Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

por SweeT PrincesS Mar Ago 07, 2012 5:29 am

"La Venganza De Azalea"

PARTE 14

Azalea se sentía pesada y mareada.
Tenía mucha sed y le picaba el cuerpo.
¿Y por qué el doctor la estaba atendiendo? ¿Qué había pasado?
Intentó hablar pero no le salió la voz.
El doctor le sonrió y salió de la estancia.
La chica intentó incorporarse pero no pudo.
¿Qué le sucedía?
Una cálida brisa se coló por la terraza, acariciándole el rostro.
Sentía la necesidad de salir a pasear y sentir los rayos de sol en su piel.
De pronto oyó pasos y voces en el pasillo.

FALON: ¡Suéltame antes de que te mate!
ZAEBARD: ¡Te olvidas de que soy un rey!
FALON: ¡En estos momentos no me importa nada!
ZAEBARD: ¡No debes molestarla ahora!

La puerta se abrió de un golpe, asustando así a la chica.
Vio entrar a Falon con expresión asesina y la respiración agitada.
Azalea frunció el ceño al verlo con tan mal aspecto. ¿Estaría enfermo?
La sangre hervía en las venas del príncipe, pues sus estados de ánimo habían colisionado.
Una mezcla de rabia, angustia y alivio lo invadían por dentro.
Le temblaba el cuerpo de los nervios, pero al ver a la princesa despierta, mirándolo con preocupación y confusión, sintió una explosión de sentimientos encontrados.
Por todos los dioses…
Estaba enamorado. La amaba.
Se acercó despacio a la cama y la miró con tanta intensidad que las mejillas de la chica se sonrojaron.
Falon quiso decirle tantas cosas pero la voz murió en su garganta.
¿Qué debía hacer ante el amor? ¿Qué podía decir?
Todo eso era nuevo para él.
No sabía cómo reaccionar. Se sentía indefenso y débil.
Lo único que pudo hacer fue arrodillarse en el suelo y apoyar la cabeza en la cama, cerca de Azalea, la cual sintió desbocarse su corazón.
¿Qué le ocurría a Falon? ¿Por qué actuaba así?

AZALEA: ¿Qué…sucede?

El chico no respondió.
Azalea sentía los párpados pesados y quería dormir, pero tenía la boca tan seca que la incomodaba.

AZALEA: Falon… ¿Podrías traerme un poco de agua?

Pero Falon seguía sin responder y sin moverse.
La princesa comenzaba a enfadarse, pues quería saber qué ocurría.
El rey dio un paso hacia adelante, también con expresión angustiada.

ZAEBARD: ¿Cómo te encuentras, Azalea?
AZALEA: Me siento mareada. ¿Pero qué ha pasado?
ZAEBARD: Quizá te lo contaré cuando te recuperes del todo.
AZALEA: ¿Recuperarme de qué?
ZAEBARD: ¿No te acuerdas de nada?
AZALEA: Solo que estaba en la sala de estudios y…de pronto…una nave se acercó al reino…

Frunció el ceño, intentando recordar, pero su mente estaba en blanco.
Vio que Falon se levantaba del suelo y la miraba con los ojos llenos de lágrimas.
El corazón de la princesa se detuvo.
Era la primera vez que veía a Falon tan perdido.

FALON: Pensé…creí…que te perdía…

Azalea se sonrojó. Su corazón comenzó a latir violentamente. Y algo se removió en lo más profundo de su corazón.
Sin importar la presencia del rey, el príncipe la abrazó con tanta fuerza que ella creyó partirse en dos.
Era la segunda vez que la abrazaba así.
Pero esta vez no era Azalea la que temblaba, sino Falon.

FALON: Los dioses te han devuelto a mí.

Para respetar esa intimidad, el rey se fue, dejándolos solos.
Falon la apretó más contra su cálido cuerpo, para así sentir que era suya, que ahí estaba, perfectamente viva.
Azalea estaba tan sorprendida que no podía moverse ni hablar.
No sabía qué había pasado, pero algo había hecho cambiar a ese atractivo príncipe.

FALON: Sentir que te perdía, hizo darme cuenta de que sin ti…no soy nada.

