Es la Realidad, no es Coincidencia [Two-shot]

Titulo: Es la Realidad, no es Coincidencia [Two-shot]
Autor: yopo! Jenny-chan! :3 -unica e irremplazable =w= ok no owo-
Clasificacion: Para todo publico
Genero: Sobre todo es la realidad, quizas Drama pero en la 2da parte
Advertencias: creo que nada ;3

Weno... Holito otra vez! >w<)/
Esta vez me vengo con otro trabajito ;3, lo escribi por el "Dia de la mujer", tome inspiracion de aquella fecha y weno.. esto salio 'x3 este one-shot error, two-shot (osea, de dos capitulos) lo cree de mis ratos emo que no podia dormir, mas aun me desvele y valio la pena =w= puede que sea cortito, quiza no, no se, como lo vean ustedes :3
aqui va

¿Cuánto ha pasado ya?... Según la posición del sol yo diría que solo un par de horas, curiosamente eso se me hace una eternidad…

En mi vida solo hay desgracias y todas siempre traídas por una mujer. Creo que aun no me presento, mi nombre es Tsukiyomi Ikuto, tengo 22 años -3 de casado- y algo de dos horas en esta prisión. Se preguntaran “¿Por qué esta ahí?” se los diré, solo si desean oírme, probablemente les aburra si es que llegase a contarles desde mi infancia, pero ahí es donde comenzó todo…

Cuando era pequeño podría decirse que mi vida era cómoda, demasiada diría yo. Si estuvieran en mi cabeza aprenderían mucho, como que:

Yo + joyas = Yo feliz <= Ecuación Fácil
Yo + auto costoso = Yo Feliz <= Otra Ecuación Fácil
Yo + mansión = Yo Feliz <= Sencillo ¿verdad?
Yo + ropa costosa y de marca = Yo Feliz <= ¿A que no fue difícil?

Eso y mucho más que puede ser comprado por el DINERO, en otras palabras

Yo + DINERO = Yo Feliz

Seamos realistas. ¿Quién no ama el dinero? Tú no eres la excepción, acéptalo, el dinero gira alrededor de tu vida, no, tu vida gira alrededor del dinero. Ese pequeño y miserable papel verde no solo puede comprar artefactos, sino también personas, amigos, o mejor aún: Mujeres

Yo + Mujeres = Vida Perfecta, irónico ¿no?

Exacto, la maldición de todo hombre, su talón de Aquiles ¿A qué clase de hombre no le gustan las mujeres? ¿No creen que una mujer lo es todo en esta vida? Piensa, ¡Sirven para todo!

En lo domestico: Para lavar, limpiar, cocinar, mantener a tus hijos, etc, y eso solo pagando el costo de MANTNERLAS, nada más, sencillo.

En lo social: No se han preguntado ¿Qué hace una mujer en el mercado? ¿Hacer las compras? No, presumen de sus cosas, hijos, recetas de comida y por ultimo pero no menos importante: sus maridos. Así es, mientras un hombre trabaja su mujer le sube la fama, genial ¿no?

En lo político: Razonemos, ¿Saben de dónde viene la frase “Mujeres y niños primero”? esto siempre ocurre cuando hay peligro, pero díganme, ¿acaso lo saben? Yo no tengo ni la más remota idea de quien la invento, pero si se quien es el que usa más este dicho: El Gobierno. Si, la cabeza del pueblo, imaginemos, si estalla una guerra entre dos países lo lógico es que los rescatistas –soldados- den refugio a las mujeres y a los niños, ¿Por qué razón? ¿Para salvarlos? ¿Por qué son más vulnerables a los ataques? Error. Lo hacen por puro BENEFICIO. Los niños son la base de una nación, son el futuro y sin ellos todo un país se viene abajo, pero ¡hey! un momentito una pregunta, ¿Y de donde salen estos niños? ¿Los trae la cigüeña? Error otra vez, los niños son traídos por sus madres, las MUJERES, aquí tenemos otro gran factor. Sin mujeres no hay hijos, sin hijos no hay futuro, sin futuro no hay país, y este se vuelve tan vulnerable que hasta una isla podría conquistarlos. En otras palabras, tratan al sexo femenino como maquinas reproductoras de soldados, cosa que si se les muere uno viene otro hijo a remplazarlo, mucha lógica ¿cierto?

