Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 1 usuario en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 1 Invitado Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 44 durante el Lun Ago 31, 2015 10:06 am
~My dear Friend~
4 participantes
Página 1 de 1.
~My dear Friend~
Bien, pues esto es una especie de recreación de un sueño que tuve y que me pareció ‘bonito’ en parte •w• (Raro que yo diga eso e.e)
Enjoy ~!
--
(Narras tú)
Y ahí me encontraba yo, en el restaurante, comiendo tan plácidamente junto a mis padres, los padres de una de mis amigas, y ésta.
Vimos como algo no iba bien, así que salimos fuera del restaurante a ver que ocurría. La profecía se cumplió. Los piratas del norte vinieron a nuestras costas con la intención de invadir nuestro pequeño pueblo, el cual no tenía nada de interés, tal y como la profecía lo recogía.
Claro estaba que no podíamos quedarnos en el restaurante, pues los piratas nos secuestrarían y nos harían sus esclavos, y no queríamos que eso pasara, así que salimos lo más rápido posible del restaurante y nos dirigimos a nuestros autos. Por el camino, mientras nuestros padres conducían sus respectivos autos, nos encontramos con peligros que nos fue difícil de superar, pues los piratas se arrojaban a nuestros autos con sus espadas, con la intención de obtenernos, pero por suerte no lo consiguieron y conseguimos despistarlos, llegando sanos y salvos a nuestras respectivas casas.
Estuve pensándolo durante bastante tiempo, encerrada en mi habitación, pero finalmente lo decidí. Salí de mi habitación y reuní a mis padres y a mi hermano, y allí les conté que iba a ir a buscar a mi amiga y pedirle que se uniera a mí para contraatacar a los piratas y salvar nuestro pueblo. Mis padres, a regañadientes, aceptaron, pues ellos ya tenían su edad y no podían ir a combatir.
Me despedí de mi familia con un beso en la mejilla, y tomé algunas cosas: un par de katanas de mi padre, un sombrero, un revolver antiguo que conservaba mi padre desde años atrás, y unas botas para darme más elegancia.
Tras coger estas cosas, me marché de casa y con cuidado y sigilo, corrí hacia la casa de mi amiga.
Al llegar allí, le propuse unirse a mí, y ésta aceptó, aunque me propuso llamar a otra chica más para que nos ayudara, y eso fue lo que hicimos.
Llamamos a otra amiga, Akako, y ésta, orgullosa y valiente, aceptó unirse.
Tomamos prestado un pequeño barquito del padre de Tokoro, mi amiga, y marchamos a la playa lo más rápido posible.
Subimos al barco, pero allí, Akako, se arrepintió y salió del barco, regresando a su casa asustada. Ahí me di cuenta de que, a pesar de ser su pueblo, que allí esté su familia y demás, le importaba más ella misma que los demás. Es horrible.
Tokoro y yo zarpamos dirigiéndonos, al anochecer cuando todo estaba más oscuro, hacia el barco mayor en el cuál se encontraba el jefe de la tripulación de piratas.
Ambas nos esforzamos remando mar adentro, siendo lo más sigilosas que podíamos ser.
A mitad del viaje, como nos cansamos de remar, decidimos descansar un rato y tomar algunas de las provisiones que Tokoro había obtenido de su casa antes de salir. Le agradecí que las tomara.
Todo iba bien: estábamos tomando nuestra comida, bastante deliciosa, por cierto. Pero, unas luces provenientes de unas linternas nos apuntaron, cegándonos durante unos segundos. Después vimos como había una tripulación con sus espadas señalándonos, en guardia. Finalmente pudimos ver como no eran piratas malvados, si no que era otra gente de otro lugar, que se había reunido para ayudar a nuestro pueblo a librarnos de los malos piratas.
Nos invitaron a subir a su barco, y aceptamos agradecidas. Allí nos dieron comida algo más rica en proteínas, y nos llevaron a conocer a su capitán. Éste era un chico de hermosos cabellos dorados, ojos azulados con un leve pigmento verde, y de agradecida estatura.
