● ~Chimamire no yume [+18]~●~Capitulo 19~

por **kimiko yokoyami** Vie Mayo 11, 2012 5:34 pm

~Capitulo
19~

Sufrimiento
para algunos, placer para los demás.

Que
de vueltas de la vida, el mundo es un pañuelo. Quien me iba a decir, que nos
íbamos a volver a encontrar a Hiroshi Kazahaya tan pronto por estos lares, y
mucho menos, que aquí es considerado un dios, según como dijo el gobernante.

-hiroshi
Kazahaya… ¿¡Un dios!? ¿¡Como es eso posible!?- exclame.

-Pues
siéndolo, pero nuestro gran dios, el humano que nos salvara de la muerte, ¡no
ha podido causar esta masacre! ¡has debido de ser tu!- insistia el señalándome
a mi.

-Lo
siento señor, mas no tiene razón. Mire, esto es algo que se dejo el causante de
todo esta foto, y si mal no recuerda, podrá distinguir quien es esta joven.-
decía el superviviente, dándole la foto.

-Es…
Akemi Kazahaya, sin duda, fue el… pero, ¿Por qué? ¿Por qué el haría algo asi?-
dijo el derrumbado.

-Si
esa foto es de Akemi… sin duda es Hiroshi… y donde este Hiroshi, ¡estara Kimiko
en busca de venganza!-dije para mi misma, y me fui, arrebatándole de las manos
la foto.

-¡oye!
¡Devuelvemela!

Corriendo
fui a todas partes, buscando una pista sobre Hiroshi, o algun rastro de Kimiko.
No me olvide en absoluto, por mucho que espiara antes a Ayame y Yuu, de buscar
a Kimiko, que se fue la ultima vez bastante hundida, muy raro en ella, porque
nunca la vi mostrar sus sentimientos, y a la vez que la buscaba, iba de paso
por las calles, haciendo asi, algo de turismo. Por los alrededores, se podian
ver varios hospitales y laboratorios, mas que cualquier otra cosa, las tiendas,
fueran de ropa, comida, o lo que fuese, eran de lo mas escasas. Lo raro era,
que la gente, hacia muchísima cola para aquellos laboratorios, y también para
los hospitales. ¿tanta gente enferma hay por aquí? Me entro la curiosidad, y me
puse a preguntar al primero que pille que hacia cola.

-¿Qué
para que es esta cola tan larga? Se nota que eres una turista. Veras, ¡todos
los que estamos aquí esperamos para que nos den la inmortalidad!

-Sere
turista, no idiota.- respondi maleducadamente.

-¡no!
¡digo la verdad! hay varios tratamientos que nuestro mismísimo dios, la persona
a la que mas veneramos, creó. Uno de ellos es rejuvenecer, te operan, para
vivir en un nuevo cuerpo fuera de impurezas, para quedarte asi, no solo el
resto de tu vida, si no toda la eternidad. Y hay mas, pero ese se podría decir
que es el mas solicitado, ¡y todo a precio de ganga! ¡mira, mira! Esta saliendo
alguien, ¿no ves que es como si fuera un niño? ¡ese es el magnifico resultado
de la vida eterna!

-No…
puede… ser… ¿¡Ellos también son unos conejillos de indias?!

¿de
que me sonara eso que me acaba de contar el chico? No os creáis que no lo se, esto lo dije
sarcásticamente. Claramente, era lo mismo que lo de Lucy, pero… eso de la vida
eterna, ¡es una burda mentira! Al contrario, ha arruinado vidas en vez de
salvarlas, dudo mucho que a Lucy la guste ser asi, y ahora, ¿¡viene gente para
pagar por ello!? Si esto es asi, y hay mas cosas, ¿será que también tendrán el
cuerpo tan frágil como el de Kimiko? ¿Sufriran el sueño eterno que yo, a lo
mejor, vivi? ¿Seran torturados con aparatos y sueros como Yuu? ¿o solamente les
arruinaran la vida como a Ayame? Cosas asi, son imposibles que causen la
inmortalidad.

Ahora,
me puse a correr aun mas, no por buscarla, sino para huir. Huir de ver a esos
masoquistas, que pagan por sufrir por aquello por lo que gente como nosotros pasamos,
y de lo que nunca tuvimos oportunidad de decidir si de verdad deseábamos que
nos hicieran esto.

Sin
querer, de tanto que avanzaba por las calles, de tan rápido que iba, me tropecé
con algo. Un cadaver, como aquella primera vez, mi primer dia en este mundo de
desgracia, donde desperté en ese hospital lleno de aquella humeda sangre, tan
solo recordarlo, ya me hacia llorar. Si de verdad aquello era un sueño, ¿Por
qué no podia haber vivido por siempre, o al menos unos años mas, en esa
mentira?