Y el último y más grande beneficio del sexo masculino…

Placer: Una mujer es la única que puede satisfacer a un hombre –a menos claro que este “hombre o mujer” tenga otras “preferencias”- Todo hombre hambriento de sexo se “desahoga” con una mujer, y conseguirlas no es difícil, en todas las ciudades siempre hay un prostíbulo, hay unas putitas baratitas que se venden a la entrada y en un parpadeo ya están en tu cama, todo costeado con dinero. ¡Oigan! ¡Encontramos una segunda palabra!

Yo + Dinero + Mujeres = Yo Jodidamente Feliz

Sigamos aprendiendo.

Oigan, ¿Y la mujeres no trabajan?
Sí, claro que lo hacen, después del divorcio. ¿Pero porque se divorcian? ¿Acaso ya se dieron cuenta que no son más que utilizadas? Que rápido te diste cuenta. Pero, no solo eso, la mayoría de los casos es por infidelidad o tormento conyugal, no pueden convivir entre sí. Es otra dura realidad

Sigamos Investigando…

¿Qué pasa con una mujer una vez que se divorcia? Trabaja. Al haber sido mantenida toda su vida por un hombre y luego te divorcias es un duro golpe tanto emocional como ECONOMICO. Aceptémoslo ¿Qué mujer no saca provecho de su marido? No lo digo por todas, pero eso existe, no creas que no.

Tanto hombres como mujeres tenemos la culpa de algo, no solo nosotros sino también ellas y aunque no lo crean los hombres también son débiles, no lo demuestran por su orgullo, es lo que todos dicen, pero en realidad es porque no quieren preocupar a nadie, porque se sienten humillados al haber sido derrotados por una mujer incluso hasta llegar a agredirlas.

Bueno, supongo que aquí comienza mi historia, ¿les hice esperar no?...

Antes de casarme mi vida era todo un desastre. De la linda y cómoda familia que tenia paso a ser una destruida por el divorcio de nuestros padres, ¿nuestros? Sí, tengo una hermana. Nuestra madre gano la custodia de nosotros sus hijos, y por ende fuimos a vivir con ella. Desde entonces crecimos sin una figura paterna que nos oriente, no digo que mi madre sea mala en su rol de progenitora, solo digo que llegara el momento en que ella no podrá sola.

Hay cosas que solo un padre puede decirle a sus hijos, cosas que una madre sería incapaz de decir, esto también ocurre viceversa, y es por eso que los hijos siempre necesitan de sus ambos padres. Quizá fue por eso que lleve una vida desordenada, porque jamás conté con el apoyo de mi padre.

En aquel entonces yo tenía mis 4 amores: mujeres, amigos, dinero y alcohol. Vaya, ¡dos palabras más que agregar!

Yo + Dinero + Mujeres + Amigos + Alcohol = Mi vida va en aumento

Todo giraba alrededor mío, mi vida estaba llena de vicios a lo que alguna vez llame “Perfecto” Sin embargo, algo me decía que no era así. Una tarde decidí salir a almorzar a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, por suerte había hecho una reservación consiguiendo así una de las mejores mesas. Cuando llegue fui guiado a mi lugar, el interior del establecimiento era digno de sus 5 estrellas. Tome asiento y seguí inspeccionando con la mirada hasta que mis ojos llegaron a una de las camareras, muy bella a decir verdad: Buen cuerpo, rostro angelical, un hermoso y sedoso cabello rosa, más aun con esa deslumbrante sonrisa con la que recibía a los comensales, simplemente magnifica. No me resistí mas, sin razón alguna quería conocerla más a fondo, o llevarla a mi cama y ya, pero para eso se necesita tiempo. Pedí la orden y agradecí al cielo que fue ella quien la tomo.

-¿Qué desea?- pregunto con voz delicada pero a la vez animada. Todas las camareras la veían con envidia al ser ella quien me atendía, di la orden y estaba a punto de marcharse –Su almuerzo estará listo en pocos minutos, señor- dijo para después dar una leve sonrisa y hacer reverencia, pero antes de que se fuera la tome delicadamente del brazo, haciendo que volteara -¿Pasa algo?

