Azalea, Flor Del Desierto (Entre El Amor Y El Odio)

por SweeT PrincesS Vie Sep 14, 2012 5:16 am

"Una Venganza A Medias..."

PARTE 3 (FINAL DEL CAPÍTULO 6)

Azalea estaba bien aferrada a Falon, ya que el gran Shuupaf balanceaba demasiado su espalda al caminar.
Desde esa altura se podía admirar el paisaje de agua cristalina y de gente en pequeñas barcas que pescaban bajo el sol veraniego.

FALON: ¿Estás bien?
AZALEA: Bueno… Es cuestión de acostumbrarse, ¿no?
FALON: Es fácil acostumbrarse a los Shuupaf. Caminan tan lentamente que apenas notas nada.
AZALEA: Pero estamos tan altos del suelo…y este palco se balancea tanto…
FALON: De aquí no caerás. Te tengo bien sujeta.

El Shuupaf soltó un bufido tan fuerte que removió las verdes hojas de los árboles.
Cuando al fin cruzaron el lago, el gran animal se internó en el bosque, y la princesa se sorprendió al ver que el Shuupaf era mucho más alto que los árboles.
Se asomó al vacío y sintió mareos.
Falon la abrazó y sonrió.

FALON: Eres como una niña con su primer juguete.
AZALEA: Un juguete demasiado grande… (-_-‘)
FALON: ¿Qué tal si desayunamos ya?
AZALEA: Tengo el estómago revuelto…
FALON: Vaya… No pensé que acabarías tan mareada sobre un Shuupaf. Lo siento, pequeña.
AZALEA: Lo siento yo…por ser tan delicada…
FALON: En pocos minutos llegaremos a nuestro destino, así que mientras tanto…

Tomó su delicado rostro entre sus fuertes manos y le besó la frente, los párpados, las mejillas, la nariz y los labios.
Pronto, Azalea se olvidó del mareo y se entregó al amor.

FALON: Dime que me amas.
AZALEA: Te amo.
FALON: Nada conseguirá separarnos.

Volvió a besarla y ella tembló.
Ojalá nada los separase…nada…
Ni siquiera la verdad que muy pronto le confesaría…
De repente, el Shuupaf giró hacia la derecha y el palco se tambaleó con brusquedad.
Azalea gritó y Falon la abrazó con fuerza.

FALON: Tranquila. Solo hemos cambiado de dirección.
AZALEA: Ah…
FALON: Fíjate en eso.

Señaló hacia el final del bosque, dónde los árboles no eran normales.
Éstos parecían setas a lo gigante, y estaban llenos de luces azules y de casitas colgadas.

AZALEA: ¿Ahí vive gente?
FALON: Sí.
AZALEA: ¿No les da miedo pensar que su casita podría descolgarse y…?
FALON: Esas casitas forman parte del árbol. Jamás se descolgarán.

El Shuupaf se acercó a dicho árbol y se detuvo al lado de una de esas casitas.
Falon la ayudó a adentrarse en ella y Azalea se sorprendió al comprobar que esa casita no se balanceaba ni un poquito.
Era tan acogedora por dentro… Con una amplia cama…con tocador y espejo…con una pequeña y redonda mesa junto con dos sillas…y con una ventana para admirar el paisaje.
No necesitaban nada más, ya que la mayor parte de la luna de miel la pasarían metidos en la cama…

FALON: ¿Te gusta el lugar?
AZALEA: Sí, mucho.

Entonces se le pasó algo por la mente, así que lo miró con una ceja irónicamente arqueada.
Y Falon supo que eso significaba “discusión”.

FALON: Ya se me hacía raro que no aparecía tu carácter rebelde…
AZALEA: ¿Por qué conoces tanto Aion? ¿Por qué conoces este lugar tan bonito? (¬ ¬)
FALON: Princesa…
AZALEA: ¿Acaso has traído a tus amantes aquí? ¿Han estado en esta misma cama?
FALON: Escúchame…
AZALEA: Porque si es así… ¡¡Me voy ahora mismo!!
FALON: Tú no te irás a ningún lado, señorita.

La arrastró hacia la mesa y la obligó a sentarse en la silla.
Entonces comenzó a sacar el desayuno de la cesta. Pero ella seguía mirándolo con ironía.

