Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

por SweeT PrincesS Jue Ago 23, 2012 7:28 am

"La Venganza De Azalea"

PARTE 21

Azalea y Tedra fueron llevadas a la habitación del rey y quedaron a solas con el emperador Yimbo, el cual las miraba de arriba abajo con gran interés.

YIMBO: Princesas de Krystán y Kan-is-Tra. Tan hermosas como flores pero tan impertinentes como leonas.
TEDRA: ¿Qué quieres de nosotras? ¿Por qué nos traes aquí?
YIMBO: Tengo que aprovechar la ausencia de Zaebard…
AZALEA: Te estás metiendo en serios problemas. ¿Cómo puedes enfrentarte al rey de Aion?
YIMBO: Tan solo tiene 25 años. Es un joven estúpido con poca experiencia.
AZALEA: Pero sigue siendo tu rey.
YIMBO: Un rey digno no oculta la existencia de un Oráculo a los cuatro emperadores de su ciudad. Y él lo ha hecho.
AZALEA: Los dioses así lo decidieron.
YIMBO: No me importa. Yo vine a buscar a Cian para que me lleve al Oráculo.
TEDRA: El Oráculo está en el Sud de Aion, así que suéltanos y lárgate de aquí.
YIMBO: No, preciosa. El Oráculo no está en el Sud. Cian es el único que sabe dónde está realmente. Y el rey también lo sabe. Pero dejemos la charla y divirtámonos un poco.

Sonrió con picardía y se acercó a Azalea, ya que era la más hermosa de las dos.
En cuanto le acarició la mejilla, ella apartó la cara con asco.

YIMBO: Sería un placer llevaros conmigo a mi imperio. Vuestra belleza es poco común en esta ciudad.
AZALEA: Zaebard no lo permitirá.
YIMBO: Zaebard no está aquí.

Sacó un puñal de su capa y usó la punta afilada para rasgar el vestido de Azalea por la parte del escote.
El hombre se relamió los labios al ver la delicada piel cubierta por una fina ropa interior.
Tanto ella y como Tedra se pusieron pálidas al ver las intenciones de ese hombre.
Azalea se agitó en la cama, pero las ataduras le impedían cualquier intento de escapar de esas manos ásperas.
Aunque la boca la tenía tan libre como su voz…

AZALEA: ¡¡Ayuda!! ¡¡Que alguien nos saque de aquí!!
YIMBO: Nadie vendrá, hermosa. Mi ejército tiene acorralado al castillo entero.

Dicho eso, se echó a reír y obligó a Azalea a abrir la boca para robarle un beso, pero la chica le escupió en la cara, por lo que Yimbo le dio una bofetada tan fuerte que la dejó medio mareada.
Entonces le arrancó el vestido hasta la cintura y tocó sus pechos.
Tedra cerró los ojos con fuerza y aguantó las ganas de vomitar.
Iban a ser violadas. Y nadie podría impedirlo. Nadie las salvaría.

YIMBO: Sois preciosas…unas muñequitas…

De pronto, todos los ventanales de la estancia se abrieron por una fuerte corriente de aire, y el emperador miró a su alrededor, extrañado.
Tedra pudo ver cómo los Cazadores de Bestias se abalanzaban sobre el hombre gordo y lo ataban de pies y manos en un solo segundo.

YIMBO: ¡Soltadme, malditos! (Furioso)
FREY: Moira, ponle un esparadrapo en la boca.
YIMBO: ¡Guardias!

La chica de cabello rosa le tapó la boca y ahogó sus gritos de furia.
Frey se quitó la camisa y se la puso a Azalea para tapar su ropa interior.

MOIRA: ¿Qué hacemos con el ejército de este emperador?
FREY: Bórrales la memoria y oblígales a irse de aquí.
MOIRA: Perfecto.

En cuanto Moira se fue, Frey se arrodilló frente a Tedra para desatarle los pies.

TEDRA: ¿Cómo habéis sabido que estábamos en peligro?
FREY: Nosotros somos “la mano derecha” de los dioses. Sabemos todo.
TEDRA: ¿Y tenéis la capacidad de borrar memorias?
FREY: Sí, pero no de devolverlas.
TEDRA: ¿Cómo harán esos guardias para recordar sus hogares y a sus familias?
FREY: El efecto del hechizo solo dura una hora.
TEDRA: Entonces, cuando recuperen los recuerdos, volverán a atacarnos.
FREY: No será así.

