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Mensaje por Fera01 Sáb Mar 03, 2012 6:38 pm


Ninja Code(2): “Four villages, one destiny Pt.2”




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-¡¿Quién me atacó?! –Exclamó, mirando a todas partes.

-Muy sencillo. Fui yo….. –Dijo, saliendo de los arbustos con mucha calma. Se trataba de aquel sujeto con el saco color blanco. Katsudon miraba asombrado al segundo ninja- Disculpa, venía pasando por el lugar y tu olor a maldad me atrajo…….

-Tú, imbécil…..¡Atáquenlo! –Exclamó a los otros dos, quienes inmediatamente se lanzaron a él.



En silencio esperó venir a los dos bandidos con sus armas en forma de trinche, mientras que lentamente dejaba mostrar la espada que guardaba celosamente en su espalda. Con un movimiento rápido y brusco, dejó ver la hoja de su arma: era de un gran resplandor metálico, como si hubiese sido forjada diez minutos antes. Dio un salto hacia atrás para esquivar los ataques simultáneos de los trinches, para después arremeter hacia ellos. El movimiento de su espada era muy ágil y rápido, siendo mayor rival para los no tan entrenados bandidos.

A pesar de eso, no atacaba a matar. Esquivó el ataque de uno y con su espada partió a la mitad el trinche que portaba. Justo cuando planeaba golpearlo con el duro mango de su espada, el segundo ladrón aprovechó la distracción del ninja de la espada para atacarlo justamente por detrás. Cuando volteó, ya tenía al bandido encima para clavarle el trinche en su humanidad, pero justo antes de eso, tan solo pudo ver como un extraño bólido golpeó al que planeaba matarlo para mandarlo a volar varios metros y azotarlo contra el piso.



Todos voltearon al ver aquella cosa que había impactado en el bandido, y que increíblemente regresaba unida a una cadena hacia el brazo izquierdo de una nueva persona en el escenario de batalla. Katsudon miró detenidamente aquella cosa que se encontraba en el brazo de lo que parecía ser un tercer ninja: era una especie de guante metálico, enorme, que actuaba como arma. El líder, al ver a todo su equipo derrotado decidió correr pero en su camino apareció el ninja de la espada al que rápidamente se le unió el extraño ninja de la garra metálica y la ninja del pergamino de escudo. Estaba rodeado y sin salida………



-Vaya…..esto fue, inesperado –Dijo Katsudon, al ver a todos los bandidos amordazados e inconcientes frente a él.

-Hey, buen trabajo –Dijo uno de los ninjas al otro- Tu espada es algo asombroso.

-Hehe, gracias…..y tu…..esa cosa es increíble también –Respondió con una sonrisa, mientras guardaba su espada- Por cierto te debo una, por salvarme.

-Bueno, les agradezco….creo –Dijo Katsudon, acercándose- Gracias a ustedes tres, la villa volverá a la normalidad y esos sujetos serán encarcelados. Muchas gracias, ninjas.

-De nada –Expresó el ninja de la garra metálica, mirando a los otros dos ninjas- Hicimos buen equipo, ¿no creen?

-Como sea. Me voy –Dijo la joven, tomando sus pertenencias y alejándose.

-¿Tan pronto? –Dijo mientras miraba que se iba- Bueh….creo que no habla mucho.

-Pues, me retiro. Suerte….. –Expresó el ninja de la espada, alejándose también del lugar.

-Oook, entonces también me retiro, sean precavidos y eso –Dijo el ninja de la garra para partir en una dirección parecida a la de los demás.



Katsudon estaba atónito, no por las habilidades de los shinobis, sino de lo que habían hecho: venían de tres lugar diferentes, tres aldeas distintas, y aun así…..no dudaron en ayudar a quien estaba en problemas. Ellos tenían muy buenas intensiones, y eso era algo que muchos ninjas habían perdido a lo largo de sus enfrentamientos. Mientras pensaba en lo ocurrido, miró detenidamente a los ladrones:


-Esos tipos no eran nada fuertes. No creo que hayan sido tan estupidos para venir ellos solos, se podía ver en su forma de hablar…..muy confiada. Son ambiciosos, listos, confiados pero…..¿débiles? –Pensaba Katsudon con detenimiento- ¡Al menos que---!.............pero no puedo hacerlo, juré que no lo volvería a hacer. Aunque a esos tres jóvenes ninja aún les falta mucho; si mis cálculos son ciertos, no tendrán oportunidad………no hay de otra.




----------------------------------------------------


-Que mala suerte tengo –Caminaba la chica pelirroja con el seño fruncido, para después suspirar- Justo cuando voy a ese pueblito que todos dicen que es de lo más tranquilo, lo atacan unos sujetos armados. Bueno, creo que la investigación quedará incompleta.



Había llegado a las afueras de la villa, donde un gran campo de pastizales le esperaba como escenario. Mientras caminaba, pudo sentir la presencia de alguien justamente detrás de ella por lo que se detuvo y con rápido giro volteó para ver de quien se podía tratar, pero no había nadie. Pensando que estaba estresada por los hechos pasados, decidió voltearse y seguir con su camino pero frente a ella se encontraba un sujeto con una peculiar banda metálica en su frente: se trataba de un ninja. Rápidamente la tomó por el cuello con su mano derecha, intentando estrangularla, a la vez que sonreía:



-Así que tú estabas en la villa……. –Dijo aquel shinobi de cabello largo, oscuro y descuidado, mostrando una sonrisa maligna y retorcida.

-¡Su-suéltame! –Gritaba como podía, mientras que lograba sacar un kunai de sus ropas.

