caperucita roja y el lobo ¿Feroz? capitulo 2

Capitulo 2
¡Yo soy el lobo!




A duras penas alcance a llegar en el tiempo indicado, cruce el portón corriendo como sí se tratara de una carrera de vida o muerte. En el preciso momento que yo entre comenzaron a reportar a las "ovejas" que llegaban tarde, para que fueran castigados por el "leñador".-Por los pelos ¿o no James?.- Escuche decir a una voz familiar frente a mi, yo me encontraba agarrandome de las rodillas mientras recuperaba el aliento, pero aún asi fácilmente podía decir de quién era esa voz.- No molestes Ian.- Gruñi irritado, aún sí el era mi único amigo, mi mañana había sido un asco como para estarlo soportando.-¿Que sucede lobito?,¿Se te escapó la presa?.-Pregunto en un tono burlan el cual logró irritarme aún más. Lo peor es que sin que lo notara dio justo en el clavo y realmente agradecia que mi amigo fuera un idiota y no lo notara o sufriria todo el día.- Que te calles zorro.- Gruñi nuevamente, está vez incorporandome para caminar al aula con mi castaño amigo detrás.

Ya habían terminado las primeras clases y con la ausencia de la maestra de química acabamos en estudio libre, como de costumbre Ian se acerco a mi comenzando a hablar de cosas triviales, yo simplemente veía hacia afuera admirando el extenso jardín de la entrada. El edificio que conformaba mi escuela era enorme. Eran 6 enormes pisos, los tres primeros para cada año que se cursaban, yo que iba en 2do me tocaba en el segundo piso, los dos siguientes eran para los clubes y la biblioteca y el último era el piso prohibido, las escaleras para el sexto piso estaban bloqueada y para llegar a la azotea se subía por otras en el quinto.

Mientras observaba el panorama pude alcanzar a ver a una bella joven con saco rojo entrar atravez del extenso jardín, mi corazón se alarmo de golpe, ya no escuchaba la conversación de mi amigo de sí era mejor comer la carne con sazonador o en su jugo natural. Salí corriendo, dejando ahí a un muy confundido Ian , bajando las escaleras y brincando algunas. Cuando alcance a llegar a la puerta casi me voy de bruces, pero menos mal estaba bien. Mi corazón estaba a mil y no sabía sí era por correr o por verla de nuevo.- T-tú...- susurro la sorprendida joven , al ver que no diría nada más decidí tomar las riendas y recuperando el aire sólo logré decir.-Lo siento...- Ella abrió los ojos de par en par tratando de asimilar mis palabras por lo cual continué.- Lamento no ayudarte hace rato, pero es que tú saliste tan deprisa que no sabía sí correr tras de ti sería la mejor opción...-Mientras decía eso logré notar que ya llevaba el brazo venado y una gasa en la rodilla lo cual me alivio bastante, aunque por su parte sólo recibí un suspiro y una mirada de odio.- Lo siento "señor lobo", pero no tengo tiempo para sus juegos.- Una vez diciendo eso se fue, dejándome ahí sin entender y atonito por su actuar.

Nuestra escuela era como un cuento de hadas, literalmente, pero el problema es que era un cuento que todos sabían el inicio pero nadie el final. Teníamos a las "ovejas" que eran los que constantemente se metían en problemas, teníamos a la "abuela" que era la directora de la escuela, teníamos al "leñador" el cual era el chico más respetado de la escuela con casi tanto poder como la directora, inclusive teníamos a los demás"pueblerinos" que eran simples estudiantes pero habían dos personajes desaparecidos; el "lobo" y la "caperusa", ambos debían de llegar en algún momento ya que era tradición de la escuela pero nadie sabía cuando.

El receso había comenzado y huyendo lo mejor que pude de Ian para evitarme sus preguntas interminables de adonde fui, decidí largarme a la azotea. Al estar frente a la puerta pude ver que estaba entreabierta y se escuchaba claramente una discusión detrás, sin ganas de molestar a la "parejita" me di media vuelta dispuesto a irme, hasta que oí un grito con una voz que me volvía loco.-¡Que me sueltes Kyle!.-Se escucho del otro lado, la sangre me hirvio , no lo pensé dos veces y entre corriendo. Había un joven rubio de ojos verde esmeralda sobre la enigmatica joven que lograba confundirse. Quería defenderá así que corrí a el tirándoles una patada en el costado la cual lo mando lejos.-¡¿Quién demonios eres tú?!- grito el rubio desde el piso clavado su mirada en la mía.- ¡¿Acaso sabes quién soy?!- continuo diciendo. Di un suspiro sacándole el saco y se lo dio a la joven de labios rubies que se encontraba en el suelo con la camisa desgarrada .- No tengo idea, aunque tampoco me interesa. ¿Un violador?- Lo último lo dije en un tono burlan que puso al chico pasar de blanco a rojo del coraje, inclusive se le alcanzaban a ver las.venas en el cuello y frente.-¡Yo soy el leñador!- Exclamo fuertemente y efectivamente llevaba la insignia del leñador puesta. Se incorporó quedando frente a mi, pude notar que era un poco más bajo que yo lo cual me dio gracia .- ¿Se supone que me interese?.- Dirigí la mirada a los hermosos ojos color miel que me miraban atonitos, le dedique una tierna aunque ironica sonrisa y regresemi atención a los azules orbe que comenzaba a odiar.- Sí tú eres el maldito leñador... ¡Yo soy el lobo!.

Wooooooooow , esta super interesante, me encantaría seguir leyendo tu historia n.n