Ficha de Rol [1/3]

Nombre: Aya Murakami
Edad: 17 años
Lugar De Nacimiento: Shinjuku / Japón
Profesión: Estudiante
Raza: Híbrida [Humana / Bruja]
Personalidad: Debido a los pequeños traumas mentales que sufrió en un pasado no muy lejano, ha tenido que ocultar su auténtica identidad cobarde y tierna tras una inerte máscara de frialdad y autosuficiencia queriendo evitar mostrar su débil persona anteriormente nombrada. Engreída, directa e independiente siendo difícil congeniar con ella menos aquellas personas sumamente pacientes e insistentes que lograrán mediante mucho esfuerzo ganarse un hueco en su desconfiado corazón temeroso de ser traicionado. Si llega a tener plena confianza en alguien, se mostrará como realmente es; extrovertida, amable, simpática y atrevida con todos incluso con los chicos.
Físico del Pj:

Spoiler:

Gustos Y Disgustos:
- Las rosas azules.
- Los perros.
- La literatura fantástica.
- El anime, el manga y los videojuegos.
- La música techno.
- Los baños termales.
- La cocina aunque no le gusta admitirlo.
- El cantar aunque lo niegue.
- Los detalles pequeños.
- El silencio.

- Los fantasmas
- Los insectos y arácnidos.
- El ajetreo.
- Las bromas pesadas.
- Las mentiras.
- La comida picante.
- Ser el centro de atención.
- Quedarse quieta sin poder hacer algo por ayudar.
- Las muñecas.
- Que se le rompan los cascos o que su reproductor de música se quede sin batería.

Poder: Tiene la habilidad de poder generar desde cualquier parte de su cuerpo chocolate como lo es también modificar las moléculas de su cuerpo para transformarse en ese mismo dulce o todo aquello que puede llegar a tocar. También puede controlar el estado en que se encuentre (sólido, líquido, gaseoso), su forma y sus propiedades.

Skills:

Historia: Aya era una chica despreocupada e inteligente que se pasaba la vida saliendo con sus amigas y aprobando con sobresalientes en sus notas con una radiante sonrisa que la acompañaba allá donde fuera hasta que un trágico domingo tomando el autobús a plena luz del día, un misterioso portal se tragó el vehículo junto a otras personas incluyéndola a ella que cuyo destino era su casa pero como era obvio, la había teletransportado a un mundo totalmente distinto donde después de un par de minutos, la obligaron a bajar a una parada que desconocía rodeada de maliciosa arbolera de siniestra mirada que cuyas ramas sostenían la figura de los fúnebres cuervos que se reían de la asustada chica. Un hombre la mar de misterioso la encontró y la guió creyendo que era de fiar hasta lo que parecía ser un orfanato. Nada más rellenar sus datos por el desconocido como si la estuviesen vendiendo, cerraron el trato y dejó a Aya en el edificio. Imaginándose de que todo esto se trataba de un sueño, le siguió la corriente a la directora que cuya vestimenta era similar a la de una bruja pasando 2 días encerrada tras sus muros de piedra conociendo a otros chicos que decían ser demonios.
La locura fue invadiendo su complicada mente hasta que la señora empezó a experimentar con su cuerpo y mente sometiéndola a diversos experimentos que la fueron corrompiendo cada vez más llegando a olvidar su vida en La Tierra y rellenándola de falsos recuerdos. La bruja quería que su generación no se extinguiera así que le inyectó parte de su sangre que a la vez, traspasó parte de sus poderes hasta que la intervención de un chico y una chica que conoció previamente, detuvieron la operación y lograron con éxito la fuga después de años de planificación.

Curiosidades:
- La desventaja que presenta usar sus poderes es que necesita tener un alto nivel de azúcar pues si quiere usar su cuerpo como recipiente, deberá malgastar el doble de energía es por eso que usualmente se la vea comiendo algún alimento con mucho contenido en azúcares.
- Odia que se metan con ella por lo que come de dulces.
- Se comporta con bastante madurez para la edad que tiene.
- Entiende y sabe leer la lengua muerta de las brujas y escribirla aunque nunca aprendió a hacerlo. La genética fue la causante de todo.
- Es capaz de comunicarse con los seres del Más Allá con los artefactos necesarios.
- Como toda bruja, debería ser capaz de conjurar los hechizos más básicos como puede ser: hacer levitar cosas o abrir cerrojos pero por algún extraño motivo, no sabe cómo hacerlo. Si tuviera un libro de conjuros, seguramente ese problema sería solucionado.
- Si algo le incomoda y por los motivos que sea no quiere contarlo, por sus extraños movimientos como evitar la persona o sus desconcertantes sonrojos, se le nota a tres mil lenguas.