Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 13 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 13 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 128 durante el Vie Oct 11, 2024 9:30 am
Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 14
3 participantes
Página 1 de 1.
Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 14:
"Te Deseo"
PARTE 1
Cerith había escuchado toda la conversación entre Azalea, Dalden y Falon.
Y aun sabiendo que se ganaría el desprecio de Azalea, salió tras ella.
La encontró en su estancia, asomada a la terraza.
Se atrevió a acercarse y tocarle el hombro.
Creyendo que era Challen, la princesa se dio la vuelta con una gran sonrisa, pero pronto se le borró al ver a Cerith.
Claro. Challen se había ido con Zannaleah.
CERITH: ¿Quieres que hablemos?
AZALEA: ¿Desde cuándo me ha interesado hablar contigo?
Volvió a darle la espalda, indicándole en silencio que se fuera de su habitación.
Pero Cerith reunió valor y no se movió de ahí. Pues en el fondo sabía que Azalea sufría por dentro y que la vida la había vuelto fría y distante.
Sobre todo con sus enemigos. Y Cerith era una de ellos.
CERITH: ¿Crees que siendo indiferente o escondiéndote conseguirás ganarle la guerra a tu pasado?
Azalea se puso tensa y apretó los puños.
¿Cómo se atrevía a hablarle así?
CERITH: ¿Para qué tratas de ser fuerte, altanera y rebelde si a la primera humillación sales huyendo? ¿De qué sirve ser todo eso cuando te escondes?
AZALEA: ¡Cállate!
CERITH: Deja de ser así con los más débiles y enfréntate a los más fuertes.
La princesa se dio la vuelta para darle un empujón, con los ojos llenos de lágrimas.
AZALEA: ¡Deja de hablar idioteces! ¡¿Qué carajos sabes tú de la debilidad o la fortaleza?! (Furiosa)
Cerith no se asustó.
Simplemente agachó la mirada y sonrió con tristeza.
CERITH: Sé mucho de eso, pues yo misma me considero una persona débil. Pero mírame, aun débil, me estoy enfrentando a ti, que eres mucho más fuerte que yo. O eso aparentas ser.
Azalea parpadeó, con los músculos tensos y las emociones a flor de piel.
Cerith seguía con la cara agachada.
CERITH: No todos tenemos un pasado oscuro como el tuyo, pero sí tenemos un dolor permanente que soportamos cada día de nuestra vida.
AZALEA: …
CERITH: Yo no soy tan hermosa como Tedra o como tú, pero me siento orgullosa de ser quien soy y de poseer un corazón enorme. Y aunque yo no lo demuestre, cada día sufro por un vacío que será imposible llenar hasta que logre olvidar a…Falon.
Mencionar a su amado hizo que Azalea retomase su rabia y la mirase con odio…con ganas de lastimarla.
AZALEA: Falon jamás te amará.
CERITH: Lo sé. Y ese es el dolor que me acompaña día y noche. Pero no me escondo. No huyo. Lo que hago es sonreírle a Falon, enfrentarme a ti y soportar la angustia de veros juntos. Cuando uno acepta su destino, el dolor se hace más liviano.
Oír eso hizo que Azalea recordarse aquellos momentos en los que Falon había perdido la memoria y se había creído enamorado de Cerith.
¿Qué había hecho Azalea al verlos juntos y saberlo todo perdido?
Huir y llorar.
En cambio, Cerith tenía razón. Pues había soportado ver a Azalea y a Falon juntos y felices.
Inexplicablemente, se sintió vencida.
CERITH: No he venido solo a decirte todo esto. También quería hacerte saber que no llegarás a ningún lado con el odio.
AZALEA: Es lo único que tengo.
CERITH: No. Eso no es cierto. Tienes amigos que pueden apoyarte.
AZALEA: Pero no pueden entenderme.
CERITH: Yo sí. Y aunque no quieras ser mi amiga, siempre estaré ahí, esperando que decidas tomar mi mano.
Dicho eso, se marchó, dejándola sorprendentemente emocionada.
Jamás se había esperado algo así de Cerith, una de sus peores enemigas.
¿Qué debía hacer ahora que conocía el gran corazón de la chica?
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Después de comer, Azalea había decidido estudiar a solas en su estancia, pues no le apetecía ir a la biblioteca con Lilly, Aika y Lenoic.
Por la terraza llegaron volando Kupó y Mog.
KUPÓ: ¡Azalea, Azalea! ¡Falon y Dalden vuelven a pelear, kupó!
MOG: ¡Y esta vez es en serio!
AZALEA: No me importa.
MOG: Tú eres la causa de esa pelea.
AZALEA: Con más motivos no haré nada al respecto.
KUPÓ: ¡Están usando las espadas, kupó! ¡Y solo tú puedes detenerlos, kupó!
AZALEA: Que se encargue Zaebard de eso. Y ahora id a jugar al jardín. Estoy estudiando.
Las mascotas la miraron por última vez y volvieron a irse.
Pero la curiosidad venció a Azalea, la cual se asomó a la terraza y abajo en el jardín, los soldados rodeaban a Dalden y a Falon, que luchaban violentamente con las espadas.
Malditos cabezotas…
¿Por qué se empeñaban en pelearse por ella si ya los había sacado de su vida?
Sabía que ni Zaebard ni Tedra lograrían detenerlos.
Vio que Cerith también estaba ahí, y que alzaba a mirada hacia ella, suplicándole ayuda.
Pero la princesa regresó a la habitación, negándose a interferir.
Estaba dispuesta a permitir que esos dos zoquetes se lastimasen por todo el daño que le causaron a ella.
Estaba cansada de sentirse culpable de esas innecesarias peleas.
Lo mejor sería ir a la biblioteca al fin y al cabo.
Almenos ahí no oiría todo el ruido que causaban.
Salió de la estancia y se topó con Tedra, la cual tenía un aspecto horrible con la cara pálida y los ojos rojos de…¿tanto llorar?
Al ver que se la había quedado mirando, Tedra frunció las cejas.
TEDRA: ¿Te satisface verme así? ¿Te llena de placer verme sufrir?
Azalea hizo una mueca.
¿Su enemiga sufriendo?
No lo podía creer…pues si esa chica no tenía corazón.
TEDRA: ¿No vas a decir nada?
AZALEA: No.
TEDRA: Eres una estúpida, Azalea.
AZALEA: Si has tenido un mal día, intenta no desquitarte conmigo.
Dicho eso, la esquivó y siguió su camino hacia la biblioteca.
Tedra apretó los puños y soltó un grito tan fuerte que una puerta se abrió y asomó Shaner, con una expresión de susto.
Se quedaron mirando en silencio hasta que ella dio un paso hacia él.