Cuando
cai al suelo, levante mi mirada hacia arriba, y vi a alguien matando a mas y
mas gente. Tenia la cara cubierta de vendas, y su ropa igual, parecía una momia
asi vestido. Para ser Hiroshi, era algo bajito, o eso me parecio, desde abajo
no podia verlo muy bien. Por lo que me levante, y esa persona, directamente fue
a clavarme el cuchillo que portaba. Fue tan de repente, que no pude hacer nada
por impedirlo, y cai sobre su cuerpo, sin energías. Esa persona, se puso a
mirarme mas a fondo, y reacciono sorprendido:

-¡Tu!
¡Oh no! ¡La he liado! Si es que… ¡¿a quien se la ocurre ponerse por en medio?!-
Dijo.

Y
fue,me agarro del brazo llevándome a un lugar seguro y sin ton ni son, se puso
a gritarme.

-¿¡Como
se te ocurre ir por donde te de la gana!? Luego será mi culpa que ocurran estos
accidentes.- decía esa persona, con una voz realmente familiar para mi, era una
mujer.

-¿Quién
eres? Me suena tu voz pero…- pregunte con las ultimas fuerzas que me quedaban.

-Mira
que me separo un rato de vosotros y ya me olvidais, soy yo.-respondia a la vez
que se quitaba las vendas que cubrían su rostro.

-¿Kimiko?
Si eras tu, ¿¡por que matabas a aquellas personas!?

-Muy
simple. Quería hacer ver a esa gente con otros ojos como era en realidad
Hiroshi Kazahaya, y si para ello tenia que morir gente, me daba igual.

-¿¡Como
puedes ser tan insensible!?

-¿Cómo
pueden ser tan insensibles ellos? No se si lo sabras ya, pero ellos, disfrutan
siendo experimentados con aquellas cosas que nos arruinaron la vida.

-Es…
verdad…

-Bueno,
creo que ya se va haciendo tarde, ¿Por qué no nos vamos con los demás ya? Si cae
la noche será mas difícil orientarnos por aquí, no hay farolas que nos iluminen
el camino como en ciudad Kazahaya.

-Vale…
pero, Kimiko, me gustaría preguntarte una cosa, ¿me prometerias esta vez
responderme?

-depende,
no prometo nada.

-¿Qué
hay entre Yuu y tu? Si le conoces, ¿Por qué no te muestras mas simpática con
el?

-(…),
esta vez, te responderé. Pero no te aconstumbres, ¿entendido?

-Si,
mas que entendido.

-Yo,
no quiero ser asi, pero, ocurrieron ciertos sucesos, por mi culpa, que acabaron
por arruinarle la vida, y no puedo comportarme como si fuera su mejor amiga,
porque un amigo, nunca haría algo tan ruin. Yuu y yo, nos conocíamos del
colegio, yo siempre estaba sola, mas el, aunque tuviera tres años mas que yo, y
estuviera por cursos mas arriba que yo, era el único que me apreciaba. El
problema de todo las desgracias que le acarreo el destino, fue todo a causa de
mi padre. Mientras yo iba al colegio, mi padre solia llevarme por las tardes a
un laboratorio para hacer conmigo toda clase de cosas, y cuando Hiroshi
Kazahaya asesino a mi madre, todo fue a peor. Mi padre, me llevo a otro lugar
para torturarme aun mas, un lugar lejos de mi hogar, y temiendose que la gente
rumorease por el vecindario sobre mi “desaparición”, el hizo unas especies de
pactos con el gobierno, ya que el era una persona muy importante en la
sociedad, en el que dijo que su hija,o sea,yo, fue raptada y asesinada por Yuu,
de ahí, que el fuera apresado y encarcelado, aunque fuese menor de edad. Y dime
(…), ahora que sabes esto,¿ tu te comportarias asi como si nada, con una
persona a la que la hiciste aquello?

-No…
seria muy duro para mi hablar con alguien al que le hice eso…

-Veo
que al fin me entiendes. Aunque, se me hace raro que alguien sepa esto, nadie
fuera de mi difunta familia y yo, lo sabia.

-Por
cierto Kimiko, se que sabes muchísimo mas sobre nosotras que nosotras mismas, y
querria decirte, ¿Por qué no nos lo cuentas?

-Te
dije que no te aconstumbraras a hacer preguntas, no voy a sucumbir a tu
interrogatorio intensivo. Respecto a esa pregunta solo te dire, ¿no crees que
perdería merito el descubrir las cosas tan fácilmente a través de otras
personas? Es mejor que lo descubras tu misma, ¿no?

-Un
momento… ahora que me doy cuenta… ¿has dicho que Yuu tiene tres años mas que
tu? Pero si tiene 17 años…-Dije, sacando otro tema de conversación diferente al
que teníamos.

