Ángel Fallen cap 2

Para muchos seguramente la espera fue interminable, pero le valdra la pena para aquellos que lo han estado esperando con ansias, espero disfruten este nuevo capi y dejen sus comentarios, opiniones y lo que más les va gustando de esta serie, salu2!

Capitulo 2:
Llegó la mañana fresca y resplandeciente, de tal manera, que dejo abrumados mis ojos por semejante resplandor, uno que yo jamás había visto en toda mi miserable existencia debido a las profundidades en las cuales habito normalmente, no he podido acostumbrarme a los rayos de este objeto resplandeciente que ilumina el cielo al llegar las manecillas del reloj las doce del medio día, subiendo hasta el tope y luego bajando lentamente a medida que pasan los segundos, me tomo tiempo saber que este objeto redondo de luz tenia un nombre, el cual este era, sol. Pude aprenderlo, al escuchar de los labios de una flor, susurros, donde por el mismo viento viajaba su melodiosa voz, escuche decir al tiempo que una gota de rocío acaricio mi mejilla mientras yo permanecía abrumado por ese objeto, “es el sol”.

-¿El sol?- dije mirando a Ángela que ya estaba despierta, según parecía, antes que yo.

-¡Claro!, el sol, es un planeta de luz que ilumina durante el día nuestra pequeña tierra, la luna es todo lo contrario a nuestro sol, es otro astro pero que ilumina con muy poca intensidad nuestra tierra. –me sonríe dulcemente cerrando sus ojos mientras su cabello se lo llevaba el viento del desierto.

-Interesante…-musite con un tono de poco interés, se podía entender cual era la oscuridad y cual la luz, pero no comprendía del todo porque la luna brillaba aun de noche, siendo que debería de hacer lo contrario al sol.

-¡Oye!, ¿que tal si vamos a la casa de una amiga mía?, tiene un hotel, ahí podremos hospedarnos los días que queramos –me sonrío nuevamente.

Me quede mirándola un momento inspeccionando su mirada de alegría, no parecía traer cosas planeadas ante esa propuesta, entonces, le acepte su sugerencia, nos fuimos y llegamos a un pequeño pueblo donde nos colocamos frente a la puerta del hotel.

-¡Queridísima Alicia, soy yo, Ángela! –tocó la puerta con firmeza.

Una chica de cabellera naranja, larga por hasta la cintura con un vestido color verde y unos ojos púrpuras nos abrió la puerta muy amablemente, y boceto una sonrisa en su rostro al ver a Ángela.

- Mi querida amiga, ¡Ángela!, ¿que te trae por aquí?

-Venimos a quedarnos a dormir en tu hotel, es que, no tenemos donde alojarnos.

-¡Entiendo!, están libres de quedarse cuanto gusten, pero antes, quisiera saber el nombre de tu acompañante- me señalo a mi sin ningún respeto.

-… Es que no sabría decirte, bueno, en realidad no me ha querido decir su nombre.-se puso nerviosa sin saber que decirle.

- Eso es un problema, bueno, vengan, pasen cuanto antes, oh comenzara a nevar en cualquier momento, el clima ha estado raro y cambiante, aparte de eso, puedo prestarles ropas mas abrigadoras que esas, les quedaran muy bien si me lo permiten. –nos sonrío mientras nos invitaba a pasar.

Yo observe el magnifico rostro de esa chica, mostraba su pureza y dulzura, me siento atraído por la luz, soy un demonio y esta claro que las jovencitas que son vírgenes me atraen mucho, pero el alma de esa chica no me fascinaba a tal grado como para molestarme siquiera a tratar de seducirla, simplemente me hubiera resultado muy sencillo obtener resultados rápidamente, además, tengo cosas más importantes de las cuales preocuparme.
Luego de observar a la chica, mire a Ángela que estaba hipnotizada por la gran cantidad de nieve que caía sobre este pequeño poblado, estiro ella sus manos y atrapo la nieve, vio como se derretían formando gotas de agua tibia sobre sus manos, me quede muy intrigado al ver lo que ella hacia y quede al mismo tiempo que ella hechizado, pero en mi caso no era por la nieve, sino que era por ella, su forma de ser era atrayente y misteriosa, me sentía tranquilo mirándola, era algo que nunca experimente en el infierno, el momento a pesar de ser de unos pocos minutos, parecían eternos, al poco tiempo, Ángela se percato de que la miraba y giro su cabeza para observarme, me quede un poco helado frente a ese movimiento, no reaccione de forma rápida ya que aun permanecía en el mismo trance, luego cuando pude liberarme me sonroje sin siquiera darme cuenta y gire mi rostro ignorando al suyo mirando hacia otro lado.

-Vamos adentro, hace frío.-aun con mi cara llena de rubor, el calor de mis mejillas eran algo que jamás había experimentado, sentía que el corazón me latía a mil y además me puse un poco nervioso esperando de que ella no se diera cuenta de esta reacción, sin embargo, su amiga pareció notarlo.

