Por primera vez te entiendo

perdon por la tardanza, dias estresantes en el bachillerato *suspiro* espero qe les guste este capitulo n_n
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Cap. 3.- Tres cabezas es mejor que una

El profesor nos dio 14 días para hacer las exposiciones de una manera aceptable y que demuestre que por algo estamos en Wammy’s.

Todos los días me la pasaba entrando y saliendo de la biblioteca; y en las noches acomodaba la información que eh anotado en una libreta hasta que el sol aparece. Realmente no eh dormido mucho y no me eh sentido bien.

Después de otra noche sin dormir, ya era hora de que fuera a mi salón para que me diesen las clases. Así qué me bañé, me cambié, me lave los dientes y acomode mis cosas para después salir y dirigirme a las clases.

Apenas podía sostener mi cuerpo, mantener mis ojos abiertos, respirar normalmente y caminar. O lo primordial, apenas podía pensar.

Parecía borracha caminando en los pasillos de la Wammy’s, mi mochila se me caía del hombro cada tres pasos que daba, mis ojos se cerraban y se abrían de golpe cada vez que mi mochila caía, mis piernas me temblaban y apenas podía respirar. Todo era lento y pesado.

Por fin llegue a los escalones, así que con cuidado comencé a bajarlos y concentrarme en no caerme, pero no pudo ser así. Sentí un mareo que hizo que perdiera el equilibrio y pisara mal un escalón.
Cerré los ojos y esperaba el golpe de mi cabeza por el suelo, pero pude sentir unas manos rodeando mi cintura y otra tomándome del brazo.

-Estúpida niña-bramó una voz muy familiar-¡¿En qué pensabas con solo cerrar los ojos?!
-Mello-murmuré con algo de dificultad.
-Melissa, ¿Qué tienes?-pregunto otra voz familiar-Estas muy débil y helada.

Abrí con una fuerza sobre humana mis ojos y mire hacia mi lado.

-Matt-murmure algo débil.
-Ni siquiera puede hablar bien-gruñó Mello como si algo le irritara.
-¿Qué te ocurre?-pregunto Matt.
-No eh dormido en cuatro noches por una exposición de Historia.
-¿Solo por eso no has dormido?-bufó más irritado aquel rubio.
-Si-cerré los ojos.
-Será mejor que te llevemos a enfermería-propuso Matt-Parece que te enfermaras o fueras a morir ahora mismo.
-¡Calla idiota!-gruñó más alto-Yo la cargo.

Sentí como mis pies dejaban de tocar el suelo y como mi brazo quedaba colgando mientras me acomodaban de un agarre algo incomodo. Mis oídos encontraron un sonido igual al de un tambor, pero estos eran tranquilos y relajantes que cuando menos lo pensé caí a la magia de Morfeo.



Mi cuerpo pesaba al igual que mis parpados, no podía moverme, no podía ni hablar, mi respiración es tranquila. A mí alrededor se escuchaba mucho ruido: paso, maldición, comentario, paso, golpe…paso, comentario, gruñido, golpe.
Con una fuerza inhumana, abrí poco a poco mis parpados y con lo primero que me encontré es con Matt y Mello en mi escritorio leyendo mis reportes de investigación. ¿En mi habitación?

-¿Qué hago en mi habitación?-murmuré con la voz algo ronca.
-Al fin despertaste-saludo Mello-Te esfuerzas mucho por este proyecto, ya lo tienes bien redactado, no hay necesidad de que le agregues más.
-Cierto-le dio la razón Matt.

Parpadee con pereza, mi mente apenas captaba lo que decían.

-¿Eh?-fue lo único que pude decir.

Matt soltó una carcajada y Mello soltó gruñido.

-¡¿No pusiste atención?!-gruñó Mello.
-Lo siento-suspire mientras me incorporaba un poco-Mi mente no funciona muy bien.

Mello estaba por decirme algo, pero solo se limito a suspirar y seguir leyendo mis reportes. Matt se me acerco y me ofreció una taza, yo con gusto lo acepte y vi el contenido de esta: chocolate con leche.

-Gracias-susurre y le di un sorbo escuchando el coro de los ángeles.
-¿Tienes que hacer algo más para tu exposición?-pregunto cierto choco-adicto.
-Tengo planeado hacer un mapa del continente alemán y señalar donde se ubican los campos de concentración más importantes-posé mi mirada en el.
-Yo te puedo ayudar en las ubicaciones-se ofreció el gamer.
-Podemos pedirle a Linda que nos dibuje el continente.
-Creo que me están ayudando mucho-intervine apenada-no se preocupen por eso-suspire y cerré los ojos-Yo lo haré.

El silencio inundo mi habitación, nadie dijo nada, nadie hizo nada.
De pronto, sentí que el colchón se hundía un poco más y una respiración a sabor a chocolate acariciaba mi rostro. Lentamente abrí los ojos y me encontré con él, con un rubio, ojos azules que me miraban fijamente, tan fijo que hacían que mis mejillas ardieran.