-Sí, y es que aun no termino mi orden

-Pero usted dijo “eso es todo”

-Sí, pero no pedí postre- tomaba divertido la conversación, ella frunció levemente el ceño

-Oh pero perdone usted señor por no haber tomado la orden completa, ¿desea algo más?- pregunto con ironía, incluso enfadada. Le hice señas con la mano para que acercase su oído

-Pues también quiero…- le susurre cosas indebidas, prohibidas y depravadas, algo que un hombre decente jamás haría y que, notoriamente, la enrojecerían. Nunca en mi vida había visto a alguien más roja de lo que ella estaba, al notar su enorme rubor reí por lo bajo ante tal gracia, sin embargo a ella no le pareció divertido, lo que la llevo a tomar el vaso con agua que estaba sobre mi mesa y tirármela en la cara, empezó a gritar una que otra cosa como “¡¿Quién te crees que eres degenerado?!” “¡Pervertido!” “¡¿Cómo te atreves?!” y demases sorprendiendo a los demás comensales, pero sobre todo me pareció encantadora, con todo y gritos, ¿Loco, no? A fin de cuentas terminaron echándome del lugar, no importa, no era el primer lugar del que me botaban tampoco.

Estaba anocheciendo y decidí caminar a casa, pensé que ya había hecho mucha travesura por un día. Caminando escuche ruidos y forcejeos en un callejón, me acerque un poco y logre distinguir a la misma chica que me lanzo el agua en la cara, pero mi mano se hizo un puño al ver como unos tipos la tenían acorralada. No desperdicie más tiempo y en un ágil movimiento pude noquear a todos los depravados alejando a ella del peligro. La lleve a un parque y la senté en una banca, no parecía tan asustada como una mujer “normal” lo estaría sino serena y calmada, extraño. Platicamos un poco y fui sabiendo poco a poco sobre ella, estaba sola pues sus padres habían fallecido en una zona de construcción, una gran pared se desplomo sepultando a ambos señores bajo los escombros, también supe que trabajaba de camarera para poder mantenerse, ¿no que las mujeres trabajaban después del divorcio? Parece que no, aun no se ha casado. Es poco, pero es algo, mas aun lo más importante para mí fue saber su nombre: “Hinamori Amu”. Lo curioso fue que después de contar su pasado… no lloro, ni una lágrima cayó, me quede sorprendido ¿Las mujeres pueden llegar a ser así de fuertes? ¿No que solo resolvían las cosas llorando? No pensé que ella pudiera ser así, mas creí que era como las débiles, pero ella si es fuerte. Algo cómico fue que me dijo “No sé que es peor, el haberme quedado con esos tipos, o haber sido salvada por ti” ambos reímos. Nos conocimos más a fondo, comencé a recogerla del trabajo y platicábamos lo más que podíamos, tanto que mis 4 vicios se esfumaron, o al menos la mayoría. Seguimos así hasta que le rebele lo que sentía por ella, para serles sincero es la primera vez que siento esto por alguien, me había enamorado. Salimos, como cualquier pareja nuestra relación fue haciéndose más fuerte hasta el punto de proponerle matrimonio. Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, se veía tan bella, mas aun en la luna de miel, fue maravilloso. Pero a pesar de eso, no todas las historias tienen final feliz, siempre hay algo que las malogran al final.

Odienme si quieren (?)
Seeh lo se, hasta yo como mujer me ofendi, pero creanme, en parte es real uwu, antiguamente las mujeres eramos vistas asi hasta ahora creo, weno, espero que les haya gustado o algo, se que me querran agarrar a tomatazos uwu si desean que suba la segunda parte espero sus comentarios, tratare de subirla lo mas pronto posible pues las tareas me llaman por todos lados. Y por cierto, quienes no conocen la pareja son Ikuto y Amu de Shugo Chara *siente nostalgia* ya me fui Q.Q
yanne~

Me gusto muuuchoo >w< y bastante realista las cosas como son...
Espero ansiosa poder leer la segunda parte *-*

OMG! A mi tambien me gusto ^^
Lamentablemente asi es el mundo u,u
Hay que ser de esas mujeres que son fuertes :3
Y siii espero la segunda parte >w<
Con ansias!
Asi que no tardes y suerte con las tareitas .w.
Bueno me voy x3 (Si,a hacer tareas TTwTT)
Byeee nwn

