La querida luz de la oscuridad (ONE SHOOT INDIVIDUAL PARA Sango Uchiha)

por **Ali Swift Gomez** Lun Ene 02, 2012 12:43 pm

Vale, siento con todo mi corazón la tardanza pero aquí está:

//Meses más tarde de que se fundase Konoha//
La aldea ya estaba lista peor aún quedaban algunas cosas por acabar, por ejemplo, algunos edificios y demás pero lo básico ya estaba hecho.
Una joven chica estaba acarrenado con unas diez vigas a la vez para la construcción de un segundo hospital, la chica se llamaba Sango y junto con Madara Uchiha había sido una de las elegidas como protectora del pueblo, y es que era una de las personas más fuertes de la villa y después de todo era Uchiha. Eso sí no se podía ver con Madara, no se aguantaban, no podían verse ya que eran rivales aunque fuesen compañeros y siempre acaban peleándose, siempre.
-Paso que voy -gritó Sango a unos niños que correteaban a su alrededor.
-Hombre, Sanguito -gritó Madara alcanzándola.
-No me llames así, subnormal -replicó enfadada.
-¿Solo diez vigas? -dijo divertido.
-¿Tú cuantas llevas? -preguntó sin mirarle porque sabía que si lo hacía le acabaría pegando.
-50 -exclamó como intentando restregarle las palabras.
-Vale, muy bien me alegro de ti.
-Pero verás yo no venía para discutir otra otra vez, no, sino para decirte algo totalmente distinto... -se paró de golpe.
-Peor venga vamos, no empieces a hablar y te pares de golpe, continúa, hombre.
-Ya ya, era para darle algo de misterio e intriga al asunto -Sango puso los ojos en blanco.- Pues que me gustas -soltó de golpe y a Sango casi se le caen las vigas.
-¿Qué?
-Que me gustas, que te quiero y eso.
-Ya, qué chiste más bueno -no se le ocurría algo mejor qué decir.
-Venga ya, qué es verdad... -Madara lanzó las vigas a la cubeta de la obra.- ¿Quieres ser mi novia?
-Madara, no estoy para bromas -Sango, a diferencia de Madara, depositó suavemente las vigas en la cubeta y les lanzó un kunai a los ninjas para avisarles de que ya había traído las vigas.
-No es ninguna broma, mira Sango sé que últimamente solo nos peleamos y eso pero de verdad que siento algo por ti, que me gustas y quiero parar de pelear o pelear pero siendo novios así que venga me darías una oportunidad.
-Mira Madara no me lo trago.
-Que sí, te lo juro por el clan Uchiha.
Vaya ese era el juramento más importante que un Uchiha podía hacer así que Sango seguí dudando peor no podía negar que ella también sentía algo por Madara, a parte de odio y además ya se sabe que del amor al odio hay solo un paso pues bueno en este caso era al revés, del odio al amor, había solo un paso.
-Vale, pero como sea mentira, te juro que te mato.
-Bien, ¿Vamos a comer.... Macarrones? -preguntó aunque le costaba porque los macarrones no eran su comida favorita que digamos.
-Vale -dijo encantada.
Maar y Sango empezaron a andar camino del puesto de macarrones, sí, había un puesto de macarrones aunque parezca absurdo, lo había. En el camino Madara hizo acopio de valor y le dio la mano a Sango quién muy sorprendida se la dio felizmente.
Madara y Sango comieron felizmente sus macarrones, bueno, Madara no tanto ya que no le gustaban peor por Sango lo hacía.
-Oye Sango, vamos al embarcadero.
-Vale, estás tú muy detallista hoy. -dijo desconfiada.
-Ya bueno es que te quiero .-Mada cogió a Sango en brazos y echó a correr hacia el embarcadero aunque la bajó un par de metros ante. -Elije barca -le dijo.
-Me gusta la verde, la 313, se ve linda -dijo mientras se iba montando y Madara se sentó frente a ella.
-Bien, vamos a ello -Madara agarró los remos e intentó remar, la verdad es que no tenía ni idea de cómo se hacía pero supuso que sería divertido ir a las barcas, en plan cita romántica.
Madara empezó a remar y la barca se movía sí, pero solo en círculos, no avanzaban simplemente daban vueltas en el mismo círculo.
-Yaaa... -Sango no sabía como decirle que era un inútil para esto, espera si lo sabía.- Eres un inútil.
-Já, pero que te crees, tú no podrías hacerlo mejor
-¿Cómo qué no? Trae aquí, verás como lo hago mucho mejor que tú
-Vale, vamos a ver -tendiéndole los dos remos y ella los agarra.
Y Sango empezó a remar y a remar y la verdad, lo hacía muy muy bien, iban rápido y en la dirección que ella quería,
-¿Y bien? -dijo Sango triunfante.
-Bah, tampoco lo haces tan bien.
-No qué va.
Madara cogió los remos y los tiró al agua y se tumbó encima de Sango.
-¿Qué haces subnormal' Lo de subnormal te lo digo desde el cariño ¿eh?
-Shhh, solo cállate ¿Quieres?
-Y si no quiero -le retó desafiante.
-Te callaré yo -Madara le agarró las muñecas y le besó en os labios
-Pues creo que voy a tener que hablar más a menudo para que me calles así...
-Shhh -y la vuele a besar.

//1 mes más tarde//
Sango y Madara han consolidado su relación y se aman con todo su ser aunque siempre se están peleando pero esos son sus caracteres así que no pueden evitarlo.
Actualmente Madara se encuentra en una misión y supuestamente volvería hoy.
-Disculpe, es usted ¿Sango Uchiha? -pregunta un ninja.
-Sí, soy yo, ¿Qué pasa? -Sango se encontraba dando una vuelta por el parque.
-Pues verá, usted es la novia de Madara Uchiha ¿verdad?
-Sí -afirmó Sango que se estaba empezando a preocupar.
-Pues estaba en una misión y bueno, ha resultado herido de gravedad y está ingresado en el hospital.
En ese momento a Sango se le paró el corazón y todo su mundo cayó en picado, no sabía cómo reaccionar, Madara, su Madara estaba muriéndose.
De repente despertó del shock, si se iba a ir de u lado por lo menos quería decirle cuánto lo amaba.
-Vale, en seguida voy a verle...-Sango hizo unos sellos y se teletransportó a la habitación del hospital de su amado.
Madara estaba postrado en una cama conectado a quinientas mil máquinas y esa imagen le rompió el alma, en seguida se arrodilló frente a la cama y le empezó a besar en sus fríos labios.
-Por favor, cariño, no te vayas. Te quiero, cariño, no me puedes hacer esto, no, no puedes...
Sango rompió a llorar en silencio y las lágrimas caían sobre la cara de Madara, Sango intentó parar pero fue inútil, no podía retener el llanto.
En el instante en el que una lágrima de Sango tocó los labios de Madara, este abrió los ojos y acarició la mejilla de Sango que abrió los ojos y se lanzó sobre su amado.
-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero -repetía mientras lloraba y Madara reía. -No tiene gracia, creí que te perdía.
-Jamás, jamás, me apartaré de tu lado porque te quiero, Sangi.
- Y yo, subnormal y yo -y volvió a besarle una y otra y otra vez.