-Chicos entren ya adentro, hace frío, se congelaran.-dio una señal para que entráramos a la casa rápidamente.

-¡Sí!-contesto Ángela dándome una mirada rápida antes de entrar en la casa.

Entre detrás de ella y Alicia nos dio la ropa que nos había prometido, luego de colocarnos la ropa la cual les fascino mucho a ambas que me probara, aunque al principio yo me negué, ya que la ropa de humanos, no es de mi agrado, la considero un tanto desagradable de por si, su aroma no me agrada aun cuando tenga que valerme de ellos para sobrevivir, son unos seres que no merecen mi aprecio.

-¡Chicos, por aquí, vengan que les daré sus habitaciones! –nos llamo nuevamente con amabilidad, su comportamiento no era agradable para mi, creo que extrañaba un poco mi hogar.

-¡Qué bueno!, ya tenemos las llaves,¡¿no te da gusto?!-me pregunto Ángela con una amable sonrisa mientras tomaba las llaves de la habitación.

-Claro…-la mire un poco desinteresado nuevamente y con calma absoluta, mi forma de ser era cambiante, no entendía el porque.

-Chicos solo tengo algo que comentarles, tendrán que compartir la misma cama, ya que no hay mas habitaciones libres en estos momentos, ¿me disculparan?.

Nos miramos ambos, ella con una cara de alarma y yo un poco impresionado por el susodicho hecho.

-¡Debe de ser un error, no puedo dormir con el!-ella precisamente estaba muy nerviosa y alterada.

Ella dio a notar que no deseaba estar conmigo en la misma cama ni en la misma habitación, el solo hecho la ponía muy nerviosa, en cuanto note este sentimiento de ella, me provoco una gran ira, no lo entiendo porque, pero me molesto, pensé que se emocionaría aunque sea un poco por estar conmigo, pasar una noches a solas conociéndonos, y tal vez, intercambiar algunas caricias y besos.
¡No entiendo!, ¡¿por qué tengo estos pensamientos desagradables?!, no quiero estar con un humano inmundo, ni siquiera tener un simple rose con ella.
De igual manera, deseaba venganza, venganza por lo que ella sentía, por el desagrado que le provocaba estar cerca de mí, así que planee algo inolvidable para esta noche de luna llena.

-Querida amiga mía, no puedo hacer nada, lo lamento muchísimo.

-No pasa nada Alicia, yo no dormiré, solo requiero que me prestes una silla, ¿o es que en la habitación ya hay una con la cual cuente?-la mire ocultando un poco mi interés, pero era también algo que se notaba a leguas.

- ¡No, tienes que dormir, no estar despierto!, Yo te dejare dormir en la cama si quieres-me miro Ángela con una mirada angelical, una que nunca he visto en las profundidades de mis tierras, una tierra en la cual los sentimientos son lo que menos importa.

-No lo deseo, ya vámonos a dormir, ya es tarde.- me retire antes que ella y al mismo tiempo me siguió con un paso algo acelerado debido a que mi caminar para ella era muy veloz, llegamos a la habitación, y nos detuvimos frente a ella.

-Iré a hacer un poco de té, entra en la habitación y espérame.- al darme la media vuelta ella me tomo por la camisa deteniéndome.

-¿Sucede algo?

-¿Qué?, no, lo siento, puedes ir, te esperare en la habitación- dijo con voz un poco temerosa y soltando mi camisa de a poco.

-Bien, ahora regreso.

Me retire hacia la cocina sacando mi vista de ella, comencé a hacer mi tarea, mi plan consistía en poner un poco de somníferos en el té que ella iba a tomar, luego la humillaría en la habitación cuando ella se viera tragada por el maravilloso sueño oscuro y siniestro que caería sobre sus ojos.
Termine con las preparaciones del té que estaba creando para ella, me imaginaba cada escena con sutiliza y suavidad, cada forma microscópica de su cuerpo, trataba de sentir mientras estaba imaginando como pasaría, yo, mis dedos por sus pechos maravillosamente desnudos con tal suavidad que provoca en mi una gran sonrisa en mi rostro un tanto aterradora, pero en ese momento mi inspiradora mente fue interrumpida al escuchar la puerta abrirse, giré cubriendo el té que había preparado, al dar media vuelta, me doy cuenta de que ella estaba ahí, me puse con una actitud seria hacia ella y le dirigí las siguientes palabras.

-¿Por qué vienes a espiarme?, te dije que me esperaras en la habitación.-le reproche mientras la miraba de forma fría y calculadora mientras observaba su camisón blanco que tenia hasta las rodillas un tanto transparente, sin darme cuenta emboce una sonrisa al ver un poco su cuerpo, notablemente ella se puso nerviosa y algo reservada.

-Yo… solo quería ver si estabas bien, ya que tardaste mucho y me produjiste preocupación.-me miro con inocencia, preocupación y nervios, que gran combinación de pecado.