TEDRA: Shaner…
El guerrero cerró la puerta con rapidez, dejándola con la palabra en la boca por segunda vez.
Llena de indignación, Tedra se juró vengarse de él.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Tras finalizar el primer examen de estudios, al fin empezó la fiesta que Zaebard había prometido a los alumnos.
El salón de baile se llenó de estudiantes que bailaban, conversaban y reían.
Azalea estaba radiante con el vestido rosa pétalo con encajes plateados y pequeños lazos de seda.
Se había hecho un precioso recogido en el cabello, decorado con miles de diminutas flores del mismo color que del vestido.
Yacía sentada en una de las muchas mesas llenas de comida, bebida y postres, conversando con sus amigos y siendo observada por Falon, el cual estaba al lado de Zaebard y bebiendo alcohol sin parar.
Dalden también la observaba desde el otro lado del salón.
Por la puerta aparecieron Tedra y Cerith, las cuales se veían estupendas con los vestidos de gala que habían escogido para esa ocasión.
Se acercaron a Zaebard e interrumpieron su conversación con Falon.
TEDRA: ¿Qué ha decidido Shaner?
ZAEBARD: Irse.
TEDRA: Oh, Dios…
ZAEBARD: No he logrado convencerlo. Lo siento, Tedra.
TEDRA: ¿Y vas a permitir que se marche?
ZAEBARD: A Shaner lo quiero tanto como a un hermano, pero tus padres están por encima de él.
TEDRA: No puedes hacer eso, Zaebard. Mis padres no sabrán nada de esto. Lo prometo.
ZAEBARD: Entonces ve y habla tú con él.
TEDRA: Se niega a escucharme.
ZAEBARD: Inténtalo una vez más. Lo encontrarás en su estancia.
No hizo falta más empujoncitos.
Tedra corrió hacia allí y abrió la puerta sin permiso.
Lo vio recogiendo sus cosas y sintió que se le aflojaban las piernas.
Con el traje de guerrero puesto se lo veía más distante que nunca.
Shaner la miró con demasiada seriedad.
SHANER: ¿Qué hacéis aquí?
TEDRA: No quiero discutir.
SHANER: Yo tampoco. Estoy muy ocupado.
Continuó recogiendo con total indiferencia.
Y ella dio unos pasos hacia adelante, pero el chico le dio la espalda de inmediato.
Se le notaba tan enojado…
Con un nudo en la garganta, Tedra decidió dejar el orgullo a un lado.
TEDRA: Te pido disculpas por la locura que cometí. Yo…no sé qué me pasó… Es la primera vez que me enamoro y…
Dándose cuenta de lo que había soltado, se tapó la boca con la mano y se sonrojó violentamente.
Shaner estaba tan tenso que le dolían hasta los huesos.
Por todos los dioses…
¿La princesa real de Kan-is-Tra…enamorada de él?
No. Eso no podía ser posible.
Era joven e inexperta y estaba confundiendo el deseo con amor.
El silencio era agobiante, así que ella respiró hondo y soltó todo lo que había venido a decir.
TEDRA: Eres un buen guerrero y capitán, así que no debes marcharte por culpa mía. Sé que este es tu segundo hogar y que aprecias a Zaebard y a su familia.
SHANER: …
TEDRA: Para demostrarte que estoy arrepentida de lo que hice, hablaré con Zaebard para que te conceda el permiso de renuncia. Ya no serás mi caballero personal y protector.
Shaner no podía creer lo que estaba oyendo.
¿Esa princesa altanera y orgullosa estaba siendo humilde y sincera?
¿Se había dado un golpe en la cabeza o él estaba soñando despierto?
TEDRA: Pero no te vayas, por favor…
Esa súplica fue lo que le rompió todos los esquemas.
Oírla suplicar con esa dulce voz fue lo que logró que se girase para mirarla a los ojos.
Unos ojos llenos de brillantes lágrimas.
Siempre la había visto fuerte y rebelde, y ahora…se la veía tan frágil y perdida…
La verdad era que se había quitado un peso de encima. Pues no soportaría alejarse de Zaebard y de su esposa e hijos, ya que eran su única familia.
SHANER: Gracias, Alteza.
TEDRA: Entonces…¿te quedas?
SHANER: Sí.
Tedra sintió una mezcla de dolor y de alivio.
Alivio por saber que había conseguido convencerlo de que se quedase.
Y dolor por saber que él aceptaba quedarse porque ella renunciaba a tenerlo como caballero personal.
Intentó ocultar su decepción tras una sonrisa calculada.
TEDRA: Me alegro. Y ahora disfruta de la fiesta junto a tu rey.
Dicho eso, se marchó con el corazón lastimado, sabiendo que Shaner jamás la correspondería.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Durante la fiesta, Falon y Dalden no fueron los únicos que tomaban alcohol sin cesar. También lo hacía Tedra, y Cerith se había dado cuenta de ello.
CERITH: ¿No crees que estás tomando demasiado?
TEDRA: Lo necesito. Es más…el ponche es tan dulce…
CERITH: Pero contiene alcohol. Y tú eres una princesa respetable.
TEDRA: En estos momentos no me importa nada.
CERITH: Deberías bailar y celebrar que has conseguido que Shaner se quede.
TEDRA: ¿A cambio de qué? ¿De pisotear mi corazón?
CERITH: Almenos te queda el consuelo de que lo verás todos los días.
TEDRA: No me conformo con solo verlo, Cerith. Yo no soy como tú, que se conforma solo con ver de lejos a mi hermano y sonreírle como una estúpida enamorada.
Esas palabras fueron como una patada en el estómago para Cerith, la cual cerró los ojos unos segundos y respiró hondo para ingerir el dolor.
Su amiga no tenía intención de lastimarla. Simplemente estaba despechada y…borracha.
Se lo perdonaría por esta vez.
CERITH: Falon ama a Azalea. Y Shaner no ama a nadie. A ti te desea. No lo tienes todo perdido.
TEDRA: De nada sirve que me desee, pues tiene claro que jamás me tocará.
CERITH: ¿Entonces qué piensas hacer?
TEDRA: Fijarme en otro chico.
CERITH: ¿Qué?
TEDRA: En Dalden.
Cerith se atragantó con el refresco y comenzó a toser.
Tedra le palmeó la espalda con demasiada fuerza.
CERITH: ¿Por qué en Dalden?
TEDRA: Porque él también está interesado en Azalea y me da rabia.
CERITH: Pero…
TEDRA: Ya lo tengo decidido. Ahora bailemos un rato.
La tomó de la mano y fueron al medio del salón.
Shaner yacía al lado de su rey, ahora aliviado, pero observando a la princesa Tedra, la cual se la veía demasiado mareada.
Si no andaba con cuidado, caería al suelo y se lastimaría.
