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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 7
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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 7
por SweeT PrincesS Sáb Sep 15, 2012 5:05 am
"Un Final Amargo Para Una Dulce Venganza"
PARTE 1
Shaner estaba poniéndose el traje de guerrero, pero no conseguía enlazarse la parte de arriba, pues le costaba ver el lado izquierdo de la prenda, ya que ese ojo era el herido.
La puerta se abrió y entró Tedra, acompañada por su aroma a jazmín.
SHANER: ¿Por qué no tocáis antes de entrar?
TEDRA: Una vez te dije que siendo mi caballero personal entraré sin permiso a tu estancia las veces que sean necesarias. Y lo seguiré haciendo.
SHANER: Una vez os dije que siendo vuestro caballero personal debo tener mi intimidad. Y la seguiré teniendo.
TEDRA: Deja que te ayude con eso.
Se acercó a él y le enlazó la parte superior del traje en un hombro.
Cuando sus delicados dedos tocaron ese fuerte pecho, el corazón de la chica se aceleró.
Por suerte, él no la miraba, así que no pudo percibir su sonrojo y su nerviosismo.
Retrocedió un paso y tropezó con un taburete.
Estuvo a punto de caer, pero el guerrero la sujetó por la cintura justo a tiempo.
El recuerdo del único beso retornó a la memoria de Tedra, provocando que sus azules ojos se clavaran en la boca del chico.
¿Por qué Shaner no caía rendido en la delicia de su belleza? ¿Por qué se resistía tanto? ¿Tan mal le caía?
Recordó las palabras de Cerith y soltó lo primero que se le pasó por la mente.
TEDRA: ¿Estás enamorado de otra mujer?
Shaner la soltó y la miró con el ceño fruncido.
¿Desde cuándo esa princesa se interesaba por su vida en general?
SHANER: Eso no es asunto vuestro.
TEDRA: Sí lo es. Eres mi caballero. Y la verdad, necesito saberlo.
El guerrero se encogió de hombros y se sentó en el taburete para coger su espada y comenzar a afilarla.
Si de ese modo creía que ella se iría, estaba equivocado.
Tedra se sentó en la cama y se cruzó de brazos, esperando una respuesta, la cual no llegó, así que siguió insistiendo.
TEDRA: Tienes que decírmelo.
SHANER: ¿Es una orden?
TEDRA: No, pero ya que lo mencionas…ahora sí.
SHANER: ¿No creéis que estar a solas conmigo sería un escándalo para vuestra familia?
TEDRA: Mi familia no está aquí. Y Falon tampoco. No pienso irme hasta que me respondas.
Shaner la miró fijamente, poniéndola tensa de inmediato.
Bajo esos ojos se sentía tan bella…tan femenina…pero no deseada.
SHANER: No.
TEDRA: ¿No, qué?
SHANER: No estoy enamorado de nadie.
Una pequeña esperanza brilló en lo más profundo de la chica, pero Shaner se encargó de apagarle ese brillo…
SHANER: Y tampoco tengo intención de enamorarme. No me interesa.
TEDRA: ¿Por qué?
SHANER: El amor es una pérdida de tiempo. Es la “anulación del cerebro”. Para mí, no existe.
TEDRA: ¿Entonces tú que eres? Tus padres se amaban y te concibieron, ¿no? Eres fruto del amor.
SHANER: No por ello debo sentirlo yo por una mujer.
TEDRA: Pero el amor sí existe.
SHANER: Para mí, no. Si me permitís, seguiré afilando mi espada…en silencio.
Tedra apretó los dientes, se levantó con orgullo y salió de la estancia, esta vez, sin dar un portazo.
De momento sabía que Shaner no tenía a nadie especial en su corazón, así que iniciaría sus planes de conquista.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Azalea estaba sentada en la cama, comiendo una extraña fruta que había encontrado encima de la mesa.
Oyó el resoplido del Shuupaf y supo que Falon había llegado.
