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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
4 participantes
Página 1 de 1.
Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por SweeT PrincesS Dom Ago 05, 2012 7:42 am
"La Venganza De Azalea"
PARTE 13
Cuando Azalea y Cerith salieron de la sala de estudios, vieron a un grupo de soldados que corría hacia el otro lado del reino.
Challen, que había estado esperando a su princesa, se acercó a ella al verla salir.
AZALEA: ¿Qué ocurre?
CHALLEN: He oído que el rey viajará junto al príncipe Falon, al emperador Dalden y al capitán Shaner.
AZALEA: ¿Y a dónde van?
CHALLEN: No lo sé, Alteza. Pero todo el mundo parece nervioso.
Los tres corrieron hacia el jardín, dónde el rey, los soldados y Falon, Dalden y Shaner se dirigían hacia la nave que los esperaba en el descampado de hierba verde.
Tedra se acercó a Cerith, preocupada.
CERITH: ¿Qué está pasando, Tedra?
TEDRA: Se van hacia el Sud de Aion.
CERITH: ¿Por qué?
TEDRA: Al parecer, han surgido problemas por culpa del caballero Cian.
CERITH: ¿Y por qué Falon y Dalden deben ir con el rey?
TEDRA: No lo sé.
El ruido de la nave las acalló y al alzarse al cielo y alejarse, el aire las azotó con fuerza.
Azalea no pudo evitar sentirse aliviada al saber que Falon se había marchado.
De ese modo, ella podría pasear por la ciudad sin que él estuviera detrás suyo molestándola.
Tras la comida le tocaba regresar a la sala de estudios. Pero en cuanto finalizasen las dos horas de clase, se marcharía con Challen a la ciudad.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Azalea bostezó disimuladamente, sintiéndose un poco aburrida ante el relato de Ciudad Aion que la profesora contaba a sus 50 alumnos.
Había pasado una hora, y la princesa ya deseaba salir a recorrer las calles de la ciudad.
Desvió la mirada hacia el ventanal, admirando el paisaje que se presentaba desde esa impresionante altura.
Cómo le hubiera gustado ser la princesa real de Ciudad Aion…
CHICA: Eh, princesa.
Azalea miró hacia el lado derecho, dónde una bonita chica sonreía con diversión.
CHICA: Sé que el relato aburre, pero si le pones atención, te gustará.
AZALEA: Lo que está explicando la profesora sobre Aion puedo encontrarlo en los libros de la biblioteca.
CHICA: Cierto. Pero te aconsejo que intentes que la profesora no te pille despistada. Es una mujer muy severa.
AZALEA: Oh, gracias por el consejo.
CHICA: Me llamo Lilly. Un gusto conocerte, princesa Azalea.
Y volvió a sonreírle.
Azalea le devolvió la sonrisa y decidió seguir mirando a través del ventanal.
De pronto, se oyó un fuerte ruido y los cristales de las ventanas comenzaron a vibrar.
Los alumnos murmuraron y se miraron unos a otros, hasta que…
CHICO: ¡Mirad allí! (Señalando)
Todos miraron a través del ventanal y una inmensa nave se acercaba al reino.
¿Serían el rey y los demás?
No parecía la misma nave…
Pero lo que pasó después, causó grandes estragos.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Ya atardecía cuando el rey y los demás llegaron al reino Aion.
En cuanto salieron de la pequeña nave, se asustaron al ver una parte del reino destruida.
ZAEBARD: Por todos los dioses…
Y era la parte de la sala de estudios.
Salieron corriendo hacia el pasillo que llevaba a la sala, el cual estaba lleno de alumnos y soldados heridos.
ZAEBARD: ¿Qué demonios ha pasado? ¿Quién se ha atrevido a atacar mi reino?
SOLDADO: Majestad, todo ocurrió muy rápido. Llegó una nave y disparó sus misiles contra el castillo.
ZAEBARD: ¿Hay algún muerto?
SOLDADO: No lo sé, Majestad. Lo único que sabemos es que aún quedan alumnos bajo los escombros.