Debía ir a advertirle y…
Un momento.
¿Advertirle qué?
Él ya no era su protector.
Mejor no meterse donde no debía…
La voz de Zaebard le cortó los pensamientos.
ZAEBARD: Te ha sorprendido la humilde actitud de Tedra, ¿verdad?
SHANER: Sí.
ZAEBARD: A mí también. Ella jamás se rebajaría ante nadie. Y mucho menos ante un…simple guerrero.
SHANER: …
ZAEBARD: ¿Qué le has hecho, Shaner?
El guerrero se sonrojó por primera vez en mucho tiempo y tomó un buen trago de su alcohol.
SHANER: ¿A…qué os referís, Majestad?
ZAEBARD: Sé que las mujeres te van detrás como mariposas. Y también sé que no te gusta ser el centro de atención. Pero es algo extraño que una princesa como Tedra haya terminado enamorada de ti.
Oh, no… Ese tema de nuevo no…
Desvió la mirada hacia otras chicas que había en el salón para así apartar la atención que tenía puesta sobre Tedra.
SHANER: Ella es joven. No tiene experiencia. Confunde el deseo con el amor.
ZAEBARD: Yo no lo creo así. La conozco desde pequeña y siempre ha estado rodeada de chicos interesantes. Pero Tedra jamás se fijó en ninguno de ellos, hasta que apareciste tú.
SHANER: …
ZAEBARD: Y te quiso para ella.
Esa frase hizo que el duro corazón del capitán se acelerase abruptamente.
Tedra lo quería para ella…
¿Por qué sentía un placer inmenso al saber eso?
ZAEBARD: Tedra es hermosa y ha crecido demasiado mimada y caprichosa, pero en el fondo es una jovencita adorable. Y te lo ha demostrado hoy.
SHANER: Por muy adorable que sea, sigue siendo princesa y yo un guerrero.
ZAEBARD: Ahí está el punto fuerte: pese a ser una chica respetada y honorable, te ha escogido a ti.
SHANER: Mil veces me ha recalcado que jamás se casaría con alguien como yo.
ZAEBARD: Es comprensible, pues es lo que le han inculcado toda la vida. Está asustada. ¿Por qué no intentas darle una oportunidad?
SHANER: Por todos los dioses, Majestad. ¿Acaso he dicho que ella me interesa?
ZAEBARD: Tu voz no, pero sí tus ojos. He visto cómo la miras.
SHANER: Es hermosa y muy deseable.
ZAEBARD: Pero ella te quiere a ti.
Shaner ya estaba de los nervios.
Debía huir de ahí por un rato.
Se tomó todo el alcohol de un solo trago y respiró profundo.
SHANER: No quiero tener nada que ver con la realeza, mi rey. Con vuestro permiso, iré al servicio.
Y se fue, dejando a Zaebard pensativo y sonriente.
¿Sería posible que su mejor guerrero al fin se hubiera enamorado y no quería admitirlo?
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Era la primera vez que Azalea se lo pasaba tan bien en días.
No dejaba de reír junto a sus amigos de estudios.
Sus mascotas disfrutaban viéndola distraída y feliz.
AIKA: Adoro el ponche.
LILLY: Pues mira cómo estás de mareada.
AIKA: Es una sensación deliciosa…
AZALEA: Muy pronto esa sensación se tornará molesta.
AIKA: Hablas con experiencia.
AZALEA: Bueno…
AIKA: ¿Y tú cómo te sientes, Lenoic?
LENOIC: Bi-bi-bi-bien. @_@
Las chicas se echaron a reír al ver que tartamudeaba más de lo normal, ya que también estaba mareado.
Azalea estaba preciosa…y verla sonreír así estaba acabando con la paciencia de Falon, el cual ya tenía la mente embotada por el alcohol y no podía pensar con coherencia.
Sintiéndose mareado y lejos de Azalea podía olvidarse de ella por un buen rato. Pero así mareado y teniéndola a unos metros de distancia, era algo horrible. Pues lo único que deseaba era arrastrarla a su habitación y hacerle el amor hasta que sus sonrisas solo fueran para él.
Recordar ese delicioso cuerpo desnudo hizo que gruñera al sentir una fuerte presión debajo de su estómago.
Por todos los demonios…
Necesitaba tomar el aire antes de que perdiera la cabeza.
Pero no podía moverse de ahí, ya que Dalden podría aprovechar para acercarse a su princesa.
Se puso tenso.
¿Su princesa?
Maldita fuera… ¡Claro que era suya!
Toda ella le pertenecía.
Desde su virginidad y cuerpo hasta su corazón.
Y aunque ya no estuvieran juntos…aunque él la odiase…Falon era su dueño. Y jamás nadie la tocaría.
Al ver que Azalea salía a bailar con Lenoic, hizo que al fin se decidiera a poner un stop a esa diversión.
Dejó el alcohol sobre la mesa y se acercó a la sonriente parejita para arrancar a Azalea de los brazos de ese jovencito.
En un segundo, la princesa se vio subida en el hombro de Falon y llevada hacia la soledad del jardín.
AZALEA: ¡¿Qué carajos estás haciendo?! ¡Suéltame, so bruto!
Falon la dejó sobre el suelo con demasiada brusquedad, provocando que ella se enfadara mucho más por sus malos modales.
AZALEA: ¡¿Cómo te atreves a hacer eso delante de todo el mundo?!
FALON: ¿Hacer qué?
AZALEA: Estás borracho y haces estupideces. Espero que sea la última vez que me avergüenzas frente a la gente.
Quiso irse, pero el príncipe la atrapó entre sus brazos, poniéndola totalmente nerviosa.
FALON: Estoy harto de verte reír con todo el mundo.
AZALEA: ¿Qué?
FALON: Estoy harto de ver cómo hechizas a todos los hombres con tu maldita belleza.
AZALEA: Suéltame.
FALON: Eres mía, Azalea. Tu belleza y tus sonrisas me pertenecen.
El corazón de la chica dio un vuelco y lo miró atentamente a los ojos.
¿Era posible que Falon estuviera celoso?
Una sensación de placer la invadió por completo.
Pero no debía olvidar las crueles palabras que él le había dicho la última vez que hicieron el amor.
AZALEA: Dejé de ser tuya hace ya tiempo, Falon. Tú mismo dijiste que tienes a muchas chicas dispuestas a complacerte, así que déjame en paz y ve a desfogarte a otra parte.
FALON: ¿Para qué? Tú ya estás bastante dispuesta.
Ofendida y humillada, Azalea gritó y comenzó a golpearle el pecho con sus pequeños puños.
AZALEA: ¡Eres un estúpido, engreído y grosero! ¡No mereces ni que te dirija la palabra con insultos!