Muchas gracias por sus comentarios QuQ aqui vine con la 2da parte ;3
Un día regrese del trabajo cansado -conste que si tengo uno, otra cosa es que no hable tanto de el- pues tuve que trabajar de amanecida, entré a casa dando el anuncio de mi llegada a mi mujer medio adormilado, cosa a la que no oí respuesta –Amu, ¿estás aquí?- pregunte dejando mis cosas sobre el sofá y yendo a buscarla, ¿había salido? Volví a llamarla pero todo estaba en silencio, muy callado. Opté por llamar a su celular, probablemente salió sin avisar y prefería confirmarlo que lamentarme luego, desgraciadamente ni eso contestaba conllevándome a preocuparme, no tenía ni una pista de su paradero y no podía ni hacer nada por localizarla. ¿Frustración? Tenía mucha, incluso de sobra. Empecé a caminar en círculos por toda la casa sosteniendo el artefacto a mi oído e insistiendo en las llamadas de mi celular al de ella, sin embargo todo fue en vano, o eso pensé hasta oír el leve caminar de sus pasos, se escuchaba en el segundo piso haciendo alusión que bajara al primero, rápidamente me acerque a la escalera y la vi un tanto molesto mientras que ella paraba a la mitad de los escalones, lo que me sorprendió es que ella estaba con la misma expresión que la mía, no, estaba un poco más ya que su mirada yacía tapada por su flequilo, ¿estaba molesta?.

-¿Por qué no me contestabas? Me habías preocupado- hable algo serio pero suavizando la mirada, lo preferible es esperar lo que tiene que decir, lo último que quiero es discutir con ella si algo malo le pasó.

-¿Así? ¿Te preocupe? Hay como lo siento- respondió arrogante, no me espere esa respuesta y esa actitud, ¿Qué sucedió aquí?

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me respondes de esa manera?- pregunte ya casi sacado de mis casillas, la paciencia es un don que muy pocos tienen, ¿sabías? Más aun porque no ansiaba discutir estando tan cansado

-¿A que porque te respondo así? ¡¿Por qué no mejor te vas a revolcar con esas tipas vendidas de la esquina?! A que te diviertes mucho más con ellas en la cama, ¡¿no?!- Estaba enfadada, furiosa si podría decirse, sus ojos reflejaban ira e indignación indescriptible, lo que es más…

¡¿Pero de que me estás hablando?! ¿Tipas vendidas? ¿Divertirme en la cama? ¡¿Qué es lo que te sucede?!- alce la voz un poco histérico, que se me vengan con tonterías que encima ni son ciertas es una de las cosas que no tolero.

¡¿Ahora me dirás que no sabes?! ¡Deja de ser un cínico con esa conchudez y enfrenta los problemas como hombre, cobarde!- me grito encolerizada. Mi poca paciencia llegaba a su límite sin mencionar que el ceño se me fruncía por cada palabra pronunciada por ella, insoportable.

-¡¿Y podrías decirme por qué estas molesta?!- respondí de igual manera, “No hagas a otros lo que no quieres que hagan contigo” Apréndete esta frase, porque para el día en que tengas mujer o marido te servirá de mucho

-¡¿Encima preguntas?! –cansada de tantos gritos mantenía su gesto fastidiado, lo que sea que la haya hecho enfadar era grave, lo peor es que me involucraba -¡A ver! ¿Qué te hace pensar esto?: perras, cama, placer, ¡respóndeme!- Definitivamente estaba cabreada, pero lo que me confundieron mas fueron esas tres palabras, perras… cama… placer… un momento… puede que sea…

-¡¿Piensas que yo me revuelco con esas prostitutas?!- grite más que encolerizado, ¡¿Cómo era posible que ella creyera eso de mi?!

-¡¿Para qué pensarlo si es cierto?! ¡Tú te vas a encontrarte con esas perras para tu muy necesitado placer!- la casa estaba llena de gritos, entre los míos y los de ella, quede atónito. No tenía ni idea de lo que había pasado, y mucho menos que cosa la hizo llegar a esto –Jamás me dijiste… ¡Jamás me dijiste que antes de casarnos tenias ese mal habito! ¡Eras y sigues siendo un mujeriego!- sus lagrimas empezaron a descender, mas aun mi impresión había aumentado.

-E-Eso fue porque-

-¡Guárdate tus excusas, Ikuto! ¡¿No crees que es demasiado tarde ya?! Me mentiste… durante todo este tiempo… ¡Me fuiste infiel!