-Bueno, no importa, ¿quieres tomar un poco del té que prepare?-le ofrecí una taza de té del cual prepare, no lo entiendo pero cuando le serví sentí una extraña reacción que surgía desde dentro de mi, como diciendo, no.

-¡Sí!, gracias-estaba a punto de beber la taza de té que le había servido, pero se la arrebate y ella me miro con cara de sorpresa sin comprender nada de la situación y me pregunto.

-¿Por qué?

Buscaba una respuesta en mi mente del porque lo había hecho, no pude encontrarlo, así que invente cualquier escusa y di por fallado mi plan debido a mi reacción, la cual según creí que me habría revelado mi plan frente a ella, no me quedo mas opción más que mentir, se me ocurrió lamentablemente una muy tonta y sin coherencia.

-El té está muy frío, no puedes tomarlo así, sabe asqueroso.-la miré por sobre mi hombro y tire el té dentro de una planta que había en la cocina.

-¿¡Qué haces!?, pero si el té no estaba frío, ¿acaso te daba pena que no te hubiera salido bien?- me miro con tanta preocupación, mucha más que antes, luego me tomo del hombro.

Al hacer ella ese movimiento me tomo tan desprevenido que arroje la taza al suelo de los nervios, esta se rompió en mil pedazos, a mi nunca me había tocado un humano antes, pero lo extraño fue que cuando ella soltó un leve grito y separo su mano de mi hombro, vi como una pequeñas estrellas brillantes que salían de sus manos, eran tan calidas, me quede viendo como ella se agachaba para juntar los trozos, al instante me volví en mi y no le permití recogerlos, los junte a todos lo mas rápido que pude y los deseche a la basura.

-No deberías tomar este tipo de cosas, no será bueno si te cortas…-al terminar esto, solté un suspiro largo y pesado mirándola luego me fui a la habitación.

Ella como lo mas lógico que pueda sonar, fue detrás de mi, y entonces entro en la habitación, para cuando ella llego, yo estaba sentado en una silla, frente a la cama y mirándola entre la oscuridad con mis ojos de color rojo brillando con intensidad, los cuales la observaban sigilosamente cuando ella se movía por la habitación estos no cesaban de mirarla, era como un objeto, un juguete, al cual vigilaba, el que yo no quería que me robaran.

-¿Qué te pasa?- me miro con un poco de miedo observándome en aquella posición tan misteriosa mientras la vigilaba.

-nada…

-¿Seguro?

-Claro, puedes recostarte, yo me quedare a velar por ti.

-Y si en lugar de dormir yo, ¿vienes tu a dormir aquí?-se sentó sobre la cama mientras me miraba como a una nueva especie que era recientemente descubierta.

-…No

-¿Por qué no?

-Porque yo así lo quiero.

-¿En verdad?

Sus preguntas me sacaron un poco la paciencia, así que me levante de donde me encontraba y me dirigí hacia ella.

-¿Qué te pasa?-me miro con algo de curiosidad y inocencia.

-Yo dormiré si tu duermes conmigo, ¿Qué te parece la idea?- me acerque a ella al punto de que no tenia escape para levantarse ella misma de la cama, coloque mis brazos a ambos lados de ella evitando alguna fuga, ella se quedo inmóvil y se sonrojo un poco.

-¡¿Qué haces?!

-¿Yo?, nada, simplemente me acerco mas a ti.

-No tenías que llegar a este extremo.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- solté una pequeña risa, podía sentir su aroma.

-Dime

-¿Me dejarías besarte?, solo con un simple beso me conformaría.- coloque mi frente contra la de ella mirándola con deseo, en eso, ella me respondió de una manera de la cual no me esperaba.

-Sí, pero solo si me dices tu nombre-me sonrió de una forma muy dulce y con sus mejillas sonrojadas.

La mire sorprendido por un tiempo, luego volví a mi mirada normal, me incomodo su respuesta, pero por lo menos no me había rechazado, eso me dio un poco de aliento, aliento no se porque, no lo entendía del todo porque, luego me levante de sobre ella, alejándome y dirigiéndome hacía la ventana, la mire por sobre mi hombro observando como ella se reincorporaba sobre la cama mirándome aun recostada.

-No lo hare, así que hasta que no te lo diga no te besare, ¿entendido?, eso es un trato

-Está bien.-me sonrío de una forma, que no sabría como explicar los sentimientos que me invadieron cuando la vi sonreír, me volví hacia la ventana y dije.

-Esto será algo muy interesante de lo cual no creo arrepentirme jamás.- esboce una sonrisa y cerré los ojos resguardándome en el silencio.

Y así quedamos durante toda la noche, ninguno de los dos durmió siquiera un poco, nos quedamos hablando y conociéndonos más y más, y ese sol, volvió a iluminarnos, pero esta vez, no logro despertarnos debido a que habíamos quedado uno sobre el otro durmiendo como debajo de algún encanto mágico.

gome por no ocmentar antes es que recien veo el post
y simplemente dire que

LO ADOREE!!!!
ya quiero saber que pasara