¡Ya era hora!
Habían pasado más de dos horas desde que se había marchado.
Sonrió cuando él entró, pero al verlo tan serio, se borró su sonrisa.
Sintió un escalofrío al notar que Falon no la miraba como siempre solía hacerlo, con esa ternura…
Esta vez parecía distante…frio…
¿Qué habría pasado? ¿Le habrían llegado malas noticias del reino de Aion?
AZALEA: ¿Por qué…me miras así? ¿Qué ha pasado?
FALON: Ya puedes dejar de fingir.
AZALEA: ¿Qué…?
En ese momento, entre él y ella se abrió el abismo más grande y oscuro que jamás hubiera podido existir entre dos personas.
Un miedo horrible atenazó el alma de la princesa.
Estaba claro que Falon había descubierto la verdad…no entendía cómo…pero la sabía…
El odio y el dolor se reflejaban en sus ojos.
FALON: ¿Sorprendida?
AZALEA: Falon, yo…
FALON: Cállate.
Esa orden fue como un puñal para su corazón…pues nunca le había hablado así.
Falon dio un paso hacia adelante, con los puños apretados, recordando todo lo que esa chica le había confesado mientras estuvo borracha de ponche.
FALON: Ahora entiendo por qué esa noche me decías que querías mi amor…que querías que me enamorase de ti…
AZALEA: Falon…
FALON: Para vengarte mejor, ¿verdad, Azalea?
Oírlo decir su verdadero nombre con tanta ironía, le heló la sangre en las venas.
Entonces Falon aplaudió.
FALON: Te felicito. Has conseguido tu propósito.
AZALEA: Al principio fue así, pero…
FALON: ¿Pero qué? No irás a decirme que terminaste enamorada de mí, ¿cierto?
AZALEA: Sí… Sí, Falon… Te amo…
FALON: ¡¡Por favor!!
De una patada derribó la mesa y las dos sillas.
Poco a poco la rabia iba cegándolo.
Poco a poco la impotencia iba consumiendo a Azalea.
FALON: No esperes que te crea.
Se apoyó en la pared y se pasó la mano por el cabello.
Se lo veía tan dolido…tan perdido…que ella no pudo evitar levantarse con la sábana alrededor de su cuerpo.
Él la miró de arriba abajo.
Se la veía tan delicada…hermosa…deseable…inocente…pero a la vez tan mentirosa y calculadora.
FALON: ¿Cómo has podido usar tu cuerpo para la venganza?
AZALEA: Te equivocas, yo…
FALON: Te entregaste a mí para cautivarme más profundamente. Entregaste tu virginidad tan suciamente…
Azalea ya no pudo aguantar más y sacó su fuerte carácter, mirándolo con rabia y dolor.
AZALEA: ¡No te atrevas a ofenderme!
FALON: Tú misma te has ofendido entregándote a mí para vengarte.
AZALEA: Mi decisión de ser tuya no tiene nada que ver con la venganza.
FALON: ¿Cómo has podido hacerme esto? ¿Cómo has podido vengarte usando mis sentimientos?
Gruñó y golpeó la pared con sus puños una y otra vez hasta dejárselos ensangrentados.
Con lágrimas en los ojos, ella se acercó a él.
AZALEA: Falon…
FALON: No me toques.
Se dejó caer de rodillas al suelo y apoyó la frente en la misma pared que había golpeado con tanta furia.
Reinó el silencio durante lo que pareció una eternidad hasta que la princesa se arrodilló a su lado, con las mejillas llenas de lágrimas y labios temblorosos.
AZALEA: Te amo.
FALON: …
AZALEA: Perdóname, por favor…
FALON: No puedo perdonarte.
AZALEA: ¿Por qué no?
FALON: Porque eres Azalea.
Eso fue lo que terminó de destrozarla.
Se tragó las lágrimas, respiró hondo y se levantó del suelo para dejar caer la sábana y mostrar su desnudez.