-¡Un momento Amu! Antes de conocerte si, lo admito, tenía esa manía, pero después lo deje por completo solo para estar contigo, ¡Yo jamás te engañe!- refute, porque cada cosa que dije es cierto, desde que la conocí y sin darme cuenta ya no tenía esos vicios.

-¡Mentiroso! ¡Lo único que haces es mentir! ¡Acéptalo ya, tú aun sigues yendo a esos malditos prostíbulos! ¡Encima me dijeron que ayer te vieron ahí! Eso explica porque no viniste a dormir anoche… -Parecía que se tambaleaba, con una de sus manos se tomo de la frente intentando mantener el equilibrio en el barandal de la escalera mientras que trataba de mantenerse estable en el escalón

-¿Qué me vieron ahí? ¡No son más que mentiras! ¡¿Quién te dijo eso?!- grite sin notar ese tambaleo en ella, aunque tenía mal presentimiento de que algo pasaría no le tome importancia, producto de la cólera.

-¡No tengo que decirte nada! ¡Tú me engañaste y punto! ¡No te quiero ver nunca más, vete de aquí!- Su tambaleo era más notorio, y parecía que la estabilidad de sus pies no querían favorecerle en lo absoluto

-¡¿Qué me vaya?! ¡Esta es mi casa, tú te vas!- había perdido el control de mis palabras, tanta furia estaba retenida en mi que correrla de la casa era lo mejor que se me pudo ocurrir

-¡¿Irme?! ¡Perfecto! ¡Me largo! ¡No te quiero volver a ver jamás en mi vida! ¡Te odio!- llorosa estaba a punto de darse media vuelta para irse a por sus cosas, pero en algo inesperado paró en seco. Su cuerpo se movía de un lado a otro, como si estuviese mareada, y fue ahí cuando mis ojos presenciaron el cómo colapsaba y caía rodando de las escaleras.

-¡Amu!- grite tratando de atraparla, pero era tarde… justo cuando llegue al pie de la escalera ella ya había caído primero, se dio un fuerte golpe en la cabeza que hizo que sangrara, le había ocasionado una herida y era de las peores. Ya en el suelo corrí hacia ella y la tome en mis brazos, aun con el shock logre reaccionar para poder tomar mi celular y llamar a una ambulancia, o eso iba a hacer hasta que su mano se poso sobre la mía.

-Ni… se te ocurra llamarlos- susurro con el poco aliento que le quedaba, note como sus ojos se veían fríos y apagados, como si no hubiese vida debido a todo lo que había llorado

-¡¿Cómo que no?! ¡Amu solo mírate!- la histeria era el único modo de hablar y razonar con ella, o eso creía yo.

-¡Cállate! Yo me pongo a pensar que es mejor, tener que aceptar el hecho que desde siempre me fuiste infiel, o tener que morir y olvidar todo, ¿Cuál tomarías tu?- ella no parecía Amu, tenía un cinismo que me daba más cólera que antes

-¡¿Acaso quieres morirte?!

-Si así puedo olvidar todo pues así sea, porque yo nunca debí haberte conocido- susurro con voz entrecortada, al momento en que mas lagrimas caían- Yo te amaba, nunca te mentí, siempre confié en ti… y la mejor forma en que me pagas todo es con esto, te odio Ikuto, te odio como jamás habría odiado a alguien, ni ganas me da de verte la cara, eres despreciable y me doy cuenta ahora de que fui una tonta al creer en ti, aun cuando tanta gente me lo advirtió…- sus ojos se cerraban lentamente al instante en que los míos se tapaban bajo mis cabellos. Tenía razón, no debió estar conmigo, solo causo problemas y este es el más doloroso de todos –Yo... yo debí hacerles caso… tu solo juegas con todas las que se cruzan por tu camino, pero yo de estúpida decidí darte una oportunidad, una oportunidad desperdiciada que solo rindió malos resultados, hasta nunca, Ikuto- Mis lagrimas amenazaban por salir, sin embargo algo impedía que derramara gota alguna, la culpa.

–Ella esta… ella esta…

-Muerta- dijo una voz femenina y seria saliendo del otro pasadizo de la casa, por alguna razón me era familiar su rostro, y su voz.