Al borde de un ataque de nervios, Falon buscó con la mirada a Cerith y a Azalea, pero había tanto humo y polvo en el aire que apenas distinguió a las personas del pasillo.
TEDRA: ¡Falon!
Su hermana llegó del otro lado y se lanzó a sus brazos.
Falon la abrazó con fuerza, aliviado al saberla sana y salva.
TEDRA: Oh, Falon… Es horrible…
FALON: ¿Dónde están Cerith y Azalea?
TEDRA: No lo sé. No me permiten pasar.
FALON: Espérame aquí.
El príncipe caminó lo poco que quedaba de pasillo y se acercó a un grupo de soldados que quitaban piedra tras piedra de la montaña que se había formado en la entrada de la sala de estudios. O de lo que una vez fue la sala. Ahora solo era un oscuro agujero, por el cual Falon no dudó en introducirse.
Todo estaba en ruinas, y apenas pudo moverse entre los escombros.
Al no ver a nadie, estuvo a punto de salir de ahí, pero unos ruidos lo detuvieron.
FALON: ¿Queda alguien ahí?
CHALLEN: ¡Ayuda!
Al reconocer la voz, Falon se adentró más profundamente en esa sala derrumbada.
Al llegar hasta donde provenían los ruidos, se le cayó el alma a los pies al ver a Challen sacando piedra tras piedra.
Dios mío…no…no podía ser posible…
De debajo de un montón de escombros, asomaba un delicado brazo.
FALON: Challen…
CHALLEN: ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda!
FALON: Challen, ¿es Azalea?
CHALLEN: ¡Que alguien me ayude, por favor!
Al verlo en estado de shock emocional, Falon se acercó a él, lo empujó y comenzó a retirar las piedras que quedaban con una energía impresionante.
Una energía creada por el miedo, la impotencia y la desesperación.
En cuanto retiró bastantes piedras, pudo ver el hermoso rostro de Azalea cubierto de polvo y suciedad.
Lo que sintió en ese momento lo dejó desarmado, aturdido y débil.
La había perdido.
-------------------------------------------------------------------------------------------------
En cuanto Falon despertó, lo primero que vio fue a Tedra, que lo miraba con angustia.
Se incorporó y reconoció la habitación del reino Aion.
Le dolía la cabeza y le picaban las manos, las cuales las miró y las vio sucias de tierra y polvo.
Polvo…oscuridad…piedras…escombros…un brazo inmóvil…
Los recuerdos de lo sucedido lo golpearon con fuerza.
Azalea seguía bajo los escombros.
¡Si no la sacaban, moriría aplastada!
TEDRA: Falon…
Sin prestarle atención a su hermana, el chico salió de la estancia y corrió hacia el lugar derrumbado, pero en el camino se topó con el rey y con el capitán Shaner.
FALON: ¿Dónde está Azalea?
ZAEBARD: En su habitación. Pero no…
Sin querer escucharlo, Falon corrió hacia la estancia de la princesa, entró y la vio dormida en la cama.
Se acercó y respiró con tanto alivio que tuvo ganas de llorar.
Ella había sobrevivido al derrumbe.
Le habían lavado su bella cara y mostraba una expresión serena.
Le acarició la mejilla con suavidad.
FALON: Zannaleah, despierta.
La chica no respondió, ni despertó ni se movió.
Tan solo respiraba muy lentamente.
La zarandeó un poco, pero no sirvió de nada.
Necesitaba mirar sus ojos, oír su voz, pelear con ella…
La puerta se abrió y entró Challen junto a Kupó y Mog.
CHALLEN: Príncipe Falon…
FALON: ¿Por qué no despierta?
CHALLEN: Ella…
Falon lo miró con tanta seriedad que Challen se sintió cohibido.
Mog y Kupó volaron hasta la cama y se sentaron al lado de la princesa.
FALON: ¿Por qué no despierta?
CHALLEN: El doctor dijo que…sufrió un golpe tan fuerte en la cabeza que…ha quedado en coma.
La sangre se congeló en las venas del príncipe.
A sus pulmones le costaban respirar.
Un horrible dolor en el pecho empezó a consumirlo lentamente.
La princesa en coma.
