Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio) CAPÍTULO 17

"Competición De Amor"

PARTE 2

A Tedra se le cerraban los ojos.
Tenía tanto sueño que no le importaría quedarse dormida en ese sillón, dentro de la sala de reuniones.
Pero con la presencia de Shaner se le hacía imposible.
Ya era más de media noche y nadie había venido a buscarlos.
Y al parecer, no vendrían en toda la noche.
Shaner, por su parte, con cada minuto que pasaba más furioso se ponía.
Tendría que hablar seriamente con Zaebard por causarle este problema.
Porque permanecer encerrado con una hermosa mujer obviamente era un problema.
Viéndola acurrucada en el sillón, con las mejillas sonrojadas y con los párpados pesados por el sueño, no pudo evitar sentir compasión por ella.
Efectivamente debería estar metida en la cama y descansando con tranquilidad.
Miró a su alrededor y localizó un pequeño sofá en el cual la princesa cabría perfectamente acostada, así que se acercó a ella y le tocó el hombro, provocando que esos grandes ojos se abrieran y se clavasen en él.
Entonces, el capitán se bloqueó por completo.
Tedra aprovechó esa ocasión para alzar su mano y con sus delicados dedos acariciar la mejilla del chico.

TEDRA: No me rechaces más, por favor.

Esa súplica conmovió el duro corazón del fuerte guerrero.
Maldita fuera esa princesa…
¿Acaso no podía entender que no quería involucrarse con alguien de la realeza?
¿Acaso no notaba lo difícil que era rechazar a una chica tan apetecible y hermosa como ella?
Al ver que el chico tensaba la mandíbula, Tedra lo abrazó con fuerza.

TEDRA: Sé lo que estás pensando, pero por una vez, no pienses.
SHANER: Princesa…
TEDRA: Por favor, Shaner. Sé que me deseas como yo a ti. Deja de luchar contra lo que sientes y anhelas.

Shaner intentó quitársela de encima, pero la joven se aferró a él con más fuerza y el capitán temió poder hacerle daño.
Era tan frágil y delicada…
Temblaba tanto en sus brazos…

TEDRA: Aunque sé que no me amas ni lo harás nunca, almenos hazme tuya por una sola vez.
SHANER: Por todos los demonios…
TEDRA: Yo asumo toda la responsabilidad. Nadie sabrá nada de esto.
SHANER: Y el día en que os caséis con otro, ¿qué pasará con vuestra virginidad perdida?
TEDRA: Eso es problema mío.
SHANER: ¡Y mío, maldita sea!

Logró apartarse de ella y retrocedió rápidamente para alejarse de la tentación, por lo que Tedra lo miró con dolor y seriedad.

TEDRA: Si te preocupa creer que te desterrarán o te cortarán la cabeza por haberme desvirgado, no temas. Jamás diré que fuiste tú.
SHANER: ¿Pensáis que mi conciencia estará tranquila?
TEDRA: Pero…
SHANER: Olvidaos de todo eso.

Se apoyó en la pared y se pasó la mano por el rostro, obviamente agobiado.
Tedra siguió mirándolo en silencio durante largos minutos y tuvo que admitir que valoraba mucho el respeto que ese guerrero le profesaba.
Pero en cuanto a él, no deseaba ese respeto.
Quería ser amada y deseada aunque solo fuera por una vez.
Respiró profundo y se levantó del sillón con determinada decisión.
Jamás antes había sido rechazada con tanta insistencia.
Y es que jamás antes se había enamorado.
¡No pensaba aceptar un “no”!
Si las palabras no funcionaban, pasaría a la acción.
A pesar de su vergüenza, deshizo el lazo del escote y el vestido se deslizó por todo su cuerpo hasta caer a sus pies.
Ver esas perfectas curvas enfundadas con ropa interior de seda en las partes más íntimas, hizo que al guerrero se le cortara la respiración.
¿Qué demonios pretendía esa mujer? ¿Matarlo de un paro cardíaco?
Antes de que pudiera reaccionar, Tedra se acercó tanto a él, acorralándolo contra la pared, que su aroma lo llenó de anhelos.

TEDRA: Hoy no escaparás de mí.

Shaner gruñó.
¿Cómo escapar con la maldita puerta cerrada con llave?
Cerró los ojos y suplicó ayuda a los dioses.
Al parecer, no saldría vivo de esa.
Viendo su lucha interior, la princesa acercó su boca a la de él y sus alientos se mezclaron.