En cuanto Tedra quedó liberada, Frey desató a Azalea y la cogió en sus brazos, ya que seguía semi inconsciente.
Salieron de la habitación y el pasillo estaba libre del ejército enemigo.
Por la puerta de la biblioteca salieron Challen, Cerith, Lenoic, Aika y Lilly junto a los demás estudiantes.
De inmediato, Challen le arrebató a la princesa de los brazos de Frey, el cual arqueó una ceja.

FREY: Podéis iros todos a dormir. Moira y yo cuidaremos del castillo hasta que el rey regrese.
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Cuando Challen acostó a Azalea en su cama, la chica abrió los ojos y parpadeó, confundida.

AZALEA: ¿Qué ha pasado?
CHALLEN: Nada, Alteza. Debéis descansar. Ya es madrugada.
AZALEA: Pero…

Recordó lo sucedido con el emperador Yimbo y se le erizó la piel.
Se incorporó en la cama y se miró el cuerpo.
Tenía puesta una camisa azul, así que se extrañó.

AZALEA: ¿Quién me la ha puesto?
CHALLEN: Ese tal Frey. Llegó con su compañera y nos salvó a todos.
AZALEA: Oh…

De pronto, en un impulso, Challen se sentó frente a ella y la agarró fuertemente de los hombros.

CHALLEN: Alteza… ¿Ese hombre…se atrevió a tocaros? ¿Os hizo daño?

Azalea lo miró, sorprendida ante la fuerza física de ese sensible chico.
Dejó de verlo como a un caballero personal para mirarlo con ojos de mujer.
Challen parecía bastante preocupado, y a ella no le agradaba verlo así.

AZALEA: Me rasgó el vestido, pero…

Entonces recordó que Yimbo la había golpeado y…a partir de ahí no recordaba más.
Oh, Dios mío…
¿La habría violado mientras estuvo desmayada?
Sintió que Challen le apretaba los hombros con más fuerza, a la espera de que la princesa continuase con su explicación.
Azalea sintió un nudo en la garganta y tragó saliva con dificultad.

CHALLEN: ¿Alteza?
AZALEA: No recuerdo nada más.
CHALLEN: ¿Qué…?
AZALEA: Me golpeó y me desmayé.

Challen apretó los dientes y se apartó de ella, por lo que la chica creyó que él se apartaba por asco al haber sido…tal vez violada.
Los ojos se le llenaron de lágrimas por ese rechazo de su caballero personal.

AZALEA: Yo…
CHALLEN: Hablaré con Frey para cerciorarme de que ese cretino no llegó a tocaros.

Dicho eso, se fue de la habitación.
Sin poderlo evitar, la princesa lloró amargamente hasta quedarse sin aliento.
Quizá su cuerpo había sido mancillado por unas manos toscas. Y la angustia de no haber sido Falon el primero en tocarla, la estaba ahogando.
¿Qué haría ahora con su virginidad supuestamente perdida?
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Era de noche y la luz de la luna llena apenas iluminaba el sendero lleno de árboles, flores y piedras.
Pero ella seguía corriendo sin mirar atrás. Sin importarle que iba descalza y que las piedras lastimaban sus delicados pies.
Solo deseaba huir del Diablo y refugiarse en los brazos de su ángel de la guarda. Solo él podía salvarla de las garras de ese demonio.
Una nube ocultó la luna y el sendero quedó a oscuras.
La joven tropezó y cayó de bruces al suelo, lastimándose así las palmas de sus manos.
Oyó pasos que se acercaban y creyó que era Falon que venía a ayudarla, pero empalideció al ver que era el emperador Yimbo, el cual sonrió con obsesión.
La princesa quiso huir, pero ese hombre gordo se le puso encima y comenzó a tocarla por todas partes.

AZALEA: ¡¡Suéltame!!
YIMBO: Serás mía.
AZALEA: ¡Noooo!

Comenzó a patalear y Challen recibió una patada en el estómago.
Se apartó y tosió, ante las preocupadas miradas de Kupó y Mog.

