Ángel Fallen cap 11 FINAL

me deben de tener un odio por haberme tardado tanto xDDDDDD como compensacion les dejo una imagen de la "batalla final" y aqui el desenlace que todos esperaban espero y lloren lagrimas de sangre >:D muhahahaha, -w- ya enserio, espero y les guste el final, salu2

Batalla Final:

Capitulo 11 FINAL:

Miguel me miro con lastima, y negó moviendo la cabeza ante mí, de alguna manera contuve el dolor de mi corazón y me dirigí hacia Ángela apartando del camino a ese asqueroso Ángel que intentaba llevársela, me incline casi sentándome frente a ella y le dije unas dulces palabras entre susurros para que ella y solo ella me escuchara.

-Yo te voy a salvar mí amada Ángela, voy a darte mi vida a cambio de evitar que la tuya sea arrebatada.- Así en un acto de verdadero amor, tome el rostro de mi amor, el cual era diferente, concentre toda mi energía vital en mis manos y la fui pasando lentamente hacia el cuerpo de ella.

-¡¿Pero qué estás haciendo?, esto es suicidio, no lo hagas, detente! – dijo con una voz reseca y los ojos envueltos en lagrimas, tomo una de mis manos con la intensión de de detenerme, pero ella no tenía la suficiente fuerza como para apartar mi mano, ella había utilizado todas sus energías para encerrar a mi padre, incluso arriesgo su vida para evitar que el mal venciera, “nadie puede ser más valiente que ella misma”, eso me dije, y eso pienso. Entonces fue cuando yo acerque mi cabeza hacia la mano con la cual trataba de quitar la mía, y apoyando mi mejilla contra esta le hice saber que no me apartaría.

-Todo estará bien, te amo mi querida Ángela. – le dedique una amable sonrisa cuando aparte un poco mi rostro de ella, me observo con una cara de asombro.

-No… -su rostro se enterneció y fue envuelto por un manto de tristeza al mismo tiempo que mi cuerpo comenzaba a transparentarse y desprendiera pequeñas esporas de luz a mí alrededor indicándome que ya estaba en mis límites, pero yo aun así continúe y le entregue toda mi energía a mi luz, esperanza, al ser que tanto añoraba para salvarla.
Pude observar como las dos se separaron en un ligero rayo de luz que fue completamente diferente de la anterior fusión, pude también sentir como mis sentidos se iban apagando, primero se fue mi vista, luego mi tacto, el ultimo que perdí de todos los sentidos casi como si hubiera sido en un parpadeo, fue el del oído, ¿cómo lo supe?, por el simple hecho de escuchar los gemidos desesperados de Ángela llamarme como el de mis amigos y compañeros de lucha hasta que perdí completamente la conciencia y fue entonces que caí en las tinieblas, una fría, silenciosa, y aterradora oscuridad.

Creo que pasaron milenios, o tal vez un tiempo menos, no lo sé. Me siento perdido en este momento, pero creo saber donde estoy, siento estímulos a mi alrededor, puedo percibir mi cuerpo siendo acariciado por algo muy suave, parece seda, pero es más suave que eso, ¿agua?, así parece ser, mi largo cabello se ondea de un lado a otro, estos movimientos lo indican todo, pero mi pelo es lo único que se mueve libremente, tengo algo en el rostro parecido a una especie de mascara y en el resto de mi cuerpo extrañas extensiones que no me permiten moverme bien, estire mis manos para explorar más a fondo el lugar, estas fueron detenidas por una pared invisible, temía que todo lo que pudiera estar sintiendo fuera más que una simple ilusión por eso reserve para lo ultimo abrir mis ojos, al hacerlo pude verme como en una especie de tanque rodeado de cables conectados a mi cuerpo, lo que tenía sobre mi boca era una máscara de oxigeno.
No estaba seguro que era lo que pasaba, pero de lo que si estaba seguro, es que estoy vivo. Di otra mirada hacia el exterior observando la oscuridad de la habitación, vi aproximarse hacia la luz de lo que parecía mi contenedor y fue entonces que logre distinguir a Aini, abrí aun más los ojos sorprendido.