TEDRA: Sé que quieres tocarme.
SHANER: Quiero, pero no debo.
TEDRA: Te repito que dejes de pensar en el respeto y en la realeza.
SHANER: No es solo eso. Yo…
TEDRA: ¡Ya basta! ¡Deja de poner pretextos!

Shaner parpadeó ante esa explosión de furia.
Se la veía tan bella así enojada…que no pudo evitar tragar saliva.
Era la primera vez que se enfrentaba a un peligro imposible de vencer.
De pronto se sintió tan débil que se vio obligado a aceptar su derrota.

SHANER: ¿Por qué me hacéis esto?
TEDRA: Porque te quiero. (///)
SHANER: ¿Por qué a mí?
TEDRA: No lo sé. Yo…

Se le hizo un nudo en el pecho.
No quería ponerse a pensar en todas las respuestas que podrían contestar a esa pregunta.
No quería tener que echarse atrás si se detenía a pensar en lo que “no” debía hacer.
Entonces se sintió perdida y angustiada.

TEDRA: Yo tampoco entiendo por qué me he enamorado de ti. Pero ya no hay nada que hacer. Quisiera no amarte…porque sé que siendo princesa real y tú…un guerrero…sé todo eso, pero…yo…

Los ojos se le llenaron de lágrimas y el guerrero se puso tenso.
No se pondría a llorar, ¿verdad?
No deseaba verla llorar, maldita sea.

TEDRA: Ayúdame a olvidarte.

Eso fue lo que hizo que el chico reaccionara.
La tomó entre sus brazos y la besó profundamente. Casi con desesperación.
Maldita fuera una y mil veces esa terca princesa.
¿Quería deseo? Lo tendría.
¿Quería pasión? ¡Pues la tendría!
Era el momento perfecto para demostrarle que estaba jugando con fuego al provocarlo de ese descarado modo.
Esa noche se quemarían los dos juntos.
Esa noche…la asustaría con su brusca pasión y así conseguiría que dejase de insistir y de buscar lo que no podía darle.
Rompió el beso y la arrastró hasta el pequeño sofá para luego acostarla de un empujón.
Tedra pareció asustarse, pero en cuanto sintió los labios de Shaner por su cuello y hombros se olvidó del mundo.
Al fin podía sentir que ese guerrero la correspondía…aunque fuera por esta vez.
Sabía que siendo virgen la trataría con cuidado y adoración…son suavidad y ternura…
Pero al notar que le arrancaba el sujetador de un solo tirón, tuvo que mirarlo en medio de ese deseo.
Antes de que pudiera avergonzarse de estar semi desnuda ante sus ojos, Shaner tomó en su boca esos llenos pechos con demasiada brusquedad.
Pero no logró asustarla, sino llenarla de más calor y deseo.
Eso fue la perdición de Shaner.
Había metido la pata al creer que la asustaría con su brusquedad.
Y para peor, ya no podía detenerse.
La alzó en sus brazos para sentarse él en el sofá y colocarla sentada en su regazo, con sus deliciosas piernas rodeando su fuerte cintura y sus redondos pechos aplastados contra su duro torso.
La sensación de la postura y de piel con piel fue electrizante.
La sujetó de la nuca con una mano y devoró su dulce boca.
¿Cómo era posible que siendo virgen no sintiera vergüenza ante él? ¿Cómo era posible que pudiera reaccionar con tanta pasión? ¡Con tanta experiencia!
¿Quizá no era virgen como quería hacerle creer? ¿Se atrevería Shaner a llegar hasta el final para averiguarlo?
En cuanto notó las manos de Tedra acariciándole los hombros y brazos, su cuerpo reaccionó de inmediato.
La abrazó con más fuerza y profundizó el beso.
¿Qué demonios le pasaba? ¿Por qué sentía que el fuego lo consumía? ¿Por qué con Tedra?
Había tenido sexo con innumerables mujeres hermosas, pero con ninguna se había sentido así… ¡Tan dominado! Y para peor… ¡Con una virgen!
Claro. Eso era.
Jamás antes había desvirgado a una doncella. Y nunca había planeado hacerlo.
Prefería las mujeres con más experiencia y menos problemáticas.
Pero ahí estaba él… A punto de desvirgar a una inexperta princesa real.
Gruñó y cortó el beso para aclarar sus pensamientos.
Tedra protestó y buscó de nuevo sus labios, pero Shaner le tapó la boca con la mano.

SHANER: Dadme un minuto.
TEDRA: ¿Mm?
SHANER: No estáis asustada, ¿verdad?

