● ~Chimamire no yume [+18]~●~Capitulo 20~

por **kimiko yokoyami** Mar Jun 19, 2012 7:08 am

~Capitulo 20~
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.

Tras escuchar esta gran “revelación”, tome el impulso de arrastrar a Kimiko, o Akemi, a saber quien era, del hombro para pedirla una explicación susurrandola:
-Con que Akemi… ¿¡Como nos ocultaste algo asi!?
-(…), escúchame, yo solo me parezco a ella, os puedo jurar que yo nunca he mentido sobre mi nombre. Soy y siempre sere Kimiko.
-Cre… Creo en ti, Kimiko. Asi que mas te vale que no seas Akemi, ¿entendido?
-Si, pero por ahora simulare ser ella, es nuestra única oportunidad de conseguir lo que queremos.-Dijo, y al poco rato se puso a hablar al gobernante.- Perdone por mi descortesía mi señor, pero mis hijas solicitaban ayuda de mi parte.
-Hi….¿¡Hijas!? Ira de broma, ¿no?- pensé sin decir nada en voz alta.
-¿aquellas son tus hijas? ¿esa joven de pelo morado también? ¿y que haces con ese parasito? ¡alejate de el! ¡el secuestro y seguramente mato a tu hija! Bueno… a la primera, quiero decir.
-Son muchas preguntas por responder. No quiero ser quejica pero, no es muy educado interrogar a una visitante de semejante clase que dedica algo de su escaso tiempo libre para visitarle. Mas… si sois asi, no me quedara mas remedio…
-Si, por favor, tomaros el tiempo que queráis en explicarme las cosas. ¡hace tiempo que no os veo ni a ti ni a su magnificiencia!
-¿magnificiencia? ¡es verdad! te refieres a mi hiroshi, ¿no? siento no haber caído antes, mas es que yo suelo usar términos mas matrimoniales con el, le suelo llamar “cielo”, “cariño” o “mi amor”.- Despues de reaccionar ante aquello, me susurro rápido.- Houston, ¡tenemos un problema! ¿Qué me invento yo ahora?-
-¿¡A quien se la ocurre también que somos tus hijas!? ¡hiroshi no es tan viejo como para tener a un regimiento por familia! Tu solo encárgate de improvisar, compórtate como lo haría ella, y lo único que podemos hacer a partir de eso es desear que la suerte este de nuestro lado. Por cierto, ¿cielo? ¿cariño? ¿mi amor? Te pasaste un poco con eso, ¿no crees? Sono muy cursi en ti.- Respondi lo mas bajo posible.
-Si… cursi… ¿¡pero que quieres que haga si yo no puedo reconocer como magnificiencia a tal elemento!? Bueno, me doy la vuelta, el viejo no tardara en percatarse de que tenemos algo entre manos si me entretengo demasiado.-Y se dio la vuelta.-Pues… vera ,mi señor. Estas niñas que usted ve, son mis pequeñas, que Hiroshi y yo recogimos del orfanato hace poco, yo con este cuerpo que tengo, debido a que probe la medicina de la eterna juventud, me impedia tener hijos, y quería tener mas, quería criar… a estas niñas como no pude con mi difunta hija biológica. Esta mujer, es mayormente conocida como una gran soldado, Ayame Murasaki, por supuesto, no es mi hija, es una escolta a la que el mismo Hiroshi paga para proporcionarme protección, y es diestra con su trabajo, no ha cometido ni una sola falla. Y por ultimo, Yuu, su nieto. Entiendalo, hable con el, hace poco, no se si se lo comunicaron, pero Yuu ha quedado absuelto de aquello por falta de pruebas, por lo que el lo mas seguro, que es inocente, es mas, siempre fue, y siempre será, el mejor amigo de mi difunta hija, jamas la habría hecho algo asi, jamas en la vida.
-Kimiko…-la llame, acercando mis labios cada vez mas a su oído.- Ha sido la mejor improvisación que he visto en mi vida.