Falon hizo una mueca de dolor, y ella se detuvo.
¿Le había hecho daño con sus insultos o con sus puños?
Entonces vio el vendaje que sobresalía de la camisa del uniforme de príncipe.
Oh, Dios… Era la herida que le causó aquél esbirro…
¿Le habría lastimado en serio al golpearlo?
AZALEA: Lo siento, yo…
FALON: No lo sientas. Es preferible este dolor físico al dolor que me causa verte feliz al lado de otros.
Se quedaron mirando durante eternos segundos, bajo la luz de la luna, hasta que la chica tragó saliva, sintiéndose de pronto débil.
AZALEA: Yo no sé lo que es ser feliz desde que…me abandonaste.
El corazón de Falon se removió y la mente empezó a funcionarle mejor.
FALON: Yo dejé de sentir felicidad tras descubrir tus mentiras.
Azalea intentó soltarse de él, no queriendo tocar ese tema, pero Falon la apretó más contra su fuerte pecho.
AZALEA: ¿Entonces por qué me tienes aquí?
FALON: No lo sé.
AZALEA: Será el alcohol.
FALON: Será.
Dios. Qué hombre tan exasperante.
Se mordió el labio para no gritarle todo lo que pensaba.
Y ese tentador gesto fue suficiente para encender la pasión del príncipe, el cual la puso contra un árbol y hundió su rostro en el cuello de la joven para aspirar su aroma a flores.
AZALEA: ¿Qué-qué haces? (nerviosa)
FALON: Estás tan hermosa…
AZALEA: Falon, por favor… Alguien podría venir y…
Sus palabras fueron acalladas por la boca del príncipe, que devoró la suya con absoluta pasión.
Oh, Dios…
Sentir sus besos de nuevo hizo que se derritiera al instante.
Odiaba ser tan débil ante él… Odiaba seguir amándolo… Lo odiaba.
La boca del chico se deslizó por su cuello, pasando por su delicado hombro…erizándole la piel…
AZALEA: Falon…
FALON: Me deseas, ¿verdad?
AZALEA: No…
FALON: Mentirosa.
Sus manos se movieron por todas esas perfectas curvas por encima del vestido, despertando en ella ese calor que había estado dormido.
Inconscientemente, Azalea cerró los ojos y suspiró de puro placer.
¿Qué podía hacer para luchar contra sus propios sentimientos? ¿Qué podía hacer para detener todo aquello?
Al notar esas fuertes manos por encima de sus pechos, abrió los ojos y vio que Falon la miraba con tanta intensidad que se le formó un nudo en la garganta.
FALON: No te ha tocado nadie más, ¿verdad?
AZALEA: ¿Qué?
FALON: Dime que no te han tocado otras manos que no sean las mías.
AZALEA: ¿A qué viene esto?
FALON: Eres mía, Azalea. Y solo yo puedo tenerte.
AZALEA: ¿Por qué te pones así? Tú ya no me amas.
Falon se puso tenso, queriendo creer que efectivamente no la amaba.
Pero tenerla cerca, rendida y entregada, era una sensación más fuerte que el deseo.
Por todos los demonios…
¿Para qué mentirse a sí mismo? Claro que la amaba. Pero jamás se lo haría saber.
Ahora el odio estaba por encima de cualquier sentimiento.
Al ver que no decía nada, los ojos de la princesa se llenaron de lágrimas.
AZALEA: Al fin y al cabo jamás me amaste, pues de un día para otro ya me estabas olvidando y detestando.
FALON: Tú tampoco me amaste, puesto que todo fue un engaño muy bien planeado.
AZALEA: Suéltame.
FALON: ¿Las verdades duelen?
AZALEA: No. Lo que me duele es saber que nunca creerás en mí. Y ahora déjame marchar. Deseo estar con mis amigos.
FALON: Te advierto una cosa, princesa: quien se atreva a tocarte, lo mataré con mis propias manos.
AZALEA: ¿Por qué actúas así si no me amas?
FALON: Porque te sigo deseando. Y lo que yo he tocado, nadie debe ensuciarlo.
Las mejillas de la chica se sonrojaron, pero sentir deseo no era suficiente para su malherido corazón.
AZALEA: ¿Y qué me dices de ti, Falon? ¿Tocarás a otras mujeres?
FALON: Por supuesto que sí.
Azalea le dio un empujón y se encaminó hacia el salón de baile, pero Falon la detuvo del brazo.
FALON: ¿Estás celosa?
AZALEA: No. Porque yo no te deseo. Eres un egoísta, Falon. Y que sepas que no volverás a tocarme.
FALON: Ya lo veremos, princesa.
AZALEA: Sí. Ya lo veremos.
Se soltó y se alejó corriendo, dejándolo lleno de deseo y pasión.
Maldita mujer…
¿Qué diablos le había hecho? ¿Por qué no podía estar con otra chica que no fuera ella?
Eso lo enfurecía sobremanera.
Y para peor, le había confesado que aun la deseaba. Pero se demostraría a sí mismo que también podía desear a otras mujeres.
_______________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
"Te Deseo"
PARTE 1
Cerith había escuchado toda la conversación entre Azalea, Dalden y Falon.
Y aun sabiendo que se ganaría el desprecio de Azalea, salió tras ella.
La encontró en su estancia, asomada a la terraza.
Se atrevió a acercarse y tocarle el hombro.
Creyendo que era Challen, la princesa se dio la vuelta con una gran sonrisa, pero pronto se le borró al ver a Cerith.
Claro. Challen se había ido con Zannaleah.
CERITH: ¿Quieres que hablemos?
AZALEA: ¿Desde cuándo me ha interesado hablar contigo?
Volvió a darle la espalda, indicándole en silencio que se fuera de su habitación.
Pero Cerith reunió valor y no se movió de ahí. Pues en el fondo sabía que Azalea sufría por dentro y que la vida la había vuelto fría y distante.
Sobre todo con sus enemigos. Y Cerith era una de ellos.
CERITH: ¿Crees que siendo indiferente o escondiéndote conseguirás ganarle la guerra a tu pasado?
Azalea se puso tensa y apretó los puños.
¿Cómo se atrevía a hablarle así?
CERITH: ¿Para qué tratas de ser fuerte, altanera y rebelde si a la primera humillación sales huyendo? ¿De qué sirve ser todo eso cuando te escondes?
AZALEA: ¡Cállate!
CERITH: Deja de ser así con los más débiles y enfréntate a los más fuertes.
La princesa se dio la vuelta para darle un empujón, con los ojos llenos de lágrimas.
AZALEA: ¡Deja de hablar idioteces! ¡¿Qué carajos sabes tú de la debilidad o la fortaleza?! (Furiosa)
Cerith no se asustó.