FALON: ¿Quieres leche o zumo de naranja?
AZALEA: No has respondido a mis preguntas. (¬ ¬)
FALON: Hay mermelada y chocolate. ¿Qué prefieres?
AZALEA: Hay un tirón de orejas y un pisotón en el pie. ¿Qué prefieres tú?

Falon suspiró y se sentó frente a ella para untar mermelada en un pastelito con total tranquilidad.

FALON: Estás equivocada.
AZALEA: ¿En qué?
FALON: En todo.
AZALEA: Necesito algo más concreto, príncipe de Kan-is-Tra.
FALON: Si conozco esta ciudad es gracias a Zaebard. Somos muy amigos y hemos viajado mucho…
AZALEA: Y en cada viaje habéis estado con muchas mujeres.
FALON: No te vayas por ahí, pequeña rebelde. Este lugar lo conocí cuando Zaebard me contó que aquí había tenido su noche de bodas junto a su esposa Yaridis. Y pues me gustó el lugar.
AZALEA: Y ya de paso trajiste a tu amante… O quizá a más de una…
FALON: Deja de atacarme porque no es así. Jamás traje a nadie. Ni siquiera a mi hermana.

Dio un mordisco a su pastelito y observó cómo su amada se cruzaba de brazos, obviamente sin creerle del todo…

FALON: Eres la primera mujer que traigo a este sitio. ¿Sabes por qué?
AZALEA: ¿Mm?
FALON: Porque eres la primera mujer que ha atrapado mi corazón.

Sonrojada y nerviosa, Azalea cogió el vaso lleno de leche y dio un buen sorbo.
Desayunaron en silencio, y al terminar, él recogió todo y lo guardó de nuevo en la cesta.

FALON: ¿Y bien? ¿Estás más tranquila?
AZALEA: Bueno… Tú me dices una cosa y en realidad podría ser otra. (¬ ¬)
FALON: Maldita sea, mujer. ¿Qué lograría con mentirte? Nada. Pues ya te tengo. Eres mía. Ya te dije que odio las mentiras.

Mentiras… Engaños… Falsedad…
Esas palabras eran la cadena de espinas que apretaba el corazón de la princesa.
Necesitaba liberarlo cuanto antes, pero todavía no era el momento…
Se pasó la mano por el cabello y trató de disimular su incomodidad, pero por desgracia, Falon ya la conocía lo bastante bien como para saber en qué estado de ánimo se encontraba.

FALON: Por lo que he podido notar, el tema de las mentiras te altera. Y recordando lo que me preguntaste una vez sobre ellas, deduzco que tienes algo que contarme.

Azalea tragó saliva.
Cuando Falon se ponía serio, ya todo dejaba de gustarle.
El chico se levantó de su asiento para arrodillarse frente a ella y mirarla fijamente, poniéndola más nerviosa aún.

FALON: ¿Qué pasa, mi amor? ¿Qué escondes?
AZALEA: Yo…
FALON: ¿Es tan grave la mentira que temes contarla?
AZALEA: Sí…
FALON: ¿De qué trata?

Ella quiso hablar, pero su mente traicionera volvió a imaginar a Falon mirándola con odio y abandonándola para siempre.
Intentó aferrarse a las positivas palabras de su madre y de Lilly, pero de todos modos no sirvió de mucho.
Al verla de nuevo tan afligida, el príncipe le besó las manos con suma ternura.

FALON: No te preocupes, pequeña. Dímelo cuando te sientas preparada. Ahora disfrutemos de nuestra luna de miel, ¿de acuerdo?
AZALEA: Sí…
FALON: Deberías descansar un poco.

La llevó hasta la cama, la acostó, la arropó y le dio un beso en la frente.

