Ángel Fallen cap 9

perdonen la tardanza gente, tube que hacer algunas cosas, el proximo capitulo me va a tomar algo de tiempo hacerlo, pero lo are, nos vemos espero que tengan pasiencia TAM

Capitulo 9:
Al entrar a la habitación divise una cama que estaba ligeramente alumbrada con la luz del velador, es donde allí ella estaba, durmiendo tranquilamente, me acerque sin hacer el menor ruido a su cuna para observar con más detalle su rostro descansado, su imagen tan llena de inocencia volvió a atraparme entre sus redes y de forma instantánea me encime hacia ella acercándome a sus labios de manera segura, pero en ese mismo instante ella se levanto de golpe, y yo espantado retrocedí topándome con la pared y derribando un cuadro de esta misma junto con un florero el cual toco mi codo ambos cayeron al piso rompiéndose en pedazos.

-¿Pero qué haces aquí Syrkei?- estaba temblando por la impresión tan grande que me había hecho sobrellevar ella, entonces tome un respiro mientras me sentaba en la otra catre de la habitación para tranquilizarme.

-Lo siento, no podía dormir, la puerta estaba abierta y simplemente entre.- según parecía ella le tomo muy poca importancia a mi reacción y a las cosas que se habían roto por mi propio descuido, por lo menos eso me hacía más llevadera la situación y para beneficiarme aun más ella creyó por completo mi escusa.

-De modo que te sentías solo y viniste a verme.- me sonrió de algún modo con cierta alegría en su ser, lo que me hizo que me avergonzara un poco de ello.

-Sí, y ahora que lo pienso, ¿Qué tal si damos un paseo por el valle? –espere su respuesta impacientemente.

-Claro, pero antes, ¿Dónde está Alouqua? – inclino su cabeza extrañada al ver que su compañera no estaba en la cuarto.

-No lo sé, a lo mejor se fue a dar un paseo nocturno también por la falta de sueño.- me puse de pie y me acerque a donde se encontraba, estire mi mano y le dije de la forma más amable posible.

-¿Estas lista para salir, al valle ahora conmigo?

-Claro, ¡me encantaría!- tomo mi mano con extrema emoción levantándose de la cama con su camisón rosado un poco arrugado, entonces proseguí a abrir la ventana del dormitorio y me quite mi tiara que tenia puesta en la frente dejando que mis alas de oscuridad aparecieran una vez más frente a Ángela, salí por la ventana soltando por un momento su mano para luego pedírsela nuevamente, entonces aleteando mis alas me mantuve en el aire, le ofrecí mi palma nuevamente restableciendo el vinculo roto, eso hacía que en mi despertara un sentimiento parecido a la intranquilidad, pero no era tiempo para ir analizando mis estúpidos sentimientos como lo hacía siempre, entonces surcamos ese nocturno cielo nevado llegando por fin a un lugar apartado, a un valle lleno de pequeñas flores silvestres. Se bajo de mis brazos y casi a trote se fue a recorrer el hermoso paisaje mucho más alegre de lo normal.

-¡Este lugar es hermoso Syrkei!, me gusta mucho, gracias por traerme aquí.- sonrió de una manera en la cual no sabría describir, pero llego a tocar el fondo de mi corazón, el cual creía que era inexistente, coloque mi mano en el pecho clavándome casi las uñas en este mismo, y entonces no sé porque le pedí lo siguiente, solo sentía la necesidad de obtenerlo.

-Ángela, ¿me harías el favor de quitarte tu listón de tu cuello por un momento?.

-No hay problema Syrkei, ¿pero para qué? –inclino su cabeza a un costado con curiosidad contemplándome con aquellos ojos azulados.

-Solo quiero ver tu forma de ángel.- manifesté retomando aliento, pero ya mi ser estaba casi en la periferia.

-Está bien.- dijo ella entonces se quito su listón del cuello, haciendo manifestarse sus increíbles y hermosas alas blanquecinas, estas al moverse soltaban unas increíbles esporas doradas que hacían estremecer mi ser, su radiante figura entre las flores me dejaron boquiabierto por unos segundos.

-¡No aguanto más…!.- exprese entre dientes y me arroje sobre ella tomándola de las muñecas inmovilizándola por completo en el suelo mientras volaban los pétalos de varias flores en el aire debido al viento y a la repentina caída de nuestros cuerpos.