Nosotras, por educación, le hicimos una reverencia y nos presentamos. Él se llamaba Tsuna, y era bastante amable con nosotras. Nos contó algunas cosas, como de donde venían y por qué decidieron ayudar a nuestro pueblo. La razón era que, bajo el fuerte antiguo que había en nuestro pueblo, había un tesoro de los antiguos hombres y mujeres que habitaron el pueblo, y éstos querían protegerlos, pues su deber era proteger todos los tesoros de la antigüedad que había en nuestro país.
Pasadas una hora y media, nos despedimos agradecidas y nos marchamos del barco, despidiéndonos de toda la tripulación.
Zarpamos nuevamente, y cada vez nos acercábamos más al barco gobernante.
Tokoro y yo decidimos idear antes un pequeño plan para que no descubrieran que íbamos a por el capitán, y así fue.
Esto fue lo que pasó cuando llegamos al barco y nos dieron el permiso para subir: nos registraron y nos preguntamos que qué hacíamos allí. Claro está que no le contamos la verdad. Le dijimos que habíamos viajado también desde muy lejos para robar el tesoro, y a continuación añadimos algunas malas palabrejas para hacerles creer que no pertenecíamos al pueblo. Ellos fueron tan tontos, que creyeron nuestras palabras.
Pasado un rato, fuimos a conocer al capitán, el cuál nos recibió con los brazos abiertos. Éste cerró la puerta de su ‘despacho’, y nos dijo que nos sentáramos, pero nos negamos a hacerlo.
El capitán, de nombre Hallow, nos pidió que le dijéramos más cosas sobre nosotras. Yo me acerqué de una forma un tanto seductora al capitán y me coloqué detrás de él, rodeando su cuello con mis brazos y acercándome a su oído, susurrándole de forma suave: “Más te vale alejarte del pueblo, porque este tesoro es nuestro”
Para cuando el capitán quiso reaccionar, Tokoro ya le había inmovilizado con unas cuerdas y le había atado a la silla en la cuál estaba sentado. También le puso una cinta en la boca para que éste no pudiera hablar ni gritar.
Tokoro y yo nos colocamos en la entrada de la puerta, una en cada extremo, pues sabíamos que alguno de sus subordinados entraría a la sala para ver como iba todo. Y así fue. Dos de sus subordinados entraron en la sala y miraron sorprendidos a su capitán. Nosotras cerramos rápidamente la puerta y yo les apunté con mí revolver, mirándoles de forma desafiante. Tokoro tomó una de mis katanas y se puso en guardia. Uno de los subordinados fue a atacar a Tokoro, pero esta se defendió y acabó con el subordinado de Hallow. Yo me compliqué menos y disparé al otro subordinado en la cabeza, matándole al instante.
Tratamos de convencer al capitán para que se marcharan de nuestro pueblo, pero no conseguimos hacerlo. Esto fue lo que le dije al capitán: “Bien, pues, entonces verás como los miembros de tu tripulación van cayendo uno a uno”.
Tokoro y yo salimos de la sala y empezamos a matar, uno por uno, a todos los miembros de la tripulación. No nos fue fácil. Eran muchísimos y nosotras apenas teníamos dos katanas y un revolver con poca munición. Ellos nos superaban en número, en edad, altura, físico… Para nosotras eran como monstruos, pero no nos rendimos. Hubo un momento en el que estábamos más en peligro, y ella me dijo: “Tranquila, (…), yo siempre estaré junto a ti. Siempre estaremos juntas, pase lo que pase, my dear friend”.
Eso me abrió los ojos. Le sonreí y me di cuenta de que ella era una de las elegidas que dictaba la profecía, y yo era la otra. Unimos nuestras manos y ambas, furiosas y con algunos daños de las armas de los piratas, nos pusimos en pie y comenzamos a luchar como jamás antes lo habíamos hecho. Finalmente, tras una dura batalla en la que quedamos bastante heridas, los piratas se rindieron y soltamos a su capitán, el cual prometió marcharse momentáneamente, aunque dijo que volvería en otra ocasión.
