La Serpiente de la Reina

Konichiwa! Ala... pasó casi un mes desde la última publicación de este Fic, gomen, estoy algo delicada de salud así que casi siempre estoy durmiendo (aunque tuve un sueño bellísimo con Sasuke! *w*). Y tampoco podía continuar sin que tuviera algo escrito del capítulo siguiente al que publicaré ahora, al menos para asegurarme. En fin, aquí se los dejo, ojalá les guste!

PD: Este capítulo contiene algo de yaoi, mientras leen verán a qué me refiero.

*CAP IV: Invitados
*CAP V: El baile (aquí)
*CAP VI: El príncipe de Francia
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La Serpiente de la Reina

CAPÍTULO V: El baile

Llegó la noche, el cielo oscuro pero estrellado y con la media luna iluminando a Londres, un gran número de carruajes llendo en una misma dirección, con parejas vistiendo tan elegante; obviamente, se dirigían al baile de la mansión Trancy. Ya adentro de ésta, todos platicaban y reían al mismo tiempo que bebían copas de vino, otros admiraban las bellas y bien hechas esculturas, los grandes y coloridos cuadros en las paredes, una dorada y enorme fuente de agua pura y cristalina en el centro de dos mesas con banquetes pegados a los ventanales.

Claude presentaba a cada persona recién llegada a los demás invitados y éstos seguidamente le aplaudían como saludo de bienvenida.

En el jardín delantero de la mansión Trancy otro carruaje se detuvo en frente, saliendo de éste un joven alto y delgado, vestido completamente de negro, guantes blancos como la luz de luna y usando un par de anteojos que no le quitaban el atractivo de su persona; ya pisando el césped, toma la mano de su acompañante quien iba en el mismo carruaje ayudándola a bajar, se trataba de una bella damisela de vestido rosa, capas blancas y un par de líneas negras, guantes largos de un gris oscuro, dos largas coletas gris azuladas y un sombrero color pastel que usaba de costado para que con las rosas que tenía de decoración le siguieran ocultando su ojo derecho.

Ciel: ¡No puedo creer que de nuevo tenga que vestirme así! -comentó avergonzado-
Sebas: Pero es muy necesario para realizar su objetivo, Boc-… señorita.
Ciel: -vista fija en la mansión- Llegó la hora.

Ya adentro de la fiesta…

Alois: -entrando al salón- *Woooow… ¡Claude sí que es sorprendente!* -observa todo a su alrededor- *Sólo le dije que cuidara de olvidarse de algo, pero se lo tomó bastante en serio. ¡Todo está perfecto!, ¡hasta el más mínimo detalle!* -sonríe de felicidad, admirando con un brillo en sus ojos cómo quedó el ambiente, luego de dicha acción hace sonar su garganta y se presenta ante la gente- Todo el mundo, perdonen mi tardanza, espero que hayan disfrutado de la hospitalidad en mi ausencia. Encantado de conocerlos, soy Alois Trancy.
Hombre: Oh ese es...
Mujer: ¡Qué joven tan angelical!

A lo lejos…

Ciel: *Ese idiota...* -pensó con desagrado y apretando su puño-
Sebas: Señorita, si desea manifestar su enojo discretamente le recomendaría… -es interrumpido por un grupo de chicas que se les acercaron a mucha velocidad-
Chica 1: ¡Hola!
Chica 2: Queríamos preguntarte en dónde conseguiste tu vestido.
Chica 3: ¡Es muy kawai!
Ciel: -se encontraba rodeado de las 3 damiselas- Errr no lo sé.
Chica 2: ¿Cómo que no lo sabes? Eso no puede ser. -dijo plantando ambas manos en su cintura-
Ciel: Es que…
Sebas: La señorita me mandó a hacerlo en la costurera central de Londres. -continuó por él, las 3 chicas miran a Sebastian y se sonrojan-
Chica 1: ¡Qué guapo! Desearía que mi mayordomo fuera como el tuyo.
Ciel: De hecho es mi tutor pero…
Chica 3: -toma a Ciel del brazo y le susurra- Oye, ¿me dejarías tener una cita con él?
Ciel: ¡¿Qué?!
Claude: Su atención por favor. -todos los invitados dejan de conversar cuestionándose lo que les iba a decir- Presentándose aquí por primera vez: Edward Henderson, el príncipe de Francia.