Falon no pudo evitar mirarla, pero la rabia lo obligó a cerrar los ojos.
Azalea se puso su vestido, sus zapatitos y se arregló un poco el cabello.
¿Solo por ser Azalea merecía todo el odio del mundo?
Qué injusto…
AZALEA: Quisiera regresar al reino.
Al notar su frialdad, Falon se levantó y miró su delicada espalda, tan rígida y tensa.
FALON: ¿Ahora eres tú la dolida?
AZALEA: Deseo regresar al reino.
FALON: ¿Con qué derecho te crees la reina de hielo?
La cogió del brazo para voltearla con brusquedad y mirarla con odio.
FALON: Creíste que jamás sabría la verdad, ¿cierto? Por eso ahora quieres huir al actuar con frialdad.
AZALEA: Tú no sabes nada.
FALON: ¿Qué debo saber? Quieres ir al reino para celebrar que conseguiste vengarte de mí, ¿verdad?
AZALEA: Llévame a Aion, por favor.
FALON: ¡No! ¡No pienso llevarte!
La empujó y la lanzó sobre la cama.
Tenía ganas de estrangularla, pero se conformó con ahogar su furia destrozando todo lo que encontró a su paso.
Azalea se tapó el rostro con las manos y lloró desconsoladamente.
Esto no podía estar pasando…
Ahora ya sabía lo que habría pasado si le hubiera confesado este secreto que ya se sabía.
El dolor hubiera sido el mismo, ¿verdad?
AZALEA: Iba a contártelo…pero tenía tanto miedo de esta misma reacción tuya…
Sus hombros temblaban al llorar…sus manos apretaban su pecho en un gesto de dolor…
Parecía una flor a punto de ser aplastada por la mano que la había estado cuidando.
Pero Falon no podía mirarla…no quería mirarla… ¡No quería ser débil y terminar abrazándola!
AZALEA: Ésta era la mentira que me estaba torturando…y si quería contártela era porque no deseaba seguir con la venganza… Me he enamorado de ti, Falon…Te amo de verdad…
FALON: No digas más.
Miró todo lo que había destrozado con sus propias manos y deseó desaparecer para siempre.
Estar ahí le hacía daño. Ver la cama en la que le había hecho el amor le quemaba por dentro. Oír el llanto de esa delicada rosa le estaba destrozando el alma.
Pero su corazón estaba rodeado por una capa de piedra, y nada conseguiría hacerle cambiar el pensamiento.
FALON: No soportaría viajar en el Shuupaf junto a ti. Enviaré a alguien para que venga a buscarte.
AZALEA: No puedes hacer eso…
FALON: Claro que puedo. Solo tendrás que esperar una hora.
AZALEA: No quiero quedarme sola.
FALON: Yo necesito estar solo.
AZALEA: Falon, espera…
FALON: Adiós, Azalea.
AZALEA: ¡Falon, no!
Con dolor vio cómo subía en el Shuupaf sin mirar atrás.
Llorando con amargura, ella se asomó a la ventana y estiró el brazo hacia él, como si así pudiera alcanzarlo.
AZALEA: ¡No te vayas! ¡No, Falon, no!
El Shuupaf resopló y comenzó a caminar, alejándose de la cabaña colgante.
AZALEA: ¡Vuelve! ¡Falon, por favor! ¡Vuelve! ¡Vuelve!
El príncipe cerró los ojos e intentó ahogar el dolor que le causaban los gritos desesperados de Azalea, la cual veía borroso a causa de tantas lágrimas.
Su mano quedó suspendida en el aire…en el vacío…
AZALEA: Vuelve…por favor…vuelve…
La corona de espinas que había estado apretando su corazón, terminó por clavarse más profundamente, haciéndolo sangrar hasta dejarlo sin vida.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando Falon llegó al reino de Aion, ordenó a Challen y a un soldado que fueran a buscar a Azalea, indicándoles en un mapa la dirección en la que debían ir.