¡Por todos los dioses!
¿Era eso una declaración de amor?
La princesa no se lo podía creer, así que cerró con fuerza los ojos.
Estaba soñando, ¿verdad?
Deseaba tanto que Falon se enamorase de ella para vengarse de él que incluso soñaba con ello.
Pero si eso era un sueño… ¿Entonces por qué sentía que le hacía feliz ese amor? Pues ella no sentía nada por su enemigo.
Bueno, le gustaba. Lo deseaba. Pero nada más.
Abrió los ojos y vio que Falon había dejado de abrazarla para mirarla con intensidad.

FALON: Zannaleah, yo…no sé cómo hacer esto…no sé por dónde empezar…

Se pasó la mano por el cabello y respiró profundamente.
Azalea parpadeó, asombrada.
Era la primera vez que lo veía tan nervioso. ¡Quién lo diría!
¡Claro que estaba soñando!
Para poder despertar, se pellizcó con fuerza el brazo pero le dolió.
Y tampoco despertó. Pues seguía despierta. No era un sueño. ¡Todo era real!
Oh, Dios mío…
La mente le daba vueltas. Y si Falon seguía mirándola así, se desmayaría.

FALON: Te pido que me comprendas, por favor. Lo haré todo lo bien que pueda.

Azalea tragó saliva, sintiéndose un poco confusa.
¿De qué estaba hablando ahora?
Falon se sentó a su lado y tomó ese delicado rostro entre sus fuertes manos.
Se miraron en silencio durante lo que pareció una eternidad.
El corazón del chico quería salírsele del pecho, pero se armó de valor y la besó con tanta ternura que ella se derritió por dentro.
Parecía como si…hacía tiempo que no se besaban.
Cuando la chica quiso responder al beso, él se apartó para mirarla de nuevo.

FALON: Zannaleah, yo…

La princesa abrió los ojos de par en par.
Falon sintió la boca seca.
Los nervios estaban acabando con él. Pero hoy era el momento.
Los dioses no se habían llevado a su princesa, así que para agradecerlo debía confesar todo lo que sentía.
Pero “todo” podía ser mucho. Y “mucho” podía ser demasiado tiempo.
Lo mejor sería resumirlo en dos palabras.

FALON: Te amo.

Dos palabras que jamás antes había pronunciado.
Dos palabras que para él no habían tenido significado y ahora lo significaban todo.
Dos palabras que para él no existían pero que ahora las sentía y necesitaba decirlas.
Y era la primera vez que se sonrojaba ante una mujer.
Dios… Se sentía tan ridículo…
Azalea lo miraba con asombro.
Había esperado otra reacción más…dulce, pero tal vez no le creía.
Así que tendría que convencerla.

FALON: Cuando vi que podrías haber muerto…en ese momento supe que no puedo estar sin ti. No viviré sin ti, Zannaleah. Estoy enamorado de ti. Te amo.

La princesa cerró los ojos, absorbiendo esa confesión de amor.
No era la primera vez que escuchaba algo así, pues desde que su físico cambió para mejor, los chicos le confesaban su amor casi diariamente.
Pero a ninguno lo tomó en serio. Ninguno de ellos le importó.
Y con Falon…todo era distinto. No debía ser así.
Él era su enemigo, el Diablo, el que odiaba.
Lo había enamorado para poder vengarse e infligirle dolor.
Debía alegrarse ya que había conseguido su propósito.
¿Entonces por qué sentía que le quemaba el corazón?
Cuando abrió los ojos, Falon ya no estaba ahí.
Se había marchado.
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La princesa pasó en cama dos días más, en los cuales recibió la visita de todos, incluso de Cerith, menos de Tedra y de Falon.
Un día le decía que la amaba, y a los siguientes días ni aparecía.
Se dio un baño perfumado y se puso un sencillo vestido de color rosa pétalo, dejándose el cabello suelto con una flor del mismo color.
Respiró hondo y salió al pasillo, dónde la esperaba su caballero personal, el cual sonrió con afecto al verla.

CHALLEN: Me alegro tanto de veros recuperada, Alteza.
AZALEA: Gracias. Pero hoy alguien deberá explicarme qué pasó.

