Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

por SweeT PrincesS Miér Ago 29, 2012 7:29 am

"La Venganza De Azalea"

PARTE 23

Antes de cenar, Azalea estaba sentada en un taburete, dentro de una redonda habitación, rodeada por la luz de las velas. Y frente a ella estaba el señor Ladak, mirándola con atención mientras trazaba delicados trazos sobre el retrato.

LADAK: ¿Podéis ladear un poco la cabeza?
AZALEA: ¿Así?
LADAK: Perfecto. Gracias, Alteza.

La mente de Azalea intentaba pensar en sus padres, en su hogar…pero los recuerdos de Falon y Cerith volvían para atormentarla.
Esa situación se le hacía cada vez más pesada. Y no sabía cómo sobrellevarla para ir saliendo del agujero.

LADAK: ¿Por qué esa expresión tan triste, Alteza?
AZALEA: ¿Eh…?
LADAK: Tenéis una belleza tan exquisita que no deberíais permitir estar triste o enojada.
AZALEA: Yo no lo decido, señor Ladak.
LADAK: ¿Alguien os hace infeliz en este castillo?
AZALEA: Bueno…sí.
LADAK: Con gusto os llevaría a mi hogar para teneros siempre feliz.

La princesa se sonrojó y sonrió con timidez.
Era sorprendente cómo podía tener a todos los hombres a sus pies. Pero no a Falon.
Falon, Falon, Falon. Siempre Falon.
De nuevo su cabeza andaba hacia los problemas.
Alguien tocó a la puerta y Ladak dio paso. Era Challen.

CHALLEN: Alteza, ya están sirviendo la cena.
AZALEA: Gracias por avisar, Challen.
LADAK: Bueno, seguiremos mañana, princesa.
AZALEA: De acuerdo. Buenas noches, señor Ladak.

Y se fue con Challen hacia el comedor real.
Falon y Cerith conversaban y reían, pero cuando llegó Azalea, a Cerith se le borró la sonrisa y agachó el rostro.
De inmediato, Dalden se levantó para llevar a la princesa al puesto que había a su lado y retirarle la silla para que se sentara.

AZALEA: Gracias.

Tedra se sentía satisfecha al verla tan decaída.
Al parecer, al fin se había rendido en cuanto a recuperar a Falon.
Los sirvientes llenaron de comida el plato de Azalea, pero ella apenas comió.
A Challen no le gustaba verla así, ¿pero qué podía hacer él?
Solo estar a su lado y apoyarla en todo.
De pronto, las puertas de las dos terrazas se abrieron por una fuerte corriente de aire, dando el aviso de la llegada de los Cazadores de Bestias.

FREY: Siento interrumpir la cena, pero debéis ir con cuidado. La sombra que nos falta anda por aquí cerca.

Al oír eso, el corazón de Azalea se aceleró de la emoción.
Al fin había aparecido esa sombra que tenía la memoria de Falon.

FREY: Moira y yo velaremos el castillo hasta darle caza.

Entonces apareció el otro Cazador de Bestias, el del sombrero de orejas de perro, y se abalanzó sobre Frey para acorralarlo contra el suelo.

FURY: Al fin coincidimos, Frey.
FREY: ¿Qué demonios haces aquí, Fury?
FURY: Mi trabajo.
FREY: Tu trabajo no es atacarme.
FURY: Mientras que la sombra no aparece, puedo saldar cuentas contigo.

Frey puso la palma de su mano en el estómago de Fury y disparó una esfera de luz.
Fury fue despedido hacia arriba pero aterrizó de pie en el suelo, haciendo una mueca de dolor.

FURY: Te estás saltando la norma más importante: “no deberás atacar con la magia a ningún Cazador de Bestias”.
FREY: No te he atacado. Ha sido en defensa propia.

Se miraron, desafiantes.
Azalea, Challen, Tedra y los demás habían dejado de cenar para ver la escena que los había interrumpido.
La única en reaccionar fue Moira, que miró a los dos chicos con enfado.

MOIRA: ¿Queréis dejar de pelear? Estamos en el castillo del rey Zaebard, así que respetad su hogar.
FREY: Ha empezado él.
FURY: Algún día teníamos que coincidir.
MOIRA: Basta. Dedicaros a proteger el castillo. Yo vigilaré las zonas norte y este del reino.

