Nuestra Historia Continua {Capitulo 8}

Intentaba con todo lo que me era posible atacar a Zange mas sin embargo todos mis esfuerzos resultaban inútiles pues él podía predecir cada ataque, cada movimiento, eso me dejaba en desventaja y me hacía acabar herido en más de una ocasión.
Karuta observaba todo mientras sostenía a Watanuki entre sus brazos, pero de repente al observar de reojo hacia el lugar donde estaban ellos solo vi al pequeño mapache. Mi atención fue desviada cuando Zange me dio un golpe que me mandó de lleno contra una de las paredes, haciéndome soltar un quejido de dolor, pero me levanté rápidamente y corré a atacarlo, justo en eso Karuta atacó también tomando levemente por sorpresa a Zange y logrando por fin hacer que se llevara un buen golpe contra la pared, golpeado su cabeza fuertemente en el suelo y quedando inconsciente. Respiré agitadamente mientras limpiaba el hilo de sangre que brotaba de mi boca, el último golpe me había dado de lleno en ella, además de que me dolía cada hueso de mi cuerpo al haber impactado contra la pared.. pero no era tiempo en lo más mínimo para relajarme y preocuparme por mis heridas… una risa que reconocería en cualquier lado se escuchó a lo lejos y, pronto apareció Kagerou.
Pude notar también sus orbes de color escarlata, ¿¡Acaso todos estaba poseídos por esa cosa o que!?. Logré esquivar apenas el golpe de su espada, para luego ponerme en guardía.. tenía la pequeña desventaja de que si me transformaba mi forma de papiro volador no era de mucha ayuda y, al contrario me haría más vulnerable de lo que ya era.. y Kagero me llevaba ventaja al él tener un arma punzo-cortante en sus manos.. eso me dejaba a mi en un grave aprieto ya que, a diferencia de Zange, recibir un golpe por parte de Kagero no solo me heriría sino que también podría matarme.
Tenía que pensar rápido, buscar algo con que defenderme…


El pequeño mocoso era rápido, pero no lo suficiente para evitar ser congelado o recibir uno que otro golpe por mi parte. Luego de estar luchando sin descanso por lo que fueron unos largos 15 minutos el niño se detuvo frente a mi jadeante y con varias heridas que manchaban su pelaje, gruñó al ver que las cosas no le eran fáciles.
- ¡Morirás!, de una u otra forma… te mataré! –acto seguido dio un salto, logrando morder una de mis manos cuando planeaba atacarlo.
Sentí que algo me inmovilizaba mientras el chico me mordía. Miré hacia atrás notando como uno de los demonios, súbditos del chico me había sujetado permitiéndole a su “amo” el acabar conmigo sin que yo pudiese defenderme. La mordida que el niño me dio era sin duda dolorosa, pero eso no me impidió forcejear para intentar soltarme, no dejaría que me mataran de una manera tan injusta, lucharía hasta que mis fuerzas se acabaran, eso sin duda alguna.
Logré formar un poco de nieve en la mano que el can aun mordía, haciendo que su boca se llenara de esta y obligándolo a soltarme al verse casi atragantado por la cantidad de nieve que llenaba su cavidad bucal. Una vez que tuve ambas manos libres tuve mas posibilidad e forcejear con aquel demonio, aunque una de estas sangraba terriblemente.
Un fuerte quejido hizo que dejara de forcejear y buscara con la mirada al responsable de ello, pude ver a Renshou sangrando terriblemente, sujetando su brazo casi mutilado por la espada de Kagerou, mientras este le apuntaba con aquella filosa espada empapada en sangre, ¡maldición!, se supone que debía de proteger a Renshou y sin embargo aquí estaba sin escapatoria de las garras de un demonio. Logré taclearlo y sin prisa alguna lo herí de gravedad, ignorando el hecho de que estuve luchando con el mocoso para correr hacia Renshou, interponiéndome entre él y la espada de Kagerou.
Esquivé un par de veces los golpes de la espada, apartando a la vez a Renshou quien ahora parecía estar a punto de perder la consciencia pues, su herida había hecho que la sangre saliera en exceso y había perdido tanta que moriría si no hacía algo rápido. Apreté los dientes y me fui de lleno contra Kagerou, sin importarme salir herida, olvidando que él tenía una espada, lo tomé del cuello, siendo atravesada en parte por aquella espada, y, de un golpe en la frente lo noqueé, haciendo que cayera al piso inconsciente pues, me había percatado de que esa parecía ser la única forma de volverlos a la normalidad.
Tragué ruidosamente mientras veía la espada aun clavada en mí, y, a sangre fría la saqué colocando mi mano sobre mi herida. Busqué con la mirada a Renshou, quien ya había acabado por perder la consciencia. Me agaché para quedar a su lado y coloqué mi mano en su cuello buscando rastro algún de su pulso.. aun vivía pero, ¿Por cuánto tiempo?. Miré mi herida, la cual también resultó ser profunda y la sangré salía a borbotones, ¿Cuánto tiempo me quedaría a mi antes de perder la consciencia?... no lo sabía pero.. lo que me importaba ahora era salvar a quien yo debía proteger a toda costa…


