Litle Sister - Capitulo 3-.

por **Katherina Kusanovic** Sáb Jul 07, 2012 12:10 am

Vale... aqui va el otro cap :3

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Confesión:

- Deidara’s House – Vienes-.

Dei me abrió la puerta de su casa, dejándome pasar primero. El ambiente era tenso, tanto que incluso el sonido de una hoja de otoño quebrándose podría desatar un tsunami. Me siento tan avergonzada! Si bien Deidara es mi mejor amigo y está enterado de la “relación” que mantengo con Itachi-kun es… nunca creí que nos llegara a ver de “esa forma”. Yo, con mis piernas enrolladas en la cintura de Itachi y el besando descaradamente la entrada de mis senos. Sentí como un fuerte sonrojo se apoderaba de mi rostro.
- Yo… voy a cambiarme… etto… -dije arrepentida- Lo... lo siento Dei- susurre mientras subía las escaleras rápidamente-.
No lo escuche decir nada. Dios que había hecho! Si sabía que Dei me iba a ir a buscar al gimnasio luego de natación ¡¿Por qué rayos me deje llevar por Itachi?! Ahora no creo que nunca podre volver a ver a mi mejor amigo a la cara. Me desvestí lentamente mientras divagaba en lo sucedido en la última semana.

Me mire en el espejo una vez terminada de cambiarme. Llevaba puesto un vestido color marfil sin mangas con escote recto, una cinta color oro se ataba en el costado izquierdo en un elegante lazo; desde ahí el vestido caía recto hasta 15cm por sobre mis rodillas. Calzaba unas zapatillas blancas con un pequeño taco de aprox. 1cm (para las que hablan mi idioma, chatitas xD). Mi pelo estaba atado en una media cola al costado y el resto caía libremente por mi espalda.

Baje las escaleras para encontrarme con mi amigo tirado en el sofá con el seño fruncido. No parecía muy contento en realidad. Es más, incluso parecía enojado, como si algo le molestara, como si yo le molestara. Baje mi mirada hacia mis manos que se movían inquietas arrugando la tela de mi Channel.

- Dei… -susurre mientras me acercaba a él quien parecía no estar enterado de mi presencia- Yo… lo siento tanto Dei, por favor no te enojes. Bueno, si quieres hazlo, es decir, entiendo si quieres que me valla –susurre atropelladamente una vez en frente de el-.
Sus ojos se abrieron lentamente. Parecía triste, como deprimido. El perfecto celeste cielo de sus ojos se había opacado, como un día de invierno nublado. Se habían vuelto más grises que celestes. Una sonrisa fingida se formo en su rostro. Lentamente se incorporo de su aposento para quedar enfrente de mí.

- Descuida, era esperable –dijo frio- Ya vámonos – comento distante mientras me tomaba de la muñeca mi me arrastraba hacia afuera-.

El viaje de su casa a la feria fue tan incomodo como el del colegio a su casa. Su mirada iba atenta al camino pero aun así su seño permanecía fruncido. La radio se encontraba apagada y mi mirada atenta a él. En realidad había cometido un error.

Las luces de la feria comenzaron a verse, al igual que los juegos y la gente. Aparco dentro del estacionamiento vigilado que proporcionaban los dueños de la feria ambulante. Me baje del auto sin crear ni un mínimo ruido al igual que el. Se volvió hacia mí tendiendo su mano la cual tome gustosa para que luego estrechar contra su cuerpo.

- No te separes de mi entendido? Aquí en realidad hay más gente de la que creí –suspiro pesadamente- Solo no te alejes okey violetita? –sonrió un poco más tranquilo-.
- Claro – respondí con una alegre sonrisa para luego apoyar mi cabeza en su hombro-.

Poco a poco la tención en mi amigo fue desapareciendo a medida que recorríamos las diferentes atracciones de la feria hasta llegar un momento en el que nos reíamos como dos locos. Habíamos recorrido ya casi todos los puestitos, siendo Dei el gran ganador y yo la que recibía los premios tales como ositos, un pez, algodón de azúcar, un collar, un perrito de esos que hablaban y otras tonterías. Nuestro último destino era la rueda de la fortuna. Siempre me había atraído tanto. Para mí era como ese icono romántico y perfecto.