Con esta pequeña aventura, me di cuenta de quién era realmente mi amiga, y quién era la que tan solo trataba de agradar a la gente y no quedar sola.
Regresamos a nuestras respectivas casas y todo el daño causado se fue arreglando lentamente con el paso del tiempo. Sabíamos que otra aventura pronto nos esperaría, aunque no sabíamos cuando.
--
Aquí acabó o3o ~Espero que les haya gustado >w0 ~ QwQ
Cuidense ;3 Se les quiere mucho JoJo ~ ♥ ´´
~Byee~
Enjoy ~!
--
(Narras tú)
Y ahí me encontraba yo, en el restaurante, comiendo tan plácidamente junto a mis padres, los padres de una de mis amigas, y ésta.
Vimos como algo no iba bien, así que salimos fuera del restaurante a ver que ocurría. La profecía se cumplió. Los piratas del norte vinieron a nuestras costas con la intención de invadir nuestro pequeño pueblo, el cual no tenía nada de interés, tal y como la profecía lo recogía.
Claro estaba que no podíamos quedarnos en el restaurante, pues los piratas nos secuestrarían y nos harían sus esclavos, y no queríamos que eso pasara, así que salimos lo más rápido posible del restaurante y nos dirigimos a nuestros autos. Por el camino, mientras nuestros padres conducían sus respectivos autos, nos encontramos con peligros que nos fue difícil de superar, pues los piratas se arrojaban a nuestros autos con sus espadas, con la intención de obtenernos, pero por suerte no lo consiguieron y conseguimos despistarlos, llegando sanos y salvos a nuestras respectivas casas.
Estuve pensándolo durante bastante tiempo, encerrada en mi habitación, pero finalmente lo decidí. Salí de mi habitación y reuní a mis padres y a mi hermano, y allí les conté que iba a ir a buscar a mi amiga y pedirle que se uniera a mí para contraatacar a los piratas y salvar nuestro pueblo. Mis padres, a regañadientes, aceptaron, pues ellos ya tenían su edad y no podían ir a combatir.
Me despedí de mi familia con un beso en la mejilla, y tomé algunas cosas: un par de katanas de mi padre, un sombrero, un revolver antiguo que conservaba mi padre desde años atrás, y unas botas para darme más elegancia.
Tras coger estas cosas, me marché de casa y con cuidado y sigilo, corrí hacia la casa de mi amiga.
Al llegar allí, le propuse unirse a mí, y ésta aceptó, aunque me propuso llamar a otra chica más para que nos ayudara, y eso fue lo que hicimos.
Llamamos a otra amiga, Akako, y ésta, orgullosa y valiente, aceptó unirse.
Tomamos prestado un pequeño barquito del padre de Tokoro, mi amiga, y marchamos a la playa lo más rápido posible.
Subimos al barco, pero allí, Akako, se arrepintió y salió del barco, regresando a su casa asustada. Ahí me di cuenta de que, a pesar de ser su pueblo, que allí esté su familia y demás, le importaba más ella misma que los demás. Es horrible.
Tokoro y yo zarpamos dirigiéndonos, al anochecer cuando todo estaba más oscuro, hacia el barco mayor en el cuál se encontraba el jefe de la tripulación de piratas.
Ambas nos esforzamos remando mar adentro, siendo lo más sigilosas que podíamos ser.
A mitad del viaje, como nos cansamos de remar, decidimos descansar un rato y tomar algunas de las provisiones que Tokoro había obtenido de su casa antes de salir. Le agradecí que las tomara.