-Tal parece que nuestro experimento ha sido un éxito, nos tomo 10 años el recuperar tu alma y tu cuerpo, pero al fin estas con nosotros otra vez.- se coloco las manos dentro de sus bolsillos sonriendo y apretó un botón el cual hizo que todos los dispositivos adheridos a mi cuerpo se desprendieran y me liberaran, fue un alivio sentir como todos esos equipos se desprendían de mi cuerpo, al mismo tiempo el agua de mi prisión fue disminuyendo hasta no quedar nada.
Aini me saco de ese lugar y me dio unas vestimentas para que utilizara, eran las mismas que use de un principio, como si realmente extrañara estas ropas, realmente las detestaba un poco, pero no me molestaban del todo porque eran cómodas, le pedí explicaciones a mi compañero, me dijo que pasaron por muchas penurias cuando desaparecí, que tuvieron una larga búsqueda de investigación para dar con mi alma, que después de mucho lograron encontrar una forma de restauran mi cuerpo, y que todo se lo debía a él, a Abigor, Kamui, Addu y a Alouqua que participaron en esa batalla, les estaba agradecido por semejante esfuerzo, pero ya más adelante les daría su recompensa, mi prioridad era saber que había pasado con Ángela luego de mi larga ausencia, creía que ella ya se hubiera casado y buscado a otra persona a quien amar, era mi principal temor, pero Aini los despejo como cuando el viento sopla fuerte llevándose consigo las plumas de los pájaros o las hojas otoñales, me comento que ella sufrió muchísimo mi ausencia, pero que cuando le comentaron de que tenían aun las esperanzas de traerme de regreso ella dijo que me esperaría sin importar cuánto tiempo transcurriera.
Le pregunte donde estaba ella ahora mismo, entonces él respondió que convivía con su antigua amiga, supuse quien era, no lo pensé dos veces como para ponerme en marcha en su búsqueda, mi compañero no opuso resistencia para evitar mi acto y dejo retirarme con ansias, hice surgir de entre las sombras a mi fiel corcel y lo lleve conmigo hacia esa tierra lejana, galope lo más rápido que pude hasta llegar frente al hotel donde nos hospedamos la primera noche. Me detuve un momento, sentía que el corazón me latía a mil, observe detenidamente los detalles del empobrecido establecimiento, y baje lentamente de mi caballo entonces me acerque a las puertas del lugar, antes de golpear escuche una voz, una muy familiar.

-No te preocupes, yo me encargare de eso, ahora regreso.- me quede de piedra al ver a la persona que abrió aquella puerta, esta misma tubo la misma reacción unos instantes, hasta que decidí hacerla despertar del sueño.

-Aquí, estoy de regreso, Ángela.-sí, estoy de regreso, fueron mis primeras palabras hacia ella mientras embozaba una sonrisa dulce ante ella, acto seguido se lanzo a mis brazos y me dio un fuerte abrazo llorando de felicidad.

-¡Syrkei, que alegría, te espere tanto, tanto!- la abrace igualmente con fuerza limpiando cada una de sus lagrimas con mis besos y le prometí que nunca más la dejaría sola, diez años no son mucho, ella no cambio en absoluto, sigue siendo el mismo estúpido Ángel del cual me enamoré.

Pase una larga semana junto a ella amándonos sin límite alguno, ahora se preguntaran, ¿Qué rayos paso con la banda de imbéciles que me seguían?, pues, tuvieron su recompensa, Alouqua no me pidió nada en absoluto solo deseaba ir a donde fuera con Abigor, parece que esa noche cuando me la cruce sus sentimientos cambiaron hacia ese demonio tan creído, no me quejo, ha sido beneficioso, Aini es feliz con Alicia, no pidió ninguna recompensa aun cuando se lo ofrecí, pero como me había ayudado tanto le regale unas tierras y claro le di un nuevo puesto como uno de mis generales, Abigor como dije anteriormente es un maldito millonario y ahora tiene a Alouqua, a ese no le doy ni la maldita hora, además es suficiente con la confianza que se ha ganado de mi según él, Addu, ese idiota me pidió una gran cantidad de riquezas y además una cita con el tonto de Kamui, eso ya le dije que es otro tema, Kamui me pidió seguir siendo nuestro protector que sería un honor seguir vigilando nuestro sueño y nuestro eterno amor, así se lo concedí, al final nadie pidió nada de mayor importancia, creo que ellos mismos consiguieron todo lo quisieron por sí mismos y gracias a nuestro viaje y esfuerzo mutuo.
Ahora, solo queda más que vivir los días en este mundo que ahora reina una extraña paz, pienso que a mi padre no lo extrañare en lo más mínimo, al fin de cuentas el ya es tan solo parte de mi leyenda, pero lo que si recordare, es la enseñanza que me ha dejado todo esto, y esa ha sido, “Nunca digas nunca, hasta lo imposible puede hacerse posible”.