Kimiko no me respondia y por un momento crei que era porque hable demasiado bajo. No era eso. Era evidente que en su cara expresaba un rostro lleno de temor, se notaba claramente como el sudor, que aquella sensación le provocaba, se deslizaba por su palida piel, ésta, se quedo aspera, se puso de carne de gallina, y además, lo que mas se notaba era lo falsa que era su sonrisa, parecía que no iba a resistir mas falseando asi, sin añadir, que se podia oir el sonido de sus dientes frotándose los unos contra los otros, de los nervios que tenia, que le temblaban hasta los labios y todo.
-No se lo creerá… ¡no soy capaz de ser como ella!- grito Kimiko.
-¡callate!- dije tras taparle la boca.
-Lo… siento…-Decia en voz baja mientras se la caian algunas lagrimas.
-¿Qué paso? No entiendo nada…- Preguntaba el gobernante extrañado.-¿y que es eso de que no seras capaz de ser como ella?
-Kimiko… tu puedes…. ¡no te pongas nerviosa! ¡te necesitamos!- susurre para intentar alentarla.
-Va…vale…- Acepto Kimiko, y se preparo para inventarse una excusa algo creible.- Vera… es que… le hable de una manera, que procure intentar ser como ella… mi querida hija, la que ya no esta con nosotros…- Dijo improvisando excelentemente, hasta uso las lagrimas que en un principio derramo por tristeza, para engañarlo mas fácilmente.
-Ya veo… le doy mi mas sincero pésame aunque ya haya pasado algo de tiempo desde aquello. Por cierto, ¿Cómo se llamaba su hija? Me acuerdo que acababa por… iko creo, tsukiko, Yukiko, Umiko,Mariko…
-Kimiko…-decia Lucy, continuando por el la conversación, mientras miraba de reojo a Kimiko.
Kimiko, reacciono aun mas nerviosa cuando Lucy menciono su nombre, continuando con la lista de los nombres que acababan en iko, y respondio de tal manera, que daba a entender que lo dijo al azar, asi porque si, ¿Por qué será?
-Fu… ¡Fumiko! Ese era su nombre.
-Es verdad…pobre niña…aunque, hablando de ello, ¿no menciono antes que ese parasito era inocente? Entonces, ¿Qué se sabe al final de la pequeña?
-No lo se, pero le puedo asegurar que Yuu es del todo inocente. Al cien por ciento, además.
-pues… Yuu, tendremos que hablar. Toda tu familia, creía que eras el culpable… ¡lo siento mucho!
-No pasa nada abuelo, al menos ya no me odias, ¿verdad?
-¿Cómo te voy a odiar? ¡deberias odiarme a mi por no haberme percatado antes de tu inocencia! ¡ven a darle a tu abuelo un abrazo! Cumple con la ultima voluntad de este viejo senil.
- ¡claro!- Y Yuu se fue directo hacia el para darle el mayor abrazo de su vida.
Todo era muy bonito, ¿no? pues no os creáis, momentos asi pueden ser arruinados en menos de lo que canta un gallo. Y yo que estaba a punto de llorar de lo emotivo que se me hacia esta reconciliación tipo abuelo-nieto. Mas, todo lo fastidio un móvil. ¿un móvil? Si, un móvil, por muy increíble que parezca, ese maldito cacharro arruino dos sonrisas, tanto la de Yuu, como la de su abuelo, mas quien lo sufrio de verdad, ya sabréis quien fue, nuestro querido ex-presidiario inocente. Y contare al pie de la letra lo que paso con aquel maldito móvil. Tampoco es algo muy extenso, solo una llamada inesperada. Sono de repente, fue algo inesperado para nosotros. El tono de llamada que sonaba, era muy familiar para mi, era una canción de un grupo de rock del que yo solia ser fan en mis tiempos, ¡al menos existe algo que me gusta en este mundo! Mas me parecio totalmente impredecible que a un hombre tan mayor le gustasen esas cosas, mi abuelo, solia ser todo lo contrario, siempre que venia a casa me ordenaba bajar el volumen de la música que escuchaba en el ordenador, según el “esa música era solo ruido”. Yo fui la primera en oir el móvil, y me toque por el cuerpo para ver si a lo mejor yo tenia móvil y ni me di cuenta, todo podia ser posible. Luego, sonaba cada vez mas alto ya que nadie lo cogia, y el gobernante al final se percato de que era su móvil. Lo cogio, y saludo como haría alguien cualquiera: “¿Quién es?” Lo peor fue oir lo de después: “ ¡Hiroshi! ¡eres tu! ¡nuestra magnificiencia! ¿sabes que? ¡vuestra esposa esta ahora mismo en frente mia! Esta como en sus tiempos mozos, con su hermoso cuerpo de adolescente, ¡prueba de que hasta ella misma confio en sus métodos de inmortalidad! ¡Eso de “rejuvenecer”, ciertamente fue una bendición para nosotros!”