Dicho eso, salió del comedor real.
Fury quiso seguirla, pero Frey le cortó el paso.

FREY: Haz tu trabajo y déjanos en paz. Yo vigilaré las zonas sur y oeste. Quédate con los jardines.

Frey también se fue, dejando furioso a Fury, el cual miró a todos los que estaban sentados en la mesa, y por primera vez se fijó en Azalea.
Era muy parecida a la compañera de Frey y de Moira, llamada Zanna, la cual estaba enferma.
Al ser observada tan fijamente, Azalea arqueó una ceja, provocando que Fury pensara lo engreída que parecía ser esa princesa al lado de Zanna, la cual era tan dulce e inocente.
Suspiró y también se fue.
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Al día siguiente, después de clase, Azalea, Aika, Lilly, Lenoic y Challen salieron al jardín para disfrutar de otro picnic bajo el sol.

LILLY: Yo he preparado esta ensalada que me enseñó mi abuela.
LENOIC: Yo-yo he preparado este zumo de fruta na-natural.
AIKA: Yo estas galletas.
CHALLEN: A mí me ha dado tiempo para hacer este postre.

Todos miraron a Azalea, a la espera de saber qué había preparado ella.
Pero la princesa solo sacó un juego de mesa.

AZALEA: Para después de comer.
LILLY: ¿No has preparado nada?
AZALEA: No.
LILLY: ¿Por qué?
AZALEA: Porque no sé cocinar.
LILLY: Lo hubieras dicho antes. Yo puedo darte clases de cocina.
AZALEA: ¿Y para qué voy a querer aprender a cocinar?
LILLY: Para cuando te cases con Falon y puedas prepararle ricos platos.
AZALEA: Las princesas no cocinan, Lilly.
LILLY: Siempre es agradable conquistar a tu amado con un buen postre.
AZALEA: Yo no necesito eso. Lo tengo más que conquistado.
AIKA: Pues no tanto. Ahora está con Cerith.

Azalea gruñó y se abalanzó sobre Aika para tirarle del cabello.
Lilly se echó a reír y Lenoic y Challen intentaron separarlas.

AIKA: ¡¡Solo era una broma!!
AZALEA: ¡De muy mal gusto!
AIKA: ¡Oh, vamos! ¡No te enfades!

De pronto, se oyó una fuerte explosión en el castillo y todos miraron hacia allí.

LILLY: ¿Qué ha sido eso?

Aika le dio a Azalea un empujón tan fuerte que la lanzó de espaldas al suelo, y la miraron con sorpresa.

AZALEA: ¿Por qué me empujas así?
AIKA: ¿Y tú qué hacías encima de mí?
AZALEA: ¿Eh?
LILLY: Estabais jugando a pelearos, Aika.
AIKA: ¿Qué? ¡Yo jamás jugaría con esa princesa!
LILLY: Pero si sois amigas…
AIKA: ¡Ja! ¡Jamás seré su amiga!

Dicho eso, se alejó, dejándolos extrañados.
¿Qué mosca le había picado?
Lenoic fue el primero en descubrir su cambio de humor.

LENOIC: Qui-quizá ya hayan ca-cazado a esa sombra y-y Aika al fin re-recuperó sus recuerdos.

Los ojos de Azalea se abrieron de par en par. Su corazón se aceleró desbocadamente. El cuerpo le comenzó a temblar.
Si Aika había recuperado la memoria, entonces Falon…Falon…
Sin dudarlo un instante, salió corriendo hacia el castillo.
Lo buscó por todos lados pero no lo halló.
La desesperación le despertó los nervios.
¿Dónde se habría metido? ¿Estaría con Cerith en otro lugar?
Pero si ya había recuperado sus recuerdos, ¿por qué no regresaba a su lado?
De pronto, vio que se le acercaba Frey corriendo.

FREY: ¡Cuidado! ¡Aparta de mi camino!
AZALEA: ¿Qué…? ¿Por qué…?

El chico se abalanzó sobre ella y cayeron los dos al suelo.
Antes de que la princesa pudiera regañarlo, vio cómo pasaban miles de pequeñas sombras por encima de sus cabezas.