Simplemente agachó la mirada y sonrió con tristeza.
CERITH: Sé mucho de eso, pues yo misma me considero una persona débil. Pero mírame, aun débil, me estoy enfrentando a ti, que eres mucho más fuerte que yo. O eso aparentas ser.
Azalea parpadeó, con los músculos tensos y las emociones a flor de piel.
Cerith seguía con la cara agachada.
CERITH: No todos tenemos un pasado oscuro como el tuyo, pero sí tenemos un dolor permanente que soportamos cada día de nuestra vida.
AZALEA: …
CERITH: Yo no soy tan hermosa como Tedra o como tú, pero me siento orgullosa de ser quien soy y de poseer un corazón enorme. Y aunque yo no lo demuestre, cada día sufro por un vacío que será imposible llenar hasta que logre olvidar a…Falon.
Mencionar a su amado hizo que Azalea retomase su rabia y la mirase con odio…con ganas de lastimarla.
AZALEA: Falon jamás te amará.
CERITH: Lo sé. Y ese es el dolor que me acompaña día y noche. Pero no me escondo. No huyo. Lo que hago es sonreírle a Falon, enfrentarme a ti y soportar la angustia de veros juntos. Cuando uno acepta su destino, el dolor se hace más liviano.
Oír eso hizo que Azalea recordarse aquellos momentos en los que Falon había perdido la memoria y se había creído enamorado de Cerith.
¿Qué había hecho Azalea al verlos juntos y saberlo todo perdido?
Huir y llorar.
En cambio, Cerith tenía razón. Pues había soportado ver a Azalea y a Falon juntos y felices.
Inexplicablemente, se sintió vencida.
CERITH: No he venido solo a decirte todo esto. También quería hacerte saber que no llegarás a ningún lado con el odio.
AZALEA: Es lo único que tengo.
CERITH: No. Eso no es cierto. Tienes amigos que pueden apoyarte.
AZALEA: Pero no pueden entenderme.
CERITH: Yo sí. Y aunque no quieras ser mi amiga, siempre estaré ahí, esperando que decidas tomar mi mano.
Dicho eso, se marchó, dejándola sorprendentemente emocionada.
Jamás se había esperado algo así de Cerith, una de sus peores enemigas.
¿Qué debía hacer ahora que conocía el gran corazón de la chica?
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Después de comer, Azalea había decidido estudiar a solas en su estancia, pues no le apetecía ir a la biblioteca con Lilly, Aika y Lenoic.
Por la terraza llegaron volando Kupó y Mog.
KUPÓ: ¡Azalea, Azalea! ¡Falon y Dalden vuelven a pelear, kupó!
MOG: ¡Y esta vez es en serio!
AZALEA: No me importa.
MOG: Tú eres la causa de esa pelea.
AZALEA: Con más motivos no haré nada al respecto.
KUPÓ: ¡Están usando las espadas, kupó! ¡Y solo tú puedes detenerlos, kupó!
AZALEA: Que se encargue Zaebard de eso. Y ahora id a jugar al jardín. Estoy estudiando.
Las mascotas la miraron por última vez y volvieron a irse.
Pero la curiosidad venció a Azalea, la cual se asomó a la terraza y abajo en el jardín, los soldados rodeaban a Dalden y a Falon, que luchaban violentamente con las espadas.
Malditos cabezotas…
¿Por qué se empeñaban en pelearse por ella si ya los había sacado de su vida?
Sabía que ni Zaebard ni Tedra lograrían detenerlos.
Vio que Cerith también estaba ahí, y que alzaba a mirada hacia ella, suplicándole ayuda.
Pero la princesa regresó a la habitación, negándose a interferir.
Estaba dispuesta a permitir que esos dos zoquetes se lastimasen por todo el daño que le causaron a ella.
Estaba cansada de sentirse culpable de esas innecesarias peleas.
Lo mejor sería ir a la biblioteca al fin y al cabo.
Almenos ahí no oiría todo el ruido que causaban.
Salió de la estancia y se topó con Tedra, la cual tenía un aspecto horrible con la cara pálida y los ojos rojos de…¿tanto llorar?
Al ver que se la había quedado mirando, Tedra frunció las cejas.
TEDRA: ¿Te satisface verme así? ¿Te llena de placer verme sufrir?
Azalea hizo una mueca.
¿Su enemiga sufriendo?
No lo podía creer…pues si esa chica no tenía corazón.
TEDRA: ¿No vas a decir nada?
AZALEA: No.
TEDRA: Eres una estúpida, Azalea.
AZALEA: Si has tenido un mal día, intenta no desquitarte conmigo.
Dicho eso, la esquivó y siguió su camino hacia la biblioteca.
Tedra apretó los puños y soltó un grito tan fuerte que una puerta se abrió y asomó Shaner, con una expresión de susto.
Se quedaron mirando en silencio hasta que ella dio un paso hacia él.
TEDRA: Shaner…
El guerrero cerró la puerta con rapidez, dejándola con la palabra en la boca por segunda vez.
Llena de indignación, Tedra se juró vengarse de él.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Tras finalizar el primer examen de estudios, al fin empezó la fiesta que Zaebard había prometido a los alumnos.
El salón de baile se llenó de estudiantes que bailaban, conversaban y reían.
Azalea estaba radiante con el vestido rosa pétalo con encajes plateados y pequeños lazos de seda.
Se había hecho un precioso recogido en el cabello, decorado con miles de diminutas flores del mismo color que del vestido.
Yacía sentada en una de las muchas mesas llenas de comida, bebida y postres, conversando con sus amigos y siendo observada por Falon, el cual estaba al lado de Zaebard y bebiendo alcohol sin parar.
Dalden también la observaba desde el otro lado del salón.
Por la puerta aparecieron Tedra y Cerith, las cuales se veían estupendas con los vestidos de gala que habían escogido para esa ocasión.
Se acercaron a Zaebard e interrumpieron su conversación con Falon.
TEDRA: ¿Qué ha decidido Shaner?
ZAEBARD: Irse.
TEDRA: Oh, Dios…
ZAEBARD: No he logrado convencerlo. Lo siento, Tedra.
TEDRA: ¿Y vas a permitir que se marche?
ZAEBARD: A Shaner lo quiero tanto como a un hermano, pero tus padres están por encima de él.
TEDRA: No puedes hacer eso, Zaebard. Mis padres no sabrán nada de esto. Lo prometo.
ZAEBARD: Entonces ve y habla tú con él.
TEDRA: Se niega a escucharme.
ZAEBARD: Inténtalo una vez más. Lo encontrarás en su estancia.
No hizo falta más empujoncitos.
Tedra corrió hacia allí y abrió la puerta sin permiso.
Lo vio recogiendo sus cosas y sintió que se le aflojaban las piernas.
