Nublosos recuerdos. [Feliz dia de la madre]

´,. Nublosos Recuerdos.
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Suspiro pesadamente, aun viendo aquella foto vieja, como lo venia haciendo hace una hora aproximadamente. Que pesado era el recuerdo, que tan largo era el olvido, o quizás eterno. Se paro de esa cama vieja, con cierta pereza, dejando sobre la mesa de luz aquel retrato tan familiar. Miro precipitadamente todo su alrededor, notando como las cosas seguían en su lugar, nada cambiaba desde aquel día, todo era lo mismo, y era enfermizamente nostálgico, casi insoportable. Divagaba en sus pensamientos recordando con rabia el tiempo que desperdicio cuando creyó tener todo en sus manos. Las miro por un momento, sonriendo irónicamente, sabiendo que ella misma lo que quería, se lo había arrebatado, sin darse cuenta de su egoísmo y orgullo, ¿Qué tan rápido las personas pueden perder lo que mas aman? Es lo que se pregunto una y otra vez aquel día en que creyó perderlo todo. Saliendo de esa habitación, ya que el ambiente era insoportable, contemplo aquella vieja casa, todo tenia una espesa capa de polvillo, los muebles rechinaban al moverles, e incluso aun tenia ese olor tan familiar. Ella en verdad no tenia mucho en su vida, hubo pocas personas que quiso, pocas personas en las que podía confiar, pocas personas que le quisieron, una persona que la cuido.

-Hey, mother… ¿Are you okay?.- Le hablo a la nada, esperando aun así una respuesta, aunque sabia que jamás llegaría, eterna seria su espera, aunque sea en silencio y dolorosamente esperaría su respuesta.


Era una tarde lluviosa, como de costumbre y como era común todos los días, aquella joven niña se encontraba sola en su casa, esperando la llegada de la noche y con esta, su madre. Pero aquel día no era común, era un día especial… ‘El día de la madre’.
Con dedicación y amor, se había tomado toda la tarde, con paciencia, limpiando toda la casa, y haciendo que quedara perfecta, como a ella le gustaba. Preparo su comida favorita, que aunque no tenia mucho dinero, se podían dar el gusto de alguna vez, comer algo como la gente con dinero, y ella misma lo había conseguido. Río por lo bajo, la verdad es que todas las tardes se tomaba el pequeño trabajo de limpiarle la casa a los vecinos, siempre obteniendo alguna propina a cambio, y con eso consiguió comprarle la comida que quería.
Para muchas familias, una buena comida es algo de todos los días, ¿Por qué no le había comprado un regalo? Porque hay gente que aprecia mas que eso, las cosas que se preparan y se hacen con el corazón, aunque duran poco, siempre se aprecian mas, aunque minúsculas sean.

Las ocho y media de la noche. Esperaba ansiosa su llegada, con impaciencia, y con una sonrisa plasmada en la cara, que no podía quitar desde hace un par de horas.

-Quizás, este haciendo horas extras.- Se dijo para si misma, la joven, que impaciente se encontraba sobre un sofá, sin despegar la vista del reloj en la pared.

Nueve en punto, y aun no llegaba, se estaba cansando y su cuerpo se lo demostraba, ese día había hecho demasiado y no había descansado ni un solo segundo, por lo que su cuerpo le impedía levantarse del sillón y sus parpados se cerraban de a poco, aunque intentaba ahorrar fuerzas para no hacerlo. De igual modo fue en vano, de un momento a otro se hallaba dormida placidamente en el sofá.

Diez y media, y el sonar del picaporte de la casa, se dejo a oír en un eco por todo lugar. La puerta se abrió y se dejo ver una mujer, alta y joven, de seguro no mas de 30 años, cerro con llave la puerta al tiempo que se quitaba su chaqueta, dejándola sobre la mesa con el resto de sus cosas. Una enorme sonrisa surco sus labios, al notar el ligero, pero para ella gran, cambio en la casa. Se giro, y ahí estaba, durmiendo con una sonrisa, esperando a la llegada de ella, pero el sueño no le había dejado continuar con ello. Se acerco a su pequeña, quitando los mechones de pelo de su rostro, besando su frente con ternura, a lo que ella se despertó con dificultad, mirándole algo somnolienta aun.