Dejó de mirarla para no ahogarse en la desesperación y se acercó peligrosamente a Challen.
FALON: ¿Qué más dijo el doctor?
CHALLEN: Que debíamos esperar a que la princesa despertase por sí sola.
FALON: ¿Conoces lo que ha ocurrido mientras el rey y yo hemos estado lejos de aquí?
CHALLEN: Solo que…algo hizo pedazos la parte trasera del castillo… No sé nada más, Alteza.
Falon respiró profundamente y salió de la estancia para ir en busca del joven rey.
Lo encontró en su propia habitación, asomado a la terraza, así que se acercó a él.
FALON: ¿Quién hizo esto?
ZAEBARD: Todavía no se sabe. Pero tengo mis sospechas.
FALON: ¿Cian?
ZAEBARD: Sí.
FALON: Iré a por él y lo mataré.
ZAEBARD: Falon, no ensucies tus manos.
FALON: Merece una muerte lenta y dolorosa. Mira cómo ha dejado a la princesa.
ZAEBARD: ¿Tan importante es ella para ti que estás dispuesto a mancharte las manos de sangre?
Esa pregunta lo pilló desprevenido.
A su mente acudieron imágenes de Azalea sonriendo, llorando, peleando.
Sus ojos, sus labios, su cabello, su cuerpo…
Sus besos, su sabor, su aroma, su suavidad…
Seguía deseándola, pero verla ahí, entre la vida y la muerte, despertaba en él otra clase de sentimiento.
Jamás había sentido tanto miedo de perder a alguien como lo estaba sintiendo en ese momento.
El rey lo miraba con un poco de asombro.
ZAEBARD: Estás enamorado.
El corazón de Falon dio un vuelco.
¿Enamorado? ¿Él, que jamás había creído en el amor?
No, eso no podía ser posible. El rey estaba equivocado.
Se pasó la mano por el rostro con agonía.
ZAEBARD: Cabe la posibilidad de que la princesa no despierte nunca más.
El príncipe se puso tenso, y Zaebard le apretó cariñosamente el hombro.
ZAEBARD: Así que no te reprimas. No le des la espalda al amor, amigo. Puedes creer que no estás enamorado. Te costará aceptarlo, pero tu corazón podrá más que tu mente, así que no pierdas el tiempo con dudas e indecisiones. Quédate con ella y ámala.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
A la hora de la comida, en la mesa estaban el rey junto a Falon, Dalden, Shaner, Challen, Tedra y Cerith.
Todos comían en silencio.
Y Falon apenas probó su comida.
No podía dejar de pensar en Zannaleah ni en las palabras del rey.
Reconocía que sentía algo muy fuerte por ella, pero desconocía si era amor o no.
Cuando se imaginaba que la princesa moría, sentía una horrible ansiedad que le estrujaba el corazón y le cortaba el aire.
Entonces miró a Cerith, que comía lentamente.
Ella tan solo había sufrido un dislocamiento de pierna, pero Falon no había pensado en Cerith. Solo había tenido mente para Zannaleah.
¿Era eso amor?
Confundido y nervioso, se levantó de la mesa, y ante las miradas de todos, se fue del comedor real para dirigirse a la habitación de su princesa, recordando las palabras de su amigo el rey: “Quédate junto a ella y ámala”.
--------------------------------------------------------------------------------------------
Pasaron tres días, en los cuales Falon no se separó de la princesa.
La miraba durante horas, la acariciaba, le hablaba…
Pero ella no daba señales de vida. Y él ya empezaba a impacientarse.
Se paseó por la estancia, intentando calmar su nerviosismo.
Pero algo le llamó la atención.
Sobre el tocador estaba el álbum de fotos de la chica.
Lo tomó en sus manos, lo abrió y comenzó a verlo.
Eran fotos del nacimiento de la verdadera princesa.
¿Por qué Zannaleah tenía estas fotos?
Se fijó en una en particular, donde aparecía Azalea con 12 años, tan flacucha y fea como la recordaba.
Era en la playa, y llevaba puesto un bikini.
Bajo su ombligo había una marca en forma de media luna.