-No te lo preguntamos, lo haremos-dijo de una manera autoritaria y amenazante.

Ninguna palabra pudo salir de mis labios solo miraba fijamente a aquel rubio rebelde y sensual. Solté un suspiro y asentí, haciendo que se le apareciera una sonrisa de satisfacción.



Durante unos 5 o 10 días, aproximadamente, Matt, Mello y yo trabajamos con la presentación haciendo que se viera presentable y entendible. También nos divertimos muchos y mi ataque de nerviosismo había desaparecido. Pero, hoy se me ocurrió una idea que se que no le gustara a cierto rubio…

-¡¿Qué hiciste?!-gritó furioso.
-Le pedí a Near que nos ayudara-respondí algo nerviosa.
-¡¿Por qué demonios lo hiciste?!
-No dudo que tu y Matt hayan hecho un gran trabajo, pero me gustaría saber que opina Near ya que es mas objetivo, además me ayudaría en la forma en que daré mi explicación.
-¡¿Y yo no?!-frunció mucho el ceño, esta por explotar.
-Claro que sí-le sonreí intentando calmarlo-Mira-hice un sonido con mi garganta-Que opinas si me ponen una prueba de fuego.
-Hm…-no sonaba muy convencido, pero una sonrisa se le quería dibujar, el por qué era muy obvio-Esta bien..

Asentí y solté un suspiro, el nerviosismo estaba volviendo.



Mello, Matt y Near me miraban fijamente mientras yo daba la clase, intentaba verme segura y que conocía el tema como si fuera la palma de mi mano-aunque eso es cierto-. Señalaba en el mapa los campos de concentración más destacados y hablaba sobre estos como si me hubiese encargado de sus funciones. Aprovechaba el espacio que me ofrecen, así que caminaba, hacia movimientos y evitaba tartamudear o hacer gestos que declararan que se me olvidaba algo, ya que esos tres me estaban comiendo con la mirada, así que debería ser cuidadosa con lo que demostraba.
Al finalizar con mi exposición, los mire esperando con ansias sus comentarios.

-El tema en sí es extenso-hablo Near-pero pudiste buscar la manera de que no sea tedioso, pero a la vez claro.
-Concuerdo con Near-suspiró Mello como si le doliese tener algo en común-Explicaste bien, no dejaste que haya dudas y tu tono fue firme y claro. Me gusto que te hayas apoderado del espacio y que hicieras movimientos con tus manos para darte explicar mejor.
-Y para finalizar-sonrió de lado Matt, el es el único que podría contestarme como lo haría cualquier niño en medio de una exposición-en palabras más sencillas y simple: no me aburrió el tema.

Solté un gran suspiro de alivio y una gran sonrisa apareció en mi rostro.

-Te deseo suerte, Melissa-se despidió Near mientras se salía de mi habitación.
-Como siempre, tan molesto-gruñó cierto choco-adicto.
-No entiendo el por qué te molesta el comportamiento de Near-comenté mientras comenzaba a guardar las cartulinas.
-No entiendo el por qué te molesta el comportamiento de Brandon-atacó de una forma gratuita.
-Touché-reí y los miré.

Me sentía afortunada de tener amigos como ellos, aunque Linda e Isabella también son de ayuda, pero me siento más cómoda con ellos.
Me les acerqué y ah ambos les besé la mejilla de forma de agradecimiento haciendo que Mello se pusiera rojo y que Matt solo sonriera.

-Los adoro, chicos-dije en Español mientras sonreía.
-Ya, lo que digas-se limitó a contestar Mello mientras desviaba la mirada.
-Hay pequeña-me despeino de una forma amistosa nuestro querido gamer.

Solté una pequeña risa, pero un sonido hizo que todos miráramos hacia la puerta. Ahí se encontraba Brandon, sonriéndonos mientras se nos acercaba.

-Melissa, ¿terminaste tu parte?
-Sí, la termine-conteste mientras parpadeaba.
-¿Me las das? Para ser los primeros en tener nuestras cartulinas puestas y exponer.

Al principio lo dudé, pero al final acepte.

-Claro-las agarre-¿Quieres que te hable del contenido?-me le acerque y les ofrecí las cartulinas.
-No te preocupes-contestó-no hay necesario de que lo sepa.

Eso me alarmó un poco, ¿no es necesario que el sepa? Eso no me daba buena finta, pero decidí confiar en él y darle mis cartulinas. El hizo un gesto de despedida y se salió de la habitación.

-Bueno, ya mañana es el día-los miré.
-Hm, iremos a ver cómo estará su exposición-se me acercó el rubio.
-Yo no sé si vaya-comentó Matt-Hay un torneo online y—
-Dije “iremos”-hizo énfasis, Mello.
-Ok, lo intentare-suspiro.
-Gracias-sonreí.

Miré hacia la puerta y un escalofrío recorrió por mi espina dorsal, algo en mi interior me decía que algo no estaba bien.