AZALEA: ¿Pero qué…?
FREY: ¡Moira! ¡Van hacia el comedor real! ¡Protege a los que estén allí!

Dicho eso, se levantó y corrió hacia el otro pasillo, dejando a Azalea tirada en el suelo.
Vaya educación…
Se incorporó y se espolsó el vestido, pensando en todas esas mini sombras que había visto pasar.
¿De dónde habrían salido? ¿Acaso no quedaba tan solo una sombra que cazar?
De todos modos tenía que seguir buscando a Falon.
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Tedra y Shaner estaban en el vacío salón de baile, dónde ella le enseñaba a bailar.

TEDRA: Con este brazo me agarras la cintura. Y con el otro me das la mano a esta altura.
SHANER: ¿Así?
TEDRA: Ajá. Y ahora sigue mis pasos: un, dos, tres. Un, dos, tres.

De nuevo, Shaner le pisó un pie, y Tedra sonrió para disimular el dolor.

SHANER: Lo siento…
TEDRA: No te preocupes. Sigamos intentándolo.

El hombre la miró fijamente hasta que la chica se sonrojó.
Lo que sentía en ese momento era nuevo para ella.
Jamás imaginó sentirse atraída por un chico. Y mucho menos por un vulgar guerrero.
No, no, no. Ahora era un emperador.

SHANER: Gracias por dedicar tu tiempo en ayudarme a recuperar la memoria.
TEDRA: Oh…de nada.
SHANER: Eres bellísima y de buen corazón.
TEDRA: Gracias.
SHANER: ¿Puedo…darte un beso?

La princesa se sintió desfallecer.
Tragó saliva, cerró los ojos y ofreció sus rojos labios.
Shaner los tomó con exquisita delicadeza, saboreándola lentamente.
Y con ese simple beso, Tedra quedó hechizada por completo.
Cuando él dejó de besarla, ella no pudo abrir los ojos.

TEDRA: ¿Es posible…enamorarse con un…solo beso?
SHANER: Quizá sí.

Shaner volvió a besarla, y ni siquiera la explosión que se oyó logró separarlos.
Pero de pronto, él abrió los ojos y al ver el rostro de Tedra, se apartó bruscamente, asustándola así.

TEDRA: ¿Qué ocurre?
SHANER: ¿Qué demonios hago besándoos?
TEDRA: ¿Eh?
SHANER: ¿Qué carajos estoy haciendo?
TEDRA: Pe-pero…tú y yo nos gustamos y…
SHANER: ¿Qué? Eso no es verdad. Jamás me gustaría alguien tan engreída y malcarada como vos.

Dicho eso, se fue del salón, dejándola estupefacta.
¿Qué había pasado en esa fracción de segundos?
Respiró hondo y salió al pasillo, en el cual los soldados luchaban contra un montón de sombras negras.
Asustada, volvió a entrar en el salón y cerró la puerta.
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Azalea llegó al otro lado del reino, y seguía sin encontrar a Falon.
Oyó un ruido tras ella y al voltearse vio una sombra con forma de humano que se acercaba lentamente.
¿Sería esa la que poseía aun la memoria de su príncipe?
Recordó las palabras de Frey y de Moira: “La única explicación sería que…hay una sombra que ha robado demasiadas memorias, y se ha vuelto tan inteligente que podría estar actuando y pensando como un humano”.
En un impulso, Azalea se cruzó de brazos y miró a su enemigo con rabia.

AZALEA: Devuelve todos los recuerdos y lárgate a otro planeta.

La sombra soltó una especie de risa irónica y siguió acercándose a la princesa, la cual no se asustó ni retrocedió.

AZALEA: ¿Para qué quieres ir por el mundo con ese aspecto tan siniestro? Así no llegarás a ninguna parte, ¿sabes?

Esperó a que la sombra estuviera demasiado cerca para comprobar que era muchísimo más alta que Falon y Dalden.

AZALEA: Fíjate. Ni siquiera tienes rostro. ¿Cómo vivirás de este modo? Jamás tendrás amigos si sigues atacando.

