Ángel fallen cap 6

Hola amigos perdonen el retrazo, estube haciendo unas cosas y sin poder evitarlo me retrase :S bueno, pero vale la pena la espera, espero que les guste el capitulo 6! salu2!

Capitulo 6:
Mi suerte de mantenerme por más tiempo de esta forma con Ángela se rompió al entrar en la habitación Aini, aunque llego tarde, luego de todo lo que paso, al verlo me enfade con él y lo regañe sin pensarlo dos veces soltando palabras que nunca me imagine que mencionaría por alguien a quien apenas conociera o por algún individuo semejante, menos por un ángel.

-¿¡Qué rayos te pasa, por qué no viniste antes!?, ¡le pudo haber sucedido algo a Ángela!.-el me miro y sonrió ligeramente, en eso me respondió con algo que no me esperaba oír de sus labios.

-Tú mismo te encargaste de todo, así que no te quejes, pero Syrkei, tu propósito a cambiado, ¿o me equivoco?.- me miro apoyándose en la pared al mismo tiempo que se cruzaba de brazos dejando de demostrar esa sonrisa que me había mostrado con anterioridad, me detuve un momento a pensar la situación, ¿mis intensiones habían cambiado?, lo reflexione una y otra vez, pero llegue a la misma conclusión, el tenía razón, si habían cambiando, de una uh otra forma así era, quería llevarme lejos a Ángela de los demás sin importarme como ni cuando, pero sabía bien que tenía muchos obstáculos, tantos que me eran imposibles de enumerar, dirigí mi mirada a Aini una vez más pensando en que no podría contar con su apoyo.

-Te lo advierto Aini, digas lo que digas ahora, no cambiaras mi nueva meta, y más aun, si piensas atravesarte en mi camino, yo no lo pensare dos veces para hacer que te apartes de este mismo.-le dedique una mirada de seriedad, y él me dirigió una de indiferencia.

-No busco detenerte, pues es comprensible que ya has tomado tú otro camino, pero solo te lo voy a advertir, vas en contra de las normas de tu padre, y créeme, tendrás problemas, si quieres enfrentarlo, puedes dar por hecho que cuentas conmigo, pero eso sí, deberás de buscar aliados, los encontraras a medida que viajes, mañana te contare más detalladamente de la situación, así que por favor ve a descansar, tendrás un día muy agitado.-así lo dijo y nos llevo a nuestras recamaras, no confiaba plenamente en Aini hasta que me demostrara que realmente intentaba apoyarme en lo que planeaba hacer, si bien el tenia razón, no podría contra mi padre yo solo, debía encontrar aliados fuertes y Aini conocía a quienes yo necesitaba, a aquellos que me brindarían seguridad y albergarían mi confianza.

-Están cerca el uno del otro, si necesitan algo estaré en la habitación que da al final de este angosto pasillo, con su permiso.-se retiro de nuestra vista, Ángela apoyo su mano dudosamente contra la manecilla de la puerta de su cuarto, y me miro, no le di importancia, me despedí de ella con una mirada mientras pensaba que otra vez no podría pasar la noche velando junto a ella.

-Syrkei, ¿enserio está bien?, ¿qué traiciones a tu padre solo para protegerme?-musito casi como en un suspiro, me detuve al escucharla y me gire hacia ella, de alguna forma me hizo sonreír con respecto a las preguntas que me hacía.

-Ángela, no deberías de preocuparte por ello, yo soy el hijo del infierno, ¿o no lo sabes?, cree en mi fuerza.-hice un movimiento sutil acercándome hacia ella, la acorrale contra la puerta, vi como ella se ruborizaba y colocaba sus manos en su pecho al retroceder ante mi atrevimiento, me acerque lentamente hacia sus labios, vi como ella cerraba los ojos con fuerza como si esperara que nada ocurriera, de alguna manera, al ver esa reacción, me hizo pensarlo dos veces, esto es terrible pensé, ¡nunca había tenido que contenerme para poder llegar lejos con una mujer!, pero ella, no es una mujer cualquiera, ¡es un ángel!.
Me aleje de ella unos pocos instantes antes de besarla conteniendo también mi rabia así como mis deseos.

-Syrkei…-dijo entre cortado y pareció que recupero el aliento lentamente después de haber pasado por esa situación.

-Estoy bien, me voy a descansar, has tu lo mismo.- me metí dentro de la habitación sin más, me arroje sobre la cama pensando y buscando otra vez respuestas a mis miles de dudas sobre ella, ¿por qué hacia esto?, ¡¿ por qué fui capaz de traicionar a mi padre solo por un estúpido ángel?!, y lo más importante de todo, ¿por qué me duele tanto el pecho?.
Desperté una vez más y otra vez solo, los rayos del sol me cayeron sobre mi rostro, que manera más molesta de despertarse, me levante sin queja alguna, dormí mal, me dolía el cuerpo, me toque la espalda notando que tenía algunas marcas, unos rasguños tan grandes como si me hubiera atacado una especie de tigre de véngala, con eso ya estaba dicho que mi padre ya se había enterado de todo.
Me salí de mi recamara, y fui a ver a Aini que estaba en su sala con Ángela, la habitación estaba muy decorada y lujosa, no tenia mal gusto, creo que me levante bastante temprano, ya que en la ventana se podía reflejar el amanecer en este mismo.