KUPÓ: Cada vez sus pesadillas son peores, kupó.
MOG: Y también más largas…
CHALLEN: ¿Qué o quién fue el causante de estas pesadillas?
KUPÓ: Falon y Tedra.
CHALLEN: ¿Qué?

Vieron que Azalea dejó de gritar en sueños para seguir durmiendo, con una expresión de agonía en su bello rostro.
Challen se sentó a su lado, la arropó y miró a las dos mascotas que descansaban a los pies de la cama.

CHALLEN: Contadme eso sobre que Falon y Tedra son los culpables de las pesadillas de la princesa.
KUPÓ: Ellos y Azalea se conocen desde pequeños, y han crecido prácticamente juntos, kupó. Azalea fue una niña bastante delgada y poco agraciada, kupó. Era pecosa y peleona. Siempre quería estar sola y vivía en un mundo aparte, kupó. Falon le hacía la vida imposible contándole historias de terror y amenazándola con llevarla al mundo de los monstruos, kupó. Tedra se encargaba de ofenderla y humillarla. Y los demás niños se burlaban de ella, kupó.

Challen miró con tristeza a la dormida princesa.
La fealdad de aquella niña la llevó por el camino de la soledad y del miedo, convirtiéndola en una chica de carácter fuerte y llena de pesadillas.

KUPÓ: Pero a medida que pasaba el tiempo, Azalea fue cambiando para mejor, kupó. Ya la ves, está muy hermosa, kupó.
CHALLEN: Sí, demasiado hermosa.
KUPÓ: Falon y Tedra estuvieron seis años de viaje de estudios en esta misma ciudad, así que no pudieron presenciar el cambio radical de Azalea, kupó. Y cuando regresaron y vieron a la nueva princesa de Krystán, no quisieron aceptarlo, kupó.
CHALLEN: ¿Aceptar qué?
KUPÓ: Aceptar que Azalea se había convertido en una de las chicas más hermosas de la ciudad en tan solo seis años, kupó.
CHALLEN: ¿Tan difícil es aceptar un cambio para mejor?
KUPÓ: Para ellos, sí, kupó.
CHALLEN: Lo veo absurdo.
KUPÓ: Es absurdo. Pero Falon y Tedra siempre la odiaron, kupó. Y al verla después tan cambiada, la odiaron aun más, kupó.
CHALLEN: ¿Por qué? No lo entiendo.
KUPÓ: Tedra la odió por verse superada en belleza. Y Falon simplemente la odió por desearla en su cama sabiendo que fue aquella niña fea que tanto había detestado, kupó.
CHALLEN: Vaya. Qué personas tan frías e ignorantes.

Sin dejar de mirar a la dormida princesa, comenzó a acariciarle el cabello.
Mog se acercó también para admirar el rostro sereno de la chica.

MOG: Cuando Azalea se enteró de que Falon y Tedra regresaban de su largo viaje, cogió tanto miedo que llegó a enfermarse.
KUPÓ: Así es. Apenas comía y no quería salir de su habitación, kupó. Le subía la fiebre y tenía muchas pesadillas, kupó.
CHALLEN: Me imagino…
MOG: Pero poco a poco fue superando sus miedos y pudo enfrentarse a su pasado.
CHALLEN: ¿Y cómo consiguió superarlo?
MOG: A través de una venganza.
CHALLEN: ¿Qué?
MOG: Azalea usó su belleza para enamorar a Falon, y así poder vengarse de él.
CHALLEN: ¿Cómo es posible que Falon haya pasado del odio al amor?
MOG: Hay…un secreto en esta venganza…

Mog y Kupó se miraron unos segundos y decidieron confiar en Challen, ya que ahora era el fiel protector de la princesa y había demostrado ser una muy buena persona.

KUPÓ: Falon y Tedra creen que Azalea no es la verdadera princesa de Ciudad Krystán, kupó. Sino una chica adoptada.
CHALLEN: Pero…
KUPÓ: Y Azalea ha decidido seguirles el juego para poder vengarse mejor, kupó.
CHALLEN: Ya veo.