-¿Mama?.-

-Observe lo que hiciste por mi, ¿Por qué lo hiciste? No debiste.-

-Pero, hoy… hoy es, tu día.- Sonrío, refregándose un ojo mientras intentaba sentarse sobre el sofá.

-¡Ah! Cierto, era… ¿Hoy?-

-Lo olvidaste.- Río por lo bajo. –Pero sabes, que yo jamás lo olvido, ¡Ah! Cocine tu comida favorita, bueno… algo así…-

-¿Cocinaste? ¡Genial! Ya quiero probar tu comida, nunca habías cocinado antes. ¿No te dio problemas verdad?-

Negó con la cabeza, con cierto aire de alegría. –Para nada…- Un silencio se presento ante los dos individuos, pero no era incomodo, por cierto modo era agradable. –Mother…-

-¿Yes?.-



Una melancolía profunda se presento en su ser, y unas lagrimas se asomaron por sus ojos, cayendo lentamente sobre sus mejillas, apretó sus dientes con fuerza, para ahorrar valor para no llorar, porque ese día era especial ¡No debía llorar! Porque ella siempre quiso verla feliz, desde que la dejo. Pero aun era joven, tenia 15 años aun, y no se le puede decir a un niño que no llore. Si, porque ella aun se consideraba una niña, aunque se mostrara madura, pero aun deseaba recibir abrazos de ella, deseaba que le digiera ‘Te amo’ , ‘te quiero’ , ‘buenas noches’ y que le besara en su frente como solía hacerlo. Que alguien almorzara con ella sonriendo, que platicaran a la noche de cómo había sido su día, que de vez en cuando la acompañara al trabajo ¡Aun lo deseaba! Quería hacerlo como antes, necesitaba de eso. Pero se le había arrebatado, aun así, en ese momento sonrío, cabía decir que esta vez no era una sonrisa falsa, ni nada de eso, era una sonrisa, verdadera y alegre. ‘Sonríe para mi, sin importar que, regálame tu sonrisa’ esas habían sido sus palabras, que en aquel momento solo le causaron desesperación, ahora le causaban cierto aire de tranquilidad. Porque cada vez que las cosas se pusieran difíciles, solo tenia que recordar lo que le había dicho, cada vez que llorara, tenia que recordar su promesa, cada vez que triunfara en algo, se lo contaría aunque no estuviera allí.

Se acerco hasta la puerta, bajando el picaporte pero aun sin abrirla, giro su cabeza para mirar su antigua casa precipitadamente, y teniendo una imagen de viejos tiempos.

-Hola una vez mas, madre. Eh venido otra vez, como te lo prometí hace un año.- Hizo una pausa y suspiro. -¿Madre?-

-¿Yes?-

De repente le pareció oír una voz, un susurro, despacio y tenue, pero era familiar. Pero lo hubiera escuchado o no, seguro que si había respondido, siempre se convencía de que así era. Se giro nuevamente hacia la puerta, abriéndola y saliendo afuera, y en el transcurso en el que la cerraba lentamente, se acerco a esta y miro el interior de la casa, donde sabia que allí estaba ella, sonriéndole.




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Bueno esto lo hice en dedicatoria a todas las madres del mundo, puede que se vea triste o eso, pero lo hice con las mejores intenciones, dedicacion y amor. ¡Happy day! No importa si no comentan, con que solo lo lean im so happy(?)

Fué realmente hermoso! Triste, pero hermoso! ♥
Muy Felíz Día para todas las madres! Y espero que la tuya la haya pasado muy bien! :3
Espero otro de tus one-shots! ♥ Goodbye

Estuvo Hermoso ♥
Si algo triste ... pero me gusto ~
espero sigas subiendo mas de tus
trabajos ((: me gustan ♥
te dejo karma

contiiiii contiiiiii me encanto :D:D:D sayo te kuidas

kiaaaaaa esta super kawaiiiiiiiii

TOT waaa ; ; justamente tenia ambietación (?
& quedó perfecto ;A; ! ~ ME ENCANTO !
I love your fic s;u; ~