Después fue a la sala de reuniones y pidió que le trajeran una botella de alcohol bien fuerte.
Se sentó en un sillón y dio un buen trago.
El líquido ardiente le quemó la garganta, expandiéndose por todo su pecho.
Ojalá ese alcohol pudiera quemar su corazón y matar los sentimientos que tenía hacia Azalea.
Azalea… Azalea… Azalea…
Quién iba a imaginar que se convertiría en la mujer más hermosa y deseada de todas las ciudades.
Dio otro sorbo y pensó que su belleza la había probado solo él.
Cerró los ojos y no pudo evitar recordar su cabello…sus labios…sus pechos…su cintura…sus piernas…su sabor…su aroma…su virginidad…
Dios… ¡Seguía deseándola con tanta intensidad!
Furioso, lanzó la botella contra la pared, haciéndola estallar en miles de cristales y de líquido brillante.
La puerta se abrió y entró el rey Zaebard, que al ver la bebida esparramada por el suelo, lo miró con una ceja arqueada.
ZAEBARD: ¿De mal humor?
FALON: …
ZAEBARD: ¿Ha fallado algo en la luna de miel?
FALON: No me menciones eso, por favor.
ZAEBARD: ¿Habéis vuelto a pelear?
Falon gruñó y pidió otra botella de alcohol.
La criada se la trajo enseguida, temerosa de verlo tan enfadado.
Zaebard se sentó frente a su amigo y lo miró atentamente.
ZAEBARD: Nunca te había visto así, Falon. Ha pasado algo grave, ¿verdad?
El príncipe vació media botella de un solo trago y respiró hondo.
No quería hablar del tema, pero conociendo a Zaebard, sabía que se quedaría ahí hasta que le contase qué ocurría.
ZAEBARD: ¿Dónde está Azalea?
FALON: En el Este de Aion.
ZAEBARD: ¿Qué? ¿La dejaste sola allí?
FALON: Ya ordené que fueran a buscarla.
ZAEBARD: De todos modos estará sola durante más de una hora.
FALON: No le ocurrirá nada, Zaebard. Está dentro de la cabaña colgante, y para llegar ahí se necesita a un Shuupaf.
ZAEBARD: Es muy extraño en ti que te hayas alejado de ella. Y mucho más extraño es que la hayas dejado sola en un lugar que no conoce. ¿Qué ha pasado, Falon?
FALON: No quiero hablar del asunto ahora, Zaebard.
Vació la otra mitad de la botella y volvió a pedir otra más.
Eso era lo que necesitaba: alcohol y solo alcohol.
Así podría olvidar a Azalea por un buen rato.
Deseaba calmar el escozor que sentía en lo más profundo de su ser.
El joven rey suspiró y decidió dejarlo solo con su borrachera.
_____________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
PARTE 1
Shaner estaba poniéndose el traje de guerrero, pero no conseguía enlazarse la parte de arriba, pues le costaba ver el lado izquierdo de la prenda, ya que ese ojo era el herido.
La puerta se abrió y entró Tedra, acompañada por su aroma a jazmín.
SHANER: ¿Por qué no tocáis antes de entrar?
TEDRA: Una vez te dije que siendo mi caballero personal entraré sin permiso a tu estancia las veces que sean necesarias. Y lo seguiré haciendo.
SHANER: Una vez os dije que siendo vuestro caballero personal debo tener mi intimidad. Y la seguiré teniendo.
TEDRA: Deja que te ayude con eso.
Se acercó a él y le enlazó la parte superior del traje en un hombro.
Cuando sus delicados dedos tocaron ese fuerte pecho, el corazón de la chica se aceleró.
Por suerte, él no la miraba, así que no pudo percibir su sonrojo y su nerviosismo.
Retrocedió un paso y tropezó con un taburete.
Estuvo a punto de caer, pero el guerrero la sujetó por la cintura justo a tiempo.