Con el traje de guerrero puesto se lo veía más distante que nunca.
Shaner la miró con demasiada seriedad.
SHANER: ¿Qué hacéis aquí?
TEDRA: No quiero discutir.
SHANER: Yo tampoco. Estoy muy ocupado.
Continuó recogiendo con total indiferencia.
Y ella dio unos pasos hacia adelante, pero el chico le dio la espalda de inmediato.
Se le notaba tan enojado…
Con un nudo en la garganta, Tedra decidió dejar el orgullo a un lado.
TEDRA: Te pido disculpas por la locura que cometí. Yo…no sé qué me pasó… Es la primera vez que me enamoro y…
Dándose cuenta de lo que había soltado, se tapó la boca con la mano y se sonrojó violentamente.
Shaner estaba tan tenso que le dolían hasta los huesos.
Por todos los dioses…
¿La princesa real de Kan-is-Tra…enamorada de él?
No. Eso no podía ser posible.
Era joven e inexperta y estaba confundiendo el deseo con amor.
El silencio era agobiante, así que ella respiró hondo y soltó todo lo que había venido a decir.
TEDRA: Eres un buen guerrero y capitán, así que no debes marcharte por culpa mía. Sé que este es tu segundo hogar y que aprecias a Zaebard y a su familia.
SHANER: …
TEDRA: Para demostrarte que estoy arrepentida de lo que hice, hablaré con Zaebard para que te conceda el permiso de renuncia. Ya no serás mi caballero personal y protector.
Shaner no podía creer lo que estaba oyendo.
¿Esa princesa altanera y orgullosa estaba siendo humilde y sincera?
¿Se había dado un golpe en la cabeza o él estaba soñando despierto?
TEDRA: Pero no te vayas, por favor…
Esa súplica fue lo que le rompió todos los esquemas.
Oírla suplicar con esa dulce voz fue lo que logró que se girase para mirarla a los ojos.
Unos ojos llenos de brillantes lágrimas.
Siempre la había visto fuerte y rebelde, y ahora…se la veía tan frágil y perdida…
La verdad era que se había quitado un peso de encima. Pues no soportaría alejarse de Zaebard y de su esposa e hijos, ya que eran su única familia.
SHANER: Gracias, Alteza.
TEDRA: Entonces…¿te quedas?
SHANER: Sí.
Tedra sintió una mezcla de dolor y de alivio.
Alivio por saber que había conseguido convencerlo de que se quedase.
Y dolor por saber que él aceptaba quedarse porque ella renunciaba a tenerlo como caballero personal.
Intentó ocultar su decepción tras una sonrisa calculada.
TEDRA: Me alegro. Y ahora disfruta de la fiesta junto a tu rey.
Dicho eso, se marchó con el corazón lastimado, sabiendo que Shaner jamás la correspondería.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Durante la fiesta, Falon y Dalden no fueron los únicos que tomaban alcohol sin cesar. También lo hacía Tedra, y Cerith se había dado cuenta de ello.
CERITH: ¿No crees que estás tomando demasiado?
TEDRA: Lo necesito. Es más…el ponche es tan dulce…
CERITH: Pero contiene alcohol. Y tú eres una princesa respetable.
TEDRA: En estos momentos no me importa nada.
CERITH: Deberías bailar y celebrar que has conseguido que Shaner se quede.
TEDRA: ¿A cambio de qué? ¿De pisotear mi corazón?
CERITH: Almenos te queda el consuelo de que lo verás todos los días.
TEDRA: No me conformo con solo verlo, Cerith. Yo no soy como tú, que se conforma solo con ver de lejos a mi hermano y sonreírle como una estúpida enamorada.
Esas palabras fueron como una patada en el estómago para Cerith, la cual cerró los ojos unos segundos y respiró hondo para ingerir el dolor.
Su amiga no tenía intención de lastimarla. Simplemente estaba despechada y…borracha.
Se lo perdonaría por esta vez.
CERITH: Falon ama a Azalea. Y Shaner no ama a nadie. A ti te desea. No lo tienes todo perdido.
TEDRA: De nada sirve que me desee, pues tiene claro que jamás me tocará.
CERITH: ¿Entonces qué piensas hacer?
TEDRA: Fijarme en otro chico.
CERITH: ¿Qué?
TEDRA: En Dalden.
Cerith se atragantó con el refresco y comenzó a toser.
Tedra le palmeó la espalda con demasiada fuerza.
CERITH: ¿Por qué en Dalden?
TEDRA: Porque él también está interesado en Azalea y me da rabia.
CERITH: Pero…
TEDRA: Ya lo tengo decidido. Ahora bailemos un rato.
La tomó de la mano y fueron al medio del salón.
Shaner yacía al lado de su rey, ahora aliviado, pero observando a la princesa Tedra, la cual se la veía demasiado mareada.
Si no andaba con cuidado, caería al suelo y se lastimaría.
Debía ir a advertirle y…
Un momento.
¿Advertirle qué?
Él ya no era su protector.
Mejor no meterse donde no debía…
La voz de Zaebard le cortó los pensamientos.
ZAEBARD: Te ha sorprendido la humilde actitud de Tedra, ¿verdad?
SHANER: Sí.
ZAEBARD: A mí también. Ella jamás se rebajaría ante nadie. Y mucho menos ante un…simple guerrero.
SHANER: …
ZAEBARD: ¿Qué le has hecho, Shaner?
El guerrero se sonrojó por primera vez en mucho tiempo y tomó un buen trago de su alcohol.
SHANER: ¿A…qué os referís, Majestad?
ZAEBARD: Sé que las mujeres te van detrás como mariposas. Y también sé que no te gusta ser el centro de atención. Pero es algo extraño que una princesa como Tedra haya terminado enamorada de ti.
Oh, no… Ese tema de nuevo no…
Desvió la mirada hacia otras chicas que había en el salón para así apartar la atención que tenía puesta sobre Tedra.
SHANER: Ella es joven. No tiene experiencia. Confunde el deseo con el amor.
ZAEBARD: Yo no lo creo así. La conozco desde pequeña y siempre ha estado rodeada de chicos interesantes. Pero Tedra jamás se fijó en ninguno de ellos, hasta que apareciste tú.
SHANER: …
ZAEBARD: Y te quiso para ella.
Esa frase hizo que el duro corazón del capitán se acelerase abruptamente.
Tedra lo quería para ella…
¿Por qué sentía un placer inmenso al saber eso?
ZAEBARD: Tedra es hermosa y ha crecido demasiado mimada y caprichosa, pero en el fondo es una jovencita adorable. Y te lo ha demostrado hoy.
SHANER: Por muy adorable que sea, sigue siendo princesa y yo un guerrero.