Una marca de nacimiento. Y muy bonita.
Fue pasando página y las siguientes fotos eran de Zannaleah.
Era tan hermosa…
Cerró el álbum y se acercó de nuevo a la cama para mirar a su princesa y acariciarle la mejilla.
Una mejilla demasiado fría.
El tiempo se detuvo. El miedo lo invadió.
Zannaleah ya no respiraba.
Dios mío…no…
La tomó por los hombros y la zarandeó con brusquedad.
FALON: ¡Despierta! ¡No puedes dejarme! ¡Despierta, maldita sea!
Al oír los gritos, entraron Challen y Dalden, y al ver la violenta escena, lo cogieron por los brazos para apartarlo de la chica.
FALON: ¡Soltadme!
DALDEN: ¡¿Qué le estás haciendo, cretino?!
FALON: ¡No respira!
Falon empujó a Challen y dio un puño a Dalden.
Antes de que pudiera lastimar a alguien más, un grupo de soldados se encargó de sacarlo de la habitación.
Por suerte llegó el doctor y se quedó a solas con la princesa para intentar salvarla.
__________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
PARTE 13
Cuando Azalea y Cerith salieron de la sala de estudios, vieron a un grupo de soldados que corría hacia el otro lado del reino.
Challen, que había estado esperando a su princesa, se acercó a ella al verla salir.
AZALEA: ¿Qué ocurre?
CHALLEN: He oído que el rey viajará junto al príncipe Falon, al emperador Dalden y al capitán Shaner.
AZALEA: ¿Y a dónde van?
CHALLEN: No lo sé, Alteza. Pero todo el mundo parece nervioso.
Los tres corrieron hacia el jardín, dónde el rey, los soldados y Falon, Dalden y Shaner se dirigían hacia la nave que los esperaba en el descampado de hierba verde.
Tedra se acercó a Cerith, preocupada.
CERITH: ¿Qué está pasando, Tedra?
TEDRA: Se van hacia el Sud de Aion.
CERITH: ¿Por qué?
TEDRA: Al parecer, han surgido problemas por culpa del caballero Cian.
CERITH: ¿Y por qué Falon y Dalden deben ir con el rey?
TEDRA: No lo sé.
El ruido de la nave las acalló y al alzarse al cielo y alejarse, el aire las azotó con fuerza.
Azalea no pudo evitar sentirse aliviada al saber que Falon se había marchado.
De ese modo, ella podría pasear por la ciudad sin que él estuviera detrás suyo molestándola.
Tras la comida le tocaba regresar a la sala de estudios. Pero en cuanto finalizasen las dos horas de clase, se marcharía con Challen a la ciudad.
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Azalea bostezó disimuladamente, sintiéndose un poco aburrida ante el relato de Ciudad Aion que la profesora contaba a sus 50 alumnos.
Había pasado una hora, y la princesa ya deseaba salir a recorrer las calles de la ciudad.
Desvió la mirada hacia el ventanal, admirando el paisaje que se presentaba desde esa impresionante altura.
Cómo le hubiera gustado ser la princesa real de Ciudad Aion…
CHICA: Eh, princesa.
Azalea miró hacia el lado derecho, dónde una bonita chica sonreía con diversión.
CHICA: Sé que el relato aburre, pero si le pones atención, te gustará.
AZALEA: Lo que está explicando la profesora sobre Aion puedo encontrarlo en los libros de la biblioteca.
CHICA: Cierto. Pero te aconsejo que intentes que la profesora no te pille despistada. Es una mujer muy severa.
AZALEA: Oh, gracias por el consejo.
CHICA: Me llamo Lilly. Un gusto conocerte, princesa Azalea.
Y volvió a sonreírle.
Azalea le devolvió la sonrisa y decidió seguir mirando a través del ventanal.
De pronto, se oyó un fuerte ruido y los cristales de las ventanas comenzaron a vibrar.
Los alumnos murmuraron y se miraron unos a otros, hasta que…
CHICO: ¡Mirad allí! (Señalando)
Todos miraron a través del ventanal y una inmensa nave se acercaba al reino.