El recuerdo del único beso retornó a la memoria de Tedra, provocando que sus azules ojos se clavaran en la boca del chico.
¿Por qué Shaner no caía rendido en la delicia de su belleza? ¿Por qué se resistía tanto? ¿Tan mal le caía?
Recordó las palabras de Cerith y soltó lo primero que se le pasó por la mente.
TEDRA: ¿Estás enamorado de otra mujer?
Shaner la soltó y la miró con el ceño fruncido.
¿Desde cuándo esa princesa se interesaba por su vida en general?
SHANER: Eso no es asunto vuestro.
TEDRA: Sí lo es. Eres mi caballero. Y la verdad, necesito saberlo.
El guerrero se encogió de hombros y se sentó en el taburete para coger su espada y comenzar a afilarla.
Si de ese modo creía que ella se iría, estaba equivocado.
Tedra se sentó en la cama y se cruzó de brazos, esperando una respuesta, la cual no llegó, así que siguió insistiendo.
TEDRA: Tienes que decírmelo.
SHANER: ¿Es una orden?
TEDRA: No, pero ya que lo mencionas…ahora sí.
SHANER: ¿No creéis que estar a solas conmigo sería un escándalo para vuestra familia?
TEDRA: Mi familia no está aquí. Y Falon tampoco. No pienso irme hasta que me respondas.
Shaner la miró fijamente, poniéndola tensa de inmediato.
Bajo esos ojos se sentía tan bella…tan femenina…pero no deseada.
SHANER: No.
TEDRA: ¿No, qué?
SHANER: No estoy enamorado de nadie.
Una pequeña esperanza brilló en lo más profundo de la chica, pero Shaner se encargó de apagarle ese brillo…
SHANER: Y tampoco tengo intención de enamorarme. No me interesa.
TEDRA: ¿Por qué?
SHANER: El amor es una pérdida de tiempo. Es la “anulación del cerebro”. Para mí, no existe.
TEDRA: ¿Entonces tú que eres? Tus padres se amaban y te concibieron, ¿no? Eres fruto del amor.
SHANER: No por ello debo sentirlo yo por una mujer.
TEDRA: Pero el amor sí existe.
SHANER: Para mí, no. Si me permitís, seguiré afilando mi espada…en silencio.
Tedra apretó los dientes, se levantó con orgullo y salió de la estancia, esta vez, sin dar un portazo.
De momento sabía que Shaner no tenía a nadie especial en su corazón, así que iniciaría sus planes de conquista.
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Azalea estaba sentada en la cama, comiendo una extraña fruta que había encontrado encima de la mesa.
Oyó el resoplido del Shuupaf y supo que Falon había llegado.
¡Ya era hora!
Habían pasado más de dos horas desde que se había marchado.
Sonrió cuando él entró, pero al verlo tan serio, se borró su sonrisa.
Sintió un escalofrío al notar que Falon no la miraba como siempre solía hacerlo, con esa ternura…
Esta vez parecía distante…frio…
¿Qué habría pasado? ¿Le habrían llegado malas noticias del reino de Aion?
AZALEA: ¿Por qué…me miras así? ¿Qué ha pasado?
FALON: Ya puedes dejar de fingir.
AZALEA: ¿Qué…?
En ese momento, entre él y ella se abrió el abismo más grande y oscuro que jamás hubiera podido existir entre dos personas.
Un miedo horrible atenazó el alma de la princesa.
Estaba claro que Falon había descubierto la verdad…no entendía cómo…pero la sabía…
El odio y el dolor se reflejaban en sus ojos.
FALON: ¿Sorprendida?
AZALEA: Falon, yo…
FALON: Cállate.
Esa orden fue como un puñal para su corazón…pues nunca le había hablado así.
Falon dio un paso hacia adelante, con los puños apretados, recordando todo lo que esa chica le había confesado mientras estuvo borracha de ponche.