FALON: Yo estaré aquí todo el tiempo. Duerme, mi bella flor. Te hará bien.
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De nuevo, Zannaleah regresaba al reino de Aion.
Y es que necesitaba hablar con Challen…
No sabía qué le diría pero anhelaba oír su voz…deseaba que la mirase a los ojos…quería saber si seguía amándola…
En ese momento, se encontraba en el mismo árbol de la otra vez, así que esperaba que esas mascotas llamadas Kupó y Mog no la descubrieran de nuevo.
Aunque…era extraño que el castillo estuviera en completo silencio y tranquilidad…
A esta hora, la princesa, las mascotas y Challen solían salir al jardín.
¿Qué ocurría? ¿Por qué no salían?
Oyó pasos en la entrada al reino y al mirar hacia allá, se sorprendió al ver a Zen, el guardián del rey Orion.
¿Qué diantres hacía él en este mundo? ¿Qué tenía que ver con este reino?
Esto no pintaba nada bien…
Por la seguridad del rey Zaebard y de los demás, ella tenía que averiguar qué hacía Zen en este lugar, así que saltó el muro de piedra y corrió a esconderse tras la gran fuente de agua que había en ese jardín.
Vio que el guardián saludaba a los soldados postrados en la entrada, los cuales le permitieron el acceso al castillo con total tranquilidad.
Al parecer, nadie conocía realmente a Zen ni a Orion.
Se fijó en que había un soldado vigilando la puerta trasera del castillo, así que tendría que usar la magia.
Por ahora averiguaría el propósito de Zen.
Lo de Challen…no tenía más remedio que dejarlo para otra ocasión.
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Era de noche y la luz de la luna llena apenas iluminaba el sendero lleno de árboles, flores y piedras.
Pero ella seguía corriendo sin mirar atrás. Sin importarle que iba descalza y que las piedras lastimaban sus delicados pies.
No debía detenerse ya que el dios de la Mentira la perseguía para encarcelarla en la prisión del sufrimiento.
Vio una puerta y no dudó en entrar en ella.
Pero fue un error, ya que ahí estaba el dios de la Mentira, con capa y capucha…tan parecido a la Muerte…
La princesa intentó salir, pero la puerta no se abrió.

DIOS DE LA MENTIRA: No escaparás, Azalea. Estás condenada para siempre.
AZALEA: ¿Por qué? Mis mentiras son piadosas…
DIOS DE LA MENTIRA: Fueron creadas a través de tu venganza, y eso ya es condena eterna. Debes pagar por ello.
AZALEA: ¡No! ¡Ellos también me lastimaron! ¡Durante años me hicieron sufrir!
DIOS DE LA MENTIRA: Pero yo vine a por ti…
AZALEA: ¡¡Noooo!!

Falon vio cómo su amada pataleaba y gritaba en sueños, así que se acercó a la cama y la tomó entre sus brazos para calmarla.

FALON: Ssssh… Es solo una pesadilla. Aquí estoy, mi pequeña flor.

Azalea abrió sus ojos, llenos de temor, y al ver a Falon rompió a llorar, por lo que él la abrazó con fuerza.
No soportaba verla llorar, ya que sus lágrimas eran su mayor debilidad.

FALON Cálmate. Fue solo un mal sueño.

La chica se aferró a su camisa y ahogó el llanto en un silencio doloroso.
Su conciencia no la dejaba en paz.
Necesitaba confesar esa verdad que tanto la torturaba, pero tenía tanto miedo de perder a Falon…

FALON: ¿Quieres un poco de agua?
AZALEA: No…
FALON: ¿Estás mejor?
AZALEA: Sí…
FALON: Bien, porque tenemos que irnos.
AZALEA: ¿Adónde?
FALON: A seguir disfrutando de esta luna de miel.
AZALEA: ¿Volveremos a subir en el Shuupaf?
FALON: Así es.
AZALEA: Oh, no…

Falon se echó a reír y la besó para borrar esa expresión de agobio.

FALON: Vamos, vamos. Solo serán unos minutos.
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Shaner se dirigía de nuevo a la biblioteca para ejercitar su ojo sano.
Al entrar, vio a Tedra sentada frente a un chico con unas extrañas ropas de guerrero que jamás había visto antes.
Pasó junto a ellos para acercarse a una de las estanterías y buscar un libro.

TEDRA: Entonces, ¿cuándo vendrá tu rey a visitarnos?
ZEN: Muy pronto, Alteza. Está ansioso por conoceros a vos y a la princesa Azalea.
TEDRA: No hay nada interesante en conocerla a ella… (¬ ¬)
ZEN: ¿Por qué decís eso?

El ruido de la caída de unos libros interrumpió la conversación. Y es que Shaner estaba apoyado en la estantería, con las manos agarrándose la cabeza.
Parecía mareado…
De inmediato, Tedra se acercó a él, preocupada.