-Si,
¿y?¿algun problema con ello?

-No
tiene lógica, si tuviera 17, tu tendrías 14, y nosotras tenemos la misma edad.-

-¿Quién
te ha dicho que yo tenga tu edad? Tu fuiste la que en su dia dijo: “¡pero si
aparentamos la misma edad!” es decir, no porque lo aparentemos tengo por que
tener tu misma edad.

-Pero
si tu tienes 14 años… ¡¿Eso significa que eres la mas pequeña de nuestro
grupo?! Quien me lo iba a decir.

-Pues
yo. Si, tengo 14 años, mas quiero que sepas una cosa bien clara, no por ser la
mas pequeña, tengo que ser la mas inmadura. No quiero que a causa de semejante
tontería me toméis como una “cria”.

-Si,
si te entiendo, por mi no hay problema, no te considerare nunca como tal.

-Pues
acordado ya esto, no tengo nada mas que decir.

-¡ah!
¡es verdad! ¡por poco se me olvida! Toma, esto es tuyo, ¿a que si?- la decía,
sacando de mi bolsillo la foto que antes se dejo.

-Si…
es mia,¿de donde la has sacado?

-Se
te cayo cuando cometiste uno de tus asesinatos multiples y te la pillaron, por
suerte, sospechan de Hiroshi debido a ello, algo bueno tenia que haber ¿no?

-gracias…
(…)- decía en voz baja cuando cogia la foto de mi mano.

-¿Por
qué me lo agradeces? No hace falta. Solo hize lo que crei correcto.

-Esto
es algo muy importante para mi, es la única foto que poseo de mi amiga, Akemi,
y me la devolviste, sin pedir nada a cambio. Después de todo los que os oculto,
es de agradecer que le devuelvas a alguien como yo un objeto preciado.-Dijo
sonriendo por primera vez desde que la conoci.

-Vaya…
quien me iba a decir que algun dia sonreirías, si al final va a ser verdad que
eres humana y no una muerta viviente como me dijiste cuando nos conocimos. ¡Al
parecer tienes corazón! - dije bromeando.

-Yo
sere muerta viviente, ¡pero tu la bella durmiente! Ya veo que aun te acuerdas
de lo mio, que buena memoria tienes. Y… ¿Quién no te dice que en sea de verdad
una zombie? Ya viste mi mano.- respondia riéndose.

-Pues
si de verdad lo eres, ¡comeme el cerebro como en las películas!- respondi,
riéndome muchísimo mas que ella.

Y
asi, estuvimos toda la noche, olvidándonos totalmente de que teníamos que
volver con los demás. Entre risas y mas risas, entre Kimiko y yo,se estaba
formando una gran amistad, posiblemente insuperable. La chica de la que
desconfiaba al principio, se gano mi voto de confianza, debido a que yo sentía,
que por muchas cosas que ella nos ocultase, tenia razones para ello y lo mas
seguro, una de ellas sea el dolor que la pueda traer el recordarlo. Asi que,
deje el tema de descubrir las cosas a través de ella a un lado y decidi
definitivamente que haría lo que ella misma dijo, descubrir las cosas por mi
misma.

Ya
cayo el amanecer, y nosotras no dormimos en absoluto, ni por unos minutos. Hoy,
iba a ser para nosotras un dia duro. Me pregunto, ¿Qué hora es? Si es la una o
las dos de la madrugada, digo yo que podríamos descansar un rato, dudo que a
esas horas Lucy y compañía no estuvieran ahora conciliando el sueño. Aunque,
fuera la hora que fuera, Kimiko no entraba en razón, decía que dormir ahora era
cosa de vagos, y que no debíamos demorarnos mas, que nuestra diversión de ayer,
fue ya relax suficiente. Hay que admitir, que Kimiko en cierta parte tiene
razón en que nuestro viaje no nos permite relajo alguno, mas pienso que por
otra parte, Kimiko no es solo exigente consigo misma, si no con las desmas
personas que la rodean.

Con
muchísimo sueño, agotada totalmente, y sin saber siquiera donde tenia mi cabeza
en aquel momento, segui a Kimiko, que se dirigía a buscar a los demás. Ella,
lucia también cansada, aunque no lo expresara, sus enormes ojeras y sus
parpadeos consecutivos la delataban, a veces, se la notaba que hasta se quedaba
algo dormida y todo, aunque, evidentemente, ella nunca afirmaría eso, negaría
que tiene sueño, en gran parte, por su gran orgullo. No es que me dijera que es
orgullosa, pero conociéndola mas a fondo, se notaba cuanto lo era.