FALON: Ahora entiendo por qué esa noche me decías que querías mi amor…que querías que me enamorase de ti…
AZALEA: Falon…
FALON: Para vengarte mejor, ¿verdad, Azalea?
Oírlo decir su verdadero nombre con tanta ironía, le heló la sangre en las venas.
Entonces Falon aplaudió.
FALON: Te felicito. Has conseguido tu propósito.
AZALEA: Al principio fue así, pero…
FALON: ¿Pero qué? No irás a decirme que terminaste enamorada de mí, ¿cierto?
AZALEA: Sí… Sí, Falon… Te amo…
FALON: ¡¡Por favor!!
De una patada derribó la mesa y las dos sillas.
Poco a poco la rabia iba cegándolo.
Poco a poco la impotencia iba consumiendo a Azalea.
FALON: No esperes que te crea.
Se apoyó en la pared y se pasó la mano por el cabello.
Se lo veía tan dolido…tan perdido…que ella no pudo evitar levantarse con la sábana alrededor de su cuerpo.
Él la miró de arriba abajo.
Se la veía tan delicada…hermosa…deseable…inocente…pero a la vez tan mentirosa y calculadora.
FALON: ¿Cómo has podido usar tu cuerpo para la venganza?
AZALEA: Te equivocas, yo…
FALON: Te entregaste a mí para cautivarme más profundamente. Entregaste tu virginidad tan suciamente…
Azalea ya no pudo aguantar más y sacó su fuerte carácter, mirándolo con rabia y dolor.
AZALEA: ¡No te atrevas a ofenderme!
FALON: Tú misma te has ofendido entregándote a mí para vengarte.
AZALEA: Mi decisión de ser tuya no tiene nada que ver con la venganza.
FALON: ¿Cómo has podido hacerme esto? ¿Cómo has podido vengarte usando mis sentimientos?
Gruñó y golpeó la pared con sus puños una y otra vez hasta dejárselos ensangrentados.
Con lágrimas en los ojos, ella se acercó a él.
AZALEA: Falon…
FALON: No me toques.
Se dejó caer de rodillas al suelo y apoyó la frente en la misma pared que había golpeado con tanta furia.
Reinó el silencio durante lo que pareció una eternidad hasta que la princesa se arrodilló a su lado, con las mejillas llenas de lágrimas y labios temblorosos.
AZALEA: Te amo.
FALON: …
AZALEA: Perdóname, por favor…
FALON: No puedo perdonarte.
AZALEA: ¿Por qué no?
FALON: Porque eres Azalea.
Eso fue lo que terminó de destrozarla.
Se tragó las lágrimas, respiró hondo y se levantó del suelo para dejar caer la sábana y mostrar su desnudez.
Falon no pudo evitar mirarla, pero la rabia lo obligó a cerrar los ojos.
Azalea se puso su vestido, sus zapatitos y se arregló un poco el cabello.
¿Solo por ser Azalea merecía todo el odio del mundo?
Qué injusto…
AZALEA: Quisiera regresar al reino.
Al notar su frialdad, Falon se levantó y miró su delicada espalda, tan rígida y tensa.
FALON: ¿Ahora eres tú la dolida?
AZALEA: Deseo regresar al reino.
FALON: ¿Con qué derecho te crees la reina de hielo?
La cogió del brazo para voltearla con brusquedad y mirarla con odio.
FALON: Creíste que jamás sabría la verdad, ¿cierto? Por eso ahora quieres huir al actuar con frialdad.
AZALEA: Tú no sabes nada.
FALON: ¿Qué debo saber? Quieres ir al reino para celebrar que conseguiste vengarte de mí, ¿verdad?
AZALEA: Llévame a Aion, por favor.
FALON: ¡No! ¡No pienso llevarte!
La empujó y la lanzó sobre la cama.
Tenía ganas de estrangularla, pero se conformó con ahogar su furia destrozando todo lo que encontró a su paso.