Spoiler:

Ciel: *¿Un… príncipe?*
Claude: Y su mayordomo: Ethan Grayson.

Spoiler:

Todos aplaudieron.

Chica 1: El… el príncipe es tan…
Chica 2: ¡Kawai!
Chica 3: ¡Y adorable!
Chica 2: ¡Como un gatito!
Chica 1: Pero su mayordomo está mucho mejor.
Chica 3: Me pregunto si querrá ser mi novio.
Chica 1: ¡Ni lo sueñes, será mío!
Ciel: Sólo es un sirviente.
Chica 1: Pero aún así, ¡es atractivo!

Alois se acercó a Edward y a Ethan.

Alois: Un príncipe extranjero que viene a una fiesta en la mansión de un desconocido, eso es algo que no se ve todos los días. -sonrió- Es un gran honor conocerlo, mi nombre es Alois Trancy, conde. -le estrecha la mano-
Edward: *Sé bastante bien quién y qué clase de persona eres… traidor.* Edward Henderson, decimoquinto príncipe francés y tercero en la línea de sucesión al trono.
Alois: Jamás me esperaba su visita, ¿qué lo trae aquí?
Edward: Solo el simple hecho de querer pasar el rato y olvidarme del estrés del trabajo, hubiera ido a una fiesta de mi país pero eso me aburría, oí que las que organizan los nobles de Inglaterra eran mejores y quise venir a comprobarlo. Hasta ahora, tiene algo de verdad.
Alois: Pues entonces le demostraré que lo que dicen es complatemente cierto, le aseguro que se divertirá.
Edward: Espero que sea así. -sonríe y se retira junto con su mayordomo-

Mientras ambos chicos avanzan al salón con elegancia los invitados aplaudieron nuevamente. Ethan y Edward pasan al lado de las damas y por educación el primero las saluda mientras que el último estaba distraído.

Edward: -no quitaba sus ojos de Ciel-
Ciel: -siente su mirada- ¿…?
Ethan: Buenas noches, señoritas. -se inclina, ve que su amo no hacía lo mismo así que le codea-
Edward: ¿Ah?
Ethan: *Muestre sus modales.* -le dijo telepáticamente, esta característica solo la obtienen los demonios del mismo rango que él-
Edward: Mgg… buenas noches. -se inclina y se iba a retirar junto con su mayordomo pero…-
Chica 1: ¡Kyaaaaaa el príncipe nos saludó! -las chicas los rodean-
Chica 2: ¡Anda, dí algo en francés!
Chica 3: ¡Por favor!
Edward: Eh... un peu de français (algo en francés)
Chicas: ¡KYAAAA! ¡QUÉ HERMOSO! -gritaron dejando casi sordo al príncipe quien de inmediato se cubrió los oídos-
Edward: -aprovechó su distracción- Daysh vámonos. -se van disimuladamente- Locas. -murmuró disgustado-
Chica 3: ¡Ayyy para ser francés habla el inglés tan fluidamente! -se desmaya-
Chica 2: Es muy frío… ¡pero a la vez ardiente!
Edward: -volvió a ver a Ciel- *Esa chica… me recuerda tanto a… no… eso es imposible.* -retira su vista-
Ciel: *¿Qué… fue eso?* -se escucha el tintineo de una copa y luego algo de música-



Claude: Caballeros, el baile está por comenzar, favor de tomar a su pareja para el bals.

Cada hombre tomaba de la cintura a su dama y comenzaron a bailar, pero en algunos sitios de la mansión aún quedaban 2 personas sin pareja: Edward y Ciel.

Ethan: Este es el plan: sea indiferente con las personas pero lindo y tierno cuando quiera conseguir algo.
Edward: Claro, fue por eso que saludaste a esas chicas y me obligaste, ¿no?
Ethan: Estaban justo frente a nosotros, debíamos ser educados.
Edward: Te recuerdo que no soy un muchacho así que puedes ahorrarte las explicaciones; yo sólo quiero la espada.
Ethan: Tch. Siguiendo con el plan: para pasar al otro pasillo debemos colarnos entre la gente, pero para no causar sospechas debe de conseguir una pareja y avanzar bailando hasta llegar.
Edward: Oye, si no te fijaste no queda nadie.
Ethan: -voltea a su derecha y ve a una chica- Creo que acabo de encontrarle a alguien. -sonrió e hizo señas al príncipe para que mirase a la damisela del vestido rosa y azulada cabellera-
Edward: ¿Mmm? -ve a la misma dirección que él- *¿Ella?*

