji-sempai, adoraba el tenis tanto como su hermano y varios del club de tenis, Bunta-sempai cuidaba de ella como si fuese su hermana ya que él y Jiro tenían buena amistad, por lo tanto: Bunta + Hermana menor Jiro = Luna tratada como hermana menor de Bunta.

¡No! Ni ensueño le pediría ayuda, además si lo hiciera seria en un extremo caso y este no era extremo. Debía haber alguien mas alguien bueno y capaz de ayudarle en este caso.

Sin admitir pero... alguien que supiese controlar su carácter cuando estaba molesto...

—¿Porqué están difícil?— se pregunto el chico de ahora 15 años, mientras sostenía su barbilla con una de sus manos y miraba hacia el techo pensando en el asunto.

—¿Tan difícil qué? — pregunto la voz que no quería escuchar en ese preciso momento, cabello cafe-anaranjado, largo y agarrado a dos coletas, una diadema que sostenía su fleco y ojos café oscuro. Ella estaba justo a su lado mirando al chico con curiosidad y de manera seria a este, él lentamente fijo su mirada en ella dejando escapar un suspiro de frustración, no podría ocultar mas que necesitaba ayuda. Y ella ya estaba ahí, así que seria ahora o nunca.

—Sobre el club de tenis....

—Esta en crisis el club, ¿no es así?

—Si

—Lo sabia, eres muy obvio Kirihara

—Callate y empieza a hablar

—De acuerdo

La joven sonrió y fue así como comenzó a hablar con el chico de cabello negro-verdoso, si sin duda Yagyu tenia razón el cabello de Akaya tenia un cabello que le recordaba a la alga marina por el color que tenia, no le diría eso o terminaría golpeada y en el hospital, por lo cual se mantuvo seria cuando hablaba con el acerca del equipo, esto les llevo a recordar a las dos chicas que en su momento no habían sido tomadas en cuenta por su edad y eso, mas sin embargo Luna había visto la sonrisa que tenia Akaya al ver a una de las candidatas.

Echizen Ryoko: Hermana melliza de Ryoma, jugadora de tenis desde niña, mano dominante izquierda, juego agresivo.

Esta era una oportunidad única que no dejaría pasar, esto cambiaría muchas cosas en el Rikkai y seguramente seria un pase a mas miembros del equipo de tenis.
No dejo que la peli-naranja siguiera con mas miembros que reclutar, de inmediato fueron a buscar a esta chica por toda la escuela, seria algo tardado, pero que importaba en una situación así. La chica sabia que ya casi estaban recorriendo toda la escuela y luego toda la búsqueda termino en uno de los pasillos de la escuela, no de la mejor manera, era una de las mas extrañas, malas y horribles que pudo haber terminado ¿Porqué Kirihara era tan idiota?

Eso había sido vergonzoso. No es que no se conocieran antes, pero este reencuentro era muy raro y claro terminaría muy mal, al menos para Kirihara.

—Sempai, eres un pervertido —dijo la chica de cabello verde-azul y ojos dorados de manera seria pero burlona, claro que en su mirada se podía ver una chispa de molestia con respecto a lo que sucedía

—¿Qué?, yo no... ¿Qué gano con hacer esto?

—Me pregunto lo mismo y mas importante... ¿Porqué tu cara sigue en mi pecho?—hablo esta vez un poco mas irritada aunque la diversión en sus ojos era mas notoria que su enojo, es decir, solo alguien como Luna se daría cuenta de que la peli-verde estaba molesta.

Y rápidamente Kirihara ya se había levantando del suelo, ayudando a la joven Echizen en el proceso, Luna tenia una expresión de sorpresa, desagrado y vergüenza, pero no pudo evitar soltar unas risas por lo patético que había sido para Akaya y al menos la Kohai no había reaccionado de manera violenta golpeando al peli-alga o intentando otra cosa.

—Sumimasen Echizen-chan, ya sabes con Akaya-kun es algo torpe —se disculpo la chica con la joven de segundo año, la cual de inmediato puso una mirada fría

—Solo Ryoko, Akutawaga-sempai...

—Anou... Hai, E-ryoko —se corrigió así misma antes de repetir el apellido de la peli-verde.