Al
principio, nos desorientamos un poco, no sabíamos ni donde estábamos. Por
suerte, Kimiko, pudo recordar algo y pudimos llegar hasta la costa fácilmente.
Ella me decía, que este lugar la resultaba en cierto modo familiar porque de
pequeña, solia viajar mucho a causa del trabajo de su padre, pero no se
acordaba demasiado de aquellos lugares, solo tenia algun recuerdo vago sin
importancia, y otros que nos pudieron servir para guiarnos por aquí.

Kimiko
me pregunto, donde estaba aquel lugar que la dije donde espiejunto a Lucy a Yuu
y Ayame, era probable que se encontrasen ellos ahora allí, mas solo eran
conjeturas que teníamos. Nuestras conjeturas, resultaron al final ser ciertas,
estaban allí, los tres, y como siempre, Lucy era la que llamaba la atención,
gritaba: “ ¡soltadme de una vez! ¡como no lo hagáis sentiréis la furia de la
grandísima Lucy Kimura! ¡nadie escapa de mis hachazos!” y todo, porque Ayame la
tenia agarrada del vestido, levantando su cuerpo tan alto de manera que sus
pies no rozaran el suelo. Aun no llamamos a los demás para avisarles de que
estábamos aquí, pero fue cuestión de tiempo que Lucy se diera cuenta, cuando
nos vio, se puso a gritar otra vez, siendo nosotras,sobretodo yo,ahora el
centro de atención: “¡Hey! ¡(…)! ¡kimiko! ¡ayudadme! ¡y tu, (…)! ¡deberias
pagar tu también con un castigo! ¡tu espiaste a Yuu y Ayame conmigo!” me puso
al final nerviosa de sus gritos, y la respondi delante de todo el mundo: “ ¡si!
¡los espie! ¡asi que deja de recalcarme lo mismo una y otra vez!” lo peor fue,
que Ayame no creía a Lucy cuando ella lo decía, y una vez que lo afirme yo
misma, se podría decir, que empezó a creerla, normal, como para no hacerlo, por
lo que acabe con un castigo hasta el momento desconocido. Ayame dijo que
tendría que planteárselo y quien sabe, podría reconsiderárselo ya que yo,
supuestamente, soy la líder y la que manda, aunque no todos están de acuerdo
con que yo lo sea, ya sabeis quien, Kimiko, no esta por la labor de asumir que
ella no es la jefa, mas fue mi salvación en aquel momento, si no es por ella
que dijo que nuestro viaje era mas importante que unas tonterías de castigos,
ahora Lucy y yo estaríamos sufriendo de lo lindo.

Y,
de nuevo, planeamos volver al santuario donde se tendría que hallar el
gobernante, lo mas seguro que rezando a su “dios” para que las almas de las
personas a las que Kimiko, alias “Kazahaya”, asesino, pudieran descansar en
paz, o eso dijo Ayame, que era la que mas sabia sobre esta cultura que a mi me
parecía de lo mas peculiar. Aunque, estuviera o no, no perdíamos nada por
probar, el santuario estaba muy cerca de donde estábamos, mas bien nos pillaba
de paso y todo, y como suele decir el dicho, el que arriesga no gana.

Que
curioso, llegamos ahí, y ocurrio como siempre, ¡siempre que deducíamos algo
ocurria! A veces pienso: “será cosa del destino, ¿no?” y otras me pregunto si
es pura suerte, mas nunca fallábamos, era un hecho realmente increíble y
sorprendente.

El
estaba arrodillado, asi que no nos podia ver. Yuu decía que si no nos dejaba
ver las notas, es por su culpa y que el mismo quería solucionar este “asunto
familiar”, como el llama. En cambio, Kimiko nunca sigue ordenes de nadie, salvo
de si misma, y como si nada, llamo al gobernante, como si fuera una persona
cualquiera.

-¡hey!
¡deja de arrodillarte y atiendenos! ¿ ¡o acaso quieres enfadarme para que te de un par de lecciones!?

-Esto…
creo que te estas pasando un poco… ¿no crees que si te comportas asi empeoraras
las cosas?- dije yo con una voz temblorosa, con temor a que nos echase de allí.

Entonces,
el, furioso, se levanto y se puso con la mirada frente a frente con Kimiko, se
quedo un rato mirándola, y extrañamente, no la echo la bronca, sino que se puso
nervioso y la trato con respeto.

-Eres…
¡eres tu, señorita Akemi! Perdóneme por mi descortesía, pero no sabia que tuviéramos
una visita tan importante. si me permite, hare todo lo que este en mi mano para
complacerla.-Dijo mientras se arrodillaba ante Kimiko.

-Un
momento… ¿Akemi?… ¿¡que ella es quien!?- reaccione asombrada.

-¿ves?
Si ya te dije en ciudad Kazahaya que se parecían muchísimo.-Me susurro Lucy al
oído.

~Fin
capitulo 19~
bueno~ espero que les haya gustado este cap! n.n y no se olviden de comentar y dejar karmita onegaii~!