En otra parte de la fiesta…

Sebas: En aquel pasillo se ha de encontrar la habitación en donde se guarda la espada demoniaca.
Ciel: Genial, andando. -avanza unos pasos pero lo detienen de la muñeca- ¿Qué pasa?
Sebas: No podemos ir caminando.
Ciel: ¿Qué sugieres que haga entonces?
Sebas: Debe bailar para cruzar la habitación, no veo a ningún chico disponible así que su pareja de baile se-…
Edward: Seré yo. -interrumpió, ni Ciel ni Sebastian se dieron cuenta de su repentina llegada- Si usted… me concede esta pieza, mi lady -se inclina con un brazo hacia atrás y extendiéndole la mano para invitarla a bailar con una tierna sonrisa- *¡Esto es repugnante!*
Ciel: Yo…
Sebas: A la señorita de seguro le gustará bailar con usted, príncipe Henderson. -la empuja suavemente hacia él-
Ciel: -le susurra algo molesto- ¿Estás loco? ¿Cómo vas a-…?
Sebas: Buscaré un atajo, usted sólo baile con el joven.
Ciel: -pensativo-
Edward: ¿Y bien?
Ciel: -dirigiéndose a Sebastian- Lo haré, pero investiga al mayordomo del prícipe mientras buscas la espada. Y hazlo rápidamente, ¿entendido?
Sebas: Yes, my lord.
Ciel: -voltea hacia Edward- Acepto bailar con usted. -le da su mano aceptando la invitación y el príncipe la conduce a la pista de baile-
Edward: -sonríe siniestramente- *Conoces perfectamente el plan.*
Ethan: *Y es hora de ponerlo en acción.* -se va rápido-
Sebas: -espera una distancia adecuada y lo sigue-

Con Edward y Ciel

Edward: Entonces… *Rayos, no se me ocurre de qué hablar.*
Ciel: Príncipe Henderson.
Edward: Por favor, no es tan necesaria la formalidad, sólo llámeme Edward.
Ciel: Dígame… ¿realmente es un príncipe? -se le notaba en su rostro que no se creía en lo absoluto ese supuesto “cuento”-
Edward: Así es… lo soy… -respondió con una sonrisa torcida debido a lo nervioso que estaba-
Ciel: Y… si es francés, ¿cómo es que su nombre es inglés? -tono de sospecha-
Edward: ¡Ah! Eso… eso es porque umm… -rojo de los nervios- es… parte de la familia inglesa de la que desciende mi padre; mi madre era anteriormente una princesa francesa, se casó con él, y de ahí mi nombre. Pero, basta de mí, mejor hábleme de usted, hasta ahora no sé ni su nombre ni qué es.
Ciel: Oh… uh... yo soy una… marquesa.
Edward: Y cuál es su nombre?
Ciel: Etto... uhh… -no se esperaba que le preguntaran su nombre, de inmediato pensó en Sebastian y en el apellido que le puso para sacar una idea- M-Micaela Phantom-… *¡Idiota! ¡No des tu verdadero apellido!*
Edward: ¿Phantom?… *¿A qué me recuerda eso?… Phantom… Phantom…* -abrió sus ojos como platos- ¡Phantom! ¡Eres de la familia Phantomhive! -exclamó casi gritando lo que llamó la atención de muchas personas-
Ciel: ¡Shhhh! Le agradecería que no lo dijera en voz alta.
Edward: … No sabía que el conde tuviera una hermana.
Ciel: ¡No!, de hecho soy su prima.
Edward: ¿Su prima? Interesante…
Ciel: Sí claro… - en ese momento ve que está muy cerca al pasillo, así que idea algo para dejar a Edward- Príncipe, discúlpeme pero-…
Edward: Oh mis disculpas marquesa, pero tengo asuntos urgentes en los servicios higiénicos, espero no causarle molestias.
Ciel: No no, no se preocupe, vaya tranquilo.

Acababa la música del vals y todos aplauden por los músicos quienes tocaron muy hermoso.