Al tener la boca tapada, la princesa tuvo que negar con la cabeza.
El joven capitán bajó la mirada hacia esos jugosos pechos…esas perfectas piernas en torno a él…tan unida a su cuerpo y a la vez tan lejana…
Respiró hondo y volvió a mirarla a los ojos.
Unos ojos azules cargados de pasión y súplica.
Por todos los dioses…
¡Era una maldita princesa!
No se merecía ser desvirgada en un incómodo sofá, dentro de una sala de reuniones.
Merecía algo mejor…pero no se lo daría precisamente él.
Contó mentalmente hasta diez y con suavidad la apartó de su regazo para levantarse después y ofrecerle el vestido.

SHANER: Ponéoslo.
TEDRA: ¿Qué?
SHANER: Poneos el vestido.
TEDRA: ¿Estás hablando en serio?
SHANER: Sí.
TEDRA: ¡No puedes dejarme así!

Parecía horrorizada de verdad. Y Shaner tuvo que apretar los dientes y hacer un esfuerzo para alejarse de ella y sentarse en el escritorio.
Tenía el cuerpo tan caliente que deseó poder darse un baño de agua fría.
Tedra, hecha una furia, se puso el sujetador y el vestido para luego acomodarse en el sofá y cruzarse de brazos.

TEDRA: Esto no quedará así, capitán Shaner.
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Al fin llegó el día en el que se iniciaban las Competiciones para Guerreros.
Desde el ventanal del aula, Azalea y los demás alumnos podían ver el ajetreo de soldados y sirvientes que había en el inmenso Campo de Batalla, todos preparando lo necesario para las actividades.

LILLY: Tengo entendido que llegará gente de todo el mundo.
AIKA: ¡Y sobretodo guerreros!
AZALEA: Lenoic, ¿participarás en todas las Competiciones?
LENOIC: No. So-solo en la de arco y-y flecha.
LILLY: ¡Seguro ganarás! Pues eres el mejor en eso. (n_n)
AZALEA: ¿En serio?
LILLY: Sí. Ha ganado muchos premios y es conocido por ese deporte en particular.
AZALEA: Vaya… ¡Felicidades! (^o^)

Lenoic se sonrojó de puro placer y sus tres amigas sonrieron.
En cuanto terminó la clase, no pudieron evitar acercarse al arco de piedra que separaba el reino del Campo de Batalla.
En la parte izquierda de dicho campo, se hallaba el majestuoso palco lleno de asientos alrededor de los dos tronos de la realeza.
Desde ahí, Zaebard, su esposa e hijos verían las competiciones.
En la parte derecha, había más de diez parcelas con el estandarte de Aion.
Dichas parcelas servirían para colocar bajo ellas, mesas llenas de comida, bebida y accesorios de los aldeanos para vender a la gente de otras ciudades.
El Campo de Batalla estaba rodeado de árboles decorados con farolillos que iluminarían por la noche.
Estaba quedando todo magnífico.
Presentían que se lo pasarían genial.
Vieron que se acercaba el rey Zaebard para inspeccionar el trabajo de los soldados y sirvientes.

ZAEBARD: ¿Qué os parece el paisaje?
LILLY: En este campo cabe una región entera…
AZALEA: ¿A qué hora se iniciarán las Competiciones?
ZAEBARD: Después de comer se hará la Presentación con bailes y orquestas hasta la medianoche.
AIKA: ¡Oh! ¡Es hora de escoger un vestido de gala para la ocasión!
AZALEA: ¡Hacer eso se me da muy bien!

Aika y Azalea salieron corriendo hacia el castillo. Y Lilly y Lenoic sonrieron y caminaron tras ellas.
Zaebard también sonrió y continuó observando el proceso de la preparación festiva.
El Campo de Batalla fue construido por su abuelo Ancor.
Un lugar perfecto para las Competiciones.
Un lugar…en el cual se vivieron varias guerras y batallas cien años atrás.
Oyó pasos y vio que se acercaba Shaner con una expresión de furia contenida.

SHANER: Majestad.
ZAEBARD: ¿Sí?
SHANER: Exijo una explicación en cuanto a vuestra trampa.
ZAEBARD: ¿Trampa? ¿De qué hablas, muchacho?
SHANER: Sabéis muy bien de qué hablo. ¿Por qué me hacéis esto? ¿Por qué con esa princesa?
ZAEBARD: Porque os queréis.

Shaner se puso tenso y parpadeó.
¿Que él y Tedra…se querían? ¿Qué diablos estaba diciendo Zaebard?
Ella quizá lo quería... ¡Pero Shaner no!
Adivinando sus pensamientos, el joven rey le puso la mano en el hombro.