Y ya os imagináis que siguió después, ¿no? si la verdad, antes de nada, deberíamos haber aplicado al cuento ese dicho que casi todo el mundo conoce, se pilla a un mentiroso antes que a un cojo. Hiroshi, no se que le conto al gobernante, pero no creo que fuera algo bueno después de como nos trato. Estaba todo enfurecido, y al primero que dirigio la palabra fue a Yuu llamándole: “ ¡Parasito asesino y además mentiroso como esa falsa Akemi!” Luego dirigiéndose a la “falsa Akemi”, kimiko, la dijo: ¡Y tu! ¡Eres mucho peor que esta escoria! ¿¡Como te atreves a deshonrar el nombre de Akemi Kazahaya!? ¡No tienes derecho a hacerte pasar por ella! porque además… aunque te parezcas a ella, ¡jamas seras como ella!”
Esas palabras afectaron profundamente al corazón de kimiko aunque no hubiera llorado ni nada por el estilo. Hizo un intento de hacerse parecer que le daba igual, mas no era asi, yo, no se por que, llamémoslo sexto sentido, pero yo sabia que Kimiko estaba, no dolida, si no mucho mas que eso, estaba completamente hundida por ello a causa de esas palabras, todo por la simple frase, simple para mi, para otros no tanto, de: “¡jamas seras como ella!”.
Ahora mismo, nos encontrábamos en un gran problema, el gobernante menciono que Hiroshi se dirigía hacia aquí para apresarnos, además, de que a Yuu le agarro del brazo con el fin de no soltarle para que pudieran condenarlo a muerte, Kimiko estaba tan de capa caída, que no había nadie que la hiciera entrar en razón, Ayame, lloraba porque no soportaba ver todo esto, mas la razón por la que lloraba parecía ser otra, no le quitaba el ojo a Yuu, no se por que, pero ellos, tienen una especie de relación de la que aun ella no se dio cuenta. En otras palabras se podría decir, que las únicas que estábamos cuerdas en ese momento eramos Lucy y yo. Yo tiraba del brazo de Kimiko para irnos, y Lucy, tiraba del brazo de Ayame, que esta a su vez agarraba a Yuu.
Un rayo de esperanza nos dio Lucy en este momento de desesperación. Anteriormente, nadie se atrevio a romper el cristal que cubria aquellas notas de Akemi que necesitábamos leer porque, como nos dijo Kimiko, necesitábamos tenerlas para lograr descubrir los verdaderos puntos débiles de nuestro supuesto enemigo hiroshi. Lucy, fue la única que tuvo valor de hacerlo, y en el peor momento en el que todos nos encontrábamos. Mira que no queríamos hacerlo para no llamar la atención, sin embargo, no nos quedaba mas remedio. Lucy, al cogerlas, partiendo el cristal en pedazos con sus pequeños puños, grito: “ ¡las tengo! ¡a correr!” y kimiko, recuperando la razón de una vez por todas, respondio bromeando: “ ¡hagamos las cosas a lo simple! ¡di no a las complicaciones!” Y saco un cuchillo de su bolsillo, de aquellos de toda la vida que se usan para cortar un filete en la cena, y le apuñalo sin pensárselo dos veces, y a saber, si lo hacia a conciencia de que estaba matando al abuelo de su viejo amigo Yuu.