Volvió a mirarla, siguiendo con las caricias en su suave cabello.
Jamás imaginó que una niña siendo princesa hubiera sufrido tanto teniéndolo todo. Y que por causa de ello, ahora era una chica hermosa pero llena de rencor, con planes de venganza.
Al verla ya tranquila, decidió regresar a su habitación para seguir durmiendo. Pero le costó bastante conciliar el sueño, ya que no dejaba de pensar en todo lo que habían explicado Kupó y Mog sobre Azalea.
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A la mañana siguiente, Azalea amaneció con fiebre, así que no se presentó a la sala de estudios.
Challen le trajo una medicina y la ayudó a tomársela.
Kupó y Mog se sentaron a su lado.

MOG: Es mejor que te visite el doctor, Azalea.
AZALEA: No es nada. No os preocupéis.
MOG: Pero siempre es preferible que el médico te revise.
AZALEA: Me dirá que esta fiebre es provocada por las pesadillas y la agitación. No es nada nuevo.
CHALLEN: Alteza, ¿queréis que avise a los profesores de que estáis indispuesta?
AZALEA: Sí, Challen. Gracias.

En cuanto el caballero se fue, las dos mascotas la miraron con un poco de seriedad.

KUPÓ: Azalea, pasó algo en la madrugada, kupó.
AZALEA: ¿Algo como qué?
KUPÓ: Challen vino a tu habitación al oírte gritar en sueños. Y entonces empezó a hacer preguntas sobre el origen de tus pesadillas, kupó. Le hemos contado todo sobre tu infancia con Falon y Tedra, kupó.
MOG: Incluido todo sobre lo de tu plan de venganza y lo de ser adoptada.
AZALEA: ¿Le habéis dicho que me hago llamar Zannaleah, como su prometida?
MOG: No, eso no.
AZALEA: ¿Y cómo se lo ha tomado?
MOG: No dijo nada. Solo te miraba con una mezcla de tristeza y ternura.
KUPÓ: Espero que no estés enfadada por habérselo contado, kupó.
AZALEA: Claro que no. Challen es mi caballero personal y debe saberlo todo de mí.
MOG: Almenos tendrás a alguien que sabe tu secreto y que podrá apoyarte en todo.
AZALEA: Sí, eso sí.

Cerró los ojos y suspiró.
La fiebre todavía no bajaba, y en momentos así, extrañaba tanto a su madre…
Solo ella sabía cuidarla como le gustaba.
Alguien tocó a la puerta.

AZALEA: Adelante.

Creyendo que era Challen, Azalea siguió con los ojos cerrados, intentando dormir.
Pero al oír esa voz, los abrió y sintió la furia crecer en su interior al ver a Cerith ahí.

AZALEA: ¿Qué haces aquí?
CERITH: El profesor me pidió que te trajera los apuntes de hoy.
AZALEA: ¿Y por qué tú?
CERITH: Dijo que soy más cercana a ti en cuanto a clase social de todos nuestros compañeros.
AZALEA: Lo dudo. Jamás me llegarás a la suela de los zapatos ni en clase social ni como mujer.

Cerith sintió tanto dolor ante esas palabras que dejó el cuaderno sobre el tocador y se giró hacia la puerta para irse antes de romper a llorar.

AZALEA: Espera.
CERITH: ¿Sí?
AZALEA: Te aconsejo que dejes de ilusionarte con Falon. Tú, yo y todos sabemos que me ama a mí. Si está por ti es porque perdió la memoria, pero en cuanto la recupere, regresará a mi lado. No tienes nada que hacer.

Cálidas lágrimas rodaron por las mejillas de Cerith al saber que todo eso era verdad.
Se sintió estúpida al haber creído por un momento que Falon sería al fin suyo.
De nuevo, Azalea se había encargado de romperle los sueños y devolverla a la cruda realidad.

CERITH: Lo…tendré en cuenta.

Dicho eso, se fue, dejando a la princesa satisfecha.
En cuanto se recuperase de la fiebre, volvería a la conquista de su príncipe.
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Pronto se organizó una gran fiesta en el reino de Aion, ya que desde que murió el traidor Cian, nada grave volvió a ocurrir.
El portal del Oráculo había desaparecido y ya no había sombras voladoras ni horribles esbirros.
Al parecer, todo había acabado bien.
Lo único negativo en todo aquello era que jamás regresaron las personas desaparecidas, y sus familias estaban de luto.
Azalea se puso lo más hermosa posible, ya que ese día, Challen le había dado la buena noticia de que no había sido violada por el emperador Yimbo, pues Frey lo había impedido a tiempo.
Se dirigió hacia el salón de baile junto a su caballero personal.
Al llegar, tan solo vio a todos los estudiantes, incluidos Falon, Shaner, Dalden y Tedra.
Al parecer, el rey no quería a más invitados.
Una pequeña orquesta alegraba el ambiente con sus melodías.
Y los sirvientes traían bandejas llenas de comida y bebida que eran depositadas en la larga mesa rectangular.
Por la terraza llegaron Kupó y Mog y volaron hasta Azalea y Challen.