Azalea se tapó el rostro con las manos y lloró desconsoladamente.
Esto no podía estar pasando…
Ahora ya sabía lo que habría pasado si le hubiera confesado este secreto que ya se sabía.
El dolor hubiera sido el mismo, ¿verdad?
AZALEA: Iba a contártelo…pero tenía tanto miedo de esta misma reacción tuya…
Sus hombros temblaban al llorar…sus manos apretaban su pecho en un gesto de dolor…
Parecía una flor a punto de ser aplastada por la mano que la había estado cuidando.
Pero Falon no podía mirarla…no quería mirarla… ¡No quería ser débil y terminar abrazándola!
AZALEA: Ésta era la mentira que me estaba torturando…y si quería contártela era porque no deseaba seguir con la venganza… Me he enamorado de ti, Falon…Te amo de verdad…
FALON: No digas más.
Miró todo lo que había destrozado con sus propias manos y deseó desaparecer para siempre.
Estar ahí le hacía daño. Ver la cama en la que le había hecho el amor le quemaba por dentro. Oír el llanto de esa delicada rosa le estaba destrozando el alma.
Pero su corazón estaba rodeado por una capa de piedra, y nada conseguiría hacerle cambiar el pensamiento.
FALON: No soportaría viajar en el Shuupaf junto a ti. Enviaré a alguien para que venga a buscarte.
AZALEA: No puedes hacer eso…
FALON: Claro que puedo. Solo tendrás que esperar una hora.
AZALEA: No quiero quedarme sola.
FALON: Yo necesito estar solo.
AZALEA: Falon, espera…
FALON: Adiós, Azalea.
AZALEA: ¡Falon, no!
Con dolor vio cómo subía en el Shuupaf sin mirar atrás.
Llorando con amargura, ella se asomó a la ventana y estiró el brazo hacia él, como si así pudiera alcanzarlo.
AZALEA: ¡No te vayas! ¡No, Falon, no!
El Shuupaf resopló y comenzó a caminar, alejándose de la cabaña colgante.
AZALEA: ¡Vuelve! ¡Falon, por favor! ¡Vuelve! ¡Vuelve!
El príncipe cerró los ojos e intentó ahogar el dolor que le causaban los gritos desesperados de Azalea, la cual veía borroso a causa de tantas lágrimas.
Su mano quedó suspendida en el aire…en el vacío…
AZALEA: Vuelve…por favor…vuelve…
La corona de espinas que había estado apretando su corazón, terminó por clavarse más profundamente, haciéndolo sangrar hasta dejarlo sin vida.
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Cuando Falon llegó al reino de Aion, ordenó a Challen y a un soldado que fueran a buscar a Azalea, indicándoles en un mapa la dirección en la que debían ir.
Después fue a la sala de reuniones y pidió que le trajeran una botella de alcohol bien fuerte.
Se sentó en un sillón y dio un buen trago.
El líquido ardiente le quemó la garganta, expandiéndose por todo su pecho.
Ojalá ese alcohol pudiera quemar su corazón y matar los sentimientos que tenía hacia Azalea.
Azalea… Azalea… Azalea…
Quién iba a imaginar que se convertiría en la mujer más hermosa y deseada de todas las ciudades.
Dio otro sorbo y pensó que su belleza la había probado solo él.
Cerró los ojos y no pudo evitar recordar su cabello…sus labios…sus pechos…su cintura…sus piernas…su sabor…su aroma…su virginidad…
Dios… ¡Seguía deseándola con tanta intensidad!
Furioso, lanzó la botella contra la pared, haciéndola estallar en miles de cristales y de líquido brillante.
La puerta se abrió y entró el rey Zaebard, que al ver la bebida esparramada por el suelo, lo miró con una ceja arqueada.
ZAEBARD: ¿De mal humor?
FALON: …
ZAEBARD: ¿Ha fallado algo en la luna de miel?
FALON: No me menciones eso, por favor.
ZAEBARD: ¿Habéis vuelto a pelear?
Falon gruñó y pidió otra botella de alcohol.
La criada se la trajo enseguida, temerosa de verlo tan enfadado.
Zaebard se sentó frente a su amigo y lo miró atentamente.
ZAEBARD: Nunca te había visto así, Falon. Ha pasado algo grave, ¿verdad?
El príncipe vació media botella de un solo trago y respiró hondo.
No quería hablar del tema, pero conociendo a Zaebard, sabía que se quedaría ahí hasta que le contase qué ocurría.
ZAEBARD: ¿Dónde está Azalea?
FALON: En el Este de Aion.
ZAEBARD: ¿Qué? ¿La dejaste sola allí?
FALON: Ya ordené que fueran a buscarla.
ZAEBARD: De todos modos estará sola durante más de una hora.
FALON: No le ocurrirá nada, Zaebard. Está dentro de la cabaña colgante, y para llegar ahí se necesita a un Shuupaf.
ZAEBARD: Es muy extraño en ti que te hayas alejado de ella. Y mucho más extraño es que la hayas dejado sola en un lugar que no conoce. ¿Qué ha pasado, Falon?
FALON: No quiero hablar del asunto ahora, Zaebard.
Vació la otra mitad de la botella y volvió a pedir otra más.
Eso era lo que necesitaba: alcohol y solo alcohol.
Así podría olvidar a Azalea por un buen rato.
Deseaba calmar el escozor que sentía en lo más profundo de su ser.
El joven rey suspiró y decidió dejarlo solo con su borrachera.
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TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS-
Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 7
por Katherina Kusanovic Sáb Sep 15, 2012 3:29 pm
Yo tenia razon! fue terrible! terrible! terrible!
La dejo sola! cogando de una cabaña colgante (?) pero quien se cree pedazo de cretino! Y ella le confiesa su amor nuevamente, le dijo todo y el "No puedo perdonarte porque eres Azalea" Hijo de su gran madre e.e********************************+
Que odio!!!!!!! Es el momento dramatico! Amo el dramaaaaaa!!!
Espero la conti xDD
La dejo sola! cogando de una cabaña colgante (?) pero quien se cree pedazo de cretino! Y ella le confiesa su amor nuevamente, le dijo todo y el "No puedo perdonarte porque eres Azalea" Hijo de su gran madre e.e********************************+
Que odio!!!!!!! Es el momento dramatico! Amo el dramaaaaaa!!!
Espero la conti xDD
Katherina Kusanovic- ADMIN
- Mensajes : 1186
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 27
Localización : donde el agua me llevo(?
Personaje Favorito : Itachii *-* es el amor de mi vida :3 Amm.. Yugao Uzuki (mi heroina desconocida) n_n am.. Rima, Shiki, Zero y Aidou (de Vampire Knight); Suigintou y Shinku (de Rozen Maiden); Algunos que me dan verguenza mencionar >////< y.... nee... otros xD -
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 7
por ~Shia~ Sáb Sep 15, 2012 5:58 pm
D: que crueldad por parte de Falon,no quererla amar porque es Azalea ¬¬
~Shia~- Mensajes : 332
Fecha de inscripción : 10/09/2011
Edad : 26
Localización : Aquí
Personaje Favorito : Ninguno
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 7
por Alice~ Sáb Sep 15, 2012 9:36 pm
T3T que cruel... Pero esas son las ironías de la vida no? :,I sí Falon sólo la deseaba bueno, no está tan mal que la haya abandonado... Pero sí la amaba ... Eso no es bueno :c
Alice~- Mensajes : 635
Fecha de inscripción : 01/08/2011
Edad : 26
Localización : ... *GPS buscando* ... LOST! ... (?)
Personaje Favorito : Deidara Iwakure , Grell Sutcliff , Itachi Uchiha & Drocell Cains <333; imposible tener solo uno ~ -
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