¿Serían el rey y los demás?
No parecía la misma nave…
Pero lo que pasó después, causó grandes estragos.
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Ya atardecía cuando el rey y los demás llegaron al reino Aion.
En cuanto salieron de la pequeña nave, se asustaron al ver una parte del reino destruida.
ZAEBARD: Por todos los dioses…
Y era la parte de la sala de estudios.
Salieron corriendo hacia el pasillo que llevaba a la sala, el cual estaba lleno de alumnos y soldados heridos.
ZAEBARD: ¿Qué demonios ha pasado? ¿Quién se ha atrevido a atacar mi reino?
SOLDADO: Majestad, todo ocurrió muy rápido. Llegó una nave y disparó sus misiles contra el castillo.
ZAEBARD: ¿Hay algún muerto?
SOLDADO: No lo sé, Majestad. Lo único que sabemos es que aún quedan alumnos bajo los escombros.
Al borde de un ataque de nervios, Falon buscó con la mirada a Cerith y a Azalea, pero había tanto humo y polvo en el aire que apenas distinguió a las personas del pasillo.
TEDRA: ¡Falon!
Su hermana llegó del otro lado y se lanzó a sus brazos.
Falon la abrazó con fuerza, aliviado al saberla sana y salva.
TEDRA: Oh, Falon… Es horrible…
FALON: ¿Dónde están Cerith y Azalea?
TEDRA: No lo sé. No me permiten pasar.
FALON: Espérame aquí.
El príncipe caminó lo poco que quedaba de pasillo y se acercó a un grupo de soldados que quitaban piedra tras piedra de la montaña que se había formado en la entrada de la sala de estudios. O de lo que una vez fue la sala. Ahora solo era un oscuro agujero, por el cual Falon no dudó en introducirse.
Todo estaba en ruinas, y apenas pudo moverse entre los escombros.
Al no ver a nadie, estuvo a punto de salir de ahí, pero unos ruidos lo detuvieron.
FALON: ¿Queda alguien ahí?
CHALLEN: ¡Ayuda!
Al reconocer la voz, Falon se adentró más profundamente en esa sala derrumbada.
Al llegar hasta donde provenían los ruidos, se le cayó el alma a los pies al ver a Challen sacando piedra tras piedra.
Dios mío…no…no podía ser posible…
De debajo de un montón de escombros, asomaba un delicado brazo.
FALON: Challen…
CHALLEN: ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda!
FALON: Challen, ¿es Azalea?
CHALLEN: ¡Que alguien me ayude, por favor!
Al verlo en estado de shock emocional, Falon se acercó a él, lo empujó y comenzó a retirar las piedras que quedaban con una energía impresionante.
Una energía creada por el miedo, la impotencia y la desesperación.
En cuanto retiró bastantes piedras, pudo ver el hermoso rostro de Azalea cubierto de polvo y suciedad.
Lo que sintió en ese momento lo dejó desarmado, aturdido y débil.
La había perdido.
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En cuanto Falon despertó, lo primero que vio fue a Tedra, que lo miraba con angustia.
Se incorporó y reconoció la habitación del reino Aion.
Le dolía la cabeza y le picaban las manos, las cuales las miró y las vio sucias de tierra y polvo.
Polvo…oscuridad…piedras…escombros…un brazo inmóvil…
Los recuerdos de lo sucedido lo golpearon con fuerza.
Azalea seguía bajo los escombros.
¡Si no la sacaban, moriría aplastada!
TEDRA: Falon…
Sin prestarle atención a su hermana, el chico salió de la estancia y corrió hacia el lugar derrumbado, pero en el camino se topó con el rey y con el capitán Shaner.
FALON: ¿Dónde está Azalea?
ZAEBARD: En su habitación. Pero no…
Sin querer escucharlo, Falon corrió hacia la estancia de la princesa, entró y la vio dormida en la cama.
Se acercó y respiró con tanto alivio que tuvo ganas de llorar.
Ella había sobrevivido al derrumbe.
Le habían lavado su bella cara y mostraba una expresión serena.
Le acarició la mejilla con suavidad.