ZAEBARD: Sí, Shaner. La quieres.

De pronto, el guerrero se sintió abrumado.
¿Querer a una mujer? ¿Sentir amor?
No. Eso era absurdo. Completamente imposible.
Zaebard estaba equivocado.

SHANER: Es simple deseo, Majestad.
ZAEBARD: Entonces, tómala.

Shaner quedó petrificado al oír eso.
Su mente recordó lo sucedido con Tedra dentro de la sala de reuniones y su cuerpo reaccionó de inmediato.
Por todos los infiernos…
¿Cómo podía decirle Zaebard semejante barbaridad?

ZAEBARD: Hazla tuya y averigua después qué sientes.
SHANER: Dios mío, Majestad… Es una princesa real.
ZAEBARD: Olvídate de esas frivolidades. Primero está el amor. Ese sentimiento puede con todo.
SHANER: Por favor, mi rey, entended que yo no amo a Tedra.
ZAEBARD: Pero la quieres. Deja libre tus pasiones y toma todo lo que ella esté dispuesta a darte. Quizá valga la pena.

Le guiñó un ojo y se fue, dejándolo clavado en el suelo.
No podía creer que su propio rey lo empujara a tomar algo tan privado como una princesa real.
¡Y para peor se moría de las ganas por hacerla suya!
Pero no por amor… Él jamás se enamoraría. No creía en esas cosas bonitas pero innecesarias.
Su vida estaba dedicada a Zaebard y a su familia.
Su vida giraba en torno a su espada y a la protección que ejercía.
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Tras una agradable comida, Azalea subió a su estancia para escoger uno de sus mejores vestidos para la fiesta de Presentación que se realizaría en una hora.
Abrió el armario y sacó un vestido de color rosa pétalo y de tela ligera.
Escogió unos zapatitos del mismo color y se puso un collar de perlas blancas.
Llamó a una sirvienta para que la ayudara a vestirse y a hacerle un peinado que consistía en un bonito recogido con pequeñas bolas de algodón blanco.
Se puso perfume y brillo labial y salió de la habitación para toparse con Challen, el cual iba vestido con un uniforme nuevo de caballero de Aion.
Lo miró de arriba abajo con una gran sonrisa, provocando que se sonrojara.

AZALEA: ¡Estás guapísimo!
CHALLEN: Gracias, Alteza…
AZALEA: ¿De dónde has sacado este uniforme?
CHALLEN: Me lo entregó el rey Zaebard. Dijo que es bastante elegante para una fiesta y muy cómodo para las Competiciones.
AZALEA: ¿Entonces vas a participar?
CHALLEN: No lo sé. Yo…
LILLY: ¡Azalea! ¡Challen!

Lilly, Aika y Lenoic se acercaron con trajes muy galantes.
Se saludaron y entre conversaciones y risas se dirigieron al Campo de Batalla, el cual estaba lleno de alumnos y también de sirvientes que iban y venían con bandejas cargadas de comida y bebida que depositaban en las mesas de las parcelas.
Había varias orquestas desperdigadas por todo el campo tocando la misma melodía al unísono.

AIKA: ¡Esto está muy animado! (^o^)
LILLY: A medida que pasen las horas se irá poniendo mucho mejor. (n_n)
AZALEA: Estoy viendo unos postres que me están tentando…
AIKA: Sería estupendo que aprendieras a hacerlos.
AZALEA: Deja de molestar con eso. (¬ ¬)
LILLY: Por allí llegan los primeros guerreros. (Señalando)

Todos eran altos y fuertes, con diferentes trajes para la competición.
Llegaron acompañados por distintas mascotas. Y pronto, Kupó y Mog se reunieron con ellas para conocerlas.
Azalea y sus amigos se acercaron a las parcelas para probar los manjares y los postres.
Era hora de pasárselo bien.
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TO BE CONTINUED..

Pobre Tedra u.u que mala onda que el capitan no acepte su amor por ella.
Jajajaaa pobre Azalea no sabe cocinar ( yo tampoco,ami se me quema el cereal -.-) .

Estúpido Shaner u___ú
En serio que esos idiotas no saben tratar a una mujer D: (?
Espero la conti *^* se que hace siglos no comento
pero casi siempre leo tu fic por celular D: & es tardío responder
a tus fics Dx porque luego ni carga bien :@ & & por eso nunca
comento xD pero cuando puedo si lo hago *A* eres mi idolo ~