Se dirigieron al comedor real y vieron a todos sentados y comiendo.
La miraron en silencio, y Falon dejó de comer al verla entrar, impactado ante su belleza.
El rey le sonrió y la invitó a que se sentara a su lado, y ella así lo hizo.

ZAEBARD: Nos alegramos de verte recuperada, Azalea.
AZALEA: Gracias.
ZAEBARD: Me imagino que tendrás mucho apetito. Has estado días sin comer. Estarás muy débil, ¿verdad?
AZALEA: Sí, pero lo que necesito…es saber qué sucedió. Sigo sin recordar nada.
ZAEBARD: Bueno, tú y los demás alumnos estabais en la sala de estudios y…
AZALEA: Y vimos una nave acercarse al reino.
ZAEBARD: Así es. Esa nave disparó sus misiles contra el castillo y la sala de estudios fue destruida y derrumbada sobre todos los alumnos, incluida tú.

Azalea sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo.
Entonces…estaba viva de milagro…

ZAEBARD: Challen te encontró debajo de las piedras y Falon logró sacarte de ahí justo a tiempo. Pero te diste un golpe tan fuerte en la cabeza que estuviste en coma más de tres días.
AZALEA: ¿Qué…?
ZAEBARD: Un día dejaste de respirar, y gracias al cielo, el doctor pudo reanimarte y salvarte.

Toda esa información la había dejado helada.
Ella…en coma.
Con razón no recordaba nada.
Todos seguían mirándola en silencio.

AZALEA: ¿Ha muerto alguien en ese derrumbe?
ZAEBARD: Por desgracia, sí. Murieron tres alumnos.
AZALEA: Oh, Dios… Lo siento mucho…
ZAEBARD: No te lamentes. Más bien siente la vida que corre por tus venas. Una vida que Falon ha salvado.

Él y ella se miraron y sintieron una fuerte conexión.
La confesión de amor todavía flotaba en el aire.
Después de comer, la princesa sintió la necesidad de sentir el aire y el sol, así que salió al jardín junto a Challen y a sus dos mascotas, las cuales no dejaban de mimar a Azalea, pues ellas también habían sufrido por su princesa.
Challen observó cómo Azalea hablaba y reía con Kupó y Mog mientras olía las flores a su paso.
Estaba tan hermosa y radiante…
Recordarla inmóvil bajo los escombros lo llenaba de angustia.
Pero lo peor era que…había sentido que perdía a su prometida otra vez.
Azalea no era Zannaleah. Y de todos modos había sentido que le arrancaban el corazón.
Oyó pasos y vio que se acercaba Dalden, el cual no dudó en abrazar a la princesa.

DALDEN: He pasado mucho miedo, Azalea.
AZALEA: Gracias…por tu preocupación.

El abrazo de Dalden no la hacía vibrar como le sucedía con Falon.
El emperador la miró fijamente.

DALDEN: Doy gracias a los dioses de que sigas aquí con nosotros.
AZALEA: Seguiré dando guerra, ¡eh!

Se echó a reír y Dalden sonrió.
Azalea vio a Falon asomado a la terraza, con expresión demasiado seria.
Parecía enfadado y…celoso.

AZALEA: Dalden, ¿qué pasará con los estudios?
DALDEN: Según tengo entendido, se realizarán en otra sala, ya que la original está siendo reparada. ¿Quieres ver la nueva?
AZALEA: Sí.
DALDEN: Vamos.

Falon apretó los dientes al ver cómo se alejaban juntos.
Sentía unas ganas locas de matar a Dalden y de estrangular a la princesa.
¿Acaso de nada había servido su maldita confesión de amor?
Con lo que le había costado confesarla y ahora ella no lo valoraba.
Pronto cambiarían las cosas.
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Azalea atendía al profesor, decepcionada de estar en una sala sin grandes ventanales.
El no ver el paisaje de la ciudad, le provocaba recordar la confesión de amor de Falon.
Pero la llenaba de rabia ver cómo él la evitaba.
Habían estado tres días sin dirigirse la palabra.
¿Por qué los dos debían estar así si él la amaba?
Cuando el profesor finalizó la asignatura, Azalea recogió sus libros y al darse la vuelta se topó con un alumno que se sentaba delante de ella.

AZALEA: Disculpa.
LENOIC: Di-disculpadme a-a mí, Al-Alteza.