De pronto, la mano de la sombra se posó sobre la cabeza de Azalea, y su mente comenzó a trabajar de una extraña manera.
Vio imágenes de cuándo era pequeña y fea. De las burlas de todos los niños. De todo lo que le habían hecho Falon y Tedra. De todas sus pesadillas. Todo su sufrimiento infantil.
A la princesa no le importó que esa sombra le robase todos esos malos recuerdos.
Pero entonces, las imágenes cambiaron a recuerdos sobre el día en que Falon llegó al reino Krystán seis años después. En los planes de venganza. En el acercamiento entre él y ella. En sus besos…en sus caricias…sus abrazos…en su amor.
Sí, ahora Falon la amaba.
No quería perder esos recuerdos que eran lo más bonito que tenía de su vida.
Reaccionó a tiempo y le dio un empujón a la sombra, deteniendo así el proceso de robar su memoria.

AZALEA: ¡No permitiré que me hagas olvidar al chico que yo amo!
FURY: ¡Oye, aléjate del enemigo!

Azalea se volteó para ver quién se acercaba, y en ese despiste, la sombra se metió dentro de su cuerpo, poseyéndola completamente.
Los ojos de la princesa se tornaron totalmente negros, y miraron con sorna a Fury.

FURY: Maldito seas. Abandona el cuerpo de la princesa ahora mismo.

Por detrás llegaron Frey, Moira y Challen, el cual quiso acercarse a su princesa para cerciorarse de que estaba bien, pero Fury lanzó una esfera de luz dorada y electrocutó a Azalea, dejándola inconsciente en el suelo.
Sorprendido y furioso, Challen sacó su espada para enfrentarse a Fury.

CHALLEN: ¿Cómo te atreves a atacarla?
FURY: No te sulfures, muchacho. No es tu princesa.
CHALLEN: ¿Qué?
FURY: La sombra se ha introducido en ella. Así que cógela y átala para que no pueda atacar a nadie. Buscaré la forma de liberarla del enemigo.
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Azalea yacía dormida y atada en la cama de su habitación.
Todos, incluidos el rey y los Cazadores de Bestias, la observaban con atención.

ZAEBARD: ¿Cómo podríais sacarle esa sombra de su interior?
FREY: Es lo que estamos pensando.
CHALLEN: No le haréis daño, ¿verdad?
FREY: Lo intentaremos.
DALDEN: ¿Y qué ha pasado con las demás mini-sombras?
MOIRA: Las cacé a todas.
LILLY: Aika y el capitán Shaner han recuperado la memoria. Pero Falon y tres estudiantes más, todavía no.
FURY: Las tiene la sombra que reside en el interior de la princesa.
ZAEBARD: Bueno, que todo el mundo haga sus cosas. Challen se ocupará de vigilar a Azalea. Yo tengo que hablar con vosotros, Cazadores.

En cuanto Challen quedó a solas con su princesa en la habitación, Azalea abrió los ojos, ahora negros, y sonrió maliciosamente.

AZALEA/SOMBRA: ¿Por qué te preocupas tanto por esta princesa si ella solo tiene pensamientos de su amado Falon?
CHALLEN: …
SOMBRA: Conozco el corazón de esta chica, y está cargado de sentimientos contradictorios. Y todos tienen que ver con él. De ti no hay ni un solo recuerdo.
CHALLEN: No me importa. Ella es ahora mi princesa y juré protegerla.
SOMBRA: Será mejor que te protejas a ti mismo de los desengaños amorosos.
CHALLEN: Mejor cállate y abandona su cuerpo.
SOMBRA: Claro que lo haré. Y robaré todos sus recuerdos. Después iré a por ti.

En un segundo, la princesa logró desatarse y plantarse frente a Challen… Tan cerca de él que lo puso nervioso.

SOMBRA: Pobre princesa… La hicieron sufrir tanto… Sobretodo ese príncipe… Y ahora ella lo ama. Qué ironía.
CHALLEN: Abandona su cuerpo.
SOMBRA: ¿Quieres que me adentre en el tuyo?

Una fuerte corriente de aire lanzó al joven caballero contra la pared, dejándolo inconsciente.
Entonces la sombra abandonó el cuerpo de Azalea, llevándose todos sus recuerdos.
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Zaebard y Shaner miraban con atención a los tres Cazadores de Bestias dentro de la biblioteca.