-¿Q-Quien eres?- balbucee aun con el shock en mi rostro, apenas podía procesar la información del saber que mi esposa estaba recostada ahí, en medio de lo carmesí

-Oh Ikuto-kun~ ¿ya te olvidaste de mi?- pregunto cambiando su tono serio a uno meloso, ¿"olvidarme"? ¿Quién es ella?

-N-No te entiendo- musite viéndola incomprendido, no tenía ni la más remota idea de quién era ella, y si lo llegue a saber pues ni me acordaba.

-Soy Hina, creo que si me olvidaste- el fingir estar ofendida o indignada no era lo suyo, pero deje que continuara –Supongo que te preguntaras que hago aquí, o el como el cadáver de tu mujer termino así- hablo como si nada, viendo a Amu de manera satisfactoria y sonrisa torcida, díganme ustedes ¿Ya lo captan? –Por el simple de hecho de que ella no te merecía- con aquella frase no supe que pensar, reaccionar o decir, ¿esta bromeando verdad?

-¿Que no me merecía? ¿De qué rayos hablas?... –susurre con apenas un hilillo de voz, se me había apagado casi por completo y lo poco que me quedaba me permitía apenas hablar.

-Tu bien sabes, que te merecías algo mucho mejor que ella, algo que tuviste hace tiempo y que dejaste por serle fiel a esta mujer, ¿me dirás que no entiendes ahora?- un momento… Hina… recordar… algo que deje hace tiempo… espera, ella no será… -¡Ya era hora! ¿Ahora si me recuerdas?

-M-Maldita… -susurre con la vista tapada y sin sentimiento alguno en mi mirada o mi voz, había descubierto algo, solo me quedaba por confirmar si era verdadero o falso -¿Qué le dijiste a Amu?...

-Nada que no se mereciera saber, gracias a ella te perdimos, ¿acaso ya te olvidaste de nosotras? Te extrañamos muchísimo y todo por culpa de esta zorra- hablo con desdén aquella desgraciada, en sus ojos parecían arder los celos hacia mi mujer de cabellos rosados cuyo cuerpo inerte solo estaba manchado de rojo. –Cuando nos enteramos de que te casabas todas entramos en pánico, ¿Casarte? ¡No pensaste bien las cosas! Sabias que con tener un compromiso tendrías que dejar todo lo que te gustaba solo para mantener a tu familia, ¿te beneficias con eso? No, ni un gramo de beneficio para ti, en cambio si hubieras elegido no casarte aun podrías haberte divertido con nosotras, ¿no extrañas esas noches de pasión que tuvimos un tiempo atrás? ¡¿Ya lo olvidaste?!- me reclamo Hina, cuya cólera comenzaba a desbordarse en cada palabra dicha por ella misma, ¿se sentía dolida? Si es así ¿dolida porque? ¿Por qué la deje a ella junto al grupo de prostitutas sin sustento de que mantenerse? No me malinterpreten, a ella la conocí en ese prostíbulo junto a muchas chicas mas antes de conocer a Amu y sí, lo admito, ahí me divertía mucho hasta casarme.

-Ya recuerdo… si, iba ahí en las noches, pero esa no es excusa… -volví a decir igual que antes tratando de levantarme, aunque me costaba pues mi cuerpo estaba aun entumecido por la impresión eso no fue obstáculo para intentar reponerme, ella se sorprendió notablemente, pude verlo en su rostro.- ¡No es excusa que cubra lo que hiciste! ¡Por tu culpa ella esta muerta!- grite encolerizado, manteniendo por fin la compostura, pero ¿Por cuánto tiempo lograría tener una actitud firme? Me era difícil el solo estar de pie.

-¿No es excusa?... ¡¿Que no es excusa?! ¿Qué cosa? ¡Todas estamos de acuerdo con esto!- ¿todas? ¿De acuerdo? ¡¿Hay alguien más detrás de esto?!

-¿Quién todas?- pregunte serio, ocultando mi desesperación e ira

-¿Quién mas, Ikuto-kun? Todas tus Amiguitas, tontito, los celos nunca faltan cariño- volvió a poner su actitud melosa, que hasta ya me tenia mosqueado con tanta palabrería, pero al menos conseguí saber lo que quería.