TEDRA: ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
SHANER: No es nada…
TEDRA: Pero te ves pálido y…
SHANER: Dejadme en paz.

Quiso alejarse de ella, pero al dar un paso, el mareo se intensificó y cayó desmayado al suelo.
Cuando pudo despertar, se vio en la cama, dentro de su habitación.
Vio al doctor anotando algo en un cuaderno.

SHANER: ¿Qué ha ocurrido?
DOCTOR: Nada grave, capitán. Es algo normal sufrir mareos después de perder un ojo.
SHANER: ¿Qué me recomienda, doctor?
DOCTOR: Mucho reposo, medicinas calmantes y una persona que esté contigo en todo momento para ayudarte en cualquier situación.
SHANER: Maldita sea…
DOCTOR: Deja de ser tan gruñón y solitario, capitán. Tienes suerte de tener a esa persona a vuestro lado para ocuparse de vuestras necesidades.
SHANER: ¿Qué persona?

La puerta se abrió y entró la princesa de Kan-is-Tra con una bandeja en sus manos, la cual la puso sobre la mesita.
Shaner gruñó y el doctor sonrió.

DOCTOR: Eres un hombre afortunado, amigo.
SHANER: Oh, sí, claro…
TEDRA: Deja la ironía, capitán. Te cuidaré te guste o no.
DOCTOR: Estás en buenas manos, muchacho.

Le guiñó un ojo y se marchó, dejándolo a solas con Tedra, la cual mojó un trozo de tela limpia en el líquido de un cuenco de porcelana.

SHANER: ¿Qué es eso?
TEDRA: Tomillo. Te aliviará el picor de tu ojo herido.

Con cuidado, la joven princesa retiró el vendaje del ojo y con suavidad pasó la tela húmeda sobre la cicatriz, que estaba muy roja.
Tedra se asombró de sí misma, pues jamás había hecho algo así por alguien. Ni siquiera por su hermano.
Pero ahí estaba, ayudando a un simple guerrero.
Era preferible no entrar en el tema de “diferencias de clase social” o terminaría discutiendo con él, y era lo que menos quería hacer.
Shaner consiguió relajarse con esas caricias en el ojo herido.
Esa jovencita no dejaba de sorprenderlo.
Tanto tiempo que había recibido su maltrato y de repente, lo cuidaba con gran interés.
Entonces recordó la conversación que tuvo con ella, en la que le había confesado que él le gustaba.
Por todos los demonios… ¿Por qué carajos debía ser precisamente esa odiosa princesa?
Notó que volvía a ponerle el vendaje, y sintió alivio cuando el escozor del ojo desapareció.
A regañadientes, tuvo que mirarla.

SHANER: Gracias, Alteza.
TEDRA: De nada. Ahora debes comer y tomarte un calmante para el dolor.
SHANER: No tengo apetito.
TEDRA: Comerás un poco y punto.

Le acercó la bandeja y le ofreció un cuenco lleno de sopa humeante.
Por primera vez en mucho tiempo, el guerrero se sonrojó.

SHANER: Puedo comer solo.
TEDRA: De todos modos me quedaré aquí hasta que te termines la sopa y te tomes el calmante.

Shaner resopló y pidió ayuda a los dioses.
En qué mala hora esa bella y terca princesa se había cruzado en su camino.
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Azalea estaba maravillada y sorprendida del paisaje que veían sus ojos.
El lago era tan bonito…lleno de luces azules que flotaban en la superficie…como hadas danzarinas…
El cielo estaba oscuro y cubierto de estrellas, con una luna llena en medio de todas.

AZALEA: Parece mágico…
FALON: En parte lo es, pero por su propia naturaleza.
AZALEA: No entiendo…
FALON: Este lugar se llama Lago de Luna, y aquí siempre es de noche.
AZALEA: Oh…
FALON: Fue un terreno privado durante siglos, ya que estaba habitado por los dioses, que descendían del cielo para bañarse y purificar sus poderes.
AZALEA: Vaya… ¿Sigue funcionando la purificación del agua?
FALON: Se dice que sí. ¿Quieres bañarte?
AZALEA: Me gustaría mucho.
FALON: Adelante.
AZALEA: ¿Qué harás tú?
FALON: Contemplarte desde aquí.