- Acérquense jovencitos –dijo una peculiar vos a mi izquierda. El abrazo de Dei se volvió más protector- Vamos, que pueden perder? –nos dijo-.
- Vamos Dei!-lo alenté- acompáñame! O acaso me dejaras ir sola?-toushe-.
- Bien –rio y me guio hacia la tienda de aquella señora-.
Pese a ser una “bruja” no daba mucho miedo en realidad. Es más, era una mujer de unos 30 y algo con un peculiar cabello verde lacio como el de Saku. Su piel era muy pálida y tenía los ojos rojos.
- Mi nombre es Zetsu, y soy una vidente –nos dijo- Ustedes hacen una muy linda pareja. Porque no lo son?-cuestiono-.
- J aja ha –reí nerviosa mientras negaba- Dei es solo mi amigo, verdad Dei –volteé a verlo-.
- Si –murmuro con la mirada baja y un aparente sonrojo en sus mejillas-.
- Entonces qué esperas Akita Deidara?-cuestiono sonriente-.
- Como es que sabes todo mi nombre? –dijo alarmado- Y… que supone que deba de hacer? –murmuro-.
- Tu corazón lo sabe Akita-kun… Pero ya déjenlo niños, vallan a la rueda de la fortuna, los están esperando –sonrió alegre-.
- Bien… etto… Adiós! –me despedí mientras tiraba de la manga de Dei hacia la rueda de la fortuna- Vamos Dei! Paga! Paga! –reí divertida-.

Luego de comprar los boletos nos subimos a la cabina verde. La vista era increíble, se podía ver todo Tokio desde nuestra posición. Me gire para ver a Dei quien, para mi sorpresa, había vuelto a su estado anterior. Se veía triste y enojado. La rueda paro, eran cinco minutos para apreciar la vista y por una de esas casualidades habíamos quedado justo a 90°(entiéndase que sería “arriba”).

- Dei… -tome su mano- Vamos bobo! Qué pasa? No me digas que te afecto lo que la bruja Zetsu dijo verdad? –reí ante mi propia idea-.
- En realidad si me afecto –dijo distante- ella tiene razón (…). Yo… hoy me sentía furioso, furioso contigo y, también conmigo. Tenía ganas de moler a palos a Itachi. Siempre te la pasas hablando de él, de cuanto lo amas, de todo lo que hacen juntos, de todas las veces que lo hacen y de todo lo que te lastima. Sabes que se siente estar de mi lado? Yo te amo (…) de verdad lo hago. Te amo como tu amas a Itachi, inclusive mas. Y no te lo he dicho nunca, aun cuando tenía la oportunidad, aun cuando sabia que te amaba desde que teníamos con Itachi 12, desde que te vi por primera vez. Pero tú lo mirabas a él como si fuera un ángel caído del cielo, como si fuese tu vida. Y sentía miedo, no quería decirte cuanto me dolía, cuanto te amaba porque no quería estropear nuestra amistad. Yo… yo creía que te enamorarías de mi tarde o temprano, que te darías cuenta de que te amaba, que me amabas. Y hoy, cuando te fui a buscar, al verte con el… Fue como si mi mundo callera (…). Todo se fue a la maldita mierda! Porque no lo entiendes?! Porque no entiendes que soy la mejor opción?! Que tiene el que yo no (…)?! Si yo te amo y el no. Si yo te cuido y el no. Si yo he deseado besarte desde que tengo memoria y el cada vez que tiene oportunidad te usa como un juguete! Porque… no lo entiendes –dijo calmado pero a la vez temblando y secándose las lagrimas que caían de sus nuevamente opacos ojos-.

La rueda comenzó a girar nuevamente. Bajamos de nuestra casilla sin decir una palabra. La vuelta al auto fue tediosa. Dei parecía arrepentido, perdido en su mente y yo… yo me encontraba en Shock. ¿Cómo se suponía que debía de reaccionar ante una situación como esta? ¿Qué debía de decirle? No le mentiría, no le diría que lo amaba y no le daría la razón.

Volvimos a su casa en el más perfecto de los silencios. Aparco el auto y me acompaño hasta la puerta, abriéndola y dejándome ir a buscar mis pertenencias. Debía decirle algo, era mi amigo al final de cuentas o… ¿no?