-Llegas a tiempo Syrkei, voy a platicar sobre a donde tienes que ir esta vez para buscar a uno de tus aliados más poderos, mientras viajas, te encontraras con tres de ellos, uno será elección tuya, los demás serán asignados por la obra del destino, primero deberás de ir a ecuador, toma el barco que estará zarpando en una hora.

-¡¿En una hora?!, entonces hay que ir rápido, ¡apresúrate Ángela!, y eres un tonto Aini, tenias que despertarnos más temprano.- Nos dirigimos al destino que nos había encomendado Aini, llegamos al puerto a duras penas, afortunadamente Aini le había dado los pasajes a Ángela, ella los entrego a mi cuidado, me dirigí hacia un hombre de cabellera dorada, me resultaba familiar, pero no quise darle mucha importancia, le entregué a este mismo los boletos mientras escuche un susurro proveniente de este mismo sujeto.

-Las olas teñidas de carmesí, y entre ellas las tumbas de los que te esperan esperanzados…-abrí los ojos sorprendido por sus extrañas palabras luego de entregarle los boletos, me hizo sospechar, entonces le pregunte.

-Usted me parece conocido, ¿a caso no nos hemos visto antes?.- es obvio que posiblemente no me respondería con la verdad plena, pero quería escuchar sus palabras.

-Disculpe señor, pero yo no lo he visto nunca en mi vida, solo soy un simple boletero.- vi como guardo los boletos en su traje, su respuesta me hizo inquietar un poco, iba a hacerle más cuestiones, pero Ángela tuvo que interrumpirme.

-¡Syrkei, apresúrate, se nos va el barco!.-dijo ella mientras me esperaba a un lado de la entrada a este mismo, lo mire al boletero rápidamente, este me sonrió ocultando con su gorra sus ojos, evitándome ver por completo su apariencia, me desespero, pero me dirigí al llamado de Ángela que lo consideraba mucho más importante que esa incómoda situación.
Una vez en el barco nos dirigimos a una habitación para nosotros solos, ya extrañaba yo esta posición, Ángela se sentó cerca de la ventana mirando como caía la noche, yo me senté a un lado de la cama, de alguna manera, el ambiente estaba un poco tenso, y yo no podía dejar de pensar lo que quiso decir el boletero, y es más, ¿Quién podría ser realmente?, mire a Ángela luego de haberme parecido que pasaron unas cuantas horas de ello, cuando iba a dirigirle la palabra vi que se levanto, ella tenía puesta una minifalda de color rojo, y una blusa de color verde, las medias que utilizaba eran una de cada color, es decir, una carmesí y la otra esmeralda, se sentó junto a mí, parecía, sus ojos estaban cristalizados, no entendía que había pasado, entonces me tomo del brazo con extrema suavidad.

-Syrkei, ¿estás enojado conmigo, hice algo que te doliera o te molestara?, si es así discúlpame.- apretó un poco mi brazo con su mano, no sabría que explicar lo que sentí cuando la vi en ese estado, pero era tan cálido, no pude evitar que mis mejillas nuevamente se tornaran del color de las rosas cuando florecen, coloque una de mis manos sobre la de ella, entonces le respondí.

-No, no podría enojarme contigo, más por cómo me haces sentir, Ángela, yo.- ¿qué intentaba decir?, no lo comprendo, no entiendo estos sentimientos, estos que me hace sentir ella, ¡me estoy desesperando!. Acerque más mi rostro hacia ella mientras esta permanecía inmóvil tornándose del mismo color que mis mejillas pero mucho más intenso.
Pero otra vez me he visto privado de esto, de poseer su cariño, vi algo en la ventana, miles de ojos llenos de maldad brillando entre esa oscuridad que comenzaron a aparecer uno tras otro, de repente el vidrio de la ventana estallo, abrase a Ángela evitando que los vidrios pudieran lastimarla mientras escuchaba sus gritos de terror pude llegar a ver que una sombra entro por la ventana, de largo cabello verde, con unos ojos llenos de pura ira y sed de sangre, me levante de mi lugar para acercarme al ser.

-¿Qué es lo que vienes a hacer aquí?, ¡sal de esas sombras!.-dije mientras veía como este individuo se reincorporaba en una esquina de la habitación, poseía unos harapos de color café, giro su cabeza hacia mí y respondió aun cubierto por la temible oscuridad.