ZAEBARD: Ahí está el punto fuerte: pese a ser una chica respetada y honorable, te ha escogido a ti.
SHANER: Mil veces me ha recalcado que jamás se casaría con alguien como yo.
ZAEBARD: Es comprensible, pues es lo que le han inculcado toda la vida. Está asustada. ¿Por qué no intentas darle una oportunidad?
SHANER: Por todos los dioses, Majestad. ¿Acaso he dicho que ella me interesa?
ZAEBARD: Tu voz no, pero sí tus ojos. He visto cómo la miras.
SHANER: Es hermosa y muy deseable.
ZAEBARD: Pero ella te quiere a ti.
Shaner ya estaba de los nervios.
Debía huir de ahí por un rato.
Se tomó todo el alcohol de un solo trago y respiró profundo.
SHANER: No quiero tener nada que ver con la realeza, mi rey. Con vuestro permiso, iré al servicio.
Y se fue, dejando a Zaebard pensativo y sonriente.
¿Sería posible que su mejor guerrero al fin se hubiera enamorado y no quería admitirlo?
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Era la primera vez que Azalea se lo pasaba tan bien en días.
No dejaba de reír junto a sus amigos de estudios.
Sus mascotas disfrutaban viéndola distraída y feliz.
AIKA: Adoro el ponche.
LILLY: Pues mira cómo estás de mareada.
AIKA: Es una sensación deliciosa…
AZALEA: Muy pronto esa sensación se tornará molesta.
AIKA: Hablas con experiencia.
AZALEA: Bueno…
AIKA: ¿Y tú cómo te sientes, Lenoic?
LENOIC: Bi-bi-bi-bien. @_@
Las chicas se echaron a reír al ver que tartamudeaba más de lo normal, ya que también estaba mareado.
Azalea estaba preciosa…y verla sonreír así estaba acabando con la paciencia de Falon, el cual ya tenía la mente embotada por el alcohol y no podía pensar con coherencia.
Sintiéndose mareado y lejos de Azalea podía olvidarse de ella por un buen rato. Pero así mareado y teniéndola a unos metros de distancia, era algo horrible. Pues lo único que deseaba era arrastrarla a su habitación y hacerle el amor hasta que sus sonrisas solo fueran para él.
Recordar ese delicioso cuerpo desnudo hizo que gruñera al sentir una fuerte presión debajo de su estómago.
Por todos los demonios…
Necesitaba tomar el aire antes de que perdiera la cabeza.
Pero no podía moverse de ahí, ya que Dalden podría aprovechar para acercarse a su princesa.
Se puso tenso.
¿Su princesa?
Maldita fuera… ¡Claro que era suya!
Toda ella le pertenecía.
Desde su virginidad y cuerpo hasta su corazón.
Y aunque ya no estuvieran juntos…aunque él la odiase…Falon era su dueño. Y jamás nadie la tocaría.
Al ver que Azalea salía a bailar con Lenoic, hizo que al fin se decidiera a poner un stop a esa diversión.
Dejó el alcohol sobre la mesa y se acercó a la sonriente parejita para arrancar a Azalea de los brazos de ese jovencito.
En un segundo, la princesa se vio subida en el hombro de Falon y llevada hacia la soledad del jardín.
AZALEA: ¡¿Qué carajos estás haciendo?! ¡Suéltame, so bruto!
Falon la dejó sobre el suelo con demasiada brusquedad, provocando que ella se enfadara mucho más por sus malos modales.
AZALEA: ¡¿Cómo te atreves a hacer eso delante de todo el mundo?!
FALON: ¿Hacer qué?
AZALEA: Estás borracho y haces estupideces. Espero que sea la última vez que me avergüenzas frente a la gente.
Quiso irse, pero el príncipe la atrapó entre sus brazos, poniéndola totalmente nerviosa.
FALON: Estoy harto de verte reír con todo el mundo.
AZALEA: ¿Qué?
FALON: Estoy harto de ver cómo hechizas a todos los hombres con tu maldita belleza.
AZALEA: Suéltame.
FALON: Eres mía, Azalea. Tu belleza y tus sonrisas me pertenecen.
El corazón de la chica dio un vuelco y lo miró atentamente a los ojos.
¿Era posible que Falon estuviera celoso?
Una sensación de placer la invadió por completo.
Pero no debía olvidar las crueles palabras que él le había dicho la última vez que hicieron el amor.
AZALEA: Dejé de ser tuya hace ya tiempo, Falon. Tú mismo dijiste que tienes a muchas chicas dispuestas a complacerte, así que déjame en paz y ve a desfogarte a otra parte.
FALON: ¿Para qué? Tú ya estás bastante dispuesta.
Ofendida y humillada, Azalea gritó y comenzó a golpearle el pecho con sus pequeños puños.
AZALEA: ¡Eres un estúpido, engreído y grosero! ¡No mereces ni que te dirija la palabra con insultos!
Falon hizo una mueca de dolor, y ella se detuvo.
¿Le había hecho daño con sus insultos o con sus puños?
Entonces vio el vendaje que sobresalía de la camisa del uniforme de príncipe.
Oh, Dios… Era la herida que le causó aquél esbirro…
¿Le habría lastimado en serio al golpearlo?
AZALEA: Lo siento, yo…
FALON: No lo sientas. Es preferible este dolor físico al dolor que me causa verte feliz al lado de otros.
Se quedaron mirando durante eternos segundos, bajo la luz de la luna, hasta que la chica tragó saliva, sintiéndose de pronto débil.
AZALEA: Yo no sé lo que es ser feliz desde que…me abandonaste.
El corazón de Falon se removió y la mente empezó a funcionarle mejor.
FALON: Yo dejé de sentir felicidad tras descubrir tus mentiras.
Azalea intentó soltarse de él, no queriendo tocar ese tema, pero Falon la apretó más contra su fuerte pecho.
AZALEA: ¿Entonces por qué me tienes aquí?
FALON: No lo sé.
AZALEA: Será el alcohol.
FALON: Será.
Dios. Qué hombre tan exasperante.
Se mordió el labio para no gritarle todo lo que pensaba.
Y ese tentador gesto fue suficiente para encender la pasión del príncipe, el cual la puso contra un árbol y hundió su rostro en el cuello de la joven para aspirar su aroma a flores.
AZALEA: ¿Qué-qué haces? (nerviosa)
FALON: Estás tan hermosa…
AZALEA: Falon, por favor… Alguien podría venir y…
Sus palabras fueron acalladas por la boca del príncipe, que devoró la suya con absoluta pasión.
Oh, Dios…
Sentir sus besos de nuevo hizo que se derritiera al instante.
Odiaba ser tan débil ante él… Odiaba seguir amándolo… Lo odiaba.