-¡Ha! –Expresó aquel shinobi- Nunca una mocosa como tú podrá siquiera tocarme con su arma……..

-¿Y qué tal yo? –Se escuchó decir detrás del ninja. Se trataba de aquel sujeto que tenía la enorme y poderosa garra metálica.



Rápidamente corrió hacia el ninja para atacarlo con su gran arma, pero éste empujo a la chica pelirroja y dio un gran salto para esquivar tal ataque. Se apresuró para levantarla del suelo y así evitar que fuese prisionera una vez más de aquel shinobi:


-Hey, ¿estás bien? –Preguntó.

-Sí, como sea…… -Dijo mirando hacia otro lado, con indiferencia.

-Pero si es el otro ninja que venció a mis trabajadores……. –Dijo, sacando de sus ropas cuatro kunais con extraños pergaminos unidos a ellos.

-¿Trabajadores? –Se preguntó el ninja de la garra- Así que tú estabas detrás de todo…….

-¡Nunca debí mandar a esos inútiles a realizar mi trabajo! –Al decir esto, el ninja maligno lanzó las kunais hacia los dos.

-Esas armas no pueden siquiera rasguñar mi arma –Dijo el joven de cabello largo, interponiendo su garra metálica como escudo.

-¡Espera! –Exclamó la joven pelirroja, quien miró de cerca- ¡Tienen pergaminos explosivos!

-¿Qué?



Justo antes de que impactaran en los dos ninjas, se vieron otras cuatro kunais que salieron de la nada e impactaron con las cuatro que portaban pergaminos, creando inmediatamente una explosión en el aire. El caza recompensas malvado miró como hacía su aparición el tercer ninja involucrado en los hechos de Nuram una hora antes.



-Hey, ¿están bien? –Preguntó el tercer ninja, el que portaba la espada.

-Bien, gracias. Veo que los tres nos volvimos a encontrar, hehe…. –Expresó el de la garra metálica- Por cierto, mi nombre es Gary, de la aldea de la lluvia.

-Soy Gerard, mucho gusto –Decía, mientras desenvainaba su espada- Vengo de la roca y, favor devuelto.

-Hehe…..¿Y cuál es tu nombre? –Preguntó Gary a la chica.

-Creo que no es el momento –Dijo de manera cortante pero al pensar y recordar que él lo había salvado, sin mencionar la gran ayuda de esos dos ninjas, decidió decirlo- …….oh, que diablos. Soy Bonade, y no lo volveré a repetir.

-Mucho gusto…..creo –Expresó, bajando la mirada.

-Oh…..que tierno, dijeron sus nombres –Expresó aquel ninja, que al mirar detenidamente, los tres se dieron cuenta de que pertenecía a la aldea oculta en la cascada- ¡Pero voy a matarlos! “Jutsu ¡Caída Explosiva!”



Tras realizar una secuencia de señales con sus manos, dio un salto sobrehumano para quedarse unos cuentos segundos suspendido en el aire y asombrosamente poder extender más de cincuenta kunais con pergaminos explosivos unidos a ellos, los cuales también se mantenían suspendidos en el aire. Parecía que este ataque acabaría con los tres junto a una gran explosión:



-¡¿Es lo que creo que es?! –Exclamó Bonade, asustada.

-¡Mierda! –Expresó Gary.

-Esos pergaminos……sería imposible esquivarlos todos –Dijo Gerard, intentando encontrar una salida.

-¡Es imposible que me venzan! –Gritó, mostrando una risa enferma de victoria.




Justo entonces, se pudo escuchar el correr a través de la hierba, se podía oír que algo avanzaba muy pero muy rápido. Los tres shinobis pudieron ver a duras penas una sombras que avanzaba a gran velocidad y que pasó a unos cuentos centímetros de ellos. No pudieron ver de quien se trataba, era una figura que corría a una velocidad muy superior a la de cualquiera de ellos; tan solo pudieron ver como daba un increíble salto y se posaba justo frente al ninja malvado que estaba a punto de lanzar su ataque, realizando una rápida secuencia de señales ninja. Todo ocurrió en un par de segundos:


-¿Vieron eso? –Expresó Gerard, asombrado.

-Sí, ¿pero quién será? –Preguntó Bonade.

-No lo sé, pero es increíblemente rápido –Finalizó Gary.

-¡¿Pero qué dem----?! –Exclamó aquel ninja, asombrado ante lo que estaba viendo.

-¡¡¡¡Jutsu Gran Bola de Fuego!!!! –Exclamó, mientras que de su boca se liberaba una enorme esfera de fuego que impactó en las kunais y en el ninja, desatando una gran explosión.



La explosión impactó en el ninja y creó una gran onda de impacto que lo mandó a volar hasta perderse a la vista. Bonade, Gerard y Gary miraron atónitos a lo que acababa de ocurrir. De la nada, una figura difícil de seguir apareció y les salvó la vida a los tres, pero, ¿quién podría ser?. Fue entonces, cuando aquella persona apareció frente a ellos, reflejando una sonrisa de seguridad. No lo podían creer: se trataba de Katsudon, al que creían ellos haber salvado y había resultado ser un ninja, más no solo eso: portaba un chaleco verde oscuro y ropas oscuras. En su frente, un logotipo muy peculiar.



-Me presento ante ustedes tres, shinobis de diferentes tierras……..mi nombre es Katsudon, Jounin formado en la aldea de Konoha…… -Mencionó mientras mostraba una ligera sonrisa. Justo entonces el viento comenzó a soplar y a levantar hojas del suelo, que parecían flotar en el aire......





CONTINUARÁ………….
Fera01
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