Edward: -deja de bailar y suelta con delicadeza la cintura de Ciel para retroceder un paso y hacer una leve reverencia- Fue un placer haber compartido este baile con usted, marquesa Micaela, -deja de inclinarse- pero no se vaya a entristecer; para que no se sienta sola la dejaré bailando en manos de este joven. -toma al azar una mano y hace que agarre la de Ciel- Luego nos vemos, con su permiso. -se retira dirigiéndose hacia la puerta del baño de hombres (obviamente para no causar sospechas)-
Ciel: ¡Uhhhh pero yo…! -no sabía qué hacer, simplemente el príncipe lo había tomado por sorpresa-
¿?: ¡Ahhhhhh mi pequeño petirrojo! ¡Por fin volvistes a mí!
Ciel: ¡¿EH?! -se asustó, sólo hay una persona quien lo llama así, y esa persona no era de su agrado- ¿Vizconde Druitt? *¿Él también fue invitado?* -entonces recordó que la fiesta que se había organizado era pública- *Esto no puede estar pasando… ¿Por qué? ¿Por qué ahora?*
Druitt: ¿Me engañan mis ojos o en verdad eres tú? Debo de estar soñando… -se pellizca- ¡Au!… ¡No es un sueño! ¡De verdad eres tú!
Ciel: Jejej… viz-vizconde… ¿cómo ha estado? -dijo ocultando el nerviosismo y la incomodidad que sentía cada que se encontraba con él-

En eso otro vals se empezó a tocar.

Druitt: ¡Ven, bailemos juntos esta danza! -lo sujeta de la cintura arrastrándolo a la pista de baile-
Ciel: ¡No! ¡Espere yo debo-…! ¡W-wooaahhh!

En un pasillo oscuro con Ethan

Ethan: -abriendo cada puerta- Aquí no… esta no es… esta tampoco… ¡ni esta! -cerró la última con fuerza- ¡Aggg! -se quejó- ¿Dónde rayos está la…? -siente la presencia de alguien- Mhp, ¿Qué sucede? ¿Acaso te crees fantasma? ¡Sal de una vez!
¿?: -obedece y se para detrás-
Ethan: Parece que después de tantos milenios aún no aprendiste a esconderte bien, ¿verdad?… ¿Michaelis? -voltea quedando en frente-
Sebas: Y tú crees que con tan solo cambiando tu voz y tu físico al de un chico más joven que es mayordomo de un impostor que se hace pasar por príncipe nadie te reconocerá. ¿No es así? Esteban Knightley.
Ethan: Vaya, admito que eres inteligente. Está bien, me descubriste, pero eso no impedirá que cumpla lo que mi ama me ordenó, ahora, ¿te vas a quitar de mi camino? ¿o tengo que hacerlo yo?
Sebas: Me gustaría que lo intentaras, Knightley.
Esteban: Tú lo pediste, Michaelis. -corre hacia él con la intención de golpearlo al igual que Sebastian y empiezan a pelear-

Con Edward en el baño

Edward: Veamos… -camina a lo largo del baño- Esteban me dijo que en una pared había una entrada secreta, ¿pero cuál? -va viendo los lavavos y los caños, y uno decía- “Fuera de servicio”… hmmm, tal vez si lo abro… -posa su mano en él y lo gira despacio, entonces se voltea una pared- ¡Bingo! -se adentró a aquel alto lugar y vio las escaleras que parecían interminables- Es tan oscuro, ojalá tuviera una vela. -apoyó su codo en un ladrillo de la pared y éste se hundió, encendiéndose varias antorchas en las paredes- Qué conveniente. -sonrió y subió las viejas escaleras de madera, pero llegando a mitad del recorrido éstas empezaron a temblar- ¿Pero qué-…? -uno de los escalones que había pisado se destruyó junto con otros causando que el príncipe perdiera el equilibrio y cayera- ¡Wahh! -afortunadamente se sujetó a tiempo de otro escalón antes de caer al fondo, posó su otra mano en el mismo y se impulsaba para subir el resto de su cuerpo, lo logró, y volvió a mirar el fondo imaginando en lo que hubiese pasado si se hubiera caído- Fiujj, estuvo cerca. -se levanta y sigue subiendo las escaleras cuidadosamente-

Con Sebastian y Esteban

Sebastian se defendía con sus cuchillos de plata mientras que Esteban lo atacaba con los de platino, cortándole un poco la piel cerca de su boca. Sebastian no le dio mucha importancia, se limpió la sangre lamiéndola y volvió a atacar a Esteban cogiéndolo del cuello y golpeándole la cabeza contra la pared.

