To love a Pure Blood Vampire (One shoot individual para liz-chan)

Vale espero que te guste porque mi imaginación está empezando a dar de sí por hoy :/


-Señorita Jenner... ¿Está bien? -me preguntó por enésima vez mi guardián.
-Sí, solo me he resbalado y me he caído no me he muerto, aunque bueno, eso es técnicamente imposible...-susurré más para mis adentros.
-Vanessa, ¿Me acompañas a clase? -me preguntó esta vez, Kaname.
-¡Claro! Por mí encantada – me puse al lado de él y empezamos a caminar.- Esto chicos, sé que tenéis que vigilarme y eso pero... ¿No podríais hacerlo sin que se os viese?
-Como usted mande, señorita -y se ocultaron tras la sombras.
-¿Cómo estás hoy? -me preguntó Kaname mirándome a los ojos.
-¡Ah! Bien bien, como siempre... ¿Y tú? -dije sonriendo, aunque como siempre, tristemente.
-Genial -sonriendo amablemente.
-VANESSA?! -gritó un chico corriendo hacia mí.
-Ah, Hola, esto sí... ¿Quién eres?
-Soy Alvin y bueno tú no me conoces pero me gustaría que me firmases un autógrafo.
-Pero...
-No, no te firmará anda, ahora lárgate -le dijo Kaname con una voz que cortaría el papel y el chico salió despavorido.
-¿Por qué haces eso? -pregunté realmente con curiosidad.- No te conozco desde hace mucho peor desde el primer día no permites que nadie se acerque a mí, solo quieres que esté contigo o algo.
-Sí bueno es eso porque claro, bueno, no sé, los pura sangre debemos mantenernos unidos supongo.
-Vale, pero no me lo creo.
Kaname solo se encogió de hombros.
-Bueno, cambiando de tema, dentro de dos horas habrá lluvia de estrellas fugaces... ¿Vendrás?
-Supongo -me encogí de hombros.
-Pues espero verte o tendré que ir a buscarte.
-Ya ya, -y entramos en clase
//2 horas más tarde//
La verdad es que no tenía ganas de bajar a ver las estrellas fugaces peor se lo prometí a Kaname, me levanté de la cama y abrí el armarito y saqué mi medicación, ya me estaba empezando a doler todo el cuerpo.
A pesar de ser un vampiro de pura sangre, sufría una extraña enfermedad que hacía que la llama de mi vida se apagase día a día, no es que me fuese a morir por naturaleza o por la enfermedad sino porque la enfermedad me debilitaba muchísimo y por eso llevaba a mis guardianes por si me intentaban atacar o algo porque yo sería perfectamente capaz de defenderme pero después de la batalla si había sido muy dura no sé que me podría pasar, nada bueno desde luego.
Suspiré resignada y abrí la pequeña cajita que contenía las pastilla y me disponía a tomarme una cuando alguien me golpeó por la espalda y caí inconsciente al suelo.

La primera cosa que vi al abrir los ojos fue una lámpara de estas que giran, por lo que se ve estaba tumbada así que intenté levantarme pero mi cuerpo no me respondía, entonces amplié mis sentidos y me di cuenta de que era porque algún veneno que no identificaba corría por mis secas venas, no sabía cual era pero tendría que ser muy fuerte como para inmovilizar a un vampiro de pura sangre.
Intenté usar mi poder interno liberarme del veneno pero no lo conseguí, seguramente por no haber tomado la medicación.
-Hola, señorita Jenner -esa voz me resultaba familiar.
-¿Quién eres? -pregunté temerosa.
-AH, ni siquiera sabes mi nombre, muy bonito, te lo diré de manera que te suene, soy uno de tus guardianes... Bueno verdaderamente no, osea, fingía serlo, en verdad soy un vampiro de pura sangre, como tú, y mi único objetivo es... Matarte -dijo poniéndose de manera que pudiese verle y entonces le reconocía, sí, efectivamente, era uno de mis guardianes y me estaba enseñando sus colmillos, bonitos por cierto.

//En otro lugar// //Narrando Kaname//
No había encontrado a Vanessa por ningún lado, y es muy extraño, la había llamado pro teléfono, había preguntado por ella y por sus guardianes y nadie los había visto.... Estaba realmente preocupado por ella, volví a entrar en su habitación y esta vez noté algo distinto. Vi una cajita con pastillas abierta en su mesita de noche, por la forma en la que estaba tirada parecía cómo si se le hubiese caído, agudicé mis sentidos y noté un olor distinto al de Vanessa, se mezclaba con él de ella, examiné el suelo, había marcas que perfectamente podrían ser las rodillas de Vanessa, entonces decidí seguir aquel olor, el olor salí por el balcón y continuaba a través del bosque. Empecé a correr temiéndome lo peor....

//En un lugar no muy alejado//
-Déjame -grité con todas mis fuerzas.
-Que te calles ya.
Aquel loco estaba poniendo por toda mi piel hielo frío para no se qué chalaura había dicho y mi cuerpo se estaba empezando a entumecer, este iba a ser mi final, casi seguro.
Entonces alguien entró por la ventana, bueno, no alguien, Kaname entró por la ventana.
-Vanessa -gritó y se dirigió hacia mí.
-Ve.. Vete -tartamudeé por el frío.
-¡Hombre otro pura sangre! Prepárate -gritó aquel diabólico individuo.

//3 horas más tarde//
-¿Estás bien? -me preguntó Kaname por enésima vez.
-Qué sí -mentira, sin mi medicación estaba debilitándome más y más.
-Mentira, toma anda -me tendió mi cajita de pastillas.
-¡Mi salvación! -exclamé mientras me tomaba dos a la vez.- ¿Cómo lo has sabido?
-El qué -preguntó.
Maldición, que no lo sabía.
-Pues verás, sufro una extraña enfermedad que hacía que me hace debilitarme día a día, no es que me fuese a morir por naturaleza o por la enfermedad sino porque la enfermedad me debilitaba muchísimo y por eso llevaba a mis guardianes.
-Vaya, no lo sabías pero... A partir de ahora yo estaré junto a ti que ya pueden venir cien miel vampiros de pura sangre que yo te protegeré -Kaname me abrazó y me dio un beso en el pelo.
-Kaname sé que te conozco desde hace poco pero quiero decirte que me gustas -dije totalmente cohibida por la situación y el significado de esas palabras
-¿De verdad?
-Sí...-suspiré, ahí iba mi rechazo.
-Pues qué bien porque yo también te quiero.
-¿De verdad?
.Sí
-Pues qué bien.
Y ante esa situación los dos reímos y miramos hacia el cielo dónde la estrellas fugaces sobrevolaban nuestras cabezas y nuestros labios se encontraron.

Me encato . Pobre de mi me morire joven