-Entiendo, si tu eres la que le dijo todo eso a Amu entonces no tengo nada más que decir- dije tétricamente, el shock o cualquier cosa que me retenía había desaparecido en un parpadeo gracias a que fue vencido por mi cólera y mi furia, más aun cólera al ver tanto cinismo y falta de razonamiento en Hina, ¡¿Está jugando conmigo?! Ella me vio extrañada, pero al instante se le formo una sonrisa satisfactoria y maliciosa al ver como yo movía mis pies dirigiéndome lentamente hacia ella.

Eso, Ikuto-kun, no me digas que… ¿estabas cansado de tu esposa? Eso si no me lo esperaba, pero que se hace, un hombre no puede ser cautivo de una por mucho tiempo, éste ira buscando mas pues una sola mujer no es suficiente para satisfacerle, ¿verdad?...- siguió mientras que yo a solo leves pasos estaba cerca de ella, cualquier cosa que se le esté pasando por la mente es errónea, ya sabrán porque.

-Eso dices tú, alguien que jamás amó y no ha sido amado- susurre con tono apagado quedando ya a pocos centímetros de ella. Al no tener intensiones de alejarse de mí y mirarme con lujuria me daba a entender de que no sabía aun lo que yo iba a hacer, ¿mejor, no?

-Sí, así es, necesito a alguien que me quiera, que me ame, y la única persona que podrá hacerlo eres tú, solo tú puedes hacerlo mejor que nadie, todo de mi depende de ti- susurro lujuriosamente apoyando su espalda a la pared y pegando mi cuerpo al suyo, a lo que soltó un leve gemido y respondiendo yo con gesto inexpresivo. -¿Ves? Te dije que podías…

-Eres despreciable, maldita mujer- susurre tomando levemente su cuello con una de mis manos para después usar la fuerza en él, cortándole el oxigeno lentamente por cada poca presión que ponía en mis manos.

-¿Q-Que haces?... S-Suéltame- musito con el poco aire que le quedaba con un gesto convencedor de suplica, pero ¿Cómo podría tener compasión con ella? Yo no lo hare, le daré lo que se merece, ¿Que tan bien se siente perder el aliento de la vida segundo a segundo?

-¿Soltarte? ¿Por qué? ¿Estás en todo el derecho de decirlo? Creo que no, afronta las consecuencias ahora- hablaba entre susurros inexpresivos, haciendo más fuerte el agarre al ver como ella forzaba a sus manos a tomar la mía en un intento de zafarse, no le serbia de nada.

-¿E-Estas… p-planeando matarme?...- cuestiono, con ya apenas un hilillo de voz, ¿Qué se siente? ¿Abrumador? En cierta parte sí, pero sobretodo es pánico.

-Tal vez si… probablemente no… todo es inevitable, y el destino rige eso- cierto, el destino decide lo que será de nosotros, si este quiere que ella muera aquí, que así sea, aunque tenga que manchar mis manos, porque yo soy capaz de hacerlo a voluntad si lo quisiera.

-O-Oh… así que… ¿piensas ser… como la misma sádica persona… que mato a tu amada, no… piensas ser algo... peor que eso?- ante lo dicho mi mano dejo de dar presión, ¿yo? ¿Ser como ella? ¡Jamás! –Si... me parece que si… optaras por peores medios que tome con ella ¿no?... entonces, hazlo, mátame… -mi cólera aumento al ver de nuevo esa sonrisa de cinismo, tenia enormes ganas de matarla con mis propias manos, pero el saber que una vez que lo haga seria más despreciable que ella me lo impedía. Sin darme cuenta yo ya estaba desasiendo poco a poco el agarre, mi cabeza era un lio total lo que hizo que me desconcentrara en mis acciones y, por ende, fuese soltándola sin querer. -¿Qué sucede? ¿No que ibas a matarme?- dijo ya recobrando el aliento, no lo podía creer, ahora si no puedo hacer absolutamente nada

-No… no quiero rebajarme mucho más que tu nivel, ¡Pero no por eso puedo contenerme las enormes ganas que tengo de deshacerme de ti yo mismo!- alce la voz histérico ya soltándola, estaba a punto de caer en la locura misma si no hacia algo pronto, ¿Qué podía hacer? Nada, eso es lo único, nada. Ella soltó casi una carcajada, como si lo que hubiese dicho fuese un chiste.