Podía ver al gran zorro luchando contra Ririchiyo, quien apenas y podía esquivar sus ataques y atacar de vez en cuando sin causarle mucho daño a su contrincante. Aun manteniendo mi forma demoniaca, me puse frente al zorro ocultando a Ririchiyo detrás de mi, antes de herirla a ella tenía que acabar conmigo.
-Antes de hacerle algo a Ririchiyo tendrás que matarme a mi –le dije escuchando aquel gruñido que salía del pecho del zorro- ririchiyo, ocúltate, no es seguro que estés aquí..
El zorro saltó hacia mí, siendo detenido por una de mis manos, Él cerró sus fauces en torno a ella, pero, con mi otra mano lo tomé del cuello y lo lancé fuera, para después seguirlo. El impacto de el zorro contra el suelo había dejado un agujero en este, pero no parecía haberle hecho mucho daño y, al contrario se levantó y saltó de nuevo hacia mí con sus fauces abiertas listas para desgarrar y triturar.
Nuevamente chocó contra mi mano y, cerró con mayor fuerza sus fauces en torno a esta dejándome escuchar un fuerte crujido que me hizo soltar un quejido de dolor, estaba literalemtne triturando entre sus fauces mi mano. Me soltó, dejándome ver el daño que había hecho.. mi mano estaba literalmente hecha pedazos y me tomó de improviso su segundo ataque, el cuál fue directo a mi antebrazo y otro crujido mas fuerte se escuchó.
Logré lanzarlo lejos a pesar de haberme triturado también ese hueso, y fui en su búsqueda dándole un par de golpes más, notando como ya varias heridas algo profundas se manifestaban en su cuerpo manchando su pelaje blanco con el líquido carmesí que fluía de su interior, también uno de sus ojos había sido herido, dejándolo con la visibilidad solo de uno de ellos. Se agazapó a pesar del dolor que seguramente sentía y corrió hacia mí atacándome y siendo atacado.. crujidos y aullidos se escuchaban mientras la lucha entre ambos continuaba.. pero.. desgraciadamente el zorro era muy fuerte y me aventó contra Ayakashi kan, dejándome dentro de esta de nuevo, pero.. mi consciencia desapareció ante aquel golpe… sabía que había sido herida gravemente…

Me quedé congelada observando el inicio de la lucha entre Karuta-chan y aquel zorro para luego contemplar como Nobara-san. Renshou-kun, Natsume-kun y Kagerou estaban en el suelo, los dos primeros heridos de gravedad e inconscientes en el suelo. Caminé hacia ellos preocupada por su estado pero, cuando estuve a punto de llegar sentí como algo agarraba mi brazo y un fuerte dolor me invadía. Observé a aquel lobo, mordiendo mi brazo con ferocidad para luego soltarme dejando una herida profunda en este.
- ¿Creíste que estabas a salvo? –preguntó con ironía- Tu serás asesinada, no importa si es por mi o el zorro.. y una vez que lo haga, mataré a los demás destruyendo por completo Ayakashi Kan y creando un mundo de esclavitud para los humanos aunque.. –miró mi vientre- me interesa esa criatura que esta ahí dentro… -sonrió con sorna.
Cubrí mi vientre con ambos brazos y retrocedí un par de pasos mientras lo miraba molesta, no dejaría que lo lastimara, que lo usara para sus fienes absurdos, tampoco dejaría que me matara a mi… lucharía sin importar que.
Un fuerte sonido hizo temblar el suelo, miré a Karuta chicar contra la pares, teniendo su forma humana, y miraba como sangre brotaba de diferentes heridas que tenía en su cuerpo. Watanuki, quien hasta ahora había estado oculto, corrió hacia ella, intentando por todos los medios despertarla, pero luego la furia lo dominó. El pequeño lobo rió, haciendo que Watanuki se fijara en él y corriera a atacarlo, tomando su forma humana para ello pues sabía que en su forma de mapache tendría las de perder ante un lobo.
La lucha parecía ser pareja, sin lugar a dudas el estar entrenando había tenido sus logros para Watanuki.
Un gruñido a mis espaldas me hizo girarme lentamente, aquel zorro antes blando me miraba con furia, la sangre fluía de todo su ser pero aun tenía deseos de exterminarme. Busqué con la mirada mi arma pero.. esta estaba al otro lado… retrocedí lentamente mirando como a cada paso el kitsune se acercaba más a mi y se agazapaba… en cualquier momento saltaría y eso solo me llevaría al fin.
Aun rodeaba mi vientre con mis manos de manera protectora sin quitarle la vista al kitsune, de repente dio un salto y sus fauces abiertas se dirigían hacia mí, haciendo que me congelara en el lugar y que solo cerrara mis ojos, sujetando mi vientre con mas fuerza esperando a que sus afilados dientes se clavaran en mi….


Comentarios de al Autora: Konnichiwa minna n.n buajaja, suspenso suspenso.. los he dejado preguntándose en que acabara todo, ¿na?.. bueno.. espero que este cap les haya gustado, realmente me cuesta un poco lo que es escribir una batalla, pero di mi mejor esfuerzo para ello n.n.. creo que muy pronto el fic llegará al final u.u pero aun quedan algunos caps, así que no se preocupen ¡Nos leemos hasta otra!.

Waaaa Q,Q me pasare a leer el otro cap!
Gosh! que desesperacion!!! -sale corriendo al otro tema- xD