Baje con mi mochila a cuestas. El me esperaba apoyado en el marco de la puerta mirando hacia afuera.

- Dei… yo… -comenzó mi “discurso”- Yo amo a Itachi, y.. sé que eso lo tienes claro pero… el también me ama a mí! Estoy segura de eso! El nunca me aria daño! Ya se dará cuenta, dentro de poco entenderá que lo que siente por mi es más que amor fraternal, más que simple atracción física. Lamento no corresponder tus sentimientos, pero entiende que… estoy esperando por los de el-.
- Así como yo esperaba los tuyos y mira como resulto –se volteo para mirarme fríamente-.
- Es distinto! El me ama! Lo sé! Lo siento aquí – refute mientras llevaba una mano a mi pecho-.
- Claro que no es distinto! Yo también sentía “aquí” que tú me amabas –su tono de voz se volvió alto y sarcástico- Yo también sentía que me amabas, que pronto te darías cuenta pero no es así (…)! Tú y yo somos iguales. Unos idiotas! Acaso crees que ese “amor fraternal” alguna vez evolucionara?! –rio enojado- Algún día, en el bar o la universidad, conocerá a alguien, a alguien a quien el amara, alguien que se volverá su razón de existir. Y sabes que pasara? Tú serás basura- grito-.
- Cállate! –grite y Salí corriendo con lagrimas en los ojos- Te odio!-.

Corrí y corrí sin sentido. Lagrimas caían de mis ojos. El estaba equivocado. Tenía que estar equivocado. Pero, por alguna razón no era eso lo que más me importaba ahora. Como pude no darme cuenta de que me amaba?! Ahora me era tan obvio que incluso quería pegarme…

(Narra Autora)

FlashBack1
Dos niñas de apenas 9 años se encontraban jugando muy animadas con sus muñecas. La primera, una peli violeta, estaba sentada a la derecha de una elegante mansión de muñecas, llevaba puesto un sencillo vestido blanco con un estampado de cerezos y su pelo atado en un rodetillo alto; en su mano llevaba una MyScene Nolee edición otoño*. La segunda, una rubia pelilarga con una elegante coleta a un costado y de peculiares ojos ambar, se encontraba a la izquierda de la mencionada mansión, vestía un short blanco y una remera amarilla con mariposas metalizadas, en su mano llevaba una Barbee Fashionista*.
La puerta de la habitación verde, perteneciente a la primera se abrió dejando ver a dos –hasta entonces- amigos recién llegados del colegio.
- Hola (…)-chan –saludo el rubio- Neru baka-.
- Itachi-kun! Dei! –chillo la peli violeta corriendo a abrazar primero a su amado hermano y luego a su mejor amigo-.
- Deidei… te sientes bien? –pregunto inocente al ver como el rubio entraba en color- estas algo rojo- susurro mientras se paraba en puntillas para apoyar su pequeña manita en la frente de su amigo-.
De repente un abrazo por la espalda la separo de su “enfermo” rubio. –Tranquila hermanita, estoy seguro de que Deidara se encuentra bien… Igualmente, ya se iba no? –Gruño lo último el pelinegro ojeroso mientras abrazaba protectoramente a su dulce hermanita-.
- Etto… -dijo alarmado el rubio- Si… no te preocupes (…)-chan… Estoy bien –rio colorado- Hm… Te… te veo abajo Itachi- murmuro asustado por la mirada de su amigo- Asta Luego angelito –comento para luego salir disparado hacia abajo con una gran sonrisa en su rostro-.
EndFlashBack1

FlashBack2
Cumpleaños N°16 de Uchiha Itachi-.
La misma peli violeta de antes estaba perdida en sus pensamientos. Se encontraba en la casa de su mejor amigo el rubio, había sido invitada al cumpleaños m°16 de su amado hermano. Con 12 años, no era ninguna tonta. Su hermano se había ido a la sala de estar con su “amiga” Ehiei (Ehiel)* a “charlar” y cuando ella había ido a pedirle permiso para salir a comprar unos chocolates se había encontrado en la incómoda situación de ver como su amor devoraba a su “supuesta amiga”.
Había salido corriendo hacia el balcón y se había quedado allí, muriéndose de frio hacia más de media hora llorando. De pronto la puerta de cristal corrediza se abrió. La peli violeta asustada se giro para encontrarse con su mejor amigo, el dueño de la casa, notoriamente preocupado y con un abrigo y un chocolate en su mano.