Al ver que tartamudeaba, la chica arqueó una ceja.
Y pronto los demás sonrieron y murmuraron con burla.
La chica llamada Aika se acercó al chico y le palmeó la espalda con fuerza.

AIKA: ¿Qué pasa, Lenoic? ¿Estar ante la princesa te ha dejado tonto?
LENOIC: Yo…
AIKA: No debería intimidarte. Prácticamente perteneces al mismo nivel de clase social que Azalea, pues eres el hermano de la esposa del rey de Aion.
AZALEA: ¿En serio?
LENOIC: Yo…
AIKA: Por supuesto que sí.
AZALEA: ¿Y por qué estás en un puesto Platino si perteneces al Bronce?
LENOIC: Es que…
AIKA: Lenoic es rarito, ¿sabes? No le gusta ser el centro de atención.
AZALEA: Oh… Pero si eso es lo mejor.
AIKA: ¿Verdad que sí?
AZALEA: ¿Eh? ¿A ti también te gusta ser el centro de atención?
AIKA: ¡Claro que sí! ¿A quién no le gusta?
AZALEA: A todo el mundo le encanta, pero solo los de alto rango tienen derecho a ser el centro.
AIKA: ¿Dónde está escrito eso?
AZALEA: Soy una princesa, sé lo que digo. Tú no perteneces al nivel alto como para ser el centro de atención. No seas ridícula.

Aika se puso tensa.
Azalea la miró por encima del hombro.
Lenoic se vio en medio de las dos, sin salida.
Y los demás alumnos las rodearon para presenciar la inminente escena.

AIKA: Para ser el centro de atención no se necesita ser alguien de la realeza.
AZALEA: ¿Entonces qué se necesita?
AIKA: Algo como esto.

Sonrió con picardía y empujó a la princesa, lanzándola de trasero al suelo.
Lenoic se puso pálido y los demás se echaron a reír junto a Aika.

AIKA: Mírate, eres el hazme reír de todos y lo serás durante días.
AZALEA: Saldrás perdiendo.
AIKA: ¿Ah sí? ¿Por qué?
AZALEA: Por meterte con la princesa de Ciudad Krystán.

Aika volvió a reír y se fue.
Lenoic no sabía si ayudar o no a la princesa, así que una bonita chica la tomó de la mano y la alzó del suelo.

AZALEA: Lilly, ¿verdad?
LILLY: Ajá.
AZALEA: Gracias.
LILLY: Lo que ha hecho Aika es imperdonable.
AZALEA: No te preocupes. Le llegará su hora.

Las dos miraron a Lenoic, que seguía pálido y sin poder moverse.

LILLY: Lenoic, cuenta hasta diez.
LENOIC: Ya-ya lo hi-hice…
LILLY: Pues vamos a desayunar. Hasta mañana, princesa.

Lilly y Lenoic también se marcharon, así que Azalea salió de la nueva sala de estudios y se topó con Falon, el cual la sujetó del brazo y la arrastró hacia el jardín trasero, dónde los árboles eran tan altos que convertían ese lugar en un romántico escondite.

FALON: No vuelvas a acercarte a Dalden.
AZALEA: ¿Qué?
FALON: Si se acerca a ti, te juro que lo golpearé hasta dejarlo inconsciente.
AZALEA: Espera un momento. Dalden es mi amigo. ¿Por qué debería alejarme de él?
FALON: Le gustas.
AZALEA: Ehm…bueno… ¿Y qué?
FALON: ¿Quieres que le dé una paliza?
AZALEA: Falon…
FALON: Tú eres mía.

Azalea se sonrojó, pero se acordó de que ese príncipe que la amaba la había ignorado durante tres largos días.
Se cruzó de brazos y lo miró con desdén.

AZALEA: Ya que tú no te has acercado a mí en estos últimos días, deja que otros lo hagan.
FALON: No me provoques, princesa.
AZALEA: El que se ha alejado de mí eres tú, Falon. ¿Por qué? ¿Qué te he hecho? ¿Acaso tu amor es falso? Porque si es así, te pediría que por favor no vuelvas a hablarme en lo que te queda de vida. Y ahora, sal de mi camino.
FALON: Maldita sea.