-Si si, eso dices, pero tú te has rebajado muchísimo más sin darte cuenta, no ahora sino en el pasado. ¿Sabes que si desde un principio le hubieras dicho tu verdadera vida pasada, pudiste evitarte tantos problemas? Incluso evitar que ella muriera, y no solo eso, se fue a la muerte con todo y rencores, ya debe estar maldiciéndote desde el más allá, ella hasta su último momento te odio, y esto lo ocasionaste tu solito…- en cierta parte lleva la razón, si le hubiese dicho a Amu desde antes sobre mi vida antes de conocerla pude haber evitado todo esto, es mi culpa. Me quede inmóvil, caí de rodillas levantando temblorosamente la mirada hacia el cadáver de mi amada, mi mirada quedo fija en ella, mientras que mi cuerpo no daba movimiento.

-Lo único que hiciste… fue adelantar su muerte, encima de que tenía que haber sido yo quien debió decírselo, no tu- susurre apagadamente apretando mi puño, ella había ganado.

-¿Pero hasta cuando Ikuto? ¿Planeabas esperar a decírselo cuando tu primer hijo naciera? Déjate de tonterías- Me dio cierta curiosidad lo que dijo, ¿primer hijo?

-¿Qué quieres decir con eso?- susurre moviendo mi mirada hacia ella

-Oh, lo olvide, tu no lo sabías, bueno en fin, igualmente esta mujer está muerta y el bebe en ella también- al escucharla la furia volvía a aumentar, ¡¿Amu esperaba un bebe?!

-Y tu… aun sabiéndolo ¡¿te atreviste a mentirle?!- me levante de golpe y la agarre del cuello nuevamente, pero esta vez la tome con toda mi fuerza, sin oír sus suplicas. Seguí así hasta casi quitarle todo el oxigeno restante, no tenía razón de mis acciones. Estaba a punto ya de acabar con ella cuando de pronto se oye un portazo, voltee mi mirada y vi a oficiales armados entrando a la casa, rodeándome por completo y obligándome a soltar a Hina.

Y así fue como todo sucedió, supe que quienes llamaron a la policía fueron los vecinos, que de tantos gritos se extrañaron de que estos pararan repentinamente, temieron lo peor e hicieron la llamada a los oficiales, haciendo que yo parara dentro de esta celda. La mujer que amaba murió odiándome hasta la muerte, la mujer que la lleno de engaños anda ahora bajo un interrogatorio policial, las mujeres de dicho prostíbulo que apoyaron a Hina pronto caerán, y yo estoy aquí detrás de las rejas. Todos salimos perdiendo.

Estaba sentado, con la cabeza baja pensativa recordando todo hasta el momento, o eso era para cuando note una sombra acercarse a mi celda, levante un poco la mirada y me resulto extraño ver a mi hermana, de suerte logre distinguirla pues mi vista era borrosa.

-Utau, ¿Qué haces aquí?- pregunte con los ojos pesados, no había dormido nada desde el incidente con Hina

-Vine a ayudarte, al parecer no llevas todo el peso de la culpa de la muerte de tu esposa, esa tal Hina también tuvo algo que ver-respondió acercándose un poco más.

-¿En serio? ¿Le sacaron toda la verdad?- pregunte igual que antes

-Sí, fue duro para la policía pero al final lograron sacarle toda la información, ahora los oficiales se están dirigiendo a aquel prostíbulo, no se a que llegaran pero este proceso será largo

-Entiendo…

-Por ahora estas en libertad condicional, habrá un juicio y eso determinara si cobraras tu libertad de nuevo- en eso veo a un policía acercarse, traía las llaves de mi celda y en un abrir y cerrar de ojos estaba fuera del lugar, solo me faltaba resolver esto con un juez.

La vida trae cosas buenas y malas, depende de ti tomar una de las dos. Solo ten en cuenta que por cada decisión tomada a las consecuencias te ves arriesgado, sean favorables o no, pero eso sí te digo una cosa, nunca en la vida… dejes llevarte por tus vicios, que de nada bueno te traen, sino todo lo contrario.
Y eso fue todo :D
Espero que les haya gustado, la verdad que todo me queda muy emo .__. pero posiblemente suba otro one-shot con esta misma pareja x3 espero sus comentarios *-*
bye bye ctd muchito :3

Magnifico fic consiguio emocionarme bastante T-T
tienes gran talento para desarrollar los personajes y lo que sienten, gracias por este fic, espero volver a leerte pronto ;3