KUPÓ: ¡Qué bien huele todo esto, kupó!
MOG: No te olvides de guardarnos algo, Azalea.
AZALEA: No os preocupéis. Tendréis de todo un poco.

La princesa vio que Tedra se le acercaba con expresión asesina en el rostro.

TEDRA: Te exijo que te alejes de Falon y de Cerith. Déjalos ser felices.
AZALEA: ¿De qué felicidad hablas, Tedra? Falon me ama a mí. Y todos lo saben.
TEDRA: ¿No te has dado cuenta de que ahora Falon está interesado en Cerith?
AZALEA: Tú lo has dicho: “ahora”. Cuando recupere la memoria, volverá a mí.
TEDRA: ¿Qué tal y nunca la recupera?

El corazón de Azalea se aceleró bruscamente.
No había pensado en eso.
Tedra tenía en parte razón.
Si Falon no recuperaba sus recuerdos, se quedaría para siempre con Cerith.
¿Y qué pasaría con la venganza? ¿Y con todo lo que sentía Falon por ella? ¿Y con lo que Azalea sentía?
Parpadeó, sorprendida.
Lo que sentía ella…
Se imaginó a Falon y a Cerith besándose, riendo, disfrutando, amándose…
¡No, no, no! ¡Falon era solamente suyo!
Tedra sonrió al verla sufrir en silencio.

TEDRA: Mientras mi hermano no recuerde nada, te aconsejo que te alejes de él. Ahora quiere a Cerith.

Dicho eso, se alejó, dejando a Azalea temblorosa y pensativa.
Kupó y Mog la miraron con preocupación. Y Challen se atrevió a tocarle el hombro.

CHALLEN: Alteza…
AZALEA: Estoy bien. Disfrutemos de la fiesta.

Pronto, Azalea captó la atención de todos los chicos, incluidos del rey y de Dalden.
Pero a Falon no lo veía por ningún lado del salón. Tampoco a Cerith.
¿Estarían juntos y solos en alguna de las estancias del castillo?
Por Dios, no. No debía seguir pensando en eso.
Vio que esta vez se acercaba Dalden, y sin saludarla, la sacó a bailar sin permiso, sorprendiéndola así un poco.

AZALEA: ¿Dónde están tus habituales modales de caballero?
DALDEN: Dime, princesa, si he conseguido algo siendo caballeroso.
AZALEA: ¿Por qué dices eso?
DALDEN: Te he respetado siempre, Azalea. Incluso me he echado a un lado cuando anunciaste tu compromiso con Falon. Ni siquiera te diste cuenta, ¿verdad?
AZALEA: …

DALDEN: No importa. Falon perdió la memoria y nadie sabe si la recuperará. Mientras tanto, te voy a conquistar.
La chica se puso roja y volvió a pensar en aquello sobre lo de fijarse en otros chicos.
Dalden la apretó más contra su fuerte pecho, provocando la incomodidad en ella, la cual se dio cuenta de que este chico era igual de alto y fuerte que Falon.
¿Entonces por qué no podía sentir lo mismo?

DALDEN: Te deseo, Azalea. Desde el día en que floreciste como adolescente.
AZALEA: Dalden, yo…
DALDEN: Sé que no sientes lo mismo por mí, pero una vez dijiste que luchara por ti, y eso haré ahora que tengo el camino libre.

La música terminó y Dalden le besó la mano para luego alejarse, dejándola sola en medio del salón.
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TO BE CONTINUED...

por **~Shia~** Jue Ago 23, 2012 4:58 pm

Que bueno que ese viejo no llego a mas.Dalden aprovechado y que lindo Challen se preocupa mucho por Azalea ♥.♥

Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)