La acorraló entre un árbol y su pecho, mirándola con esa intensidad que la ponía tan nerviosa.

FALON: Te dije que me comprendieras. Soy nuevo en el amor. Te prometí hacer las cosas bien.
AZALEA: Pues las estás haciendo muy mal.
FALON: ¿Y cómo se hace esto?
AZALEA: ¿El qué?
FALON: Amarte. Demostrártelo. Hacértelo sentir.

El corazón de la princesa se aceleró.
Cuando Falon le hablaba con esa intensidad, se bloqueaba.
¿Pero qué podía responder a esa pregunta? Pues ella tampoco tenía experiencia en el terreno del amor.

AZALEA: Yo…no sé… Charlar, compartir, salir a pasear… Llevarnos mejor.
FALON: ¿Y los besos? ¿Las caricias?
AZALEA: Bueno…eso nace solo… (///)
FALON: De la única manera que conozco de hacerte sentir amada y de demostrarte todo lo que siento…es haciéndote el amor.

Dicho eso, la besó con ansia.
Ella respondió de inmediato, e impulsivamente se acercó más a él, buscando su calor.
Y pronto Falon la rodeó con sus brazos, disfrutando de su tacto, de su suavidad, de su aroma…
Oh, Dios… La amaba en serio.
Y si antes la deseaba bastante, ahora la deseaba muchísimo más.
Las ganas de hacerla suya se mezclaban con el amor que sentía, convirtiéndolo todo en una necesidad abrumadora.
En medio de esa pasión, Azalea logró reaccionar y lo apartó para mirarlo con frialdad.

AZALEA: No será otra de tus mentiras, ¿verdad?
FALON: ¿De qué hablas?
AZALEA: Me estás haciendo creer que me amas para así poder hacerme el amor. (¬ ¬)
FALON: Maldita sea, mujer. Si fuera así, lo habría hecho antes, ¿no crees?
AZALEA: De ti me lo espero todo, Falon.

El chico retrocedió y respiró profundamente para tranquilizar su furia.

FALON: ¿Qué debo hacer para demostrarte que estoy enamorado de ti?
AZALEA: Casarte conmigo.
FALON: Sigues siendo una chantajista.
AZALEA: ¿Por qué?
FALON: Quieres beneficiarte de lo que siento por ti.
AZALEA: Bueno, el sentimiento es mútuo. Nos beneficiaríamos los dos.
FALON: A ver, preciosa. ¿En qué nos beneficiaríamos con una boda?
AZALEA: Ser el uno del otro. Tú mío y yo tuya.
FALON: Para eso no es necesario casarse. Hagamos el amor.
AZALEA: Tú solo piensas en ese método.
FALON: Casándonos o no, de todos modos acabaremos haciendo el amor.
AZALEA: Soy una princesa, y por leyes de mi padre, debo llegar virgen al matrimonio.

Falon gruñó y miró al cielo, pidiéndole ayuda y paciencia a Dios.
Qué mujer tan complicada…

FALON: Bueno, te demostraré este amor respetándote. No te tocaré, no te nesaré, hasta que tú quieras. Ni siquiera te buscaré. El día que decidas entregarte a mí, búscame. Solo entonces te haré el amor como jamás se lo hice a nadie.

Dicho eso, le besó la pequeña nariz y se fue, dejándola ahí, sonrojada y con el corazón desbocado.
Por culpa de esta venganza estaba jugando con fuego. Y terminaría quemándose muy pronto si no andaba con cuidado.
Y lo primero en quemarse sería su virginidad… Después su corazón.
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TO BE CONTINUED...

por **Alice~** Mar Ago 07, 2012 11:26 am

*-* Dios mio ... No esperba el te amo dentro de otro mucho tiempo .D.Uu pero lo dijo :D que felicidad x3 de verdad que tu fic es asombroso y espero conti :D

por **Katherina Kusanovic** Mar Ago 07, 2012 12:09 pm

Ah!!! falon se puso Super Romantico!!!!! que tiernis *o* y hasta se largo a lloriquear (maricon xD) y coso... am... que emocion!!! como ara Azalea ahora para aguantarse las ganas de besar a Falon O.O
Que cosas... espero la conti :3 Besos!