- Supuse que estabas aquí –sonrió algo sonrojado mientras se sentaba a su lado- Toma… Al final de cuentas esto querías no-rio nervioso-.
- Gra…gracias Dei –sonrió dolida la niña-.
- Lamento que hallas tenido que ver eso… el amor a veces duele-comento distante-.
La niña se asusto y lo miro perpleja -Co..Como sabes que yo?! –cuestiono-.
- A mí también me duele –ignoro su pregunta- ven-dijo sonriente mientras tomaba su mano notoriamente mas sonrojado- No dejes que eso te destruya angelito-le volvió a sonreír mientras besaba su frente-.
- Te quiero Deidei –grito la peli violeta abrazando a su amigo quien nuevamente se sonrojo a más no poder y correspondió al abrazo-.
- Y yo a ti angelito… yo te a…-.
- Los estuve buscando –interrumpió el cumpleañero enojado- Suelta a mi hermana A.HO.RA-gruño-.
- Lo lamento Itachi –susurro el rubio mientras soltaba a su angelito- Ve con él –le sonrió a la niña a la cual sus ojos le brillaban al ver a su hermano-.
- Si… ven (…) –le dijo el mayor abrazándola y llevándola adentro. Dejando a un emocionado y sonrojado rubio-.
EndFlashBack2

FlashBack3
- Vamos (apdo.)! Vamos Dei!! –gritaba una emocionada tribuna-.
- Yo.. no… no creo que sea correcto –murmuro colorado el rubio-.
Los espectadores no dejaban de alentar a los dos participantes. Y es que, cuando se trata del juego de “la botellita”, no hay vuelta a otras.
- Vamos Deidei –rio la peli violeta- no seas cobarde-.
- Es que… (apdo.)-chan yo… no creo… es que… -se defendió nervioso-.
- Oh vamos! Ven aquí! –rio mientras agarraba a su mejor a migo de la camisa y le estampaba un casto beso en los labios al rubio- As visto? No fue la gran cosa! –volvió a reír la niña de ya 14 años mientras volvía a su lugar- Menos mal que eres grandecito Deidei, espero que no allá sido tu primer beso-.
- No… no lo fue –rio nervioso y colorado el rubio- Yo… voy al baño, ya vengo –se excuso el rubio para luego salir disparado hacia el mismo con una mano en sus labios y un notorio sonrojo-.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.

- (…)! –grito Neru, la peli plata, a su amiga- Itachi y mi hermano se están moliendo a golpes-.
- Qué?! Rayos – grito la mencionada para luego salir corriendo hacia donde su amiga la guiaba-.
Afuera, en la calle se encontraba un molesto pelinegro sobre un pobre rubio que se defendía como podía del primero, rodeado de un grupo de chicos y chicas.
- Ya paren! Itachi! Deidara! Vasta –grito la violetita mientras tomaba a su hermano de los hombros e intentaba alejarlo de su amigo- Itachi! Lo lastimas! Basta ya! –le volvió a gritar recibiendo un empujón como recompensa-.
- No molestes! Esto es entre él y yo! –gruño Itachi-.
- I..Itachi –lloroso la niña tapándose su rostro con sus manos- Basta! –susurro-.
- (…)! –grito el rubio al verla llorar. Apartando como podía a su ex – mejor amigo de enzima-.
- Ni se te ocurra acercártele! –volvió a gritar el Uchiha mientras corría a proteger a su hermana- Como que la vuelvas a tocar y estás muerto!-.
- Lo… lo siento (…). Adiós –susurro para irse apenado-.
- Itachi… tu –susurro la niña llamando la atención de su hermano-.
- Luego hablamos si pequeña –sonrió el mayor secando sus lagrimas- Ahora volveremos a casa –aviso tranquilo mientras la cargaba en brazos y la llevaba a el auto-.

EndFlashBack 3.

Todo era mi maldita culpa.

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Ahi esta...
aca las referenicas:

*MyScene Nolee coleccion otoño: