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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 21
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Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 21
"Curando Heridas"
PARTE 4
A la mañana siguiente, Azalea despertó con desánimos y se dio su habitual baño perfumado; se puso el uniforme y se dirigió hacia la sala de estudios.
En cuanto estuvo sentada en su puesto, volteó el rostro hacia el ventanal y observó el paisaje sin ver nada realmente.
Hoy era el tercer día de la espera, y Falon no había aparecido.
Ya era hora de tirar la toalla y resignarse a vivir una vida sin él. Lo mejor sería centrarse en sus estudios y amigos, y esperar a recibir alguna carta de Challen.
Suspiró profundamente y se dedicó a poner atención a la profesora.
Dos horas más tarde, bajó al jardín con sus amigos y mascotas para disfrutar de otro picnic bajo el sol.
Uno a uno fueron sacando platos de comida elaborados por ellos mismos, y para sorpresa de todos, Azalea sacó una ensalada primaveral que tenía muy buena pinta.
LILLY: ¡Vaya! ¡Te has lucido, princesa!
AIKA: Espero que el sabor sea tan bueno como su apariencia.
AZALEA: Deja de molestar. (¬ ¬)
KUPÓ: ¿Quién tendrá el honor de ser el primero en probarla, kupó?
MOG: ¡Tú, por hablar!
Todos se echaron a reír al ver que Kupó tragaba saliva con pavor, incluida Azalea, decidida como estaba a pasarlo bien con sus amigos.
Desde una de las terrazas, Falon observaba al risueño grupo, extasiado al ver y oír la risa de su princesa. Se la veía tan hermosa…pero sus ojos no brillaban. ¿Estaría triste por él o…por Challen?
Sacudió la cabeza y desechó esos malos pensamientos. Basta de negatividad y desconfianza. Basta de peleas, gritos y lágrimas. Había venido a reconciliarse con el amor de su vida.
La puerta se abrió y entró Tedra, la cual corrió a abrazar a su hermano.
TEDRA: Me alegro de que estés aquí. ¿Cuándo llegaste?
FALON: Anoche, justo para la fiesta.
TEDRA: Pues yo no te vi.
FALON: Estuve un rato en el jardín con Dalden, pero me retiré pronto a dormir.
TEDRA: Con razón…
FALON: ¿Cómo vas con Shaner?
TEDRA: Bueno, ni bien ni mal; estamos en un punto neutro. Pero decidí ser paciente. ¿Y tú cómo sigues? ¿Por qué has vuelto? Pensé que no volvería a verte en mucho tiempo tal y como dijiste.
FALON: Azalea vino a verme a nuestro castillo.
TEDRA: Sé que volviste a rechazarla…
FALON: ¿Hablaste con ella?
TEDRA: Sí, y está bastante afectada. Me confesó que hizo todo lo que pudo, y que ya no haría nada más. Te dio tres días para que recapacitaras y vinieras a buscarla. Si no venías, estaba dispuesta a sacarte completamente de su vida.
FALON: Maldita sea… ¿Cuántos días han pasado desde entonces?
TEDRA: Dos; hoy es el tercero.
FALON: Gracias a los Cielos… Espero que quiera escucharme.
Terminó de alistarse, se miró en el espejo y respiró hondo.
Estaba dispuesto a rogarle todo el día si era necesario para que volviera con él.
Se acercó a su hermana y le besó la mejilla.
FALON: Nos vemos luego.
TEDRA: Antes tengo que decirte algo…
FALON: ¿De qué se trata?
TEDRA: ¿Recuerdas…aquél día en el que…saliste a cabalgar con Cerith…y que Azalea y yo os seguimos…?
FALON: Sí, aunque ya hace mucho tiempo de eso.
TEDRA: Lo sé, pero…necesito confesarte que…el accidente que Azalea sufrió con su caballo…lo provoqué yo.
Tras decir eso, la chica agachó el rostro en un gesto de arrepentimiento.
Poco a poco su alma iba perdiendo peso con cada día que pasaba…y todo gracias al hecho de ser perdonada y de saber perdonar.
Falon le levantó la cara y le besó la frente con una sonrisa.
FALON: Gracias por decírmelo, pero, ¿te disculpaste con ella?
TEDRA: Sí, y me perdonó.
FALON: Me alegro. Estoy muy orgulloso de ti, Tedra. Te quiero.
TEDRA: Y yo a ti, hermano.
Con un guiño de ojo, el chico salió de la estancia y caminó con determinación hacia el jardín, dónde su princesa y los demás conversaban y reían.
Por un momento se detuvo y se ocultó tras un árbol, pues no le apetecía borrar esa bella sonrisa del rostro de su amada con su sola presencia… Anhelaba verla sonreír así todos los días…pero a su lado.
Respiró profundo y salió a su encuentro.
Pronto, al verlo aparecer, Azalea dejó de reír y sintió que el corazón se le paralizaba.
No…no podía ser…
Esa imagen de Falon…no podía ser real…
Debía ser fruto de su imaginación movida por las ganas de verlo…
Los demás habían quedado enmudecidos, mirando a uno y a otro, esperando a que alguno de los dos reaccionara. Y al parecer, Azalea no podía reaccionar, por lo que Falon comenzó a sentir miedo.
Había esperado que su princesa sonriera, llorase o que corriera hacia él, pero…ahí estaba, quieta, silenciosa, sin sonrisa, sin lágrimas, sin brillo en su mirada…
Por todos los demonios… ¿Habría llegado demasiado tarde?
De pronto, se sintió perdido e incómodo, por lo que le devolvió la mirada con indiferencia adelantada.
Y fue un error.
Azalea malinterpretó esa incomodidad y apretó los puños con rabia.
Por lo que podía apreciar, Falon no había regresado por ella, sino quizá por ver a Tedra o a Zaebard.
Por supuesto que sí; esa mirada fría y calculada lo decía todo.
Tragó saliva, apartó los ojos con rapidez y les sonrió a sus amigos para que continuasen con la divertida conversación, dando por hecho de que la presencia de ese idiota no le importaba en absoluto.
Falon se puso tenso ante ese gesto de desprecio.
Lo había rechazado… Sin necesidad de palabras… ¡No quería saber nada de él!
Gruñó y dio media vuelta para irse, pero recordó la decisión que había tomado después de tantos días de meditación: luchar hasta el final.
Se volteó y caminó despacio hacia el grupo, clavando la vista en ella en todo momento.
FALON: Tenemos que hablar.
Sin esperar respuesta, la tomó de la cintura y se la cargó sobre un hombro ante las sorprendidas miradas de los demás.
La llevó hacia la soledad y la tranquilidad que otorgaba el jardín trasero y la soltó despacio para luego mirarla con demasiada seriedad.
FALON: No pienso permitir que te apartes de mí nunca más, Azalea. Sé que he cometido muchos errores pero no he dejado de amarte ni un solo instante.
AZALEA: …
FALON: Quizá he llegado tarde o demasiado justo de tiempo. Quizá hayas tomado tus decisiones, pero no pienso tolerar que te alejes de nuevo.
Esas palabras le devolvieron la vida al lastimado corazón de la chica, haciéndolo latir con fuerza con cada segundo que pasaba.
Sí…Falon había regresado por ella…
Oh, Dios…
Quería lanzarse a sus brazos y suplicarle que la besara, pero…no era justo que se lo pusiera tan fácil después de haberla angustiado tanto, por lo que alzó la barbilla con obstinación y le espetó:
AZALEA: Ahora soy yo la que necesita unos días para pensarlo.
Y dicho eso, dio media vuelta y comenzó a alejarse, dejándolo estupefacto.
La vio acercarse a sus amigos y seguir con el picnic con total tranquilidad.
Apretó los dientes y trató de controlar la rabia que empezaba a consumirlo por dentro.
Muy bien. La dejaría meditar, pues se lo merecía. Pero de hoy no pasaría, ya que se moría de ganas por hacerle el amor.
-----------------------------------------------------------------------------------------
Azalea se sentía feliz de verdad, pero debía seguir con el plan de hacerse la difícil.
Tras el picnic, regresó a la sala de estudios y trató de concentrarse en la materia, pero lo único que anhelaba era volver a ver a su amado.
Deseaba amarlo y ser amada más que nunca. Deseaba que el dolor y la partida de Challen no fueran en vano. Deseaba sentirse completa y sonreír cada día…para siempre.
Se dio cuenta de que Lilly y Aika la miraban con una sonrisa, sabedoras de que la felicidad estaba tocando a la puerta de su corazón; les devolvió la sonrisa y trató de no echarse a llorar ahí mismo.
Después de dos agobiantes horas de clase, Azalea se despidió de sus amigos y salió al pasillo, intentando calmar sus agitados latidos.
Solo un poco más de indiferencia…unas horas más y…
Al girar la esquina, vio a Falon esperándola, por lo que trató de no sonreír.
Continuó caminando y pasó por su lado, ignorándolo por completo. Pero Falon no se lo permitió, así que la detuvo del brazo y le dio bruscamente la vuelta para abrazarla.
FALON: ¡Basta ya, por favor! ¡No quiero seguir con esto! ¡Basta de indiferencias! ¡Basta de sufrir y de pelear! ¡No puedo más!
Aun dentro de su asombro, ella vio cómo su amado tomaba su mano para ponerle un anillo en el dedo corazón.
FALON: Acepta este anillo como signo de perdón y amor. Te amo, Azalea.
Ella miró la joya con lágrimas en los ojos...sin poder creer que eso estuviera ocurriendo.
Al fin cerraba un capítulo lleno de dolor para abrir otro lleno de felicidad.
-------------------------------------------------------------------------------------
Tedra espiaba a Falon y a Azalea besándose desde la esquina del pasillo.
¡Por fin esos dos habían arreglado las cosas!
No podía evitar sentirse contenta por su hermano y también por…Azalea.
Vaya… ¡Cómo habían cambiado las cosas! Y se alegraba de ello.
Ahora…solo faltaba que la felicidad le llegase a ella también…
SHANER: ¿Qué hacéis fisgoneando?
Tedra dio un respingo del susto y se volteó hacia Shaner para hacerle callar, pero las palabras se le atascaron en la garganta al verlo con la camisa desabrochada…mostrando ese increíble y fuerte pecho…
Se sonrojó y él arqueó una ceja.
SHANER: Os estaba buscando para…
TEDRA: ¿Qué? ¿Me buscabas? ¿Tú a mí? ¿En serio? 0//0
SHANER: Sí; quería deciros que Cerith ha regresado de su misión; os está esperando en vuestra estancia.
TEDRA: Ah…
Claro. Era obvio que solo la buscaba para cosas sin importancia…
¿Qué esperaba de él? Nada. Como siempre…
TEDRA: Gracias por avisarme.
Le sonrió débilmente y salió corriendo hacia su habitación. Al entrar, vio a Cerith esperándola y sin decir una sola palabra, se abrazó a ella, temblorosa.
CERITH: ¿Tedra…?
TEDRA: Me siento tan estúpida…
CERITH: ¿Qué ha pasado?
Tedra se apartó de su amiga y agachó la mirada, sonriendo con tristeza.
TEDRA: Me prometí tantas cosas a mí misma y lo único que hago es ilusionarme por cualquier cosa para luego…caer al vacío. Aunque yo sonría y hable, mi corazón llora y espera…
Cerith solo pudo abrazarla y permitir que se desahogase, pues sabía muy bien lo que dolía amar sin ser correspondida.
Gracias a sus misiones como Cazadora de Bestias, se distraía bastante y pensaba muy poco en Falon; y aún y así cuando lo veía, ya no sentía aquél dolor tan sofocante.
Si pudiera distraer a Tedra de alguna manera que…
¡Oh!
Se acordó de la conversación que tuvo con Moira sobre el Libro de la Vida que residía en el Templo de los Dioses.
Cuando notó que su amiga ya no lloraba, la sentó en la cama, a su lado.
CERITH: Tengo algo que proponerte.
TEDRA: ¿…?
CERITH: Se trata del ojo perdido de Shaner.
TEDRA: No entiendo.
CERITH: ¿Qué darías por devolverle la vista completa a ese ojo herido?
TEDRA: Todo; pero…
CERITH: Tengo la solución para curárselo.
TEDRA: ¿En serio?
CERITH: Sí; pero deberá ser un secreto, puesto que lo que vamos a hacer está completamente prohibido. El consuelo será que lo haremos por una buena causa.
Estuvieron ideando el plan hasta que una sirvienta les trajo la noticia de que en una hora se celebraría la Fiesta de las Flores en la plaza central de Aion.
-----------------------------------------------------------------------------------------
Azalea se miró en el espejo y sonrió con satisfacción.
Ese corto vestido primaveral encajaba perfectamente con el motivo de la fiesta.
Las mascotas sonrieron a su vez y los tres salieron del castillo para dirigirse al jardín principal, dónde los esperaba un carruaje.
Lenoic todavía estaba fuera, por lo que le abrió la puerta y la ayudó a subir en su interior.
Ella le sonrió agradecida y se acomodó al lado de Lilly. En cuanto Lenoic se sentó al lado de Aika, la carroza se puso en marcha.
Por la ventanilla, la princesa pudo ver que Falon, Tedra y Cerith salían del castillo para acercarse a otro carruaje que los esperaba.
Cerith iba cogida del brazo de Falon, y ambos sonreían, pero Azalea no sintió celos, y mucho menos miedo.
Se dedicó a conversar con sus amigos hasta llegar a la plaza central de Aion.
Salieron de la carroza y se asombraron al comprobar que el lugar consistía en una redonda plaza gigantesca llena de carpas blancas dónde se vendían flores de todo tipo.
Sin saber cómo ni de dónde venían, del cielo caían pétalos de colores sin cesar. El ambiente estaba cargado de aromas distintos pero dulces. Y la gente caminaba, observaba, compraba, reía y charlaba con total alegría. El sol todavía brillaba lo suficiente como para admirar todos los puestos de flores.
LILLY: Todo esto es precioso…
AZALEA: ¿Es la primera vez que asistes?
LILLY: Sí; ¿y tú?
AZALEA: También. ¡Y me encanta!
En cuanto llegaron Zaebard, su esposa y sus dos hijos, la gente se arremolinó a su alrededor para hacerles reverencias y saludarlos.
Estaba claro que la realeza era muy querida por sus habitantes.
Shaner y un séquito de soldados se mantenían cerca de ellos para protegerlos de cualquier indicio extraño.
La música llegaba de todas partes y las ancianas repartían refrescos y coronas de flores.
Pronto llegaron dos carrozas más, de las cuales salieron Dalden, Falon, Tedra y Cerith.
Al ver a su amado, el corazón de Azalea dio un brinco.
Oh, Dios…
Estaba tan guapo con ese uniforme primaveral de príncipe real…con su mirada seria pero sensual…su masculino cuerpo bien formado…
Deseaba correr hacia él y abrazarse contra su fuerte pecho, pero después de aquél beso lleno de amor no habían vuelto a hablarse de tanta emoción que los albergaba.
Zaebard llamó sus atenciones para que se reunieran todos juntos y fluyó una conversación risueña y apacible mientras tomaban refrescos y galletas que ofrecían las ancianas.
Falon y Azalea compartían miradas llenas de pasión y sonrisas llenas de promesas; el amor flotaba en el aire y no sabían hasta cuándo podrían aguantar las ganas de volverse a tocar.
Tedra no tardó en colocarse al lado de Shaner por el simple hecho de sentir su cálida presencia. Estaba tan guapo con el traje de guerrero…
Más de una mujer lo miraba con interés, por lo que se pegó más a él inconscientemente.
Aika sacó a bailar a Lenoic, y Lilly arrastró a Azalea hacia el puesto dónde se pedían deseos.
LILLY: Le pediré un deseo al clavel.
AZALEA: Yo a la flor azalea.
Compraron las respectivas flores, se arrodillaron sobre una pequeña alfombra y pidieron silenciosamente el deseo.
Falon no podía apartar la mirada de Azalea.
Se la veía tan exquisita…tan radiante…tan llena de vida…
Hacía demasiado tiempo que no la veía así de feliz, y deseó que esas sonrisas solo fueran para él.
La amaba tanto…que le dolía con tan solo mirarla.
Como si le hubiera leído el pensamiento, ella lo miró desde el puesto de deseos y le sonrió con tanta dulzura que le paralizó el corazón.
Por todos los dioses…
Quería secuestrarla y llevársela lejos para poder hacerle el amor toda la noche.
Al darse cuenta de que lo había dejado totalmente atolondrado con su sonrisa, Azalea se echó a reír sin poderlo evitar.
Falon no tuvo más remedio que sonreír también.
En ese momento, Dalden se acercó a él y le palmeó la espalda.
DALDEN: Tu cara es el reflejo de la felicidad.
FALON: Tengo buenos motivos.
DALDEN: ¿Entonces te ha escuchado y perdonado?
FALON: Sí, me ha escuchado. Pero no ha respondido a nada de lo que le dije. Tampoco me ha rechazado pero intuyo que me lo quiere poner difícil.
DALDEN: Me parece justo.
Falon observó cómo Azalea lanzaba su flor en el pozo de agua cristalina y regresaba al lado de sus amigos para conversar y reír; no volvió a mirarlo ni una sola vez más.
¿Se proponía castigarlo por todo el daño que le había causado? ¿Sería muy larga esa agonía? ¿Quizá terminaría abandonándolo después de dicho castigo?
FALON: A pesar de mi alegría, yo... No puedo evitar seguir sintiendo miedo... No sé, yo...
DALDEN: Crees que aun piensa mucho en Challen, ¿verdad? Ese es tu único temor.
El príncipe no respondió y apretó los puños con nerviosismo. No solo era eso…sino que se sentía inseguro. ¿Y si Challen regresaba en busca de Azalea y ella caía de nuevo en la indecisión? ¿Volvería a suceder todo eso?
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TO BE CONTINUED...
PARTE 4
A la mañana siguiente, Azalea despertó con desánimos y se dio su habitual baño perfumado; se puso el uniforme y se dirigió hacia la sala de estudios.
En cuanto estuvo sentada en su puesto, volteó el rostro hacia el ventanal y observó el paisaje sin ver nada realmente.
Hoy era el tercer día de la espera, y Falon no había aparecido.
Ya era hora de tirar la toalla y resignarse a vivir una vida sin él. Lo mejor sería centrarse en sus estudios y amigos, y esperar a recibir alguna carta de Challen.
Suspiró profundamente y se dedicó a poner atención a la profesora.
Dos horas más tarde, bajó al jardín con sus amigos y mascotas para disfrutar de otro picnic bajo el sol.
Uno a uno fueron sacando platos de comida elaborados por ellos mismos, y para sorpresa de todos, Azalea sacó una ensalada primaveral que tenía muy buena pinta.
LILLY: ¡Vaya! ¡Te has lucido, princesa!
AIKA: Espero que el sabor sea tan bueno como su apariencia.
AZALEA: Deja de molestar. (¬ ¬)
KUPÓ: ¿Quién tendrá el honor de ser el primero en probarla, kupó?
MOG: ¡Tú, por hablar!
Todos se echaron a reír al ver que Kupó tragaba saliva con pavor, incluida Azalea, decidida como estaba a pasarlo bien con sus amigos.
Desde una de las terrazas, Falon observaba al risueño grupo, extasiado al ver y oír la risa de su princesa. Se la veía tan hermosa…pero sus ojos no brillaban. ¿Estaría triste por él o…por Challen?
Sacudió la cabeza y desechó esos malos pensamientos. Basta de negatividad y desconfianza. Basta de peleas, gritos y lágrimas. Había venido a reconciliarse con el amor de su vida.
La puerta se abrió y entró Tedra, la cual corrió a abrazar a su hermano.
TEDRA: Me alegro de que estés aquí. ¿Cuándo llegaste?
FALON: Anoche, justo para la fiesta.
TEDRA: Pues yo no te vi.
FALON: Estuve un rato en el jardín con Dalden, pero me retiré pronto a dormir.
TEDRA: Con razón…
FALON: ¿Cómo vas con Shaner?
TEDRA: Bueno, ni bien ni mal; estamos en un punto neutro. Pero decidí ser paciente. ¿Y tú cómo sigues? ¿Por qué has vuelto? Pensé que no volvería a verte en mucho tiempo tal y como dijiste.
FALON: Azalea vino a verme a nuestro castillo.
TEDRA: Sé que volviste a rechazarla…
FALON: ¿Hablaste con ella?
TEDRA: Sí, y está bastante afectada. Me confesó que hizo todo lo que pudo, y que ya no haría nada más. Te dio tres días para que recapacitaras y vinieras a buscarla. Si no venías, estaba dispuesta a sacarte completamente de su vida.
FALON: Maldita sea… ¿Cuántos días han pasado desde entonces?
TEDRA: Dos; hoy es el tercero.
FALON: Gracias a los Cielos… Espero que quiera escucharme.
Terminó de alistarse, se miró en el espejo y respiró hondo.
Estaba dispuesto a rogarle todo el día si era necesario para que volviera con él.
Se acercó a su hermana y le besó la mejilla.
FALON: Nos vemos luego.
TEDRA: Antes tengo que decirte algo…
FALON: ¿De qué se trata?
TEDRA: ¿Recuerdas…aquél día en el que…saliste a cabalgar con Cerith…y que Azalea y yo os seguimos…?
FALON: Sí, aunque ya hace mucho tiempo de eso.
TEDRA: Lo sé, pero…necesito confesarte que…el accidente que Azalea sufrió con su caballo…lo provoqué yo.
Tras decir eso, la chica agachó el rostro en un gesto de arrepentimiento.
Poco a poco su alma iba perdiendo peso con cada día que pasaba…y todo gracias al hecho de ser perdonada y de saber perdonar.
Falon le levantó la cara y le besó la frente con una sonrisa.
FALON: Gracias por decírmelo, pero, ¿te disculpaste con ella?
TEDRA: Sí, y me perdonó.
FALON: Me alegro. Estoy muy orgulloso de ti, Tedra. Te quiero.
TEDRA: Y yo a ti, hermano.
Con un guiño de ojo, el chico salió de la estancia y caminó con determinación hacia el jardín, dónde su princesa y los demás conversaban y reían.
Por un momento se detuvo y se ocultó tras un árbol, pues no le apetecía borrar esa bella sonrisa del rostro de su amada con su sola presencia… Anhelaba verla sonreír así todos los días…pero a su lado.
Respiró profundo y salió a su encuentro.
Pronto, al verlo aparecer, Azalea dejó de reír y sintió que el corazón se le paralizaba.
No…no podía ser…
Esa imagen de Falon…no podía ser real…
Debía ser fruto de su imaginación movida por las ganas de verlo…
Los demás habían quedado enmudecidos, mirando a uno y a otro, esperando a que alguno de los dos reaccionara. Y al parecer, Azalea no podía reaccionar, por lo que Falon comenzó a sentir miedo.
Había esperado que su princesa sonriera, llorase o que corriera hacia él, pero…ahí estaba, quieta, silenciosa, sin sonrisa, sin lágrimas, sin brillo en su mirada…
Por todos los demonios… ¿Habría llegado demasiado tarde?
De pronto, se sintió perdido e incómodo, por lo que le devolvió la mirada con indiferencia adelantada.
Y fue un error.
Azalea malinterpretó esa incomodidad y apretó los puños con rabia.
Por lo que podía apreciar, Falon no había regresado por ella, sino quizá por ver a Tedra o a Zaebard.
Por supuesto que sí; esa mirada fría y calculada lo decía todo.
Tragó saliva, apartó los ojos con rapidez y les sonrió a sus amigos para que continuasen con la divertida conversación, dando por hecho de que la presencia de ese idiota no le importaba en absoluto.
Falon se puso tenso ante ese gesto de desprecio.
Lo había rechazado… Sin necesidad de palabras… ¡No quería saber nada de él!
Gruñó y dio media vuelta para irse, pero recordó la decisión que había tomado después de tantos días de meditación: luchar hasta el final.
Se volteó y caminó despacio hacia el grupo, clavando la vista en ella en todo momento.
FALON: Tenemos que hablar.
Sin esperar respuesta, la tomó de la cintura y se la cargó sobre un hombro ante las sorprendidas miradas de los demás.
La llevó hacia la soledad y la tranquilidad que otorgaba el jardín trasero y la soltó despacio para luego mirarla con demasiada seriedad.
FALON: No pienso permitir que te apartes de mí nunca más, Azalea. Sé que he cometido muchos errores pero no he dejado de amarte ni un solo instante.
AZALEA: …
FALON: Quizá he llegado tarde o demasiado justo de tiempo. Quizá hayas tomado tus decisiones, pero no pienso tolerar que te alejes de nuevo.
Esas palabras le devolvieron la vida al lastimado corazón de la chica, haciéndolo latir con fuerza con cada segundo que pasaba.
Sí…Falon había regresado por ella…
Oh, Dios…
Quería lanzarse a sus brazos y suplicarle que la besara, pero…no era justo que se lo pusiera tan fácil después de haberla angustiado tanto, por lo que alzó la barbilla con obstinación y le espetó:
AZALEA: Ahora soy yo la que necesita unos días para pensarlo.
Y dicho eso, dio media vuelta y comenzó a alejarse, dejándolo estupefacto.
La vio acercarse a sus amigos y seguir con el picnic con total tranquilidad.
Apretó los dientes y trató de controlar la rabia que empezaba a consumirlo por dentro.
Muy bien. La dejaría meditar, pues se lo merecía. Pero de hoy no pasaría, ya que se moría de ganas por hacerle el amor.
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Azalea se sentía feliz de verdad, pero debía seguir con el plan de hacerse la difícil.
Tras el picnic, regresó a la sala de estudios y trató de concentrarse en la materia, pero lo único que anhelaba era volver a ver a su amado.
Deseaba amarlo y ser amada más que nunca. Deseaba que el dolor y la partida de Challen no fueran en vano. Deseaba sentirse completa y sonreír cada día…para siempre.
Se dio cuenta de que Lilly y Aika la miraban con una sonrisa, sabedoras de que la felicidad estaba tocando a la puerta de su corazón; les devolvió la sonrisa y trató de no echarse a llorar ahí mismo.
Después de dos agobiantes horas de clase, Azalea se despidió de sus amigos y salió al pasillo, intentando calmar sus agitados latidos.
Solo un poco más de indiferencia…unas horas más y…
Al girar la esquina, vio a Falon esperándola, por lo que trató de no sonreír.
Continuó caminando y pasó por su lado, ignorándolo por completo. Pero Falon no se lo permitió, así que la detuvo del brazo y le dio bruscamente la vuelta para abrazarla.
FALON: ¡Basta ya, por favor! ¡No quiero seguir con esto! ¡Basta de indiferencias! ¡Basta de sufrir y de pelear! ¡No puedo más!
Aun dentro de su asombro, ella vio cómo su amado tomaba su mano para ponerle un anillo en el dedo corazón.
FALON: Acepta este anillo como signo de perdón y amor. Te amo, Azalea.
Ella miró la joya con lágrimas en los ojos...sin poder creer que eso estuviera ocurriendo.
Al fin cerraba un capítulo lleno de dolor para abrir otro lleno de felicidad.
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Tedra espiaba a Falon y a Azalea besándose desde la esquina del pasillo.
¡Por fin esos dos habían arreglado las cosas!
No podía evitar sentirse contenta por su hermano y también por…Azalea.
Vaya… ¡Cómo habían cambiado las cosas! Y se alegraba de ello.
Ahora…solo faltaba que la felicidad le llegase a ella también…
SHANER: ¿Qué hacéis fisgoneando?
Tedra dio un respingo del susto y se volteó hacia Shaner para hacerle callar, pero las palabras se le atascaron en la garganta al verlo con la camisa desabrochada…mostrando ese increíble y fuerte pecho…
Se sonrojó y él arqueó una ceja.
SHANER: Os estaba buscando para…
TEDRA: ¿Qué? ¿Me buscabas? ¿Tú a mí? ¿En serio? 0//0
SHANER: Sí; quería deciros que Cerith ha regresado de su misión; os está esperando en vuestra estancia.
TEDRA: Ah…
Claro. Era obvio que solo la buscaba para cosas sin importancia…
¿Qué esperaba de él? Nada. Como siempre…
TEDRA: Gracias por avisarme.
Le sonrió débilmente y salió corriendo hacia su habitación. Al entrar, vio a Cerith esperándola y sin decir una sola palabra, se abrazó a ella, temblorosa.
CERITH: ¿Tedra…?
TEDRA: Me siento tan estúpida…
CERITH: ¿Qué ha pasado?
Tedra se apartó de su amiga y agachó la mirada, sonriendo con tristeza.
TEDRA: Me prometí tantas cosas a mí misma y lo único que hago es ilusionarme por cualquier cosa para luego…caer al vacío. Aunque yo sonría y hable, mi corazón llora y espera…
Cerith solo pudo abrazarla y permitir que se desahogase, pues sabía muy bien lo que dolía amar sin ser correspondida.
Gracias a sus misiones como Cazadora de Bestias, se distraía bastante y pensaba muy poco en Falon; y aún y así cuando lo veía, ya no sentía aquél dolor tan sofocante.
Si pudiera distraer a Tedra de alguna manera que…
¡Oh!
Se acordó de la conversación que tuvo con Moira sobre el Libro de la Vida que residía en el Templo de los Dioses.
Cuando notó que su amiga ya no lloraba, la sentó en la cama, a su lado.
CERITH: Tengo algo que proponerte.
TEDRA: ¿…?
CERITH: Se trata del ojo perdido de Shaner.
TEDRA: No entiendo.
CERITH: ¿Qué darías por devolverle la vista completa a ese ojo herido?
TEDRA: Todo; pero…
CERITH: Tengo la solución para curárselo.
TEDRA: ¿En serio?
CERITH: Sí; pero deberá ser un secreto, puesto que lo que vamos a hacer está completamente prohibido. El consuelo será que lo haremos por una buena causa.
Estuvieron ideando el plan hasta que una sirvienta les trajo la noticia de que en una hora se celebraría la Fiesta de las Flores en la plaza central de Aion.
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Azalea se miró en el espejo y sonrió con satisfacción.
Ese corto vestido primaveral encajaba perfectamente con el motivo de la fiesta.
Las mascotas sonrieron a su vez y los tres salieron del castillo para dirigirse al jardín principal, dónde los esperaba un carruaje.
Lenoic todavía estaba fuera, por lo que le abrió la puerta y la ayudó a subir en su interior.
Ella le sonrió agradecida y se acomodó al lado de Lilly. En cuanto Lenoic se sentó al lado de Aika, la carroza se puso en marcha.
Por la ventanilla, la princesa pudo ver que Falon, Tedra y Cerith salían del castillo para acercarse a otro carruaje que los esperaba.
Cerith iba cogida del brazo de Falon, y ambos sonreían, pero Azalea no sintió celos, y mucho menos miedo.
Se dedicó a conversar con sus amigos hasta llegar a la plaza central de Aion.
Salieron de la carroza y se asombraron al comprobar que el lugar consistía en una redonda plaza gigantesca llena de carpas blancas dónde se vendían flores de todo tipo.
Sin saber cómo ni de dónde venían, del cielo caían pétalos de colores sin cesar. El ambiente estaba cargado de aromas distintos pero dulces. Y la gente caminaba, observaba, compraba, reía y charlaba con total alegría. El sol todavía brillaba lo suficiente como para admirar todos los puestos de flores.
LILLY: Todo esto es precioso…
AZALEA: ¿Es la primera vez que asistes?
LILLY: Sí; ¿y tú?
AZALEA: También. ¡Y me encanta!
En cuanto llegaron Zaebard, su esposa y sus dos hijos, la gente se arremolinó a su alrededor para hacerles reverencias y saludarlos.
Estaba claro que la realeza era muy querida por sus habitantes.
Shaner y un séquito de soldados se mantenían cerca de ellos para protegerlos de cualquier indicio extraño.
La música llegaba de todas partes y las ancianas repartían refrescos y coronas de flores.
Pronto llegaron dos carrozas más, de las cuales salieron Dalden, Falon, Tedra y Cerith.
Al ver a su amado, el corazón de Azalea dio un brinco.
Oh, Dios…
Estaba tan guapo con ese uniforme primaveral de príncipe real…con su mirada seria pero sensual…su masculino cuerpo bien formado…
Deseaba correr hacia él y abrazarse contra su fuerte pecho, pero después de aquél beso lleno de amor no habían vuelto a hablarse de tanta emoción que los albergaba.
Zaebard llamó sus atenciones para que se reunieran todos juntos y fluyó una conversación risueña y apacible mientras tomaban refrescos y galletas que ofrecían las ancianas.
Falon y Azalea compartían miradas llenas de pasión y sonrisas llenas de promesas; el amor flotaba en el aire y no sabían hasta cuándo podrían aguantar las ganas de volverse a tocar.
Tedra no tardó en colocarse al lado de Shaner por el simple hecho de sentir su cálida presencia. Estaba tan guapo con el traje de guerrero…
Más de una mujer lo miraba con interés, por lo que se pegó más a él inconscientemente.
Aika sacó a bailar a Lenoic, y Lilly arrastró a Azalea hacia el puesto dónde se pedían deseos.
LILLY: Le pediré un deseo al clavel.
AZALEA: Yo a la flor azalea.
Compraron las respectivas flores, se arrodillaron sobre una pequeña alfombra y pidieron silenciosamente el deseo.
Falon no podía apartar la mirada de Azalea.
Se la veía tan exquisita…tan radiante…tan llena de vida…
Hacía demasiado tiempo que no la veía así de feliz, y deseó que esas sonrisas solo fueran para él.
La amaba tanto…que le dolía con tan solo mirarla.
Como si le hubiera leído el pensamiento, ella lo miró desde el puesto de deseos y le sonrió con tanta dulzura que le paralizó el corazón.
Por todos los dioses…
Quería secuestrarla y llevársela lejos para poder hacerle el amor toda la noche.
Al darse cuenta de que lo había dejado totalmente atolondrado con su sonrisa, Azalea se echó a reír sin poderlo evitar.
Falon no tuvo más remedio que sonreír también.
En ese momento, Dalden se acercó a él y le palmeó la espalda.
DALDEN: Tu cara es el reflejo de la felicidad.
FALON: Tengo buenos motivos.
DALDEN: ¿Entonces te ha escuchado y perdonado?
FALON: Sí, me ha escuchado. Pero no ha respondido a nada de lo que le dije. Tampoco me ha rechazado pero intuyo que me lo quiere poner difícil.
DALDEN: Me parece justo.
Falon observó cómo Azalea lanzaba su flor en el pozo de agua cristalina y regresaba al lado de sus amigos para conversar y reír; no volvió a mirarlo ni una sola vez más.
¿Se proponía castigarlo por todo el daño que le había causado? ¿Sería muy larga esa agonía? ¿Quizá terminaría abandonándolo después de dicho castigo?
FALON: A pesar de mi alegría, yo... No puedo evitar seguir sintiendo miedo... No sé, yo...
DALDEN: Crees que aun piensa mucho en Challen, ¿verdad? Ese es tu único temor.
El príncipe no respondió y apretó los puños con nerviosismo. No solo era eso…sino que se sentía inseguro. ¿Y si Challen regresaba en busca de Azalea y ella caía de nuevo en la indecisión? ¿Volvería a suceder todo eso?
__________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS- Mensajes : 124
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Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 21
Nooooo:c aúnque me callera bien Challen, no quiero que regrese, aiñ:c ya todo va viento en popa, dime que no más sufrimiento TnT por favor D: ~
Espero que lo actualices pronto:3 ya se ve todo más feliz<3 ~.
Espero que lo actualices pronto:3 ya se ve todo más feliz<3 ~.
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 21
*-* amo a Challen, lo amo , lo amo. Ojalá que si Challen llegara a regresar no sea el causante de problemas entre Azalea y Falon.
~Shia~- Mensajes : 332
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