FALON: Zannaleah, despierta.
La chica no respondió, ni despertó ni se movió.
Tan solo respiraba muy lentamente.
La zarandeó un poco, pero no sirvió de nada.
Necesitaba mirar sus ojos, oír su voz, pelear con ella…
La puerta se abrió y entró Challen junto a Kupó y Mog.
CHALLEN: Príncipe Falon…
FALON: ¿Por qué no despierta?
CHALLEN: Ella…
Falon lo miró con tanta seriedad que Challen se sintió cohibido.
Mog y Kupó volaron hasta la cama y se sentaron al lado de la princesa.
FALON: ¿Por qué no despierta?
CHALLEN: El doctor dijo que…sufrió un golpe tan fuerte en la cabeza que…ha quedado en coma.
La sangre se congeló en las venas del príncipe.
A sus pulmones le costaban respirar.
Un horrible dolor en el pecho empezó a consumirlo lentamente.
La princesa en coma.
Dejó de mirarla para no ahogarse en la desesperación y se acercó peligrosamente a Challen.
FALON: ¿Qué más dijo el doctor?
CHALLEN: Que debíamos esperar a que la princesa despertase por sí sola.
FALON: ¿Conoces lo que ha ocurrido mientras el rey y yo hemos estado lejos de aquí?
CHALLEN: Solo que…algo hizo pedazos la parte trasera del castillo… No sé nada más, Alteza.
Falon respiró profundamente y salió de la estancia para ir en busca del joven rey.
Lo encontró en su propia habitación, asomado a la terraza, así que se acercó a él.
FALON: ¿Quién hizo esto?
ZAEBARD: Todavía no se sabe. Pero tengo mis sospechas.
FALON: ¿Cian?
ZAEBARD: Sí.
FALON: Iré a por él y lo mataré.
ZAEBARD: Falon, no ensucies tus manos.
FALON: Merece una muerte lenta y dolorosa. Mira cómo ha dejado a la princesa.
ZAEBARD: ¿Tan importante es ella para ti que estás dispuesto a mancharte las manos de sangre?
Esa pregunta lo pilló desprevenido.
A su mente acudieron imágenes de Azalea sonriendo, llorando, peleando.
Sus ojos, sus labios, su cabello, su cuerpo…
Sus besos, su sabor, su aroma, su suavidad…
Seguía deseándola, pero verla ahí, entre la vida y la muerte, despertaba en él otra clase de sentimiento.
Jamás había sentido tanto miedo de perder a alguien como lo estaba sintiendo en ese momento.
El rey lo miraba con un poco de asombro.
ZAEBARD: Estás enamorado.
El corazón de Falon dio un vuelco.
¿Enamorado? ¿Él, que jamás había creído en el amor?
No, eso no podía ser posible. El rey estaba equivocado.
Se pasó la mano por el rostro con agonía.
ZAEBARD: Cabe la posibilidad de que la princesa no despierte nunca más.
El príncipe se puso tenso, y Zaebard le apretó cariñosamente el hombro.
ZAEBARD: Así que no te reprimas. No le des la espalda al amor, amigo. Puedes creer que no estás enamorado. Te costará aceptarlo, pero tu corazón podrá más que tu mente, así que no pierdas el tiempo con dudas e indecisiones. Quédate con ella y ámala.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
A la hora de la comida, en la mesa estaban el rey junto a Falon, Dalden, Shaner, Challen, Tedra y Cerith.
Todos comían en silencio.
Y Falon apenas probó su comida.
No podía dejar de pensar en Zannaleah ni en las palabras del rey.
Reconocía que sentía algo muy fuerte por ella, pero desconocía si era amor o no.
Cuando se imaginaba que la princesa moría, sentía una horrible ansiedad que le estrujaba el corazón y le cortaba el aire.
Entonces miró a Cerith, que comía lentamente.
Ella tan solo había sufrido un dislocamiento de pierna, pero Falon no había pensado en Cerith. Solo había tenido mente para Zannaleah.
¿Era eso amor?