-¡Kimiko! ¿ ¡que haces!? ¡estas matando al abuelo de Yuu! ¿ ¡Como puedes ser tan insensible!?- grite.
-No… pa…sa… nada… si al fin y al cabo… ni me quería.- decía Yuu mientras se tiraba de rodillas al suelo, llorando a mares.
-¡Yuu, corre! ¡Hiroshi te alcanzara como no te des prisa!- respondia Kimiko metiendo cada vez mas prisa.-¡Cogeme de la mano o te llevare en mi espalda si hace falta! ¡pero rápido!
Yuu, se negaba a ser ayudado por Kimiko, y fue entonces, cuando Ayame se interpuso entre ellos.
-Dejame a mi, yo le ayudare de una manera mas apropiada.-decia Ayame mirando con enfado a kimiko y ofreciéndole su espalda a Yuu.
Afortunadamente, el santuario estaba tan aislado que apenas había gente alrededor, solo alguna que otra pareja enamorada en la orilla de la playa, esperando ver algun que otro romántico amanecer.
Fuimos lo mas deprisa a la salida del pueblo ciudad, si cruzábamos esa pequeña frontera entre shinseina kaigan y el paisaje exterior, estaríamos fuera de su jurisdicción, y nos libraríamos de acabar en la cárcel por el asesinato. Kimiko, estaba mas triste que de constumbre, sobretodo desde que Ayame cargo con Yuu, ella al parecer, quería hacerlo también. ¿Sera que ya se dio cuenta de que ha cometido una locura sin pensar? ¿Qué ahora, lo mas seguro, tenga remordimientos sobre aquello?
¡Si! ¡frontera cruzada! Uy… lo siento, me deje llevar por la emoción. ¿por donde iba? ¡es verdad! sobre lo de Kimiko… la verdad, es que no tengo mucho mas que decir sobre ella, solo que, sus reacciones son cada vez mas extrañas, sobretodo cuando Lucy encuentra ciertas similitudes sobre la familia Kazahaya, Akemi, y su hija.
Sin embargo, no todo acaba aquí, hiroshi, era mas rápido de lo que esperábamos, y las tropas que nos acorralaron también. A saber donde estarían para llegar en tan poco tiempo a este lugar. Hiroshi, se acerco a nosotras, sin nada, ni un arma, ni una armadura, ni un chaleco, absolutamente nada. Era un temerario, ¿Cómo se le ocurria atreverse a acercarse a nosotras? Yo no, pero Lucy, Ayame y Kimiko deseaban verle muerto con toda su alma. Supongo, que si se atrevio a hacer tal acto de presencia, era porque podíamos acabar fusiladas con tan solo dar un paso en falso, o porque ,a lo mejor, se confiaba demasiado. Crei, que hiroshi nos pegaría, nos machacaría a puñetazos, que nos daría patadas donde mas nos doliera, que nos haría sufrir como nadie jamas lo había hecho. En cambio, no hizo nada de lo que pensé, sino que dijo una palabra en seco, y segundos después, los soldados la acataron.
-Apresadles.
Acto seguido nos rodearon cientos, no, miles de soldados como Ayame, y nos agarraron a cada una individualmente, sin ni siquiera poder resistirnos. Eran demasiados, los soldados con los que teníamos que lidiar cada una, no disminuían de veinte. Algunos solo nos sujetaban, y otros estaban ahí con el objetivo de impedir la huida de alguno. Yo, no sabia como llevar la situación, por lo que se me ocurrio soltar una especie de broma para caldear algo el ambiente.
-¡otra vez a la cárcel! ¡espero que hayais limpiado mi celda! No quiero que me llevéis a otra, si no… no sentiría tanta nostalgia de aquella ultima vez en la que tome el pelo a todos los vigilantes de seguridad.-dije soltando al final una pequeña carcajada.