—¿Te molesta que te llamen por tu apellido?—pregunto el chico de cabello negro a la kohai de segundo año que estaba frente a él y la peli-naranja, ambos de tercer año

—Al igual que te molesta que digan algo de tu cabello—respondió a la defensiva la chica de cabello verde-azul con una sonrisa en su cara, sabia que había dado en el punto

Él simplemente miro a la chica con molestia y desvío la mirada murmurando algunas palabras inaudibles y difícil de entender, solo Luna había escuchado un 'Tch que creida' entre otras frases.
Un silencio incomodo había iniciado entre los tres y recibían miradas de todos los estudiantes que estaban en pasillo, murmuraban cosas acerca de lo sucedido hace unos momentos, ese silencio no debía durar demasiado por lo cual Luna, pensaba una manera de romper aquel silencio ya que todo eso era muy extraño y al menos ella quería que fuera mas tranquilo el asunto.

—Bueno, tenemos que hablar contigo Ryoko—dijo la peli-naranja a la chica mas joven quien de inmediato la miro y levanto una de sus cejas en curiosidad por saber de que trataba el que de manera repentina quisieran hablar con ella

—¿Sobre qué? —pregunto ella mirando a ambos sempai's, mientras pensaba que es lo que querían y porqué ella era la persona que necesitaban, sin mencionar para que

—El club de tenis

—Ah, entonces los escucho

—Bueno Ryoko, queremos pedirte que te unas al club de tenis para este año,Tu... ¿puedes hacer eso? —Pregunto Luna con una expresión seria a la kohai quien parecía tener interés en aquella oferta que tenían para ella, sus ojos cafés miraban a la joven Echizen con cierta esperanza para que les ayudara con el club en ese instante

—No quiero ayudarles, pero me gusta jugar tenis así que me uniré— declaró la chica cerrando sus ojos y sonriendo un poco, era una sonrisa arrogante que la peli-naranja había visto antes en otra persona

—Tch, eres muy presumida mujer —se quejo Kirihara al ver aquella sonrisa fastidiosa en su rostro, pero no podía seguir molesto ya que le gustara o no la jovencita de ojos dorados los ayudaría y seria una buena adición al club

—Pero si no quieres... puedo unirme al club de baseball, ya que también me gusta

—¡No! —Dijo Luna rápidamente y soltandole un golpe al chico a su lado —Estúpido ¿quieres qué nos quedemos sin miembros?

—¿Porqué me golpeas?—pregunto y después empezó a quejarse entre dientes acerca de Luna y la kohai tan fastidiosa que podía sentir la sonrisa que se dibujaba en el rostro de la peli-verde, era una burla que hiciera tal cosa, si estaba molesto y no lo negaría

¡Plack!

—Ni si se te ocurra enojarte sempai —dijo la chica de ojos dorados mirando al chico de cabello negro, el chico mayor miro con sorpresa a la kohai de cabello verde-azul y podía sentir una sensación de ardor en su mejilla, pequeñas agujas picaban la piel de su mejilla

—R-ryoko—dijo la chica mayor con angustia en sus ojos café oscuro, Kirihara estaba sorprendido, en shock y no parecía reaccionar mal a lo que la kohai había hecho para calmarlo

—Que temperamento sempai —dijo la chica de cabello verde-azul dejando escapar unas risas divertidas a su mayor que estaba aun sorprendido por aquella acción—Anou, sempai... ¿Me he pasado?—pregunto un poco después y se acerco sonriendo a ambos

—Creo que ha estado bien—dijo Luna con una sonrisa y mas tranquila al ver como no había reaccionado de manera negativa Akaya

—Bueno, de todos modos... ¿Esta bien? Akaya-sempai —pregunto la kohai mirando a su mayor que parecía estar en shock por lo sucedido

La chica sacudió el hombro del chico mayor, no reaccionaba y la peli-verde se estaba desesperando al no tener respuesta y llamaba su nombre de manera repetitiva para que reaccionara e incluso la otra chica estaba llamando al chico quien parecía perdido en su mundo.

—¡Akaya!

—¡Sempai!

—¡Kirihara!

La chica de ojos dorados suspiro en frustración por no tener respuesta, se levanto en la punta de sus pies para poder llegar cerca del oído del chico de cabello negro, lo cual hizo para llamar su atención y que reaccionara mas rápido al escuchar su nombre en su oído, mas sin embargo no parecía notar nada de lo que sucedía a su alrededor. Hasta que sonó la campana para que todos se fueran a sus salones respectivos, Luna y Ryoko se habían ido cuando notaron que faltaban 20 minutos para entrar a clases dejando solo a Kirihara, quien en ese justo momento estaba corriendo por los pasillos para llegar a su clase antes que su profesor.

¿Porqué esas mujeres eran tan crueles con él?