Todo iba bien: estábamos tomando nuestra comida, bastante deliciosa, por cierto. Pero, unas luces provenientes de unas linternas nos apuntaron, cegándonos durante unos segundos. Después vimos como había una tripulación con sus espadas señalándonos, en guardia. Finalmente pudimos ver como no eran piratas malvados, si no que era otra gente de otro lugar, que se había reunido para ayudar a nuestro pueblo a librarnos de los malos piratas.
Nos invitaron a subir a su barco, y aceptamos agradecidas. Allí nos dieron comida algo más rica en proteínas, y nos llevaron a conocer a su capitán. Éste era un chico de hermosos cabellos dorados, ojos azulados con un leve pigmento verde, y de agradecida estatura.
Nosotras, por educación, le hicimos una reverencia y nos presentamos. Él se llamaba Tsuna, y era bastante amable con nosotras. Nos contó algunas cosas, como de donde venían y por qué decidieron ayudar a nuestro pueblo. La razón era que, bajo el fuerte antiguo que había en nuestro pueblo, había un tesoro de los antiguos hombres y mujeres que habitaron el pueblo, y éstos querían protegerlos, pues su deber era proteger todos los tesoros de la antigüedad que había en nuestro país.
Pasadas una hora y media, nos despedimos agradecidas y nos marchamos del barco, despidiéndonos de toda la tripulación.
Zarpamos nuevamente, y cada vez nos acercábamos más al barco gobernante.
Tokoro y yo decidimos idear antes un pequeño plan para que no descubrieran que íbamos a por el capitán, y así fue.
Esto fue lo que pasó cuando llegamos al barco y nos dieron el permiso para subir: nos registraron y nos preguntamos que qué hacíamos allí. Claro está que no le contamos la verdad. Le dijimos que habíamos viajado también desde muy lejos para robar el tesoro, y a continuación añadimos algunas malas palabrejas para hacerles creer que no pertenecíamos al pueblo. Ellos fueron tan tontos, que creyeron nuestras palabras.
Pasado un rato, fuimos a conocer al capitán, el cuál nos recibió con los brazos abiertos. Éste cerró la puerta de su ‘despacho’, y nos dijo que nos sentáramos, pero nos negamos a hacerlo.
El capitán, de nombre Hallow, nos pidió que le dijéramos más cosas sobre nosotras. Yo me acerqué de una forma un tanto seductora al capitán y me coloqué detrás de él, rodeando su cuello con mis brazos y acercándome a su oído, susurrándole de forma suave: “Más te vale alejarte del pueblo, porque este tesoro es nuestro”
Para cuando el capitán quiso reaccionar, Tokoro ya le había inmovilizado con unas cuerdas y le había atado a la silla en la cuál estaba sentado. También le puso una cinta en la boca para que éste no pudiera hablar ni gritar.
Tokoro y yo nos colocamos en la entrada de la puerta, una en cada extremo, pues sabíamos que alguno de sus subordinados entraría a la sala para ver como iba todo. Y así fue. Dos de sus subordinados entraron en la sala y miraron sorprendidos a su capitán. Nosotras cerramos rápidamente la puerta y yo les apunté con mí revolver, mirándoles de forma desafiante. Tokoro tomó una de mis katanas y se puso en guardia. Uno de los subordinados fue a atacar a Tokoro, pero esta se defendió y acabó con el subordinado de Hallow. Yo me compliqué menos y disparé al otro subordinado en la cabeza, matándole al instante.
Tratamos de convencer al capitán para que se marcharan de nuestro pueblo, pero no conseguimos hacerlo. Esto fue lo que le dije al capitán: “Bien, pues, entonces verás como los miembros de tu tripulación van cayendo uno a uno”.
Tokoro y yo salimos de la sala y empezamos a matar, uno por uno, a todos los miembros de la tripulación. No nos fue fácil. Eran muchísimos y nosotras apenas teníamos dos katanas y un revolver con poca munición. Ellos nos superaban en número, en edad, altura, físico… Para nosotras eran como monstruos, pero no nos rendimos. Hubo un momento en el que estábamos más en peligro, y ella me dijo: “Tranquila, (…), yo siempre estaré junto a ti. Siempre estaremos juntas, pase lo que pase, my dear friend”.