La boca del chico se deslizó por su cuello, pasando por su delicado hombro…erizándole la piel…
AZALEA: Falon…
FALON: Me deseas, ¿verdad?
AZALEA: No…
FALON: Mentirosa.
Sus manos se movieron por todas esas perfectas curvas por encima del vestido, despertando en ella ese calor que había estado dormido.
Inconscientemente, Azalea cerró los ojos y suspiró de puro placer.
¿Qué podía hacer para luchar contra sus propios sentimientos? ¿Qué podía hacer para detener todo aquello?
Al notar esas fuertes manos por encima de sus pechos, abrió los ojos y vio que Falon la miraba con tanta intensidad que se le formó un nudo en la garganta.
FALON: No te ha tocado nadie más, ¿verdad?
AZALEA: ¿Qué?
FALON: Dime que no te han tocado otras manos que no sean las mías.
AZALEA: ¿A qué viene esto?
FALON: Eres mía, Azalea. Y solo yo puedo tenerte.
AZALEA: ¿Por qué te pones así? Tú ya no me amas.
Falon se puso tenso, queriendo creer que efectivamente no la amaba.
Pero tenerla cerca, rendida y entregada, era una sensación más fuerte que el deseo.
Por todos los demonios…
¿Para qué mentirse a sí mismo? Claro que la amaba. Pero jamás se lo haría saber.
Ahora el odio estaba por encima de cualquier sentimiento.
Al ver que no decía nada, los ojos de la princesa se llenaron de lágrimas.
AZALEA: Al fin y al cabo jamás me amaste, pues de un día para otro ya me estabas olvidando y detestando.
FALON: Tú tampoco me amaste, puesto que todo fue un engaño muy bien planeado.
AZALEA: Suéltame.
FALON: ¿Las verdades duelen?
AZALEA: No. Lo que me duele es saber que nunca creerás en mí. Y ahora déjame marchar. Deseo estar con mis amigos.
FALON: Te advierto una cosa, princesa: quien se atreva a tocarte, lo mataré con mis propias manos.
AZALEA: ¿Por qué actúas así si no me amas?
FALON: Porque te sigo deseando. Y lo que yo he tocado, nadie debe ensuciarlo.
Las mejillas de la chica se sonrojaron, pero sentir deseo no era suficiente para su malherido corazón.
AZALEA: ¿Y qué me dices de ti, Falon? ¿Tocarás a otras mujeres?
FALON: Por supuesto que sí.
Azalea le dio un empujón y se encaminó hacia el salón de baile, pero Falon la detuvo del brazo.
FALON: ¿Estás celosa?
AZALEA: No. Porque yo no te deseo. Eres un egoísta, Falon. Y que sepas que no volverás a tocarme.
FALON: Ya lo veremos, princesa.
AZALEA: Sí. Ya lo veremos.
Se soltó y se alejó corriendo, dejándolo lleno de deseo y pasión.
Maldita mujer…
¿Qué diablos le había hecho? ¿Por qué no podía estar con otra chica que no fuera ella?
Eso lo enfurecía sobremanera.
Y para peor, le había confesado que aun la deseaba. Pero se demostraría a sí mismo que también podía desear a otras mujeres.
_______________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...
SweeT PrincesS- Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 14
Waaa te has copado con Cerith!! Haha ya empieza a caerme mejor :3
lamentó no haber dejado un comentario antes pero es que ando a full con el colegio, tu sabes como es TTnTT
con respecto a este cap en particular... A ver a ver... Bueno, Shanner decidió quedarse!!! Aún hay oportunidad para el tedraxshanner jajaja y coso... Pobre Tedra, nunca la había visto tan débil o.o
ame las palabras que Cerith le dedicó a Azalea, me llegaron y eran muy ciertas n.n
bueno... Espero la conti pronto c: y que alguien más comenté el fic... Se lo importantes que son los comentarios para las autoras n.n
Besos!!!!!
lamentó no haber dejado un comentario antes pero es que ando a full con el colegio, tu sabes como es TTnTT
con respecto a este cap en particular... A ver a ver... Bueno, Shanner decidió quedarse!!! Aún hay oportunidad para el tedraxshanner jajaja y coso... Pobre Tedra, nunca la había visto tan débil o.o
ame las palabras que Cerith le dedicó a Azalea, me llegaron y eran muy ciertas n.n
bueno... Espero la conti pronto c: y que alguien más comenté el fic... Se lo importantes que son los comentarios para las autoras n.n
Besos!!!!!
Katherina Kusanovic- ADMIN
- Mensajes : 1186
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 27
Localización : donde el agua me llevo(?
Personaje Favorito : Itachii *-* es el amor de mi vida :3 Amm.. Yugao Uzuki (mi heroina desconocida) n_n am.. Rima, Shiki, Zero y Aidou (de Vampire Knight); Suigintou y Shinku (de Rozen Maiden); Algunos que me dan verguenza mencionar >////< y.... nee... otros xD
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 14
Adoro a Cerith,su noble corazón no me deja de sorprender,es tan linda.
Maldita Tedra ¬¬ querer enamorar a Dalden solo por que a este le gusta Azalea,que poca dignidad tiene.
Falon ¬¬ quisiera ahorcarlo, CHALLEN regresaaaa!!! como adoro a Challen (creo que así se escribía).
Maldita Tedra ¬¬ querer enamorar a Dalden solo por que a este le gusta Azalea,que poca dignidad tiene.
Falon ¬¬ quisiera ahorcarlo, CHALLEN regresaaaa!!! como adoro a Challen (creo que así se escribía).
~Shia~- Mensajes : 332
Fecha de inscripción : 10/09/2011
Edad : 26
Localización : Aquí
Personaje Favorito : Ninguno
Re: Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 14
LAS AMOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
SweeT PrincesS- Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 06/07/2012
Temas similares
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 11
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 17
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 21
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 17
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 19
» Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 21
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Mar Jun 07, 2022 3:06 am por Tsuki Kuroi
» No se como pero Regrese (?)
Vie Feb 10, 2017 12:56 am por miyu yami
» Hola, Otra vez~
Dom Ene 22, 2017 1:35 am por yuki-chan~
» Mi gordo corazón (cap. 01)
Jue Ago 25, 2016 9:00 pm por natiyami
» Hola de nuevo xD
Sáb Ago 20, 2016 8:30 pm por natiyami
» Foro Activo
Dom Feb 28, 2016 11:00 am por Katherina Kusanovic
» CDM Amor Dificil cap 1
Dom Feb 28, 2016 10:45 am por Katherina Kusanovic
» Despresento
Miér Feb 17, 2016 10:30 pm por Tyrion
» • Reglas del Foro •
Miér Feb 17, 2016 10:25 pm por Tyrion