La chica se sonrojó y le dio la espalda para empezar a quitarse el vestido, dejándose puesta la ropa interior.
Entonces se acercó a la orilla y el agua acarició sus pies.
Estaba completamente cálida…
Si ese lago servía para purificar, Azalea deseaba que su alma y su conciencia se limpiasen de las mentiras y del odio.
Deseaba con todas sus fuerzas empezar de cero junto a Falon y ser feliz para siempre.
Respiró hondo y se adentró en el agua hasta llegarle a la cintura.
De inmediato, las lucecitas azules la rodearon como mariposas de luz.
Se volteó para mirar a su amado con una gran sonrisa.
Una sonrisa que lo desarmó por completo.
Qué hermosa era…

AZALEA: ¿Por qué el agua es tan cálida?
FALON: Eso jamás se supo. Pero lo único que yo sé es que pareces una diosa en su propio terreno celestial…

Dicho eso, se quitó la camisa y se metió en el lago para acercarse a ella y abrazarla con fuerza.
Le encantaba sentir su suave piel contra la suya…oler su fragancia a flores…enredar sus dedos en su sedoso cabello…perderse en su mirada y disfrutar de su cuerpo y de su amor.
Le dio un largo y lento beso, dejándola sumida en la ternura.

FALON: Te amo con todo mi corazón, Zannaleah.

Zannaleah… Zannaleah… Zannaleah…
La chica empezaba a odiar ese nombre.
Ojalá el agua de ese lago pudiera borrar todos los obstáculos que la separaban del valor y de la honestidad para con Falon.

FALON: Siempre te amaré.

Ojalá fuera así… Eternamente juntos…
Se aferró a él y respiró profundamente.

AZALEA: Me juraste estar a mi lado para toda la vida. Juraste seguir amándome pase lo que pase.
FALON: Y así será, mi pequeña flor.

Sus fuertes manos le desabrocharon la ropa interior para disfrutar de su desnudez.
Volvió a besarla para llenarla de caricias y despertarle así la pasión.
Las lucecitas los rodearon y la luna fue testigo de ese momento de fuego y amor puro.
Azalea terminó llorando, pero no de tristeza, sino de la intensidad de sus sentimientos.

AZALEA: Te amo, Falon.
FALON: Yo también te amo.

La cogió en brazos y la sacó del agua.
Ella se sorprendió al ver que sus cuerpos desnudos brillaban como si estuvieran untados de purpurina.

AZALEA: Oh… ¿Por qué brillamos así?
FALON: A causa de las luces que flotan.
AZALEA: Este lugar es tan hermoso…
FALON: Me alegro de que te haya gustado. Pero es hora de regresar a la cabaña.
AZALEA: Eso significa “volver a subir sobre el Shuupaf”.
FALON: Exacto.
AZALEA: Oh, no… (-_-‘)
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Zannaleah estaba inquieta, ya que Frey y Moira todavía no llegaban de su misión.
Sí, inquieta por todo lo que había descubierto sobre el guardián Zen.
Suspiró y se sentó en la cama.
¿Cómo diantres había conseguido entrar en el mundo de Zaebard y los demás? ¿Cómo había encontrado la abertura del Oráculo de Aion?
Se oyeron pasos tras la puerta, así que salió al pasillo y vio a Fury.

ZANNALEAH: ¿Qué haces aquí?
FURY: ¿Dónde están Frey y Moira?
ZANNA: Todavía no han llegado. Yo también los estoy esperando.
FURY: Maldita sea…
ZANNA: ¿Qué ocurre?
FURY: La princesa de Zarom les tendió una trampa.
ZANNA: ¿Qué…?
FURY: Si no han regresado significa que están atrapados.
ZANNA: Pero… ¿Cómo es posible?
FURY: Solo ella tiene el poder de bloquear la magia ajena.
ZANNA: Por todos los dioses… ¿Qué podemos hacer?
FURY: No conozco a nadie que pueda anular la magia de esa princesa.
ZANNA: Un momento. ¿Has dicho princesa de Zarom?
FURY: Sí. Y no sé cómo ha logrado encontrar a Frey y a Moira.
ZANNA: Yo sí.
FURY: ¿Qué?
ZANNA: Descubrí a Zen en el reino de Aion.