Sebas: ¡Dime qué tramas!
Esteban: Cómo te gustaría saberlo, ¿no? -le dio un rodillazo en el estómago liberándose y dándole dos puños en la cara haciéndolo caer- Mi ama quiere un objeto muy valioso de los Trancy y yo se lo conseguiré a como dé lugar.
Sebas: -se da cuenta que habla de la espada demoniaca- Estamos en la misma situación. Pero déjame decirte… -se levanta y lo ataca- que yo llegaré primero.
Esteban: -recibe los golpes retrocediendo- … Eso quisieras.

Ambos demonios vuelven a saltar más alto y se atacaban en el aire con una velocidad que parecían que fuesen sólo unos insectos peleando en el aire. Esteban trató de lanzar otro golpe hacia su cara pero de inmediato Sebastian se desvaneció y apareció detrás de él, sujetándolo de los hombros y luego con un movimiento de sus piernas lo empuja en la espalda con sus pies, haciéndolo caer fuertemente en el suelo de cemento, el impacto causó un hoyo y algunas grietas. Sebastian aterrizó de pie.

Sebas: ¿Eso es todo lo que tienes? Esperaba más de un demonio completo. -se le acerca- ¿Por qué no te transformas?
Esteban: -sentándose- No necesito volver a mi versión adulta para derrotarte Michaelis. Si pude hacer que Claude no se percatara de mi presencia cambiando de aura, no veo por qué no pueda vencerte.
Sebas: Porque Claude es un idiota, en cambio yo no lo soy.

Se vuelven a atacar con golpes y patadas pero todas las lograron detener y esquivar.

Esteban: -siente que la marca de su mano brilla debajo del guante- Lo siento, me gustaría seguir jugando, pero mi ama está llamándome. -lanza varios tenedores clavando el traje de Sebastian a la pared- Hasta luego. -da un salto alto y desaparece-
Sebas: Esto no me detendrá. -libera su brazo izquierdo y se va quitando cada tenedor-