-Tengo ordenes que cumplir, ¡y he venido a matarte Syrkei!- me aparte de Ángela lo más rápido que pude al ver que el me atacaba sin dudarlo con sus garras, apenas roso mis ropas provocándome unas ligeras heridas en mi hombro derecho, me recupere a un costado de la habitación mientras observaba a este sujeto que estaba frente a mí, se me ocurrió una idea, y la plantee.

-Bien ya me lo imaginaba, pero ya que estas aquí para exterminarme, deberás saber que antes de morir, quiero decirte mi último deseo.

-¿Tu último deseo?.-pareció bajar la guarda ante mi extraña insinuación, aproveche el momento.

-Así es, solo deseo saber tu nombre.

-Me llamo Kamui.

-Eres muy amable.- emboce una sonrisa, parpadee y al volver a abrir mi pupila se veía como la de un gato abriendo los ojos en plena noche, aparecieron marcas de color negro semejantes a unas garras debajo de mis parpados inferiores, al verlo directamente logre inmovilizarlo, lo que notablemente a este sujeto lo alarmo demasiado.

-¡No puedo moverme!.- hacia numerables gestos tratando de liberarse de mi encantamiento, pero era inútil, , estaba bajo mi absoluto control.

-No has sido muy listo al darme tu nombre, ahora puedo controlarte, ¡desde aquí en adelante seré yo tu nuevo amo!.- un destello salió de mis ojos, al hacerlo, Kamui cayó al suelo de rodillas, parecía que el peligro había pasado pero no estaba del todo seguro, sin embargo, Ángela como siempre tan compasiva y inocente no dudo en ir a su auxilio, el muchacho parecía volver en sí, su color de ojos eran diferentes a los del principio, estos eran de color amarillo bastante claros y brillantes a demás de grandes y observadores, note un detalle interesante cuando vi que entre abrió la boca, eran colmillos, si, no eran un demonio común, un vampiro, muy conveniente, tal vez no demasiado poderoso como otros que he visto, pero me serviría como aliado, he decidido elegir a este individuo como el protector de Ángela así la protegerá cuando este yo en batalla.

-Syrkei, parece que el está bien.- dijo así ella soltando un pequeño suspiro de alivio, luego se dirigió a mí para atender la pequeña herida que me había hecho, uso los vendajes del botiquín de primero auxilios que encontró a un costado del armario del camarote, le fue sencillo curarme pero yo no pude evitar sonrojarme al ver que al terminar ella me sonrió de forma muy gentil.

-Mi señor, mi nuevo amo, ahora le serviré eternamente a usted, le estoy agradecido por haberme liberado de tan vil embrujo.-se arrodillo ante mí y yo con una pequeña señal con la mano le pedí que se levantara.

-No me lo agradezcas, desde ahora me pagaras siendo el protector de este ángel que esta junto a mí por el resto de tus días, ¿has entendido?, ahora tienes mi confianza sobre ti, no me defraudes.

Y así fue como comenzamos con nuestro primer aliado, dirigí una mirada hacia la ventana pudiendo observar que las sombras se habían disipado, ya había amanecido, nuestro nuevo compañero se coloco en un rincón comenzando a caer del sueño mientras se apartaba de la luz, cerramos ambos cualquier ventana que pudiera interrumpir su sueño, mas tarde buscamos ropas acogedoras para él, encontramos una camisa azul con una gema en medio del pecho mientras unos pequeños decorados como dobladillos salían debajo de esta misma, luego un pantalón bastante grande pero ajustado de cintura que evitaba que se le callera, era de color blanco, se lo colocamos a penas él se quedo dormido.
Llegamos por fin a la ciudad destinada, habíamos colocado a Kamui en un baúl de forma que evitara los rayos del sol, afortunadamente este tenía unas pequeñas ruedas incorporadas con las cuales eran más fáciles para su transporte.
Nos mezclamos entre la multitud, de un momento a otro, me separe de Ángela, quedándome con el baúl, mire a todas direcciones, pero no logre divisarla en ese momento, de la nada, sentí una presencia muy fuerte, una que me resultaba familiar, fue entonces cuando lo vi, pude ver a un muchacho casi de mi misma estatura, poseía una gargantilla parecida a la de Ángela, solamente que el listón era azul y su gema de color dorado, el muchacho de cabello castaño y ojos azules paso a mi lado, lo mire seriamente sin bajar ni un solo momento la guardia, fue ahí que el tiempo se detuvo comenzando todo a avanzar lentamente, en ese instante el soltó unas palabras.

-Te advierto demonio, te tengo bien vigilado…-prosiguió su camino y cuando volví a pestañar de nuevo el ya había desaparecido entre la gente.

-¡Syrkei!, creí que te había perdido, ¿Dónde te habías metido?.- mire a Ángela anonado, ella desapareció en el momento justo, no supe que decirle, al mismo tiempo sentí que alguien poso una mano sobre uno de mis hombros detrás de mí, solo por ella que me distrajo no llegue a notar su presencia.

OMG que buen capi ya quiero la conti