Los dos se miraron con preocupación, ya que jamás imaginaron que el asunto del Oráculo se les iba a escapar de las manos.
La magia de los Cazadores de Bestias no podía rivalizar con la del rey Orion y los suyos.
¿Qué podían hacer para rescatar a Frey y a Moira de manos de una joven y caprichosa princesa?
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Falon y Azalea dormían en la cama, dentro de la acogedora cabaña colgante, pero el resoplido del Shuupaf despertó al chico, el cual bostezó y observó dormir a su amada.
Se la veía tan relajada y bella…
Pasó su dedo por esa suave mejilla…pasando por sus labios…bajando por el cuello y hombros…
Con la otra mano retiró la sábana y admiró sus perfectas curvas desnudas.
Por muchas veces que le hiciera el amor, seguía deseándola como la primera vez que la vio.
No conseguía saciar su deseo. Era una pasión ardiente e infinita.
Su piel todavía brillaba a causa del baño en el Lago de Luna.
Parecía una diosa atrapada en la cama de un simple mortal.
Sonrió y le besó los hombros con exquisita ternura.
Entonces vio algo que le llamó la atención.
Había brillo acumulado debajo de su ombligo.
Pasó el dedo por esa zona para retirar la purpurina y pudo ver una marca en forma de media luna.
¿Dónde había visto esto antes?
Su mente registró todos sus recuerdos hasta llegar al momento en el que él había estado mirando el álbum de fotos de la verdadera Azalea que ella tenía en la habitación del reino de Krystán.
Una foto en concreto, dónde salía la verdadera princesa en traje de baño, con doce años, y bajo su ombligo estaba la misma marca de media luna.
Falon se puso tenso.
No… No podía ser posible…
Se levantó de la cama y se paseó por la pequeña estancia, con el corazón en un puño.
Podría ser casualidad… Quizá esas marcas se parecían pero…pero…
Entonces recordó la frase que una vez la princesa soltó entre sueños: “Tengo que vengarme…”.
Sus manos comenzaron a temblar.
Azalea y Zannaleah…con el mismo carácter rebelde…con el mismo cariño hacia Kupó…tan parecidas en personalidad pero tan distintas físicamente…
Volvió a acercarse a ella para observarle de nuevo la marca de nacimiento.
Era la misma.
Por todos los dioses…
¿Sería posible que en seis años Azalea hubiera cambiado tanto?
No, no, no. Por favor, no…
Se sentó en el suelo y apoyó la espalda en la cama.
Sentía que se le formaba un nudo en el pecho…que se le iban las fuerzas…que el odio renacía…
Todo empezaba a cobrar sentido…
Azalea y Tedra jamás se habían llevado bien…igual como Zannaleah y Tedra.
Se tapó el rostro con las manos y aguantó las ganas de gritar.
Azalea y Zannaleah eran la misma persona.
Maldita fuera… ¡Se sentía tan ridículo! ¿Por qué no se había fijado antes?
Había sido engañado desde el primer día.
Qué planes tan bien preparados…
Necesitaba salir de ahí antes de que comenzase a destrozar toda la cabaña.
Se levantó, miró por última vez a la chica y se fue en el Shuupaf.
Un rato más tarde, Azalea despertó y se vio sola en la cama además de en la cabaña.
¿Adónde habría ido Falon?
No le gustaba estar sola en un lugar desconocido…
Bostezó y sonrió al recordar cómo le había el hecho el amor en el Lago de Luna.
Se amaban tanto… Eran tan felices…
Ella tenía claro que solo amaría a Falon y a nadie más.
Para toda la vida…
_________________________________________________________________
TO BE CONTINUED...

por **~Shia~** Vie Sep 14, 2012 7:23 pm

Qué ara Falon? D: y la frase de "el odio renacía"...esa me mato u.u pobre Azalea, ojala que Falon no la vuelva a odiar

por **Katherina Kusanovic** Vie Sep 14, 2012 7:32 pm

A la m*erda!!!!! se ha enterado!!!! se entero!!!! rayos!!!! Azalea! corre y buscalo, y dile que en realidad lo amas!!! Nooo!!! esto va a ser terrible, terrible, terrible, terrible!!!!!
Necesito la contiiii @.@

por SweeT PrincesS Sáb Sep 15, 2012 4:33 am

las amo!!!!

por **Katherina Kusanovic** Sáb Sep 15, 2012 4:51 pm

Waaa mi también te ama!!! Te aré un monumento y todo :3

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