De regreso con Ciel en la fiesta



Ciel: ¿Ah? -mientras bailaba ve al mayordomo de Edward yéndose a otra parte de forma muy sospechosa- ¿Pero a dónde se-…? ¡wahh!
Druitt: Ahh mi pequeño petirrojo, ¿alguna vez te he dicho lo mucho que te amo?
Ciel: -escalosfríos, se le ocurre una idea- ¿Tanto, como para dejarme ir?
Druitt: ¡Qué tontería! Jamás te alejaré de mi lado otra vez.
Ciel: No es ninguna tontería. ¿Acaso usted no escuchó la frase: “Si amas algo, déjalo ir.”?
Druitt: Claro que sí.
Ciel: … ¿Entonces?
Druitt: ¿Entonces qué?
Ciel: ¿Por qué no me deja ir?
Druitt: Porque no puedo hacerlo.
Ciel: ¡Pero si usted dijo que… -intenta no vomitar- me amaba!
Druitt: Así es, pero el refrán se refiere a “algo” y tú eres “alguien”.
Ciel: ¡Pero…!
Druitt: Mi petirrojo, ¿me parece, o está intentando escapar de mí?
Ciel: ¡…! N-n-n-no es eso… es sólo que… -ve como otras personas intercambiaban a sus parejas- es hora de cambiar de parejas, todos lo están haciendo… ¡es parte de este bals!
Druitt: … Está bien, pero no te dejaré con cualquiera, quiero asegurarme de que estés en buenas manos así que… -ve a un chico rubio por la espalda bailando con una dama que a él le pareció casi tan atractiva como “Micaela”- ¡Ohhh qué belleza de mujer! -se dirigen hacia ellos y le habla a la pareja del rubio- Disculpe, ¿me concedería esta pieza con su bella dama?
¿?: No hay problema, siempre y cuando me permita bailar con la suya. -dijo mientras se volteaba hacia él-
Ciel: ¡…! *¡ALOIS!* -quedó con los ojos abiertos como platos-
Druitt: De acuerdo, ¿qué mejor que dejarla con el que organizó la fiesta? -dicho esto Alois entregó la mano de la muchacha al vizconde y éste la de Ciel- Sólo cuídemela mucho.
Alois: Le garantizo que se sentirá a gusto conmigo. -sonrió cerrando los ojos-
Ciel: *Eso ni en tus sueños… maldito Trancy traidor…* -en eso, la voz del vizconde lo saca de sus pensamientos-
Druitt: Te veré luego, mi pequeño petirrojo. -susurró causando los escalosfríos que acostumbraba a tener Ciel con él, y se va con la otra dama-
Ciel: Wow, eso fue fácil. -susurró viéndolo irse-
Alois: ¿Disculpe, qué dijo?
Ciel: Nada. -volteó hacia él-
Alois: -lo toma de la cintura pegándose a su cuerpo- Venga, vamos a divertirnos. -dijo con un tono dulce al igual que su sonrisa, mientras que empezaron a bailar- Así que… ¿su nombre es Micaela?
Ciel: Sí.
Alois: Le va muy bien. -sonrió-
Ciel: *… como si no fuera suficiente tortura el haber estado con el vizconde, ahora también tengo que soportar a Alois… así no era el-¡…!* -sintió que su compañero le contraía hacia él-
Alois: -aspiró el aroma de su cuello- Usted… huele muy bien… ¿usa algún perfume?
Ciel: ¡Sólo es jabón! *¡Y aléjate de mí antes de que te mate!*
Alois: Es muy dulce… si usted fuera uno me lo comería.
Ciel: *¿De qué rayos habla este idiota?* Emm me parece que está diciendo incoherencias.
Alois: Nada de eso, es solo que… -se separó un poco pero aún quedó cerca a su rostro un poco sonrojado- a primera vista… creo que… me pareció muy hermosa.
Ciel: -esta vez sus escalosfríos fueron más fuertes- *¿Qué?*
Alois: Y lo digo sinceramente, cosa que no es muy usual en mí.
Ciel: ...
Alois: Lo que estoy tratando de decir es que… es muy bonita y… y…
Ciel: … -temía por lo que iba a decir-
Alois: ¡Me he enamorado de usted! -confesó finalmente un poco más rojo-
Ciel: -shock-
Alois: -no pasado ni un segundo intentó darle un beso, lo que causó que Ciel “de casualidad” fuertemente pisara su pie, haciendo que Alois se apartara rápido dando como resultado el roce de sus labios- ¡K-kyaaaaa! -se inclinó de inmediato a tomar su pie, el tacón del zapato de Ciel le había dejado una marca profunda-
Ciel: -se limpia los labios y en seguida ve al rubio encorvado- ¡Oh qué torpeza la mía! ¡Lo lamento mucho conde Alois! Le traeré ayuda, espere aquí. -escapa perdiéndose entre la multitud hasta que finalmente llegó al pasillo- ¡Al fin! Libre de él y del vizconde…
Alois: -quejándose del dolor-
Ciel: Ahora que lo pienso mejor… creo que sí hay alguien más insoportable que Druitt.

Se fue más al fondo y se reencuentra con su mayordomo notando la pequeña herida de su rostro.

Ciel: ¿Sebastian? Haz estado…
Sebas: Siguiendo sus órdenes al pie de la letra, señorita.
Ciel: *Iba a decir peleando.* ¿Qué descubriste sobre el mayordomo del príncipe Henderson?
Sebas: Vámonos, o ellos llegarán antes que nosotros.
Ciel: ¿Ellos? ¿De qué estás hablando? ¡Responde a mi primera pregunta!
Sebas: Se lo diré camino al cuarto de la espada.

Cuando llegaron a otro lugar de la mansión, Sebastian abrió una puerta que daba a un camino oscuro y profundo lleno de escaleras.