FREY: No puede ser… ¿El oráculo desaparecido?
ZAEBARD: Así es.
FREY: Con razón no hemos encontrado a más esbirros. Solo a esa maldita sombra que tiene a Azalea poseída.
ZAEBARD: Del mundo que tú procedes, ¿jamás ha desaparecido vuestro Oráculo?
FREY: Jamás. Pues nunca fue alterado por nadie.
ZAEBARD: Por todos los dioses… ¿Cómo podría saber si eso es bueno o malo?
FREY: Dejad que pase el tiempo, Majestad. Es mucho mejor que no aparezcan esbirros.
SHANER: Decís que sois los enviados de los dioses.
FREY: Así es.
SHANER: ¿No podríais poneros en contacto con ellos?
FREY: No. Hace tiempo los dioses dejaron de bajar a los manantiales de nuestros mundos. Solo se encargan de bendecir o castigar desde lo más alto del universo.

La puerta se abrió y entró un soldado con la cara pálida.

SOLDADO: Majestad, esa sombra ha…

No terminó la frase, pues cayó al suelo, inconsciente.
Detrás estaba la sombra, ahora mucho más grande, ya que había absorbido más recuerdos.
Frey, Moira y Fury sacaron sus armas para atraparla, pero ahora que tenía más poder, el enemigo hizo estallar una potente luz blanca que los cegó a los tres, incluidos al rey y a Shaner.
Si la sombra conseguía robar las memorias de los Cazadores de Bestias, ya nada podría salvar los recuerdos de toda la humanidad.
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Mientras que en el reino de Aion nadie recordaba nada, la chica encapuchada seguía oculta en una de las estancias del castillo, a la espera de poder atrapar a esa sombra.
Sacó papel y bolígrafo de su pequeña mochila y escribió una nota: “Frey, Moira, soy Zanna. Ya he cazado al enemigo. Nos vemos en nuestro punto de partida”.
Asomó la cabeza por la puerta y vio que la sombra abandonaba la biblioteca y se iba por otro pasillo.
Entonces, Zanna se dirigió hacia la biblioteca y vio a sus compañeros inconscientes en el suelo, junto al rey y a otro hombre.
Respiró hondo y dejó la nota en la mano de Frey para luego ir tras la sombra sin que se diera cuenta.
¿A cuál habitación habría entrado?
En este pasillo había tantas puertas…
Decidió entrar en cada una, y en la tercera oyó ruidos, así que entró y sacó su arco y su flecha para señalar a la sombra.
Pero no era la sombra, sino un chico de mirada dulce…que ahora la miraba con confusión.
Los ojos de Zanna se dilataron y su corazón se detuvo.
Este chico…era su prometido…era Challen…
Sintió tantas emociones en ese momento que se le cayó el arco de las manos y comenzó a temblar.
Challen, ahora sin memoria, se acercó un poco preocupado.

CHALLEN: ¿Quién eres? Estás pálida…

La chica retrocedió sin dejar de mirarlo.
Jamás imaginó encontrárselo aquí, en Ciudad Aion. Jamás creyó volverlo a ver después de tanto tiempo.
Pero al parecer no la recordaba.
¿Sería por causa de haber perdido la memoria o quizá ella había cambiado tanto que no la reconocía?
Oyó un grito en la otra habitación y entonces pudo reaccionar.
Respiró profundamente, cogió su arco y miró por última vez a su prometido para luego salir de la estancia y correr a la de al lado.
Abrió la puerta con sigilo y alzó el arco, preparando la flecha.
La sombra se alzaba sobre una chica que lloraba.
Zanna tensó el arco y soltó la flecha, la cual se clavó en la espalda del enemigo, que se giró bruscamente para mirar a la causante.

ZANNA: Jaque mate.

Lanzó otra flecha y se la clavó en la frente, provocando una explosión de luces que hicieron desaparecer al adversario.
La chica sonrió y dio un pequeño salto, satisfecha de haber mejorado tanto en su nuevo trabajo.
Frey y Moira estarían tan orgullosos de ella que pronto le otorgarían el Diploma de Ascendencia Celestial.
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TO BE CONTINUED...

por **~Shia~** Miér Ago 29, 2012 6:35 pm

Ya apareció la prometida de Challen D: y yo que lo quería para Azalea. xD
Lastima que se robaran los recuerdos de Challen u.u justo cuando su prometida pareció u.u pobresito

Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)