No lo sabia pero no podía detenerse a pensar en ello ya que tenia que llegar a clase a tiempo o seria castigado y eso era lo que debía evitar a toda costa en este momento, además de año.

Si tan solo tuviera mas miembros para el club de tenis...

Sus súplicas parecían haber sido escuchadas pues en el receso otra vez se reunió con las dos chicas, su Kohai y su... ¿Qué se supone que era Luna de el?, no sabia mas sin embargo no se pondría a preguntarse y a definir su relación con ella, ahora solo se concentraria en el equipo de tenis que necesitaba salir del hoyo que había sido metido el Rikkai.
Los tres jóvenes se sentaron en una de las mesas de la cafetería pare ver mas posibles miembros del club de tenis mientras comían algo de su almuerzo y hablaban analizando a los candidatos a unirse al club de tenis.

—Entonces que tal, ella se ve interesante —dijo la peli-verde con interés repentino por una chica que desde el punto de vista de ella podía ser útil

—¿Ishida Hotaru?, podría ser un buen elemento...

—Entonces hay que buscarla—propuso el chico de cabello negro que daba parecido con las algas, la chica de cabello café-naranja parecía pensarlo y después suspiro en derrota aceptando la proposición que tanto Akaya como su Kohai de ojos dorados habían dicho

Una vez que terminaron su almuerzo los tres salieron de la cafetería para buscar a la chica que habían dicho y que parecía interesantes a los ojos de la kohai, pasaron por casi todo el edificio escolar mirando a los pasillos de la escuela, salones, el patio y demás lugares tales como canchas de fútbol,baseball, basquetbol, etc. Al fin la habían encontrado afuera de las canchas de tenis, mirando aun cuando no había nadie dentro de ellas, los tres se acercaron con cautelo, pero la Kohai se acerco mas por su emoción de ver que tan interesante seria esta chica y sobre todo quería saber cual era su estilo de juego.

—Ohayo Gosaimaisu, Soy Echizen Ryoko yoroshiku onegaishimazu —dijo la chica de cabello verde-azul con una pequeña reverencia a la chica que tenia frente ella además de que había mostrado una sonrisa

—Ohayo Gosaimasu Echizen, Soy Ishida Hotaru, yoroshiku onegaishimazu —dijo la chica de cabello largo hasta cintura y de color café

—Parece que te interesa el club de tenis, ¿no es así?—dijo la chica de ojos dorados con esperanza ignorando o de hecho olvidando a sus sempai's que estaban con ella y la chica Hotaru parecía tener mas interés en esta chica de cabello verde-azul ya que su cara, color de cabello, facciones, gestos y algunas cosas de esta chica se le hacían conocidas de un lado

—A ser honesta si...

—Estas de suerte, estamos buscando miembros—hablo rápidamente Akaya quien se acerco un poco y detrás de la peli-verde que tenia una expresión alegre, Hotaru sabia recordar caras pero esta chica parecía que las sonrisas no iban con ella o acaso era que tenia muy presente a otra persona que la confundía al ver a Ryoko

¿A quién le recordaba Ryoko? y sobre todo... ¿Porqué ella y no alguien mas?

Tenia sus dudas pero por el momento solo se acercaría al club y a estos tres, hasta ahora había visto a la última chica, además de que aceptaría la oferta que tenían para ella de unirse al club de tenis, tenia ganas de tener al menos unos buenos partidos de tenis en su escuela además de jugar contra otras. Eso es lo que tenia en mente y se aseguraría que pudiera hacer eso que en ese momento le interesaba mucho, además de que estaba haciendo o haría amigos con estos tres jóvenes que se le habían acercado, solo le inquietaba un poco Ryoko ya que la tenia pensando acerca de donde la había visto antes o quien que había visto antes se le hacia conocido y parecido a ella.

Pero pronto la atención de los cuatro se vio en algún lugar de la cancha de tenis, no habían notado hasta ese momento la multitud de estudiantes que se formaba en las afueras de una de las canchas cercanas de allí...

—¿Qué esta pasando ahí sempai? —pregunto la chica de cabello verde-azul al ver a la multitud que se formaba y no dejaba ver nada de la cancha

—No se, yo no había visto nada interesante en las canchas

—Tenias que ver muy bien tonto—dijo Luna golpeando el hombro de Kirihara de manera firme lo cual tenia la certeza de que le doleria un poco el brazo por la fuerza que ella había aplicado

—¿Qué rayos?

—Nada de molestarse Sempai... o... ¿Lo golpearé como antes?

—....

Y así los cuatro se acercaron a la multitud con sumo cuidado para ver que sucedía...