Sebas: Aquí es. Está al final del recorrido.
Ciel: Vamos. -entran-

Más tarde…

Sebas: Ahora sí le puedo dar mi informe.
Ciel: -escucha atentamente-
Sebas: Ni el príncipe ni su mayordomo son quienes dicen ser, repentinamente tuve un encuentro no muy agradable con el último.
Ciel: Eso lo noté.
Sebas: Para ir directamente al punto: Ethan Grayson es en realidad Esteban Knightley… un demonio completo.
Ciel: ¿Demonio completo?
Sebas: Así es. -asiente- Me refiero a que obtuvo el máximo poder para ser uno, el ser de ese rango le ha concedido el poder de la telepatía demoniaca para cazar a su presa.
Ciel: ¿Quieres decir que puede leer las mentes de los humanos para descubrir quién es el que es más infeliz y rencoroso?
Sebas: También sus mentes, pero exactamente puede leer sus almas, ver cómo ha sido su vida desde que nació hasta la actualidad, incluso sus sentimientos y emociones. No necesita formar un contrato con alguien para devorar su alma.
Ciel: Si es un demonio completo y puede hacer todo lo que me dijiste, ¿por qué es mayordomo entonces?
Sebas: Desconosco la razón. Pero de algo estoy seguro: ser mayordomo del príncipe Henderson es sólo un pasatiempo para él ya que si quiere formar un contrato no necesita tantas condiciones como las que yo tengo con el Joven Amo.
Ciel: Me imagino que aún no sabes nada sobre ese impostor francés.
Sebas: Nunca se me ordenó investigarlo, Bocchan, pero si usted lo desea, lo haré.
Ciel: No, déjalo así. Idearé algo para quitarle su máscara yo mismo.
Sebas: ¿Y podría saber en qué lo beneficiaría?
Ciel: Satisfacción personal. Sólo quiero descurbir qué clase de cobarde se esconde en un patético disfraz barato. Debió de haber cometido algo horrible como para que tenga que hacerse pasar por un príncipe extranjero. Sino, ¿por qué está aquí? ¿Por qué jamás se anunció su llegada a Inglaterra? ¿Cuál es el propósito de su estadía? Y eso es algo muy extraño. Si logramos capturarlo podremos rebelar su identidad y ver sus antecedentes penales, si las tuviera, sería la exterminación de una rata más. -sonrió-
Sebas: Ya veo. -un destello se hace notar en la oscuridad del lugar-
Ciel: ¿Qué es eso?
Sebas: ¡La espada! Casi llegamos, Bocchan.
Ciel: -corre hacia ella- *estamos cerca… ¡estamos cerca!* -sonríe-

Llegaron y se quedaron al frente de la espada, admirándola.

Ciel: ¡Al fin! -acerca su mano al mango-
Ciel/¿?: ¡Eres mía!

Posó su mano en ella, sin darse cuenta que alguien más la había agarrado al mismo tiempo. Ambos levantaron la vista.

Ciel/¿?: ¡¿Edward?!/¡¿Micaela?! -ven la espada y se regresan una mirada retadora- ¡Suéltala! -empiezan a forcejear tratando quitársela del otro-
Ciel: Yo llegué primero, ¡suéltala!
Edward: ¡Si no me la entregas te arrepentirás!
Ciel: Eres un príncipe, no puedes lastimar damiselas. -sonríe de lado-
Edward: -rechina los dientes y entonces recuerda-

FLASH BACK

Ethan: Sea indiferente con las personas pero lindo y tierno cuando quiera conseguir algo.

FIN DEL FLASH BACK

Edward: *Cierto.* -sonríe- Tiene razón, no puedo, así que se lo pediré. -pone cara de chico tierno- ¿Me darías la espada por favor?

Spoiler:

Edward: *¡Qué asco! Hacerle esta cara a una chica.*
Ciel: -se sorprende y sonroja poco a poco- *esa mirada… es tan… pero qué digo, ¡él es un chico! ¡No debería gustarme! ¡Contrólate Ciel!* ¡N-no lo haré!
Edward: *¿Eh? ¿Cómo es que no funcionó? ¡Esto jamás me falla!* -se enojó- Muy bien, -estira su otro brazo- ¡yo te lo advertí! -una serpiente sale velozmente de la manga del mismo e intenta morder a Ciel en la cara-
Ciel: ¡Kya! -se alejó justo antes de que su mayordomo lo salvara: puso su muñeca delante de su rostro para evitar que salga herido y los puntiagudos colmillos del reptil van encajando y secretando su veneno-
Edward: -aprovechó su distracción y le arrancó la espada de las manos para luego huír con ella-
Ciel: ¡Sebastian!
Sebas: No se preocupe Bocchan, el veneno no puede hacerme nada.
Ciel: ¡Eso no! ¡El príncipe! ¡No dejes que escape!
Sebas: Yes, my lord. -se quita la serpiente y se va-
Ciel: *Obtendré mi venganza, mataré a Alois y... recuperaré a Jade… ¡lo juro!*
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Hasta acá lo dejo. Me gustó mucho elegir la música, me encontré con tantas bellezas musicales y videos *w*.
Quieren saber qué pasará con Ciel y con el príncipe (que ya todas sospechamos de quién es en realidad)? No se pierdan el próximo capítulo de La Serpiente de la Reina: El príncipe de Francia.
Sayo!

que genial te quedo¡¡¡¡¡ y que buenisima idea lo del principe ^^ felicidades