Yuu me callo, me dijo que este no era momento de risas, y estaba completamente en lo cierto. Pero, si me hundo ahora porque nos arrestaron, me rendiré mas facilmente… y yo no quiero eso. No ahora, que llegamos tan lejos, no ahora, que tengo a gente por la que luchar, no ahora, que tengo un objetivo que cumplir, un objetivo, que con el paso del tiempo, se ha convertido en un sueño, en un deseo anhelado por el que removería cielo y tierra para cumplirlo, la verdad, debo encontrarla, y debo volver, a mi casa, no a mi casa de este mundo en ciudad Kazahaya, si no en mi querido hogar perfecto, en mi amado mundo de rosas.
Los soldados, nos arrastraban hacia donde querían llevarnos como si fueramos basura, yo les aclaraba una y otra vez, que no iba a ser tan tonta de escapar con tanta gente, que me dejasen al menos la movilidad suficiente pare llegar a esa furgoneta donde nos querían meter, odiaba que me empujasen tan bruscamente, me dolia la espalda y todo de lo mal que lo hacían. Una vez casi dentro de la furgoneta con los demás, Hiroshi se acerco para pedir una cosa.
-Vosotros, dadme a la niña, la necesito. La quiero… ¡ya!- exigió.
-¿Qué niña? ¿la de pelo azulado, la que se parece a su difunta esposa o la canija?
-¡hey! ¿¡a quien llamas tu canija!?-Contesto Lucy ofendida.
-Si, la canija es a la que quiero. Metedla en mi coche de una vez.
-¡Como me llames canija otra vez te corto la cabeza! ¡Es tu culpa por lo que ahora soy tan bajita! Hasta perdi todo… por tu culpa… Christian…- dijo, entristenciendose,recordando a Christian en ese momento.
-Lucy… ¡Eso ya paso! ¿ ¡No le tenias ya olvidado!? ¡pues demuéstralo! ¡resistete! ¡no dejes que te lleven con el y mucho menos sola!- Decia yo para alentarla.
-pero… la cuestión es… ¿Cómo voy a escapar?
-Lucy… recuerda aquella lucha, tu contra mi. ¿acaso no te acuerdas de como cambiaste la situación en ese momento? ¡Eres una niña! ¡aprovecha las ventajas que conlleva aquello y olvídate de los defectos! Eres lo suficientemente escurridiza… ¡como para engañar a veinte soldados!
-Es… es cierto…-dijo, soltando después una risita diabolica.-¡vais a ver de lo que es capaz de hacer Lucy kimura!
Y Lucy se escapo, por desgracia, durante muy poco tiempo. Había mas soldados alrededor, y hasta pudieron con la gran habilidad de evasión de Lucy, algo a lo que ni yo, pude detener. Estábamos perdidos, ya no nos quedaban esperanzas, y yo y los demás, salvo ella, subimos a la furgoneta que en nada se puso en marcha. Desde la ventana, vi como se llevaban a Lucy, y la metían en el coche de Hiroshi en contra de su voluntad, sola con el, ¿Qué peligros la podían acarrear? Iba a estar, hasta que la volviese a encontrar, con aquel miedo de que la pasara algo en cualquier momento. Por favor Hiroshi… espero que esos rumores tan malos sobre ti sean mentira, que seas una persona mas buena de lo que pareces. Si me oyes, te lo suplico, no la hagas daño. Sin embargo, por mucho que confie en Hiroshi, no podia evitar seguir pegada a la ventana, llorando e intentando atravesar las paredes, por muy imposible que fuera, solo para salvarla de ellos. Estábamos los cuatro en la misma furgoneta, y ella, completamente sola, como aquella vez que nos vimos cuando solíamos llevarnos como el perro y el gato.
Sin freno, la furgoneta seguía avanzando, y nos alejamos cada vez mas del coche de Hiroshi, hasta que le perdi la vista. Me pregunto, ¿A dónde la llevaran? ¿y a nosotros?

~Fin capitulo 20~

por **akira uchiha** Mar Jun 19, 2012 10:19 pm

oooh me encanto !!
espero la contiii
me encanto la parte final de
¿A dónde la llevaran? ¿y a nosotros?
me encanto espero la contii :3

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Re: ● ~Chimamire no yume [+18]~●~Capitulo 20~