Eso me abrió los ojos. Le sonreí y me di cuenta de que ella era una de las elegidas que dictaba la profecía, y yo era la otra. Unimos nuestras manos y ambas, furiosas y con algunos daños de las armas de los piratas, nos pusimos en pie y comenzamos a luchar como jamás antes lo habíamos hecho. Finalmente, tras una dura batalla en la que quedamos bastante heridas, los piratas se rindieron y soltamos a su capitán, el cual prometió marcharse momentáneamente, aunque dijo que volvería en otra ocasión.
Con esta pequeña aventura, me di cuenta de quién era realmente mi amiga, y quién era la que tan solo trataba de agradar a la gente y no quedar sola.
Regresamos a nuestras respectivas casas y todo el daño causado se fue arreglando lentamente con el paso del tiempo. Sabíamos que otra aventura pronto nos esperaría, aunque no sabíamos cuando.
~Fin~
--
Aquí acabó o3o ~Espero que les haya gustado >w0 ~ QwQ
Cuidense ;3 Se les quiere mucho JoJo ~ ♥ ´´
~Byee~
Última edición por Usagi Phantomhive el Dom Nov 06, 2011 7:09 pm, editado 1 vez
Usagi Phantomhive- Mensajes : 186
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Edad : 25
Re: ~My dear Friend~
OMG! me encanto :DDD realmente eres buena en esto de los fanfics
TwT la amistad en un valor que muy pocos saben apreciar & cuidar ;3 espero
más fics de este tipo de parte tulla...!! :D
TwT la amistad en un valor que muy pocos saben apreciar & cuidar ;3 espero
más fics de este tipo de parte tulla...!! :D
Re: ~My dear Friend~
sugoiiiiiiiiiiiiiiiii
me gusto que
buen fic te hace
reflexionar mucho
y te deja un kawai
mensaje xDDDDD
me gusto que
buen fic te hace
reflexionar mucho
y te deja un kawai
mensaje xDDDDD
Karely Uchiha- Mensajes : 1302
Fecha de inscripción : 01/08/2011
Edad : 32
Localización :
Re: ~My dear Friend~
Awww me encanto! ;w; Lastima qe nu se puede pedir conti u.u Me encanto! >w<
Senbonzakura~- Mensajes : 420
Fecha de inscripción : 01/08/2011
Edad : 27
Localización : Paseando por la noche, a la luz de la Luna; mientras el viento juega con los pétalos de los árboles de cerezos... Esa, es mi localización.
Personaje Favorito : No termino nunca más si los digo. ♥
Temas similares
» Soul of Moon - Dear Any
» Dear Diary(hasta donde lo deje)(+18)
» Dear Hidan 1 (nuevo fic con Hidan) [+18]
» Dear Diary(hasta donde lo deje)(+18)
» Dear Hidan 1 (nuevo fic con Hidan) [+18]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Mar Jun 07, 2022 3:06 am por Tsuki Kuroi
» No se como pero Regrese (?)
Vie Feb 10, 2017 12:56 am por miyu yami
» Hola, Otra vez~
Dom Ene 22, 2017 1:35 am por yuki-chan~
» Mi gordo corazón (cap. 01)
Jue Ago 25, 2016 9:00 pm por natiyami
» Hola de nuevo xD
Sáb Ago 20, 2016 8:30 pm por natiyami
» Foro Activo
Dom Feb 28, 2016 11:00 am por Katherina Kusanovic
» CDM Amor Dificil cap 1
Dom Feb 28, 2016 10:45 am por Katherina Kusanovic
» Despresento
Miér Feb 17, 2016 10:30 pm por Tyrion
» • Reglas del Foro •
Miér Feb 17, 2016 10:25 pm por Tyrion