Confundido y nervioso, se levantó de la mesa, y ante las miradas de todos, se fue del comedor real para dirigirse a la habitación de su princesa, recordando las palabras de su amigo el rey: “Quédate junto a ella y ámala”.
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Pasaron tres días, en los cuales Falon no se separó de la princesa.
La miraba durante horas, la acariciaba, le hablaba…
Pero ella no daba señales de vida. Y él ya empezaba a impacientarse.
Se paseó por la estancia, intentando calmar su nerviosismo.
Pero algo le llamó la atención.
Sobre el tocador estaba el álbum de fotos de la chica.
Lo tomó en sus manos, lo abrió y comenzó a verlo.
Eran fotos del nacimiento de la verdadera princesa.
¿Por qué Zannaleah tenía estas fotos?
Se fijó en una en particular, donde aparecía Azalea con 12 años, tan flacucha y fea como la recordaba.
Era en la playa, y llevaba puesto un bikini.
Bajo su ombligo había una marca en forma de media luna.
Una marca de nacimiento. Y muy bonita.
Fue pasando página y las siguientes fotos eran de Zannaleah.
Era tan hermosa…
Cerró el álbum y se acercó de nuevo a la cama para mirar a su princesa y acariciarle la mejilla.
Una mejilla demasiado fría.
El tiempo se detuvo. El miedo lo invadió.
Zannaleah ya no respiraba.
Dios mío…no…
La tomó por los hombros y la zarandeó con brusquedad.
FALON: ¡Despierta! ¡No puedes dejarme! ¡Despierta, maldita sea!
Al oír los gritos, entraron Challen y Dalden, y al ver la violenta escena, lo cogieron por los brazos para apartarlo de la chica.
FALON: ¡Soltadme!
DALDEN: ¡¿Qué le estás haciendo, cretino?!
FALON: ¡No respira!
Falon empujó a Challen y dio un puño a Dalden.
Antes de que pudiera lastimar a alguien más, un grupo de soldados se encargó de sacarlo de la habitación.
Por suerte llegó el doctor y se quedó a solas con la princesa para intentar salvarla.
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TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS-
Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por Katherina Kusanovic Dom Ago 05, 2012 1:16 pm
Carambanos!!! Azalea va a morir?! Esa si que sería una venganza!!! Y que luego tedra vea la marca de nacimiento y todos "wtf?!" y chan chan... Objetivo cumplido xD pero... No puede morir! No aún D:
Katherina Kusanovic- ADMIN
- Mensajes : 1186
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 27
Localización : donde el agua me llevo(?
Personaje Favorito : Itachii *-* es el amor de mi vida :3 Amm.. Yugao Uzuki (mi heroina desconocida) n_n am.. Rima, Shiki, Zero y Aidou (de Vampire Knight); Suigintou y Shinku (de Rozen Maiden); Algunos que me dan verguenza mencionar >////< y.... nee... otros xD -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por Alice~ Dom Ago 05, 2012 6:06 pm
No puede ser ToT
¿ Me estoy muriendo ?
Dios mio ;3; no ...
Espero conti TnT
Sentí el dolor de Falon ToT
¿ Me estoy muriendo ?
Dios mio ;3; no ...
Espero conti TnT
Sentí el dolor de Falon ToT
Alice~- Mensajes : 635
Fecha de inscripción : 01/08/2011
Edad : 26
Localización : ... *GPS buscando* ... LOST! ... (?)
Personaje Favorito : Deidara Iwakure , Grell Sutcliff , Itachi Uchiha & Drocell Cains <333; imposible tener solo uno ~ -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)
por ~Shia~ Dom Ago 05, 2012 10:19 pm
D: Me dejas con la intriga TT-TT
Esta genial tu fic n_n me encanta
Y lamento no haber comentado los
anteriores u.u pero e leído todos y
cada uno de ellos
Espero la conti con ansias OwO
Esta genial tu fic n_n me encanta
Y lamento no haber comentado los
anteriores u.u pero e leído todos y
cada uno de ellos
Espero la conti con ansias OwO
~Shia~- Mensajes : 332
Fecha de inscripción : 10/09/2011
Edad : 26
Localización : Aquí
Personaje Favorito : Ninguno
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