-¿¡Que haces Syrkei?, espe…!.- no la deje hablar ni un segundo más por unir mis labios a los suyos precipitadamente casi en desesperación, al tiempo llevaba a cabo unas caricias en su cuerpo a lo cual la hizo perder la estabilidad temblando un poco ante mí, sonreí de manera lasciva, no podía contenerme más, no lo resistía, tome con mis dientes el fino camisón de seda de ella y lo destroce como toda una fiera, ella algo atemorizada trato de escapar en un principio pero como yo era más hábil, no pudo lograrlo.
Poco a poco dejamos que el sabor de la pasión nos envolviera a ambos, no era mi primera vez, pero parecía que para ella sí lo era, pero, su melodiosa voz me enloquecía con cada bocal que salía de esta misma, la envolví entre mis brazos y no la solté por nada, y comencé a hacerla completamente mía en todo el sentido de la palabra, pasaron unas cuantas horas de inestable delirio, hasta que por fin todo llego a su conclusión.
Mi espalda estaba llena de rasguños pero no eran solo de las criaturas del inframundo, ahora también eran de parte de mi querida Ángela, sin poder creerlo, aun sobre ella la tome sosteniéndola contra mi pecho, después de estar en calma tuve todo en claro y pude comprender que había hecho algo terrible, tal vez imperdonable, entonces la abrace con todas mis fuerzas y le susurre con la voz completamente temblorosa aterrado por las palabras que seguirían después de las mías propias.

-Lo siento mucho Ángela, hice lo mejor que pude para contenerme pero no pude, lo siento, ¡Lo lamento tanto!- cerré mis ojos sollozando, ¿Qué son estas gotas que resbalan de mis ojos, pueden ser?, si, son lagrimas, es la primera vez que lloro, que estupidez me resulta el hacerlo, pero aun más estúpido me resulta este dolor que siento en el pecho por lo que le hice a este ángel, me pregunto, si algún día me perdonara por esto.

-No tienes de que preocuparte tanto, esto… es amor después de todo.- abrí mis ojos por sobresalto, realmente sorprendido por aquellas palabras, pero también por la ligera caricia tan agradable y cálida que se posaba sobre mi mejilla fue cuando mis ojos se dirigieron a ella.

-Entonces, Ángela… tu…-Ella se sonrojo y asintió con la cabeza ocultando su rostro contra mi pecho reacomodándose entre mis brazos.

-Yo también te amo Syrkei.

No me lo podía creer, me sentí tan feliz en ese preciso momento, lo único que quería era estar con ella, demostrarle una vez más mi amor y mucho más que eso, pero mí alegría se vio interrumpida de repente por una energía que se manifestó cerca de nosotros y que se aproximaba, le dije a Ángela que se alistara y que se quedara detrás de mí para protegerla de lo que sea que se avecinara, dado que destroce su ropa tomo mi camisa para cubrirse, yo quede sin camisa y en pantalones negros. Desde las sombras surgió una bella dama con coletas, cuyo cabello era ondulado y largo, tenía el mismo color de cabello que mi amada, al igual que su color de ojos con la gran diferencia que se notaba la adultez en ella, tenía un vestido verde muy largo y se paro frente a nosotros.

-No tienes que estar a la defensiva señor Syrkei, soy una aliada más, mi nombre es pandora.- yo sé perfectamente quien es ella, es la mujer que se encarga de atribuirle desgracia a todos los hombres.

-¿Por qué apareces a estas alturas?

-Vengo a advertirte que tus aliados están en problemas mientras tú disfrutas de todos los placeres que este ángel te da, tus aliados ahora mismo están luchando contra las legiones que tu padre a mandado, tal vez tus aliados son fuertes, pero no podrán vencer si no poseen tu ayuda.

-Maldición, entiendo, debemos marchar Ángela.-la tome en brazos y la lleve conmigo de regreso al hogar de Addu, desde las alturas pude observar las batallas de mis compañeros, aterrice entre ellos para unírmeles en la batalla.

-Kamui protege a Ángela

-¡Si amo Syrkei! –el tomo a Ángela separándola de mi lado llevándola a un lugar donde habrían menos demonios a los cuales enfrentar.

-¡¿Son muchos Syrkei que hacemos?! – apresurado se dirigió a mi Abigor, ya que a pesar de tener muchas legiones, estás no eran suficientes para contener al mismo infierno entero.

-Entonces no me queda más opción.- Libere una vez más mi poder, haciendo aparecer mi espada demoniaca, mis pupilas se alinearon haciendo que mi mirada fuera más escalofriante de lo usual, aparecieron nuevamente esas marcas debajo de mi pupilas y esta vez incluso mi ropa cambio, apareció una sudadera de mangas largas y grandes de color azulado con una gema brillante de un color escarlata cerca de mi cuello, mis pantalones se hicieron de las mismas características solo que del tono de las sombras.
Levante mi espada por sobre mi cabeza y solté una onda que terriblemente dejo un gran rastro sobre la tierra llevándose arboles, como seres infernales consigo dejando un nada y una gran nube de cenizas.

-Parece que esto no va a ser tan difícil.

-No todo es fácil, así que no subestimes mi propia fuerza.- esa voz, la reconocí al instante, no podía creerlo, de entre esa gran y espesa bruma una sombra se acercaba caminando entre los escombros, no lo pude divisar bien al principio pero cuando lo logre divisar, mi corazón se helo, al igual que mi sangre, y el tiempo se detuvo en ese preciso instante, fue como caer dentro de un infinito abismo sin fondo.

gomene por no postear antes, no lo vi
demo en verdad te quedo genial